Maniobras navales chino-rusas despiertan inquietud internacional
Foto: La Voz de Rusia
Se trata de segundas maniobras antiterroristas
de envergadura en el mar. La primera edición se desarrolló el verano
del año pasado en el Mar Amarillo. Como ya es de costumbre, los
ejercicios chinos-rusos suscitaron tanto el interés como la preocupación
en Asia y en Occidente. Procede señalar, a propósito, que no suponen
amenaza alguna a terceros países, manifestó a La Voz de Rusia el redactor jefe de la revista Natsionalnaya oborona (Defensa Nacional), Ígor Korótchenko:
–Los
ejercicios reflejan el acercamiento recíproco entre China y Rusia en el
área militar y constituyen uno de los elementos de la estabilidad en la
región Asia-Pacífico, sin ejercer presiones políticas algunas sobre
terceros países. Es menester dejarlo bien claro, porque las
especulaciones sobre el tema dado abundan. Los altos cargos militares
responsables de las maniobras también emitieron la correspondiente
declaración para evitar posibles insinuaciones.
Mientras,
el lunes pasado, las Fuerzas de Autodefensa de Japón y el contingente
estadounidense acantonado en Japón iniciaron maniobras conjuntas en el
área de la isla de Hokkaidō. Todavía desde el pasado 4 de julio,
dieciséis aviones y patrulleros nipones y estadounidenses empezar a
vigilar, durante las veinticuatro horas, los preparativos y el
desarrollo de las maniobras chino-rusas cuya área se encontraba a
trescientos kilómetros de Hokkaidō. Esta circunstancia dio pie al
director adjunto del Instituto de Análisis Político y Militar, Alexánder
Jramchijin, para declarar:
–Las
maniobras chino-rusas buscan, entre otros objetivos, dejar bien claro a
EEUU y Japón que China y Rusia pueden concertar una alianza militar,
aunque los dirigentes chinos destacan tradicionalmente que las
relaciones con Rusia no son una alianza y jamás lo serán.
Las
maniobras patentizaron el crecimiento de la confianza (ya de por sí
alta) entre China y Rusia en el ámbito militar y el interés por
garantizar su seguridad con esfuerzos conjuntos, manifestó el presidente
de la Academia de problemas geopolíticos, Leonid Ivashov:
–Las
maniobras pusieron en evidencia que Rusia y China defenderían juntas
sus intereses nacionales. Japón ejerce ciertas presiones sobre la
política que Rusia practica en el Lejano Oriente. Japón es aliado de
EEUU y tiene acuartelado en su territorio un fuerte contingente de EE
UU. También con ayuda de Japón, EEUU refuerza en esta zona su sistema
antimisiles y el grupo aéreo. China también es objeto de presiones por
parte de EEUU. y Japón. A Pekín le preocupa el contencioso en torno a
las islas en el mar de China Oriental y en el Mar de la China
Meridional, así como en el estrecho de Malaca, por el cual llega a China
el principal flujo de hidrocarburos.
Entre el 27 de
julio y el 15 de agosto, en las afueras de Cheliabinsk (parte sur de los
Urales) están previstas las maniobras antiterroristas chino-rusas Misión de paz 2013. Sus protagonistas serán las fuerzas terrestres.
ach/lj
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