En
el programa Es noticia, la subsecretaria de gestión política de
Ecuador, Paola Pabon, aseguró que las ONG enviadas de EE.UU. a
Latinoamérica, bajo la excusa de "ayuda humanitaria",sirven a los
intereses del imperio estadounidense.
La subsecretaria de
gestión política de Ecuador, Paola Pabón, indicó que las recientes
revelaciones de la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia de
Estados Unidos (CIA, por su sigla en inglés) en su país no les toma por
sorpresa puesto que esta institución ha usado los mismos mecanismos
históricamente en la región contra gobiernos progresistas.
>> Los agentes formados por la CIA para desestabilizar Ecuador
"Las formas de
control desde el imperio, a países en vías de desarrollo, se ha
mantenido en el tiempo, como es el caso de los presupuestos aprobados en
el Congreso de los EE.UU. para buscar la desestabilización en la
región", aseguró Pabón.
En una entrevista durante el programa Es noticia,
transmitido por teleSUR, la subsecretaria indicó que un ejemplo claro es
la participación de la ONG Súmate en el golpe de Estado de 2002 en
Venezuela.
"Los
intereses que defienden estas ONG no son las políticas que aplican los
Gobiernos progresistas", dijo Pavón y explicó que las ONG menoscaban la
soberanía de estos países a favor de intereses imperialistas, que se
alejan totalmente de las necesidades de los pueblos, bajo una supuesta
"ayuda humanitaria".
>> ONG, las nuevas caras de la invasión de América Latina
Indicó que estas organizaciones quieren ensuciar el nombre de estos
Gobiernos alegando "que estas democracias son autoritarias, son
democracias disfrazadas."
¿Cómo blindarse contra estos ataques?
Pabón indicó que las ONG tienen que trabajar con la política que está levantando el Estado.
Aseveró que otro mecanismo para transparentar es saber qué intereses tienen y quiénes defienden estas ONG.
Denunció que
estas organizaciones buscan volver a penetrar en Ecuador con supuestas
ayudas tras el terremoto que sacudió a este país recientemente.
Instó a los
pueblos del sur a mantenerse alerta ante estos ataques del imperio y a
sus gobiernos a continuar con las políticas sociales.
Desde que
Rafael Correa llegó a la presidencia en 2007, con la bandera de la
Revolución Ciudadana y una política alejada del sistema neoliberal, los
ataques no han cesado, como un intento de golpe de Estado y magnicidio
amparado en una protesta de los cuerpos policiales. El saldo de este
hecho: cinco muertos y 193 heridos.
En 2015, la
ultraderecha nacional planificó protestas "pacíficas" para
desestabilizar el país. La hoja de ruta establecía la irrupción al
palacio presidencial y ataques a las fuerzas de seguridad del estado.
El movimiento
opositor justificó sus acciones violentas en los proyectos de Ley de
Redistribución para la Riqueza y sobre las Ganancias Extraordinarias
presentados ante el congreso por el presidente, con el fin de abordar
las desigualdades en el país.
La convocatoria
a un paro nacional apoyado por líderes de la confederación de
nacionalidades indígenas de Ecuador (Conaie), en el mes de agosto, fue
precedido por marchas que terminaron con 86 policías heridos y 20
civiles lesionados.
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