Elecciones presidenciales de Estados Unidos: el significado de una farsa
"Tenemos la experiencia, hemos perdido el sentido", T. S. Eliot, Four Quartets.
La especie humana se enfrenta a las amenazas más formidables de toda su historia.
- El planeta se está acercando rápidamente a una
catástrofe climática irreversible mientras hace frente al mismo tiempo a
todo tipo de amenazas para su ecosistema.
- Estamos una vez más frente al espectro de un posible conflicto nuclear importante.
- La gran mayoría de la población humana vive
ahora en condiciones que a veces son incluso peores de las que había
hace 500 años.
Un grupo muy pequeño de grandes bancos,
corporaciones multinacionales, y estados y servicios secretos estatales
y "privados" han concentrado en sus manos un poder sin precedentes y se
están desarrollando como un cáncer en nuestras sociedades.
Por primera vez en la historia humana, el
desarrollo de las fuerzas productivas ha alcanzado el nivel requerido
para satisfacer todas las necesidades humanas "razonables", y permitir
una vida digna para todos los habitantes del planeta, pero, al mismo
tiempo, la desigualdad ha superado todos los registros históricos.
También por primera vez en la historia, minorías
extremadamente limitadas, controlan ya la mayor parte del poder, el
dinero y el conocimiento, y están también en proceso de adquirir la
capacidad tecnológica para imponer un orden totalitario que hará parecer
a Hitler un niño pobre, un alquimista en comparación con los químicos
modernos.
Pero tal vez más preocupante que todo ello, hechos
“objetivos” ya muy preocupantes, es el nivel del discurso emitido por
las dos personas que compiten para convertirse en el presidente del país
más poderoso del mundo. Ellos quieren gobernar la superpotencia y el
mundo. Pero es casi imposible encontrar en los insultos que intercambian
alguna idea significativa en cuanto a lo que harán con los formidables
desafíos frente a su país y el planeta.
Las palabras y las ideas son importantes, incluso
si son falsas o ridículas. Karl Marx solía decir que las ideas van
atrasadas en comparación con lo que hay, y esto es muy cierto. Pero lo
contrario también es cierto. Las ideas - o su ausencia – son también una
indicación clara de hacia dónde se dirige una sociedad, qué elige
conocer y qué ignorar, qué verdades necesita y qué ilusiones prefiere.
Nuestro siglo ha sido llamado el "siglo de las
catástrofes", con guerras tradicionales en Oriente Medio, menos
tradicionales en Europa, como la que destruyó Grecia y la está empujando
al abismo, desastres nucleares como en Fukushima (un claro resultado
del camino de la sumisión de la industria nuclear a las prerrogativas de
una sociedad enferma en general y de las finanzas en particular, cuyas
consecuencias permanecen ocultas en gran medida). Estamos viviendo en
una era del "fin de la esperanza", una enorme crisis o colapso de casi
todos los proyectos modernos que prometían hacer de los humanos sujetos
de su historia (la Ilustración y la democracia, el socialismo, la
creencia ciega en los beneficios sociales automáticos de la ciencia, el
psicoanálisis, etc.). En el Este, el "socialismo" se ha derrumbado
mientras que en Occidente el "estado de bienestar” se va retirando cada
día que pasa.
Las ideas de nuestro mundo fueron formadas
principalmente por la influencia (positiva o negativa) de gente como
Marx, Freud y Einstein, los grandes "de-mistificadores" de nuestro ser
social, nuestro carácter y el cosmos en el que existimos. Por el
momento, al menos, no hay nadie para reemplazarlos o superarlos (en el
sentido en el que el Nuevo Testamento reemplazó al Antiguo, o Einstein a
Newton).
Pero los seres humanos no pueden sobrevivir sin
esperanza y sin significado (un proyecto). La destrucción de significado
en el discurso político del estado más poderoso en el mundo, los
EE.UU., es un más que claro signo de la aceleración de la descomposición
del capitalismo moderno. El capitalismo es ahora una palabra para
describir un sistema que está pasando a una especie de feudalismo
post-moderno, abriendo el camino, si sigue sin obstáculos su dirección
natural, al final de los seres humanos, la destrucción del planeta, y
una dictadura de las máquinas. Tal vez, en este contexto, la destrucción
del significado esté anunciando nuestra propia destrucción.
Es normal que la gente, sentiendo por instinto las
terribles perspectivas que hay por delante, se remonte a las
identidades del pasado como la nación o la religión, o trate de
encontrar nuevas esperanzas (tales como el movimiento social que
cristalizó en torno a Sanders durante la campaña electoral de Estados
Unidos). Aún así, las fuerzas "oscuras" parecen, por el momento, dominar
la escena.
Volviendo a las elecciones en Estados Unidos, ¿qué
vemos? Uno de los candidatos parece representar el fin de la
racionalidad, el otro el final de la emoción, y ambos el final de
cualquier tipo de ética. Pero sabemos por los tiempos antiguos que estas
tres propiedades, cuando, y sólo cuando coexisten, son las que
diferenciaban a los humanos de los monstruos parecidos a los humanos.
(La situación en Europa, especialmente en Francia, que es la "madre" de
la Europa moderna en cuanto a la política y las ideas se refiere, no es
mejor. Es, posiblemente, incluso peor que en el centro norteamericano
del sistema mundial).
Los personajes que dominan la clase
política reflejan la enfermedad del "sistema". Tal vez este proceso es
bastante viejo. Pero después de "fin" de la Guerra Fría (que no ha
terminado, por cierto) y el colapso de la URSS, esto ha pasado a primer
plano en casi todas partes en las "democracias occidentales", los
Estados Unidos de América incluidos.
Lea los siguientes comentarios sobre el segundo debate Trump-Clinton publicados en The Nation y en Counterpunch,
respectivamente. O, si lo prefiere, también puede saltar la noticia y
echar otro vistazo a las películas de Stanley Kubrick, especialmente la
última. Su genio le ayudará a discernir la naturaleza de las fuerzas que
gobiernan, en gran medida, nuestro mundo y su propio proyecto secreto.
Como el gran genetista francés Albert Jacquard ha
dicho: "el principal obstáculo para comprender la realidad consiste en
los límites de nuestra imaginación".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario