Un vistazo a la culpabilidad y a la agresividad judías
21.10.2016
A
algunos judíos no les alegró la reciente referencia de Donald Trump a
la 'Banca internacional". Trump declaró esta semana que su rival Hillary
Clinton es, de alguna manera, "un instrumento de una vasta conspiración
que implica montones de dinero y a los bancos internacionales".
Es posible observar que Trump no se refirió a los
judíos ni tampoco señaló a ninguna etnia o grupo religioso. Sin embargo,
Jonathan Greenblatt, el director general de la Liga Anti-Difamación,
reaccionó rápidamente usando la plataforma Twitter. "Trump debe evitar
la retórica y los tropos que históricamente han sido utilizados contra
judíos y todavía estimulan el antisemitismo", dijo Greenblatt, y luego
añadió "Mantengamos el odio fuera de la campaña".
¿Puede uno preguntarse a estas alturas por qué un
líder judío estadounidense ve "odio" en la referencia crítica de Trump a
la 'Banca Internacional'? ¿Es porque Greenblatt sabe que los banqueros
internacionales que financian la aventura presidencial de Clinton
pertenecen a un grupo étnico en particular? ¿Es posible que Greenblatt
crea que los banqueros de Goldman Sachs, junto con personas como Haim
Saban y George Soros, pueden tener una o dos cosas en común aparte de
ser inmensamente ricos?
La Jewish Telegraphic Agency
también estaba alarmada por la observación verdadera de Trump de que
"Esta elección determinará si somos una nación libre o si sólo tenemos
la ilusión de la democracia, pero de hecho estamos controlados por un
pequeño puñado de intereses especiales globales manipulando el sistema".
Una vez más, Trump no se refirió específicamente a
los judíos, sin embargo, la JTA debe haber juntado a los judíos que
tenía en mente. La JTA probablemente sabe algo que muchos de nosotros
podemos haber recopilado, pero prefieren reprimir.
Supongo que la buena noticia es la aparición
repentina de la culpabilidad judía. Greenblatt y la JTA actúan movidos
por el sentimiento de culpa. Ellos saben que la banca internacional es
un territorio judío y esto les hace sentirse incómodos. Pero la trágica
noticia es que la culpabilidad judía difícilmente conduce a la reflexión
ética, y con demasiada frecuencia es rápida en transformarse en
agresión.
Si Greenblatt estuviera realmente preocupado por
la difamación y la seguridad de los judíos norteamericanos debería haber
presionado al rebaño de los banqueros internacionales judíos para
retirarse por sí mismos de la política estadounidense. Pero para
Greenblatt y otros dentro de su entorno tribal, ¡el poder judío es el
poder de silenciar el debate sobre el poder judío!
En la práctica, Greenblatt, un líder judío
estadounidense, está diciendo al candidato republicano a la presidencia
los temas que deben evitarse.
Me gustaría decirle a Greenblatt y a sus acólitos
que este desarrollo es muy peligroso para los estadounidenses y para
judíos estadounidenses, en particular.
gilad.co.uk
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