Muchos recuerdos, muchas risas y muchas lágrimas. Así fue el encuentro
de los niños de la guerra españoles quienes acaban de visitar Obninsk.
© SPUTNIK. VÍCTOR TERNOVSKY Niños de la guerra españoles durante su visita a Obninsk |
Obninsk fue sede de una de las 14 casas de niños españoles de la URSS.
Rosa Ortiz Martínez llegó a esa ciudad con apenas 7 años.
"Llegué a Obninsk en diciembre de 1938 y estuve aquí hasta el año 1941, cuando ya estaban los alemanes cerca. Entonces, nos evacuaron en tren y nos llevaron a la región de Sarátov [800 kilómetros al sudeste de Moscú]. Lo teníamos todo, teníamos clases de todo absolutamente, en particular, clases de español y ruso, no nos faltó nada. Yo he vivido aquí 20 años. Mientras más mayor soy, estoy más agradecida de haber venido a este país", indicó a Radio Sputnik.
Rosa Ortiz Martínez es una de las casi 50 personas que viajaron a Obninsk desde España para hacer una ofrenda floral al memorial de la casa de niños número 5, el cual se inauguró hace unos años, según nos dijo la activista social Dina Gabrianovich, nativa de esa ciudad.
"Cuando se propuso inaugurar un memorial en recuerdo de los niños españoles que encontraron refugio en Obninsk, todos sus habitantes apoyamos esta iniciativa. El pueblo ruso se tomó muy a pecho el drama de la Guerra Civil española y las autoridades de la entonces Unión Soviética tomaron la decisión de tender la mano a los niños afectados por la contienda. Estos niños forman parte de la historia de nuestra ciudad y de nuestro país. Tengo escrito un libro, que, entre otras cosas, recoge la estancia de estos niños en Obninsk, y hoy tengo previsto regalar algunos ejemplares a quienes volvieron aquí 80 años después", sostuvo Dina Gabrianovich.
Entre otros, la delegación fue integrada por 13 niños de la guerra y sus descendientes, provenientes de Madrid, Cataluña, Asturias, Euskadi, Burgos, Palma y Valencia.
"Hace 80 años nuestra ciudad se convirtió en su segundo hogar, y nos agrada mucho que hoy estén aquí con sus hijos y nietos, lo que vuelve a confirmar que aquí se sienten como en casa", indicó al respecto Vladislav Shapsha, jefe de la Administración de Obninsk, en un acto que tuvo lugar en el parque municipal esa ciudad, que alberga el memorial.
Por su parte, el embajador de España ante el Kremlin, Ignacio Ybáñez Rubio, agradeció al "pueblo ruso" por haber recibido "con los brazos abiertos" a niños de la guerra españoles y haber puesto "a su disposición lo mejor que podía poner".
"Estos niños que lógicamente se convirtieron en jóvenes luego supieron pagar a la Unión Soviética con su propio esfuerzo", subrayó el diplomático.
En este contexto, Irene Larroy, quien está escribiendo un libro sobre la historia de los niños de la guerra españoles, dijo a nuestra emisora que "al menos 70 chicos, algunos de los cuales tenían tan solo 14 años, se apuntaron voluntariamente al Ejército Rojo para agradecer a la Unión Soviética el esfuerzo que había hecho cuando les ayudó a ellos".
A su vez, Francisco Lago nos dijo que la cordialidad entre los pueblos de Rusia y España se debe, entre otras cosas, a la acogida dada por la URSS a niños de la guerra:
"Esta gente siente un cariño especial por Rusia, y yo siento un cariño especial por ese país. Yo nací en Moscú y me marché con 8 años a España, porque mis padres se volvieron a España después de haber estado aquí 20 años. Pero esos 20 años para ellos fueron muy importantes. Están agradecidos por cómo les trató Rusia a los niños españoles aquí. Eso lo llevan ellos muy dentro. Tan es así que gente que vino con 90 años o con 92 años, que los hay, hacen un esfuerzo tremendo por venir", manifestó.
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