La
política que el gobierno de México aplicó por muchísimos años fue una
política de entreguismo, sometimiento y dependencia de Estados Unidos
(EEUU). En otras palabras, por muchos años el gobierno mexicano no tuvo
dignidad. Maltrató a sus campesinos y no les dio protección ante los
bullies internacionales. México, con sus pasados gobiernos vendidos
siempre tuvo la desventaja al negociar lo que fuere con su vecino del
Norte.
Ahora que se está renovando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que inclusive se le está cambiando el nombre y todo, los super analistas mexicanos del ala conservadora andan debatiendo en torno a “¿quién ganó y quién perdió con el TLCAN y con la nueva renegociación?”. Pregúntenle a los campesinos mexicanos y luego pregúntenle a los multimillonarios (estadounidenses y mexicanos) y las respuestas serán más que claras. Hoy, con las nuevas negociaciones del TLCAN (ahora con nombre renovado), México sigue siendo chantajeado por el gobierno de EEUU. A EEUU no lo culpo, es el competidor más grande y puede darse el lujo de menospreciar a las economías menores. A Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no lo culpo, porque el México que le dejaron sus antecesores es un desastre.
A veces pareciera que México está atrapado, condenado, y que no tiene ninguna otra opción mas que la opción de depender de lo que diga, haga o dicte EEUU. Encima, el actual populista de la Casa Blanca, dirá que con el TLCAN “los EEUU salieron perdiendo” y que México les sale debiendo. Que a nadie le extrañe cuando el día de mañana salga una exigencia desde la Casa Blanca, de que México debe regresarle a EEUU los 15 millones de dólares (con intereses) que éste le “pagó” por el territorio robado a México (1848). En realidad, con lo que EEUU ha saqueado a México históricamente, podemos decir que México ya ha financiado el muro miles de veces.
En los años noventas, los campesinos mexicanos no fueron incluidos en las “negociaciones” para la aprobación del TLCAN. Los campesinos fueron engañados, su gobierno los llenó de mentiras. En lo alimentario, el TLCAN trajo a México productos caros y nada saludables, para variar, convirtiendo a México en sinónimo de diabetes y de obesidad. Hizo a México más dependiente de los EEUU en lo económico y en lo alimentario. El TLCAN faltó al respeto a los campesinos mexicanos, los hizo más pobres y los obligó a abandonar su país. Sí, el campesino mexicano perdió.
“Si votas por mí te voy a hacer rico” decía Trump a sus potenciales votantes en 2016. Como cuando en los años 90, Salinas decía a los mexicanos que “Mexico está listo para el primer mundo”.
Llámese TLCAN, llámese T-Mec, o llámese como se llame, siempre y cuando se sigan impulsando proyectos que traen prosperidad para el poderoso y miseria para el pueblo, México seguiría en las mismas. Para que México pueda recuperar su soberanía alimentaria y económica, México deberá independizarse de EEUU. Se ve difícil pero no es imposible.
Actualmente, con el nuevo gobierno encabezado por AMLO, muchos creemos que ahora que México está recuperando poco a poco su dignidad, la buena política interna dará buenos resultados en lo externo.
Rumbo a la 4ª Transformación de México.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Ahora que se está renovando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que inclusive se le está cambiando el nombre y todo, los super analistas mexicanos del ala conservadora andan debatiendo en torno a “¿quién ganó y quién perdió con el TLCAN y con la nueva renegociación?”. Pregúntenle a los campesinos mexicanos y luego pregúntenle a los multimillonarios (estadounidenses y mexicanos) y las respuestas serán más que claras. Hoy, con las nuevas negociaciones del TLCAN (ahora con nombre renovado), México sigue siendo chantajeado por el gobierno de EEUU. A EEUU no lo culpo, es el competidor más grande y puede darse el lujo de menospreciar a las economías menores. A Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no lo culpo, porque el México que le dejaron sus antecesores es un desastre.
A veces pareciera que México está atrapado, condenado, y que no tiene ninguna otra opción mas que la opción de depender de lo que diga, haga o dicte EEUU. Encima, el actual populista de la Casa Blanca, dirá que con el TLCAN “los EEUU salieron perdiendo” y que México les sale debiendo. Que a nadie le extrañe cuando el día de mañana salga una exigencia desde la Casa Blanca, de que México debe regresarle a EEUU los 15 millones de dólares (con intereses) que éste le “pagó” por el territorio robado a México (1848). En realidad, con lo que EEUU ha saqueado a México históricamente, podemos decir que México ya ha financiado el muro miles de veces.
En los años noventas, los campesinos mexicanos no fueron incluidos en las “negociaciones” para la aprobación del TLCAN. Los campesinos fueron engañados, su gobierno los llenó de mentiras. En lo alimentario, el TLCAN trajo a México productos caros y nada saludables, para variar, convirtiendo a México en sinónimo de diabetes y de obesidad. Hizo a México más dependiente de los EEUU en lo económico y en lo alimentario. El TLCAN faltó al respeto a los campesinos mexicanos, los hizo más pobres y los obligó a abandonar su país. Sí, el campesino mexicano perdió.
“Si votas por mí te voy a hacer rico” decía Trump a sus potenciales votantes en 2016. Como cuando en los años 90, Salinas decía a los mexicanos que “Mexico está listo para el primer mundo”.
Llámese TLCAN, llámese T-Mec, o llámese como se llame, siempre y cuando se sigan impulsando proyectos que traen prosperidad para el poderoso y miseria para el pueblo, México seguiría en las mismas. Para que México pueda recuperar su soberanía alimentaria y económica, México deberá independizarse de EEUU. Se ve difícil pero no es imposible.
Actualmente, con el nuevo gobierno encabezado por AMLO, muchos creemos que ahora que México está recuperando poco a poco su dignidad, la buena política interna dará buenos resultados en lo externo.
Rumbo a la 4ª Transformación de México.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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