Desde principios de este año, la fumigación con glifosato está prohibida en espacios públicos.
Antes del 1° de enero de 2019, también deberá dejarse de usar en espacios particulares. Finalmente antes de que termine el actual mandato del presidente, Emmanuel Macron, en 2022, ese herbicida estará prohibido en todos sus usos, incluido el agrícola.

Pero la UE quiere extender 10 años su utilización, pese a la evidencia de algunos estudios que lo consideran cancerígeno. Francia votará contra la extensión de la autorización de este producto fitosanitario durante 10 años, un período que considera "demasiado largo dadas las incertidumbres" que hay sobre el mismo.

En lo que se refiere a la agricultura, el Gobierno pidió a los Ministerios de Agricultura y de Ecología la elaboración de un plan para realizar una transición razonable a favor de otras alternativas más amigables con el ambiente antes de fin de año. Este plan será presentado también al resto de los Estados miembros de la Unión Europea y al Comisión.

La oposición

Esta postura ha creado malestar entre las organizaciones agrícolas, que consideran que Francia no puede actuar al margen de las disposiciones comunitarias.

La presidenta de la FNSEA, Chistiane Lambert, principal sindicato agrícola del país, consideró que Francia no puede actuar de forma independiente del resto de la UE y que no se puede prohibir de forma drástica ese herbicida porque es preciso que se invierta en investigación para encontrar otras alternativas.

Con información de:
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