sábado, 24 de marzo de 2018

El proyecto económico de Andrés Manuel López Obrador


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El proyecto económico de Andrés Manuel López Obrador

 

 



El 1 de julio serán las elecciones presidenciales en México [1]. Entre los candidatos se encuentra Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, quien acompañado del equipo de MORENA y el frente “Juntos haremos historia” tiene buenas posibilidades de acceder a la presidencia según las encuestas electorales [2].
AMLO presentó su Proyecto 2018-2024 [3] en el que expone una serie de propuestas económicas, sociales y políticas a ejecutar en caso de alcanzar la presidencia de México. En el proyecto resalta un nivel de análisis profundo y serio de los problemas que tiene hoy el país, planteando diagnósticos y proyectos concretos para brindarles solución de largo plazo.
La teoría aplicada
El proyecto económico de AMLO está basado en la teoría keynesiana de crecimiento por demanda. El gasto público y la inversión, tanto pública como privada, son los dinamizadores de la economía. Sin embargo, el plan no es aumentar el gasto público sino redistribuirlo. Se estima en el proyecto que gran parte del aumento del gasto público de los últimos años se utilizó para el funcionamiento del Gobierno –o sea para mantener la burocracia administrativa- y en corrupción, no en mejorar las condiciones de vida de los mexicanos.
El ahorro y redistribución de recursos permitirá alcanzar un déficit cero, sin aumentar el nivel de deuda pública ni crear nuevos impuestos (y tampoco aumentar los ya existentes). Es importante señalar en este sentido que sólo la mitad del presupuesto se cubre con los ingresos fiscales, el resto proviene de recursos energéticos y de la renta petrolera.
Con lo que logre ahorrar pretende duplicar las pensiones de los adultos mayores del resto del país hasta igualarlas a las de la Ciudad de México. Brindará becas de estudio, contratará a una cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan, para capacitar y darles empleo en talleres, empresas y comercios atendiendo un problema generacional cada vez más importante. Brindará apoyo inmediato a las comunidades originarias, relegadas a la pobreza y la exclusión. Esta idea de redistribución no solo debe entenderse en un plan de mejorar las condiciones de vida, bueno y necesario de por sí, sino también en una idea de expandir el consumo privado y estimular la inversión.
AMLO retoma en su proyecto la necesidad de potenciar el Estado y lo público, sin ponerlo por encima de la iniciativa privada, pero con una mirada responsable de quien debe asumir garantizar no solo el crecimiento económico sino el desarrollo social nacional. En este sentido se compromete con lograr el acceso a las universidades a todo aquel que quiera hacer el esfuerzo de formarse, recuperar el sistema público de salud para que brinde servicios de calidad para todos, y recuperar y potenciar la producción de PEMEX como garante de la soberanía energética y de los ingresos nacionales.
Desarrollo de los sectores productivos
Como horizonte para planificar la mejoría del sector agropecuario tiene la soberanía alimentaria. Acá contempla la plantación de maíz y frijol y de 1 millón de hectáreas con árboles frutales y maderales, fomento a la ganadería sustentable y recuperación del sector cafetalero. Con esto prevé mejorar las condiciones de quienes habitan el territorio rural, mejorar la productividad y la sustentabilidad de la producción con el uso de nuevas tecnologías.
En cuanto a la producción industrial, la idea principal es incrementar y diversificar las exportaciones. Hoy en día México tiene una gran dependencia de la inversión extranjera directa para mantener su balanza de pagos positiva y sus exportaciones suelen tener bajo contenido nacional comparado con aquel que importan. En este sentido, aumentar el contenido de producción nacional en sectores estratégicos, fomentar la compra nacional estatal y potenciar las empresas mexicanas promoviendo la mayor inversión en tecnología e innovación, complementan el objetivo de fortalecer la producción orientada a la exportación.
Crear centros productivos en las zonas urbanas marginadas y crear consorcios o asociaciones de pymes mexicanas es otro proyecto para fortalecer su posición en el mercado y aumentar las fuentes laborales.
El plan también tiene en vista grandes proyectos de obra pública en infraestructura, financiados de forma mixta entre el sector público y el privado, que tendrán gran impacto económico. En cuanto al sector energético propone construir dos refinerías nuevas y reacondicionar una existente. Para aportar al sector turístico se piensa en un tren transpeninsular y un corredor transísmico para el desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec. Estas obras, entre otras, aportaran al desarrollo regional, además de generar empleo y producción para su construcción.
Política salarial y laboral
El plan de Gobierno contempla un aumento del salario mínimo anual hasta recuperar el poder adquisitivo perdido y superar la línea de bienestar mínimo. Ante este punto, la oposición ha planteado un escenario de inflación asegurada al que el equipo económico respondió con datos. La productividad total del empleo en México no cayó, por lo tanto no existe razón para que se dé un escenario inflacionario ante la recuperación del salario.
Teniendo presente el gran componente de economía informal que tiene la economía mexicana, se abordará la economía social como un espacio productivo de importancia colaborando con su desarrollo. Al mismo tiempo se prevé que los resultados de las políticas aplicadas a la producción tengan un impacto fuerte en la creación de puestos de trabajo formales. También se generarán estímulos tanto para el blanqueo laboral como para que los salarios sean justos y abrir una instancia para la negociación colectiva por rama industrial, promoviendo la defensa de los derechos laborales de los trabajadores. Este punto reviste un interés particular no sólo para los Mexicanos sino para los principales socios comerciales. Uno de los planteos principales en la renegociación del Tratado de Libre Comercio América del Norte (TLCAN) fueron los bajos salarios mexicanos [4].
Con respecto al TLCAN el proyecto plantea fortalecerlo mejorando las condiciones de la negociación para los mexicanos, logrando que los productos tengan un mayor contenido nacional. Sin embargo, la dependencia con Estados Unidos en cuanto al comercio exterior y la fuerte injerencia de ese país en México es cuestionada por AMLO.
Para finalizar es importante destacar un planteo tanto social como económico que hace el candidato hacia el rol de la mujer, aunque no es el único candidato en plantearlo. Entre sus propuestas laborales menciona la necesidad de garantizar igualdad de salario ante igual tarea entre hombres y mujeres, y va más allá planteando la importancia de que los hombres asuman la mitad de las tareas de cuidado de los hijos y del hogar modificando la legislación laboral e impulsando el cambio cultural.
A modo de conclusión
Como puede apreciarse el contenido del proyecto va dirigido a una economía productiva e inclusiva de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, el mismo es sostenido en un pensamiento que mantiene los parámetros del equilibrio económico, la austeridad y el control, todo lo contrario al planteo que hacen sobre el futuro económico sus contrincantes a la presidencia.
A ellos responde AMLO asegurando la independencia económica del Banco de México, hablando con el sector bancario y afirmando que no interferirá en sus negocios; pero siempre mencionando que el objetivo es incluir a los excluidos. Reclama que los bancos brinden servicios financieros en todo el país para poder llegar a los lugares más remotos y propone como política hacia el sector financiero retomar el funcionamiento del banco de desarrollo como tal.
Sabiendo que el cambio no se realiza de un día para otro y que las dificultades pueden ser mayores, pero con el ojo puesto en reducir la pobreza, en hacer eficiente la estructura estatal, aumentar la producción y el crecimiento con inclusión, el proyecto económico de AMLO resulta viable y sostenible para un México con crecimiento económico y justicia social.
Notas:
[1] http://www.celag.org/amlo-escenario-electoral-mexico-2018/
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Encuestas_de_intenci%C3%B3n_de_voto_para_la_elecci%C3%B3n_presidencial_de_M%C3%A9xico_de_2018
[3] https://lopezobrador.org.mx/temas/proyecto-economico-amlo/
[4] http://www.celag.org/mexico-la-continuidad-del-tlcan-sigue-igual-bien/
Lucía Converti, investigadora CELAG
Fuente: http://www.celag.org/el-proyecto-economico-de-amlo/

Hegemonía, poder y periodismo



I
Es conocido que en este mundo regido por la economía de mercado y la lógica de ganancia por encima de todo, se valora el trabajo del hombre principalmente por la utilidad práctica que tenga. Por ende, el pensamiento crítico se desecha por considerársele inservible, al mismo tiempo en que se ve a los intelectuales críticos como seres que no aportan nada útil a la sociedad.
En esta sociedad lucrativa las ideas no son rentables. Por eso en la enseñanza básica y media superior se recorta la impartición de las materias generadoras de pensamiento (literatura, historia, filosofía), para que las disciplinas favorables al mercado sean estudiadas a fondo. Para beneficio del mercado han proliferado las universidades privadas, asegurando así, las demandas de fuerza de trabajo, mientras los gobiernos recortan a las universidades públicas los recursos económicos y obligan a la población a optar por la educación privada.
El pensamiento crítico y el periodismo comprometido y autentico son necesarios para observar la realidad social y preguntarnos el porqué de nuestra condición, nos ayudan a reflexionar las políticas y proyectos económicos que marcan el devenir del país, la crítica nos manifiesta la necesidad imperante de la solución de los problemas.
Esta solución, no se encuentra en el ocultamiento de la realidad, como hace el discurso ideológico –pretendido hegemónico- que busca la perpetuidad de la forma política-económica a la que sirve, que en nuestro caso mexicano es la capitalista. No comprenderemos el presente, ni lo podremos trasformar, si no reconocemos la existencia de una historia oculta que nos impide ver de forma completa la realidad, compuesta de contradicciones, de explotación y marginación resultado del acontecer histórico del capitalismo.
II
En México las últimas décadas de lucha trazan el camino a la posibilidad y demuestran la necesidad de un periodismo organizado en torno a los oprimidos basado en la independencia del poder, y por tanto, de acción con respecto a los intereses privados. Las acciones emprendidas desde años atrás contra los intereses sociales, no sólo afectaron las condiciones de vida de la mayoría del pueblo, sino que también impactaron en el pensamiento, conduciéndolo en muchos casos, a la adopción de teorías de moda que plantean el fin de toda utopía o de todo proyecto transformador de la sociedad, dejando de esta forma la vía libre para la ideología dominante que se pretende hegemónica. Por este motivo es difícil pretender construir una alternativa social, sin retomar la lucha de ideas, que acompañe a los movimientos actuales a lo largo del planeta, como Martí apuntará “trinchera de ideas vale más que trinchera de piedras”. Día a día en todos los rincones del mundo estas palabras del prócer cubano se materializan sin que la gran mayoría se entere, por ser excluidas de los grandes consorcios comunicativos (prensa, radio, tv e internet), los poderes hegemónicos pretenden dejarnos en el olvido y en la desmemoria.
La actual crisis deja en claro la necesidad de construir un mundo mejor, para ello la lectura y discusión de ideas son indispensables, como parte del accionar transformador que todo ser consciente de su realidad debe realizar, el periodismo autentico contribuye al debate con sus valiosas aportaciones para la construcción de una sociedad mejor, pues a pesar de que la dictadura del capital está en crisis, ello no garantiza que demos paso a una mejor sociedad. Esto sólo se puede a través de la praxis colectiva, y para ella, se necesita indispensablemente un periodismo que acompañe y genere reflexión en la sociedad y contribuya a la generación de ideas.
III
Vivimos tiempos de ruptura y de construcción, el desprestigio que han alcanzado los partidos políticos (de todos los colores) era inimaginable unos años atrás, la falta de confianza en el sistema judicial y descrédito a la mayoría de los medios de comunicación, abren paso a la construcción y consolidación de nuevas formas de organización social y comunicación, que se van articulando desde una perspectiva crítica e incluso escéptica a todo lo existente hasta ahora.
Muchos ejemplos tenemos de la forma en que se busca imponer la hegemonía del poder, muchos ejemplos de manipulación mediática vivimos a diario, tan solo de manera reciente el doloroso caso de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, ha generado una serie de manipulaciones y mentiras con el fin de acallar la demanda de aparición y a pretendido engañar a la sociedad. Este ejemplo a nivel nacional, pero desde luego a nivel local o internacional, la manipulación mediática está continuamente pretendiendo distorsionar las realidades, pensemos en Venezuela, Cuba y un sinfín más de muestras.
Han convertido nuestra realidad en una farsa a través de muchos medios de comunicación, que cómplices de los poderos reducen nuestras vidas a simples personajes de telenovela, donde se nos dicta como sentencia bíblica el papel que cada uno de nosotros debe jugar en el concierto social, únicamente dependiendo de la clase a la que pertenezcamos. Los moldes perfectamente confeccionados deben ser rellenados por los individuos de manera acrítica, salirse de los esquemas establecidos es, sin duda, una ofensa mayor. Así lo fue en la Inquisición, así lo es hoy, se criminaliza la protesta social y la organización de los de abajo para defender sus derechos y luchar por mejores condiciones de vida.
IV
Este sistema ha vaciado de ética a la palabra, ha exentado de todo compromiso a aquel que, desde arriba, la enuncia. La palabra en el discurso capitalista pierde su cualidad de garante de un compromiso social, haciendo del discurso un conjunto de palabras vacías y mentiras que se pierden o generan desmemoria.
Para finalizar, expresamos nuestra admiración para quienes desde diferentes trincheras hacen posible el periodismo autentico, comprometidos rompen bloqueos mediáticos, y contribuyen a conformar sociedades más críticas y reflexivas, contribuyendo así, al mejoramiento social.
En un mundo donde se busca ser importante antes de ser útil a la sociedad, el periodismo autentico es ejemplo por su ética de compromiso social. ¡Honremos al periodismo reponiéndole a la palabra su función transformadora y comprometiéndonos con la igualdad, la justica y la libertad!
 Cristóbal León Campos. Integrante del Colectivo Disyuntivas 

La desesperación no es buena consejera


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 La desesperación no es buena consejera

 


El pueblo es sabio Nuestra historia reciente nos enseña que la desesperación no siempre es la mejor consejera. En el año 2000 estábamos hartos de 80 años de PRI: el alzamiento zapatista de 1994 en Chiapas como respuesta a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, el “error de diciembre” del mismo año que provocó una profunda crisis económica, la actividad política-militar de grupos insurgentes a partir de 1996 en diferentes estados del país, el fuerte movimiento popular e incluso la victoria en 1998 de Cuauhtémoc Cárdenas en el entonces Distrito Federal nos hacían sentir que 6 años más de gobierno priísta provocarían una nueva revolución.
Entonces apareció Vicente Fox que decía ser franco, valiente y audaz como pocos, impresionó a muchos y la burguesía necesitada de estabilidad para continuar aplicando reformas neoliberales lo eligió para la transición…de gerencia. Entre los gobiernos del PRI y del PAN no existió ningún cambio en materia de política económica.
La burguesía: los dueños de Grupo Carso, Cementos de México, Grupo Minero México, Minsa, Maseca y otros grandes empresarios extranjeros, había ganado de nuevo; había “sacrificado” al insostenible PRI por el “nuevo” PAN.
Cambiaron de administración pero no de sistema económico, el capitalismo siguió intacto.
La desesperación de gran parte del pueblo mexicano se manifestó en el caso que hicieron para aplicar el llamado “voto útil”, como el objetivo era sacar al PRI a costa de lo que fuera, y el PRD no podía, miles votaron por el PAN, incluso académicos como Lorenzo Meyer justificó ese llamado, aunque años después se arrepintiera.
Doce años de panismo sangriento nos enseñaron que de “buenas intenciones está empedrado el camino…” hacia la profundización del neoliberalismo y la permanencia de la burguesía como clase explotadora y dominante. Aprendimos a la mala que los empresarios y sus gerentes son como camaleones, cambian de color siempre y cuando estos les garanticen seguir en el poder para cuidar sus intereses económicos y políticos.
A unos meses de las elecciones del 2018 nuevamente el hartazgo se manifiesta en el repudio al PRI, al PAN, al PRD, al PVEM…pocos políticos y partidos se salvan del rechazo; pero este repudio a los partidos es el repudio a casi 40 años de neoliberalismo; es el repudio a los miserables salarios, a la falta de empleos dignos, a la violencia y el terror utilizados para despojar de sus tierras a los campesinos, para acallar las voces de protesta; es el repudio al sometimiento servil a los empresarios del imperio yanqui, canadiense y a los empresarios nacidos en México, pero que da vergüenza llamar mexicanos.
En el ambiente se siente la necesidad de un cambio y quienes son más hábiles para sobrevivir a costillas del pueblo sienten esa necesidad, ese repudio, y comienzan a hacer las maletas, poco a poco van dejando sus antiguos partidos y “asaltan el barco” de MORENA.
De pronto como tocados por el rayo de la dignidad y el amor al pueblo se han convertido en demócratas la ex antiobradorista y expanista Gabriela Cuevas, el actor de Televisa Sergio Mayer, el exfutbolista y pésimo alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, Fernando González Sánchez, yerno de la asesina de maestros Elba Esther Gordillo y subsecretario de educación básica durante el gobierno de Calderón y hasta el mismísimo nieto de esa mujer, René Fujiwara, exdiputado federal por el PANAL, entre otros.
¡Todos contra el PRI…! Y como según Gabriela Cuevas “no se puede construir el futuro desde el pasado”, al pasado hay que olvidarlo o por lo menos evitar que sea un obstáculo, hay que reconciliarse para transitar hacia, ahora sí, la verdadera democracia.
Pero ¿quién puede olvidar el pasado? Las crisis económica recurrentes con sus paquetes de hambre, bajos salarios, desempleo, suicidios, deudas, muertos… ¿Cómo olvidar a quienes por luchar han sido detenidos desaparecidos por el Estado?
En un mínimo acto de vergüenza esos nuevos “demócratas” deberían explicarle al pueblo su responsabilidad en toda la tragedia nacional que vivimos, explicar por qué aprobaron las llamadas reformas estructurales que han significado la entrega del petróleo a particulares, los minerales, el alza del gas LP, de las tarifas eléctricas; deberían explicar qué han hecho para castigar a las empresas que han contaminado nuestros ríos con cianuro como lo hizo Grupo México en Sonora hace un año.
¿Qué han hecho por el pueblo pobre y explotado? ¿Por qué debemos confiar en ellos? ¿Sólo porque dicen que hoy apoyan el proyecto de MORENA? “De lengua me como un taco” y ellos los que sean necesarios.
La burguesía es astuta, la burguesía le ofreció a un pueblo desesperado en el 2000 al PAN, hoy coloca a sus serviles administradores dentro de MORENA aprovechándose de la desesperación y la necesidad…y estos administradores “guardarán sus uñas” frente al pueblo y hasta le sonreirán; golpearán, como antes a sus adversarios, a sus antiguos amigos; jurarán fidelidad; aplaudirán fuerte y hasta defenderán a la persona que antes atacaban.
Agazapados esperarán…porque si gana el MORENA en 2018 ellos, traicionando el Programa y Principios de ese partido, serán la voz y las manos de los grandes empresarios; serán sus fieles gerentes que le cuidarán sus intereses económicos y le garantizarán impunidad; serán quienes se opondrán a la derogación inmediata de todas las reformas neoliberales; serán quienes llamen a la cordura y a la unidad para hacer los cambios despacito; serán quienes clavarán en el corazón del pueblo las puñaladas que sean necesarias para mantenerlo controlado, callado, desorganizado, como ya lo han estado haciendo, para garantizar mano de obra barata y materias primas baratas a los Slim, Zambrano, Bailleres…sus verdaderos amos.
Así como estos nuevos demócratas abandonaron sus partidos, podrán abandonar nuevos proyectos “manteniendo la pureza” de sus principios…porque ellos son aves que cruzan el pantano sin mancharse… ¿será porque son parte del pantano?
No, nosotros no hacemos dramas al ver como lo “menos” podrido se monta en un barco ajeno…hacemos un llamado a no olvidar a quienes han sido históricamente los enemigos del pueblo. Sabemos que la historia no la hacen individuos aislados y que esos individuos representan intereses de clases sociales y en este caso de la burguesía que otra vez pretende burlarse del pueblo para seguir gobernando.
No olvidemos el pasado reciente, no confiemos en los “nuevos demócratas” que cambian la ropa sucia para garantizarse vivir del trabajo del pueblo para beneficiar a quien lo explota.
Pueblo mantente alerta, organízate, defiende tus derechos, nosotros la clase explotada organizada somos la única garantía de cambio verdadero hacia el socialismo, hacia el gobierno del pueblo trabajador, no de los empresarios burgueses nacionales y extranjeros.
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 32 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Febrero-Marzo 2018. 

La tormenta perfecta para López Obrador


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La tormenta perfecta para López Obrador

 


“A Los Pinos, o a La Chingada”. Con esa frase ilustra Andrés Manuel López Obrador su futuro cercano. O triunfa en las elecciones del 1 de julio y se gana el derecho a utilizar la residencia presidencial de Los Pinos, en la Ciudad de México o, en caso de perderlas, se va a “La Chingada”, su finca en Palenque, Chiapas.
Hasta el momento, nada puede ir mejor para el político tabasqueño en su tercera candidatura presidencial cuando faltan 3 meses para una elección presidencial cuyo periodo de campaña comienza oficialmente el 30 de marzo. Hace meses que lidera todas las encuestas, no importa qué consultora sea quien las haga, y actualmente mantiene una ventaja de en torno a 10 puntos sobre el candidato que le sigue, Ricardo Anaya.
Pero mientras que Amlo continua un ascenso lento pero imparable, Ricardo Anaya se ha visto salpicado por un escándalo1 de lavado de dinero, tras denunciarse que compró un terreno a un empresario amigo por medio millón de dólares, y 2 años más tarde vendió el mismo terreno en forma de nave industrial al mismo empresario (con una red de empresas fantasma por medio) por casi 3 millones de dólares. Un importante incremento del patrimonio para un político de 39 años.
Por si fuera poco, Anaya es candidato de una coalición entre el PAN, partido de la derecha mexicana históricamente relacionado con el nazismo2, y el PRD, partido en un claro proceso de descomposición política que representaba a la izquierda electoral hasta la llegada de Morena. Una coalición en principio anti natura, que sigue el modelo de “Catch-all party”, impulsado por un sector de las elites mexicanas ante el descontento de la ciudadanía con la corrupción institucionalizada en el PRI, partido de gobierno.
El propio PRI ha tenido que colocar como candidato a un no priista que ha trabajado en las administraciones tanto del PAN como del PRI, y que supone la victoria del grupo3 tecnócrata del Canciller Videgaray, respaldado por un el sector más importante de las élites económicas, sobre el Grupo Hidalgo y un priísta de pura cepa como el ya ex Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
La cuarta candidata y única “independiente” en conseguir, a pesar de múltiples irregularidades, las firmas necesarias para poder competir en la elección presidencial, es Margarita Zavala, con una muy leve trayectoria política, y cuyo principal merito es haber sido Primera Dama de México durante el gobierno de su esposo Felipe Calderón (2006-2012). Zavala intentó conseguir la candidatura presidencial por el PAN, y al no lograrlo, se lanzó como independiente contando actualmente con una intención de voto de en torno al 10%.
Este escenario parece perfecto para que finalmente la tercera sea la vencida para López Obrador, con su principal competidor Anaya sumido en un escándalo de lavado de dinero y estancado en las encuestas, un Meade sin ningún carisma para crecer en tercer lugar, y Zavala que por mucho margen de crecimiento que tenga, solo puede ser a costa del voto duro panista.
¿Una elección ganada?
Sin embargo, ni Morena, ni el PT y PES, socios de la coalición Juntos Haremos Historia que encabeza López Obrador, deben confiarse. Tres meses de campaña electoral, así como el mismo día de la elección, pueden cambiar la tendencia actual que manifiestan las encuestas.
En primer lugar, porque México tiene por delante la elección más grande de su historia. Un presidente, 128 senadores, 500 diputados, 9 gobernaciones, incluida la Ciudad de México, 928 diputaciones en 27 congresos estatales, y miles de cargos locales. Un censo de 90 millones de mexicanos y mexicanas para un total de 150.000 casillas electorales.
Todos estos intereses a lo largo y ancho del país van a convertir la elección no solo en la más disputada, sino también con total seguridad en la más intensa y sucia jamás recordada. En ese sentido, es importante la madurez que Amlo está demostrando ante los primeros ataques, pero más importante aún es estar prevenidos pues en cuanto el PRI, por medio de las instituciones estatales como la Procuraduría General de la República, termine de destrozar la candidatura de Anaya, va a concentrar todo su fuego contra López Obrador y el resto de candidatos y candidatas de Morena. Todo ello con el apoyo de los grandes grupos mediáticos y la oligarquía tradicional, que, aunque ya no ven a Amlo como el peligro de 2006, siguen teniendo un plan A llamado Meade, uno B llamado Anaya, y si fallan los 2 primeros, un plan C llamado Zavala.
Del 30 de marzo al 28 de junio que comienza la veda electoral, la batalla va a ser principalmente mediática. Y si esa guerra comunicativa logra reducir lo suficiente la ventaja entre López Obrador y segundo candidato mejor posicionado, el 1 de julio podría ser el día en que se consume el fraude electoral más grande de la historia, con la compra primero, de millones de votos (y para eso las élites beneficiadas por el régimen y las licitaciones millonarias, y por qué no, el narco, pondrán todo el dinero que sea necesario), y después quien sabe si mediante otro tipos de fraude ya ensayados en el laboratorio que supusieron las elecciones en el Estado de México en 2017.
Notas:

1 
Acusan a Ricardo Anaya de lavado de dinero
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2018/02/20/acusan-a-ricardo-anaya-de-lavado-de-dinero-4354.html 2 La raíz nazi del PAN http://www.jornada.unam.mx/2013/06/09/sem-rafael.html
3 Osorio y Videgaray, el dilema de Peña Nieto http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/raymundo-riva-palacio/osorio-y-videgaray-el-dilema-de-pena-nieto
@katuarkonada
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El desarrollo de la contrainsurgencia y la guerra sucia en México: antecedentes del narco-paramilitarismo (X)


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El desarrollo de la contrainsurgencia y la guerra sucia en México: antecedentes del narco-paramilitarismo (X)

 


El desarrollo de la contrainsurgencia y la guerra sucia en México: antecedentes del narco-paramilitarismo (X)
Guerra de Baja Intensidad, base teórica del narco-paramilitarismo.
Cuando Ronald Reagan llego a la presidencia de Estados Unidos, asumió la idea de devolver a ese país su lugar como potencia hegemónica mundial, para lo cual adopta una estrategia ofensiva, tanto en lo ideológico como en lo geoestratégico, siendo su lema “America is back”.
De suerte que, Reagan impulsa un nuevo y revolucionario aspecto de la política exterior, implementando la doctrina de los Conflictos de Baja Intensidad [1] o Guerras de Baja Intensidad, iniciado por el Pentágono en 1985.
Acorde a lo cual, un año más tarde, se publica una obra de dos volúmenes titulada Joint Low-Intensity Conflict Proyect Final Report [2]. En el que se fijan los conceptos, la estrategia, las pautas y la aplicación de la doctrina de combate para los Conflictos de Baja Intensidad.
Obra a los que, en enero de 1986, se le sumara la inauguración de la primera conferencia del Pentágono, sobre la Guerra de Baja Intensidad, realizada por el Secretario de Defensa, Caspar Weinberger, y celebrada en Fort Leslie Mc Nair, Washington D.C. Además de que en febrero del mismo año, se establece el Comando Conjunto del Ejército y la Fuerza Aérea, para la Guerra de Baja Intensidad.
Así como desde ese momento, la doctrina del CBI será transferida a los cuerpos militares operativos, mediante manuales de campo y folletos especiales. Siendo el objetivo, proporcionar a las fuerzas estadounidenses los conceptos, las pautas y la aplicación de la doctrina de combate del CBI para el III Mundo, principalmente.
Todo con el fin de perfeccionar los programas contrainsurgentes norteamericanos de 1960, e incorporar estrategias pro-insurgentes, destinadas a contrarrestar los efectos positivos que dejaron los movimientos revolucionarios en las comunidades donde desarrollaron sus luchas.
Y para conseguir tales fines, la GBI operará bajo tres modalidades:
1. La “no” eliminación física del contrincante, como se realizó prioritariamente con la Guerra Sucia, sino el debilitamiento, la deslegitimación y el aislamiento del guerrillero. Para eliminarlo como alternativa política, en momentos en que se implementarán las “democracias viables”.
2. Además de terminar con el núcleo armado de la guerrilla, se atacará a la población civil que le brinde apoyo, así como con sus simpatizantes. De suerte que desde entonces, la población se convierte en un objetivo estratégico de la guerra. Buscando su desgaste físico, moral, psicológico y material, para que disminuya el apoyo a los grupos rebeldes.
3. La creación de “grupos de autodefensa” (paramilitares) [3], que realicen el trabajo sucio que organismos oficiales, como policías y el Ejército, habían venido realizado, pero a partir de entonces se pretenderá no “manchar” la imagen de las instituciones gubernamentales. Aquí se incluirán las denominadas operaciones especiales utilizadas durante la Guerra Sucia, (actividades clandestinas paramilitares), así como el protagonismo de los sistemas de inteligencia, las estructuras diplomáticas y los despliegues logísticos [4].
Así, acorde con los tres elementos de la GBI, la violencia o el uso de la fuerza, quedará a cargo del ejército, las policías y los grupos de autodefensa (paramilitares), previamente entrenados, particularmente en EU. Violencia que ira desde la tortura, el asesinato, las desapariciones forzadas, hasta las masacres masivas.
Actividades que estarán íntimamente vinculadas con la manipulación ideológica, en la búsqueda del apoyo popular a través de campañas políticas y demás, cuyas premisas serán “ganar las mentes y los corazones del pueblo” [5] .
Debido a que no bastará con las operaciones militares por parte del Estado, para contrarrestar a la guerrilla y terminar con su base de apoyo.
De manera que, el Estado, en contubernio con medios de comunicación, sectores de la Iglesias, autoridades escolares, partidos políticos y demás, buscará crear un c onsenso  entre la población para que apruebe la intervención del ejército y acabe con movimiento armado, así como con quienes lo apoyen.
Descalificando continuamente a los movimientos armados, se buscará que sean vistos por la mayor parte de la población, como procesos subversivos y siniestros, una plaga de malas hierbas diseminadas por doquier, nutridas en el suelo de la discordia social, del dislocamiento económico, del caos político, hasta resultar transformados en fanáticos armados, quienes antes eran obreros y campesinos pacíficos.
Y que, al recurrir a la violencia, violan la ley y por ende desestabiliza la “paz social en que se vive”.
Más todavía, se tratará de convencer a la población de que el guerrillero, normalista y demás luchadores sociales, son producto de una ideología y no de una realidad social represiva, surgidos a partir de una lectura oportuna o tardía de libros que lo radicalizaron o por manipulaciones de países extranjeros.
Dejando de lado el Estado, las causas que han hecho surgir a la guerrilla o movimiento de protesta, como la represión, la injusta condición de vida, la falta de respuesta a sus demandas, entre otras cuestiones. Y, manipulando por el contrario la información, para que ante la vista de la opinión pública, sean vistos como delincuentes que solo entenderán con la violencia ejercida por los aparatos militares y policiacos [6].
Hechos dentro de los cuales también se contemplara la intervención mediante operaciones especiales, realizadas por cuerpos seleccionados y entrenados ad hoc, que tomaran en cuenta el espacio geográfico, los rasgos culturales y la mentalidad de la región, a fin de evitar la mayor cantidad de obstáculos posibles.
Y que derivarán en la resignificación de lo que será considerado como una amenaza y la respuesta a la misma, por parte de países como el nuestro, bajo la presión estadounidense, en este caso, lo que desde 1979 se ha venido considerando como terrorismo y narcotráfico.
Respecto al terrorismo, desde la década de los 80 se ha ido tejiendo un discurso a modo desde los Estados Unidos, donde el problema es que se atenta directamente contra los intereses estratégicos de los EE UU. Y dentro de tal discurso, las medidas de intervención, las técnicas y las formas que se han adoptado, contra lo que han denominado terrorismo, han sido en la mayor parte de los casos, estrictamente secretas y confidenciales.
Aspecto que ha sido similar para el caso de la llamada Guerra contra el Narcotráfico, implementada principalmente en nuestro continente. A partir de una iniciativa enviada al Congreso estadounidense por Reagan, quien firma un documento secreto, que autoriza al Departamento de Defensa, a emprender una amplia gama de operativos.
A consecuencia de ello, desde 1981, las fuerzas armadas, fueron asignadas a colaborar - como fuerzas de apoyo - con las autoridades federales y estatales (fundamentalmente la DEA) en todo lo referente a las acciones antidroga.
Así como en 1986, una orden presidencial autorizó al Pentágono a planear maniobras de ataque contra laboratorios y centros de procesamiento de estupefacientes ubicadas en otros países, además de ampliar sus tareas de inteligencia [7].
La estrategia del Estado mexicano para combatir a la guerrilla, conforme a la Guerra de Baja Intensidad.
Para combatir a la guerrilla, conforme a la Guerra de Baja Intensidad [8], el Estado mexicano, dentro de los lineamientos estadounidenses, militarizo zonas en conflicto, como lo fue Chihuahua, para combatir a Óscar González Eguiarte y la guerrilla que él encabezo, aplicando la “Operación Yunque y Martillo”.
Instaurando dichas operaciones, en un primer momento un estado de sitio en todas las comunidades identificadas como bases de apoyo, así como establecieron campamentos militares a gran escala. A partir de lo cual, crearon 15 partidas militares en lugares donde antes no tenían presencia, para saturar la zona con diez mil soldados y lograr cercar el área de influencia del movimiento guerrillero, hasta penetrar en los lugares más apartados de la sierra, con helicópteros de la fuerza aérea y avionetas de la policía militar.
Todo lo cual, que combinado con patrullajes permanentes de convoyes militares, que peinaron la región con tanquetas y vuelos rasantes, permitirían el total avance del estado de sitio.
Sin embargo, la guerra de Baja Intensidad no se agota en lo militar, sino que conforme a su tarea crucial, que no es destruir a las fuerzas enemigas en el campo de batalla, sino ganar el apoyo de la población, el ejército, a la vez que ha enfrentado a los comandos armados, ha llevado asesoría agrícola a los campesinos, atención médica y medicinas, víveres y ropa a la población.
Inyectando en su momento el Estado recursos en créditos, electrificación, apertura de caminos, centros de salud, agua potable y demás [9]. E introdujo tiendas de la CONASUPO, el IMECAFE [10], entre otros programas de gobierno.
Medidas referentes a recursos económicos y sociales, que se han aplicado mientras los conflictos se mantienen vivos, pero una vez que la zona pasa a control del Ejército se retiran. Por lo que las estrategias cívicas o las Campañas humanitarias solo han resultado ser una maniobra de inteligencia y reconocimiento del terreno. Consistentes en llevar tiendas Conasupo, en las que se ha vendido o regalado maíz, frijol, azúcar, café y arroz.
Campañas dentro de las cuales también han participado médicos, entrenadores deportivos y técnicos, encargados de entablar comunicación con los pueblos de la sierra, construir carreteras y canchas deportivas, para ubicar a quienes simpatizan o forman parte de la base guerrillera.
Pero una vez logrado dichos objetivos, se ha dado paso a la estrategia militar, dado que las carreteras construidas han servido para transportar tropas rápidamente en la sierra, las canchas deportivas para el aterrizaje de helicópteros que han transportado paracaidistas y pertrechos militares.
Mientras que el contacto social con los habitantes, establecido a través de las consultas médicas y el entrenamiento deportivo, ha servido para cazar a los insurgentes, especialmente a sus familiares, vecinos y simpatizantes y lo cual a derivado en ejecuciones, desapariciones y desplazamientos poblacionales [11].
De suerte que una vez colocadas las bases militares, lo que se ha mantenido vigente hasta la fecha, es la ocupación militar de amplias zonas.
Y profesionalizándose la acción contrainsurgente, al ponerse en marcha programas de reclutamiento militar, disfrazados bajo la promoción de actividades deportivas. De manera que, entre 1968 y 1974, se hicieron pasar como “apoyo humanitario”, catorce campañas militares. Para en realidad enfrentar de manera directa a la guerrilla, reprimiendo al pueblo y sus bases de apoyo.
Guerra de Baja Intensidad que desde 1968 se ha mantenido en Guerrero, dirigida desde las zonas militares 27 y 35, y que ha contado con el apoyo de la policía federal. Conjugando el Estado la aplicación de programas asistenciales y el terror, a partir del uso de grupos de narcoparamilitares y la presión oficial de las instancias policiacas de gobierno, para implementar el asesinato selectivo o masivo.
Y conforme a lo cual, se han multiplicado los entierros colectivos, los detenidos desaparecidos, los secuestrados desaparecidos y los migrantes desaparecidos. Situación que tan sólo durante la gubernatura de Alejandro Cervantes Delgado (1981–1987) llevo al descubrimiento de 5 pozos en el fraccionamiento residencial Copacabana, en Acapulco, con 38 cadáveres.
Más todavía, dentro de tal espectro, se le sumarán los asesinatos individuales de personajes como Gregorio Flores Cortés (1992) [12], Juan Mercenario, regidor suplente del municipio de Metlatónoc; el comisariado ejidal de Xaltianguis, Julián Vergara Nava y Moisés Bruno López, líder del PRD en Moyetec, municipio de Tlapa. Muertos a manos de pistoleros a sueldo.
Eventos en los que también han participado la policía estatal y el Ejército, a partir de actos como la emboscada perpetrada por varios de estos elementos en 1995, en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, y resultaron asesinados 17 campesinos e hirieron a 23 más. Cuando un contingente se dirigía a un mitin político a realizarse en la Presidencia Municipal de Atoyac para exigir la presentación con vida de Gilberto Romero López, desaparecido un mes antes [13].
Siendo el caso más reciente (2014), el asesinato de seis personas, 25 heridos y 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos, después de ser agredidos a tiros por parte de la policía municipal de Iguala y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos.
Y donde también han resultado implicadas Fuerzas del Ejército Nacional, particularmente, el 27º Batallón de Infantería acantonado en Iguala. Dos horas después del primer ataque, se suscitó uno nuevo, donde el Ejército se presenta, sin evitar el primer ataque, agrediendo a los estudiantes cuando intentaban escapar o pedir auxilio, dándoles culatazos, cortando cartucho y acusándolos de allanamiento de morada.
“Los soldados –contó el estudiante normalista Omar García a Tele Sur– "nos dijeron: 'ustedes se lo buscaron. Ustedes querían ponerse con hombrecitos, "amárrensen "  los pantalones. Eso les pasa por andar haciendo lo que hacen. Nombres. Y denos sus nombres reales. Sus nombres verdaderos, cabrones, porque, si dan un nombre falso, nunca los van a encontrar [14].
Así como se ha venido señalando a Humberto Velázquez Delgado, comandante de la Policía Ministerial de Guerrero, como elemento indispensable para aclarar la relación entre criminales y autoridades [15].
Y peor aún, se han venido reportando actos de tortura y otras violaciones a derechos humanos contra 34 de los 129 procesados por el caso Ayotzinapa, a fin de que estos se autoinculpen y señalen a otros posibles responsables.
Además de que han sido víctimas de otras violaciones a sus garantías fundamentales, durante y después de ser detenidos, por parte de agentes del gobierno federal, según ha indicado el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Jan Jarab [16].
Actos pasados y presentes, por los cuales los jefes militares, han cobrado altos réditos, desde los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid y hasta la fecha. A lo cual responden los premios otorgados a algunos generales a partir de concesiones de poder político y multiplicación de sus recursos materiales, económicos y humanos. Hechos que han sido apoyados por secretarios de la Defensa como, Marcelino García Barragán, Hermenegildo Cuenca, Félix Galván y Juan José Arévalo Gardoqui [17].
Resabios de la Guerra Sucia que fortalecen la conformación del narcoparamilitarismo.
Una de las consecuencias principales de la “guerra sucia” que se ha ejercido en nuestro país en contra de los movimientos subversivos, particularmente durante la década de los setenta. Ha sido la reproducción sistemáticamente de violaciones a los derechos humanos fundamentales, mediante el uso de la tortura [18], las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, actos revitalizados a partir del establecimiento de la llamada guerra contra el narcotráfico en nuestro país.
Toda vez que, a finales de los setentas, mediante instrumentos como “la reforma política” del régimen de López Portillo, las fuerzas contrainsurgentes y sus elementos no fueron desactivadas, una vez que la subversión fue aparentemente derrotada.
De suerte que, si bien a principios de los ochentas se abolió la estructura central contrainsurgente (Brigada Blanca), los grupos especiales de distintas corporaciones se mantuvieron y fueron refuncionalizadas para que cometieran todo tipo de delitos sin justificación por “razones de Estado”.
Dentro de tal espectro, en 1979 se sustituye a la Brigada Blanca, por miembros de la Brigada No 15, mejor conocida como el “Grupo Jaguar”, de la extinta División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD).
Siendo el primer jefe de la nueva brigada el mayor Roberto Reta Ochoa, pero asesinado en octubre de 1980 en un enfrentamiento en la población de Yuriria, Guanajuato, sería sustituido por Rodolfo Reséndiz Rodríguez “El Rudy”, mismos que sería cobijado después, como muchos otros, en la Policía Judicial del Distrito Federal [19].
Dotándoseles a todos los miembros de la Brigada No 15, de armas de alto poder, patrullas y sistemas de radiotelefonía, pero en lugar de brindar seguridad a la ciudadanía, al realizar sus principales rondines en los centros fabriles, atracaban a los obreros cada quincena.
Además, en complicidad con los jefes de seguridad de los grandes almacenes y tiendas de autoservicio como “Liverpool”, “El Palacio de Hierro”, “Gigante” y “Aurrerá”, llevaban a los detenidos por robos de mercancías hasta diversas cárceles clandestinas, centros de tortura y muerte [20].
Tolerancia hacia la comisión de delitos aislados por parte de los ejecutores de la guerra sucia, que transitara a la tolerancia de formas generalizadas, sistemáticas y mejor organizadas de crímenes, que alcanzarán a los más altos niveles de decisión del Estado.
Proliferando así crímenes como el narcotráfico, el robo de autos en el sur de Estados Unidos [21], el control de la lotería clandestina, el lenocinio, el contrabando de mercancías ilícitas, la extorción hacia asaltantes, así como hacia otros delincuentes, el tráfico de armas, asaltos a camiones que transportan mercancías e insumos, el tráfico de personas, secuestro, asalto a bancos, entre otros.
Debido a que, tanto jefes policiacos y hoy militares, se han valido de elementos en activo, así como de delincuentes sin placa, brindándoseles una impunidad garantizada. Entramado que además ha incluido la corrupción de empleados y mandos de penales del país, miembros de las fuerzas armadas, legisladores federales y locales, presidentes municipales y a miembros del poder judicial [22].
Y peor aún, dentro de tales hechos, comandantes se han convertido en los jefes criminales. Siendo uno de los casos más representativos el de Rafael Aguilar Guajardo, mismo que fuera un ferviente participe en la guerra sucia de los años setenta, siendo comandante de la región noreste de la Dirección Federal de Seguridad, posteriormente funda y será jefe del cártel de Juárez, hasta su asesinato en 1993.
Caso similar sería el de Alfredo Ríos Galeana, quien fuera comandante del Batallón de Radio Patrullas del Estado de México, y desde su puesto manejo una de las bandas más importantes de asalta bancos.
Hechos que se verán replicados en los noventa, en el estado de Jalisco, cuando algunos ex miembros de la Brigada Blanca, formaron parte de un par de escuadrones de la muerte Los Thundercats y Los Muñecos. Financiados por un grupo de empresarios y con protección de cinco ex gobernadores, estos grupos se vieron implicados en el asesinato de secuestradores.
Actos que peor aún, se han desarrollado aparejados con el mantenimiento de la represión y destrucción de los movimientos sociales.
Caso particular ha sido el de loxicha en Oaxaca, zona donde a partir del levantamiento armado del EZLN en 1994 y desde la firma de los acuerdos de San Andrés, sobre derechos y cultura indígena –acuerdos traicionados por el Estado mexicano- se implementaron medidas contrainsurgentes por parte del entonces gobernador, Diodoro Carrasco Altamirano y el presidente, Ernesto Zedillo.
Medidas implementadas en 1994, que partirán de un nuevo acuerdo para los pueblos indígenas, que para 1998 daría lugar a la aprobación de los Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas de Oaxaca. Como parte de una estrategia de contención del descontento social y de la desarticulación de procesos organizativos que pudieran derivar en un acercamiento con los diferentes grupos armados.
Dentro de la misma lógica, en 1996, en todo el estado de Oaxaca se implementaron acciones políticas para cooptar o comprar líderes sociales, se desarrollaron tareas de inteligencia, así como se crearon grupos paramilitares, como “Los entregadores”, en la región loxicha.
Dicho grupo estaría financiada por los caciques y su labor fundamental sería la delación, que se realizaría entregando a los presuntos guerrilleros y realizando acciones de tortura, asesinatos selectivos, violaciones de mujeres y detenciones arbitrarias. Además de que, partir de ese año, Oaxaca se militarizó, lo cual genero tensión, miedo y hostigamiento hacia diversas comunidades y organizaciones sociales [23].
Situación que se mantendrá en Oaxaca, particularmente durante el conflicto que se desarrolló entre el gobierno de Ulises Ruiz y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). En ese momento, el gobierno organizó una Unidad Mixta de Intervención Táctica (UMIT), que ha sido conocida también como Brigada Blanca y que se dedicó a realizar espionajes, secuestros, sabotaje de manifestaciones y tiroteos a barricadas.
Y que dejaría como saldo la detención “preventiva” de más de 500 personas, así como se volvió a agudizar la práctica de la tortura, la desaparición forzada y el asesinato.
Más toda vía, al terminar el conflicto, cuando intervino la Policía Federal Preventiva en el estado, la UMIT fue desarticulada, pero en su lugar se formó un nuevo grupo con sus mismos integrantes, al que llamaron Fuerza Policial de Alto Rendimiento (FPAR). Misma que sería responsable de las detenciones – desapariciones de los militantes del grupo guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR): Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.
A lo cual habrá que añadir que desde ese momento, la ciudad de Oaxaca es una de las más vigiladas del mundo con tecnología C4 Inteligente, contándose con 230 cámaras, que forman parte del Centro de Comando, Control, Comunicación y Cómputo (C4) [24].
Mismo que filma y guarda los datos recabados en cada una de las áreas monitoreadas, además de ser capaz de detectar rostros, gestos y rasgos, apoyados por sordomudos que analizan cada movimiento.
Dentro de la misma lógica, en el estado de Guerrero, en 2008, el ex gobernador Zeferino Torreblanca (2005-2011) ordenó la realización de lo que llamó Operativos Especiales, con la finalidad de combatir a la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
E igualmente, en la Ciudad de México, durante las manifestaciones del 1 de diciembre de 2012, en rechazo a la toma de protesta presidencial de Enrique Peña Nieto, aparece de forma violenta un grupo de sujetos que llevaban un guante negro con los dedos cortos y no sabían pintar el símbolo de los anarquistas, destruyendo semáforos y atacando policías, mientras las cámaras de vigilancia quedaron inexplicablemente inutilizadas.
Además, durante las manifestaciones que se realizaron a lo largo del 2013, se pudo observar camiones del Ejército y de la Marina transportando a algunos de sus elementos vestidos como manifestantes, mismos que realizan destrozos durante las protestas para posteriormente detener a manifestantes, acusándolos de anarquistas [25].
Similitudes con Colombia.
El desarrollo y auge del actual paramilitarismo en México, tiene una gran similitud con el desarrollo del mismo en Colombia, especialmente respecto a sus vínculos con empresarios, gobernantes y militares.
Siendo que en Colombia, desde 1970, especialmente en los Llanos Orientales, compraron grandes extensiones de tierras empresarios de esmeraldas y narcotraficantes. Los primeros originarios del oriente de Boyacá y los segundos serían conocidos como Gonzalo Rodríguez Gacha alias El Mexicano integrante del cartel de Medellín.
Compras que se incrementarían, a comienzos de la década de 1980, cuando Rodríguez Gacha establece alianzas económicas y militares con Fidel Castaño, promotor del paramilitarismo en Córdoba y la región del nordeste antioqueño.
Así como después de la sangrienta guerra desatada entre los ejércitos privados de Rodríguez Gacha y las FARC, y donde destacara el grupo perteneciente a Rodríguez, conocido como Los Masetos, al sembrar el terror en la población. Dado que, antes que confrontar militarmente a la guerrilla, la estrategia de dicho grupo consistió en eliminar a los militantes y simpatizantes del Partido Comunista Colombiano (PCC) y a todo aquel que fuera considerado “base social” de la guerrilla.
Lo cual configurará los primeros procesos de desestructuración y de arrasamiento de la izquierda en el territorio, que serían auspiciados por el Estado en cuanto que, Los Masetos tenían conexiones con miembros del Ejército.
Además de que a Los Masetos, se les sumaran los hechos delictivos cometidos por grupos de autodefensa locales conocidos como Mano Negra o Serpientes Negras, creados por terratenientes de la región, entre los cuales destacará a Henry Valenzuela, finquero de San Martín. A este grupo pertenecería, Edilson Cifuentes, quien después de prestar servicio militar en el Batallón 21 Vargas, ingresó en 1987 a las Serpientes Negras, con el seudónimo de Richard y se convertiría después en uno de los comandantes de las Auto defensas Unidas de Colombia (AUC) [26].
Más aún, los grupos de narcoparamilitares se fortalecerán y se vincularan, cuando atacan las élites de la región, el proceso de paz, iniciado por el Gobierno de Belisario Betancur (1982-1986), que buscaba la solución política del conflicto armado con las FARC.
Encontrando dicho proceso, desde el primer momento oposición por parte de empresarios, terratenientes y políticos, como Alfonso López Michelsen, Carlos Lleras Restrepo, Fernando Landazábal y Luis Carlos Camacho Leiva, así como por sectores de las Fuerzas Militares, que se negaron a apoyarlo, y por el contrario se aferraron a los lineamientos de la lucha contrainsurgente, el anticomunismo y la Doctrina de Seguridad Nacional, empoderados por la política internacional anticomunista de Estados Unidos, en cabeza de Ronald Reagan.
A tal oposición también se sumarian, los caciques regionales de los partidos Liberal y Conservador, siendo que para ellos, la apertura democrática implicaría una ampliación en los referentes políticos de los electores, así como el riesgo de que las reformas sociales e institucionales jamás tramitadas se tuvieran que canalizar y que la cultura política gamonal y clientelista que tanto los favorecía desde tiempo atrás se fuera a cuestionar.
Así, en el Alto Ariari, los políticos regionales tradicionales vieron a la Unión Patriótica (UP), que apoya a las FARC y que probablemente ganaría las elecciones, como una amenaza al statu quo, vieron lo que estaba ocurriendo como una antesala para la toma del poder por parte de las FARC y sintieron que estaban en peligro sus grandes propiedades personajes como, Hernando Durán Dussán, Jorge Ariel Infante Leal y Leovigildo Gutiérrez, entre otros.
De suerte que, a partir de ese momento, se consolidará la guerra sucia y las operaciones de exterminio en Colombia, concretadas por medio de planes y operaciones, como la Operación Cóndor y el Plan Baile Rojo, los cuales buscaron socavar la dirección nacional de los movimientos sociales, por medio del asesinato de sus dirigentes.
Planes nacionales que tendrían como complemento planes regionales, como el Plan Esmeralda que tendría por objeto barrer con la influencia de la UP y el PCC en los departamentos del Caquetá y Meta [27].
Operaciones que lucirían inmediatamente después de las votaciones, perpetrando masacres, asesinatos y desapariciones forzadas. Y actuando los asesinos conjuntamente, o en complicidad, con agentes del Estado, miembros de la fuerza pública o los servicios de inteligencia.
En tal sentido, el 8 de agosto de 1986, tras la primera incursión de un grupo paramilitar en el municipio El Castillo, campesinos lograron identificar a tres de las personas que vestían uniformes y portaban armas de uso exclusivo de las Fuerzas Militares: se trataba de Ezequiel Liberato, inspector de policía de El Dorado, Joaquín Silva, jefe de uno de los grupos paramilitares que operaban en El Dorado y Cubarral, y José Sierra, esposo de una concejal de Cubarral.
Más todavía, tras la misma incursión paramilitar, se produjo una masacre en la vereda Cumaral Bajo y un grupo de hombres armados, vestidos con prendas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, ingresaron violentamente en la madrugada a la vivienda del campesino José Antonio Guerra y asesinaron a dos personas.
Además, a José Antonio lo amarraron y se lo llevaron, junto con otras tres personas, a la fuerza, y se encontraron sus cadáveres al día siguiente, muy cerca de donde había estado ubicado uno de los campamentos militares. Encontrándose los cuerpos degollados, con señales de tortura causadas con armas cortopunzantes y rociados con ácido.
Actos que se fortalecerán ante la expansión política y militar del paramilitarismo, a partir de la década de 1990, cuando se crean las ACCU (Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá) en 1995 y en 1997, cuando se crean de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), movimiento paramilitar nacional unificado bajo el mando de Carlos Castaño.
Importante transformación del paramilitarismo, que le permitirá expandirse, ampliando su dominio territorial a nuevos departamentos e insertarse con más fuerza en el mercado de la coca, articularse con actores legales e iniciar un acelerado proceso de reconfiguración cooptada del Estado [28].
Cambios que necesariamente tuvieron también una ampliación en los repertorios contrainsurgentes, aplicados contra la población civil y que hoy se vislumbran como un posible escenario exacerbado en México.
Bibliografía.
López Bárcenas Francisco. Muertes sin fin. Crónicas de represión en la región mixteca oaxaqueña. Centro de Orientación y Asesoría a Pueblos Indígenas, Ce-Acatl, A.C. 2002.
Hemerografía.
17 años de contrainsurgencia en la región loxicha de Oaxaca ...
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Pueblos arrasados Memorias del desplazamiento forzado en El Castillo (Meta).
200 o más cuerpos en las fosas clandestinas de la academia de policías en Veracruz, “ahí mismo se dan prácticas sádicas y enseñan cómo volverte sicario, delincuente y psicópata ”: poblador. Revolución 3.0
Tenían 14 y 16 años e iban al cine, mueren baleadas por policías, quienes les 'siembran' armas . Vanguardia.

Notas[1] La denominación de GBI derivó de lo que el Pentágono entendía por guerra, por lo cual hizo “una división teórica de la lucha armada en los niveles, bajo, mediano y alto, dependiendo del grado de fuerza y violencia que se tiene que utilizar en cada una. La guerra de guerrillas y otras contiendas desarrolladas por unidades irregulares son clasificadas como guerras de baja intensidad; los enfrentamientos regionales donde se emplean armas modernas son considerados guerras de mediana intensidad, y las conflagraciones globales o las hostilidades en que se utilicen armas nucleares, son identificadas como guerras de alta intensidad”. Es decir que para la guerrilla implica utilizar una GBI. Extraído de: Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR, de Blanca
Estela Martínez Torres. Tesina para obtener el grado de licenciado en Ciencia Política en la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Julio de 2006.
Para más información respecto al tema se puede consultar: Contrainsurgencia, guerra de baja intensidad y su relación con el narcotráfico. 23-09-2015. Por: Ramón César González Ortiz , en Rebelión.
[2] La definición que establece el Informe final del Low Intensity Conflict Team sostiene que:
El Conflicto de Baja Intensidad es una lucha político-militar limitada para alcanzar objetivos políticos, sociales, económicos o psicológicos. Es muchas veces prolongado y varía de presiones diplomáticas, económicas y psico-sociales hasta el terrorismo y la contrainsurgencia. El conflicto de baja intensidad generalmente se limita a un área geográfica y muchas veces se caracteriza por constreñimientos en las armas, tácticas y nivel de violencia”. Extraído de: La doctrina de la Guerra de Baja Intensidad: del intervensionismo norteamericano a la formulación de una nueva categoría de conflicto. Por: Patricia Kreibohm de Schiavone.
[3] -Para evitar que las fuerzas armadas sean enjuiciadas por los crímenes de lesa humanidad que han cometido; los actos que realizan los paramilitares permiten el desarrollo de actos criminales en donde no aparecen implicados directamente los organismos de seguridad del Estado, lo cual facilita la impunidad.
-Sirven para hacer creer que el conflicto es entre grupos paramilitares y guerrilla (como pugnas interfamiliares o intercomunitarias) y hacer ver a la opinión pública que las atrocidades son cometidas por la guerrilla, para restarle legitimidad.
-Los paramilitares le permiten al Estado y a las fuerzas armadas realizar operaciones masivas encubiertas de carácter contrainsurgente y movilizar recursos sin que se descubran sus fuentes.
Aunque el Ejército se encargue de entrenar a los paramilitares lógicamente nunca lo reconocerá, por eso el Estado los utiliza cuando lo cree conveniente, sino el mismo Ejército se encarga de reprimir. Extraído de: La doctrina de la Guerra de Baja Intensidad: del intervensionismo norteamericano a la formulación de una nueva categoría de conflicto. Por: Patricia Kreibohm de Schiavone.
[4] Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR , de Blanca Estela Martínez Torres, tesina que la autora preparó para obtener el grado de licenciado en Ciencia Política ante la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Escrito en julio de 2006.
[5] Serán ejecutadas por agencias civiles o militares de los EUA dentro de programas aprobados por gobiernos extranjeros, destinadas a prevenir (programas proactivos) o derrotar movimientos insurgentes (programas reactivos). Conocidas como operativos IDAD (Internal Defense and Development). Acciones destinadas a ganar “las mentes y los corazones de las naciones amigas en riesgo”, mediante la coordinación de planes políticos, militares y económicos implementados por el país anfitrión, a efecto de alcanzar dos objetivos: a) privar a los grupos insurgentes de apoyo popular y b) frustrar sus opciones estratégicas concretas.
Ámbito dentro del cual, el rol de los EEUU se limita a prestar apoyo económico y asesoramiento militar - aunque descarta la posibilidad de una intervención armada directa.
Se trata de cubrir un rol auxiliar, de bajo perfil, para respaldar a las fuerzas locales en el manejo de la guerra contrainsurgente: acción cívico-militar, operativos psicológicos (mejorar la imagen del gobierno y desacreditar a los grupos insurgentes), tareas de inteligencia y lucha antiguerrillera (operaciones llevadas a cabo por pequeñas unidades y empleo quirúrgico de las fuerzas de combate para evitar bajas entre la población civil), estas últimas desempeñadas preferentemente por Fuerzas Especiales. Extraído de: La doctrina de la Guerra de Baja Intensidad: del intervensionismo norteamericano a la formulación de una nueva categoría de conflicto. Por: Patricia Kreibohm de Schiavone.
[6] Contrainsurgencia ante Movimientos Armados en México: EPR-PDPR , de Blanca Estela Martínez Torres, tesina que la autora preparó para obtener el grado de licenciado en Ciencia Política ante la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa. Escrito en julio de 2006.
[7] La doctrina de la Guerra de Baja Intensidad: del intervensionismo norteamericano a la formulación de una nueva categoría de conflicto. Por: Patricia Kreibohm de Schiavone.
[8] Para checar más información sobre la Guerra de Baja Intensidad ver: Rebelión. Contrainsurgencia, guerra de baja intensidad y su relación con el narcotráfico. Por: Ramón César González Ortiz. 23-09-2015.
[9] Lo cual ocurre de acuerdo al Plan de Defensa Nacional III (DN-III-E), que supuestamente tiene la finalidad de proteger a la población en caso de desastres naturales o causados por el hombre.
[10] En 1958 se crea el Instituto Mexicano del Café (INMECAFÉ), órgano federal que aglutinó las actividades del café mexicano. Durante su funcionamiento, que llegó a su fin en 1989 por problemas políticos que llevaron a su último director ejecutivo, Fausto Cantú Peña, esta institución fomentó la investigación agronómica del cafeto, incluso llegando a desarrollar una nueva variedad del cafeto, el Café Oro Azteca.
[11] Restos de la Brigada Blanca - Proceso
www.proceso.com.mx › Edicion › Edicion Mexico
GUERRERO: RED DE NARCOS, POLICÍAS Y POLÍTICOS
www.sinembargo.mx/12-10-2014/1136363
[12] Acusado de haber pertenecido al grupo de Lucio Cabañas, y en el momento de su asesinato era presidente de la Unión Regional de Ejidos y Comunidades de la Costa Chica (URECCCH).
[13] De acuerdo con un informe del Centro Prodh, el mismo año de 1995 …se produjeron en el estado 113 hechos violentos: treinta y siete en la Costa Grande, dieciocho en Acapulco, diecisiete en la Costa Chica, diez en la Montaña, diez en la Mixteca, otros diez en la Tierra Caliente, seis en Chilpancingo, tres en la región centro y dos en el norte.
Fuente: Pacarina del Sur - http://pacarinadelsur.com/home/abordajes-y-contiendas/1075-ayotzinapa-dolor-del-pueblo-y-contrainsurgencia -
[14] Rebelión. El trasfondo de Ayotzinapa. El Plan Colombia y la Iniciativa Mérida. Por: Ramón César González Ortiz. 05-12-2014.
[15] Comandante Humberto Velázquez, el sospechoso al que nadie busca ...
oronegro.mx/.../comandante-humberto-velazquez-el-sospechoso-al-que-nadie-busca-...
[16] La Jornada en línea. Tortura a procesados por caso Iguala es "doble injusticia": ONU-DH. Jueves 15 de marzo de 2018.
[17] T esis - Cedema.org
www.cedema.org/uploads/Ortiz_Rosas-2014.pdf
[18] La tortura ha sido uno de los elementos más utilizados desde la implementación de la Guerra Sucia en nuestro país, acto que se realizaría dentro de prisiones militares.
En estos lugares con los ojos fuertemente vendados, han sido recibidos los insurgentes, con lo que llamaban “Bienvenida” o “las calientes”, practicada en dos modalidades: golpes de karate, patadas y puñetazos principalmente en la cara y en los genitales evitando siempre el estómago, además de insultos y humillaciones, entre las que destacaba orinar a los detenidos en el rostro; o el “pocito” en el cual, los vendaban totalmente a una tabla, dejándoles libre la boca para que pudieran respirar, y ésta la sumergían de cabeza en tanques de agua sucia, en los que previamente habían defecado los agentes y militares, hasta que salieran las últimas burbujas grandes, símbolo de que se estaban ahogando, luego sacaban la tabla y cuando tomaban una nueva bocanada de aire les golpeaban la boca del estómago para ser sumergidos de nueva cuenta, tragando así parte del contenido del tanque.
Acciones realizadas por varios minutos sin preguntarles nada. Al terminar, eran fotografiados y llevados a otro lugar dentro de la misma cárcel, en donde comenzaba un interrogatorio hecho por sujetos disfrazados o cubiertos atrás de la luz de potentes lámparas: “Nombres, citas, casas de seguridad”, si no había respuesta comenzaban los golpes en las manos, en los pies y en los oídos; más “pocito” y toques.
Les enseñaban enormes álbumes de fotografías de gente que era buscada por las fuerzas de seguridad, de militantes y simpatizantes de la lucha armada, así como de partidos políticos.
Entre golpes, debían señalar a qué personas de allí conocían, y si a alguien cercano al detenido ya lo habían detectado como sospechoso, la detención solo confirmaba que el otro sospechoso sí era de la LC23S.
Todos los guerrilleros tenían la consigna de resistir veinticuatro horas el interrogatorio, horas cruciales para ambos bandos de los que dependía toda la organización. Si los interrogadores no recibían respuesta comenzaba la saña.
Al pocito le seguían los instrumentos de tortura: la chicharra, cigarros, navajas, pinzas, garrotes, alambre, tehuacanazos. “comenzaban por apagarles los cigarros en el cuerpo, en donde fuera; les enterraban agujas por debajo de las uñas o se las arrancaban una a una; les hacían cortes en la piel; les destrozaban los dedos o los genitales a garrotazo limpio, los castraban, los incendiaban…”
Todo era válido y supervisado por un médico militar que, haciendo uso de toda su preparación profesional, decidía si se continuaba o no.
Cuando llegaban a detener a los familiares, estos eran torturados frente el prisionero, quien era obligado a ver y a escuchar la tortura sobre su pareja, sus padres, hermanos e hijos. La humillación era constante.
Los torturados siempre permanecían vendados o con el rostro completamente cubierto, la tortura nunca fue una acción realizada por psicópatas ya que éstos no son controlables, sino por gente psicológicamente sana que fue sometida a un entrenamiento gradual de desensibilización, a través de la exposición gradual a actos repugnantes, a la deshumanización de la víctima arrebatándoles su identidad y un sistema de recompensas y castigos.
No solo los agentes de la Brigada temían a los torturadores, también los soldados que vigilaban el Campo Militar a los que debían soltar dinero y mantenerlos contentos para que no fueran a hablar. Extraído de: T esis - Cedema.org
www.cedema.org/uploads/Ortiz_Rosas-2014.pdf
[19] Todo lo que debería saber sobre el crimen organizado en México. Instituto Mexicano de Estudios de la Criminalidad Organizada, A.C. Ediciones Océano, 1998. Pp. 32-34.
[20] Proceso en línea. Durazo ordenó la matanza de Tula, decía Sahagún Baca. 4 de agosto de 1984.
[21] Miguel Nazar Haro, fue informante de la CIA y dirigente de una banda de roba carros en Estados Unidos, mismos que importaba a México y eran utilizados por la DFS y la Brigada Especial.
[22] Todo lo que debería saber sobre el crimen organizado en México. Instituto Mexicano de Estudios de la Criminalidad Organizada, A.C. Ediciones Océano, 1998. Pp. 40-41.
[23] 17 años de contrainsurgencia en la región loxicha de Oaxaca ...
https://subversiones.org/archivos/13799
[24] 17 años de contrainsurgencia en la región loxicha de Oaxaca ...
https://subversiones.org/archivos/13799
[25] T esis - Cedema.org
www.cedema.org/uploads/Ortiz_Rosas-2014.pdf
[26] Pueblos arrasados Memorias del desplazamiento forzado en El Castillo (Meta).
[27] Pueblos arrasados Memorias del desplazamiento forzado en El Castillo (Meta).
[28] Pueblos arrasados Memorias del desplazamiento forzado en El Castillo (Meta).
Ramón César González Ortiz es Licenciado en Sociología y Maestro en Estudios Políticos por la UNAM.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Izquierda y derecha existen, pero en procesos electorales domina totalmente el oportunismo


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Izquierda y derecha existen, pero en procesos electorales domina totalmente el oportunismo

 


Izquierda y derecha existen, pero en procesos electorales domina totalmente el oportunismo
1. Hace unos 20 años comencé a leer de sectores empresariales, reaccionarios y de derecha de México y el mundo, que las “geometrías políticas”, la izquierda y la derecha, ya no existen porque muchos que se decían de izquierda, de luchar a favor del pueblo explotado, que llamaban incluso a hacer una revolución proletaria, caminando junto a los poderosos, se han convertido en ricos explotadores y hasta en enemigos de las batallas de los trabajadores. Pero no hay que confundirse: la realidad es que unos son cínicos, otros traidores, los demás oportunistas, que se acomodan a cualquier partido que les proporcione los dineros necesarios para vivir y gozar.
2. Pienso que el presidente López Portillo, Reyes Heroles y sus asesores de la secretaría de Gobernación, se merecen más homenajes de la gran burguesía. Fueron ellos los que desbarataron a la izquierda y a la derecha en 1977 y adelante, al mover en su cabeza el oportunismo que escondían. La izquierda que estuvo en el movimiento de 68, que sufrió la represión de 1971, que acompañamos las magníficas huelgas de los 60 y 70, fue desbaratada cuando el gobierno le ofreció diputaciones, subsidios, aparición en TV y poderosos salarios; al mismo aisló y amenazó a todos aquellos que no quisimos entrarle a la legalidad que el “bondadoso gobierno” ofrecía.
3. Entonces se crearon partidos y otros crecieron porque se aseguraban cientos de cargos, se pagaban locales, se otorgaban vehículos y todos los que denunciamos aquella “reforma política electoral” también comenzaron a dispersarse. (Ese año de 1977 publiqué mi primer libro “Socialismo y Partidos políticos”, siendo profesor del CCH) Sin embargo, si la izquierda radical fue descuartizada, se consolidó lo que se llama la “Socialdemocracia”, que olvidó las luchas sociales, las luchas en las calles, la revolución, para entregarse a los asuntos electorales que descansan en la búsqueda de votos y en los acuerdos internos y externos con el objetivo de lograr cargos.
4. Lo que sucedió en la izquierda, también se registró en menor medida en la derecha. Ésta no sufrió mucho porque los mismos programas de gobiernos –al imponerse el neoliberalismo y la supervisión del FMI en 1982- se derechizaron profundamente. ¿Se puede olvidar que ese “neoliberalismo” mundial impuesto por Reagan, la Thatcher, Juan Pablo II, se inició en los hechos en Chile en 1973 después del derrocamiento de Allende? ¿Se puede desligar la propuesta de López Portillo/Reyes Heroles de la “reforma política de 1977” de la estrategia imperialista de Nixon/Kiessinger aplicada en Chile? Quizá debamos hacer análisis más globales.
5. El pensamiento ideológico de la izquierda se basa en principios, aunque parezca dogma, casi inamovibles. Se parecen casi a principios cuasi religiosos pero con la aplicación de eso que se ha llamado dialéctica, es decir, el reconocimiento de la existencia de un principio que debe siempre examinarse y encontrar sus lados críticos. Principios básico de la Izquierda: aceptación de la existencia de clases sociales y lucha de clases; luchar en cada país contra la explotación en beneficio de los trabajadores; a nivel internacional, batallar contra el imperialismo y sus guerras de agresión; en caso necesario aliarse con aquellas fuerzas que coincidan en sus principios esenciales.
6. En los últimos meses, a raíz de las campañas presidenciales de 2018, los tres partidos –caminando por el oportunismo más descarado y vergonzoso- han realizado alianzas hasta con sus enemigos con el fin de obtener votos y cargos políticos. Morena, que se cree el partido de más izquierda, se ha aliado con una partido de la derecha extrema ( ); el PAN que desde que nació en 1939 es el partido de la derecha, buscó aliarse con el partido más oportunista de la socialdemocracia; el PRI se ha aliado con dos partidos tan oportunistas que siempre han estado aliados a él. Se han hecho para estas elecciones las más oportunistas alianzas electorales.
7. Para estas elecciones, se puede tener razón, no hay izquierda ni derecha; sólo aparece la figura de López Obrador, candidato de Morena y de dos tres más que no tienen una cola apestosa que arrastren. Se piensa que en los tres meses que faltan para los comicios muchas cosas pueden cambiar el estado actual, pero se piensa que López Obrador puede ganar de manera abrumadora. A mí me interesa lo que sucederá después y los acuerdos que tomarán empresarios, altos políticos y el imperio. ¿Recuerdan la “Carta de Intensión” que firmó De la Madrid en 1982 donde se comprometió a hacer todo lo que el imperio y el FMI le ordenaban y tuvo que cumplir al pie de la letra?
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Las Zonas Económicas Especiales en México y las nuevas geografías del capitalismo


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Las Zonas Económicas Especiales en México y las nuevas geografías del capitalismo

 


Las Zonas Económicas Especiales en México y las nuevas geografías del capitalismo
Por todo el planeta proliferan nuevas Zonas Económicas Especiales (ZEE) que proporcionan espacios de libertad total al movimiento del capital trasnacional, al cual se le otorgan grandes facilidades fiscales, aduaneras, logísticas, garantías de acceso a bienes naturales comunes estratégicos -como el agua, la energía solar y eólica, el petróleo y el gas- y de explotación de mano de obra local a cambio de salarios muy inferiores a los que se proporcionan en los países sedes de las firmas.
Lo mismo dichas zonas se establecen en Vietnam, Myanmar, Laos, India y Sri Lanka, que en países de África como Mozambique, Nigeria. etc. En el caso de América Latina su avance es impresionante.
Países como Colombia, Nicaragua o República Dominicana han apostado al establecimiento de empresas en su territorio cediendo buena parte de su soberanía nacional y la disminución de sus ingresos fiscales, a cambio de que parte de su clase económica dominante forme parte como socio minoritario de algunos de los emprendimientos que se realizan.
En una de las ZEE más importantes de Uruguay, los trabajadores ganan tres veces menos que los procedentes de las naciones de origen de la inversión extranjera. En Brasil los habitantes de Manaos –una zona construida por el régimen cívico-militar- tienen el índice de desarrollo humano más bajo de las ciudades más pobladas de ese país. Pero el modelo se expande y continua.
Tan sólo en América Latina son más de 10 mil empresas las que se han instalado ya en ZEE, número similar a los corporativos mayoritariamente chinos que se encuentran en África.
El salario promedio dichas zonas es de 1,080 dólares (EU) muy por debajo de los salarios que se pagan en los países europeos, Canadá o Estados Unidos. En el caso de Costa Rica y Dominicana las ZEE representan el 47% y el 57% de las exportaciones respectivamente, lo que muestra la localización corporativa con detrimento a la formación de cadenas productivas que favorezcan el mercado y el empleo nacional. Ello se muestra en que el promedio de aporte de las ZEE de América Latina al PIB regional es tan sólo del 5.8%, destacando el caso de Nicaragua con el 12% como aportación al PIB.
Ello es relevante porque dichas Zonas se construyen con base en grandes subsidios y financiamientos que adquieren los gobiernos nacionales. Con base al endeudamiento o el uso de presupuesto mucha de la infraestructura mundial se construye para favorecer el funcionamiento de estos espacios en detrimento de las necesidades nacionales de educación, salud, empleo, seguridad, entre otras.
Dichas zonas forman parte del proceso de reestructuración capitalista mundial que inicio en los 70’s del siglo XX pasado y que hace frente a la caída de rentabilidad del capitalismo. La instrumentación de política neoliberales que favorecieron la flexibilización laboral, la desregulación económica y el libre flujo de capitales a nivel planetario, tienen como contraparte el proceso de expansión geográfica del capital trasnacional que requiere la apropiación territorial de espacios para incrementar su rentabilidad con el acceso de reservas de recursos estratégicos, nueva infraestructura logística y la especulación inmobiliaria. Así de poco más de 100 ZEE que existían en los 80´s, hoy hablamos de más de 2 mil que operan en el planeta y que se expanden anualmente.
Gran parte de ese crecimiento de las ZEE se ha realizado sobre tierras que pertenecieron a grupos campesinos e indígenas dedicados a labores agrícolas, ganaderas o de pesca. Su instrumentación ha formado parte de las reconfiguraciones territoriales que ha impulsado esta fase capitalista. El discurso colonialista construye la idea de los espacios campesinos como lugares “atrasados”, “subdesarrollados”, “de personas en subsistencia” y esa narrativa colonial lo mismo resuena en México que en el resto de América Latina, Asia o África. El sistema moderno-colonial continua así su estrategia de conquista y de saqueo a nivel planetario utilizando recurrentemente la idea del “desarrollo”.
Grandes resistencias a las ZEE se dan en muchas partes, así los pescadores de Nyanmar se niegan a convertir su laguna en uno de los puertos más importantes de la estrategia One Belt, One Road del gobierno chino, conflictos por tierras invaden la India y abarcan desde zonas cercanas a Nueva Delhi hasta los litorales del océano indico y en México las comunidades indígenas de Oaxaca se amparan y luchan contra el establecimiento de la Zona Económica Especial de Salina Cruz y la construcción del corredor multimodal del Istmo de Tehuantepec.
El caso de la India es relevante ya que los campesinos han sido despojados de manera brutal de sus tierras para favorecer la llegada de inversionistas privados, lo que ha provocado grandes movilizaciones campesinas por la defensa de la tierra y por la devolución de las tierras expropiadas por el Estado. Ellos han denunciado que muchas de las tierras para dichas zonas no se utilizaron finalmente en la puesta de fábricas u otros tipos de emprendimientos sino para la especulación inmobiliaria.
Y es que esta nueva fase capitalista es profundamente depredadora de la naturaleza, ya que en el proceso de expansión geográfica los corporativos requieren la construcción de infraestructuras como puertos, aeropuertos, hidrovías, gasoductos, refinerías, ciudades y nuevos mercados. Esos nuevos espacios territoriales se abren casi siempre de manera violenta el movimiento de capital, lo que explica dos cosas también importantes: la ruptura metabólica que implica este proceso con los cambios ambientales graves que estamos viviendo y como ello lleva a los conflictos socioambientales donde las empresas recurren a nivel planetario al asesinato y criminalización de los defensores de la vida y el territorio.
Con dichas zonas se crean nuevas geografías del capital que hace posible que surjan nuevos “polos de desarrollo” que en los hechos es un nuevo discurso de conquista territorial. Así ZEE chinas como Shantou o Xiamen que tan solo medían 1 km2 y 2.5 km2 respectivamente en diez años de funcionamiento aumentaron a más de 52 km2 y 132 km2 ocasionando grandes flujos migratorios y grandes impactos socioambientales.
En el caso mexicano lo más sorprendente es la ausencia de información y de debate público sobre lo que significa la puesta en marcha de estas Zonas Económicas Especiales las cuales fueron anunciadas desde el año 2016.
Ya fueron decretadas las zonas de Puerto Chiapas, Salina Cruz, Lázaro Cárdenas, Coatzacoalcos y Puerto Progreso, en todas ellas se delimita un área geográfica que va de 1700 a 8263 hectáreas cada una, -en total más de 25 mil hectáreas-, donde se crean excepciones jurídicas al entorno nacional y se otorgan facilidades fiscales, aduanales y logísticas para los corporativos similares a las que otorgan países de América Latina como Jamaica, Dominicana o Panamá.
El impulso de la ZEE se hace haciendo uso de la financiarización de la economía mundial, así instrumentos financieros como las Alianzas Público Privadas, las FIBRAS, los CKD´s se han convertido en puntales de esta iniciativa.
El 19 de diciembre del año pasado Enrique Peña Nieto afirmo que el 30% de la Inversión Extranjera Directa estimada para el 2018 provendrá de proyectos dirigidos a las ZEE, el monto no es menor ya que hablamos de más de 6 mil 260 millones de dólares.
En declaración de la Autoridad Federal de las ZEE de la SHCP se señala que antes de las elecciones todas las empresas tendrán los permisos para instalarse e iniciar sus operaciones, a ello se suma un marco jurídico que blinda sus operaciones a nivel federal, estatal y municipal.
Con base a información de la Comisión Intersecretarial del gobierno federal para impulso a las ZEE, entre los inversionistas que van a llegar destacan grandes corporativos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, el New York Exchange, en bolsas europeas y de Brasil y que tienen ingresos de cientos de miles de millones de dólares. De esta forma se observa un claro subsidio del gobierno mexicano al capital trasnacional.
Algunas de ellas son el grupo Walmart, Arcelor Mittal, Waterside Energy, Braskem-Idesa, Enagas, Pacific LNG, Southwestern Energy, Tag Pipelines, Bachoco, Nestle, Maeller Maersk, Neumann, entre otras. Muchas de ellas envueltas en tráficos de influencia y corrupción con escándalos en México u otros países como es el caso Odebrecth donde algunas de las empresas se han visto involucradas. También hay empresas que han cometido violaciones a las leyes ambientales de sus países de origen y que ahora ven la oportunidad de instalarse en México, como es el caso de las petroleras -Southwest Energy y Pacific LNG- que mediante el fracking quieren obtener gas esquisto. Existe el caso también de la empresa Neumann que despojo tierras a campesinos en África y tuvo que intervenir la Unión Europea para resarcir el daño e impartir justicia y que piensa instalarse en puerto Chiapas.
El poder de estos corporativos trasnacionales es relevante, algunos de ellos como la acerera Arcellor Mittal -instalada ya en Lázaro Cárdenas-, fue mencionada recurrentemente en Inglaterra por participar en intentos de sobornos del ministro Tony Blair.
En los hechos estas Zonas Económicas Especiales traerán consigo un conjunto de transformaciones socioterritoriales con la consiguiente construcción de infraestructura que impactará de manera creciente en la dinámica extractivista de las entidades. Lo cual, probablemente generará empleo precario pero a costa de la pérdida de un modo de vida, de una forma de ser de los pueblos indígenas y los campesinos de esta zona y sobre todo de un deterioro innegable de la naturaleza. Nuevas resistencias vendrán con fuerza también en México.

Agustín Ávila Romero, Economista de la UNAM. Profesor Visitante IESA-Brasil.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.