domingo, 4 de marzo de 2018

Israel ordena abrir fuego letal contra manifestantes palestinos en Gaza


es.sott.net

Israel ordena abrir fuego letal contra manifestantes palestinos en Gaza


El jefe principal de la fuerza israelí, el teniente general Gadi Eisenkot, dio a conocer en una entrevistas concedida al diario Yediot Aharonot, que el ejército ha desplegado más de cien francotiradores en la frontera con Gaza antes de la celebración de la gran manifestación palestina el viernes, marcando el Día de la Tierra palestina anual, en conmemoración del asesinato de seis manifestantes árabes desarmados por el régimen de Israel en 1976.
gaza protest© EFE
El 15 de mayo los palestinos celebran el día de la Nakba o catástrofe, haciendo referencia al éxodo palestino que vivieron entre entre junio de 1946 y mayo de 1948.
La autoridad israelí señaló que esperan que este viernes inicien más de seis semanas de protestas por la decisión del gobierno de los Estados Unidos de adelantar para mayo el traslado de su embajada a la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), medida que la dirección palestina ha tachado de "provocación".
Esta orden coincidirá también con la celebración del Día de la Nakba, conmemorada por los palestinos el 15 de mayo. Los habitantes palestinos de Gaza han venido levantado a lo largo de la cerca impuesta por Israel una serie de campamentos donde pernoctarán para exigir el derecho de los refugiados de volver a su tierra.
Eisenkot afirmó que están preparados para todos los escenarios, y en caso de que los soldados en la frontera "estén en peligro, tienen la autorización de disparar. No permitiremos que se infiltren en masa en Israel ni que dañen la barrera, la orden es emplear ampliamente la fuerza".
El general Eisenkot indicó que como medida de seguridad el Ejército de Israel impondrá una zona libre de tránsito para los palestinos en terrenos de Gaza adyacentes a la valla fronteriza con Israel.
Por su parte, el coordinador de las Naciones Unidas (ONU) para el proceso de paz en el Oriente Medio, Nickolay Mladenov, pidió a todas las partes que eviten la escalada de violencia y señaló que "los niño no deberían ser puestos en riesgo en ningún momento".

Cuando el deseo y el disfrute aplastan la libertad


disidentia.com

Cuando el deseo y el disfrute aplastan la libertad

 

 

J.L. González Quirós

No se puede explicar de manera sencilla el notable predominio cultural y político que mantienen en España las posiciones que se consideran de izquierdas. Hay una profusa variedad de raíces en esa dispersa floración, desde la añoranza de un pasado paternalista y autoritario a la difusa influencia de la cultura católica y barroca, además de las específicamente políticas y sindicales. Pero todo ello culmina en un hecho: los discursos que enfatizan el valor de la libertad tropiezan con una sólida barrera ideológica.
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Desde el comienzo del actual Régimen de 1978, la libertad dejó de constituir un objetivo y pasó a considerarse algo ya conquistado. Así, en su lugar imaginario se instalaron otra suerte de bienes. La razón no es difícil de comprender: muchos ciudadanos no alcanzan a ver cuál pueda ser el valor de algo que creen ya tener, y se consagran a conseguir aquello que no poseen, es decir, lo que desean ser y tener, de forma tal que el deseo comenzó a ocupar el lugar que debería corresponder a la libertad como principal valor político.
El deseo comenzó a ocupar el lugar que debería corresponder a la libertad como principal valor político
Para la mayoría, deseo significa disfrute y no hay mejor disfrute que el que se obtiene del regalo, lo que no implica esfuerzo, y no hay nada de sorprendente en esa preferencia. Lo que llama la atención es el escaso aprecio de cualquier análisis que pretenda esclarecer la economía subyacente a esa dinámica de incesante crecimiento en los bienes otorgados por el Estado, un ente que deja de concebirse como un instrumento colectivo y pasa a ser una especie de dios mortal al que hay que sacarle cuanto se pueda, no mediante la plegaria o el argumento, sino por la presión.

El Estado como nuevo rico al que chantajear

Para quienes piensan y, sobre todo, sienten, así, los poderes públicos no quitan poder, dinero y libertad, sino que son una especie de nuevos ricos a los que hay que chantajear políticamente para que concedan lo que se les pida; el Estado se pone aparentemente al servicio de esos anhelos y muta en el gran proveedor de ilusiones, de servicios, de “nuevos derechos”, de forma que la política se reduce a un marketing de promesas, a un quién da más. Se trata de un proceso infernal que no cesa de retroalimentar el circo de los anhelos, por insensatos que sean.
Muchos conciben el Estado, no como un ente que quita dinero y libertad, sino como un nuevo rico al que chantajear para que conceda lo que se le pida
Desde el punto de vista del poder político, el ciudadano se ve reducido a cliente, los motivos y espacios privados de determinados colectivos especialmente activos se convierten en causas públicas, y la agenda política se privatiza al servicio de minorías, que se presentan como víctimas supuestamente sojuzgadas, injustamente privadas del pleno disfrute de cualquier tipo de deseo.

El deseo se disfraza de libertad

En este universo narcisista, el deseo disfrazado de libertad se convierte en tirano, aspira a sojuzgar, a impedir que otros puedan pensar y sentir de manera distinta, porque eso se considera agresivo, limitador, o, como se decía antes, reaccionario. Se trata de crear una dinámica en la que la autodefinición, por arbitraria y aberrante que pueda ser, se convierta en el impulsor de un nuevo orden presidido por la absoluta ausencia de obstáculos, sea este la consagración de un “derecho a decidir”, la eliminación de diferencias tradicionales, entre sexos, por ejemplo, o la edificación de una memoria histórica sin especie alguna de contradicciones.
El deseo disfrazado de libertad se convierte en tirano, aspira a sojuzgar, a impedir que otros puedan pensar y sentir de manera distinta
Quienes así actúan olvidan, desde luego, el valor de la diferencia, esa misma cualidad que pretenden cultivar, y quieren imponer una liberación que les exima de cualquier conflicto, un universo paradisíaco en el que nadie pueda llevarles la contraria, en el que estén prohibidas las ambivalencias, los contrastes, cualquier supuesta objetividad, que se tendrá por autoritaria, y, por supuesto, cualquier cosa que pueda sonar a individualismo, a competencia o excelencia. A su manera, han vuelto a descubrir que no conviene confundir la libertad con el libertinaje, como se decía durante el franquismo.
Cuando el deseo y el disfrute desplazan a la libertad

Un recorte radical de la libertad individual

Llevada a la política, esta dinámica reivindicativa y hedónica de lo sentimental significa inmediatamente un recorte radical de la libertad individual porque conduce a calificar como tolerancia represiva el pluralismo y la libertad de conciencia para imponer un nuevo orden: el paraíso final. El precio que se pagará por semejante impostura será muy alto, como lo es siempre la ignorancia de la complejidad que existe en la realidad.
Llevada a la política, la reivindicación de lo sentimental implica un recorte de la libertad individual
Quienes consideran que la libertad individual es una leyenda burguesa, y saben que no pueden acabar completamente con el orden espontáneo y eficaz de los mercados, han descubierto en el ámbito de lo político un terreno donde imponerse con facilidad si nos convencen de que la defensa de la libertad es un engaño ilusorio, que solo nos distrae del disfrute de los bienes infinitos que puede deparar ese dios que es el poder político.
Pero cuando todo se subordina a que lo público se haga responsable de nuestra felicidad, se acaba descubriendo que detrás del trampantojo de esa liberación no hay ningún cuerno de la abundancia, sino la más negra opresión y la miseria. Porque el incauto finalmente se percata de que los Reyes Magos son los padres.

Sin riesgo de ofensa no hay libertad de expresión


disidentia.com

Sin riesgo de ofensa no hay libertad de expresión

 

José Carlos Rodríguez

La lucha contra la corrección política es la eterna lucha por la defensa de la libertad de expresión. En ocasiones, incluso señalar humildemente la realidad con el dedo puede convertirse en un delito de lesa corrección. En otras, los dictados de lo que se considera correcto nos conmina a asumir las mentiras más ridículas. Pero todo ello no quiere decir que cualquier cosas que se oponga a la corrección política sea razonable o moral.
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Comienzo con esta salvedad para referirme al caso del periodista Eulogio López. Él publicó en YouTube un vídeo en el que decía “no nos engañemos”, para desmentir de inmediato su propósito y afirmar: “homosexualidad, es decir, sodomía, y pedofilia y pederastia son dos ramas del mismo tronco”. López quiso reforzar su posición con una afirmación más imprecisa de lo que él hubiese deseado: “el noventa y tantos por ciento de los casos de pedofilia son homosexuales, de práctica sodomita, hombre; no neguemos la evidencia”.
Lo que exhalan las palabras de López es una aversión hacia la homosexualidad
Más allá o, cabe decir, más acá de la relación que él establece entre homosexualidad y pederastia, lo que exhalan las palabras de López es una aversión hacia la homosexualidad, y un intento de vincularla con crímenes execrables como es la manipulación sexual de los menores.
Corona su afirmación con ese gatillazo estadístico del “noventa y tantos por ciento”, sin entender que, aunque respondiese a la realidad y los “tantos” respondiesen a las fluctuaciones normales del comportamiento humano, esa incidencia de más del 90 por ciento no sería suficiente para tintar con esos crímenes la homosexualidad. Pues un porcentaje abrumador de los hombres, homosexuales o no, rechaza de plano ese trato con menores.
Es más, vamos a bajar a la aritmética política de bar de Eulogio López y digamos, por ejemplo, que el noventa y tantos por ciento de las violaciones las cometen varones heterosexuales. Si acudimos con nuestro descubrimiento de carajillo al propio Eulogio y lo observamos como varón y heterosexual, ¿quiere esto decir que él, y tantos como él, son unos violadores en potencia?
El periodista ha pronunciado unas palabras aviesas, que sólo demuestran una animadversión tanto por los homosexuales como por la lógica ¡y la estadística!
El periodista ha pronunciado unas palabras aviesas, que sólo demuestran una animadversión tanto por los homosexuales como por la lógica ¡y la estadística! Y he de confesar que nunca he llegado a entender tanta rabia por quienes, simplemente, llevan una vida sexual distinta a la suya. En fin, que es un comportamiento legítimo, y que a él, como a muchos otros, ni le roza. ¿Por qué ese rechazo? La verdad es que ni los amigos que comparten esa inquina me lo han sabido explicar.
La sección 23ª de la Audiencia Nacional ha condenado al periodista con una pena de seis meses de cárcel por esas opiniones. Vamos a las razones expuestas en el fallo. “Resulta indudable que las palabras que utiliza tienen la consideración de gravemente ofensivas” para los homosexuales. La elipsis del verbo “ser”, guadiana de su clase, me parece ofensiva para la gramática por innecesaria y torpe en esta frase, pero esa es otra cuestión. Sigue: “La dosis de menosprecio y descrédito que encierran estas palabras es sencillamente brutal; intolerable para una sociedad basada en el respeto a la dignidad y la libertad de las personas”. Y detengámonos aquí antes de acumular más agravios.
La intención de Eulogio es “indudable”, pero su defensa añade a la intolerancia el pecado de la cobardía, y lo niega. Me llama la atención la gradación del menosprecio y del descrédito. Resulta que los de Eulogio, en este caso, son “brutales”; afirmación muy razonable en el bar de las estadísticas de Eulogio. No está claro cómo calificarán otros menosprecios, otros descréditos.
El respeto se convertirá, como está ocurriendo, en la tea con la que los intolerantes quieren quemar a los demás
Pero, cabe preguntarse: ¿Somos “una sociedad basada en el respeto a la dignidad y la libertad de las personas”? O, más bien, ¿cómo sería una sociedad así? Puede verse como una sociedad en la que cualquier ofensa esté penada con la cárcel, como en el caso de Eulogio. Pero como la ofensa es subjetiva, los más susceptibles, o los que mejor hayan organizado su capacidad de ofenderse, podrán prohibir cualquier mención que se haga de ellos. El respeto se convertirá, como está ocurriendo, en la tea con la que los intolerantes quieren quemar a los demás. Y tendrán más protagonismos los más intolerantes con las críticas de los demás.
Sin riesgo de ofensa no hay libertad de expresión
O puede verse como una sociedad en la que todo el mundo tiene el derecho a ser como desee, y a expresar las opiniones que quiera. Y eso incluye, por supuesto, el derecho de ofender a los demás. Es decir, puede verse como una sociedad plenamente libre.
Penar con prisión una opinión es injusto por mucha inquina que tenga
Eso no quiere decir que las opiniones no queden sin respuesta. Pero son una materia que no sale del ámbito moral, y la respuesta debe de estar en el mismo ámbito. Penar con prisión una opinión es injusto por mucha inquina que tenga.
El caso de Valtònic, por ejemplo. El rapero José Miguel Arenas se ha mostrado tal cual es, ha desnudado su alma como se dice en estas ocasiones, y lo que se ve es un odio infinito y una sed de sangre sincera, e insatisfecha. No tiene reparo en señalar sus víctimas deseadas, con nombres y apellidos. Ni sus fantasías sobre sus muertes: “le arrancaré la arteria y todo lo que haga falta”, “debería morir en la cámara de gas”, “le prenderemos fuego”, “por mí habría muerto ya de una bomba”. También pide que se restituyan los métodos terroristas, e invoca, como a sus ídolos, a la ETA y al GRAPO.
Todos tenemos la libertad, en última instancia, de rechazar todas las llamadas a actuar contra otro
Arenas ha sido condenado a tres años de prisión. En su caso se puede argüir que está más cerca del delito, pues son llamamientos al atentado contra personas específicas. Pero yo creo que tampoco es materia penal. Por un lado, si alguien cumpliese los sueños de Valtònic, sólo sería responsabilidad del autor material, porque todos tenemos la libertad, en última instancia, de rechazar todas las llamadas a actuar contra otro. Y por otro lado, sólo la violencia física es punible con medidas violentas, como la privación de libertad.
La libertad no es patrimonio de los justos. También es de quienes tienen opiniones indeseables, que empecen el entendimiento o la convivencia. Al defenderles a ellos, nos estamos defendiendo de quienes quieren robar la libertad al ciudadano común.


El Gobierno derechista de Hungría intenta destruir el archivo de Georg Lukács y su legado


rebelion.org

El Gobierno derechista de Hungría intenta destruir el archivo de Georg Lukács y su legado

 


El Gobierno derechista de Hungría intenta destruir el archivo de Georg Lukács y su legado
Acababa de ponerse el sol el viernes por la noche cuando sonó el teléfono. Miklós Mesterházi del Lukács Archívum en Budapest se enteró de que la Academia Húngara de Ciencias (MTA) confiscaría toda la colección de manuscritos y correspondencia que se encontraban allí.
El siguiente lunes por la mañana, llegaron los empleados de MTA y comenzaron a examinar la colección. Revisaron el inventario y se prepararon para trasladar el material al Departamento de Manuscritos y Libros Raros del Centro bibliotecario e Informativo de la MTA.
Según la MTA, su decisión se basa en el espíritu de "integridad académica": la ubicación de los manuscritos les permitiría digitalizar la colección, lo que permitiría acceder al material a más académicos.
Pero debemos situar la decisión de la MTA dentro de la coyuntura histórica y política de Hungría.
Desde la transición del socialismo de Estado a la democracia burguesa en 1989, la MTA ha venido perdiendo personal de forma permanente, por lo que los proyectos de investigación y edición son casi imposibles. El archivo de la obra de Lukács, mucha de la cual no ha sido publicada y aún está por estudiar, en dicha instalación, no sirve ni para la "integridad académica" ni para los intereses de la "investigación", sino todo lo contrario.
Más aún, Hungría vive hoy bajo un régimen autoritario que quiere reescribir el pasado de la nación. El régimen de Orbán trabaja para rehabilitar las tradiciones nacionalistas y fascistas de Hungría. Ha derribado estatuas en honor a quienes lucharon contra la dictadura militar de Horthy y el régimen de la Cruz Flechada, reemplazándolos con monumentos que glorifican a los antisemitas y a los colaboradores nazis.
El partido gobernante Fidesz pone en el punto de mira a inmigrantes, romaníes, musulmanes, judíos, comunistas, socialistas, liberales y quien considere extraño. Ha tomado el control de numerosas instituciones estatales y amenazó con liquidar numerosas instituciones de la sociedad civil; incluso la Universidad Centroeuropea.
En este clima de paranoia y miedo, la MTA no quiere parecer apoyando a un "comunista", por lo que bajo el manto de la racionalización y la eficiencia, están trabajando para desmantelar los archivos.
Lo que está en juego
El Lukács Archívum es una instalación única para la investigación.
Los visitantes pasan por las mismas habitaciones en las que Lukács vivió y trabajó desde 1945 hasta su muerte en 1971. El apartamento, a orillas del Danubio y que domina el puente de la Libertad ( Szabadság híd), alberga no solo sus manuscritos sino también su biblioteca completa, con todas sus anotaciones Los eruditos que han trabajado en la instalación a lo largo de años han recopilado allí más o menos todo lo que publicó el gran teórico marxista.
Pero el archivo perderá su activo más valioso cuando el MTA traslade los manuscritos. Un ejemplo para hacernos una idea de su valor.
Uno de los logros teóricos más significativos de Lukács fue su teorización de los impactos sociales de la producción de mercancías. Bajo este sistema [el capitalismo], los productos terminados son ajenos a los trabajadores que los crean. El trabajo bajo el capitalismo es degradante y monótono; convierte a los trabajadores y trabajadoras en máquinas. Todo el proceso está diseñado para maximizar el beneficio, transformando la dimensión cualitativa de la experiencia humana, el trabajo, en una medida cuantitativa del tiempo. "Aquí", escribió Lukács en Historia y Conciencia de clase, " la persona se convierte en espectador impotente de todo lo que le ocurre a su propia existencia, fragmento aislado e integrado a un sistema ajeno".
A pesar de ser un producto del trabajo humano, la producción de mercancías solo se expresa en mecanismos sociales inhumanos: dinero, mercados, capital y salarios. Estos adquieren vida propia, apareciendo como sistemas naturales, hostiles y respetuosos de la ley que nadie puede comprender y mucho menos controlar.
Una vez que se vuelve universal, esta lógica subordina todas las esferas de la existencia humana a su racionalidad matemática. Un código abstracto y formal diseñado para procesar miles de casos rige un sistema legal encargado de tomar decisiones de vida o muerte. La política, separada de la vida cotidiana, comienza a parecer inalterable. Abismos gigantes dividen estos mundos, y cada esfera de la existencia parece independiente de la otra.
Lukács repudiaría más tarde estas posiciones bajo la presión del Comintern: primero, con Zinóviev a la cabeza y luego bajo Stalin. Sus puntos de vista radicales no encajaban con la reacción termidoriana que tuvo lugar tanto en la Unión Soviética como en el movimiento comunista internacional.
Hasta la fecha, el intento más claro de justificarse aparece en la introducción de 1967 a Historia y Conciencia de Clase. Allí, Lukács argumenta que no pudo distinguir entre objetivación (trabajo) y alienación (una forma mistificada de ese trabajo).
Sin embargo, cuando visité a Mari Székely, el último empleado que quedaba, me informó de una serie de manuscritos inéditos de 1933, escritos durante los primeros años del período de Lukács en Moscú. En uno de estos textos, Lukács comienza a reevaluar algunas de sus afirmaciones anteriores a la luz de su encuentro con los Manuscritos Económicos y Filosóficos de Marx de 1844. La publicación de este ensayo en una próxima colección, junto con otro material no traducido previamente de 1924 a 1933, aclarará y profundizará los términos de este debate, arrojando más luz sobre el cambio teórico de Lukács y su incómoda reconciliación con el estalinismo.
Este descubrimiento representa solo un camino sin trazar en un vasto laberinto que aún no se ha explorado por completo.
Mirando al presente
Preservar los archivos no es solo por el pasado. También tiene que ver con la actualidad y las posibilidades que se encuentran dentro de él.
El Archívum organiza regularmente reuniones y eventos en los que investigadores de Hungría y de todo el mundo se reúnen para analizar el potencial crítico de las ideas de Lukács, muchas de las cuales permanecen inéditas, abandonadas o incomprendidas.
Por ejemplo, un malentendido frecuente ha sido el lugar de la resistencia en la explicación de la forma mercancía de Lukács. La lógica dominante del capitalismo es cuantitativa, pero nunca de puede excluir completamente la calidad. Mientras que el capitalista busca impulsar al máximo los beneficios como algo puramente cuantitativo, los trabajadores lo experimentan como algo cualitativo: un asalto a su individualidad y a su humanidad. Este ataque a su calidad de vida proporciona la base para la resistencia.
La argucia de racionalización y eficiencia bajo la que la MTA está confiscando los manuscritos de Lukács, expresa la lógica cuantitativa del capitalista; el rechazo crítico de la izquierda a este movimiento, en nombre de los valores humanos, expresa la lógica de la resistencia.
Es con este espíritu que una petición de protesta por la decisión de la MTA, con más de 1.500 signatarios, entre ellos Agnes Heller, Nancy Fraser y Fredric Jameson, por nombrar algunos, fue entregada a la academia el 25 de enero. Actualmente circula una petición similar sobre change.org .
Mantener el universo teórico que contienen estos archivos, parafraseando a Lukács en Teoría de la novela, nos ayudará a guiarnos a través de estos tiempos oscuros y revelar las estrellas que nos rigen.
Róbert Nárai, coeditor y traductor de una próxima colección de trabajo inéditos de Georg Lukács. Milita en la organización australiana Socialist Alternative.
Fuente: https://www.jacobinmag.com/2018/02/lukacs-hungary-archives-marxism

Y las políticas de género mataron al erotismo


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Y las políticas de género mataron al erotismo

 

Cuca Casado

Las políticas de género, esta ola de corrección política y puritanismo, afectan tanto a los hombres como a las mujeres. Destruyen a los hombres, en tanto que hombres, con igual fiereza que a las mujeres. Éstas se envilecen cuando se desentienden de los problemas que afectan a los hombres, caen en una falta de empatía que las degrada como mujeres y, sobre todo, como personas, algo que induce a los hombres a despreocuparse de los problemas de ellas. Y así entramos en un circuito perverso que nos divide.
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Pero esta construcción de dos mundos separados, hombres y mujeres, no es nuevo; se materializó ya en la Conferencia de Beijing (1995), en cuya resolución aparecen mujeres y hombres como dos especies sin conexión  entre ellas. La conferencia aprobó por unanimidad la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, con la incorporación de un nuevo mecanismo de actuación denominado “gender mainstreaming” o transversalidad de la perspectiva de género. Esto quiere decir que se adoptarían todo tipo de medidas políticas para reorganizar la vida de las personas, adoptando siempre una perspectiva de género. Así comenzaron a decaer las relaciones intersexuales y a debilitarse el erotismo, llegando a un punto de casi no retorno.
Y las políticas de género mataron al erotismo

Masculinidad y feminidad: en vías de extinción

Estas políticas ya no admiten la existencia de hombres y mujeres: se decreta la estricta igualdad. Pero no una igualdad sociopolítica sino una igualdad psicobiológica que impone una androginia general. Al mismo tiempo, se persigue la masculinidad, se asocia todo lo masculino al mal y se confunde con el machismo.
Se ha creado un estado de inseguridad y miedo entre los hombres, que llega a ser destructivo, llegando incluso a la disfunción sexual
Incluso en países como España, la ley castiga con especial virulencia al hombre por el hecho de serlo (Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género). Todo ello ha creado un estado de inseguridad y miedo entre los hombres, que resulta destructivo, con diferentes manifestaciones, una de las cuales es la disfunción sexual. Profesionales, como la psicóloga clínica Alejandra Godoy, califican esta disfunción como la inminente epidemia del siglo XXI entre hombres jóvenes. La virilidad está en peligro.
Por su parte, la mujer también va siendo despojada de su naturaleza sexual, convirtiéndose en mano de obra de un mercado de esclavitud disfrazada. Los actuales movimientos sociopolíticos transforman a las mujeres en eternas víctimas resentidas con los hombres. Se fomenta un rencor y un odio hacia lo masculino que se han convertido en androfobia. Incluso se intenta convencer a las mujeres de que es necesario “deconstruir” lo masculino. Y esta deconstrucción es aceptada por muchos hombres como forma de resarcir, no sus pecados, sino los cometidos supuestamente por algunos de sus antepasados, opresores y misóginos.
Los actuales movimientos sociopolíticos transforman a las mujeres en eternas víctimas resentidas con los hombres
A su vez, ciertos sectores feministas fomentan el lesbianismo político o lo que es lo mismo, abogan por que el lesbianismo sea una alternativa positiva a la heterosexualidad para las mujeres. Hasta la propagación de la vida (la maternidad) es considerada ya un freno, un conflicto que impide la expresión libre de la vida, toda una paradoja. La feminidad también está en peligro.

Masculinidad y feminidad se quiebran. El fundamento de los vínculos primarios o pre-políticos falla. La conexión con nuestro cuerpo y la vida afectiva horizontal se pierden en esta lucha sociopolítica. Lucha animada por el sistema que nos segrega y nos confina a ser un colectivo de lo igual, de personalidades neutras, simplificadas, sin aristas, sin conflicto ni originalidad.
La obsesión por disociar el cuerpo del espíritu, la razón de la emoción, establece una barrera infranqueable para el Eros
Se trata del principio de lo igual como norma , que destruye todo rastro de alteridad, mientra crea un sujeto narcisista en grado superlativo. Esta obsesión por lo igual y por disociar al hombre de la mujer, el cuerpo del espíritu, la razón de la emoción, no solamente empobrece al individuo; también establece una barrera infranqueable para el Eros.

La agonía del Eros

En su ensayo, La agonía del Eros, Byung-Chul Han se pregunta el motivo del actual enfriamiento de la pasión. Considera este filósofo que el Eros está amenazado por las enormes oportunidades y por la idea ilusoria de libertad sin fin. Hoy día no se buscan las mejores experiencias sino el mayor número de ellas, con el objetivo único de rendir sexualmente hasta satisfacernos al máximo. El axioma de la abundancia en el proceso de selección implica que prestemos escasa atención a lo que ya tenemos y a lo que vendrá.
Hoy día no se buscan las mejores experiencias sino el mayor número de ellas, rendir sexualmente hasta satisfacernos al máximo
Eros siempre significó una movilización total del yo, una capacidad esencial para entrar en conexión con otras personas, mejorando así la existencia propia y ajena. Pero la actual organización social conduce al enfriamiento del erotismo por considerar el amor como un sostén social del yo, en el marco de una cultura emocional guiada por el discurso psicoterapéutico, la cultura de la autoayuda, las políticas, la publicidad y el consumo.
Como señala Juan M. Blanco en Disidentia, “los modernos medios de comunicación, como la televisión y más recientemente Internet, actúan como potentes cajas de resonancia de una cultura del ¡mírame!”. Por un lado, se maximiza la autoadmiración y, por otro, se elimina la otredad: rasgos propios de la sociedad narcisista del yo.
Valores como la igualdad, la autonomía y la razón, centrales en la modernidad, censuran el Eros hasta el punto de contemplarlo con repulsión e, incluso, cinismo. Los efectos de Eros, el amor, que nos confirman como seres humanos y sociales se están debilitando en la era moderna, conduciendo al fracaso.
Hoy día no se aceptan los fracasos, tan sólo el éxito constante
Toda búsqueda de la pareja, de la relación ideal, suele ir acompañada de fracasos, que hoy día no se aceptan: tan sólo el éxito constante.  Pero estos fracasos no se deben generalmente a una inmadurez derivada de pérdidas tempranas (infancia) sino a la infantilización de la etapa adulta , a la creación de una sociedad de personas “que exigen cada vez más de la vida pero entienden cada vez menos el mundo que los rodea“.
La infantilización está causada por el exceso de información y de consumo, por el repetido mensaje de “si quieres, puedes”. Se trata de una cultura de constante comparación igualatoria, que rechaza lo distinto y lo negativo: una sociedad positivista que no contempla el fracaso.
En realidad, son las órdenes institucionales las que generan nuestros caprichos y sufrimientos, a través de un cambio profundo en las reglas del amor. Por un lado, se radicalizó la idea de igualdad y de libertad personal; por otro, se separó lo sexual de lo emocional. Y este cambio se apoyó en un modelo que prioriza el bienestar emocional y sexual, sacando partido de las relaciones sin vivir los sentimientos.
En palabras de Eva Illouz “la competencia sexual generalizada transforma la estructura misma de la voluntad y del deseo, y este último asume las propiedades del intercambio económico, o sea, que empieza a regularse según las leyes de la oferta y de la demanda, de la escasez y la sobreabundancia”.

Recuperar lo vinculante

Cómo no va a decaer el erotismo si vivimos en una era en la que la vida horizontal se encuentra ausente, se mercantiliza y tecnifica la búsqueda de relaciones, se presenta la biología de la mujer como inferior y se tacha al hombre de violento y agresivo. Lo erótico ha dado paso a una hipersexualización donde han desaparecido los rituales de cortejo, galanteo y seducción. Y se reprime el instinto de procreación en aras de un trabajo asalariado, vendido como ideal de éxito pero que destruye la vida interior.
Cómo no va a debilitarse el erotismo si la legislación y las estructuras del Estado impulsan sexismos políticos victimizando a la mujer y  persiguiendo al hombre. Si se lleva a cabo un adoctrinamiento institucional y se construyen patrones cerrados de conductas sexuales de lo igual.
En esencia, Eros es el encontrarse con el otro, recibir al otro y entregarse. Si nos quitamos las lentes politicistas de la moderna sociedad ideológica, tal vez entonces recuperemos los vínculos con Eros. Y tal vez así recuperemos la capacidad de dialogar, de entablar una relación con lo distinto y de salvar lo bello. Salvar a Eros es, en definitiva, recuperar lo vinculante.

Las mujeres también pueden ser abusadoras sexuales


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Las mujeres también pueden ser abusadoras sexuales

Manuel Pulido Mendoza

El movimiento feminista de los años setenta fue pionero en la reflexión sobre los derechos sexuales y reproductivos de las personas . La formulación partía de su concepción de los roles de género como una forma de opresión o desigualdad que se servía de la fisiología de la sexualidad y la reproducción para subordinar a las mujeres al poder arbitrario de los hombres en la sociedad.
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Habría que añadir que los atavismos culturales vinculados al sexo y la reproducción igualmente someten al varón. El heteropatriarcado puede ser muy injusto con los hombres por su concepción rígida de la masculinidad. Esta es una realidad, la de la injusticia de los roles tradicionales de género con los varones, que cada vez más feministas están de acuerdo en admitir. Quizás ellas se lleven la peor parte, pero la situación de este tradicionalismo no es menos exigente y duro con ellos.
Los atavismos culturales vinculados al sexo y la reproducción igualmente someten al varón 
La liberación de las mujeres, por tanto, pasaba por tener derecho efectivo al control de su cuerpo, para poder regular su sexualidad y capacidad reproductiva sin imposiciones o violencia social, generalmente masculina, así como por la exigencia de que los hombres asumieran su responsabilidad en el ejercicio de la sexualidad. El descubrimiento, perfeccionamiento, comercialización y uso de los anticonceptivos y la legalización y regulación del aborto fueron, algunos de los hitos de este supuesto empoderamiento femenino hacia su emancipación sexual.
En la mayoría de los países occidentales o desarrollados este objetivo se ha cumplido sobradamente. Prueba y consecuencia de este éxito ha sido la drástica reducción de la tasa de natalidad y la crisis demográfica . De ahí que el foco de la agenda de los derechos sexuales se haya desplazado desde los derechos entendidos como reproductivos hacia los derechos de las minorías LGTBI, o derechos a la libre orientación sexual.

Un nuevo sexismo misándrico

Sin embargo, la combinación del sexismo machista o heteropatriarcal remanente y su tradicional presión sobre los hombres, junto con el nuevo sexismo misándrico del feminismo radical de tercera ola están pasando una terrible factura a los varones que, desorientados, sufrimos en muchos casos concretos un ataque y discriminación sin precedentes por el mero hecho de haber nacido con el cariotipo XY.
Hay una contradicción entre la demanda femenina por el control de su cuerpo y su exigencia a los hombres para que asuman las consecuencias del ejercicio de su sexualidad
Pero hay una reconocida dificultad para definir los derechos sexuales y reproductivos de una manera inequívoca. Algunas autoras feministas han reconocido que existe una contradicción entre la demanda de autonomía de las mujeres en el control de su cuerpo y la exigencia sobre los hombres para que asuman de modo igualitario las consecuencias del ejercicio de su sexualidad. De este modo, cabe preguntarse si los derechos reproductivos son derechos de las mujeres o derechos enraizados en las relaciones de género, o si son derechos individuales o de la pareja o de la unidad familiar. 
Las mujeres también pueden ser abusadoras sexuales
El cruce de sexismos atenta contra los derechos sexuales y reproductivos de los hombres. Pese al reciente reenfoque de los derechos sexuales a cuestiones de orientación sexual o de identidad de género, no debemos olvidar que la diferenciación sexual tiene principalmente en la naturaleza una dimensión y función reproductiva que afecta siempre a dos partes. Las feministas se han enfocado generalmente solo en los derechos de una parte, olvidando en más de una ocasión que los derechos de un lado no pueden darse en menoscabo de los legítimos del otro, si honestamente creemos en la igualdad de derechos de ambos sexos.
Las feministas se han enfocado solo en los derechos de una parte, olvidando los derechos del otro lado
Si las feministas están en lo correcto, al afirmar que los individuos son propietarios de sus cuerpos y tienen, como tales, derecho a disponer libremente sobre él, como ocurre en la argumentación favorable al derecho al aborto, las consecuencias lógicas de este axioma aplican en igualdad de condiciones para los hombres.

El abuso sexual, también por mujeres

Los abusos sexuales a menores es una cuestión que a todos los padres nos preocupa. Pero hay un punto ciego en este tema, y es que los niños de ambos sexos pueden ser abusados sin que haya necesariamente una penetración o sin que el abusador o violador sea de sexo masculino. El hecho de que estadísticamente sea relativamente menor la incidencia no debería minusvalorar el sufrimiento de los menores, de ambos sexos, que pudieran ser abusados por una mujer.
Los niños de ambos sexos pueden sufrir abusos sin que haya necesariamente penetración o sin que el abusador o violador sea de sexo masculino
Según diferentes cifras, el porcentaje de menores abusados por una mujer puede variar entre el 5 y el 25% del total de casos totales de abusos sobre menores en el mundo. Al parecer varían según los países y dependiendo la percepción, filtrada por la cultura, que las víctimas tengan del hecho.
Las mujeres también pueden ser abusadoras sexuales
Muchas veces, bajo la etiqueta de la “iniciación sexual temprana”, se esconden delitos que conllevan un grado mayor o menor de violencia y de consecuencias traumáticas que afectan más tarde al desarrollo psicosexual del menor. El abuso de mujeres a menores está invisibilizado, tapado por los roles femeninos machistas asociados a los cuidados y la maternidad angelical y abnegada, por un lado, y por la visión misándrica del feminismo radical, por otro, que no concibe que las mujeres, víctimas por excelencia de la violencia sexual en manos masculinas, puedan abusar de la confianza y la proximidad a un menor o ejercer la violencia sexual contra otros.
El abuso de mujeres a menores está invisibilizado, tapado por los roles femeninos machistas
Por semejantes razones el acoso sexual y violaciones de mujeres a hombres adultos quedan igualmente opacados por los roles de género machistas y la campaña contra el acoso y la violación a mujeres planteada en términos maniqueos (mujer víctima, hombre agresor). Si dejamos a un lado como marcador la penetración, los hombres víctimas de acoso o abuso sexual lo han sido, sorprendentemente, en un 60-70% abusados por mujeres (datos para EUA, año 2010).
Se calcula que un 34,7% de las agresiones sexuales violentas contra hombres en Estados Unidos fueron perpetradas por mujeres
Hay una zona gris que depende de la definición de agresión, claro, pero según datos de 2010-2013, se calcula que un 34,7% de las agresiones sexuales violentas contra hombres en Estados Unidos fueron perpetradas por mujeres. En una cárcel estadounidense es mucho más probable que una presa sea violada o abusada sexualmente por mujeres que por hombres. Las mujeres son capaces de ejercer violencia sexual contra otras personas, hombres y mujeres, y el grado de agresividad o brutalidad no es necesariamente menor por ser de sexo femenino.
Las mujeres pueden ser depredadores sexuales, incluso violentas y estar involucradas en un amplio espectro de actos de abuso sexual
Según estos relativamente recientes estudios, las mujeres pueden ser depredadores sexuales “manipuladoras, dominantes, e incluso violentas” y estar involucradas en “un amplio espectro de actos de abuso sexual”, tanto sobre otras mujeres, como sobre varones. Es importante visibilizar esta realidad poco estudiada -en España apenas hay datos- porque, incluso desde una perspectiva feminista, los casos de abusos o violencia entre lesbianas quedan invisibilizados. La igualdad ante el sufrimiento por el acoso o la violencia debería superar las visiones sexistas dicotómicas (tanto la misógina como la misándrica) y no ignorar el hecho de que cualquier sexo u orientación sexual puede ser víctima y victimario de estos abusos. 




Cambio climático, no me grites que no te veo


rebelion.org

 Cambio climático, no me grites que no te veo

 


El pasado 13 de enero, la web Climate Home news filtraba un borrador del informe que el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático) está elaborando para la próxima Cumbre del Clima COP24, que se celebrará en la ciudad polaca de Katowice. Este borrador, aunque sufrirá modificaciones hasta que el informe definitivo vea la luz en octubre, deja muy a las claras lo que todos y todas ya intuimos: que poco o nada se ha avanzado desde la cacareada Cumbre de París y que el partido nos lo está ganando el cambio climático por goleada.
Según el informe, para no superar la barrera de los 1,5 ºC de aumento de temperatura a final de siglo, se requerirá una rápida y profunda reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), ya que las emisiones establecidas para 2030 bajo el Acuerdo de París son superiores a los escenarios compatibles con el horizonte de 1,5 ºC. Como hemos dicho, lo que todos y todas intuíamos.
La importancia de analizar los informes y estudios del panel de expertos de la ONU, como lo fueron los cinco anteriores desde que en 1988 empezó su andadura, es que no sólo nos llega la realidad climática, sino también la realidad de las actuaciones que nuestros gobernantes están realizando, limpios de polvo y paja de la publicidad y el boato que nos visten las diferentes cumbres climáticas.
Además, nos muestran las consecuencias que esta realidad lleva aparejadas. Pero la pregunta es saber si nuestros gobernantes lo hacen o, mejor dicho, si escuchan lo que la realidad climática y sus consecuencias acarrean para el planeta y nuestra civilización tal y como la conocemos. Porque aquí está el verdadero quid de la cuestión: que de una vez por todas entendamos todos y todas que el cambio climático, sus consecuencias y las herramientas para pararlo no son cuestiones del medio ambiente sino que dependen de decisiones políticas y de un cambio integral de modelo.
El informe rompe con el antiguo umbral de seguridad climática de los 2ºC y se centra en marcar por un lado las reducciones necesarias para no sobrepasar los 1,5ºC y, por otro, cuáles son los diferentes escenarios existentes entre llegar al grado y medio y los dos grados de aumento de temperatura desde la época preindustrial (1850-1900). Y es que, ese “mísero” grado y medio de diferencia conllevaría un 10 % más de días con temperaturas extremas, un 25 % más de ecosistemas que se verán forzados a desplazarse a latitudes o altitudes más frías o un incremento del 50% del estrés hídrico a nivel mundial.
Pero aún así, y con los datos del informe en la mano, llegar al grado y medio de aumento de temperatura global ya acarrearía de por sí consecuencias como la desaparición del hielo ártico en septiembre, la desaparición de grandes cantidades de corales en las barreras marinas o el desplazamiento de 100 millones de personas, algo que, por otro lado, ya está ocurriendo en la actualidad.
Como el cambio climático es una realidad física, esta realidad nos ofrece una solución, que no es otra que la de no sobrepasar nuestro presupuesto de carbono. ¿Qué quiere decir con esto el IPCC? Que no emitamos más Gases de Efecto Invernadero (GEI) de los que conllevarían una concentración de CO2 atmosférico por encima de las 450-500 ppm, en función de la cantidad de CO2 que el planeta es capaz de fijar, absorber o transformar a través del ciclo del carbono.
Aquí el IPCC se pone el uniforme de inspector de hacienda y nos reduce ese presupuesto muy por debajo de lo que hizo su quinto informe para la Cumbre de París. Si en aquel informe nos daba un presupuesto de 1.000 Giga Toneladas de Carbono (Gt CO2eq) acumuladas para todo el siglo XXI, en este nos da un presupuesto de 390 Gt CO2eq para tener un 66% de posibilidades de no llegar al aumento de 1,5ºC o de 590 Gt CO2eq para tener un 50%, a contar desde el 1 de Enero de 2016.
Para que nos hagamos una idea de cuál es la premura en aplicar medidas de reducción de emisiones, en 2015 y de acuerdo a los datos que el Centro de Estudios Atmosféricos Global (EDGAR) pasó a la Comisión Europea, las emisiones antropogénicas fueron de 36,2 Gt CO2eq y para este 2017, se esperan que sean de 41 Gt; multipliquen ustedes por 10 años y obtendrán por si mismos la respuesta.
Ante esta realidad, ¿qué? Pues en nuestra humilde opinión, mientras sea más noticia que llueva o nieve a que no lo haga, o tengamos más miedo a que nos atropelle una bicicleta que a que la gente no la use, pues mal vamos. La sordera es antológica y catastrófica, porque gritar se grita y mucho.
La semana pasada conocíamos otro estudio, en este caso hecho por doctores de la Universidad de Newcastle, donde analizaban sobre 571 ciudades europeas las consecuencias del cambio climático según los escenarios marcados por el IPCC. En él concluían que las ciudades del sur de Europa iban a sufrir un 69% más de episodios de calor extremo, con episodios de sequía catorce veces más radicales que los sufridos hasta ahora con lo que esto supone para nuestra salud, reservas hídricas y modelos de producción y económicos.
Debemos tener claro que, como Santiago A. Cantalapiedra describía en su prólogo del libro Cambio Climático S.A., “hemos pasado de la era de lucha contra el cambio climático, a la era de las consecuencias” y debemos hacernos cargo de ellas de la forma más rápida y socialmente justa posible.
Pero los gobiernos se han dedicado a lo contrario, a continuar con su lógica capitalista de acumulación de riqueza y recursos, subiendo la Frontera a latitudes cada vez más altas donde, por acción u omisión, España, como “zona cero europea del cambio climático” está a un tris de quedarse fuera de ese primer mundo climático.
Los procesos de desertización y el aumento de los ciclos de sequía nos hacen más vulnerables que el resto de países de Europa, algo ante lo que nuestro presidente, M. Rajoy, está haciendo de Richard Pryor en aquella película en la que hacía de un sordo que se enteraba de todo. Mariano hace como que no existen los problemas en la producción de alimentos y escasez de agua en la región mediterránea, cuenca del Ebro, Tajo o Guadalquivir, lo que daña al sector turístico el aumento del nivel del mar con su pérdida de playas o falta de agua en zonas principales, o como si de hilillos fueran los incendios de Galicia, Asturias, Andalucía o Castilla y León.
Mientras tanto, confirma que no se cumplirán los objetivos marcados para el horizonte 2020, retrasa la Ley de Cambio Climático, el autoconsumo y frena la transición energética. Financia con más de mil millones infraestructuras de gas o hace trampas legales a la hora de calcular las emisiones de GEI, poniendo de referencia 2005 para que las cuentas le salgan a devolver.
No hagamos como Mariano. Exijamos las transiciones justas e inminentes, descarbonicemos nuestras vidas para que estas sigan siendo vidas y pasémonos al lado de los que gritan frente a los que no quieren oír. El cambio climático ha venido para quedarse y sólo con mayorías sociales que exijan los cambios políticos y de modelo necesarios para mitigarlo podemos hacer frente al futuro sin dejarnos a nadie atrás.
Eva García Sempere es Coordinadora del Área Federal de Medio Ambiente de IU y diputada de Unidos Podemos, y Andrés Barrio es oceanógrafo e ingeniero medioambiental.
Fuente: http://blogs.publico.es/ecologismo-de-emergencia/2018/03/01/cambio-climatico-no-me-grites-que-no-te-veo/

¿Berlusconi reloaded?



El panorama político italiano es de los más complejos de las últimas décadas y puede dar distintos escenarios tras las próximas elecciones
Desde la defenestración de Silvio Berlusconi a finales de 2011, los italianos no han vuelto a elegir un presidente de Gobierno. Parece una fake news, tan de moda en estos tiempos, pero es la pura verdad. Tras la etapa del tecnócrata Mario Monti, ninguno de los siguientes presidentes del Consejo –Enrico Letta, Matteo Renzi y Paolo Gentiloni, los tres del Partido Democrático (PD)– se han presentado como candidatos a la presidencia en unas elecciones. Y la tragicomedia puede que continúe, ya que el probable ganador de los comicios que se celebrarán el próximo 4 de marzo, el redivivo Berlusconi –82 años en septiembre– está inhabilitado de por vida, a la espera de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo que podría permitirle volver a la política activa.
Efectivamente, el panorama italiano es de los más complejos de las últimas décadas. No faltan analistas, como Aldo Giannuli, que hablan de una verdadera crisis del sistema político, tras el fracaso en diciembre de 2016 de la reforma constitucional propuesta por Renzi. U otros que consideran que la Segunda República –nacida después del escándalo de Tangentópoli a principios de los años noventa– ha dejado espacio a una Tercera, cuyos rasgos aún se desconocen.
Muchas son las incógnitas para un país que lleva estancado desde hace al menos una década y mira cada vez más con cierta nostalgia a los años de los Andreotti, Berlinguer y Craxi. El reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística (Istat) mostraba una realidad desoladora: aunque el PIB haya mejorado (+1,6% en 2017), la tasa de ocupación (58%) es la más baja de los países europeos. Desde 2008 han aumentado de manera exponencial las desigualdades, la precarización del trabajo está en sus máximos históricos –gracias también a la reforma del trabajo renziana, el Jobs Act–, el paro sigue por encima del 10%, la emigración juvenil es una sangría constante y la fractura entre el norte y el sur –que según el estudio de la Asociación para el desarrollo de la industria en el Sur de Italia (Svimez) ha crecido la mitad de lo que hizo Grecia entre 2000 y 2013– es cada vez más profunda.
El Rosatellum, las incógnitas de la nueva ley electoral
Las próximas elecciones generales añaden aún más incertidumbre a un panorama poco halagüeño. Los sondeos, que se deben coger con pinzas, confirman en buena medida los resultados de las elecciones regionales sicilianas del pasado octubre, al augurar una clara victoria del centro-derecha que sumaría alrededor del 37% de los votos, seguido por el M5E, que se convertiría en el primer partido con el 28%, y el centro-izquierda que, con un PD en franco declive, podría llegar al 27%. Se trataría de una victoria del dúo Berlusconi-Salvini, de un resultado positivo, aunque no excelente, de los de Beppe Grillo y de una derrota sin paliativos de un Renzi esclavo de su narcisismo y de una estrategia suicida. Al margen de este sistema tripolar quedaría Liberi e Uguali (LeU) –la alianza formada por Sinistra Italiana, Possibile y la escisión de izquierdas del PD con dirigentes históricos procedentes del Partido Comunista, como D’Alema y Bersani; LeU presenta como candidato al presidente del Senado, Pietro Grasso, que ha recibido recientemente el respaldo de Corbyn– que se quedaría con un 6%. Difícilmente entrarán en el Parlamento la nueva lista de la izquierda que agrupa a diversos movimientos, Potere al Popolo, apoyada internacionalmente por el francés Mélenchon, y los neofascistas de Casa Pound, que con un 1-1,5% no superarían la barrera del 3%.
Sin embargo, en realidad todo son cábalas: los porcentajes de voto pueden sufrir cambios notables en cuanto a la asignación de los escaños gracias a la nueva ley electoral aprobada el pasado mes de octubre. El Rosatellum, así conocida por el nombre del diputado democrático Ettore Rosato, que como las anteriores, el Porcellum y el Italicum, puede que sea considerada inconstitucional por la magistratura en los próximos meses, es una mezcla del sistema proporcional (con que se elegirán el 61% de los diputados, con listas cerradas, sin la posibilidad del voto disgiunto y con la barrera del 3% para los partidos y del 10% para las coaliciones) y del mayoritario (con que se elegirán el 37% de los diputados en circunscripciones uninominales) tanto para la Cámara como para el Senado. Además, los partidos y las coaliciones no deben presentar un candidato a la presidencia, como en el pasado, sino sólo un “jefe político”, lo que explica que el centro-derecha pueda mantener el nombre de Berlusconi. Si a esto le añadimos la incógnita del nivel de abstención –en 2013 votó el 75%, pero en las administrativas celebradas en los últimos cuatro años no se llegó en muchos casos ni al 50%– entendemos que es extremadamente difícil prever cómo quedará el nuevo Parlamento. Los últimos sondeos, publicados el 16 de febrero, apuntan al 34% de abstención y muestran cómo más del 30% de italianos no ha decidido aún su voto.
El regreso de Berlusconi y la radicalización del centro-derecha
Todo apunta, no obstante, a que serán tres los posibles escenarios, que tendrían siempre a Berlusconi como eje. En el primer caso, el centro-derecha conseguiría la mayoría absoluta en el Parlamento –no es fácil, pero no es imposible– y tendría que escoger a un presidente, teniendo en cuenta la inelegibilidad del exCavaliere. Se habla de algún perfil prestigioso, pero círcula cada vez más el nombre de Antonio Tajani, actual presidente del Parlamento Europeo, que permitiría a Berlusconi –que se presenta ahora como un baluarte del europeísmo liberal contra el populismo de los grillini– un mayor acercamiento a las instituciones comunitarias. Es sintomático que Merkel, con quien el multimillonario de Arcore nunca tuvo buenas relaciones, haya dejado de criticarle. Mucho dependerá de qué porcentaje de votos obtengan los partidos que forman la coalición: según los sondeos, Forza Italia llegaría al 15-17%, la Liga Norte al 12-15% y Fratelli d’Italia –la derecha hija de Alianza Nacional y nieta del Movimiento Social Italiano– el 5%. Sin embargo, el reciente atentado contra migrantes en Macerata –llevado a cabo por un neofascista vinculado al partido de Salvini– puede modificar la situación: se ha desatado una ola de xenofobia y el tema de la inmigración, que ha copado todas las primeras páginas, será monotema hasta el 4 de marzo.
Lo que es cierto es que la distancia entre Forza Italia y la Liga Norte marcará la etapa post-electoral, tanto si el centro-derecha obtiene la mayoría absoluta como si no llega a los 316 diputados en el Parlamento. El joven y mediático líder leguista, Matteo Salvini, que ha llevado a cabo una lepenización del partido fundado por Bossi, no abandona su proyecto de OPA sobre el centro-derecha para la etapa post-berlusconiana. Un proyecto que, aunque Forza Italia quedase primera dentro de la coalición, muestra un cambio de época, como apuntaba recientemente Michele Prospero: en comparación con el pasado, la componente empresarial-berlusconiana ha pasado a ser más subalterna en la coalición respecto a la hegemonía cultural y organizativa de las derechas más radicales, que sumarían el 20% de los votos. En los anteriores gobiernos de centro-derecha (1994, 2001-2005 y 2008-2011), era Berlusconi quien detentaba la centralidad, mientras las derechas eran percibidas como algo marginal. Ahora es justo al revés. Sin Salvini y Meloni, el exCavaliere sería irrelevante. Tanto que la Liga ha conseguido imponer sin muchas dificultades a su candidato, Attilio Fontana, en Lombardía –donde se votará también para las regionales– asegurándose otros cinco años el control de la región más rica de la península.
Gran coalición o ingobernabilidad
El segundo posible escenario sería el pacto del Nazareno bis, es decir un gobierno de gran coalición al estilo alemán entre el PD y Forza Italia que podría confirmar Gentiloni, figura política al alza, como presidente de Consejo. Muchos apuestan por esta solución, que calmaría a quienes en Bruselas ven con preocupación la participación de Salvini en el gobierno italiano. Para que esta opción sume deberá haber algún apoyo o alguna abstención, lo que es toda una incógnita, aunque sabemos que el transformismo es una tradición política del Belpaese.
El tercer escenario sería el de la ingobernabilidad, donde nadie tiene una mayoría clara y la correlación de fuerzas –o de impotencias– impide pactos transversales. En ese caso, en el palacio Chigi [sede del Gobierno] podría seguir el mismo Gentiloni con la tarea de reformar la ley electoral hasta unos nuevos comicios dentro de un año. Sería la llamada fórmula del “Gobierno del presidente”, un ejecutivo inspirado por el presidente de la República, Sergio Mattarella, y apadrinado por los poderes fuertes, tanto italianos –el expresidente Giorgio Napolitano alabó Gentiloni– como europeos –Merkel, Macron y también Juncker se dejaron fotografiar recientemente con el actual jefe de Gobierno.
Habría un cuarto escenario, sobre el cual han corrido ríos de tinta, aunque parece extremadamente improbable: un gobierno entre los Cinco Estrellas y la Liga Norte, que pondría sobre la mesa el tema de la soberanía nacional, el bloqueo a la inmigración y un posible referéndum sobre el euro. El giro que han dado los grillini en los últimos meses parecería descartar esta hipótesis, pero todo dependerá de los resultados electorales. El jefe político del M5E, Luigi Di Maio, vicepresidente de la Cámara en la última legislatura, trabaja para mostrar un nuevo perfil del Movimiento, más moderado e institucional: en esta dirección se explica el nuevo Estatuto del partido, que abre por primera vez a posibles alianzas post-electorales; el alejamiento de Grillo, que ha abierto un nuevo blog desvinculándose, al menos parcialmente, del M5E; y la presencia en las listas de figuras cooptadas de la sociedad civil –destacan los pequeños empresarios– que han sustituido a un número no desdeñable de los candidatos elegidos a través del opaco proceso de selección interno, en el que han participado tan sólo 40.000 simpatizantes y que ha desatado una retahíla de críticas. Di Maio intenta vender la imagen de un futuro gobierno grillino de los “competentes”, obviando las muchas ambigüedades del M5E, a partir de la posición sobre la inmigración y de la vergonzosa campaña en contra de las ONG que operan en el Mediterráneo.
Hay quien tampoco descarta un quinto escenario: el de un gobierno que reuniría al PD, la izquierda y los grillini. De momento, parece sólo política-ficción, aunque, como bien sabemos, los caminos son inescrutables, sobre todo en los palacios romanos. Pero es impensable imaginar un partido cada vez más de centro como el PD, con un Renzi que coquetea con Macron y hasta con Rivera, y que alaba la tercera vía blairiana, aliado con la izquierda, que no lo quiere ver ni en pintura. Además, en la confección de las listas electorales, el florentino ha marginado las oposiciones internas que quedaban en el partido (el ministro de Justicia, Andrea Orlando y el gobernador de Apulia, Michele Emiliano) y ha abierto la puerta a exberlusconianos como Pierferdinando Casini y Beatrice Lorenzin. Parece que el tiro le saldrá por la culata a Renzi, ya que los sondeos dan al PD el 22-23%: salvaría los muebles, llegando al 27%, sólo gracias al aporte de la lista +Europa, de la radical Emma Bonino. Eso sí, Renzi tendrá un grupo parlamentario de fieles que no le pondrá pegas en el futuro. Lo que es cierto es que el modelo prodiano [de Romano Prodi] del centro-izquierda –con el que muchos todavía sueñan– no tiene posibilidades mientras Renzi siga al mando, aunque en el Lacio, donde también se votará para las regionales, LeU ha decidido apoyar la reelección del actual gobernador, el democrático de izquierdas Nicola Zingaretti, que debería ganar, ya que el centro derecha se presenta dividido.
A la espera de la noche del 4 de marzo, no nos queda otra que recordar uno de los más famosos aforismos del escritor Ennio Flaiano, histórico colaborador de Federico Fellini: “la situación política en Italia es grave, pero no es seria”.
Steven Forti es profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona e investigador del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidade Nova de Lisboa. Sus más recientes publicaciones son El proceso separatista en Cataluña. Análisis de un pasado reciente (2006-2017) (junto a A. Gonzàlez i Vilalta y E. Ucelay-Da Cal; Comares, 2017) y Ada Colau, la città in comune. Da occupante di case a sindaca di Barcellona (junto a G. Russo Spena; Alegre, 2016).
Fuente: http://ctxt.es/es/20180228/Politica/18107/Italia-elecciones-Berlusconi-Renzi-Salvini-derecha-Forza-Italia-rosatellum.htm

La adicción a Internet: un nuevo pánico moral


disidentia.com

La adicción a Internet: un nuevo pánico moral

José Antonio Gabelas

En los últimos tiempos se han encendido las alarmas sobre el exceso de tiempo que dedicamos a las diferentes pantallas, en particular a Internet, los videojuegos y los dispositivos móviles. Alarmas de los padres, de las empresas, de los colegios, incluso una de las últimas campañas de la Dirección General de Tráfico, en España, lucía el eslogan “Al volante pasa del teléfono móvil.” Como es habitual en estos casos, los titulares y las portadas de los medios amplifican los temores.
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El pánico moral es tan antiguo como la humanidad, es incierto y volátil. Se nutre del factor sorpresa y tiene la facultad de aparecer y desaparecer según se mueven las tendencias y las corrientes de opinión, cargadas de intereses opacos. Stanley Cohen y Stuart Hall proponen un análisis de este temor que genera una amenaza. Su análisis se aplicó a las prácticas y consumos de las subculturas juveniles en los años sesenta en Gran Bretaña para entender por qué emerge la percepción de riesgo, muy  presente siempre que nos acercamos al territorio de la tecnología y sus lugares virtuales.
El uso de teléfono móvil se incrementa significativamente a partir de los 10 años hasta alcanzar el 90,9% de los que han cumplido los 15
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística del último trimestre de 2017, el 78,7% de los hogares españoles tiene acceso a la Red, frente al 74,4% del año anterior. El uso de ordenador entre los menores es prácticamente universal (95,1%), mientras que el 93,6% utiliza Internet. El uso de teléfono móvil se incrementa significativamente a partir de los 10 años hasta alcanzar el 90,9% de los que han cumplido los 15. Son cifras que describen los consumos.

El “síndrome” de Internet

Enseguida llegan los “datos preocupantes.” Señala el presidente de la Asociación de Usuarios de Internet, que “el 33 de las consultas de pediatría tiene que ver con temas cibernéticos, con el uso del teléfono móvil”. En esta línea, la Estrategia Nacional de Adicciones  aprobada recientemente por el Consejo de Ministros en España, incluye  por primera vez las nuevas tecnologías, los juegos online y los videojuegos como adicciones sin sustancia.
El DSM-5, manual publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, no incluye a Internet en su última versión la categoría llamada “trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos,” en la que sí se encuentran una serie de diagnósticos denominados “trastornos por consumo”, que sí incluyen tabaco, alcohol, estimulantes y otras sustancias. Hasta hoy, la única conducta relacionada con el uso de pantallas considerada como adicción es el juego patológico. Tampoco  la CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), manual publicado por la OMS consideran entre sus diagnósticos la adicción a Internet.
Recuerden la larga lista de productos milagro que forman parte de la historia milenaria de la humanidad, desde la célebre piedra filosofal popularizada por Harry Potter que otorgaba la juventud y felicidad, hasta las cremas adelgazantes de la actualidad. La fórmula no falla, se crea la necesidad y  se ofrece la solución.
Primero inventan un síndrome, señalan unos indicadores que valoren el trastorno, y finalmente ofrecen una terapia que lo cure
Primero inventan un síndrome, señalan unos indicadores que valoren el trastorno, y finalmente ofrecen una terapia que lo cure. Una actividad fraudulenta, sencilla y frecuente en el ámbito de la salud. Ya  existen las primeras clínicas que ofrecen tratamiento para el supuesto síndrome que ha estado debidamente divulgado por famosas investigadoras como Kimberly Young. En España es fácil encontrar centros en las grandes ciudades que atienden estos supuestos trastornos, y en China proliferan los centros de rehabilitación para “adictos a Internet.”
También tenemos la  nomofobía, no-mobile-phone, sin telefonía móvil, que incluye la “adicción al teléfono móvil,” una alarma más que incita el pánico social que aparece crónicamente. En 1999 Henry Jenkins intentó convencer al Senado norteamericano de que los dos adolescentes que asesinaron a doce estudiantes y un maestro en Colorado, no habían actuado influidos por la televisión ni los juegos en línea. También de que el caso no formaba parte de una ola de violencia entre la juventud. Por lo que cuenta el propio Jenkins no sirvió para nada su intervención porque no lo creyeron, afortunadamente tuvo mucho más éxito la lista de correo que empezó a enviar a sus seguidores.
Admitir la adicción a internet y al teléfono móvil no tiene fundamentos clínicos, no es una certeza científica
Admitir la adicción a internet y al teléfono móvil no tiene fundamentos clínicos, no es una certeza científica. Tampoco sale gratis porque tienes sus consecuencias. Puede provocar debates legales como así ha ocurrido con adicciones confirmadas (tabaco, alcohol), o puede ser un atenuante para comportamientos delictivos. Imaginen ustedes que tras un vandalismo contra la seguridad pública, se decide eximir o atenuar la responsabilidad del acto porque el causante ha dedicado demasiado tiempo a Internet y las redes sociales.

El mal uso y el abuso

Es muy cómodo criminalizar unos usos desde la ignorancia. La búsqueda de chivos expiatorios funciona muy bien para ocultar las raíces de los problemas, y liberarse de responsabilidad. Toda familia tiene su “oveja negra”. Y toda sociedad asigna este rol a determinadas conductas. Unas veces es la policía por su actuación desmedida, otra los inmigrantes que provocan desorden social, o los jóvenes porque son jóvenes, atrevidos y diferentes. Antes de Internet, el peligro estaba en la televisión y los videojuegos.
El uso, el mal uso y abuso forman parte del consumo, de cualquier consumo, y no por eso se trata de un crimen
Por tanto, seguir con el tam-tam del pánico social y moral, sí que llena portadas y titulares pero también provoca importantes confusiones. El uso, el mal uso y abuso forman parte del consumo, de cualquier consumo, y no por eso se trata de un crimen. No olvidemos que cualquier adicción genera tolerancia, Internet provoca una fascinación inicial, como el piso y el coche nuevo,  también ocurre con cualquier tecnología, pero con el tiempo desaparece, es una fascinación que a partir del segundo año se reduce un 17%.

Por otro lado, el conjunto de prácticas que permite Internet admite diferentes formas, desde navegar en la búsqueda de información, hasta consultar las redes sociales o ver vídeos en alguna plataforma. Esta diversidad de usos abre un gran abanico de variables que dificulta un análisis objetivo y preciso de las intenciones y consecuencias de estos hábitos.

Ya no son TiCs sino TRICs

Las TIC son ya un término caduco, que no han sabido observar y escuchar lo que ocurre en el ocio digital, en las redes sociales, en los juegos online, en las plataformas colaborativas de entretenimiento y elearning. Diferentes investigadores proponen las TRIC  (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación), no con la intención de añadir una sigla más a las sopas de letras que ya tenemos, sino para nombrar lo que realmente ocurre. El discurso y modelo TIC siempre se centró en la tecnología, con las TRIC  la relevancia recae en lo humano y su potencial para las  relaciones (sociales y sinápticas).
Cuando se genera un miedo aparecen las paradojas. Sociales, porque se criminaliza unos abusos como la desconexión y el aislamiento que produce Internet cuando ocurre todo lo contrario, dado que es la oportunidad para una enorme actividad social desde el cotilleo, hasta el intercambio o la producción colaborativa. Escolares porque cuestionan el teléfono móvil en el aula, cuando el conflicto no está en el dispositivo, sino en el planteamiento que se hace de su uso.
Los padres se alarman ante la cantidad de horas que sus hijos pasan delante de las pantallas, pero les compran su primer teléfono móvil a los diez años o antes
Los padres, además de desorientados, que lo están, se alarman ante la cantidad de horas que sus hijos pasan delante de las pantallas, pero les compran su primer teléfono móvil a los diez años o antes, y apenas están con ellos cuando deben crear los buenos hábitos de consumo digital. Se preocupan mucho de lo que comen sus hijos, pero son inconscientes o se despreocupan de lo que sienten, piensan y respiran en la Red. Y los medios de comunicación, como siempre han hecho, lanzan escandalosos y frívolos titulares sobre las adicciones, y a su vez, critican la alarma social que ellos mismos han creado en la opinión pública.
Las tecnologías no son buenas ni malas, ni dependen solo de su uso. Estamos y somos en la (tecnología). Es un entorno y nuestra manera de pensar, sentir y convivir forma parte de este entorno. Es cierto que la crítica ha precisado siempre distancia, ocurre cuando leemos un libro, vemos una serie, o estamos en el cine. Siempre hubo una distancia mínima entre mirada y espectáculo. Hoy, en este entorno, la distancia ha desaparecido, son necesarios otros indicadores y otros parámetros que propongan otros modelos de análisis donde la inmersión, simulación, interactividad faciliten la mirada crítica.