Libia fue un punto neurálgico de la política de Clinton en su etapa como secretaria de Estado, siendo muy criticada su gestión tras el ataque contra el consulado de EE.UU. en Bengasi. La exsecretaria de Estado estadounidense y precandidata demócrata, Hillary Clinton, defendió este domingo las acciones bélicas de EE.UU. y de la OTAN en Libia, argumentando que si Washington no hubiese participado en los bombardeos que condujeron a la caída de Muammar Gaddafi, ese país estaría hoy en día como Siria.
© Esam Al-Fetori / Reuters
Una de las calles de la ciudad libia de Sirte tras violentos enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno interino y partidarios de Muammar Gaddafi, el 18 de octubre de 2011.
Si bien reconoce en declaraciones a la cadena
CBS
que la situación en Libia no es óptima, la aspirante a la presidencia de EE.UU. justifica las acciones bélicas del pasado. "La ausencia de acción por parte de la OTAN o de miembros de la Liga Árabe, probablemente, habría convertido a Libia en algo como Siria, lo que, creo, habría sido una situación aún más peligrosa", dijo Clinton.
La precandidata culpó a "fuerzas externas" de la situación que atravesó Libia, afirmando que en el país norteafricano han tratado de subvertir la voluntad del pueblo, que ha votado dos veces por líderes moderados.
Libia ha sido un punto neurálgico para Clinton, objeto de duras críticas por su gestión como secretaria de Estado tras el ataque contra el consulado de EE.UU. en Bengasi, en el que fallecieron el embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses.
La destrucción de Libia
Hasta la intervención de la OTAN, Libia era considerada, gracias a su petróleo, como una de las economías más prósperas de la región con más de 14.000 de dólares PIB per cápita en el año 2008. Para el año 2011, esa cifra había caído hasta los 5.517 dólares y solo logró alcanzar los 1.000 dólares en 2014.
En la revolución de Libia, que tuvo lugar entre febrero y octubre de 2011, los seguidores de Gaddafi se enfrentaron contra las fuerzas opositoras, apoyadas por la Alianza Atlántica. Este conflicto costó la vida a miles de personas y causó un gran daño en la economía y las infraestructuras del Estado norteafricano.
Cinco años después de la intervención de la OTAN en Libia, Amnistía Internacional denuncia que a los miembros de la coalición de la OTAN hay que pedirles cuentas por los "horrores que se desarrollaron en Libia".
"La restauración del imperio de la ley debe ir junto con la justicia por los crímenes y la ayuda humanitaria de vital importancia. El mundo no puede fallarle a los libios en su momento de necesidad", comenta Said Boumedouha, miembro de Amnistía Internacional.