viernes, 8 de diciembre de 2017

Al Quds (Jerusalén): Thank you Mr. Trump


Al Quds (Jerusalén): Thank you Mr. Trump


Por Aritz S.O.



El presidente Trump hacia efectiva una decisión tomada por amplia mayoría del Congreso allá por el ´95 donde reconocían Al Quds (Jerusalén), como capital del régimen sionista de Israel.
Una vergonzosa acción pero que podría ser una buena oportunidad para desenmascarar a ciertos actores políticos.





Por Aritz S.O.


El presidente Trump declaraba hoy, 6 de diciembre del 2017 que ejecutaría y llevaría acabo el mandato aprobado por todo el conjunto de la clase política estadounidense en 1995. El Emperador de emperadores, solo ha ejecutado algo en que todos estuvieron de acuerdo, demócratas y republicanos, y que seria el reconocimiento de Al Quds “Jerusalén” como capital de la entidad sionista de Israel. Cierto es también, que en la practica ninguno de los anteriores presidentes se atrevió a llevarlo a cabo, ni Clinton, ni Bush, ni Obama. Pero no seamos ilusos, no lo postergaron por el pueblo palestino o como dijeron los tres dirigentes, porque su ejecución seria dar la opción al Congreso “de intromisión en asuntos de países extranjeros”. Es de chiste pensar que de verdad EE. UU. este preocupado por la independencia política y social de los países del Mundo, cuando es bien sabido por todo el globo que son los amos de la injerencia y el sufrimiento mundial.


El pirómano de la Casa Blanca, ni es mas bestia ni le gusta mas la guerra que a sus predecesores… en mi opinión lo único diferente en él, es que es más tonto y no disimula lo mas mínimo ni sus planes ni sus ideas, las cuelga en Twitter. Habiendo dicho esto, podemos estar tranquilos ya que nada cambia realmente si en el despacho esta Donald el ridículo e imbécil misógino, Hillary la pro-yihadista y psico-killer, Obama el Nobel asesino o Bush el mentiroso que hablaba con Dios… todos tienen los mismos dueños, el SIONISMO.


En Estados Unidos solamente el 2.1% de la población es judía, algo superior a la población musulmana que ronda el 1.3% por poner un ejemplo. En teoría no debieran suponer un grupo de presión fuerte en cuanto a soporte poblacional, pero en el caso judío es totalmente lo contrario, es el mayor “lobby” del país e infinidad de políticas son llevadas a cabo por la presión de éste grupo. Aclarar que el dominio del poder en los Estados Unidos estaría bajo el sionismo y no del judaísmo. El sionismo sin entrar en detalles es el movimiento político que hizo fraguarse el “Eretz Israel”, la Tierra de Israel y que estuvo vinculada al colonialismo británico. En el movimiento podemos encontrar infinidad de variantes desde los “kibutz” socialistas al “tradicionalismo” revisionista pero el grupo más fuerte y al que toda la elite gobernante pertenece, se conoce como, Sionismo religioso. No es judaísmo, de hecho en muchos aspectos el sionismo y el judaísmo chocan fuertemente y cada uno defiende posiciones enfrentadas. El sionismo religioso en teoría solo es representado por un grupo, pero la realidad es otra muy distinta. Toda la clase política y las elites económicas y lobbies comparten y profesan esta visión e ideología. Salvando las diferencias pero para ayudar a su comprensión, sería como decir que en el Estado español las doctrinas del franquismo solo las comparten partidos como España2000 o la Falange y ninguno más (nos suena alguno más, ¿verdad?).


Dicho esto, en mi opinión el Sionismo es mucho mas que un lobby. Los lobbies son grupos que actúan desde fuera del sistema para intentar influenciar y llevar acabo su agenda o intereses, pero desde los años 40 en Estados Unidos el lobby sionista es mucha mas que eso. Podríamos decir que el Sionismo forma parte del actual circulo de Poder de USA, con directivos, políticos y oligarcas en las más altas esferas del país, marcando la geopolítica del Imperio. A ellos se achacan las políticas “Contra el Terror” que llevarían a la Invasión Iraquí, a las sanciones contra Irán y las constantes amenazas de destrucción del país persa o incluso la injerencia imperialista contra la Republica Siria o el apoyo incondicional a Arabia Saudí y su coalición contra el Yemen, uno de los países mas pobres del Mundo.


Pero no todo es negativo con la declaración del presidente Trump, también puede ser una buena opción para desenmascarar a diferentes agentes políticos, medios o “expertos” que no han hecho mas que engañar a la gente y en general al resto del Mundo en los últimos años. Por ejemplo, me pregunto si la podrida Liga Árabe ¿condenara a EE. UU. e Israel con sanciones y les darán 48 horas antes de ser borrados del mapa, como hizo con el Yemen hace ya tres años? ¿Amenazará con el bombardeo del Palacio de Nethanyahu en Tel Aviv, como haría con Muamar Gaddafi o Bashar Al Assad? ¿Sanciones? ¿Ruptura total de relaciones (económico-militares incluidas)? Apuesto a que no. También podría valer para desenmascaras a tantos medios y tertulianos bien pagados que dicen estar con el oprimido en Yemen, Ucrania, Libia, Venezuela o Siria, pero lo que tienen es una agenda bien marcada por sus dueños sionistas, saudíes o cataríes para la asimilación y transformación de injerencias imperialistas en revoluciones “chupiguay” fáciles de compartir en Facebook o Twitter. Léase, Venezuela, Siria, Yemen o Libia.


(Una Libia por ejemplo, en la que muchos políticos, expertos o medios (incluidos “progres”) apoyaron la invasión de la Republica a manos de la OTAN y de mercenarios y yihadistas venidos de todo el Mundo… y ahora lamentan las imágenes de miles de “negros amigos de Gaddafi” siendo vendidos por 80 euros. Realmente repugnante la bajeza moral de algunos/as.)


Al Quds para los musulmanes o Yerushalayim para los hebreos es un lugar sagrado y especial para las tres grandes religiones monoteístas. Pero más allá de eso, para el pueblo palestino independientemente de su credo, Al Quds se entiende como una extensión de su existencia e identidad. La declaración de Trump fue una bravuconería más del ridículo machito ya que tras la rueda de prensa dictó el decreto presidencial que lo paralizaba momentáneamente. La declaración aclaró de una vez por todas cual es la posición estadounidense respecto al conflicto palestino-israelí, y la nula empatía respecto a un pueblo indefenso, desplazado y desterrado de su tierra. Trump como tantos otros políticos ha roto su palabra y lema de campaña “Make America, great again”, podríamos decir que con las políticas de apoyo incondicional a Arabia Saudí e Israel (igual que su opositora Hillary) lo único que hará grande en América serán los ingresos por ventas de armas y la muerte en el resto del Mundo.


Veremos qué ocurrirá en las próximas semanas o meses, pero queda claro que la solución de los dos países jamás se ha llevado a cabo seriamente. Era una utopía en realidad y una esperanza con la que las potencias nos engañaban a todos quienes creemos en el innegable derecho del pueblo palestino a una tierra y una vida digna. Esta declaración viene también en un “tempus” especial y seguro que no es casualidad, 48 horas antes de la declaración de Trump el Eje de la Resistencia unía por tierra por primera vez en décadas el eje Líbano (y Hezbollah), Siria, Iraq e Irán. Decir que estos países y grupos han sido el sustento incondicional de la Resistencia palestina y aunque determinados lideres palestinos viviendo en Doha los hayan traicionado en el pasado por petrodólares saudíes, éste Eje jamás ha dado la espalda al pueblo palestino y seguro que no sucumbirán ahora al imperialismo y el sionismo.


Es esclarecedor también que esos países y grupos se encuentran en el ojo de todo huracán, amenazas de Trump, sanciones de la Liga Árabe so petición de Arabia Saudí, bombardeos y amenazas de Israel o incluso el DAESH acompaña a los “infieles” en su odio al Eje de la Resistencia como han demostrado en la Guerra Imperialista Siria. Un ISIS que dicho sea de paso, jamás ha atacado a Israel y lo denomina “aliado contra los infieles”. Un régimen sionista que continuamente da cobertura aérea a los islamo-fascistas en su lucha contra el Ejército sirio o sus aliados y que no esconde su apoyo a los radicales y su amistad con el Reino wahabí reaccionario de Arabia Saudí. Veremos también la reacción de la tan “independiente” Ummah Islámica (comunidad de todos los musulmanes, sin distinción de sectas) que hasta la fecha sus líderes fueron un títere de los petrodólares. El Imperialismo no es un tema obsoleto de la Guerra Fría, esta latente y sigue vivo… puede que con nuevos actores, como el sionismo israelí o el wahabismo takfirie saudí pero que no nos engañen, sigue vivo y más fuerte y encubierto que nunca.


Para terminar, citaré las palabras de Sayyed Nasrallah líder de Hezbollah:


“Al Quds es y será la capital palestina. Ciudad de todos los musulmanes, cristianos y judíos. La Resistencia será victoriosa, Insha´Allah”.






Aritz S. O.

A 30 años de la ‘Intifada de las piedras

A 30 años de la ‘Intifada de las piedras’

Por María Landi
El estallido se inició el 9 de diciembre de 1987 en un checkpoint militar del campo de refugiados de Yabaliya, en Gaza, cuando un jeep israelí atropelló a un camión que llevaba trabajadores palestinos, matando a cuatro; y en la protesta popular que siguió al incidente, un soldado acribilló a un adolescente de 17 años.
María Landi

Este año de aniversarios significativos para Palestina[1] se cierra conmemorando los 30 años de la –mal llamada–  “Primera Intifada[2]: el mayor levantamiento masivo del pueblo palestino, que reinstaló su causa en la agenda internacional y despertó una oleada de simpatía popular en todo el mundo.
El estallido se inició el 9 de diciembre de 1987 en un checkpoint militar del campo de refugiados de Yabaliya, en Gaza, cuando un jeep israelí atropelló a un camión que llevaba trabajadores palestinos, matando a cuatro; y en la protesta popular que siguió al incidente, un soldado acribilló a un adolescente de 17 años. Sin embargo, esos hechos violentos –y varios que los precedieron– fueron la gota que desbordó el vaso de una población sometida durante 20 años[3] a un brutal régimen militar y colonial que, después de arrebatarles su tierra para entregarla a colonos judíos llegados de Europa y de todo el mundo, les negaba los más elementales derechos humanos, así como su historia y su identidad como pueblo originario de esa tierra, castigando con la cárcel y la deportación masivas cualquier intento de resistencia. En esos 20 años, 200.000 palestinos/as habían pasado por las cárceles israelíes, y 4.500 permanecían en ellas en 1987.
La Intifada tomó por sorpresa tanto al régimen israelí como a los dirigentes de la OLP exiliados en Túnez, pues no fue responsabilidad de ningún partido. Una generación entera que había nacido y crecido bajo la ocupación se irguió como protagonista y marcó un parteaguas en la larga historia de resistencia palestina: hasta ese momento la iniciativa había estado fuera de los territorios ocupados, en los líderes de la OLP que conducían la lucha armada desde Jordania, Líbano y Túnez sucesivamente.
Sin embargo en diciembre de 1987 el pueblo bajo ocupación dijo “¡Basta!” y salió a las calles masivamente para enfrentar desarmado a uno de los ejércitos más poderosos del mundo. La imagen icónica de los niños lanzando piedras a los tanques se convirtió en todo un símbolo del levantamiento palestino, invirtiendo el mito de David y Goliat que Israel había propagado eficazmente al presentarse como víctima amenazada y agredida por el poderoso mundo árabe.
Si bien hubo acciones armadas, el levantamiento fue fundamentalmente una insurrección civil[4]. La resistencia se organizaba en las ciudades, pueblos, aldeas y campos de refugiados a través de comités populares que garantizaban la subsistencia de la población, así como las tareas educativas y de salud durante los bloqueos y toques de queda. La conducción estaba en manos de una coalición plural, clandestina y bien organizada: el Mando Nacional Unificado de la Intifada, que dirigía las acciones de protesta. Allí estaban representados Fatah como principal partido y los marxistas FPLP, FDLP y PPP. Los partidos islamistas (Hamas y Yihad Islámica) hicieron su irrupción pública a poco de iniciarse la Intifada, pero no integraron el MNUI, que se mantuvo como un movimiento secular.
Aunque la mayoría de la población palestina tiene menos de 30 años, mucha gente recuerda con nostalgia la primera Intifada. El tema suele aflorar en las conversaciones con cualquier persona mayor de 40 años, y todas tienen anécdotas para contar sobre esa resistencia popular y bien organizada, que se mantuvo durante casi cinco años a pesar de la brutal respuesta represiva israelí y del alto costo que pagaron las familias y comunidades. Abundan los relatos sobre las diversas formas que adoptó esa resistencia: desde la lucha permanente en las calles y las huelgas prolongadas hasta el no pago de impuestos y el boicot a instituciones y productos israelíes –y lo que implicaba en términos de organizar alternativas de subsistencia. Una eficaz red subterránea permitía coordinar las diversas tareas de resistencia; entre ellas, cursos clandestinos para que la niñez y la juventud pudieran continuar estudiando. Cada acción implicaba, además, prepararse para enfrentar la reacción del enemigo y tratar de minimizar sus costos. Por ejemplo, el no pago de impuestos fue castigado con el allanamiento de hogares y la ‘confiscación’ (eufemismo sionista para referirse al robo de tierras y propiedades palestinas) de los bienes particulares de las familias.
La Intifada generó un sentimiento de empoderamiento colectivo, así como una subversión de las convenciones sociales. Por ejemplo, las mujeres salieron del espacio doméstico y asumieron nuevos roles productivos y políticos, organizándose en los comités locales para asegurar la efectividad de las tareas de boicot y subsistencia a nivel comunitario, y también participaron activamente en la movilización popular.
La reacción sionista fue, como siempre, brutal y desproporcionada: cierre de escuelas y universidades, toque de queda, cerco a las ciudades, represión feroz de las manifestaciones, demolición de casas sin previo aviso, destrucción de cosechas y árboles de olivo, desvío de fuentes vitales de agua (provocando una deliberada escasez en las comunidades), deportación de activistas y despidos masivos de quienes trabajaban en Israel. El entonces Ministro de Defensa Isaac Rabin ordenó a los soldados “quebrar los huesos” de los niños que tiraban piedras. Entre 1987 y 1991 las fuerzas israelíes asesinaron a más de 1.100 personas (muchas de ellas menores de edad), hirieron a decenas de miles y detuvieron a más de 120.000 personas. El Consejo de Seguridad de la ONU emitió varias resoluciones condenando a Israel por el alto número de muertes, deportaciones masivas y destrucción de viviendas, acusándolo de violar los Convenios de Ginebra. El levantamiento tuvo como saldo más de 1400 muertes palestinas (incluyendo 237 menores de 17 años) y 185 israelíes.
Si bien la conducción de la insurrección estaba en manos del MNUI, los dirigentes de la OLP intentaron dirigir el proceso ‘por control remoto’ desde Túnez. La unidad también se veía amenazada por el faccionalismo y la lucha de poder entre dirigentes partidarios que tenían un margen de actividad y visibilidad pública del que carecían los líderes clandestinos del MNUI. Estos factores, junto con el desgaste natural de la sociedad civil al tener que hacer frente a una represión implacable y cada vez más dura, llevaron a un debilitamiento del proceso. Mientras la gente resistía en las calles, en los barrios, aldeas y campos de refugiados, y pagaba con su sangre el precio más alto, el MNUI perdía independencia y la cúpula de la OLP buscaba acercamientos con el enemigo para negociar un acuerdo[5]. Al mismo tiempo, al pueblo palestino le iba quedando claro que no podría contar con el apoyo de los gobiernos árabes –a pesar de la simpatía de sus pueblos. El estallido de la guerra del Golfo en 1991 terminó de inclinar la balanza en contra de la rebelión palestina.
Las maniobras de Israel y Estados Unidos para neutralizar la Intifada cooptando a Arafat y la dirigencia de la OLP (controlada por Fatah) dieron su fruto con la convocatoria a la Conferencia de Paz de Madrid (1991). Ésta puso en marcha el falaz “proceso de paz” que llevaría a la firma de los Acuerdos de Oslo I (1993) y Oslo II (1995). Ese giro significó el certificado de defunción de la Intifada popular, y el inicio de un proceso que convirtió la lucha de liberación nacional en un remedo de ‘autonomía’, y a los líderes de esa lucha en una élite ocupada (en todos los sentidos de la palabra) en la ‘administración’ de insignificantes parcelas del territorio controlado por Israel. A la flamante ANP se le otorgó mucho menos poder del que detentaban los reyezuelos títeres de los bantustanes durante el apartheid sudafricano –aunque su funcionalidad política era muy similar.
Oslo significó también la fragmentación territorial, la atomización social y política, un mayor estrangulamiento de la economía palestina y la introducción de políticas neoliberales para convertir a la población ocupada en consumidora y dependiente de hipotecas y préstamos financieros, o de los salarios de la ANP. Este perverso sistema de control se desplegó en paralelo con el avance implacable de la colonización israelí, que en 20 años de ‘proceso de paz’ triplicó el número de colonos viviendo en el territorio ocupado.
La frustración de la gente ante la trampa de Oslo, así como las políticas represivas y belicosas de Ariel Sharon llevaron en 2000 al estallido de la “Segunda Intifada”, que tuvo un carácter completamente distinto por la preeminencia de los movimientos islamistas y sus cruentas acciones armadas, en desmedro de la participación popular –hasta tal punto que mucha gente en Palestina (y en particular algunas feministas) no la consideró una verdadera Intifada popular. Su derrota significó la profundización de la dominación israelí a niveles hasta entonces desconocidos, en particular con la construcción del Muro y el sistema asociado de permisos y checkpoints para garantizar aún más la fragmentación del territorio, el control de la población ocupada y la supresión total de su libertad de movimiento. La corrupción y degradación de la ANP y su red clientelar, su imperdonable colaboración con Israel, su renuncia a luchar por Jerusalén y por la población refugiada, llevaron al ascenso de Hamas en 2006. Su enfrentamiento con Fatah en 2007, y la capitalización que Israel ha sabido hacer de esa endémica lucha fratricida, han acentuado el aislamiento de la bloqueada Franja de Gaza del resto del territorio palestino, y la dificultad para reconstruir un proyecto de liberación nacional.
Sin embargo, a pesar del estancamiento provocado por el proceso de Oslo y el faccionalismo político, la mejor expresión de la sociedad civil palestina parece haber empezado a rescatar el espíritu rebelde, plural y unitario de aquella Intifada en el vigoroso movimiento BDS, que no deja de crecer dentro y fuera de Palestina, a pesar de los ingentes esfuerzos de Israel por criminalizarlo y destruirlo. Su potencial es enorme, si consideramos que los territorios ocupados son el tercer mercado de la economía israelí, y que es una batalla que puede librarse desde el interior de cada hogar y de cada conciencia, en una variante de resistencia clandestina más difícil de suprimir.
Treinta años después de la Intifada, las y los palestinos tienen razones sobradas para recordar con nostalgia aquella época en la que luchaban porque “no teníamos nada que perder”, y porque había un programa de resistencia común y un liderazgo unido para conducirlo. Pero el movimiento BDS posee ambos, y una creciente plataforma de apoyo y legitimidad internacional. Los sionistas lo saben, y por eso el BDS les quita el sueño.
NOTAS
[1] 100 años de la Declaración Balfour que dio luz verde a la colonización sionista, 50 de la ocupación de la totalidad de Palestina, 10 años del bloqueo a la Franja de Gaza, y el que recuerda esta columna.
[2] Intifada es una palabra árabe que significa literalmente “sacudida” y designa un alzamiento popular. La verdad es que a lo largo del siglo XX el pueblo palestino se levantó muchas veces contra la dominación británica y la colonización sionista (por ejemplo en 1929, 1936-39, 1976, 1979-80).
[3] Los 20 años se cuentan desde la ocupación de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en 1967, sin olvidar que la mayor limpieza étnica de Palestina se inició en 1948 en el territorio que hoy ocupa el Estado de Israel.
[4] A pesar de la brutal represión israelí, la dirección de la Intifada se mostró contraria a usar armas en las protestas. Las cifras indican que sólo un cinco por ciento de las acciones palestinas incluyeron armas de fuego o explosivos.
[5] En 1988 la OLP en el exilio declaró la independencia de Palestina, reconociendo al Estado de Israel a cambio de la ilusión de crear un futuro mini Estado palestino en el 22 por ciento de su territorio histórico.
GLOSARIO
OLP: Organización para la Liberación de Palestina (1964)
FPLP: Frente Popular para la Liberación de Palestina (1967)
FDLP: Frente Democrático para la Liberación de Palestina (1969)
PPP: Partido del Pueblo Palestino o Comunista (1982)
MNUI: Mando Nacional Unificado de la Intifada (1987)
ANP: Autoridad Nacional Palestina (1994)
BDS: Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (2005)
Publicada en el portal Desinformémonos el 3/12/17

Palestina: ‘Día de la ira’ y ‘primera jornada de la tercera intifada’

Palestina: ‘Día de la ira’ y ‘primera jornada de la tercera intifada’

Por Kaos. Internacional
‘Día de la ira’ y ‘primera jornada de la nueva intifada’, así se ha bautizado ya esta jornada, que coincide con el día sagrado musulmán. Miles de jóvenes de Cisjordania y Gaza participan en las manifestaciones convocadas por las principales organizaciones.
Miles de jóvenes de Cisjordania y Gaza participan en las manifestaciones convocadas por las principales organizaciones palestinas. 

Crece la tensión y la violencia en Oriente Medio con un nuevo ‘viernes de la ira’
La decisión de Donald Trump de declarar Jerusalén la capital de Israel y trasladar allí su embajada ha provocado una escala de tensión difícil de parar. Ayer ya se produjeron los primeros enfrentamientos en Ramala, Belén, Hebrón, Tulkarem, Qalandia y la franja de Gaza y se saldaron con medio centenar de heridos. Aunque lo peor está por llegar en la jornada de hoy, declarada ya como un nuevo ‘viernes de la ira‘.
Salvo sorpresa de última hora, los disturbios palestinos de ayer fueron solo un ensayo de lo que puede llegar hoy. ‘Día de la ira’ y ‘primera jornada de la nueva intifada’, así se ha bautizado ya esta jornada, que coincide con el día sagrado musulmán. Miles de jóvenes de Cisjordania y Gaza participan en las manifestaciones convocadas por las principales organizaciones.
La actitud de las fuerzas palestinas puede ser determinante
El gran interrogante en este momento es saber si las fuerzas palestinas impedirán o no que los manifestantes alcancen los asentamientos israelíes o los puestos de control militares. Lo más probable es que la policía palestina opte por dar un paso al lado y eso se supondrá el estallido de la violencia.
Está por ver cómo avanza la protesta durante el fin de semana. Será determinante ver si el sábado y el domingo la revuelta de Jerusalén va a más y se convierte, como ya ocurrió en el pasado, en un levantamiento de larga duración. Será clave también la actitud del ejército israelí y si se producen víctimas mortales en las calles.

Varios seguidores del partido paquistaní Jamat queman banderas israelíes y estadounidenses durante una protesta en Karachi
Varios seguidores del partido paquistaní Jamat queman banderas israelíes y estadounidenses durante una protesta en Karachi (Rehan Khan / EFE)
Algunos medios de comunicación árabes, entre ellos el canal qatarí Al Yazira, acusan a EE.UU. de haber acabado con el proceso de paz y de llevar a los palestinos a una segunda Nakba, el exilio al que fueron forzados en 1948 al crearse el Estado de Israel.
Ismail Haniye, jefe político de Hamas, hizo ayer un llamamiento a los palestinos para mostrar su rechazo al anuncio estadounidense. Hamas hizo un llamamiento a la violencia, todo lo contrario que el presidente palestino, Mahmud Abas, quien apoya las protestas civiles pacíficas y no armadas. Aunque más claro aún ha sido Naser el Kidua, sobrino del líder histórico Yasir Arafat: Expresar nuestra ira, sí; usar la violencia, no”.

Israel ha reforzado sus efectivos de seguridad ante los llamamientos de Hamas a un viernes de la ira palestina y la declaración de Yihad Islámica. Muchos de los manifestantes que ayer protagonizaron disturbios en las calles de Belén se mostraron a favor del tercer levantamiento palestino, justamente cuando se conmemora el 30 aniversario de la creación de Hamas y de la primera intifada.

Enlace con la noticia

Jerusalén nunca será la capital de una colonia de colonos

Jerusalén nunca será la capital de una colonia de colonos

por
Palestinians shout slogans during a protest following US President Donald Trump's announcement that he has recognised Jerusalem as Israel's capital [Ammar Awad/Reuters]
Los palestinos gritan consignas durante una protesta después del anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de que ha reconocido a Jerusalén como la capital de Israel [Ammar Awad / Reuters]
Si quieres entender la psicopatología en la raíz de la psicosis sionista, debes ir al corazón de su delirio, como un analista que coloca a una persona enferma mental en un sofá, y hoy no hay mejor lugar para ver esa fijación colonial psicótica. en el trabajo que en un artículo titulado , por supuesto, Jerusalén es la capital de Israel, publicado (¿en qué otro lugar?) en el New York Times horas antes del anuncio de Donald Trump de que en su augusta opinión idiota, "Jerusalén es la capital de Israel".
La orotundidad delirante de los sionistas fanáticos comienza con la propuesta de que "hubo un templo en ese sitio durante casi 1,000 años antes de la destrucción romana. Eso significaría que durante aproximadamente 3.000 años, Jerusalén ha sido el centro del pueblo judío". Ese es el truco más viejo y más tonto de la bolsa sionista: tome una perogrullada, un mero fragmento de toda la verdad, y dele la ventaja. No tan rápido, señor!
El deliberado diletantismo de los sionistas en la historia del Medio Oriente es una locura raída. Los cristianos y los musulmanes también rastrean su historia arqueológica hace miles de años en la misma Palestina. Eso no les da derecho a declarar una república cristiana o islámica en Palestina. La idea de un "estado judío" en Palestina es tan fraudulenta como la proposición de un Imperio cristiano o una República islámica en Palestina. Palestina también fue gobernada por imperios persas y romanos, pero eso no le da derecho a Italia o Irán a venir y reclamar a Palestina. También podríamos enviar a Berlusconi y Ahmadinejad a un cuadrilátero para luchar contra sus reclamos sobre Palestina: el ganador se enfrentará a Netanyahu . El problema con estos sionistas es cuán completamente indiferentes a su propia estupidez parecen ser.

De la falsedad a la falsedad

A partir de esta premisa falsa, estos charlatanes saltan a una conclusión aún más falsa: "Entonces los judíos regresaron", dicen en esta violenta fantasía, y "en el siglo XIX, los judíos comenzaron a construir barrios y establecerse fuera de los muros de Jerusalén. Ciudad."
Los judíos que van a Palestina o incluso viven en Palestina por convicciones religiosas o simplemente como su patria conjunta con cristianos y musulmanes a lo largo de los siglos no tienen absolutamente nada que ver con el aventurero proyecto sionista europeo de colonizar Palestina. Estos son dos hechos muy diferentes que los "ladrones armados" sionistas combinan deliberadamente para unir su nefasto robo de Palestina con la historia judía como el modus operandi de su inexistencia de legitimidad.
Judíos, cristianos y musulmanes seguirán viviendo en Palestina por generaciones después de que el sionismo haya terminado donde todas las demás conquistas imperiales y coloniales de Palestina han terminado: en el basurero de la historia.
Ese banco de arena israelí definitivo, que consistentemente combina judíos con sionistas, sigue siendo definitivo para sus trucos juveniles. Pero el hecho los observa: no todos los judíos son sionistas. No todos los sionistas son judíos. Los sionistas cristianos son los más fanáticos de todos los sionistas. Los sionistas musulmanes ahora están liderados por el príncipe heredero saudí en el corazón musulmán y el embajador de los Emiratos en Washington, DC. Eso también debería poner fin a la carga sin sentido del antisemitismo contra los que legítimamente critican a la colonia de colonos israelíes. De nuevo: no todos los judíos son sionistas, no todos los sionistas son judíos, y los únicos que temen ser llamados "antisemitas" son los antisemitas.
Anticipando la extensión del presidente estadounidense Donald Trump de la Declaración Balfour a Jerusalén, los oficiales de propaganda israelíes declaran: "No es que una declaración de un presidente estadounidense cambie el compromiso de los israelíes con Jerusalén. Esta es nuestra capital y siempre lo será. lejos del pueblo judío por la fuerza. Fue recapturado por la fuerza. De ser necesario, también será preservado bajo la jurisdicción de Israel por la fuerza ".

El vocabulario limitado de un oficial de Hasbara

Cuando el oficial de Hasbara dice, "esta es nuestra capital", habla un ladrón sionista. Cuando dice "se lo quitaron al pueblo judío", ese es el estafador histórico que saca una tarjeta de sus sucias mangas.
Nadie tomó Jerusalén o Palestina de los judíos para que los sionistas la retiraran. Judíos, cristianos y musulmanes han sido colectivamente sujetos de sucesivas conquistas imperiales, todo lo cual culmina en el imperialismo europeo coronado por la conquista colonial sionista de Palestina. Este hecho histórico simple va a la mente ideológicamente enferma de los sionistas y se engulle de nuevo en ese galimatías.
Arraigado en una ideología racista, Israel es un asentamiento colonial europeo creado por un espantoso oficial colonial británico y ahora sostenido por un imperialismo estadounidense aún más violento. Desde los babilonios a los persas a los romanos, hasta los cruzados, los otomanos y los británicos: Palestina ha sido gobernada por sucesivos imperios, ninguno de los cuales ha tenido ningún reclamo legítimo sobre los habitantes de Palestina - Judios, cristianos o musulmanes .
Los colonialistas sionistas son solo los últimos señores de la guerra que conquistan violentamente Palestina sin un ápice de legitimidad histórica en sus nombres. Judíos, cristianos y musulmanes seguirán viviendo en Palestina por generaciones después de que el sionismo haya terminado donde todas las demás conquistas imperiales y coloniales de Palestina han terminado: en el basurero de la historia.
Los sionistas son propagandistas con poca educación. Tienen un vocabulario limitado, una fantasía delirante que proyectan como historia, y una disposición fanática que han vendido como convicciones a sus audiencias europeas y estadounidenses. Los mejores de ellos se venden en este engaño peligroso. Los peores de ellos están gobernando a Israel y engañando a los Estados Unidos para que apoyen su robo de Palestina. Mientras más fuerte protestan, más vacío es su reclamo.
Palestina pertenece a los palestinos. Jerusalén siempre ha sido y siempre será la capital palestina. Jerusalén nunca ha sido ni será nunca la capital de un Estado de guarnición colonial europeo del apartheid racista que se autodenomina "Israel". Nunca.
Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Al Jazeera.
Is Zionism compatible with democracy?
Cabeza a cabeza
¿Es el sionismo compatible con la democracia?

SOBRE EL AUTOR

Cómo Israel ocupa la educación en Jerusalén Este

Cómo Israel ocupa la educación en Jerusalén Este

por
'They can't shut us down legally, so they put pressure on us socially in order to force us to close' [Jaclynn Ashly/Al Jazeera]
"No pueden cerrarnos legalmente, por lo que nos presionan socialmente para obligarnos a cerrar" [Jaclynn Ashly / Al Jazeera]
Jerusalén Oriental ocupada: las paredes de la escuela primaria y el jardín de infantes de Zahwat al-Quds están decoradas con coloridos dibujos animados, mientras que sus estudiantes están vestidos con uniformes de rayas grises y rojas.
Las amplias sonrisas y risas de los niños resuenan en los pasillos, desmintiendo su persistente ansiedad después de un reciente ataque israelí a la escuela.
Al comienzo del año escolar, Israel comenzó a apuntar a Zahwat al-Quds, que atiende a unos 90 estudiantes entre las edades de tres y nueve en el barrio de Beit Hanina, porque el personal se negó a enseñar el plan de estudios israelí, según los padres y el personal escolar. .
"Israel quiere que todo esté bajo su control", dijo el cofundador escolar Muna Ateeq a Al Jazeera, hablando bajo un seudónimo por temor a las repercusiones.
"Realmente quieren influir en la educación para que puedan controlar más fácilmente a la próxima generación de palestinos".

Permiso revocado

Hay tres tipos de escuelas en Jerusalén Oriental ocupada: escuelas públicas, privadas y del gobierno palestino. Todos tienen diferentes experiencias y relaciones con el estado israelí.
Zahwat al-Quds es una escuela privada que tenía un permiso israelí y fondos del municipio de Jerusalén hasta julio, cuando Israel revocó abruptamente su permiso. Desde entonces, la escuela obtuvo un permiso del Waqf islámico, que está conectado con el gobierno palestino.
El permiso israelí fue revocado como parte del objetivo de Israel de cerrar las escuelas privadas palestinas en la Jerusalén Oriental ocupada que enseñan el currículo palestino y obligar a los estudiantes a asistir a las escuelas públicas que están directamente controladas por Israel, dijo Ateeq.
En septiembre, tres funcionarios israelíes ingresaron a Zahwat al-Quds para notificar al personal que se estaba cerrando. Regresaron el mes pasado, buscando en las aulas , deteniendo a tres maestros y al subdirector, y fotografiando a algunos de los niños. Un niño orinó sobre ella y otro se desmayó durante el incidente, dijo Ateeq.
Según los informes, la escuela Zahwat al-Quds fue atacada porque el personal se negó a impartir el plan de estudios israelí [Jaclynn Ashly / Al Jazeera]
Ziad al-Shamali, quien encabeza un comité de padres de Jerusalén Este, le dijo a Al Jazeera que algunos niños comenzaron a experimentar pesadillas y orinarse en la cama después del ataque, citando "impactos psicológicos duraderos". Los padres tienen miedo de enviar a sus hijos a la escuela, agregó.
"No pueden clausurarnos legalmente, por lo que nos presionan socialmente para obligarnos a cerrar", dijo Ateeq.
Según algunos palestinos en Jerusalén Este, los ataques a Zahwat al-Quds se producen en el contexto del objetivo de Israel de despolitizar sistemáticamente a los jóvenes palestinos empujándolos a las escuelas públicas, donde Israel puede controlar más fácilmente lo que están aprendiendo.
"Israel no quiere que los niños aprendan sobre lo que sucedió aquí", dijo Ateeq. "Esperan que en el futuro, todos eventualmente se olviden de eso".

Paginas en blanco

Israel no decidió imponer su plan de estudios en las escuelas palestinas de la noche a la mañana. Según Samira Alayan, investigadora y profesora de la Universidad Hebrea que lleva estudiando este tema desde hace una década, Israel ha intentado controlar la educación palestina en Jerusalén Este desde 1967, cuando Israel ocupó y posteriormente anexó el territorio.
En las escuelas públicas de Jerusalén Este, se enseña una versión censurada del currículo palestino. "Cuando los libros llegan a Jerusalén, las autoridades israelíes los examinan detenidamente y eliminan las oraciones y los párrafos que están en contra de las ideologías israelíes", dijo Alayan a Al Jazeera.
Señaló que Israel está "buscando cualquier contenido ofensivo para Israel, incluidas expresiones antiisraelíes y cualquier mención de [la] Autoridad Palestina".
El resultado es que los libros de texto carecen de párrafos y oraciones y, a veces, páginas enteras están en blanco. Israel percibe esta censura como una herramienta preventiva contra la "incitación" palestina, destacó Alayan en un artículo de 2017 que explora el tema.
Sawsan Safadi dice que Israel quiere 'crear una nueva generación de palestinos que sientan que la ocupación es normal' [Jaclynn Ashly / Al Jazeera]
Sin embargo, "otro propósito podría ser evitar que los estudiantes desarrollen un sentido positivo de identidad basado en la narrativa palestina", escribió Alayan.
"Este objetivo implícito de la censura es otro ejemplo del deseo de borrar o eliminar la narrativa palestina del régimen colonialista de los colonos".
Esta censura fue un compromiso para el estado israelí, después de que los palestinos en Jerusalén rechazaran por completo el plan de estudios israelí durante los primeros años de la ocupación. El objetivo de Israel es enseñarles a los palestinos que la tierra de la Palestina histórica estaba vacía de gente cuando se fundó el estado de Israel en 1948, y que Arthur Balfour le dio esta tierra deshabitada a los judíos.
"No te enseña nada sobre ser palestino", dijo Alayan.
Sawsan Safadi, jefe de relaciones públicas e internacionales del departamento de educación del Waqf, le dijo a Al Jazeera que Israel tiene como objetivo "crear una nueva generación de palestinos que sientan que la ocupación es normal, lo que les llevará a reconocerse a sí mismos como israelíes, no palestinos". ".

Imposición del plan de estudios

Israel está tratando de promover sus afirmaciones de que Jerusalén forma parte de Israel, más que una parte integral de un futuro estado palestino, al cambiar los hechos sobre el terreno, señaló Shamali.
"Quieren mostrarle al mundo que esta es una ciudad israelí con escuelas israelíes que incluso tocan el himno nacional israelí" , dijo Shamali , y agregó que Israel incluso ha cambiado los nombres de las calles y lugares a los israelíes en GPS y en Facebook, sabiendo que las generaciones dependen en gran medida de tal tecnología.
Los esfuerzos de Israel han tenido éxito, ya que más de 20 escuelas palestinas en la Jerusalén oriental ocupada han introducido una opción para estudiar una versión árabe del plan de estudios israelí. Las identidades de los palestinos de Jerusalén Oriental se han erosionado debido a su apatridia y su separación física del resto del territorio ocupado por el muro de separación de Israel, dijo Alayan.
El financiamiento y la gestión de las escuelas están completamente controlados por Israel, que proporciona un mayor presupuesto para aquellos que estén dispuestos a aceptar el plan de estudios israelí, destacó Alayan.
"El control que Israel tiene sobre las escuelas ha creado una cultura de silencio, por la cual las personas aceptan cosas a pesar de que no están de acuerdo con ellas", dijo.

Redadas de rutina

Desde el segundo nivel de la escuela secundaria para niños Dar al-Aytam en la Ciudad Vieja, se puede ver claramente la cúpula dorada de la roca, pero los ataques israelíes interrumpen rutinariamente este paisaje sereno.
La policía israelí, los soldados y las fuerzas especiales regularmente atacan la escuela, supuestamente en busca de estudiantes que han arrojado piedras a los funcionarios israelíes cerca de la escuela.
Safadi dice que tales acusaciones a menudo son falsas, señalando varios lugares de donde se alega que los niños arrojaron piedras; las barreras de metal altas y la esgrima lo harían imposible.
Según el director de la escuela, Fadi Khalil, Dar al-Aytam fue allanado más de 10 veces el año pasado. Durante una de esas redadas, el antiguo director fue detenido y expulsado de la Ciudad Vieja durante 45 días.
"Esta escuela es el segundo complejo más grande en la Ciudad Vieja después de al-Aqsa ", dijo Khalil. "Los israelíes han puesto los ojos en ello durante mucho tiempo. Están trabajando muy duro para desarraigar la escuela de la ciudad".
Un miembro del personal de Dar al-Aytam muestra una imagen de un reciente ataque israelí contra la escuela [Jaclynn Ashly / Al Jazeera]
Un portavoz de la policía israelí no respondió a la solicitud de Al Jazeera para que comentara sobre el asunto.
Al igual que en Zahwat al-Quds, las redadas han tenido un efecto: de los 250 estudiantes que asistieron a Dar al-Aytam el año pasado, 58 se han retirado.
Mumen al-Taweel, de 18 años, tenía solo 14 años cuando fue enviado a la prisión HaSharon de Israel por supuestamente arrojar piedras. Pasó un año y medio allí. "Todos queremos estudiar, pero Israel no quiere que continuemos nuestra educación", dijo.
Otro estudiante, Amir al-Rishid, de 16 años, fue detenido por primera vez cuando tenía 10 años por poseer cortadores de uñas tras un registro realizado por las fuerzas israelíes. Rishid dice que ha perdido la cuenta de la cantidad de veces que ha sido arrestado por Israel.
"Israel quiere que tengamos registros policiales a una edad temprana, por lo que en el futuro nos resultará difícil continuar nuestra educación u obtener buenos empleos. Esta es una política intencional", dijo Rishid.
Tahseen Elayyan, jefe del departamento de monitoreo y documentación de la ONG palestina de derechos humanos al-Haq, dijo a Al Jazeera que las redadas y los intentos de impulsar el currículo israelí en las escuelas palestinas están relacionados con el objetivo final de Israel de expulsar a los palestinos de la tierra.
"Israel quiere la tierra, pero no la gente", dijo Elayyan. "Los palestinos que permanecen en Jerusalén, si el plan para expulsar a los palestinos de la ciudad tiene éxito, tienen que aceptar la narrativa de Israel".
FUENTE: Al Jazeera News

Trump en Jerusalén: una quintaesencia de Netanyahu

Trump en Jerusalén: una quintaesencia de Netanyahu

por
US President Donald Trump paid his first official visit to Jerusalem in May, 2017 [Reuters]
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, realizó su primera visita oficial a Jerusalén en mayo de 2017 [Reuters]
Los árabes y los musulmanes con la esperanza de escuchar directamente de Donald Trump sobre su nueva política sobre Jerusalén el miércoles deben haber sido sorprendidos de ver al presidente de los Estados Unidos pronunciar un discurso israelí en su lugar. El tono era Trump, pero las palabras y el giro eran todos Benjamin Netanyahu .
La afirmación de Trump de que reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel era simplemente "reconocer la realidad" es puro razonamiento israelí, fundamental para la estrategia de la ocupación de crear hechos sobre el terreno.
Los palestinos saben esto. Los árabes saben esto. La comunidad internacional también lo sabe. Todos saben que si le das una pulgada de Jerusalén a Israel, tomará mucho, y en el proceso, socavará los esfuerzos de paz y causará estragos.
El Congreso de los Estados Unidos también lo sabía, por lo que en primer lugar colocaron una cláusula de exención en la Ley de la Embajada de EE. UU. De 1995 original. Tres presidentes anteriores de los Estados Unidos también lo sabían, razón por la cual utilizaron la exención para evitar su implementación durante más de 20 años. Y todos, desde los líderes mundiales que llamaron a Trump para advertirle, a los funcionarios del departamento de estado y diplomáticos que le aconsejaron contra su decisión, lo sabían también.
Netanyahu lo sabe también. ¿Trump? Quizás, pero ya era demasiado tarde. Había bebido Koolaid de Netanyahu.
Si alguna vez hubo dudas en la mente árabe acerca de que la cola israelí movía al perro estadounidense, se disipó con la última declaración de Trump sobre Jerusalén. En cuestión de minutos, el primer ministro israelí apareció presumido en la televisión para agradecer al presidente estadounidense por reconocer a Jerusalén como la capital del "estado judío", y alentó a otros a hacer lo mismo.
Durante décadas, muchas élites gobernantes de los estados árabes explotaron la causa de Palestina y la profanación israelí de Jerusalén para sus propios intereses.
Mahmoud Abbas estaba furioso . Acusó a la administración Trump de premiar la agresión e inflamar el extremismo religioso. Fue un momento humillante para el presidente palestino, que desde hace mucho tiempo apostó por Washington y por el proceso de paz solo para verlo destruido con un solo discurso.
Para todos los asuntos prácticos, el discurso es producto de los asesores más cercanos del presidente Trump desde antes de convertirse en presidente y el trío encargado del "Proceso de paz": David Freedman , el embajador de Trump en Israel, Jason Greenblatt, su embajador diplomático en general, y su yerno Jared Kushner . Los tres neoyorquinos son ultra-sionistas y se encuentran a la derecha de Benjamin Netanyahu sobre las cuestiones del apoyo incondicional a los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados. Ellos son verdaderos patrocinadores de asentamientos ilegales.
Imagínense si un presidente estadounidense nombrara a tres simpatizantes islamistas estadounidenses de Hamas para que dirigieran la política de Israel.
El anuncio de Trump es una violación de la ley internacional, para citar al presidente francés Emmanuel Macron . El discurso en su totalidad es una declaración de guerra sobre los derechos de los palestinos, envuelto en una retórica de paz. Está desprovisto de cualquier mención de la difícil situación palestina o el compromiso de los Estados Unidos con una solución de dos estados. Lo que explica la aparición del Secretario General de la ONU brevemente después del discurso para insistir en que no hay alternativa a la solución de dos estados con Jerusalén como capital de ambos estados.
Humilla a los amigos de Oriente Medio de los EE. UU. Y, como dicen los líderes palestinos, descalifica para siempre el papel de los Estados Unidos como intermediarios en cualquier proceso de paz. Su énfasis en los derechos judíos históricos, si no exclusivos, de Jerusalén y Palestina debilitará aún más el llamado campamento árabe moderado y envalentonará a los detractores y extremistas estadounidenses en toda la región, especialmente en Irán.
Incluso antes del discurso, los líderes árabes y musulmanes, incluidos los nuevos amigos de Trump, expresaron su preocupación, crítica y condena absoluta de la decisión de Washington de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Después del discurso, estos líderes pidieron reuniones de emergencia de la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), que tiene 57 miembros, en los próximos días.
Si [los líderes árabes] no se ponen a la altura de las circunstancias y satisfacen las expectativas de sus amargados y airados ciudadanos, los EE. UU. Continuarán premiando a Israel por su agresión y el muy esperado "acuerdo final" de Trump no será más que la última humillación que empuja a la región hacia el borde.
¿Y qué? Pregunta a los escépticos.
Los que odian a los EE. UU. No podrían odiar a los EE. UU. Más de lo que ya lo hacen, y los aliados de EE. UU. No pondrían en peligro sus relaciones con Washington por el bien de los palestinos. Los regímenes árabes emiten declaraciones y declaraciones solo para el consumo público. En realidad, son demasiado débiles o están demasiado divididos para hacer algo al respecto. Todo el orden árabe ha implosionado en los últimos años bajo las presiones de las guerras civiles y los conflictos regionales.
Durante décadas, muchas élites gobernantes de los estados árabes explotaron la causa de Palestina y la profanación israelí de Jerusalén para sus propios intereses. Y hoy, una nueva generación de líderes está dispuesta a abandonar por completo a los palestinos y a Jerusalén para mejorar su base de poder con los Estados Unidos y, sí, con el apoyo israelí. Esto se expresó mejor la semana pasada en un nuevo hashtag saudí convertido en viral: "Riad es más importante que Jerusalén", ya que sus nuevos gobernantes comenzaron a calentar a Israel bajo tutela de los Estados Unidos.
Todo lo cual explica el momento y el temperamento agresivo de la posición de Estados Unidos.
Dennis Ross, el enviado de Estados Unidos al proceso de paz, que lleva más tiempo en el proceso de paz, ha escrito todo un libro, Condenado a triunfar , para rebatir la obsesión de Washington por equilibrar las relaciones entre Israel y el mundo árabe y preocuparse demasiado por la sensibilidad árabe. Un sionista vocal, argumentó que los líderes estadounidenses no aprendieron de las lecciones de sus predecesores que ingenuamente dan peso a las posiciones árabes sobre Israel, cuando según Ross, Palestina no es la prioridad de los árabes.
Independientemente de si sus afirmaciones son ciertas o no , la actual administración estadounidense parece suscribirse a la teoría de Ross. Trump llamó a sus aliados árabes para informarle que no los consultara sobre su peligrosa decisión sobre Jerusalén.
A pesar de su petición de un enfoque más suave y lento, Trump decidió darles una patada donde sea que duela, y al mismo tiempo, expresar su apoyo a su postura contra Irán, a cambio de sus compromisos en Palestina. Sin embargo, es Irán el que ha quedado en la cima esta semana, gracias a la emulación de Truta en Netanyahu.
Los llamados moderados pueden haber registrado su rechazo a la medida de los Estados Unidos, pero aún está por verse en los días y las próximas semanas si los líderes árabes harán más que celebrar reuniones y emitir declaraciones vacías.
Si no están a la altura de las circunstancias y satisfacen las expectativas de sus amargados y airados ciudadanos, los EE. UU. Continuarán premiando a Israel por su agresión y el tan esperado "acuerdo definitivo" de Trump no será más que la última humillación que empuja a la región. al borde.
Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Al Jazeera.

SOBRE EL AUTOR