lunes, 10 de septiembre de 2018

¿Cumplir los Acuerdos de San Andrés?


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¿Cumplir los Acuerdos de San Andrés?

 

 


Se ha convertido  en lugar común en el discurso de la clase política, cuando de pueblos originarios se trata, repetir como conjuro mágico: ¡Se cumplirán los Acuerdos de San Andrés! Si en verdad éste fuera uno de los objetivos del próximo gobierno, ¿qué significaría semejante paso, más allá de la retórica que omite contextos históricos y realidades estructurales, o se limita a formalismos jurídicos intrascendentes?
Precisamente, en el plano legislativo, tendrían que ser derogadas las reformas constitucionales que han permitido la recolonización de los territorios de los pueblos originarios, concebidos como los espacios geográfico-simbólicos de su reproducción como entidades socio-étnicas colectivas, empezando, obviamente, por la reforma salinista al artículo 27 constitucional, que fue una de las causas de la rebelión de los mayas zapatistas de 1994, que autorizó la privatización de tierras ejidales.
Esto obligaría a derogar, asimismo, varias leyes derivadas de las reformas estructurales, en particular, la devastadora ley minera, que, en su artículo 6, otorga carácter preferente a la exploración y explotación mineras, sobre cualquier otro uso de la tierra, sin mencionar las que han permitido la privatización del agua y la desregularización ambiental, entre otras.
Igualmente, el artículo segundo constitucional, mal hechura de la traición de todos los partidos políticos y de los tres poderes de la Unión, tendría que ser relaborado en su totalidad, dado que la reforma constitucional realizada en abril de 2001 contiene impedimentos jurídicos que van contra el espíritu y la letra de los Acuerdos de San Andrés: a todo derecho reconocido o concedido se le coloca una nota precautoria que acota, limita e imposibilita la aplicación plena de las leyes y el ejercicio efectivo de esos derechos, al referirlos injustificadamente a otros artículos de la propia Constitución, o a leyes secundarias que han sido los instrumentos legales del saqueo neoliberal.
Asimismo, en la sección B del actual articulo segundo, se instituyen programas asistenciales y clientelares, que expresan una contradicción con la esencia de las autonomías formalmente reconocidas en la sección A del artículo, ya que condenan nuevamente al pueblo originario a un papel pasivo de la acción decisiva del Estado; niegan a las comunidades el estatus de entidades de derecho público y, por el contrario, las definen como de interés público, o entes tutelados de la política estatal; desconocen los alcances de las autonomías en los ámbitos municipales y regionales en que los pueblos indígenas los hagan valer, establecidos en San Andrés y, con ello, la posibilidad de su reconstitución. Esta reforma remite a leyes locales el reconocimiento de los pueblos indígenas y las características de la autonomía, lo cual no es favorable, dada la correlación de fuerzas en esos ámbitos y la existencia de poderosos cacicazgos en las etno-regiones, y, ahora, el impacto brutal del crimen organizado como brazo armado clandestino del Estado trasnacional.
Específicamente, la reforma de 2001 violentó los Acuerdos de San Andrés y se convirtió en una virtual contrarreforma al establecer lo siguiente: a).- sustituir las nociones de tierra y territorios por lugares, que desterritorializa a los pueblos indígenas, les sustrae de su base material de reproducción, y constituye incluso un retroceso con respecto al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo; b).- cambiar el concepto de pueblos por comunidades, trastocando el sujeto de la ley reconocido en San Andrés y en el propio Convenio 169, y limitando las competencias locales y regionales de estas entidades jurídico-políticas; c).- introducir fuera del acuerdo entre las partes del conflicto armado, el EZLN y el gobierno federal, la contrarreforma neoliberal al artículo 27 constitucional; d).- limitar la posibilidad de que los pueblos indígenas desarrollen y fortalezcan sus propios medios de comunicación, que durante estos años han sufrido un constante ataque por parte del Estado; y e).- no especificar el derecho a la consulta previa, libre, informada y, sobre todo, con carácter vinculatorio.
En suma, la reforma constitucional en materia de derechos indígenas de 2001 no fue satisfactoria para las organizaciones originarias independientes del Estado, así que los pueblos emprendieron el camino de construcción de la autonomía por la vía de los hechos, la autonomía de facto, siendo el caso paradigmático el de los mayas-zapatistas en Chiapas, agrupados en el EZLN, inmersos en un proceso autonómico de alcances históricos en el ámbito planetario.
Quedan aparte las continuidades neo-desarrollistas anunciadas por AMLO, que, de profundizarse, serían antitéticas al cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. Estos siguen constituyendo la plataforma programática para los procesos autonómicos y un referente necesario para la lucha de resistencia contra el capitalismo.
Fuente: http://www.jornada.com.mx/2018/09/07/opinion/025a2pol
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Zedillo, Cevallos y otros participaron en el movimiento de 68, pero luego mutaron en ricos opresores


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Zedillo, Cevallos y otros participaron en el movimiento de 68, pero luego mutaron en ricos opresores

 

 


Zedillo, Cevallos y otros participaron en el movimiento de 68, pero luego mutaron en ricos opresores
1. Recién concluido el movimiento estudiantil después de la matanza de estudiantes el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, CDMX, decíamos que esta batalla representaba un corte histórico del acontecer nacional. Sin embargo el corte histórico no fue el movimiento sino la década de los sesenta que reunió decenas de problemas y acontecimientos mundiales que tuvieron como objetivo central la liberación de los seres humanos en el trabajo, el hogar, la escuela, la religión, el sexo, la sociedad, la cultura, no solo en México sino en el mundo. También el capitalismo afinó sus métodos de explotación y control. Por eso decía Marx en 1847: La moderna sociedad no ha abolido las contradicciones de clase… sólo ha sustituido a las viejas clases por otras nuevas.
2. No olvidaré que el poderoso empresario Sánchez Navarro en los setenta, para burlarse de los “comunistas” –obviamente de los falsos- decía que éstos eran como los rábanos: rojo por fuera y blanco por dentro; que le gustaría que sus hijos fueran comunistas de jóvenes para que de adultos sean inteligentes y poderosos empresarios. Tuvo razón en su abierto cinismo, pero muchos nos salvamos. Dio al clavo: Ernesto Zedillo era un estudiante pobre de la escuela de Economía del POLI que llegó a ser presidente de la República (1994-00) por el PRI y luego millonario. Diego Fernández de Cevallos, abogado de la UNAM, se transformó en político y abogado de los sectores más derechistas y reaccionarios del país; con ello en hombre multimillonario de México.
3. ¿Y qué pasó con la inmensa mayoría de los líderes conocidos de 1968, inclusive de muchos desconocidos? Me enteré de varios nombres y fotografías de líderes del 68 francés, alemán, de los EEUU, y me parece que la mayoría de ellos tomaron el camino del periodismo y la intelectualidad; sin embargo en México, frente a una burguesía y empresariado mediatizador y cooptador de organizaciones, políticos e intelectuales, la mayoría de líderes aceptó vender su cabeza al mejor postor. ¿Puede olvidarse que la revolución mexicana y el cardenismo tuvieron siempre discursos nacionalistas para mediatizar y absorber cualquier rebeldía? Por ello a 50 años muy poco queda para recordar aquellos acontecimientos de julio-octubre 1968.
4. Todos los legisladores (diputados y senadores) de entonces condenaron el movimiento estudiantil. Díaz Ordaz y todo el gabinete estaban contra el movimiento; por el contrario los presos políticos apoyaban las batallas (Yo acudía todos los domingos a la cárcel de Lecumberri con mi esposa e hija, a visitar, (por menos tres horas) a los presos políticos (Balam, Rico Galán, a trotskistas, exguerrilleros, maoístas, etcétera). El dos de octubre entregué a los estudiantes oradores en el primer piso del edificio Chihuahua, una carta firmada por los presos políticos que apoyaban el movimiento. Alrededor de las manifestaciones siempre hubo numerosas vallas de apoyo al movimiento y todo el conjunto habitacional manifestaba su solidaridad.
5. Hoy el periódico El Universal publica fotos de Zedillo y Cevallos subrayando que participaron en el movimiento estudiantil de 1968, pero lo importante no es lo que fueron sino en lo que se convirtieron años después. Es muy difícil que personajes del PRI, PAN, PRD, puedan lavar su nombre después de actuar como connotados dirigentes. Dicen en mi pueblo que “gallina de bebe huevo ni que le quemen el pico”; sin embargo hay personajes que después de siete u ocho años de actuar de manera consecuente y clara a favor de una causa justa, pueden lograr reivindicar su nombre, aunque ante cualquier error se lo joden. Zedillo del PRI, y Cevallos del PAN, nunca podrán salir de la mugre porque para vivir en ella nacieron.
6. Participar en un movimiento de masas amplio, por más importante que haya sido como el estudiantil de 68, no da garantía de luchador social, menos de gente honesta; como tampoco es mucho haber sido comunista o de izquierda; cardenista, zapatista o lópezobradorista. Los luchadores sociales son de años, décadas, muchas décadas, confrontándose de manera abierta y consecuente. Muchos expriístas son integrantes hoy de Morena y muchos más han sido compañeros de López Obrador por lo menos desde 2006. Los que han actuado abiertamente en la oposición han lavado sus culpas, aunque no todo se olvida; no se puede decir de los que vienen de la derecha, aunque hayan jugado un papel destacado.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
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¿Se invierte en turismo para reducir la pobreza?


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¿Se invierte en turismo para reducir la pobreza?

 

 


Hace 16 años, el doctor Alvaro López López, experto en estudios sociogeográficos de la UNAM, advertía: "el exorbitante crecimiento de la actividad turística en el extremo sur de la Península de Baja California", atraerá a miles de "inmigrantes trabajadores de niveles socioeconómicos medio o bajo, para los cuales, la red de infraestructura urbana continuará como una seria carencia"
Y estaba en lo cierto; hoy en día, la afluencia de trabajadores migratorios a Los Cabos ha superado la capacidad de atención del municipio, no sólo en infraestructura urbana (alumbrado público, pavimento, y banquetas), sino en servicios públicos básicos como drenaje, agua potable, recolección de basura y vigilancia. En cambio, una gran cantidad de recursos estatales y federales se han empleado en la urbanización, embellecimiento y servicios de primera en los desarrollos turísticos y zonas hoteleras, para provecho, principalmente, del capital trasnacional.
De acuerdo con cifras de Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), entre 1980 y el 2010, se habían invertido 7 mil 830 millones de pesos en infraestructura hotelera en Los Cabos (un promedio de 261 mdp anuales).
El desequilibrio que existe entre lo que invierte la federación en la industria turística y lo que destina el municipio para obras y servicios públicos para una población de 306 mil habitantes, es brutal. El año pasado la comuna destinó en esos servicios elementales, 147 millones 746 mil pesos, mientras que Fonatur, la Secretaría de Turismo y el gobierno del estado gastaron 300 millones en infraestructura escénica, mantenimiento y promoción del destino turístico; más del doble para atención del turismo, mientras que el grueso de la población sigue resintiendo las carencias.
Así, los barrios marginales con su pobreza exasperante y su violencia cotidiana, quedan fuera de las miradas indiscretas. Calles polvorientas bordeadas por riachuelos de aguas negras. Perros famélicos que deambulan sin destino. Parvadas de niños ventrudos jugando entre la basura. Mujeres acarreando agua desde una fuente común. "Diablitos" para llevar energía eléctrica a las casuchas construidas con materiales reciclables. Pobreza y desesperación.
Sin embargo en el discurso oficial se afirma que el turismo "es un medio para reducir la pobreza". El secretario de la dependencia, Enrique de la Madrid Cordero, dijo el mes pasado durante una gira por Yucatán, que (el turismo) "se ha convertido en un medio eficaz para contener la pobreza y la marginación, como lo muestra el hecho de que los municipios con vocación turística presentan en general niveles más bajos de marginación y pobreza que el resto”. Esto, añadimos, es algo que habría que demostrar con cifras y no con frases que sólo sirven para el aplauso fácil.
Ya encarrilado, el secretario agregó que el valor estratégico del turismo es muy grande y que “no podemos descuidarlo. Debemos hacer del buen momento turístico de México una plataforma firme de prosperidad y desarrollo incluyente, basada en la visión de futuro de un país abierto y en constante progreso”
Sin embargo, las estadísticas oficiales echan por tierra el dicho de que el turismo genera mayores ingresos y un desarrollo "incluyente" para la población local.
Los desarrollistas dicen que el turismo es un motor del desarrollo porque "crea empleo, impulsa otras actividades productivas, aumenta el producto interno bruto, mejora la balanza de pagos y reduce la pobreza". Sin embargo es necesario analizar estas variables desde la perspectiva de los daños al tejido social, al medio ambiente y el costo por las inversiones del estado en infraestructura.
E l “desarrollo” de una región por medio del turismo supone desatender a una parte importante de la población, en beneficio de una iniciativa privada que cada vez exige mayores inversiones. Esto crea un déficit importante en la atención de necesidades sociales del lugar en cuanto al empleo, la educación, la salud o la vivienda.
En el municipio de Los Cabos hay un déficit de 15 mil viviendas; el 21.58 por ciento de los hogares no cuenta con agua potable; el 12.8 por ciento tiene piso de tierra; el 62.6 por ciento no cuentan con computadora; el 6.8 por ciento no tienen energía eléctrica; el 16.1 por ciento no tienen refrigerador; el 30 por ciento de la población no cuenta con servicios de salud y en todo el municipio sólo hay 9 bibliotecas públicas.
Para el doctor Álvaro López el corredor turístico de Los Cabos “es un escenario de recursos físicos y humanos utilizado y controlado en forma vertical a favor de las empresas emplazadas en el suroeste de Estados Unidos de América, cuyo objetivo es maximizar sus ganancias a través de conductos que, aunque largos, son eficientes y dejan fuera la participación regional”.
Esto contradice, sostiene, los argumentos que en la década de los 80 esgrimió Fonatur para justificar la inversión en infraestructura en esa zona, en el sentido de que “con el apoyo institucional se incentivarían las empresas productoras (para el turismo) locales y regionales, y en consecuencia, se generaría un desarrollo regional”
Este corredor turístico, agrega, ha creado un nuevo modelo comercial en donde la mayor parte de las mercancías son adquiridas en los Estados Unidos, ya que satisfacen los requerimientos demandados por un turismo estandarizado y con necesidades de consumo que sólo pueden ser satisfechas con productos obtenidos en sus países de origen. Este hecho demuestra que las redes comerciales no apoyan a la economía regional, pero sí generan una fuerte dependencia con el exterior”, en lo que ahora se conoce como un turismo sin fronteras.
Un turismo internacional que es también un paradigma de esta colonización moderna y silenciosa enmarcada en la globalización económica. Una dinámica en la que, en última
instancia, los poderes públicos se limitan a regular y desregular, promover e incentivar, facilitar o permitir la diversificación geográfica del negocio y las inversiones y los flujos turísticos masivos internacionales, con una fuerte concentración espacial y temporal y con destacables impactos en los planos social, cultural, económico y ambiental en los territorios anfitriones .
Así la mayor parte de los beneficios económicos derivados del turismo queda en manos de los inversionistas extranjeros y algunos nacionales. Trátese de cadenas hoteleras, líneas aéreas, las promotoras inmobiliarias o las constructoras, las ganancias se concentran en este tipo de actividades, mientras que las poblaciones nativas suelen quedarse sólo con algunos beneficios marginales de la explotación.
Sobreexplotación de los recursos naturales
Lo llaman la “industria sin chimeneas”, como si se tratara de una actividad limpia que no contamina, y que además cuida el medio ambiente. Sin embargo para las organizaciones ambientalistas el turismo es un agente depredador de los ecosistemas. Greenpeace asegura que las autoridades de diversas dependencias “se han dedicado a aprobar proyectos que no cumplen normas y criterios ambientales, que agotan los recursos de zonas frágiles y lejos de traer riqueza a las comunidades lo que hacen es empobrecerlas, contaminar, generar presión en los acuíferos, demanda de servicios y economías de corto plazo”
La presión que ejerce el turismo sobre los acuíferos del estado es un aspecto que ya debería haber prendido los focos rojos de las autoridades. Baja California Sur es la entidad con menor disponibilidad de agua potable: sólo 900 metros cúbicos al año por habitante, cuando que el promedio nacional es de 4 mil 500. La precipitación media anual en esta región desértica es de 175 milímetros, casi la cuarta de la media nacional que es de 770.
De acuerdo con indicadores manejados por diversos organismos encargados de la administración del recurso agua, la disponibilidad se considera muy baja cuando es menor a 1.000 m3/hab/año, valor que limita drásticamente las posibilidades de desarrollo de una región.
Sin embargo parecería que se vive en la abundancia. En la página oficial de Fonatur en Internet, se puede leer: “Los Cabos es considerado como la capital del golf en México, ya que cuenta con 9 campos de excelencia, en los que se juegan más de 200 mil rondas al año. Su mercado potencial es enorme: millones de golfistas de la costa oeste y del sureste de los EU. El desarrollo de este deporte ha sido tal, que la revista especializada Golf Digest catalogó a Los Cabos como uno de los 13 mejores destinos en el mundo para practicarlo”
Si se considera que un campo de golf requiere unos 15 mil metros cúbicos de agua por hectárea al año, y la extensión promedio de un campo es de 50 hectáreas, tendríamos un total de 450 hectáreas que necesitan 6 millones 750 mil metros cúbicos de agua. Para verlo en perspectiva, en La Paz, 250 mil habitantes consumen 22 millones de metros cúbicos de agua al año; es decir, los campos de golf de Los Cabos consumen lo mismo que 75 mil habitantes. En baja California Sur, 95 mil personas no cuentan con agua corriente en su domicilio, según datos del INEGI.
En este contexto, dedicar millones de metros cuadrados de suelo y millones de litros de agua para el entretenimiento del turismo, permiten ejemplificar la forma en que el turismo sólo tiene una meta: las ganancias por encima de los intereses de la comunidad.
Blog del autor: latijeretabcs.blogspot.com
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“Las medidas de Macri impondrán un alto costo a la gente común”


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“Las medidas de Macri impondrán un alto costo a la gente común”

 

 


El Premio Nobel de Economía consideró que las políticas del PRO llevaron a “una situación extrema” y que el ajuste que propone el Gobierno “frenará la economía” y afectará fuertemente a la población. “Dada la magnitud de los errores cometidos, tendría que haber una quita de la deuda”, alertó.
El premio Nobel de Economía y ex economista jefe del Banco Mundial Joseph Stiglitz sostuvo que Argentina debería “incluir una reestructuración de la deuda” entre las medidas necesarias para salir de la crisis a la que, a su criterio, la llevó la política del actual gobierno. “De lo contrario, los costos que probablemente se impongan a través de la austeridad serían demasiado grandes”, advirtió durante una entrevista con la cadena británica BBC Mundo. “Las medidas de austeridad que parece estar imponiendo (la política del gobierno de Macri) obviamente frenarán la economía e impondrán nuevamente un alto costo en la gente común”, agregó. “Al menos, aplazar los pagos inmediatos; pero sospecho, dada la magnitud de los errores económicos que se han cometido en los últimos años, que tendría que haber una quita en la deuda”, explicó luego.
Stiglitz, nacido en Indiana (EE.UU.) hace 75 años, ocupó los cargos de vicepresidente primero y economista jefe del Banco Mundial entre 1997 y 2000, cuando se alejó con fuertes cuestionamientos a las políticas de ajuste recomendadas por el FMI a los países de la periferia como salida a situación de elevado endeudamiento. Esta postura lo había enfrentado con el entonces secretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers, quien forzó su renuncia. Un año después, en 2001, Stiglitz era galardonado con el Premio Nobel de Economía.
“Lo que me preocupa es que, una vez que se crea una crisis, como parecen haberlo hecho estas políticas de mala gestión de una forma previsible, el margen de maniobra está muy limitado”, dijo a BBC Mundo refiriéndose a la situación actual de la Argentina. Consideró que la situación externa del país es mucho peor a la que habitualmente se da como referencia. “Hay mucho optimismo irracional, tanto de parte de los prestatarios como de los prestamistas”, opinó. Y consideró que un buen consejo para el presidente Mauricio Macri sería que piense en plantear la reestructuración de los vencimientos de la deuda del país. “Si eso excluye a la Argentina de los mercados internacionales, que probablemente no lo hará, puede que no sea tan malo”.
El catedrático de la Universidad de Columbia estuvo muy vinculado al proceso de renegociación de la deuda en default que planteó Argentina a partir de 2004. Fue un permanente defensor del derecho soberano de los países deudores a reestructurar el horizonte de pagos en función de sus necesidades de recuperación económica y social, y en ese plano apareció, en diversas oportunidades, enfrentado a las campañas lanzadas por los fondos buitre en contra del canje de deuda y reestructuración de pagos.
Stiglitz recordó durante la entrevista con BBC Mundo que, en un artículo publicado en junio de este año (con la colaboración del economista argentino Martín Guzmán), había señalado que “Macri, cuando llegó, confió demasiado en la idea de que habría un ingreso de capital de inversión extranjera. Y cometió un gran error al recortar los impuestos a la exportación, que eran una importante fuente de ingresos, al aumentar el déficit, el monto que tenía que tomar prestado, el costo de los alimentos, y reducir los salarios reales de los trabajadores (...). Pero por lo que visto, ahora subió impuestos a exportaciones como parte de un paquete nuevo. Si lo hubiera hecho originalmente, no estaría en la situación extrema que está ahora”.
Siguiendo en la misma línea del análisis, Stiglitz recordó que en aquel artículo “también opiné que una parte crítica del error (de la política) fue el enfoque excesivo en las metas de inflación. Los tipos de interés excesivamente altos atraen capital que viene por algún tiempo y luego se va. Lo que me preocupa es que una vez que se crea una crisis, como parecen haberlo hecho estas políticas de mala gestión de una forma previsible, el margen de maniobra está muy limitado”.
Según el Nobel de Economía de 2001, “las medidas de austeridad que parece estar imponiéndose obviamente frenarán la economía”, con costos sociales que “serían demasiado grandes”, a menos que el gobierno opte por “incluir la reestructuración de la deuda” en su plan, con una quita incluida, “dada la magnitud de los errores cometidos en los últimos años”.
“Los términos que Macri acordó con los “buitres”, el enorme obsequio después de que Argentina sacrificó tanto, creo que fue desmesurado y le planteó a Argentina un problema a futuro. Y luego los términos en los que pide prestado también son inquietantes”, señaló. “Cualquiera del lado del prestamista debería darse cuenta de que tal vez no era algo bueno. Obtuvieron tasas de interés más altas, una prima de riesgo, y cuando te pagan más por la prima de riesgo tienes que enfrentar el riesgo. Ahora es el momento. Si la reestructuración de la deuda excluye a Argentina del mercado internacional, que probablemente no lo hará, puede que no sea tan malo”.
Al ser consultado sobre la probabilidad de contagio de la crisis en Argentina, respondió: “Este es un problema particular para Argentina, pero una gran crisis para Argentina podría claramente afectar a los otros países a través de varios canales. Hay varios países, no voy a mencionar sus nombres, que creo que pueden estar maduros para una crisis. Si hay un par de ellas en un periodo corto, es un efecto multiplicador y podría crear una crisis en los mercados emergentes”.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/140546-las-medidas-de-macri-impondran-un-alto-costo-a-la-gente-comu

Rechazamos un ilegítimo laudo arbitral que atenta contra los pueblos amazónicos


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 Rechazamos un ilegítimo laudo arbitral que atenta contra los pueblos amazónicos

 

 


Estimados amigos y amigas éste es un día amargo para la Amazonía, para los pueblos Sioina, Siekopai, Kofanes, Shuar, Kichwas y colonos, todos agrupados en la UDAPT, que hemos luchado contra la petrolera Chevron por 25 años. Con altura, dedicación, amor por la vida, los pueblos de Orellana y Sucumbíos, hemos ganado el juicio a Chevron. Es una muestra de resistencia y capacidad.
Sin embargo, el Estado ecuatoriano, fue incapaz de ganar un arbitraje internacional frente a la misma petrolera. Como puede apreciar, son dos casos distintos. Uno es el caso que la UDAPT junto a los pueblos hemos llevado en estos 25 años contra Chevron y otro es el arbitraje de Chevron contra Ecuador. Sin embargo, el día de hoy el panel de arbitrajes publica un laudo arbitral contra el Estado Ecuatoriano, en el cual ordena al Estado ecuatoriano, que viole la Constitución del Ecuador y ordene a los jueces que no ejecuten la sentencia nuestra. Además, les ordena que tome las medidas necesarias para que impida que los afectados podamos hacer cumplir la sentencia fuera de Ecuador. Lo que dispone el panel de arbitraje es ilegal y atenta contra la seguridad jurídica de los afectados y del país. Es más ese arbitraje se basa en un TBI, suscrito entre Ecuador y Estados Unidos en el año 1997, en este caso aplicado de forma retroactiva.
Cualquier persona razonable, podría pensar que el Estado se defendería y al menos protestaría por la ilegalidad del arbitraje. Pero eso no ocurre hoy. Hemos escuchado a un procurador y al Secretario Particular de la Presidencia, hacerle el juego a Chevron, abogar en favor de Chevron y tratar de buscar culpables casa adentro. En otras palabras el Estado pretende cumplir con un ilegitimo laudo arbitral y sacrificar los derechos de los pobladores de las Provincias de Orellana y Sucumbíos. Esto es inaceptable.
Como UDAPT rechazamos el laudo arbitral y rechazamos la actitud y posición del Estado ecuatoriano. Alerta compañeros, debemos actuar. No podemos permitir que nuestros derechos humanos sean negociados en acuerdos comerciales.
Tomado de la página de Facebook de Pablo Fajardo, quien fue hasta el 2017 el principal consejero legal de la Unión de Damnificados por Texaco-Chevron (UDAPT).

YouTube cierra todos los canales estatales sirios a medida que comienza el asalto a Idlib


 
 
kenzocaspi.wordpress.com

YouTube cierra todos los canales estatales sirios a medida que comienza el asalto a Idlib

Author: kenzocaspi

por Tyler Durden
Sáb, 08/09/2018
Los canales de YouTube del estado sirio se han cerrado esta mañana justo cuando la ofensiva terrestre del ejército sirio ha comenzado oficialmente.
Esto incluye los siguientes canales sirios estatales y progubernamentales que terminan ahora: la Presidencia siria, el Ministerio de Defensa sirio (Ministerio de Defensa), SANA y Sama TV. Esto sigue a YouTube, según los informes, cerrando Ortas News de Siria la semana pasada.

No está claro si la acción es parte de un movimiento más amplio entre las compañías de medios sociales de EE. UU. Para cerrar las cuentas “vinculadas a Irán”, o si está conectado directamente a eventos que ahora se desarrollan rápidamente en Idlib.
Varios observadores de Siria dicen que el cierre de cuentas podría estar relacionado con posibles planes estadounidenses de acción militar en respuesta al ataque aéreo y terrestre de las fuerzas sirias y rusas en Idlib.
Esta noticia llega justo cuando el jefe del CENTCOM, general Joseph Dunford, dijo el sábado que el Pentágono está preparando “opciones militares”. y está en “diálogo de rutina” con la Casa Blanca sobre una potencial respuesta militar
Mientras tanto, el periodista sirio-británico Danny Makki, que actualmente sigue los acontecimientos sobre el terreno en Siria, informa: “Enormes bombardeos en Idlib hoy por parte de las Fuerzas Sirias, más de 60 lugares diferentes atacados. Bombardeos a lo largo de las líneas del frente de North Hama también “.
“La ofensiva de Idlib será una de las batallas más complicadas, más seguidas a nivel internacional y potencialmente una de las más sangrientas de la guerra de Siria”, continúa describiendo Makki.
#YouTube cerrándose #Syria canaliza mal, sea cual sea el motivo.
En el mejor de los casos, es solo más en la creciente ola de censura en línea y ataques a #FreeSpeech.
En el peor de los casos, hay un nuevo #WhiteHelmets armas químicas #FalseFlag entrante y están aprobando la refutación.

Actualmente, las cuentas de Twitter para los canales del gobierno sirio antes mencionados parecen estar activas.
Aquí vamos de nuevo…


En el resto del país, al noreste, donde las fuerzas estadounidenses están estacionadas en apoyo de los grupos kurdos sirios, raros choques han estallado entre los grupos respaldados por Estados Unidos y el ejército sirio.
Como informa Al Masdar News, más de diez soldados sirios murieron el sábado después de una serie de intensos enfrentamientos entre sus tropas y las fuerzas kurdas en la ciudad de Qamishli.
Según una fuente militar en Qamishli, se produjeron intensos enfrentamientos entre las fuerzas de inteligencia sirias y la policía kurda Asayish en la ciudad, lo que resulta en la muerte de varios involucrados.
La fuente dijo que, además de los más de 10 militares sirios perdidos, al menos siete combatientes Asayish también fueron asesinados durante el feroz combate.
El ataque ocurrió cuando tres vehículos que transportaban soldados sirios se dirigían hacia los puestos de control militar para cambiar personal; Fue en estos puestos de control donde comenzaron los enfrentamientos.
Nadie sabe por qué estallaron los enfrentamientos, pero desde entonces han disminuido, agregó la fuente.

Lula y la democracia de los ricos


kaosenlared.net

Lula y la democracia de los ricos


Los trabajadores y la mayoría del pueblo pobre deben defender los consejos populares. Esa es la única forma de que los trabajadores gobiernen, todos los días, desde abajo y tengan poder de decisión sobre todo. La democracia obrera es verdaderamente democrática.

Por Mariucha Fontana
El Tribunal Superior Electoral (TSE) impidió la candidatura Lula, basándose en la Ley de la Ficha Limpia, aprobada por el Congreso Nacional, apoyada por el PT y sancionada por el propio Lula en 2010, mientras gobernaba. El tribunal decidió también que el PT tiene 10 días para cambiar de candidato a presidente y permitió la participación de Lula en los programas de TV, siempre que no sea como candidato.
Por Mariucha Fontana
Estamos llegando entonces al punto central, al que la campaña “Lula Libre” – campaña electoral desde su nacimiento – llegaría: Lula candidato o candidato de Lula (Haddad).
Lula, sin dudas, fue discriminado por la Justicia, pues Aécio, Alckmin, Temer y muchos más también deberían estar en la cárcel, o condenados. Si la Ley de la Ficha Limpia, votada por el Congreso con el apoyo del PT, estuviese vigente, tampoco deberían poder candidatarse. El mismo TSE, que impugnó la candidatura Lula, se negó a derrocar a Temer (nuevamente con el apoyo del PT), cuando votó a favor de archivar el proceso que impugnaba toda la candidatura electa en 2014.
Como decimos siempre, no podemos apoyar la impunidad para todos los corruptos, como defiende el PT, ni la justicia burguesa o la Lava Jato, como defienden algunos, pues ella no va a meter a todos los corruptos en la cárcel, porque no es neutra, forma parte del Estado capitalista. Si fuese “neutra” y justa, Alckmin debería ser reo y estar en la cárcel también, junto con Temer y compañía. Entonces, ni la política del PT de libertad para todos los corruptos puede defenderse, ni la de la justicia burguesa de prisión para algunos corruptos y corruptores. Debemos exigir que también Alckmin, Temer y otros sean investigados y castigados.
Esa es democracia de los ricos con sus “tres poderes” gerenciando el sistema de explotación capitalista. Esos tres poderes existen para resolver las diferencias entre los diversos sectores de la burguesía, que en tiempos normales aceptan resolver sus conflictos por esa vía. La crisis capitalista actual puso el régimen en crisis y el juego de zancadillas entre los de arriba se endureció. Las peleas y divisiones entre los de arriba aumentaron y la movilización de los de abajo creció muchísimo. Lo que pasa es que el bloque burgués que el PT constituye, del que participan no solo políticos burgueses (incluso innumerables “golpistas”), sino también grandes empresarios y banqueros, al incorporar organizaciones de la clase trabajadora, dificulta que esa misma clase y el pueblo pobre, que son la enorme mayoría del país, tengan una acción independiente de la burguesía.
La campaña “Lula Libre” cumplió, en este sentido, el papel de desviar e impedir la movilización directa de la clase trabajadora por sus derechos y por la derrocada de Temer y del Congreso corrupto. La nueva Huelga General necesaria para impedir la reforma laboral e, incluso, derrocar a Temer, no salió porque, con excepción de la CSP-Conlutas, las demás centrales sindicales  y movimientos sociales estuvieron y están bajo las alas del PT y de la campaña “Lula Libre”, que no es otra cosa sino la campaña electoral del PT en 2018. El mismo papel nefasto lo cumplieron en pro del desmonte de la huelga de los camioneros, en vez de llamar una Huelga General para derrocar a Temer y a la reforma laboral. Con ello, desviaron, una vez más, el proceso de luchas para el terreno de la burguesía: las elecciones burguesas. Aunque estas, como en 1989, expresen distorsionadamente la correlación de fuerzas de gran polarización social, política y de la lucha de clases, así como la importante división interburguesa.
La selectividad de la justicia burguesa contribuyó a la estrategia de Lula y del PT en la construcción de la falsa narrativa del golpe. En realidad, incluso el impeachment, al dejar en manos de Temer la guerra social que Dilma comenzó contra la clase, abrió la posibilidad de recuperación electoral de Lula y del PT. Si no fuese por eso, el PSDB tal vez no estaría en la situación que se encuentra hoy.
La campaña “Lula Libre”, siempre fue una campaña electoral en defensa de un programa capitalista y de colaboración de clases, uniendo bajo las alas de PT, al PCdoB, al PSOL y compañía. Ese frente actuó para defender los ex gobiernos del PT como gobiernos “progresistas”, ayudando así al PT a recomponer su espacio electoral, incluyendo la construcción de Haddad como el nuevo suplente de Lula. Hasta el propio Lula se negó a dejar avanzar la negociación de prisión domiciliaria, que lo dejaría libre de la prisión de Curitiba, para poder seguir con la misma estrategia de Lula candidato o candidato de Lula.
Quien se queda en el mero análisis superestructural y no estructural de la realidad debería pensar que ahora que el PT está en alta en las encuestas, la correlación de fuerzas debe haber cambiado de modo favorable a los trabajadores.
Pero, desde el punto de vista estructural, la correlación de fuerzas continúa siendo la misma. Lo que ocurre es que la clase obrera y los de abajo están furiosos con Temer, como en su momento lo estuvieron con Dilma, por la guerra social que todos esos gobiernos, desde 2013, vienen desatando contra los trabajadores y sus derechos. Guerra social que el capitalismo continúa exigiendo y que todas las candidaturas de las diferentes fracciones del mercado, incluyendo la del PT, van a continuar aplicando contra los de abajo en pro de los de arriba, a menos que sean derrotados por la clase en acción directa. Y, como demuestran todas las estadísticas, la clase nunca luchó tanto, desde los años 1980. Pero la superación de las direcciones traidoras es un proceso, un camino que la clase comenzó a trillar, aunque toda la “izquierda” defienda que la clase debería retroceder y quedarse parada en el campo burgués de colaboración de clases, propuesto por el “lulismo”.
¿Otra estafa electoral a la vista?
Todos los candidatos que están compitiendo hoy, excepto Vera, van a atacar a la clase trabajadora, en la medida en que van a pagar la deuda y defender la propiedad privada de los grandes empresarios en tiempos de gran crisis capitalista. No estamos en tiempos de crecimiento capitalista, como en la época de Lula, que permitan engaño.
Bolsonaro, Alckmin y Marina van a atacar violentamente a los trabajadores, en caso de que sean electos. Pero también lo harán Ciro y Haddad, el candidato de Lula.
El PT y Haddad prometen los niveles de desempleo de la era Lula, cuando el capitalismo y el boom de materias primas estaban en alza. Hacen el discurso del falso golpe y se alían en 13 estados con “golpistas” del mismo MDB de Temer (vice de Dilma), como Eunício de Oliveira y otros. Le dicen al pueblo que van a garantizar derechos. Pero, como informaban los periódicos “O Estado de São Paulo” y “Valor Económico” días atrás, Haddad conversaba con el “PIB”, el 1% que controla el poder económico, que lo consideran inofensivo, como ya sabíamos. Haddad garantiza también que hará la reforma de la Seguridad Social. Como Dilma, si lo eligen, hará una nueva estafa electoral.
Ni una dictadura, ni la democracia de los ricos van a mejorar la vida de la mayoría
El PT y el PSOL defienden la democracia de los ricos. Creen que puede ser justa y garantizar la “soberanía popular”, o sea, un gobierno de la mayoría, a través del voto y de la elección de los poderes Ejecutivo y Legislativo, o incorporar los mecanismos “participativos”.
La burguesía, puede optar por una dictadura militar o por la democracia de los ricos para gerenciar el sistema. El sistema capitalista tiene diferentes formas de organización. Una de ellas es la democracia de los ricos, la otra, el régimen militar (que Bolsonaro defiende, aunque sea, como Trump, un populista de derecha o sea, una extrema derecha electoral). Cuando la burguesía opta por la dictadura, impone sus gobiernos a la fuerza, no permite elecciones, ni que los partidos obreros se legalicen, ni libertad de organización, de reunión, de manifestación, de opinión, etc. El fascismo, mucho peor que la dictadura, usa métodos de guerra civil contra la clase obrera y sus organizaciones y mata masivamente a los trabajadores y sus líderes. En estos casos, la clase obrera debe hacer unidad  de acción en la lucha con cualquier sector, incluso de la burguesía, para impedir un régimen autoritario, que impida su organización y expresión. Pero, esa unidad es en la lucha, nunca debe ser un apoyo político.
Ya la democracia de los ricos garantiza el control por el poder económico y por un sistema que, en realidad, le quita diariamente a los de abajo su soberanía, para que sea ejercida por los “electos” a cada 4 años, en las elecciones que conocemos.
Todos los gobiernos, sean de dictadura o de la Nueva República (Collor, Itamar, Fernando Henrique Cardoso, Lula, Dilma y Temer), gobernaron para el mismo 1% de siempre. Fueron todos gobiernos de la clase dominante, aunque con diferencias entre sí. Representaron, en diferentes circunstancias, a diferentes sectores de la clase dominante, que en su conjunto representa 1% de la población.
Las elecciones burguesas son un juego de cartas marcadas y antidemocráticas. Como sistema de gobierno, en la democracia de los ricos, el sistema representativo no es democrático. No es de hecho un gobierno de la mayoría, es un simulacro, un engaño. Es un sistema en el que quien manda de verdad es la minoría.
Es mentira que hay “soberanía popular” en la democracia de los ricos. Pues quien gobierna no es la mayoría del pueblo y sí “los electos”. Electos, además de todo, por el poder económico del 1%. Esos electos después gobiernan todos los días para el “mercado”. El pueblo es convocado para legitimar el sistema a cada cuatro años, en votación individual, en campañas de mentiras y sin que los candidatos tengan condiciones mínimamente iguales de disputa. Por eso, el Congreso es tan corrupto y el diputado hace lo que quiere cuando está en él. No representa al pueblo, porque sabe que no va a tener que rendir cuentas de nada.
Es importante recordarle también a la llamada “izquierda”, que se dice democrática, que el sistema representativo usurpa el nombre democracia y se autodenomina “democracia representativa”. O sea, la democracia de los ricos, es un régimen hecho para gobernar el sistema capitalista.
Por eso, los trabajadores y la mayoría del pueblo pobre deben defender los consejos populares. Esa es la única forma de que los trabajadores gobiernen, todos los días, desde abajo y tengan poder de decisión sobre todo. La democracia obrera es verdaderamente democrática.
¿Estafa electoral también es golpe?
El PT y el PSOL dicen que hay un régimen de excepción hoy en Brasil, o sea, una dictadura. Según ellos, hubo un “golpe”. Golpe significa cambio de régimen, de sistema de gobierno, una situación en que la burguesía necesita acabar con cualquier libertad democrática. Como eso no pasó, inventaron que hubo un “golpe institucional”. Ese tipo de zancadilla, que ellos llaman “golpe”, forma parte de la naturaleza de la democracia de los ricos. Este tipo de golpe también existió durante los gobiernos del PT. ¿O la estafa electoral de Dilma de 54 millones de electores es “respeto al deseo de la mayoría? Este tipo de “golpe” es dado por todos los gobiernos burgueses, incluyendo los de Lula y Dilma.
Otra zancadilla y medida antidemocrática fueron los cambios en la ley electoral para mucho peor, con el apoyo del PT. Medidas que benefician a los grandes partidos e impiden cualquier renovación electoral, además de dejar partidos ideológicos y no corruptos, como el PSTU, en la semi-ilegalidad.
La coherencia no tiene precio: ¡El 16 es rebelión! ¡Por Vera del PSTU!
La tarea más importante en el proceso electoral es defender la independencia de clase, la necesidad de un proyecto socialista y de una Rebelión, para que los de abajo puedan derrocar a los de arriba. Esa necesidad, solo se expresa hoy a través de la única candidatura que defiende un proyecto socialista y que no forma parte de ningún bloque burgués, sea o no de colaboración de clases .
El 16 es Rebelión.
Traducción: Davis

EEUU. ¿Golpe de Estado contra Trump?: “Desde la Guerra de Secesión nunca se desafió así a un presidente”


kaosenlared.net

EEUU. ¿Golpe de Estado contra Trump?: “Desde la Guerra de Secesión nunca se desafió así a un presidente”


Por RT
El ex estratega del presidente, Steve Bannon, advierte de un “ataque directo a las instituciones” tras la publicación por The New York Times de una columna de un funcionario anónimo. El presidente de EE.UU., Donald Trump, se está enfrentando a un “golpe de Estado”, advierte en una entrevista a Reuters el exestratega de la Casa Blanca, […]

El ex estratega del presidente, Steve Bannon, advierte de un “ataque directo a las instituciones” tras la publicación por The New York Times de una columna de un funcionario anónimo.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, se está enfrentando a un “golpe de Estado”, advierte en una entrevista a Reuters el exestratega de la Casa Blanca, Steve Bannon, en referencia a la explosiva columna publicada esta semana en The New York Times por un alto funcionario anónimo que afirma ser parte de la “resistencia” contra Trump.
  • El autor del artículo de opinión explica que “muchos de los altos funcionarios” de la Administración Trump “están trabajando diligentemente desde dentro” para frustrar partes de la agenda del presidente “y sus peores inclinaciones”.
  • El funcionario asegura que la raíz del problema es “la amoralidad” del mandatario, al que acusa de actuar “de manera perjudicial para la salud de nuestra república”.
  • Por su parte, el propio presidente exigió al diario “entregar de inmediato” al ‘traidor’ “cobarde” al Gobierno por razones de seguridad nacional.

“Un ataque directo a las instituciones”

“Lo que vimos el otro día fue tan grave como puede ser. Este es un ataque directo a las instituciones”, aseveró Bannon durante una visita a Italia. “Esto es un golpe de Estado“, resaltó.
El estratega político sostiene que se trata de “una crisis”, pues —según él— la única vez que un presidente estadounidense ha sido desafiado de esta forma fue en 1862, durante la Guerra civil estadounidense, cuando el general George B. McClellan y otros generales de alto rango —todos demócratas del Ejército de la Unión— “consideraron que Abraham Lincoln no era apto y no era competente para ser comandante en jefe“.
“Hay una camarilla de figuras del ‘establishment’ republicano que creen que Donald Trump no es apto para ser presidente de EE.UU.”, aseveró Bannon, antes de reiterar que “esta es una crisis”.

“No es un Estado en la sombra es un Estado delante de nuestras caras”

El exestratega del presidente, que fue despedido por Trump en agosto de 2017, enfatizó que no se considera a sí mismo “un tipo conspirativo”. “He dicho que no existe un Estado profundo: es un Estado delante de nuestras caras”, aseguró.
Al mismo tiempo, Bannon advirtió a los progresistas liberales dentro del Partido Demócrata, como el senador Bernie Sanders, que no se complazcan con la confusión en la Casa Blanca, pensando “que será diferente” si ellos llegan al poder”.
actualidad.rt.com/actualidad/288044-bannon-golpe-estado-trump-columna

Matemáticas de género


disidentia.com

Matemáticas de género

 

 

Fernando Díaz Villanueva

La inteligencia humana es uno de los grandes misterios cuyos secretos la ciencia no ha conseguido desvelar del todo. No es ya llegar a una definición satisfactoria de la inteligencia misma, sino como gradarla. Sabemos que estamos ante alguien inteligente, pero muchas veces no podemos explicar bien por qué, ya que la inteligencia es un conjunto de rasgos no precisamente fáciles de categorizar, cuantificar y cualificar.
Lo que si se ha observado es que entre los hombres hay más variabilidad que entre las mujeres, es decir, que hay más idiotas y más genios. A este fenómeno los científicos han dado en llamarlo Gran Hipótesis de la Variabilidad Masculina. No es algo nuevo. Charles Darwin ya lo observó en sus estudios del mundo natural hace más de un siglo. El padre de la teoría evolucionista apreció que hay más variabilidad en un sinnúmero de especie tan dispares entre sí como los pavos, los salmones, las avispas o los primates.
Los varones están sobre representados en los extremos de la tabla cuando se categorizan variables como la inteligencia, el peso al nacer o en pruebas de aptitud como la lectura o las matemáticas
En nuestra especie también se da esa peculiaridad. Los varones están sobre representados en los extremos de la tabla cuando se categorizan variables como la inteligencia, el peso al nacer o en pruebas de aptitud como la lectura o las matemáticas. Eso llevado al mundo real se traduce en que hay más premios Nobel entre los varones, pero también más asesinos.
Los datos están ahí para quien quiera echarles un vistazo. Desde que empezase a entregarse el premio Nobel allá por 1901 se han concedido un total de 896 galardones. Sólo 49 los han ganado mujeres, un 5,4%. De esos 49, 31 correspondieron a las categorías de Literatura, Paz y Economía, que son los Nobel más políticos, menos atados a méritos concretos fácilmente objetivables como la química, la física o la medicina.
Podríamos pensar que esta diferencia tan grande se debe a que las mujeres no han tenido acceso a la educación superior. Pero esto no es todo cierto, al menos desde la segunda mitad del siglo XX en los países del primer mundo, que son lo que copan el 98% de los Nobel concedidos desde su fundación.
Una relación similar encontramos en la población reclusa. En 2017 había en España 58.814 personas encarceladas, de las cuales 54.449 eran hombres y 4.365 mujeres, es decir, el 8%. Porcentajes similares encontramos en otros países como Estados Unidos, Alemania o Francia.
Hasta aquí todo correcto. Todos sabemos que hay más presos que presas y que los ganadores de premios Nobel suelen ser hombres. Lo que los científicos se preguntan es por qué. Theodore Hill, un prestigioso matemático estadounidense del Instituto Tecnológico de Georgia, se puso hace un tiempo a investigar este tema. Junto a Sergei Tabachnikov, profesor de Matemáticas de la Universidad del Estado de Pensilvania, presentó un argumento matemático basado en principios biológicos y evolutivos para explicarlo.
Hecho esto Hill y Tabachnikov pensaron en publicar sus conclusiones con un paper científico en la revista Mathematical Intelligencer dentro de una sección llamada “Punto de vista”, en la que suelen abordarse temas controvertidos y abiertos al debate. El manuscrito fue sometido a varias revisiones y finalmente aceptado para su publicación en abril de 2017.
Una asociación de la Universidad de Pensilvania llamada Women in Mathematics montó un tercer grado a Tabachnikov acusándole de apoyar “un conjunto de ideas muy controvertido y potencialmente sexista”
Todo perfectamente normal, así es como funciona el trabajo académico y las publicaciones científicas. Tan seguros estaban que Tabachnikov se permitió incluso difundir un avance en su sitio web para que sirviese de cebo a la espera de que la revista lo llevase en la edición antes de final de año.
Ahí comenzó el drama. Una asociación de la Universidad de Pensilvania llamada Women in Mathematics montó un tercer grado a Tabachnikov acusándole de apoyar “un conjunto de ideas muy controvertido y potencialmente sexista”. A partir de aquí el asunto enloqueció. Empezaron a volar los correos electrónicos y las denuncias. Como guinda, la National Science Foundation (NSF) solicitó a los autores que su nombre fuese eliminado de inmediato del apartado de agradecimientos.
Al parecer la presidenta de Women in Mathematics había escrito una carta a NSF acusando a los autores de “promover ideas pseudocientíficas”. Ese mismo día la editora jefe de Mathematical Intelligencer, Marjorie Wikler Senechal, les comunicaba que rechazaba el artículo a pesar de haberlo aceptado para su publicación tras cumplimentar todos los trámites un año y medio antes. La razón que dio a los autores era que le habían advertido varios colegas que la publicación “provocaría reacciones extremadamente fuertes“.
Un asunto académico entre matemáticos terminó en una campaña en Facebook contra los autores del paper
A cambio les propuso participar en una mesa redonda para debatir sobre el tema, pero ni eso al final pudo ser porque la caza de brujas hacia Hill y Tabachnikov elevó tanto la temperatura que un asunto académico entre matemáticos terminó en una campaña en Facebook contra los autores del paper. Algo simplemente inaudito en el aséptico y ordenado mundo de las matemáticas.
Hill, ya retirado y sin miedo a quedarse desempleado, publicó el artículo de marras el pasado 28 de agosto. Sólo lo firma él, Tabachnikov se ha caído de la autoría por razones que son fáciles de entender. El paper, alojado como un PDF en el Archivo de Matemáticas Online está disponible aquí. Juzgue el lector si es digno de semejante persecución.
Una abracadabrante historia como esta, que de por sí merecería un reportaje en televisión, ha pasado desapercibida. No es la primera, no será la última, es simplemente una más. La academia en Estados Unidos hoy tiene que lidiar con esto. Los investigadores agachan la cabeza y continúan su camino confiando en que la turba no se fije en ellos.
La corrección política, que ya ha hecho estragos en el periodismo y los estudios de humanidades, se está adueñando de áreas donde, más que opinar, se exponen tesis científicas debidamente fundamentadas. El estudio de Hill y Tabachnikov, en el que no entro porque carezco de los conocimientos matemáticos para entenderlo, no pretende ser una verdad absoluta. Es una simple hipótesis científica expuesta respetando escrupulosamente la metodología que le es propia a la ciencia. No hay nada censurable, si sus conclusiones no son ciertas la comunidad matemática puede falsarlas empleando la misma vía.
hay ‘no-go zones’ en la ciencia, áreas enteras que están vedadas y en las que uno sólo puede aventurarse por su propia cuenta y riesgo
Pero no ha sucedido eso. Se ha politizado un asunto porque simplemente no gustó a dos profesoras cuando leyeron un avance de un artículo que aún no se había hecho público. En lugar de esperar y luego rebatirlo han empleado tácticas matoniles y de puro agit-prop, como amenazar veladamente a la NSF (entidad muy generosa con las becas a la investigación) y a la revista Mathematical Intelligencer.
Han convertido, en definitiva, en político algo que no lo era. No han podido evitar su publicación porque Internet es muy grande. De hecho ahora se leerá mucho más de lo que lo hubiese hecho en un simple journal para matemáticos, pero el aviso está ahí.
Antes de meterse en camisas de once varas los que vengan detrás de Hill saben a lo que se exponen. Saben de antemano que hay ‘no-go zones‘ en la ciencia, áreas enteras que están vedadas y en las que uno sólo puede aventurarse por su propia cuenta y riesgo. Hill es ya un profesor emérito de 75 años con la jubilación resuelta. Tabachnikov, un matemático ruso emigrado a Estados Unidos, es más joven y todavía depende de la universidad para poder pagar las facturas. Esta y no otra es la advertencia. El que cuestione los dogmas se verá en problemas primero y luego con la muerte profesional y civil.
No tratan ya de jibarizar el debate, sino directamente de eliminarlo. Lo han conseguido en el ámbito mediático, donde la disidencia se paga muy cara. Están ahora con el académico. Cuando la intimidación y la censura provienen de las mismas instituciones que deben alentar la investigación y el debate es que algo muy importante está muriendo.
Foto Elisa Riva



La física del capitalismo


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La física del capitalismo


La gente tiende a pensar en el capitalismo en términos económicos. Karl Marx discutió que el capitalismo es un sistema político y económico que transforma la productividad del trabajo humano en grandes beneficios y rendimientos para aquellos quienes poseen los medios de producción. Sus partidarios sostienen que el capitalismo es un sistema económico que promueve […]

La gente tiende a pensar en el capitalismo en términos económicos. Karl Marx discutió que el capitalismo es un sistema político y económico que transforma la productividad del trabajo humano en grandes beneficios y rendimientos para aquellos quienes poseen los medios de producción.
Sus partidarios sostienen que el capitalismo es un sistema económico que promueve mercados libres y la libertad individual. Y tanto detractores como defensores casi siempre miden el impacto del capitalismo en términos de riqueza, renta, salarios y precios, y oferta y demanda. Sin embargo, las economías humanas son complejos sistemas biofísicos que interactúan con un mundo natural más amplio, y ninguna puede ser completamente examinada sin tener en cuenta sus condiciones materiales subyacentes. Mediante la exploración de algunos de los conceptos fundamentales de la física, podemos desarrollar una mejor comprensión de cómo funcionan todos los sistemas económicos, incluyendo las formas en las que actividades capitalistas de alto consumo energético están cambiando la humanidad y el planeta.
Este artículo explicará cómo las características fundamentales de nuestra existencia natural y económica dependen de los principios de la termodinámica, la cual estudia las relaciones entre magnitudes como energía, trabajo y calor. Una firme aprehensión de cómo funciona el capitalismo a nivel físico nos puede ayudar a entender por qué nuestro próximo sistema económico debería ser más ecológico, priorizando la estabilidad a largo plazo y la compatibilidad con la ecosfera global que sostiene a la humanidad.
Tal comprensión requiere un vistazo a algunas nociones centrales de la física. Estas incluyen: energía, entropía, disipación y las diversas leyes de la naturaleza que las unen. Los rasgos centrales de nuestra existencia natural, como organismos vivos y seres humanos, emergen de las interacciones colectivas descritas por estas realidades físicas esenciales. Aunque estos conceptos pueden ser difíciles de definir sin referencia a modelos y teorías específicos, sus atributos generales pueden ser esbozados y analizados para mostrar la poderosa interacción entre la física y la economía.
El intercambio de energía entre diferentes sistemas tiene una influencia decisiva en el orden, la fase y la estabilidad de la materia física. La energía puede ser definida como cualquier propiedad física conservada que pueda producir movimiento, como trabajo o calor, al ser intercambiada entre diferentes sistemas. La energía cinética y la energía potencial son las dos formas más importantes de almacenamiento de energía. La suma de estas dos magnitudes se conoce como energía mecánica. Un camión acelerando cuesta abajo en una autovía acumula una buena cantidad de energía cinética –esto es, energía asociada con el movimiento–. Un pedrusco tambaleándose al borde de un risco tiene mucha energía potencial, o energía asociada con la posición. Si se le da un leve empujón, su energía potencial se transformará en energía cinética por influencia de la gravedad y caerá. Cuando los sistemas físicos interactúan, la energía es transformada en muchas formas diferentes, pero su cantidad total siempre permanece constante. La conservación de la energía implica que el resultado total de todos los flujos energéticos y transformaciones debe ser equivalente a la cantidad de entrada.
Los flujos de energía entre diversos sistemas representan el motor del cosmos, y aparecen en todos los lugares, tan a menudo que difícilmente los detectamos. El calor fluye naturalmente de las regiones más cálidas a las más frías, de ahí que nuestro café se nos quede frío por la mañana. Las partículas se mueven de zonas de altas presiones a zonas de bajas presiones, y así es como el viento empieza a aullar. El agua viaja de regiones de alta energía potencial a regiones de baja energía potencial, haciendo que los ríos fluyan. Las cargas eléctricas viajan desde regiones de alto voltaje a regiones de escaso voltaje, y es así que las corrientes son desatadas a través de los conductores. El flujo de energía que atraviesa los sistemas físicos es uno de los rasgos más comunes de la naturaleza y, como estos ejemplos enseñan, los flujos de energía requieren de gradientes –diferencias de temperatura, presión, densidad u otros factores–. Sin estos gradientes, la naturaleza nunca daría flujos netos, todos los sistemas físicos permanecerían en equilibrio y el mundo sería inerte –y muy aburrido–. Los flujos de energía también son importantes en tanto que generan trabajo mecánico, que es cualquier desplazamiento macroscópico en respuesta a una fuerza. Levantar una pesa y chutar un balón son sendos ejemplos de llevar a cabo trabajo mecánico en otro sistema. Un resultado importante de la física clásica iguala la cantidad de trabajo con la variación en la energía mecánica de un sistema físico, revelando una útil relación entre estas dos variables.
Aunque los flujos de energía puedan producir trabajo, raramente lo hacen de manera eficiente. Sistemas macroscópicos grandes, como camiones o planetas, pierden o ganan energía mecánica habitualmente mediante sus interacciones con el mundo exterior. El protagonista en este gran drama es la disipación, definida como cualquier proceso que reduzca parcialmente o elimine completamente la energía mecánica disponible de un sistema físico, convirtiéndola en calor u otros productos. Al interactuar con el ambiente exterior, los sistemas físicos suelen perder energía mecánica con el paso del tiempo, por fricción, difusión, turbulencia, vibraciones, colisiones y otros efectos disipativos, impidiendo cada uno de ellos que cualquier fuente de energía se convierta completamente en trabajo mecánico. Un ejemplo sencillo de disipación es el calor producido cuando nos frotamos las manos rápidamente. En el mundo natural, los flujos de energía macroscópicos están acompañados frecuentemente por pérdidas disipativas de un tipo u otro. Los sistemas físicos capaces de disipar energía son proclives a ricas y complejas interacciones, haciendo de la disipación una característica central del orden natural. Es difícil de imaginar un mundo sin disipación y sin las interacciones que la hacen posible. Si la fricción desapareciera repentinamente del mundo, la gente se resbalaría y se deslizaría por todos lados. Nuestros coches serían inútiles, como la idea misma de transportarse, porque las ruedas y otros aparatos mecánicos no tendrían ninguna adherencia al suelo u a otras superficies. Nunca seríamos capaces de darnos la mano o mecer a nuestros bebes. Nuestros cuerpos se deteriorarían rápidamente y perderían su estructura interna. El mundo sería extraño e irreconocible.
La disipación está estrechamente relacionada con la entropía, uno de los conceptos más importantes en termodinámica. Mientras que la energía mide el movimiento producido por sistemas físicos, la entropía rastrea el modo en que la energía es distribuida por el mundo natural. La entropía tiene varias definiciones estándar en física, todas ellas básicamente equivalentes. Una definición popular en termodinámica clásica afirma que la entropía es la cantidad de energía térmica por unidad de temperatura que se vuelve no disponible para trabajo mecánico durante un proceso termodinámico. Otra notable definición proviene de la física estadística, que observa cómo las partes microscópicas de la naturaleza se pueden unir para producir resultados grandes, macroscópicos. En esta versión estadística, la entropía es una medida de las diversas formas en que los estados microscópicos dentro de un sistema más grande pueden ser reorganizados sin cambiar ese sistema. Para un ejemplo concreto, piensa en un gas típico y un sólido típico en equilibrio. La energía se distribuye de manera muy distinta en estas dos fases de la materia. El gas tiene mayor entropía que el sólido porque las partículas del primero tienen bastantes más configuraciones de energía posibles que los lugares atómicos fijos en sólidos y cristales, los cuales tienen solo un pequeño rango de configuraciones de energía que preserven su orden fundamental. Debemos enfatizar que el concepto de entropía no se aplica a ninguna configuración específica de materia macroscópica, sino que se aplica como limitación al número posible de configuraciones que un sistema macroscópico puede tener en equilibrio.
La entropía tiene una profunda conexión con la disipación a través de una de las leyes más importantes de la termodinámica, la cual reza que los flujos térmicos nunca pueden ser completamente convertidos en trabajo. Las interacciones disipativas aseguran que los sistemas físicos siempre pierdan algo de energía en forma de calor en cualquier proceso termodinámico natural en el que la fricción y otros efectos similares estén presentes. Ejemplos reales de estas pérdidas termodinámicas incluyen las emisiones de los motores de coche, corrientes eléctricas que se encuentran con resistencia y capas de fluidos que interactúan experimentando viscosidad. En termodinámica, estos fenómenos son frecuentemente considerados como irreversibles. La continua producción de energía térmica por fenómenos irreversibles merma gradualmente las existencias de energía mecánica que los sistemas físicos pueden explotar. De acuerdo a la definición de entropía, el agotamiento de energía mecánica útil implica generalmente que la entropía aumente. Dicho formalmente, la consecuencia más importante de cualquier proceso irreversible es el aumento de la entropía combinada de un sistema físico y sus alrededores. En un sistema aislado, la entropía continúa creciendo hasta que alcanza algún valor máximo, momento en el que el sistema se queda en equilibrio. Para aclarar este último concepto, imagina un gas rojo y un gas azul separados por una pared en un contenedor sellado. Retirar la pared permite que los dos gases se mezclen. El resultado sería un gas de color morado y esa configuración equilibrada representaría el estado máximo de entropía. También podemos relacionar la disipación con la noción de entropía en física estadística. La proliferación de energía térmica a través de sistemas físicos cambia el movimiento de sus moléculas en algo más aleatorio y disperso, incrementando el número de microestados que pueden representar las propiedades macroscópicas del sistema. En sentido amplio, la entropía puede ser vista como la tendencia de la naturaleza a reconfigurar estados de energía en distribuciones que disipan energía mecánica.
La descripción tradicional de entropía que se ha dado más arriba se aplica en el marco de la termodinámica del equilibrio. Pero en el mundo real, los sistemas físicos raramente existen a  temperaturas fijas, en perfectos estados de equilibrio o en aislamiento total del resto del universo. El campo de la termodinámica del no equilibrio examina las propiedades de sistemas termodinámicos que operan lo suficientemente alejados del equilibrio, como organismos vivos o bombas explosivas. Los sistemas no equilibrados son la savia del universo; hacen al mundo dinámico e impredecible. La termodinámica moderna sigue siendo una obra inconclusa, pero ha sido usada para estudiar con éxito un amplio espectro de fenómenos, incluyendo flujos térmicos, la interacción entre gases cuánticos, estructuras disipativas e incluso el clima global. No hay definición universalmente aceptada de entropía en condiciones de desequilibrio, aunque los físicos han ofrecido varias propuestas. Todos ellos incluyen el tiempo al analizar interacciones termodinámicas, permitiéndonos determinar, no solo si la entropía aumenta o disminuye, sino también cuán rápido o lento cambian los sistemas físicos en su camino hacia el equilibrio. Los principios de la termodinámica moderna son, por tanto, esenciales para ayudarnos a entender el comportamiento de los sistemas del mundo real, la vida misma incluída.
El objetivo físico central de toda forma de vida es evitar el equilibrio termodinámico con el resto de su entorno mediante la disipación continua de energía, como sugirió el físico Erwin Schrödinger en la década de los 40, cuando usó la termodinámica del no equilibrio para estudiar los rasgos clave de la biología. Podemos denominar a este objetivo vital como el imperativo entrópico. Todos los organismos vivos consumen energía de un ambiente externo, la usan para avivar procesos e interacciones bioquímicos vitales y entonces disipar la mayor parte de la energía consumida de nuevo al ambiente. La disipación de energía a un ambiente externo permite a los organismos conservar el orden y la estabilidad de sus propios sistemas bioquímicos. Las funciones esenciales de la vida dependen de esta estabilidad entrópica de manera crítica, incluyendo funciones como la digestión, la respiración, la división celular y la síntesis de proteínas. Lo que hace única a la vida en tanto que sistema físico es la auténtica variedad de métodos de disipación que ha desarrollado, como la producción de calor, la emisión de gases y la expulsión de residuos. Esta capacidad generalizada para disipar energía es lo que ayuda a la vida a sostener el imperativo entrópico. De hecho, el físico Jeremy England ha discutido que los sistemas físicos en baño caliente inundado con grandes cantidades de energía pueden tender a disipar más energía. Esta “adaptación motivada por la disipación” [dissipation-driven adaptation] puede llevar al surgimiento espontáneo de orden, reproducción y autoensamblaje entre unidades microscópicas de materia, aportando una pista potencial hacia la dinámica misma del origen de la vida. Los organismos también usan la energía que consumen para llevar a cabo trabajo mecánico como, por ejemplo, caminar, correr, escalar o escribir en un teclado. Aquellos organismos con acceso a muchas fuentes de energía pueden realizar más trabajo y disipar más energía, satisfaciendo las condiciones centrales de la vida.
Del mismo modo, las relaciones termodinámicas entre energía, entropía y disipación imponen poderosas constricciones en el comportamiento y la evolución de los sistemas económicos. Las economías son sistemas dinámicos y emergentes forzados a funcionar de ciertas maneras debido a las condiciones sociales y ecológicas que les subyacen. En este contexto, las economías son sistemas de no equilibrio, capaces de disipar rápidamente energía a algún ambiente externo. Todos los sistemas dinámicos ganan fuerza de alguna reserva energética, alcanzan picos de intensidad mediante la absorción de un suministro regular de energía, y entonces se deshacen de los cambios internos y externos que o bien perturban flujos vitales de energía o bien hacen imposible continuar disipando más energía. Pueden incluso llegar a experimentar ondulaciones a largo plazo, creciendo por un tiempo y luego encogiéndose, volviendo entonces a crecer de nuevo antes de colapsar finalmente. Las interacciones entre sistemas dinámicos pueden producir resultados altamente caóticos, pero las expansiones y contracciones de energía son los rasgos esenciales de todos los sistemas dinámicos. La energía consumida por todos los sistemas económicos o es convertida en trabajo mecánico y los productos físicos de ese trabajo, o es simplemente desaprovechada y disipada al medio ambiente. Podemos definir la eficiencia colectiva de un sistema económico como la fracción de toda la energía consumida dirigida a crear trabajo mecánico y energía eléctrica. Las economías que incrementan la cantidad de trabajo mecánico que generan son capaces de producir más bienes y servicios. Pero por muy importante que pueda ser, el trabajo mecánico representa una fracción relativamente pequeña del uso total de energía en cualquier economía; la gran mayoría de energía consumida por todas las economías es despilfarrada rutinariamente en el medio ambiente a través de residuos, disipación y otros tipos de pérdida energética.
Históricamente, el crecimiento económico ha estado en gran medida supeditado a que la gente consumiera más energía de sus entornos naturales. Cuando los humanos eran cazadores y recolectores, el principal recurso que realizaba trabajo mecánico era el músculo humano. Nuestro estilo de vida nómada se mantuvo durante unos 200.000 años, aunque padeció significativas interrupciones tras la Edad de Hielo. A lo largo de milenios, las condiciones ecológicas cambiantes por todo el mundo forzaron a numerosos grupos a adoptar estrategias agrícolas y pastoriles. Las economías agrarias dependían considerablemente de plantas cultivadas y animales domesticados para facilitar la generación de excedentes de alimentos y de otros bienes y recursos. Estos modos de consumo y producción agrarios dominaron en las sociedades humanas durante casi diez mil años, pero con el tiempo fueron reemplazados por un nuevo sistema económico. El capitalismo surgió y se extendió gracias a la expansión colonial, las olas industrializadoras, la proliferación de enfermedades epidémicas, las campañas genocidas contra poblaciones indígenas y el descubrimiento de nuevas fuentes de energía.
La economía global se ha vuelto desde entonces un sistema interconectado de finanzas, ordenadores, fábricas, vehículos, máquinas y mucho más. Crear y mantener este sistema requirió de una gran transición que aumentó la tasa de producción energética a partir de nuestros entornos naturales. En nuestros días nómadas, el índice diario de consumo energético per cápita rondaba las 5.000 kilocalorías. En 1850, el consumo per cápita había aumentado hasta prácticamente 80.000 kilocalorías cada día y desde entonces se ha hinchado hasta alcanzar, hoy, alrededor de unas 250.000 kilocalorías. Desde la perspectiva de la física, el rasgo fundamental de todas las economías capitalistas es una tasa excesiva de consumo de energía centrada en estimular el crecimiento económico y los excedentes materiales. El despliegue colectivo de bienes capitales puede generar niveles increíbles de trabajo mecánico, permitiendo a la gente producir más, viajar grandes distancias y levantar objetos pesados, entre otras actividades. El capitalismo es de lejos más intensivo en energía que cualquier otro sistema económico previo, y ha provocado consecuencias ecológicas sin precedentes que pueden amenazar su misma existencia. Todavía queda sin saber durante cuánto tiempo puede la humanidad sostener las actividades del capitalismo intensivas en energía, pero no hay duda de que la fantasía del crecimiento ilimitado y beneficios fáciles no puede continuar. Todos los sistemas dinámicos deben llegar a un final en algún momento.
Durante los últimos dos siglos, ineficientes economías capitalistas han descargado grandes cantidades de pérdidas energéticas a sus entornos naturales en forma de residuos, químicos, sustancias contaminantes y gases de efecto invernadero. El efecto agregado de todos estos residuos y disipación ha sido, fundamentalmente, alterar flujos de energía críticos por toda la ecosfera, desencadenando una gran crisis social y ecológica en el mundo natural. Esta crisis socioecológica está aún en sus primeras fases, pero ya ha engendrado desastres como la deforestación, el calentamiento global, la acidificación de los océanos y sustanciales pérdidas de biodiversidad.
Salvo que haya cambios revolucionarios en nuestro sistema económico, esta crisis solo continuará y se intensificará. Mientras esto ocurre, la acumulación de problemas en el mundo natural amenaza la viabilidad a largo plazo de la civilización global. Los productos que disipamos al medio ambiente pueden ser inútiles para nosotros, pero frecuentemente sirven como reservas de energía para otros sistemas dinámicos. Las pérdidas de energía suelen tener un efecto amplificado sobre la civilización humana, es decir, que sus verdaderos costos son mucho mayores de lo que se puede ver o entender superficialmente. Considérense las condiciones insalubres en ciudades a lo largo de la historia. Las ciudades de las economías premodernas eran típicamente sucias, con basura y deshechos llenando muchos espacios públicos. Esas pérdidas energéticas, empero, fueron una fuente crítica de alimento y nutrientes para una gran variedad de otros organismos vivientes, especialmente insectos y demás animales pequeños que podían sobrevivir en medio de la civilización humana. Cuando estas criaturas se convirtieron en huéspedes de enfermedades letales, la basura humana ayudó a concentrar sus números precisamente en los peores lugares: zonas de alta densidad como las ciudades. En consecuencia, las epidemias normalmente generaron muchas más muertes de las que habrían provocado de otro modo, con la carnicería inconcebible de la peste negra como ejemplo primordial. Hoy día nos enfrentamos a nuestras propias versiones de este antiguo problema, pero a una escala mucho mayor. Hay varios tipos de gases en la atmósfera, conocidos como gases de efecto invernadero, capaces de absorber la radiación calórica que se dirige hacia afuera. Cuando estos gases en la atmósfera atrapan y emiten la radiación de vuelta a la superficie del planeta, grandes cantidades de fotones excitan a los electrones, átomos y moléculas en la superficie hacia mayores niveles energéticos en un proceso llamado efecto invernadero. Estas excitaciones y fluctuaciones adicionales a nivel microscópico representan colectivamente el calor que experimentamos a nivel macroscópico. El efecto invernadero es crítico en el sentido de que hace a la tierra lo suficientemente cálida como para ser habitable. Durante las dos últimas centurias, sin embargo, los países ricos e industrializados han reforzado este proceso natural mediante la inyección en la atmósfera de grandes cantidades de nuevos gases de efecto invernadero, causando, en consecuencia, mayor calentamiento global. Este reforzamiento artificial del efecto invernadero suele actuar como una poderosa reserva energética para otros sistemas dinámicos y fenómenos naturales, incluyendo tormentas, inundaciones, sequías, ciclones, incendios, insectos, virus, bacterias y proliferación de algas.
Un planeta en calentamiento también podría reforzar mecanismos positivos de retroalimentación en el clima, capaces de inducir incluso más calentamiento, más allá del que es ya causado por nuestras emisiones de efecto invernadero. Estos mecanismos, como el derretimiento de hielo marino y la descongelación del permafrost, permitirían al planeta absorber mucha más energía solar mientras naturalmente emite vastas cantidades de gases de efecto invernadero. El caos resultante haría que cualquier intento humano por mitigar el calentamiento global fuera en vano. Justo esto es lo que debería preocuparnos: el caos que estamos desatando en el planeta mediante el sistema capitalista encontrará una manera de producir un nuevo orden, uno que amenace a la civilización misma. Mientras el capitalismo se extienda, la crisis ecológica se agravará. Los cada vez más intensos sistemas dinámicos de la naturaleza interactuarán más con nuestras civilizaciones y podrían interrumpir severamente los flujos de energía vitales que sostienen la reproducción social y las actividades económicas. Las regiones con alta densidad poblacional que están a merced de desastres naturales recurrentes son especialmente vulnerables. El ciclón Bhola mató alrededor de 500.000 personas cuando golpeó Pakistán del Este en 1970, provocando una serie de protestas y disturbios masivos que culminaron en una guerra civil y contribuyeron a la creación de un nuevo país, Bangladesh. Numerosos estudios han concluido que la peor sequía que Siria ha sufrido en casi mil años ha sido parcialmente culpable de las tensiones políticas y sociales que culminaron en la actual guerra civil. El clima es un sistema dinámico resiliente, capaz de asimilar muchos cambios físicos distintos, pero esta resiliencia tiene sus límites, y la humanidad se encontrará en graves problemas si sigue intentando transgredirlos.
Estos argumentos destacan una de las grandes fallas de la teoría económica moderna: carece de fundamento científico. Las filosofías económicas ortodoxas, desde el monetarismo hasta la síntesis neoclásica, se centran en describir los efímeros rasgos financieros del capitalismo, confundiéndolos por leyes de la naturaleza inmutables y universales. La teoría económica capitalista ha sido en su mayor parte transformada en una filosofía metafísica cuyo objetivo no es proveer de fundamentos científicos a la economía, sino producir propaganda sofisticada, diseñada para proteger la riqueza y el poder de una élite global. Cualquier explicación científica de la economía debe comenzar por darse cuenta de que los flujos energéticos y las condiciones ecológicas ––no la “mano invisible” del mercado–– dictan los parámetros macroscópicos a largo plazo de todas las economías. Importantes contribuciones en esta línea han venido del campo de la economía ecológica, especialmente de los trabajos seminales de los economistas Nicholas Georgescu-Roegen y Herman Daly, aunque también del ecologista de sistemas Howard Odum. El propio Marx incorporó preocupaciones ecológicas en su pensamiento político y económico. Las aportaciones de estos y otros pensadores revelaron que los rasgos económicos del mundo son propiedades emergentes moldeadas por realidades físicas y condiciones ecológicas subyacentes; entenderlas resulta crítico para cualquier comprensión de la economía.
El pensamiento ecológico difiere de las escuelas ortodoxas de economía de varias maneras fundamentales. La más importante es que la teoría ecológica sostiene que no podemos concebir los residuos y las pérdidas disipativas como “externalidades” y “el costo de hacer negocios” dado cuán importantes estas pérdidas energéticas pueden ser a la hora de moldear la evolución de los sistemas económicos. Lo que los economistas mainstream denominan “externalidades” incluye los productos físicos que tiramos al medio ambiente –cualquier cosa desde contaminantes y basura de plástico hasta químicos tóxicos y gases de efecto invernadero–. Las consecuencias de pérdidas extremas de energía pueden tener un efecto profundo en la futura evolución de los sistemas dinámicos. Como continuamente señalan los científicos, las pérdidas de energía de nuestras economías modernas son tan grandes e intensas que están empezando a alterar de manera fundamental los flujos energéticos de toda la ecosfera, desde el robustecimiento del efecto invernadero hasta el cambio de la química de los océanos. Algunas de estas nuevas concentraciones de energía actúan entonces como reservas que impulsan la formación y funcionamiento de otros sistemas dinámicos, los cuales a menudo perturban las actividades normales de la civilización. He ahí la razón fundamental de que nuestras acciones económicas no puedan ser escindidas del mundo natural: si los efectos asociados con nuestras pérdidas energéticas se tornan lo suficientemente poderosos como para destruir las funciones normales de nuestras civilizaciones, entonces ninguna clase de políticas económicas ingeniosas nos salvará de la ira de la naturaleza.
La mayoría de gente hoy en el poder cree que puede administrar cuidadosamente el capitalismo y prevenir los peores efectos de la crisis ecológica. Una corriente popular de optimismo tecnológico sostiene que la innovación puede resolver los problemas ecológicos fundamentales que enfrenta la humanidad. Han sido propuestas diversas soluciones para arreglar nuestras calamidades ecológicas, desde la adopción de fuentes de energía renovables hasta programas más estrafalarios, como la captura y almacenamiento de carbono. Todas estas ideas comparten la presunción de que el capitalismo por sí mismo no tiene que cambiar, porque las soluciones tecnológicas estarán siempre disponibles para cumplir con más crecimiento económico y un medio ambiente más sano. Desde Beijing a Silicon Valley, los tecnocapitalistas disfrutan discutiendo que el capitalismo puede seguir marchando mediante ganancias en eficiencia energética. La última razón por la que esta estrategia fallará en el largo plazo es que la naturaleza impone límites físicos absolutos a la eficiencia que ningún grado de progreso tecnológico puede superar. El colapso reciente de la Ley de Moore debido a efectos cuánticos es un ejemplo destacado. Otro es la barrera en la eficiencia que el ciclo de Carnot supone para todos los motores de calor prácticos.
Pero nuestras preocupaciones más acuciantes tienen que ver con las relaciones subyacentes entre innovación tecnológica y crecimiento económico. La fe en las soluciones tecnológicas nos ayuda a alcanzar mayor innovación tecnológica y crecimiento económico, aumentando las demandas totales sobre el mundo biofísico y la disipación asociada con el sistema capitalista. Podemos examinar estas relaciones mirando, en primer lugar, cómo la gente y los sistemas económicos responden a aumentos de eficiencia. Para tener una idea de si el capitalismo puede aportar grandes mejoras en eficiencia tenemos que desarrollar una teoría general que explique cómo la eficiencia colectiva de nuestros sistemas económicos cambia a lo largo del tiempo.
Cuando mejora la eficiencia del combustible, a menudo conducimos mayores distancias. Cuando la electricidad se vuelve más barata, encendemos más electrodomésticos. Incluso aquellos que, orgullosos, ahorran energía en casa a través del reciclaje, del compostaje y otras actividades, están más que felices de subirse a un avión y volar por medio mundo en sus vacaciones. La gente suele ahorrar en un área y lo intercambia por gastos en otra. Lo que acabamos haciendo con las ganancias en eficiencia puede ser a veces igual de importante que las ganancias mismas. En estudios ecológicos, este fenómeno es generalmente conocido como la paradoja de Jevons, la cual revela que los pretendidos efectos de las mejoras en eficiencia no siempre se materializan. Formulada por primera vez a mediados del siglo XIX por el economista británico William Stanley Jevons, la paradoja afirma que los aumentos en eficiencia energética son generalmente usados para la acumulación y la producción, llevando a un consumo mayor de los mismos recursos que las mejoras en eficiencia pretendían conservar. Promover la eficiencia lleva a bienes y servicios más baratos, lo cual estimula aún más la demanda y el gasto, implicando el consumo de más energía. Jevons describió por primera vez este efecto en el contexto del carbón y la máquina de vapor. Observó que los avances en eficiencia de las máquinas de vapor habían incentivado más el consumo de carbón en Inglaterra, implicándose de ello que, en realidad, un aumento de eficiencia energética no producía ahorros de energía.
Variantes de esta paradoja son conocidas en economía como el efecto rebote. La mayoría de economistas aceptan que algunas versiones del efecto son reales, pero no están de acuerdo sobre el tamaño y alcance del problema. Algunos creen que los efectos rebote son irrelevantes, arguyendo que las mejoras en eficiencia estimulan menores niveles de consumo energético en el largo plazo. En una exhaustiva revisión de la literatura en la materia, el UK Energy Research Center determinó que las versiones más extremas del efecto rebote probablemente no se apliquen a las economías desarrolladas. Sin embargo, también discutieron que aún podían ocurrir grandes efectos rebote que atravesaran nuestras economías. Llegaron a la siguiente conclusión: “sería un error asumir que (…) los efectos rebote son tan pequeños que pueden ser ignorados. Bajo ciertas circunstancias (por ejemplo, tecnologías energéticamente eficientes que mejoren significativamente la productividad de industrias intensivas en energía), los efectos rebote que alcancen toda la economía pueden exceder el 50%, y podrían incrementar potencialmente el consumo de energía a largo plazo”. El hecho de que efectos rebote significativos que alcancen toda la economía sean posibles nos debería hacer reflexionar sobre la utilidad de estrategias alrededor de la eficiencia en el combate contra la crisis ecológica y el cambio climático. De hecho, todo este argumento oscurece una incertidumbre más importante: el problema de si las mejoras en eficiencia puede llegar lo suficientemente rápido como para aliviar las peores consecuencias de la crisis ecológica, las cuales todavía van por delante de nosotros. Dadas las mecánicas e incentivos del capitalismo, deberíamos tener cuidado con el actual encaprichamiento respecto al optimismo de la eficiencia.
Es común que los sistemas económicos usen nuevas fuentes de energía para expandir la producción, el consumo y la acumulación, no para mejorar fundamentalmente la eficiencia. Desde el cultivo de plantas y la domesticación de animales a la quema de combustibles fósiles y la invención de la electricidad, el manejo y descubrimiento de nuevas fuentes de energía ha producido generalmente más sociedades intensivas en energía. Aunque cualquier sistema económico puede ganar en eficiencia, esto es incidental y secundario respecto al objetivo más amplio de la acumulación. La eficiencia total de un sistema económico es altamente inercial, cambiando con gran lentitud. Vemos este exacto proceso desarrollándose ahora con las emisiones de gases de efecto invernadero, a pesar de que la crisis ecológica se extiende bastante más allá de esta problemática. Líderes políticos y empresariales han esperado durante años que el progreso tecnológico nos entregue, de algún modo, mayores índices de crecimiento económico y una acentuada reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Las cosas no han ido según el plan. El año 2017 vio un aumento global sustancial de emisiones dañinas, desafiando incluso la más modesta de las metas del Acuerdo de París. Incluso antes de esto, Naciones Unidas había advertido de una brecha “inaceptable” entre las promesas gubernamentales y la reducción de emisiones necesarias para prevenir algunas de las peores consecuencias del cambio climático. Los retos por estimular la eficiencia son más aparentes cuando vemos el capitalismo a escala global: aunque muchos países desarrollados hayan tomado medidas modestas pero mensurables en su eficiencia colectiva, esas ganancias han sido socavadas por las economías en desarrollo aún en el proceso de industrialización. Evidentemente, los cambios sustanciales en la eficiencia colectiva de cualquier sistema económico raramente se materializan en periodos cortos de tiempo. El crecimiento tecnológico bajo el régimen capitalista entregará algún progreso adicional en eficiencia, pero ciertamente no suficiente para prevenir las peores consecuencias de la crisis ecológica.
Una de las mejores formas de comprender la inercia de la eficiencia colectiva es comparar la eficiencia energética bajo el capitalismo con aquella durante los días nómadas de la humanidad, hace más de diez mil años. Recuérdese que los músculos humanos realizaban la mayoría del trabajo en las sociedades nómadas, y la eficiencia de los músculos es de alrededor del 20 por ciento, puede que mucho más, bajo circunstancias especiales. En comparación, la mayoría de los motores de combustión a gasolina tienen una eficiencia de aproximadamente el 15 por ciento, las centrales eléctricas basadas en la quema de carbón tienen una media global en torno al 30 por ciento, y la gran mayoría de células fotovoltaicas comerciales rondan entre el 15 y el 20 por ciento. Todas estas cifras varían dependiendo de una amplia variedad de condiciones físicas, pero cuando se trata de eficiencia, podemos concluir sin problemas que los activos dominantes del capitalismo difícilmente lo hacen mejor que los músculos humanos, incluso después de tres siglos de rápido progreso tecnológico. Costo y conveniencia son las razones principales de por qué la innovación tecnológica funciona de este modo, enfatizando el resultado mecánico y la escala de la producción a expensas de la eficiencia. Grandes mejoras en eficiencia son extremadamente difíciles de conseguir en ambos sentidos, físico y económico. De vez en cuando, aparece un James Watt o un Elon Musk con un increíble invento, pero tales productos no representan la economía por entero. La máquina de vapor de Watt fue una gran mejora respecto a modelos anteriores, pero su eficiencia térmica fue, como mucho, del 5 por ciento. Y aunque los motores Tesla de Musk tienen una eficiencia operativa fenomenal, la electricidad que se necesita para hacerlos funcionar proviene de fuentes mucho más ineficientes, como las centrales térmicas a carbón. Si conduces un Tesla por Ohio o Virginia Occidental, las fuentes sucias de energía que lo hacen funcionar implican que tu asombroso producto tecnológico produce prácticamente las mismas emisiones de carbono que un Honda Accord. La eficiencia colectiva de las economías capitalistas permanece relativamente baja porque estas economías están interesadas en hacer crecer sus niveles de producción y beneficios, no en hacer las gigantescas inversiones necesarias para mejoras significativas en eficiencia.
En noviembre de 2017, un grupo de 15.000 científicos de más de 180 países firmaron una carta haciendo sonar las alarmas sobre la crisis ecológica y lo que nos espera en el futuro. Su pronóstico fue desalentador y sus propuestas –intencionalmente o no– equivalían a un rechazo indiscriminado del capitalismo moderno. Entre sus muchas recomendaciones útiles se encontraba una llamada a “revisar nuestra economía para reducir la desigualdad de riqueza y asegurar que los precios, la fiscalidad y los sistemas de incentivos tienen en cuenta los costos reales que los patrones de consumo imponen sobre nuestro medio ambiente”. Nuestro problema fundamental es fácil de formular: la civilización moderna usa demasiada energía. Y la solución a este problema es igualmente fácil de formular, pero muy difícil de implementar: la humanidad debe reducir el ritmo de consumo energético que ha prevalecido en el mundo moderno. El mejor modo de aminorar ese ritmo no es por medio de alucinaciones mesiánicas de progreso tecnológico, sino mediante la ruptura de las estructuras e incentivos del capitalismo, con sus impulsos por el beneficio y la producción, y estableciendo un nuevo sistema económico que priorice un futuro compatible con nuestro mundo natural.
Los gobiernos y los movimientos populares alrededor del planeta deberían desarrollar e implementar medidas radicales que nos ayudaran a mover a la humanidad desde el capitalismo hacia el ecologismo. Estas medidas habrían de incluir impuestos punitivos y límites a la riqueza extrema, la nacionalización parcial de las industrias intensivas en energía, la vasta redistribución de bienes económicos y recursos a las gentes pobres y oprimidas, restricciones periódicas en el uso de activos capitales y sistemas tecnológicos, grandes inversiones públicas en tecnologías de energías renovables más eficientes, bruscas reducciones de la jornada laboral, y puede que incluso la adopción de veganismo masivo en los países industrializados para que dejen de depender de los animales en la producción de comida. Las prioridades económicas del proyecto ecológico deben concentrarse en mejorar nuestra actual calidad de vida, no en tratar de generar niveles altos de crecimiento económico para estimular beneficios capitalistas. Si la civilización humana ha de sobrevivir por miles de años y no solo durante un par de siglos más, entonces debemos contraer drásticamente nuestras ambiciones económicas y, en su lugar, centrarnos en la mejora de calidad de vida en nuestras comunidades, incluyendo nuestra comunidad con la naturaleza. Antes que intentar dominar el mundo natural, debemos cambiar de rumbo y coexistir con él.
Fuente: https://monthlyreview.org/2018/05/01/the-physics-of-capitalism/ Traducción: David Guerrero
Traducción: David Guerrero
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