domingo, 30 de junio de 2019

Por amor al dinero


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Por amor al dinero


Todo esto que ocurre en Guatemala ya no es debate y lucha política, sino acciones de familias mafiosas que ven en la detentación de los cargos públicos la manera fácil de hacer dinero. De escalar posiciones sociales ante su mediocridad existencial, para confirmar lo dicho por un poeta: “Todo lo barato se compra con dinero”.
POR AMOR AL DINERO

Por Luciano Castro Barillas
Todo tenía visos de que el proceso electoral guatemalteco de 2019 iba a ser caótico y hasta peligroso, desde que los legisladores del Pacto de Corruptos o Diputados Mañosos, dejaron sin dientes una ley verdaderamente reformadora que hubiese mejorado profundamente el sistema político nacional, entendiendo que la política es el estudio y práctica de las correlaciones de fuerzas políticas y sociales, que podían salir un poco más limpias a la hora de que se convocara a la elección de los cargos de elección popular. Pero no fue posible, los poderes tradicionales de este país que detentan el poder desde hace más de 60 años y son la causa última y final de la miseria social, política y cultural de este país de tanta riqueza humana y natural.
Todo empezó verdaderamente mal. Se tuvo que ir pisando fuerte -huyendo-  el fiscal encargado de los Delitos Electorales, luego siguió otro alto funcionario del Tribunal Supremo Electoral.
Pero algo estaba terriblemente mal en este tinglado, habían elegido o designado por su indudable experiencia y capacidad, a don Julio Solórzano como presidente del tribunal electoral. De mala fe o apelando a sus créditos profesionales, este señor con una irresistible y vertiginosa ancianidad a cuestas, estaba incapacitado físicamente para ese cargo y cualquier otro, por su enfermedad. Un indisimulado Mal de Parkinson lo hace aparecer tembloroso en sus declaraciones públicas. Su cerebro está en franco deterioro desde el momento que en que ya no produce el químico dopamina, el cual regula los movimientos musculares. Está tan avanzado el mal de este pobre hombre que en una de sus apariciones ante los medios de comunicación no podía ya ponerse de pie. ¿Cómo puede un ser humano en esas condiciones de mal funcionamiento cerebral presidir de la mejor manera un evento tan delicado  -por su conflictividad, claro-  como las elecciones de 2019?
Se hizo la elección del señor Solórzano deliberadamente para facilitar algún oscuro propósito. Ya Jimmy Morales, el presidente idiota, la hacía de agorero, cuando anunciaba que “cosas muy malas pasarán en las elecciones”. ¿Ya estaba enterado de esta debacle? Porque todo esto que ocurre en Guatemala ya no es debate y lucha política, sino acciones de familias mafiosas que ven en la detentación de los cargos públicos la manera fácil de hacer dinero. De escalar posiciones sociales ante su mediocridad existencial, para confirmar lo dicho por un poeta: “Todo lo barato se compra con dinero”.
Aquí está varado en la incertidumbre este proceso electoral. Con dudas en los resultados y quizá más que fraude electoral, es la glorificación de la incompetencia y lo baladí. Todo un tratado de la incompetencia. Pero allí están los magistrados del tribunal electoral, devengado abultados dineros por su trabajo insulso de consagrados atorrantes. De manera especial el señor Julio Solórzano, que a su edad y con su grave enfermedad, debiera estar disfrutando a sus nietos y de la tranquilidad de su hogar, pues con las tremendas presiones y tensiones vividas, es muy probable que su perspectiva de vida no sea tan halagüeña. Pero fue su decisión, pero todo, por amor al dinero.
Publicado por La Cuna del Sol

Provocar a Irán podría iniciar una guerra y colapsar a toda la economía mundial

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Provocar a Irán podría iniciar una guerra y colapsar a toda la economía mundial


El riesgo de una guerra de agresión contra Irán por parte del eje saudita-israelí-estadounidense tendría pocas posibilidades de éxito, pero probablemente lograría devastar permanentemente la economía mundial como resultado de un aumento en los precios del petróleo.
PROVOCAR A IRÁN PODRÍA INICIAR
UNA GUERRA Y COLAPSAR A TODA
LA ECONOMÍA MUNDIAL

Federico Pieraccini
Las tensiones en el Golfo Pérsico están llegando a un punto de no retorno. En las últimas semanas, seis embarcaciones petroleras han sido el blanco de sabotajes israelíes, camuflados para hacerlos parecer como ataques iraníes, e inducir a Estados Unidos a emprender acciones militares contra la República Islámica. Hace unos días, Irán derribó legítimamente un avión no tripulado estadounidense. En Yemen, los hutíes finalmente están respondiendo, con misiles balísticos y de crucero, a los ataques indiscriminados de los saudíes, causando daños en el aeropuerto internacional saudí de Abha, así como bloqueando, mediante drones explosivos, el transporte de petróleo saudí, del este al oeste, a través de uno de los oleoductos más grandes del mundo.
Como si la situación política y militar en este momento no fuera lo suficientemente tensa y compleja, los dos grupos de poder más importantes en los Estados Unidos, la Reserva Federal y el complejo militar-industrial, enfrentan problemas que amenazan con disminuir el estatus de Washington como una superpotencia mundial. .
La Reserva Federal podría tener que defender el papel del dólar estadounidense como la moneda de reserva mundial en cualquier conflicto en el Golfo Pérsico que provoque que el precio del petróleo aumente a $300 por barril, poniendo en riesgo billones de dólares en derivados y causando el desplome de la economía mundial.
El complejo militar-industrial a su vez estaría involucrándose en una guerra en la que haría grandes esfuerzos en contener e incluso ganar, destruyendo la imagen de invencibilidad de los Estados Unidos e infligiendo un golpe mortal a su capacidad de proyectar poder por todo el mundo.
Solo observe cuán sorprendidos están los funcionarios estadounidenses sobre las capacidades de Irán para derribar un avanzado avión no tripulado de los EE.UU:
"La capacidad de Irán de detectar y destruir el avión no tripulado estadounidense de gran altitud, que fue desarrollado para evadir los misiles tierra-aire utilizados para derribarlos, sorprendió a algunos funcionarios del Departamento de Defensa, quienes lo interpretaron como una muestra de lo difícil que puede resultar Teherán para los Estados Unidos a medida que despliega más tropas y aumenta la vigilancia en la región”.
La Reserva Federal y la defensa del dólar
La economía estadounidense basada en el dólar tiene un enorme problema de deuda causado por las políticas económicas posteriores a 2008. Todos los bancos centrales han bajado las tasas de interés a cero o incluso negativas, las cuales sirven para seguir alimentando economías que de otra manera morirían.
El banco central de los bancos centrales, Bank for International Settlements (Banco de Pagos Internacionales), una entidad que la mayoría de las personas apenas conoce, ha manifestado por escrito que "el monto pendiente de los contratos de derivados es de 542 billones de dólares". El PIB total combinado de todos los países del mundo ronda los 75 billones de dólares.
Entendidas las dimensiones del problema, es importante observar cómo Deutsche Bank (DB), una de las instituciones financieras más grandes del mundo, está lidiando con esto. Solo el banco alemán tiene activos por valor de unos 40 billones de dólares en derivados, o más de la mitad del PIB mundial anual.
Su solución, para nada innovadora o efectiva, ha sido crear otro banco malo en el cual verter al menos 50 mil millones de dólares en activos a largo plazo, que son claramente tóxicos.
Reuters explica:
“El banco malo albergaría o vendería activos por valor de hasta 50.000 millones de euros (56.000 millones de dólares), después de ajustar por riesgo, y que comprende principalmente derivados a largo plazo.
"Las medidas son parte de una reestructuración significativa del banco de inversión, una importante fuente de ingresos para el prestamista más grande de Alemania, que ha luchado para generar beneficios sostenibles desde la crisis financiera de 2008".
De este modo, el Deutsche Bank no solo ha acumulado decenas de miles de millones de dólares en opciones y valores fallidos, sino que también busca obtener un beneficio que ha sido difícil de alcanzar desde 2008, el año de la crisis financiera. Deutsche Bank está lleno de bonos tóxicos y deudas infladas mantenidas vivas a través del flujo de dinero de la Expansión Cuantitativa (Quantitative Easing o QE) del Banco Central Europeo, la Reserva Federal y el Banco Central Japonés. Sin el QE, toda la economía del mundo occidental habría caído en recesión con una  serie de burbujas explotando en cadena, tal como en la deuda pública y privada.
Si la economía se estuviera recuperando, como nos dicen los llamados expertos financieros, las tasas del banco central subirían. En cambio, las tasas se han desplomado durante aproximadamente una década, hasta el punto de convertirse en préstamos negativos.
Si en occidente la tendencia financiera está definitivamente dirigiendose hacia un abismo económico como resultado de las políticas monetarias empleadas después de 2008 para mantener viva una economía moribunda, ¿cuál es el plan de rescate para el dólar estadounidense, su estatus como moneda de reserva global, y por extensión de la hegemonía estadounidense? En pocas palabras, no hay un plan de rescate.
Difícilmente podría existir un plan porque la próxima crisis financiera, sin duda, eliminará al dólar estadounidense como una moneda de reserva global, poniendo fin a la hegemonía estadounidense financiada por un poder de gasto ilimitado. Todos los países que poseen un mínimo de previsión están en proceso de desdolarizar sus economías y están convirtiendo las reservas estratégicas de los bonos del gobierno de los Estados Unidos o el dólar estadounidense en productos primarios como el oro.
El complejo militar-industrial y la dura realidad en Irán.
En esta situación económica sin salida, el efecto geopolítico inmediato es un aumento de las amenazas de guerra en lugares estratégicos como el Golfo Pérsico. El riesgo de una guerra de agresión contra Irán por parte del eje saudita-israelí-estadounidense tendría pocas posibilidades de éxito, pero probablemente lograría devastar permanentemente la economía mundial como resultado de un aumento en los precios del petróleo.
El riesgo de una guerra contra Irán por esta tríada parece ser la típica táctica del mal perdedor que, en lugar de admitir la derrota, preferiría moverle el piso a todo el mundo para cayeran con él. Los ataques a las embarcaciones petroleras y luego culpar a Irán sin evidencia son un buen ejemplo de cómo crear la justificación plausible para bombardear Teherán.
Al realizar un examen más detenido, se hace evidente que las acciones de Bolton y Pompeo parecen estar alineadas para prolongar el momento unipolar de los Estados Unidos, seguir emitiendo dictados a otros países y no reconocer la realidad multipolar en que vivimos. Sus políticas y acciones están acelerando la dispersión  del poder de los EE.UU hacia otras grandes potencias como Rusia y China, las cuales también tienen una enorme influencia en el Golfo Pérsico.
La amenaza de un conflicto en el Golfo Pérsico y como consecuencia provocar que el precio del petróleo suba a 300 dólares por barril, no salvará la hegemonía de Estados Unidos, mas bien terminará acelerando el inevitable fin del dólar estadounidense como moneda de reserva global.
Trump corre el peligro de ser estrujado entre una Reserva Federal que ve el papel del dólar estadounidense colapsar como la moneda de reserva mundial, y la necesidad de la Reserva Federal de culpar a alguien no vinculado a las causas reales del colapso, es decir, las políticas monetarias adoptadas a través de la Expansión Cuantitativa (QE) para prolongar la agonía económica posterior a la crisis de 2008.
Al mismo tiempo, con Trump como presidente, los neoconservadores, sauditas e israelíes ven una oportunidad única para atacar a Irán, un deseo que se ha mantenido inalterable durante 40 años.
Por descabellado que parezca, una guerra contra Irán podría ser la opción perfecta que satisfaga a todos los grupos de poder en los Estados Unidos. Los halcones finalmente tendrían su guerra contra Teherán, la economía mundial se hundiría, y la culpa sería toda de Trump. Como resultado, el Donald perdería cualquier posibilidad de ser reelegido, por lo que tiene sentido que cancele posibles ataques, como lo hizo después del derribo del avión no tripulado de EE.UU.
Si bien Trump no puede cumplir con sus promesas electorales, él al menos parece estar consciente de que el camino que se le presenta en caso de un ataque a Irán lo llevaría a su destrucción política y probablemente a un conflicto que es militarmente insostenible para los Estados Unidos y, especialmente, para sus aliados saudíes e israelíes. También sería el catalizador para el colapso de la economía mundial.
Al tratar de presionar a Irán para que inicie nuevas negociaciones, Trump corre el riesgo de presionar demasiado a Teherán y darle carta blanca a las provocaciones de Pompeo y Bolton que podría terminar desencadenando una guerra en el Estrecho de Ormuz.
Putin y Xi Jinping se preparan para lo peor.
Nuestro entorno geopolítico actual requiere la atención cuidadosa y considerada de destacados jefes de Estado. Las constantes reuniones entre Putin y Xi Jinping indican que Rusia y China se están preparando activamente para cualquier eventualidad. Cuanto más nos acercamos al colapso económico, más aumentan el caos y las tensiones en todo el mundo gracias a las acciones de Washington y sus aliados cercanos.
Xi Jinping y Putin, que han heredado esta situación caótica, se han reunido al menos una docena de veces en los últimos seis meses, recientemente y en un periodo de dos meses se han reunido al menos tres veces. La necesidad urgente es coordinar y prepararse para lo que inevitablemente sucederá, de nuevo tratar de limitar y contener el daño de un Estados Unidos que está completamente fuera de control y convirtiéndose en un peligro para todos, aliados y enemigos por igual.
Como Putin dijo recientemente:
“La degeneración del modelo universalista de globalización y su transformación en parodia, caricatura de sí misma, donde las normas internacionales comunes se reemplazan por las leyes administrativas y judiciales de un país o grupo de países.
La fragmentación del espacio económico global a través de una política de egoísmo económico desenfrenado y un colapso impuesto. Pero este es el camino hacia conflictos infinitos, guerras comerciales y quizás no solo comerciales. En sentido figurado, este es el camino hacia la batalla final de todos contra todos.
Es necesario diseñar un modelo de desarrollo más estable y justo. Estos acuerdos no solo deben estar redactados claramente, sino que deben ser observados por todos los participantes.
Sin embargo, estoy convencido de que hablar de un orden económico mundial como este seguirá siendo un deseo piadoso a menos que volvamos al centro de la discusión, es decir, nociones como la soberanía, el derecho incondicional de cada país a elegir su propio camino hacia el desarrollo y, permítanme agregar, responsabilidad en el desarrollo universal sostenible, no solo el propio”.
El portavoz de la Cancillería de la República Popular de China, Hua Chun Ying, se hizo eco de este sentimiento:
"Los líderes estadounidenses argumentan que" la era de la sumisión comercial de su país ha llegado a su fin ", pero lo que ha terminado es su intimidación económica del mundo y su hegemonía.
Los Estados Unidos deben respetar nuevamente el derecho internacional, no arrogarse a sí mismos los derechos y mandatos extraterritoriales, deben aprender a respetar a sus pares para salvaguardar relaciones comerciales y diplomáticas transparentes y no discriminatorias. En el pasado, China y los Estados Unidos han tratado otras disputas con buenos resultados y las puertas del diálogo están abiertas, siempre y cuando se basen en el respeto y los beneficios mutuos.
Pero mientras estas nuevas disputas comerciales persistan, China informa al gobierno de los Estados Unidos de América y al mundo entero que se impondrán impuestos de forma inmediata, unilateralmente, sobre 128 productos de los Estados Unidos de América.
Además, creemos que dejaremos de comprar deuda pública estadounidense. Es todo, ¡buenas noches! "
Me pregunto si los europeos entenderán todo esto antes del inminente desastre. Lo dudo.

Medio Oriente. El ‘acuerdo del siglo’ no se materializó en Baréin


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Medio Oriente. El ‘acuerdo del siglo’ no se materializó en Baréin

 

 


El foro de Baréin ha terminado sin ningún resultado claro ni detalles precisos sobre el llamado ‘acuerdo del siglo’ que EE.UU. busca imponer a los palestinos.
Los días 25 y 26 de junio se ha celebrado en Manama, la capital de Baréin, el foro patrocinado por Estados Unidos para presentar las directrices económicas del ‘acuerdo del siglo’, una fórmula —ejecutada por Jared Kushner, yerno y asesor del presidente norteamericano, Donald Trump— que, según la Casa Blanca, podría acabar con el conflicto palestino-israelí.
No obstante, la conferencia, boicoteada por sus supuestos beneficiarios, es decir, los palestinos, y varios otros países, ha terminado solo con una maratón de intervenciones sin propuestas o detalles precisos sobre el plan económico de Washington para Palestina.
En este sentido, Kushner ha culpado la jornada de hoy, durante el foro, a las autoridades palestinas de no llegar a soluciones y las ha acusado de no querer apoyar a su propio pueblo. Mientras, estas, por su parte, aseguran que los 50 000 millones de dólares que incluye la iniciativa de Trump para mejorar su economía, suponen un “soborno” para que se ponga en venta la causa palestina.
El yerno del mandatario norteamericano ha señalado que la parte política del plan será dada a conocer “en el momento oportuno” y que las autoridades palestinas podrán gozar del plan cuando quieran, perspectiva que parece poco probable.
Kushner ha pronunciado estos comentarios pese a que el ex primer ministro británico Tony Blair ha puesto de relieve, durante el encuentro, que es una “estupidez” el que alguien piense que la medida económica pueda ser una solución para los problemas políticos y “sin sentido”, y que alguien quiera resolver problemas políticos sin tener en cuenta la economía. Además, ha enfatizado la solución de dos Estados, uno palestino y otro israelí.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha lamentado, a su vez, la mala situación económica de Palestina y ha indicado que uno de los requisitos para que mejore esta situación es que el régimen de Israel deje la ocupación de los territorios palestinos.
A pesar de que ciertos países regionales y extrarregionales habían sido invitados a la conferencia, varios de ellos, entre los que se encuentran El Líbano, Irak, Rusia y China, la boicotearon y solo algunos, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), alineados con Washington y el régimen de Tel Aviv, asistieron a la cita.
Distintas fuentes han filtrado que el llamado ‘acuerdo del siglo’ de Trump niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos expulsados tras la creación del régimen israelí, limita el acceso de los musulmanes palestinos a la Mezquita Al-Aqsa y otorga a Israel la mayor parte de la fértil área C de Cisjordania; además de que ni siquiera contempla que haya un Estado palestino separado y soberano.

Honduras. Diez años después, el pueblo sigue peleando contra la dictadura


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Honduras. Diez años después, el pueblo sigue peleando contra la dictadura



Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 28 junio 2019
Desde aquel nefasto día de junio de 2009 en que el ejército y la policía hondureña, cumpliendo órdenes de Washington, capturaron al presidente Mel Zelaya y se hicieron con el gobierno, la democracia dejó de existir en todos sus aspectos. Uno tras otro, los presidentes que sucedieron a Zelaya (Micheletti, Lobo y el actual Hernández) pueden considerarse como legítimos herederos de esa acción violenta e ilegal contra un gobierno al que el pueblo había votado. Por eso es que no puede extrañar lo que sucede por estas horas en que nuevamente se ataca al pueblo a mansalva, se vulnera la autonomía universitaria, se siguen llenando las calles de multitudes que pugnan por derrocar al tirano para no tener que agregarse a la lista de quienes a la desesperada huyen del país.
Honduras no es un país más de Centroamérica, siempre, desde las aciagas épocas de la United Fruit Company hasta aquellos años de las bases paramilitares de la “contra” nicaragüense, el territorio siempre sirvió de sostén de las violentas políticas militaristas de Estados Unidos en la región. Palmerola y Mosquitia son nombres que significan mucho dentro de esa escena ya que en esos enclaves de la geografía hondureña se asientas dos poderosas bases militares norteamericanas, desde las que se sostiene la injerencia de ese país no solo en la política local sino que tiene influencia en todo el territorio centroamericano. La otra pata de la agresión es la propia embajada USA, que siempre, a lo largo de los años, fue un auténtico hervidero de consultas entre los politiqueros de turno y los jefes locales de la CIA.
Avalando esa historia de intromisiones, el gobierno actual vuelve a mostrar su cara más impune pero también la más violenta. Todo vale para defender un mandato que nadie otorgó, salvo el fraude, y que hoy es repudiado por las grandes mayorías.
El prolongado conflicto de los médicos y los docentes no puede ser resuelto a balazos, pero Hernández, al que la propia DEA norteamericana acusa de narcotraficante, no sabe de diálogos y mucho menos de concesiones a un pueblo que lo desprecia.
Por todo ello es que en este nuevo aniversario del golpe dictatorial, sus continuadores siguen entregando el país a la codicia de las trasnacionales, hundiendo la economía de manera que la desocupación y la miseria han convertido a Honduras en uno de los territorios más pobres de Centroamérica y del continente. Muy mal tiene que estar una nación para que sus hombres y mujeres, sus niños y hasta los ancianos se sumen a las columnas de los «condenados de la tierra» que intentan llegar hasta las vallas que separan la frontera de México con el infierno USA.
Duelen Honduras y sus gentes al ver las imágenes de estos días donde hasta la policía (no todos, lamentablemente) bajaron sus armas para pasarse de bando, reconociendo que son tan humildes como los que sufren su violencia cotidianamente. No, el hondureño no es  un pueblo sumiso, es el mismo que durante todos estos años -desde el derrocamiento de Zelaya- no dejó de movilizarse un solo día, bloqueando carreteras y generando protestas gigantescas que asombraron al mundo, un pueblo que supo unirse en un Frente de Resistencia y que solo comenzó a perder fuerza cuando apareció en el horizonte la tentación del camino electoral. Quizás, después de la última experiencia en ese sentido, donde el fraude fue tan escandaloso que ni siquiera los observadores internacionales se decidieron a avalarlo, se haya aprendido la lección de que las únicas conquistas, las reales y necesarias, se siguen logrando a través de las movilizaciones masivas.
Por eso es que quienes hoy están peleando en las calles contra la prepotencia policial-militar -todo ellos, el Partido Libre,  el COPINH y muchísimos descreídos de la democracia burguesa pero no de la lucha-, saben que ya no tienen nada que perder y que se juegan otra vez la vida en la pulseada. Pero además, están mostrando al continente que no es hora de retrocesos ni titubeos frente a una embestida derechista recolonizadora que golpea a cada puerta.
Estados Unidos, su Comando Sur -que recientemente visitó Argentina y Chile para hostigar a Venezuela-, sus multinacionales y sus avanzadas paramilitares “disciplinadoras” vienen por todo. Tratan de imponer una matriz que busca hondureñizar al continente. Que lo logren o no, dependerá de la resistencia que encuentren en el camino. El pueblo hondureño y el pueblo haitiano, con sus improntas insurreccionales,  marcan, en ese sentido, un ejemplo de lo que hay que hacer. Las calles son su mejor escenario para visibilizar a nivel internacional de qué se trata la “democracia” de JOH y su mafia, y también para replantearse a la luz de lo sucedido estos días agitados, qué tipo de proyecto de poder hacen falta para que la Patria de Morazán renazca entre sus propias manos. Como en 2009, en los barrios y en las carreteras bloqueadas por miles de manifestantes se vuelve a escuchar aquella consigna que se hizo himno: “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, seguido de otra más actual: “Fuera JOH, fuera JOH”.
En este décimo aniversario, cada una de estas acciones como las que se puedan hacer a nivel de la solidaridad internacionalista demuestran que no se equivocaba esa gran lideresa que fue Berta Cáceres cuando decía que «lo que no logremos con la urgencia de nuestros propio esfuerzo y compromiso, seguirá postergando la victoria definitiva frente a quienes nos explotan y saquean todos los días del año».

Cibergeopolítica: Un análisis estratégico desde Nuestra América


Cibergeopolítica: Un análisis estratégico desde Nuestra América




 



Miguel Ángel Barrios


El domingo 16 de junio pasado ocurrió, como es de público conocimiento, un apagón sin precedentes, que provocó cortes en la red eléctrica en Argentina (en todo el país excepto en Tierra del Fuego (que no está integrada al sistema de interconexión eléctrico nacional), Uruguay, Brasil, Chile y Paraguay. Más allá de que el Secretario de Energía, Gustavo Lopetegui descarta la hipótesis del ciberataque, no ha surgido ninguna explicación seria, posteriormente de lo sucedido.

La Administración Nacional de Electricidad de Paraguay, dijo que la falla comenzó con un suceso, aun inexplicable en la red eléctrica de Argentina. El corte puso en relieve la vulnerabilidad de las redes transfronteriza a averías locales, y como sabemos interrumpió el suministro eléctrico a millones de personas en la segunda mayor economía de América del Sur, debido a la naturaleza integrada de la red regional los trastornos también afectaron a Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay.

La Agencia estadounidense Bloomberg no descarta que la verdadera causa de lo acontecido, haya sido un ataque cibernético y al hecho gravísimo debemos enmarcarlo en las nuevas guerras que se van configurando en el sistema mundo.

Estados Unidos está intensificando las incursiones digitales en la red eléctrica de Rusia, en una estrategia de utilizar agresivamente las ciber herramientas y lo realiza bajo el argumento nunca demostrado del Departamento de Seguridad Nacional y del FBI de que Rusia ha insertado programas maliciosos que podrían sabotear las centrales eléctricas, los oleoductos y gasoductos o los suministros de agua de EEUU en cualquier conflicto futuro con estados Unidos.

Es decir que estamos en un momento de una especie de “guerra fría digital” entre Washington y Moscú, las redes eléctricas y su hackeo parecen convertirse en un nuevo campo de batalla de la política internacional. En el lejano 2009 (lejano por la dinámica de la política mundial) advertíamos con anticipación que las nuevas guerras del futuro, que ya son hoy eran dos, entre otras:
Las guerras por los recursos naturales.
Las Guerras cibernéticas.

(Barrios Miguel Angel – Director- Diccionario Latinoamericano de Seguridad y Geopolítica. Biblos Bs As. 2009).

Ahora nos enteramos que Donald Trump acaba de aprobar ataques cibernéticos contra los sistemas de misiles de Irán mediante el Comando Cibernético de su país, informan varios medios estadounidenses, entre ellos The Washington Post y el The New York Times, Fuente: http://actualidad.rt.com/actualidad/318857-reportar-trump-aprobar-ataque-cibernetico-iran

Esto nos exige replantearnos desde la geopolítica en América del Sur las tradicionales dimensiones de la misma, de acuerdo a los desafíos de la cuarta revolución industrial en función de generar políticas estratégicas de fortalecimiento ante la vulnerabilidad en la que nos encontramos.

Podemos decir muy rápidamente que la geopolítica trata fundamentalmente del territorio y poder con una comprensión histórica. Y como la Geopolítica trata de la historia, debemos darle una secuencia en el análisis a los dominios geopolíticos de acuerdo a su aparición histórica:
Tierra: es el espacio terrestre, el lugar primigenio donde la humanidad nace y se desarrolló, los humanos somos seres terrestres, nacemos y vivimos en la tierra. En los entornos urbanos nacieron las unidades políticas territoriales alrededor de los cultivos y pasto para ganado que sostienen la vida humana. En la tierra también se explotan los recursos minerales y energéticos y sus recursos de agua dulce.

Mar: el desarrollo y expansión de las comunidades humanas convirtió al espacio marítimo en un lugar de tránsito y de explotación pesquera. Pero también mediante flotas mercantes y de guerra se crearon y se expandieron los territorios europeos en todo el mundo desde el siglo XVI al XX, así como en la actualidad sigue sucediendo con el poder de los EE UU.

Aire: continuando el desarrollo tecnológico mencionado anteriormente llegó a la navegación aérea y podemos afirmar, que la tecnología aérea es un requisito obligatorio para hacer uso de este dominio. Actualmente es un requisito imprescindible para las Fuerzas Armadas de cualquier Estado, y por supuesto para la aviación civil comercial, ya que constituye el medio de transporte más rápidos del mundo capaz de realizar vuelos interoceánicos.

Cosmos: como colofón al desarrollo tecnológico de la navegación aérea a mediados del siglo XX se abrió un nuevo dominio, el espacio ultraterrestre o cosmos. Si el espacio aéreo necesitaba obligatoriamente un importante desarrollo tecnológico, el cosmos representa un escalón superior. A pesar de que a excepción de los astronautas, pocos humanos han estado en el cosmos su gran impacto actual radica en los satélites que orbitan que permite un modelo de comunicación y vigilancia nunca vista en la historia (Refoyo Enrique. Cibergeopolitica, el quinto elemento del nuevo mundo, trabajo inédito). En síntesis, si no se comprende el tablero completo con toda sus condiciones, no se puede llegar a comprender la realidad.

En el sistema mundo del siglo XXI como vimos en el principio -ya lo sufrió la Argentina-, y primeramente Venezuela en América del sur en la primera guerra híbrida de nuestro sub continente, el caber espacio aparece como la quinta dimensión de la geopolítica: es decir surge como rama de la geopolítica la CIBERGEOPOLITICA.

El ciber espacio es un nuevo mundo donde la tecnología informática necesaria para conectarse a internet es cada vez más barata y accesible. En décadas pasadas el desarrollo tecnológico solo permitía la conexión mediante computadoras, pero el desarrollo actual permite conectarse a internet desde múltiples dispositivos informáticos como ordenadores portátiles, tabletas, telefonías móviles o los últimos electrodomésticos, (el internet de las cosas). La desaparición de las distancias en el ciberespacio crean un desvanecimiento de las fronteras y este nuevo mundo es plenamente humano, puesto que su existencia depende de la tecnología desarrollada por los propios humanos. Si se quita el factor humano o se elimina la tecnología que los sustenta el ciberespacio quedara destruido.

La CIBERGEOPOLITICA es básicamente la geopolítica que tiene lugar en el ciberespacio donde las condiciones como hemos visto, son muy distintas en relación con la geografía real. Aquí nada de lo conocido es igual, ni la distancia ni los tiempos, ni la frontera ni la identidad, todo cambia. Si dos países o gobiernos son rivales o enemigos, se verá reflejada en el ciberespacio, y se pueden dar choques tan serios en el ciberespacio, como en el mundo real.

Nace una nueva forma de dependencia, que es a dependencia cibernética si nuestros países no desarrollan un proyecto estratégico de soberanía en el ciberespacio, que resulta imposible sin un Proyecto Nacional-Continental.

En la CIBERGEOPOLÍTICA se podrá ver con mayor profundidad las posibilidades de acciones de inteligencia y sabotaje, campaña de información y desinformación.

Un ciberataque se define como la intrusión en un sistema o dispositivo para destruirlo o manejarlo, un ataque a los servicios públicos o incluso a la seguridad de un país. (por ejemplo, si en un ciber ataque se ven comprometidos la seguridad de infraestructura critica se puede ver afectada la red eléctrica, como ocurrió en la Argentina).

Podemos encontrar 5 motivos de un ataque por ahora:
Ciberespionaje: robo de información.
Ciberdelito: beneficio económico.
Ciberterrorismo: provocación de daños.
Ciberactivismo: reivindicación social o política.
Ciberdefensa: superioridad en el ciberespacio.

Debemos señalar que a cuanto mayo ciberdependencia exista mayor efecto devastador puede tener un ataque contra un objetivo. En el caso de la Argentina la ausencia de una política de Defensa Nacional por la ausencia mayor de un proyecto nacional vuelve más que preocupante al tema, que en verdad por consenso nacional debe formar parte de la agenda estratégica del país.

En síntesis, en forma didáctica iremos armando un pequeño glosario estratégico para ir internalizando a la CIBERGEOPOLITICA.

El CIBERESPACIO es un lugar creado a través de la interconexión de sistema de ordenadores mediante internet. Es un espacio global dentro del entorno del Sistema Mundo que consiste en una red interdependiente de infraestructura de información, incluyendo internet, redes de telecomunicaciones, sistemas informáticos, procesadores y controladores.

La CIBERSEGURIDAD es la protección de los activos de la información a través del tratamiento de las amenazas que ponen en riesgo la información. Es un conjunto de herramientas políticas, salvaguarda de seguridad, directrices y métodos de gestión de riesgos, acciones, formación, practicas idóneas, seguros y tecnologías, que pueden utilizarse para proteger los activos de un Estado u organización y los usuarios en el ciberentorno

La CIBERDEFENSA es el conjunto de capacidades de defensa, explotación y ataque que permiten llevar a cabo operaciones en el ciberespacio con la finalidad de preservar o ganar la libertad de acción en el ciberespacio de interés militar, impedir o dificultar su uso por parte del adversario y contribuir alcanzar la superioridad.

Las CIBERAMENAZAS son todas aquellas disrupciones o manipulaciones maliciosas que afectan a elementos tecnológicos y abarcan un amplio abanico de acciones. Se caracterizan por su diversidad afectando casi la totalidad de los ámbitos de la Seguridad Nacional, como la Defensa Nacional, la Seguridad Económica, o la Protección de las Infraestructuras Criticas, y no distinguen fronteras.

La CIBERCRIMINALIDAD es un conjunto de actividades ilícitas cometidas en el ciberespacio que tiene por objeto los elementos y sistemas informáticos, u otros bienes jurídicos, siempre que en su planificación, desarrollo u ejecución resulte determinante la utilización de herramientas tecnológicas.
Ciberterrorismo.
Ciberdelito.
Hacktivismo.

El CIBERESPIONAJE es un método relativamente económico, rápido y con menos riesgos que el espionaje tradicional dada la dificultad de la atribución de la autoría. Las tendencias que advertimos por lo explicado en la introducción de la política mundial en los próximos años:
Aumentarán los ciberataques patrocinados por Estados.
Aumentará la cibercriminalidad.
El objetivo estratégico es dominar la nube.
Habrá ciberataques dirigidos a la infraestructura de un Estado u organización.

Por todo lo expuesto, consideramos que en Nuestra America retomando la geopolítica siempre vigente del continentalismo ya no se puede prescindir de incorporar a la CIBERGEOPOLITICA como la dimensión tal vez más estratégica de la geopolítica. Lo ocurrido con la interrupción eléctrica en la Argentina y a nivel global con actores de poder mundial nos indican ese camino.

Profesor Dr. Miguel Angel Barrios – Argentina
Dr. en Educación
Dr. en Ciencias Políticas
Autor de más de 15 obras de Política Latinoamericana

Frontera cerrada al norte. Frágil frontera del sur. Geopolítica religiosa, étnica y ecologista en medio.

Frontera cerrada al norte. Frágil frontera del sur. Geopolítica religiosa, étnica y ecologista en medio.


Destino de México
El acuerdo del viernes entre los gobiernos de Estados Unidos y México para cerrar la frontera sur de México con Guatemala es un ataque ilegal al derecho de asilo y un esfuerzo del imperialismo estadounidense para militarizar aún más la región centroamericana.
Bajo el acuerdo, el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador continuará colaborando con la administración de Trump al obligar a los centroamericanos atrapados al intentar cruzar a Estados Unidos, a permanecer en México mientras esperan por sus procedimientos de asilo en EEUU. México también desplegará a 6 mil miembros de la recién estrenada Guardia Nacional el lunes a lo largo de la frontera sur con Guatemala, y bloqueará el paso a través de toda la frontera en lugar sólo de los puntos de entrada.
Como resultado del acuerdo, innumerables personas empobrecidas de Honduras, Guatemala y El Salvador serán asesinadas, torturadas y perseguidas por el gobierno o las pandillas que operan con impunidad.
A medida que se dio la noticia del acuerdo, el Washington Post informó que el gobierno de EEUU comenzará a albergar entre 3 mil y 4 mil niños inmigrantes en campos de internamiento en bases militares. La Base de la Fuerza Aérea Malmstrom en Montana, la Base del Ejército Fort Sill en Oklahoma y la Base del Ejército Fort Benning en Georgia están bajo consideración. El Washington Post escribió que estos miles de niños "no tendrán la programación educativa o las actividades recreativas que normalmente se requieren en los centros infantiles".
La política migratoria mexicana en influida en Washington
Prácticamente no hay oposición al acuerdo o al ataque de la administración Trump contra los inmigrantes entre las facciones de la clase dominante, ya sea en EEUU o México.
Trump ha rechazado las súplicas y promesas de López Obrador como meras “palabras” y ha exigido “acción”. Sus asesores le han mencionado a la prensa que Trump tiene la intención de imponer la primera ronda de aranceles el próximo lunes 25.
Los aranceles —cuyo objetivo es movilizar a la base de apoyo nacionalista y derechista republicana. en respuesta a los llamados cada vez más amplios a destituirlo— pondrían enormes presiones sobre las empresas exportadoras en México para intensificar la explotación de una clase trabajadora que ya está declarando huelgas y protestas exigiendo mejoras en sus condiciones de vida.
Esto amenaza con las ganancias de los intereses empresariales y financieros que representan López Obrador y su Movimiento Regeneración Nacional. La clase gobernante mexicana se enriquece de manera desmesurada en las últimas décadas imponiendo recortes sociales, privatizaciones y desregulación. a fin de convertir a México en plataforma de mano de obra barata para emprendedores extranjeros. El nuevo Gobierno hace lo mismo
El subsecretario mexicano para América del Norte, Jesús Seade, le comentó a la agencia Reuters que el Gobierno busca intensificar sus medidas para frenar los flujos migratorios. López Obrador aplaudió la “disponibilidad de parte de los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos para establecer un diálogo y llegar a acuerdos y compromisos”, describiendo esto como un buen “primer paso”.
En cuanto al nuevo tratado comercial norteamericano, que involucra importantes concesiones a EEUU como la prohibición de un acuerdo de libre comercio con China, López Obrador dijo que, pese a las amenazas arancelarias, “una amplia mayoría de legisladores de todos los partidos se pronunciarán a favor haciendo a un lado las banderas partidistas”.
En su carta el jueves, López Obrador declaró: “recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios”. Combinó esto con una invocación de su propia versión mexicana de la demagogia de Trump de “Hacer grande a Estados Unidos de nueva cuenta”, prometiendo que los aranceles no detendrían el ascenso de México al estatus de “una potencia”.
En busca de mano de obra barata
Su política de promover el “desarrollo económico” en Centroamérica es, en realidad, una política para subordinar más firmemente a los trabajadores en la región al afán de lucro del capital financiero globalizado. Esto va de la mano con ataques más profundos a sus condiciones sociales y medidas policiales-estatales para reprimir toda oposición en la región.
Los primeros seis meses de López Obrador en el cargo hablan por sí mismos con respecto a su “humanitarismo”. Entre diciembre y mayo, el número de deportaciones de México se triplicó a 15.600.
AMLO ha mantenido a miles de refugiados centroamericanos que buscan asilo encerrados en campos hacinados e insalubres del lado mexicano de la frontera como parte de su capitulación a las demandas estadounidenses de que los solicitantes permanezcan en México, en violación a las leyes y protocolos de asilo. Un total de 6.748 migrantes centroamericanos ha sido enviado de EEUU a México a esperar el resultado del trámite de asilo.
México ha dejado de entregar visas “humanitarias” de un año en la frontera con Guatemala. Este documento, apodado la “visa vete”, está en sí diseñado para desincentivar que los refugiados soliciten asilo, lo que los calificaría legalmente para ayuda de vivienda y otros servicios sociales.
En una operación importante en la ciudad fronteriza de Tapachula, estas agencias detuvieron a migrantes como parte de una caravana de alrededor de 100 centroamericanos mientras descansaban en la plaza central. El mismo trato se le otorgó a más de mil migrantes de Haití, África y Cuba que se estaban quedando en carpas y hoteles en distintas partes de la ciudad.
Los refugiados, quienes ya han agredido a la población chiapaneca, temen una represión aún más severa después de la amenaza arancelaria de Trump. Cabe notar que Trump se basa en las políticas que buscaban maximizar las detenciones y deportaciones desde México implementadas en 2014 bajo el Plan Frontera Sur del Gobierno de Obama, en colaboración con la Administración de Peña Nieto, estableciendo una red militarizada de puestos de control y campos de internamiento por todo el sur de México.
Más de 200 trabajadores de la maquila textil Jobar en Aguascalientes, una ciudad en el centro del país, llevaron a cabo una huelga espontánea después de que les dijeran que no recibirían utilidades anuales. El mismo día, un número similar de trabajadores inició una huelga en la planta de ensamblaje de Volkswagen en Silao por la misma razón.
El Gobierno también se está enfrentando a una resistencia cada vez mayor a un programa agresivo de despidos en las instituciones federales, que potencialmente involucrarían el recorte de 222.600 puestos, principalmente técnicos y de servicios esenciales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía anunció que despediría a 1.500 trabajadores. En los primeros cinco meses de este año, la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales ha despedido a más de 16 mil trabajadores, de los cuales dos terceras partes eran de nivel básico.
Los trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado llevaron a cabo marchas y bloqueos en el centro de la Ciudad de México la semana pasada contra amenazas de despedir a 10 mil trabajadores o 10 por ciento del personal, incluyendo personal médico.
Deficiencias en la inteligencia del Estado
El geopolítico uruguayo Mario Ramón Duarte dio esta definición de soberanía en geopolitica,ru
"La Defensa Nacional es una de las funciones básicas del Estado, cuyo propósito es proteger a la población, preservar el territorio nacional y resguardar la capacidad estatal en el ejercicio de su soberanía, frente a amenazas externas, contra estos elementos fundamentales del país, todos ellos a través de su instrumento militar.
"Las Fuerzas Armadas, que serán empleadas ante agresiones de origen externos perpetradas por fuerzas armadas de otros estados, ya sea en forma disuasiva o efectiva, con el objeto de poner coto a las mencionadas agresiones.- La Defensa debería ser considerada un bien público en un sentido integral de su concepción".
El Centro de Inteligencia opera con 99% de personal del Cisen
Miguel Badillo director de la revista mexicana Contralónea y colaborador de la Red Voltaire analiza las limitaciones de la inteligencia mexicana, que no es inteligencia de Estado y que es un poco demasiado tarde para esforzarse por ella. 4 meses después del cambio de gobierno, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) opera con el 99% de los 3 600 empleados que trabajaban en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), órgano de inteligencia responsable del espionaje político durante los gobiernos priístas y panistas.
Al mantener al mismo personal y sólo cambiar a la cabeza, este “nuevo” Centro hereda prácticamente los viejos vicios del Cisen: opacidad y falta de transparencia, espionaje (escuchas ilegales), exorbitantes salarios, falta de control y vigilancia, abusos y derroche del presupuesto público, que por cierto este último asciende a 2 mil 490 millones 693 mil 791 pesos (16 por ciento menos que el año pasado) para 2019.
Ese espionaje político que viene de gobiernos anteriores ha quedado al descubierto con la apertura de expedientes de la Galería Uno del Archivo General de la Nación (AGN), donde se integraron 1 mil 937 versiones públicas del espionaje a personas, organizaciones e instituciones, elaborados por la Dirección Federal de Seguridad, la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales y la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
Enlaces con las informaciones sobre ciberataques lanzados contra la América Latina:
  1. https://www.elpais.com.co/…/inedito-apagon-en-argentina-gob…...
  2. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-48654870
  3. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-48668879…...
  4. https://actualidad.rt.com/…/318174-argentina-apagon-resulta…
  5. https://blogs.elconfidencial.com/…/ciberataque-venezuela-a…/
  6. https://www.alainet.org/es/articulo/195875

Una España soberana en la era de la Globalización.


Una España soberana en la era de la Globalización.









Sergio Fernández Riquelme


“Vencer o ser vencido, no hay otra alternativa.
El vencedor será el amo y el vencido será el esclavo: aquél gozará
de la soberanía y de los derechos del señor; éste cumplirá con
veneración y respeto sus deberes de súbdito”.
Max Stirner.

La herencia.

Nos han quitado muchas cosas por el camino. Maravillosas tradiciones que recordamos con cariño de nuestros padres y abuelos, paisajes hermosos hoy pasto del asfalto y el hormigón, palabras eternas con las que definíamos las aventuras de la infancia, el respeto a una herencia secular, la concordia fraternal entre personas de origen distinto, la estabilidad y dignidad en el trabajo que nos hacía suficientes, esa sensación de seguridad con la que podíamos jugar en la calle, referentes morales hoy destruidos por la televisión, el orgullo por los símbolos que nos unen. Y no es mera nostalgia por un pasado recordado; es la evidencia empírica del precio de un desarrollo no siempre adecuado y sostenible.

Hemos llegado muy lejos en nuestro caminar. España es un país moderno, donde hemos conseguido hacer grandes cosas juntos: se ha desarrollado grandes ciudades y empresas internacionales, se han construido enormes infraestructuras y hemos asistido a avances tecnológicos sin igual, nuestro deporte es referente y nuestra escuela pública avanzada, somos pioneros en diversas formas de solidaridad y hemos enterrado viejas disputas, se han erradicado problemas sociales seculares y se ha afianzado un potente Estado del bienestar, nos hemos abierto a Europa y somos puerta de entrada de Hispanoamérica al Viejo continente. Hay muchas cosas de las que sentirse orgulloso, como ciudadanos y como país. Pero quizás hemos perdido (o lo estamos haciendo) elementos extremadamente valiosos, cuantitativa y cualitativamente, en nuestro avanzar (un trabajo digno, el valor de la familia, la sostenibilidad del medio natural, el respeto hacia los demás, la solidaridad regional..).

Una pérdida real y una pérdida, también, simbólica. Se han extraviado derechos y han crecido desigualdades, se han generado problemas sociales nuevos y se han exacerbados conflictos de convivencia que creíamos antiguos. Pero además, y en relación con ellos, se han cuestionado los elementos identitarios clave para la convivencia nacional, sin los cuales el sendero del progreso nos conduce bien a una vía muerta o bien al precipicio en el que podemos perder buena parte de los logros comunes alcanzados. Daños, muy evidentes, en este avance provocados por la acción y omisión de políticos concretos y de élites socioculturales determinadas, que han ayudado a revivir el falso “problema de España” y difundirlo en libros de texto y en movilizaciones políticas: en su gran obra histórica en el mundo (la Hispanidad) y en su unidad de regiones plurales y solidarias (la Nación). Y han tenido éxito en parte de una generación, deslegitimando en ellas los símbolos comunes, ridiculizando las tradiciones históricas, enfrentando a regiones, clases y sexos impulsando el individualismo más inmoral, minimizando todo valor superior y fomentando las iniciativas de desunión y separación.

No todo está perdido. Siempre queda el recuerdo o el ejemplo, la enseñanza o la reivindicación, la libertad de decir y de hacer. Defender España no es defender ni una Ucronía (un pasado idealizado y muerto) ni un Utopía (un futuro mágico inalcanzable). Significa, empero, encontrar ese urgente punto de inflexión para cambiar la dinámica contemporánea de desunión territorial, de precarización laboral y de crisis medioambiental. Un lugar de encuentro y reflexión entre diferentes sensibilidades y opiniones, para construir (o reconstruir) la necesaria España del futuro: una nación plural y unida, trabajadora y solidaria, moral y justa, desde las necesidades reales de la ciudadanía; pero siempre a partir de la enseñanza de nuestros mayores y del ingenio de los más jóvenes, frente a la exigente conciliación entre modernidad y tradición, y ante los retos globalizadores que afectan a nuestros bolsillos, a nuestro entorno y a nuestros hijos, material y espiritualmente.

Las máquinas más modernas pronto se convierten en chatarra, los inventos tecnológicos más innovadores rápidamente acaban en el basurero, las modas más populares quedan en un instante desfasadas, los ídolos mediáticos apenas tienes quince minutos de gloria. Todo cambia, pero todo permanece. Solo las “primeras verdades” (la patria solidaria, el hogar familiar, la moral pública, el trabajo esforzado, la cohesión social, la naturaleza real) reaparecen, actualizadamente, cuando una generación reconoce lo valioso que hemos heredado y que hay que proteger (por desgracia tras épocas de crisis o tras la degeneración moral de un tiempo y un lugar)

El presente.

Ha llegado la hora. Es el momento del cambio y, tarde o temprano, los ciudadanos trabajadores y emprendedores comprenderán la necesidad de construir una España soberana, libre de ataduras ideológicas, de imposiciones externas y de élites corruptas.

Otra España es posible. No hay mal que cien años dure, nos enseña el refranero popular. Una generación, libre de los dogmas de lo políticamente correcto, puede, y debe, superar los prejuicios históricos, los conflictos presentes y las dudas sobre el devenir, construyendo una Identidad soberana capaz de alumbrar unidad, solidaridad y sostenibilidad. La Nación, así, como motor del cambio y no como rémora del mismo, al servicio de sus hombres y mujeres, devolviendo a la Familia su papel central como célula social básica, recuperando la dignidad y la estabilidad en el Trabajo, protegiendo a la Naturaleza como bien compartido al que hay que regresar, situando a la Justicia como el eje de la vida social y política, defendiendo a la Tradición ante modas falsas que alienan, y construyendo una Identidad plural y solidaria, orgullosa de su pasado y abierta al mundo.

Ciertos poderes y ciertas ideologías quieren arrebatarnos lo que nos hacen diferentes, lo que nos une en la diversidad. Todos sabemos quiénes son, pero a veces parece mejor guardar silencio sobre sus nombres verdaderos y sus mentiras oficiales. Lobbys ideológicos que actúan a la sombra del poder político, grandes corporaciones económicas que dictan sus normas al Estado, medios de comunicación que se han hecho con el monopolio de la información.

“Un país domesticado” en palabras de Félix de Azúa. Esa es la realidad que muchos denuncian: por esa falsa corrección política que impide el debate, que niega la controversia, que anestesia con regalos y adicciones a diversos sectores, y que elimina la alternativa al Sistema dominante. Y lo hace cambiando, en bastantes ocasiones, el verdadero significado de las palabras y la realidad de las relaciones sociales; obligando por ello, y sibilinamente, a la autocensura intelectual, a las cazas de brujas de ciertas polémicas y a la mutilación del lenguaje común, haciendo del pasado un arma arrojadiza y buscando el conflicto permanente entre clases y sexos. Albert Boadella criticaba que "España ya no es cervantina, nadie cree en el amor platónico, la dignidad y la lucha por los valores inalcanzables”, ante la mediocridad subvencionada y la idiotez institucionalizada. Pero tarde o temprano, la verdad siempre reluce.

La soberanía, en tiempos postmodernos (“líquidos” para Zygmunt Bauman), es algo muy simple: sentido común. “Llegará el día que será preciso desenvainar una espada por afirmar que el pasto es verde”, anunciaba hace años G.K. Chesterton. Y ese momento parece que ha llegado, en la lucha por las ideas: la soberanía del ciudadano común que trabaja cada día frente a las fantasías de ideólogos que no han trabajado nunca. Aunque no quieran, la ciencia demuestra que dos y dos serán siempre cuatro, o que aunque votemos por mayoría el sol saldrá cada mañana; y nuestros actos y decisiones, pese a que lo intentemos negar, también pueden tener efectos que no son precisamente buenos.

La España soberana que puede construirse se despliega en dos dimensiones interrelacionadas. En primer lugar recuperando la soberanía interna, o lo que es lo mismo, rescatando algo tan simple como ese sentido común. La Unidad fraternal y diversa, donde las diferencias no sean factor de exclusión o ruptura, de luchas o privilegios. La Libertad de opinar y disentir, de expresarse y ser incorrecto, sin miedo a censuras ideológicas. La Seguridad en las calles y en los negocios, en el trabajo y en el hogar. El Derecho a emprender e innovar sin trabas, de poder pedir cuentas a los políticos que nos representan, a decidir qué se paga con nuestros impuestos o de defender efectivamente los derechos laborales, de tener voz y voto sobre que aquello que nos afecta. La Justicia ante el delito, ante la corrupción, ante la explotación, donde cada uno reciba lo que merezca por su esfuerzo y su trabajo. La Solidaridad entre regiones, entre familias y entre personas, desde un bienestar colectivo responsable y sostenible. Y la Igualdad de oportunidades para todos los españoles, en sus derechos y obligaciones, en todo el territorio nacional (por ejemplo en las ofertas de empleo o en las carreras universitarias o profesionales, o en el uso de la lengua castellana o en las mismas prestaciones a las que se tiene derecho).

Un país soberano es un país normal. Simplemente eso. Pero esta normalidad, que encontramos en la calle y en la vida, exige ahora necesariamente, para su posterior plasmación en la legislación y en las instituciones, de un profundo cambio cultural y social. Es el requisito sine qua non. Sin pedagogía profunda, sin difusión amplia, sin explicación previa, sin miedo a disentir, sin convencer desde el respeto, todo será un brindis al sol. Hay que hacerlo necesario pero sobre todo hay que hacer lo que correcto. Por que como escribió sabiamente Chesterton “lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.

La soberanía solo puede residir en el pueblo, y sus representantes debieran respetar esta máxima: atender las verdaderas exigencias de la ciudadanía, escuchar por fin la voz del pueblo, priorizar sus derechos y demandas, buscar la participación de técnicos cualificados, elevar el nivel cultural y moral de la población, asegurar su libertad de expresión y creación, primar la participación de las agrupaciones naturales, subrayar la Identidad común. En la España soberana las políticas deben situar al Estado al servicio de sus ciudadanos (erradicando o minimizando la burocracia y la corrupción), permitir la libre iniciativa del Mercado pero siempre bajo el respeto escrupuloso del trabajador y del entorno, y fomentar la Comunidad donde cada español pueda ejercer y disfrutar sus derechos bajo la exigencia de responsabilidades paralelas. Servir cada uno, del funcionario público al empleado en el sector privado al Bien común, desde su posición y con sus posibilidades, más allá de lealtades partidistas e instituciones determinadas, y siempre con libertad (la propia y la de los demás).

Los retos son grandes. Desde las grandes migraciones a los problemas medioambientales, desde el crecimiento de la desigualdad al nacimiento de conflictos de convivencia antes desconocidos, desde la crisis demográfica al despoblamiento del mundo rural. Retos globales que se dan, también, en España desde sus propias particularidades sociales, culturales, políticas y económicas, siendo necesaria esa nueva generación, de personas y de ideas, superando desde la concordia, los errores y tragedias de nuestro pasado.

Solo desde una España soberana se pueden afrontar estos retos. Los datos cuantitativos y las evidencias cualitativas lo parecen demostrar. Los problemas diarios de nuestros vecinos y compañeros de trabajo olvidados por los políticos, el silencio institucional ante los jóvenes en sus sueños de futuro y las personas mayores en sus necesidades presentes, las dificultades crecientes de padres y madres a la hora de llegar a fin de mes o de educar a sus hijos, las demandas de pequeñas y medianas empresas ante impuestos injustificados y competencias desleales, las exigencias de la sociedad civil de seguridad y justicia pocas veces escuchadas, los conflictos sociales que afectan a la convivencia y que sabemos que existen y afectan pero desaparecen de las estadísticas, las necesidades de pequeños pueblos y del mundo rural que no pintan nada.

La voz de la ciudadanía real puede y debe ser escuchada tanto en España como en otras partes del mundo. Una población cada vez más desafecta, en los últimos años, de lo político, desde la abstención creciente, las soluciones más extremas o el resignado voto útil; crítica de lo público, rechazando parte de su burocratización o ideologización, y eligiendo opciones privadas desde su capacidad económica; y harta de lo políticamente correcto, simple coartada de sectores dominantes (cultural e ideológicamente) para imponer determinadas visiones, lenguajes o ideas preestablecidas frente a otras, coartando la reflexión, el debate, la creación… y hasta el humor.

Ese país real, aquel que no aparece en manifestaciones ni concentraciones, que trabaja cada día por levantar este país, que no es objeto de entrevistas televisivas, de la que solo se acuerdan los partidos cada cuatro años. Y que más allá de la típica instrumentalización de los partidos, ha reaccionado desde la solidaridad ante los intentos de destruir la unidad nacional (por los secesionistas catalanes y aquellos que callan ante el etnicismo), ante la creciente inseguridad ciudadana, ante los recortes sociales, ante el ataque injustificado de sus tradiciones, ante la destrucción del medio natural, ante las injusticias de la justicia, ante la degradación de barrios y centros urbanos, ante la deslegitimación de la familia, ante la pérdida del comercio local, ante la exclusión de colectivos vulnerables o ante la politización de la educación.

Se es soberano, o se es esclavo; o se tienen principios o valores propios o se acaba siendo parte de la masa a la que se dirige desde el poder de los medios y las modas. Y la Nación, el país de ciudadanos libres, debe ser el protagonista de la vida comunitaria (del pequeño barrio a la gran urbe), exigiendo ser oído y participar directamente. Hombres y mujeres que valoran el trabajo bien hecho, una buena cena familiar, los modales que nunca pasan de moda, la convivencia vecinal, la tranquilidad en sus calles, la siesta reparadora, un buenos días cada mañana, el partido del fin de semana, casarse y formar una Familia frente a viento y marea, un sueldo o un horario fijo, el producto nacional, los consejos de los abuelos, el quedarse una hora más durmiendo, ese belén navideño presidiendo el salón, las nerviosas primeras horas con su recién nacido en los brazos, tomarse algo con los amigos, la paciencia ante el error, la labor del maestro, leer un buen libro, la verdadera justicia ante la corrupción y ante el crimen, el ahorro para la necesitadas vacaciones, las oportunidades en las rebajas, la presencia policial en sus barrios, aguantar varias horas de pie para contemplar los tronos procesionales, las buenas notas de los niños, los símbolos de su país, el calor del hogar. Esa ciudadanía normal y corriente a la que casi todos pertenecemos.

A ella, y solo a ella, pertenece la Soberanía. No a las castas políticas, viejas o nuevas, que viven solo para su beneficio y el de sus grupos afines; no a las oligarquías económicas que se aprovechan de la necesidad ajena para llenar sus bolsillos; no a las autoproclamadas élites sociales o culturales que tratan con desdén al pueblo llano y solo viven a base de subvenciones; no a los poderes internacionales que hacen y deshacen en gobiernos y mercados, sin dar cuenta a nadie. Por ello, defender a España es defender a sus ciudadanos reales.

Ser soberano es, primer lugar, ser libre. Ciudadanos dotados de la libertad real (y no solo formal) de opinar y expresarse (o callarse), de emprender y triunfar (o estrellarse), de creer en lo divino o dudar de todo (incluido de lo “políticamente” correcto), de decidir y acertar (o equivocarse), de estar a favor o en contra (o las dos cosas), de tener que aceptar algo o negarse y ser fiel a sus convicciones (y creencias). Pero libertad que debe ir siempre acompañada de la imprescindible responsabilidad consigo mismo y con los demás, fundada en las verdades de siempre; en esos valores familiares y solidarios, comunitarios y naturales, sin los cuales dicha libertad se limita a lo que la mera capacidad económica permite comprar. Es decir, saber que solo la verdad nos hará libres.

Ser soberano implica, en segundo lugar, ser justo. Ciudadanos que sientan que de verdad son protegidos por el derecho, valorados eficazmente en sus méritos y capacidades, y salvados de la corrupción y el clientelismo; que puedan constatar que son escuchados por las instituciones públicas, que sus reclamaciones y quejas son atendidas, que sus derechos básicos son reconocidos. Justicia social basada en la igualdad de oportunidades desde la unidad que nos ayuda a crecer, pero sin destruir las diferencias que nos hacen únicos.

Ser soberano supone, también y en tercer lugar, exigir seguridad. Una competencia leal y derechos de autor controlados, una producción local apoyada por la autoridad pública, una fronteras firmes y una inmigración regulada, un trabajo decente y estable, una calles donde las mujeres estén protegidas de acosadores y maltratadores, un consumo responsable, una educación asegurada que permita ascender socialmente, una clara seguridad alimentaria y farmacéutica, e instituciones seguras para menores y mayores. Nuestro país y nuestro hogar siempre protegidos.

Pero ser soberano conlleva, necesariamente, participar. Ciudadanos que colaboran directa o indirectamente en la defensa de su país, que dan lo mejor de sí mismo al servicio de los demás, que se sienten orgullos de símbolos comunes que significan unidad y solidaridad, que aportan tradición e innovación para el desarrollo sostenible del país (desde grandes creaciones las pequeña acciones), y que se rebelan contra las injusticias e inmoralidades que convierten a las personas en meros esclavos del vicio o de la explotación. Nadie podrá quejarse si no actúa, si no pone su grano de arena, si no dice la verdad sin miedo, si no es consecuente. Es decir, debemos ser miembros de algo más grande, porque como advirtió G.K. Chesterton, y lo comprobamos cada día, “si suprimimos lo sobrenatural, lo que nos queda es lo antinatural”.

Estos son los principios para construir la Identidad soberana desde este mismo presente. Una identidad común, solidaria y sostenible de personas normales para personas normales, capaz de armonizar las diferentes identidades indiduales o grupales, tradicionales o modernas, que adquirimos en el proceso de socialización. No se necesitan héroes ni mártires, solo hombres y mujeres libres y responsables, que conocen los problemas de la vida real y saben lo que es necesario proteger o cambiar. Otros países europeos han demostrado que se puede cambiar el rumbo errado o que se pueden corregir fallos evidentes (superando, por ejemplo, la tragedia del totalitarismo político e ideológico de su historia reciente). Lo demandan los tiempos, lo requiere nuestro bienestar y el de nuestros hijos.

El devenir.

Hay un listado de tareas pendientes y hay que ponerse manos a la obra. Numerosos quehaceres que tienen que cumplirse para alcanzar esta España soberana, y que parecen sacadas de la sabiduría popular que Don Quijote enseñaba a su inseparable Sancho Panza: “paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todas son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas”. Reformas prioritarias nacidas del sentido común, de la exigencia ciudadana, del proyecto de la España soberana, y que se refranero inmortal nos recuerda casi siempre:
Una campaña institucional, y transversal, de fortalecimiento legal y político de la Identidad unida y plural de España: equiparando o recuperando, para ello, competencias regionales desiguales o ineficaces, eliminando las barreras para la efectiva igualdad de los españoles en todo el territorio, aceptando los regionalismos integradores y no excluyentes, y difundiendo y protegiendo los símbolos comunes (unitarios o diversos). Porque “cuando dos hermanos trabajan juntos las montañas se convierten en oro”.
Una reforma política consensuada, tanto de la forma de Estado como de Gobierno, de carácter parcial o global, sobre la que opinen todos los españoles; bien para la actualización nacional según las necesidades funcionales y la participación popular, bien retomando asuntos pendientes del pasado que es necesario recuperar o abordar temas de urgente actualidad sobre cómo debemos organizar, representar y articular la soberanía nacional. Ya que siempre “es mejor prevenir que curar”.
El reconocimiento legal de mecanismos para celebrar referéndum y encuestas nacionales, periódicas y vinculantes, sobre los grandes temas del país; donde los ciudadanos puedan expresarse continua y libremente y los representantes o dirigentes vean condicionada la labor ejecutiva o legislativa. Porque “no es lo mismo oír que escuchar”.
Una política concreta de apoyo a la Familia, como célula social básica: con apoyos económicos directos a la natalidad, con acciones para la conciliación real, y con campañas públicas de fomento y valoración social de lo familiar y lo matrimonial, y el papel responsable del padre y la madre. Ya que “en la intimidad del hogar cada uno hace su voluntad”.
Una Reforma laboral que sea capaz de aunar la generación de empleo suficiente con sus necesarias garantías de estabilidad temporal, protección ante el despido y la suficiencia salarial, permitiendo la conciliación familiar, el reciclaje profesional, la innovación técnica y la negociación colectiva. Porque, por desgracia sabemos bien, “en casa del pobre cuando no se trabaja no se come”.
Una cultura decidida de conocimiento y defensa del Medio ambiente como patrimonio nacional, recuperando las tradiciones más valiosas; protegiendo con ello los espacios naturales, la manifestaciones etnográficas agrarias, fomentando el desarrollo rural y difundiendo las verdaderas medidas de sostenibilidad. Porque, literalmente, “quien a buen árbol se arrima buena sombra le cobija”.
Un Sistema educativo nacional estable y compartido, ajeno a los cambios electorales, con materias y evaluaciones comunes en todos los territorios; en el que prime la igualdad de oportunidades, el respeto al maestro y a los compañeros, que permita la movilidad social, el mérito y la capacidad en la formación, y la combinación técnico-humanística en el currículo. Porque la vida nos demuestra que sin esa educación excelente “quién poco piensa, mucho yerra”.
Una legislación y una gestión para la efectiva protección de la Infancia en su desarrollo moral y personal; que afecte a los ámbitos de socialización y educación, tanto en los espacios formativos como en los medios de comunicación. Porque es la “juventud, divino tesoro”.
Una reforma integral de la Ley penal para el cumplimiento efectivo de las penas, la reinserción real de los condenados, la persecución eficaz de delito y la protección integral de la víctima. Ya que “trabaja en impedir delitos, para no necesitar castigo”.
Una protección legal y un fomento público del Patrimonio cultural (material e inmaterial): las Fiestas regionales y nacionales, las Artesanías manuales, la Música popular, las Arquitecturas regionales, los Paisajes inmemoriales, la Cocina tradicional o los viejos Oficios. Porque, de lo de antes y lo de ahora, el “saber no ocupa lugar”.
Reformas económicas concretas que apoyen a los autónomos y emprendedores, a los productores locales, a los comercios de cercanía, y a las empresas de economía social y de responsabilidad social corporativa. Ya que “quién mucho aprieta, poco abarca”.
La recuperación de la Autoridad legítima, en la ley y en la práctica, de las profesiones públicas esenciales: profesores, médicos, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.., acompañadas de medidas de reconocimiento académico, profesional y laboral. Porque siempre “es de bien nacidos ser agradecidos”.
Una protección y actualización del Sistema nacional de jubilación para evitar su colapso, ante el riesgo evidente del fenómeno inevitable del envejecimiento demográfico, o las puntuales crisis del sistema económico, desde la primacía de lo público y la colaboración de lo privado. Porque, más o menos, “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, por la tuyas a remojar”.
Y una política cultural de fomento del Patriotismo histórico y constitucional en la educación y en los medios, valorando los símbolos comunes y significando la pluralidad territorial, desde lo nacional a lo local, de lo más tradicional a lo más innovador. Ya, para nuestra nueva España, “el que la sigue la consigue”.

En segundo lugar recuperando la soberanía externa. Es decir, reclamar el papel de España en el mundo, más allá de la superada Leyenda negra, de interesados complejos de inferioridad y siempre en defensa de los intereses concretos de la ciudadanía. Un país abierto al mundo, aprendiendo de las mejores experiencias de naciones vecinas y amigas, compartiendo recursos y transacciones en igualdad con otros mercados actuales y potenciales, adaptando a nuestra realidad las nuevas creaciones tecnológicas emergentes; pero señalando siempre la especificidad plural, tanto moderna como tradicional, de nuestra Identidad:
Protegiendo y fomentando el Producto nacional, dentro y fuera de nuestras fronteras, como medio indispensable de innovación productiva, de desarrollo local y creación de empleo.
Cuidando al productor local (empresario y trabajador) ante la competencia desleal, en su capacidad de emprender y en sus derechos laborales.
Impulsando la transformación de la Unión europea, de la que formamos parte: de una superestructura burocrática y centralista, en manos de funcionarios poco representativos, a una moderna comunidad de naciones soberanas que cooperan entre sí pero que mantienen su propia Identidad y sus propias normas internas.
Defendiendo efectivamente las fronteras: estableciendo cuotas claras que permitan la integración real y adecuada de los inmigrantes, acabando con las mafias que explotan a los mismos en su necesidad y desesperación, y aumentando la ayuda a la cooperación al desarrollo en los países más pobres que sufren el éxodo de sus jóvenes (en África o Asia).
Difundiendo la lengua española a nivel internacional (y los idiomas regionales), así como la creación cultural y científica nacional, la innovación tecnológica y las tradiciones ancestrales.
Preservando la libertad religiosa e ideológica en el mundo, en foros internacionales, frente a extremismos y fanatismos que la impiden o la cercenan.
Ayudando a conservar la diversidad cultural y natural en el planeta, reconociendo los espacios protegidos, las diferencias étnicas y regionales, y las especificidades morales y políticas de los pueblos.
Promoviendo en todos los foros internacionales el Mundo multipolar, que reconozca la idiosincrasia e independencia de cada pueblo, la coordinación global de las grandes iniciativas, y la soberanía interna de cada nación.

Ideas y medidas que pueden ayudar a comprender, y diseñar, los instrumentos necesarios para hacer realidad una España auténticamente soberana. Otros países (de la inmensa Rusia a la pequeña Uganda, de los todopoderosos EEUU a la orgullosa Hungría, de la emergente Brasil a la tradicional Polonia, de la superpoblada Indonesia a la envejecida Italia, de la gran fábrica de China a la euroasiática Turquía), han demostrado que la Identidad soberana es posible, cada una con sus matices patrios y sus fallos superables.

La decisión es de los ciudadanos, la responsabilidad es de sus representantes. Tarde o temprano llegará la hora.