miércoles, 31 de mayo de 2017

¿Algo se mueve en la sociedad israelí?


diario-octubre.com

¿Algo se mueve en la sociedad israelí?

Germán Gorraiz

Los palestinos gritan consignas durante una manifestación en apoyo de prisioneros palestinos en huelga de hambre en las cárceles israelíes. Foto: Reuters
El ex-Presidente Jimmy Carter que pasó a la Historia al lograr el histórico acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto en 1979, se habría distanciado de la política de los sucesivos Gobiernos de Netanyahu y en su libro ‘Palestina, Paz no Apartheid’, Carter denuncia el “sistema de apartheid que Israel aplica sobre los palestinos”. Asimismo, en el citado libro denuncia “el incumplimiento por parte de Israel de los compromisos adquiridos en el 2003 bajo los auspicios de George W. Bush”, que incluían las exigencias de la congelación total y permanente de los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania así como el Derecho al retorno de los cerca de 800.00 palestinos que se vieron forzados a abandonar Israel tras su constitución como Estado en 1.948 (nakba). Dicha hoja de ruta fue aceptada inicialmente por Israel y ratificada posteriormente por Olmert y Abbas en la Cumbre de Annapolis (2007) con la exigencia de “finiquitar la política de construcción de asentamientos en Cisjordania y flexibilizar los controles militares que constriñen hasta el paroxismo la vida diaria de los palestinos”. El mensaje diáfano de Carter sería que “la paz es posible a través del diálogo y que Israel y Estados Unidos tienen que negociar con Hamás y con Siria, dos actores cruciales en la política de Oriente Próximo”, postulados que serían un misil en la línea de flotación de la doctrina del Gobierno de Netanyahu que aspira a resucitar el endemismo del Gran Israel (Eretz Israel), ente que intentaría aunar los conceptos antitéticos del atavismo del Gran Israel que bebe de las fuentes del sustrato bíblico y la concepción de un estado democrático incardinado en el siglo XXI, heredero de los postulados ideológicos de Theodor Herzl, considerado el Padre del actual Estado de Israel y fundador del sionismo. Así, Herzl en su libro “El Estado judío: ensayo de una solución moderna de la cuestión judía”, propuso la creación de un Estado judío independiente y soberano para todos los judíos del mundo al tiempo que promovió la creación de la OSM (Organización Sionista Mundial) y en su obra “La vieja Nueva Tierra”(1902), sienta las bases del actual Estado judío como una utopía de nación moderna, democrática y próspera.
Netanyahu y la manipulación del miedo
Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de pioneros en el estudio de la psicología de masas, en su libro “Cristalizando la opinión pública”, desentraña los mecanismos cerebrales del grupo y la influencia de la propaganda como método para unificar su pensamiento. Así,según sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo de un líder en quien confía ”, por lo que la propaganda del Gobierno de Netanyahu será dirigida no al sujeto individual sino al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y anhelos comunes que lo sustentan, sirviéndose de la dictadura invisible del temor al Tercer Holocausto, proceda de Hamás, de Hezbolá o de Irán. Sin embargo,la teórica política judío-alemana Hannah Arendt en su libro “Eichmann en Jerusalén”, subtitulado “Un informe sobre la banalidad del mal”, nos ayudó a comprender las razones de la renuncia del individuo a su capacidad crítica (libertad) al tiempo que nos alerta de la necesidad de estar siempre vigilante ante la previsible repetición de la “banalización de la maldad” por parte de los gobernantes de cualquier sistema político, incluida la sui-genéris democracia judía, pues según Maximiliano Korstanje “el miedo y no la banalidad del mal, hace que el hombre renuncie a su voluntad crítica pero es importante no perder de vista que en ese acto el sujeto sigue siendo éticamente responsable de su renuncia” .
¿Algo se mueve en la sociedad israelí?
La sociedad israelí del siglo XXI ( 80% de judíos frente a un 20% de población árabe), sería un crisol de razas, costumbres, lenguas y valores que tan sólo tendrían en común su origen judío y en la que se estaría produciendo un golpe de mano silencioso de una minoría ultra ortodoxa (los “haredim” que aunque tan sólo representan el 10% de su población serían un Estado dentro del Estado) para fagocitar todas las áreas sensibles del poder del Estado judío (Interior, Vivienda, el Mosad y los mandos del Tzáhal o Ejército judío) e intentar imponer la “Halajá” o ley judía a más del 40% de población que se declara laica, segmento de filiación europea , inmersa en la cultura y modo de vida occidentales y que desea ser regida por la ley civil como en las demás democracias formales occidentales. La sociedad israelí en su inmensa mayoría sería cómplice silenciosa y colaboradora necesaria en la implementación del sentimiento xenófobo contra la población árabe-israelí (según la encuesta sobre derechos civiles ”Association for Civil Rights in Israel Annual Report for 2007” publicada por el diario Haaretz ,“ el número de judíos que manifiestan sentimientos de odio hacia los árabes se ha doblado y el 50% de los judíos israelíes se opondrían ya a la igualdad de derechos de sus compatriotas árabes) y en el incremento del régimen de apartheid en los guetos palestinos de Cisjordania y Gaza en los que la población palestina estaría sometida al régimen jurídico-militar en lugar de depender del poder civil como la israelí, síndrome conocido como “la burbuja de Tel Aviv”.
Sin embargo, algo se mueve en la sociedad israelí pues según la Agencia EFE, la izquierda israelí logró congregar a miles de personas en Tel Aviv en una manifestación con el lema “Dos naciones una esperanza: en contra de 50 años de ocupación”, para rechazar medio siglo de ocupación de los territorios palestinos. La protesta, liderada por la ONG pacifista israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora), reivindicaba con eslóganes escritos y gritados que “cincuenta años es suficiente” y “judíos y árabes se niegan a ser enemigos” y por su parte, el diputado árabe Ayman Odeh aseguró que “es importante que el pueblo salga a las calles y ponga al gobierno contra la pared. Y que la lucha aquí, hoy, sea de ciudadanos judíos y árabes juntos, da esperanza, tenemos que construir esa unidad para acabar con la ocupación horrorosa que nos daña a todos”.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ-Analista

Venta de bonos a Goldman Sachs: datos políticos esenciales


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Venta de bonos a Goldman Sachs: datos


Foto: Misión Verdad
Foto: Misión Verdad
Por: William Serafino
Misión Verdad
El medio afirmó que el BCV recibiría aproximadamente 865 millones de dólares por la operación, con base a un descuento del 31% sobre el precio del instrumento que vence en 2022 y ostenta un valor de 2 mil 800 millones de dólares. El bono emitido en 2014 había sido adquirido por el BCV luego de la emisión realizada por Pdvsa.
Ahora bien. En este punto del conflicto y en el marco de las complejidades que lo componen, poco tiene sentido referirse únicamente a los aspectos técnicos y financieros de la operación sin observar con detenimiento lo verdaderamente importante: sus implicaciones políticas.
Vamos por partes.
1. El chantaje parlamentario de la oposición. Buena parte de la actividad legislativa del parlamento venezolano dominado por el antichavismo ha consistido en boicotear las operaciones financieras de la República y sobre todo de Pdvsa.
El punto clímax de esta maniobra se ubica en la carta enviada hace unas semanas desde la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), liderada por Julio Borges, a más de una decena de bancos internacionales para exigirles (con tono de amenaza) que no prestaran dinero al Gobierno venezolano, ya que según la oposición además de ser “ilegal” e “inmoral” estarían apoyando a una “dictadura” conectada con “el terrorismo y el narcotráfico”.
Incluso Borges ha amenazado a Goldman Sachs con no reconocer sus inversiones en su supuesto gobierno de la MUD. Una pésima señal al mercado financiero sobre los beneficios que ofrece la “transición” a importantes actores del mundo financiero global.
El chantaje político y legal del antichavismo en el parlamento quedó sin efecto a la luz de esta operación, poniendo en relieve no sólo su poca capacidad de influir en las decisiones de grandes entidades financieras, sino la estridencia de una derrota política donde se concentra buena parte de sus activos políticos: el descontento de la población mediante la aplicación de estrategias de guerra económica y financiera.
Nuevamente quedan desautorizados por actores de poder político y económico mucho más pesados que no los toman en cuenta.
2. Falsedades varias. Aunque el comportamiento subnormal de algunos economistas opositores intenta imponerse, incluso negando la versión del WSJ, la transacción no fue realizada directamente entre el BCV y Goldman Sachs.
Según RT en español, un banco radicado en el Caribe compró el bono Pdvsa 2022 al BCV, delagando posteriormente en un corredor la negociación de dichos papeles en el mercado, donde el banco Goldman Sachs finiquitó la compra. El BCV no estuvo involucrado en la operación directamente, como tampoco en la decisión de quien sería el comprador final.
Por otro lado, asumir que el Gobierno “claudica en sus principios” porque el BCV hizo un negocio indirecto con la banca estadounidense en un momento económicamente complejo para el país, es igual de estúpido que negar la épica de Fidel Castro únicamente por permitir que la cadena Meliá instalara hoteles en Cuba o negar el papel histórico de Hugo Chávez porque Pdvsa seguía vendiendo petróleo a Estados Unidos.
Habría que preguntarse si con panfletos ideológicos Fidel contuvo el hambre durante el período especial o si Hugo Chávez pudo crear las misiones para sacar de la extrema miseria a millones de venezolanos.
El dinero (expresado en forma de deuda o exportaciones) es un asunto del capitalismo como único sistema social, cultural y económico de escala planetaria, donde nadie escapa. Eso ya estaba definido antes de que naciera Fidel o Chávez.
Qué hacer con el dinero, sin embargo, sí es un asunto político. Y Fidel y Chávez narran esa cualidad: utilizar el dinero -políticamente- para proteger a la población ante momentos de dificultades con base a un plan político.
3. El Dicom y la dificultad del momento. En este sentido la operación, aunque en forma se exprese en términos financieros, en el fondo es política. El análisis sobre los aspectos técnicos de la negociación pierde validez ante la necesidad política de colocar un torniquete a la inflación, en un contexto global de sobrevivencia donde ningún país del mundo puede jactarse de “ganarle” una transacción al capital global.
El Gobierno venezolano, al entender el estado de guerra en el que se encuentra el país, toma la decisión política de priorizar la urgencia del momento por sobre los tecnicismos y la ilusión de sapiencia financiera, hoy desbaratadas con estridencia en Brasil y Argentina. Contrario a esos dos casos, la operación financiera que llevó a cabo el Gobierno venezolano tiene como prioridad a la gente y no el desbaratamiento del país.
El plan de recuperación económica que encabeza el Gobierno venezolano enfrenta actualmente un complicado cuadro económico signado por una inflación incesante y la precariedad del salario, a raíz de las deformaciones especulativas del mercado paralelo, el bloqueo financiero vía manipulación del riesgo-país y la caída de los precios del petróleo.
El Dicom como estrategia para normalizar las alteraciones del mercado cambiario que producen la inflación necesita de un flujo importante de divisas que no sólo revierta la espiral del dólar paralelo, sino que construya un mercado sólido para estabilizar el sistema de precios y por ende revalorizar el salario. Allí está el sentido político y económico de la operación.
4. Inmadurez e imbecilidad de los voceros del antichavismo. Rápidamente voceros financieros importantes de la oposición salieron a condenar la operación. Como el caso de la mala imitación de Chicago Boy, el diputado por Primero Justicia, Ángel Alvarado.
En varios tuits acusó a Goldman Sachs (el banco más poderoso del mundo, que actualmente controla altas posiciones en el gobierno de Estados Unidos y de la Unión Europea) de ser el “soporte de la dictadura”. Una opinión que contradice su desesperada narrativa de que el régimen está a punto de caer.
Asimismo acusó a sus directivos de enriquecerse con “la dictadura”, nombrando al especulador financiero que apoyó a Hillary Clinton durante las pasadas elecciones presidenciales, Warren Buffet.
Esta postura (secundada por Henrique Capriles) expresa con nitidez la inmadurez, la insolencia y la grave desubicación de quienes dicen estar preparados para gobernar y asumirían puestos claves del sistema financiero venezolano.
Se ganan de enemigos a monstruos financieros (no sólo a Goldman Sachs) que podrían ser sus aliados y prestamistas ante una hipotética toma del poder político en Venezuela. Amenazan  y generan una profunda desconfianza en titanes de las finanzas globales, con un poder casi oligopólico sobre el mercado e instituciones claves a nivel multilateral, a las cuales sí o sí tendrían que acudir siendo gobierno para tener una base económica medianamente estable.
Estas posturas subnormales e infantiles en forma y fondo, levantados por un diario de audiencia global que determina maniobras financieras enormes, no sólo emiten señales negativas y de desconfianza sobre su capacidad política ante la arena internacional, sino que también los desprestigia como operadores en los cuales sea rentable invertir para llevar a cabo la soñada transición.

LA NASA ENVIARÁ UNA NAVE DIRECTAMENTE AL SOL


elmicrolector.org

LA NASA ENVIARÁ UNA NAVE DIRECTAMENTE AL SOL |

 

 

por elmicrolector


La NASA planea volar directamente a la atmósfera del Sol.
La misión “Solar Probe Plus” está programada para lanzarse en el verano de 2018.
Se acercará a menos de 6,4 millones de kilómetros de la superficie del Sol y tendrá que hacer frente a un calor y una radiación nunca antes experimentados en la historia de ninguna nave espacial.
La nave explorará la atmósfera exterior del Sol y hará observaciones críticas que deben responder a las preguntas sobre cómo funcionan las estrellas.
La misión tiene tres objetivos principales: rastrear el flujo de energía que calienta y acelera tanto la corona (o atmósfera solar) como el viento solar, determinar la estructura y la dinámica del plasma y los campos magnéticos en las fuentes del viento solar, y explorar los mecanismos que aceleran y transportan las partículas energéticas.

Los científicos están interesados en efectuar estas mediciones porque cuando las nubes de partículas cargadas de alta velocidad salen del Sol pueden bañar a las naves espaciales, los astronautas y las superficies planetarias de radiación perjudicial.
Los datos resultantes mejorarán las previsiones de los grandes eventos climáticos que afectan la vida en la Tierra, así como la de los satélites y astronautas en el espacio.
La sonda viajará hasta la superficie del Sol y llevará a cabo 24 sobrevuelos para recabar datos relacionados con el comportamiento de nuestra estrella.
La nave espacial viajará a una velocidad de 725.000 km por hora y soportará temperaturas de más de 1.300 grados centígrados.
https://www.nasa.gov/press-release/nasa-to-make-announcement-about-first-mission-to-touch-sun

La izquierda europea y la tragedia griega Kaos en la red


kaosenlared.net

La izquierda europea y la tragedia griega Kaos en la red

 

 

 



El día que los trabajadores griegos fueron a la huelga general, en protesta contra el nuevo aluvión de supuestas “reformas” impuestas por los “acreedores” en el contexto de un programa que está destruyendo a los griegos y su país, los presidentes de los grupos socialdemócrata, verde e izquierda unida del Parlamento Europeo, Gianni Pitella, Ska Keller y Gabi Zimmer emitieron un comunicado sobre Grecia.Todavía esperamos que los eurodiputados de esos tres grupos repudien esta declaración increíble y vergonzosa. Por el momento no lo han hecho. (1) Esos tres líderes de “izquierda” no han escrito, en su declaración, una sola palabra de solidaridad con las familias de decenas de miles de griegos que han sido empujados a poner fin a una vida que ya no podían tolerar más, como resultado de las “reformas” impuestas a Grecia por Alemania y otros gobiernos europeos, la UE y el FMI.Tampoco encontraron una palabra de solidaridad con los 1,5 millones de griegos que viven en condiciones de extrema pobreza como resultado de la política aplicada con el apoyo de Frau Merkel, M. Juncker y Mme. Lagarde.
Ni con los pensionistas que ahora ven sus pensiones reducidas un 30% en el 17º recorte sucesivo en siete años, impuesto por los acreedores y votado por el Parlamento griego en un contexto de amenazas y chantaje. Por el contrario, apoyaron la legislación que recortaba esas pensiones.
Ni una palabra de simpatía con los pobres pacientes de cáncer griegos que van a morir porque no tienen dinero para pagar el tratamiento en un hospital privado, mientras el sistema de salud griego se desmorona bajo los recortes impuestos como consecuencia de las reformas apoyadas por Alemania, la UE y el FMI.
Pero estos eurodiputados de izquierda si encontraron palabras para instar al gobierno griego a continuar con las llamadas reformas, impuestas por una alianza de las élites alemanas y europeas con las finanzas internacionales, reformas que ya han causado – y siguen causando – una de las mayores catástrofes económicas y sociales en toda la historia del capitalismo internacional.
Uno se pregunta si alguien en Europa necesita una izquierda así y, en caso afirmativo, para qué.
Las reformas de la UE y el FMI en Grecia: cómo destruir una economía
Basta con recordar que Grecia, como resultado de un programa supuestamente diseñado para evitarlo, ha sufrido una caída del 27% en su producción económica, su PIB. Más, en términos relativos, que las pérdidas materiales de Francia o Alemania durante la Primera Guerra Mundial. Es más de lo que se padeció durante la depresión de 1929-1933 en los EE.UU. o la crisis de la República de Weimar en Alemania. Grecia lleva casi diez años de recesión continua, lo que es probablemente un récord histórico absoluto.
El ministro de Finanzas alemán, Herr Schäuble -una figura que parece haber escapado de las páginas del Marqués de Sade y que, a diferencia de M. Juncker o Mme. Lagarde, es incapaz de ocultarlo-, explicó estos hechos en su conferencia de Davos del año pasado llamando al primer ministro griego, e indirectamente a todos los griegos, “estúpido”. Dijo que sus reformas eran una gran idea, pero que la forma en la que los griegos la estaban aplicando era estúpida.
No sé, ni me importa, si Herr Schäuble es inteligente o estúpido. Lo que sé es que el Sr. Shäuble es un mentiroso.
Un día se me ocurrió que, como soy griego, muy probablemente también soy estúpido. Decidí preguntarle a un alemán, el jefe de la “European Task Force” para Grecia, el Sr. Reichenbach, por qué hay tanta diferencia en el resultado de los programas de la Troika para Grecia y, por ejemplo, Portugal. El Sr. Reichenbach respondió:“Hemos obtenido estos resultados en Grecia porque hemos reducido tres veces más la demanda en la economía griega que en la economía portuguesa”.
En efecto. Tan sencillo como eso. Esta profunda depresión, sin precedentes, era y es el resultado inevitable de las medidas económicas impuestas por la Troika.
Un crimen y un acto de guerra, no un error
El desastre griego no tiene nada que ver con la inteligencia o la estupidez. Tampoco ha sido o es un error, porque
1) Si se tratase de un error, hubiera sido corregido hace mucho tiempo.
2) Es difícil de creer que algunos de los mejores economistas del mundo, muy bien pagados por el FMI, la UE o los gobiernos alemán y francés puede cometer tales “errores”, es decir, destruir un país europeo entero por accidente, por así decirlo, sin entender lo que están haciendo. (2)
3) Como sabemos ahora gracias a estas revelaciones publicadas y las revisiones internas del propio FMI, este programa se adoptó en virtud de un golpe de estado dentro del propio FMI en 2010, incumpliendo sus propias reglas y estatutos. Tal golpe de Estado fue necesaria precisamente porque los economistas fueron capaces de predecir el resultado, no porque no pudieran, y ese resultado era claramente inaceptable incluso en términos de la ortodoxia neoliberal.
Semejante golpe de estado en el FMI hubiera sido simplemente imposible sin el consentimiento de los gobiernos de Alemania, Francia y Estados Unidos, de la Comisión de la UE y de los capitostes de las altas finanzas internacionales.
Esta es la razón por la que el programa de reforma griego no fue un error, sino que fue y sigue siendo un asesinato premeditado, por medios económicos y políticos, de una nación y un estado europeo, por razones mucho más importantes que el propio propio país.
Si llegaron tan lejos en Grecia y no en los otros países del sur de Europa, también fue a propósito, porque si hubieran tratado de aplicar un programa de este tipo en todos los países del sur correrían el riesgo de consolidar una alianza y provocar una revuelta en la mitad de Europa. Por eso tuvieron que elegir un solo país para su experimento, utilizándolo como chivo expiatorio de todos los males de Europa y una amenaza o una advertencia, por implicación, para todos los demás. (Y tuvieron éxito, si hemos de juzgar por el comportamiento del Sr. Pittella, que parece no recordar lo que le pasó a Italia en el pasado, como consecuencia de su alianza con Alemania). Todo esto ha sido muy bien explicado en textos anteriores de la Izquierda Unida Europea (3).
En 2010 dijeron que querían ayudar a Grecia a resolver sus problemas. Siguen repitiendo que Grecia ha recibido una enorme ayuda financiera de sus socios europeos y el FMI. Eso es verdad. Pero lo que no dicen es que más del 95% de ese dinero fue a manos del Deutsche Bank, BNP Paribas y otros bancos europeos y estadounidenses.
El programa de rescate griego fue realmente un programa de rescate, pero no para Grecia. Fue un programa de rescate de los bancos europeos y estadounidenses, que fueron capaces de amortizar sus pérdidas transfiriéndolas al Estado griego, haciendo la deuda soberana griega más “insostenible” y destruyendo la infraestructura productiva y social de Grecia.
Al mismo tiempo, Alemania y otros países del norte consiguieron enormes beneficios económicos directos, netos, de la destrucción de Grecia, gracias a los tipos pagados por los bonos estatales griegos, por no hablar de los beneficios del saqueo de propiedad pública y privada griega, por no hablar de los beneficios por el aplazamiento, a costa de la destrucción de Grecia, de la crisis que pende permanentemente sobre el sector bancario europeo.
En 2010 se dijo que Grecia tuvo que adoptar el programa de rescate porque estaba sobre-endeudada. Como resultado de estas políticas, la deuda soberana griega pasó de 115% a 185% del PIB y, al mismo tiempo, se creó una importante burbuja de deuda privada. Dejando a un lado la teoría que las personas que dirigen la economía europea son estúpidas y no saben lo que están haciendo, la conclusión obvia es que lo que los diseñadores de este programa de reformas tenían en mente era exactamente lo que lograron. Su objetivo era aumentar la deuda pública y privada griega y luego utilizarla, como han hecho, para apropiarse de bienes públicos y privados griegos y de la soberanía del Estado griego.
Por ello el gobierno alemán se niega persistentemente a cualquier debate serio sobre la deuda y a cualquier solución seria y definitiva del problema. No es que Schäuble no quiera que los alemanes tengan que “pagar por los griegos”, es que Alemania y sus bancos ya han ganado un montón de dinero, tanto directa como indirectamente, de la destrucción de Grecia. Es que Berlín quiere mantener esta arma a su disposición permanente y la utilizan para saquear y someter a Grecia.
El FMI también quiere quedarse con ella, pero también quiere más estabilidad en todo el programa y su extensión gradual al conjunto de Europa. Por eso quiere algún tipo de recorte de la deuda, pero no hasta el punto de permitir que Grecia sea un país soberano de nuevo. Y esta es la razón por la que las “medidas de alivio de la deuda a medio plazo”, actualmente en fase de negociación entre el FMI y Berlín, no sólo serán insuficientes sino también implicarán regulaciones neocoloniales que permanecerán en vigor durante muchas décadas.
Esta situación en relación a la deuda griega y la posición del país dentro de la zona euro está provocando una enorme inestabilidad por sí misma. Sólo los fondos buitres quieren “invertir” en un país en el que nadie sabe qué pasará mañana.
El término “reformas” es una invención de los Orwells y Goebbels de nuestra época para designar lo que es claramente un crimen y un acto de saqueo y de guerra, aunque no convencional, sino político y económico: una “guerra de la deuda” contra el pueblo griego, la democracia griega y su soberanía.
Ahora el señor Schäuble ha impuesto a Grecia el requisito de obtener excedentes fiscales de 3,5% a 4% anualmente durante muchos años, algo claramente imposible. Y sigue pretendiendo que Grecia será capaz de pagar 100 mil millones de euros, para reembolsar su deuda, a principios de la próxima década.
De nuevo, no es una cuestión de inteligencia o estupidez. Sino de mentiras, no sólo a los europeos en general, sino también a los propios ciudadanos alemanes, que, tarde o temprano, van a pagar la factura por las decisiones de sus dirigentes, como ocurrió dos veces en el siglo XX.
La política europea de la derecha alemana no beneficia socialmente a las clases populares alemanas, porque el dinero que Alemania obtiene de Grecia, no se distribuye equitativamente entre ellas. Pero también va en contra de los intereses nacionales de Alemania, ya que dilapida todo el capital político que ha acumulado a partir de 1945 para destruir y someter a un pequeño país europeo. Los alemanes ya pueden ver las consecuencias en el Brexit y en el ascenso de la extrema derecha francesa. Esto es sólo un preludio de la crisis que se avecina.
Ahora surge la pregunta de nuevo: ¿Cuál es la política de la izquierda alemana y europea? ¿Tienen una? ¿Han aprendido algo del colapso del PASOK en Grecia, del Partido Laborista holandés o de los socialistas franceses?. ¿O son tan dependientes de sus fuentes de financiación que están dispuestos a suicidarse?
Tal vez, en lugar de acusar a los ciudadanos europeos de girar hacia la extrema derecha, ¿no sería más útil que los dirigentes de la izquierda europea se mirasen al espejo?
Un golpe contra la democracia europea
Esas “reformas” griegas, apoyadas en la declaración citada por los supuestos “socialistas”, “ecologistas” e “izquierdistas” en el Europarlamento, no son un simple experimento neoliberal, aunque muy duro. Grecia se ha convertido en terreno de experimentación de los “cambio de régimen”, e incluso de lo que podríamos llamar “cambio de país” en Occidente. Lo que están tratando de hacer es transformar un régimen de democracia occidental en un mecanismo de gobierno directo por las finanzas. Las formas externas de la democracia parlamentaria se mantienen intactas, pero se las despoja de contenido.
La Troika impone cada día sus dictados en Atenas. Sus representantes llaman todos los días a los funcionarios del gobierno y les reprenden por cada palabra o acto, incluso el más pequeño, que consideren que va en contra del “programa de reformas”. En cuanto a los representantes del “gobierno griego”, ni siquiera pueden protestar, porque de hacerlo correrían el riesgo de revelar el grado de sumisión al que ya se han sometido.
Miles de páginas de textos legales (y nadie sabe quién los preparó, y quién los ordenó) son enviados a Grecia, traducidos mediante programas informáticos de traducción automática del inglés en un griego con frecuencia incorrecto y luego votados en un simulacro por el Parlamento, bajo el chantaje de los ultimatums de un maníaco ministro alemán de Finanzas y de los asesinos económicos del FMI. Todo ello contra la voluntad del pueblo griego, tal como se expresó directamente en el referéndum del 5 de julio de 2015 y de las disposiciones fundamentales de la Constitución griega y de los Tratados de la UE.
Los acreedores han usurpado incluso el funcionamiento del día a día de los asuntos más importante del gobierno mediante la creación de una constelación de “autoridades independientes”, que son “independientes” del gobierno y el pueblo griego, pero muy dependiente de los acreedores .
Así funcionan las cosas en un país miembro de la UE, que el Financial Times llama un “protectorado occidental”, pero otros, quizás de manera más precisa, llaman una “colonia de la deuda” para describirlo.
No es ni siquiera una colonia sin más. Es una colonia sometida a la destrucción permanente y al saqueo, en proceso de ser transformada en una forma de economía y sociedad esclavistas. Más de la mitad de los jóvenes griegos no tienen un puesto de trabajo o la perspectiva de encontrar uno, a pesar de la demolición, tanto legal como en la práctica, de los salarios y de los derechos que antes disfrutaban los trabajadores griegos. Los padres, y especialmente las madres, que son probablemente las más sobre-protectoras de toda Europa y que hasta hace poco han querido mantener a sus hijos lo más cerca posible, ahora solo tienen un gran sueño: ver a su descendencia emigrar, incluso si tienen que vivir en Australia, África o los Emiratos.
Los que emigran son los más educados y más activos, precisamente aquellos a los que el país necesita más para sobrevivir. Miles de muy bien formados (a expensas del estado griego) médicos y enfermeras, por ejemplo, ahora dotan los hospitales alemanes, mientras el sistema sanitario griego se derrumba bajo el peso de las llamadas “reformas”.
Una vez más, no hay ningún error. Strauss-Kahn, entonces director del FMI, explicó a los parlamentarios griegos en 2011 que la solución al problema del desempleo sería que los jóvenes griegos emigrasen “temporalmente”.
Al apoyar este tipo de “reformas”, la declaración de los tres grupos del euro parlamento de “izquierdas” están apoyando la vuelta de Grecia a unas condiciones sociales medievales y la abolición de la democracia en el país donde se inventó y denominó por primera vez en la historia humana.
¿Algo así puede ser útil para los trabajadores y los ciudadanos alemanes, italianos y de otros países europeos?
Si tiene éxito las finanzas, con la ayuda de las élites políticas europeas, incluyendo las llamada “izquierdas”, en la imposición de un régimen de este tipo en Grecia, ¿no intentarán extenderlo, tarde o temprano, primero al sur, y a continuación, también al norte de Europa?
El saqueo de Grecia
La declaración por desgracia, no sólo apoya la destrucción económica y social de Grecia y la abolición de la democracia. También apoya el saqueo de ese país. Sus palabras sobre la libre competencia coinciden con la presión que se ejerce sobre el gobierno griego para que abandone su resistencia final a la venta de toda propiedad pública griega, incluyendo la principal empresa productora de electricidad del país, la Empresa Nacional de Electricidad. Hablan de competencia, pero en realidad lo que quieren es asegurarse de que los intereses económicos alemanes, y no los chinos, terminan por ser los nuevos propietarios de la empresa de energía griega.
¿Quién escribe semejantes comunicados, como el firmado por los tres presidentes de los grupos europarlamentarios de izquierda? ¿Ellos mismos, sus asesores o los representantes de los intereses privados?
El Banco Central Europeo ha excluido a Grecia de su programa de flexibilización cuantitativa. Como resultado, las empresas rentables griegas no pueden  obtener financiación y están en una posición muy desventajosa en comparación con sus competidores extranjeros que, con la ayuda de esta competencia desleal, están conquistando el mercado griego, o lo que queda de él.
Han adquirido, o están adquiriendo, las comunicaciones, los aeropuertos, aunque sólo los más rentables, la industria del turismo, los bienes inmuebles. Están quedándose con todo, incluida la propiedad privada de los griegos, a través de unos impuestos exorbitantes para pagar el mantenimiento de una deuda insostenible.
No es necesario ser de izquierda o socialista para rebelarse contra la vuelta a unas relaciones entre las naciones europeas similar a la existente durante las guerras del opio del imperialismo británico contra China.
Es suficiente tener la dignidad humana más elemental.
Por desgracia, las cosas pueden empeorar aún más. Si continúan estas políticas van a conseguir a largo plazo lo que Mikis Theodorakis llamó una vez una “Grecia sin griegos”. Muchas personas evitan tener hijos. Los jóvenes están emigrando, Grecia está en una contracción demográfica continua, con una población cada vez más débil en todos los sentidos.
Si este proceso continúa, Grecia se convertirá en un país gobernado por extranjeros, propiedad de extranjeros, habitado por unos nativos cada vez más viejos y enfermos. El imperio de las finanzas habrá triunfado allí donde la Acrópolis se yergue como un recordatorio de la saga de la derrotada democracia ateniense, el primer esfuerzo, hasta hoy no superado, de los seres humanos por gobernarse a sí mismos.
El FMI  y la deuda
Los tres representantes de la “izquierda europea” también están apoyando, de manera indirecta, pero claramente, la continuación de la presencia del FMI en Europa como supremo gobernador económico. Me pregunto desde cuándo tal organización – que, por sus actividades en el Tercer Mundo y los países ex ”socialistas”, se ha ganado una reputación mucho peor que, por ejemplo, la CIA, y que constituye la expresión colectiva de la voluntad del capital financiero internacional y de los Estados Unidos de América-, es la herramienta adecuada para dirigir la economía de cualquier país europeo.
Nuestros tres “izquierdistas” también están apoyando un ambiguo “esquema de alivio de la deuda griega a medio plazo” que discuten Alemania y el FMI. ¿Saben de que se trata? Porque la reestructuración anterior, conocida como PSI, resultó ser la primera reestructuración de la deuda que se recuerda tan claramente en contra de los intereses del deudor.
En el contexto de este PSI, primero obligaron a los hospitales, fondos de pensiones, universidades griegos a amortizar sus bonos estatales, perdiendo así la mayor parte de su patrimonio. A continuación, se embarcaron en la transformación radical de los términos legales de la deuda soberana griega, en detrimento de Grecia, transformando la deuda de entidades privadas en deuda pública, introduciendo la ley colonial británica y la jurisdicción de los tribunales extranjeros sobre las reclamaciones jurídicas en relación con la deuda.
Antes de la reestructuración del PSI de la deuda en 2011, la deuda griega estaba denominada en la moneda nacional griega, por lo que no hace falta decir que se convertiría automáticamente a una moneda griega si Grecia decidiese abandonar el euro. Después de 2011 se denominó en euros. Anteriormente el Parlamento y los tribunales griegos eran los responsables. Ahora, se aplica la ley colonial británica y los tribunales extranjeros tienen jurisdicción para juzgar los conflictos pertinentes.
Una vez más, esta reestructuración no condujo a una disminución, sino a un aumentó de la deuda griega en relación con el PIB.
Los acreedores exigieron, y el Parlamento griego adoptó, medidas tan suicidas aprovechándose de que los dos principales partidos griegos de entonces, el PASOK y Nueva Democracia estaban, como ahora se ha demostrado ampliamente, en la nómina de la compañía alemana Siemens y de muchas otras empresas. Incluso si hubieran querido, los políticos griegos no hubieran podido hacer nada para resistir la presión externa, ya que corrían el riesgo de que se hicieran públicos los sobornos y la corrupción y fueran procesados.
¿Por qué estos europarlamentarios de “izquierda” no piden una comisión internacional para investigar la cuestión griega en su conjunto, el origen de la deuda griega, las permutas de Goldman Sachs, que Draghi, que trabajó para ellos, explique todo lo que sabe, el papel del gobierno alemán y de la Comisión de Bruselas, las conexiones entre los líderes empresariales de Francia y Alemania y la corrompida clase política griega, y muchas otras cosas que podrían ayudar a los ciudadanos europeos a comprender lo que está sucediendo.
Ahora el imperio de las finanzas ha sido capaz de transformar su propia crisis en una guerra de la deuda intra-europea. Lo más probable es que los ciudadanos europeos se unieran para oponerse si llegaran a ser conscientes de lo que las finanzas han hecho y cómo manipulan los antagonismos en el seno de Europa.
¿Tienen estos partidos de “izquierda” una posición sobre el quid de la cuestión, la deuda griega y los acuerdos neocoloniales impuestos por Berlín, la UE, el BCE y el FMI a Grecia? ¿O no la tienen?
La solución a la cuestión griega
Para resumir mi propia posición:
Hay tres, y sólo tres cosas, en las que todos los economistas decente del mundo estarían de acuerdo:
– el programa de “reformas” griego ha sido y continuará siendo un desastre
– la deuda griega es insostenible
– la Tierra no es plana y gira alrededor del Sol
No es necesario ser de izquierda, socialista o comunista para entender esto. Es suficiente leer el periódico de los industriales alemanes,  Handelsblatt  o los estudios de los institutos económicos alemanes. Una lectura cuidadosa de ambos sería muy útil para cualquiera que desee hacer carrera al amparo del gobierno de Berlín.
La naturaleza de las políticas aplicadas en Grecia es objetiva, no cambia porque el primer ministro griego se auto-califique de “radical de izquierda”.
Tsipras será al final juzgado por la forma en que preparó, o mejor dicho, no preparó, al pueblo griego para resistir las fuerzas atacantes. Pero sea lo que digan o hagan los gobiernos griegos, no cambia las responsabilidades de las fuerzas atacantes: Berlín, Bruselas y el FMI.
Cualquier que quiera proponer una solución al problema griego debe, en primer lugar, responder a estas preguntas. Y eso incluye a los partidarios del Grexit, porque estos problemas son los que están literalmente matando a los griegos y a Grecia y no van a desaparecer mañana si Grecia sale del euro y / o la UE. (4)
Por diversas razones, hay mucha confusión en las discusiones sobre Grecia, además de una gran simplificación, ya que el problema griego se presenta principal o exclusivamente como un problema de pertenencia o no a la zona euro. Si bien es muy importante per se, esta discusión oscurece el hecho de que cualquier solución progresista, democrática, a la crisis griega, cualquier solución capaz de salvar a Grecia y frenar la ofensiva del nuevo totalitarismo financiero europeo, tiene que incluir tres elementos, con independencia de la moneda en curso:
– la necesidad de revocar los acuerdos entre Grecia y los acreedores;
– la necesidad de un alivio sustancial de la deuda soberana griega o, como mínimo, una moratoria en los pagos hasta que el país vuelva de verdad a la senda del desarrollo;
– un Plan Marshall para reparar el daño causado y dar nuevas perspectivas a ese país.
No se trata de políticas socialistas o comunistas. Son las que aplicó Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial como medio de hacer frente a la cuestión alemana.
Estas son las políticas que deben integrarse en un programa político serio para el conjunto del continente europeo (algo de lo que la izquierda europea carece por el momento) y ligadas al esfuerzo de construir un sujeto político europeo, que complemente los sujetos políticos nacionales, para luchar por ese programa. Nos guste o no, objetivamente los europeos viven cada vez más bajo un solo estado. Pero nuestra vida política y pública está, subjetivamente, confinada a los contextos nacionales, que se están volviendo cada vez más irrelevantes. Hay una necesidad urgente de colmar esta brecha. Es más necesaria que en el momento de la conferencia de Zimmerwald una federación de los movimientos de izquierda nacional-populares de Europa, capaz de actuar realmente como un sujeto político europeo.
Notas:
(1) Es probable que este comunicado fuese emitido debido a la ansiedad por el resultado de la reunión del Eurogrupo del 22 de mayo. Nos hubiera gustado también que una crisis así no hubiera sucedido ahora por una razón: el pueblo griego y las fuerzas democráticas y progresistas de Europa no están en absoluto preparados para hacerla frente. Sin embargo, si sucede, sucederá debido a la propia estructura del programa y debido a la actitud obstinada del ministro de Finanzas alemán, que quiere humillar al gobierno griego y obligarle a salir de la zona euro en contra de su propia voluntad y que se niega a discutir todo lo relacionado con la deuda griega. Se puede criticar Schäuble por lo que está haciendo sin apoyar un programa que equivale a un desastre para los griegos y Grecia.
(2) De hecho, el gobierno alemán y las empresas privadas alemanas o francesas como Siemens o los bancos o sus amigos de Goldman Sachs siempre sabían mucho mejor que el gobierno griego y el pueblo griego lo que está sucediendo en Grecia, por una razón muy simple. Desde hace años pagan regularmente a la mayoría de los políticos griegos, partidos y altos funcionarios del Estado, como ha sido revelado y publicado tanto en Grecia como en Alemania. Es simplemente ridículo afirmar que Grecia falsificó los datos estadísticos para entrar en la zona euro, con la ayuda de las permutas de Goldman Sachs, sin que el Gobierno alemán o la Comisión Europea lo supieran. El mismo Juncker, en un lapso de sinceridad, dijo públicamente en 2011:“todos sabíamos lo que estaba ocurriendo en Grecia. Pero no decíamos nada a causa de las exportaciones de Francia y Alemania”.
(3) la señora Zimmer puede encontrar una gran cantidad de información acerca de lo que está pasando en Grecia en los textos de su propio partido Die Linke o de la Fundación Rosa Luxemburgo o la declaración firmada por casi todos los líderes de la Izquierda Europea conocida como el “Llamamiento Mikis -Glezos”.
(4) No podemos en el contexto de este artículo discutir la cuestión esencial de la salida de Grecia del Euro. Una salida de Grecia de la zona euro puede ser necesaria, incluso si no parece ser la mejor solución, en las circunstancias concretas actuales, pero por sí sola no va a resolver la cuestión de la deuda o las consecuencias de los acuerdos suscritos en el pasado con los acreedores. Esas dos cuestiones, que amenazan directamente la supervivencia del pueblo griego y su estado, permanecerán dentro o fuera de la zona euro y de la UE. por eso, para discutir el problema griego como esencial o exclusivamente un problema del euro es, en el mejor de los casos, una simplificación peligrosa.
Es así porque no toma en cuenta que a lo que nos enfrentamos en Europa no es simplemente un problema de una zona monetaria “mal” diseñada. A lo que nos enfrentamos es a una guerra delas finanzas contra la democracia europea y el estado de bienestar social, una ofensiva que se mantendrá dentro o fuera de la zona euro y / o la UE, con o sin la UE.
Si mañana aparece en Grecia un sujeto político y un movimiento de masas que, en el contexto de una lucha por la supervivencia social y la consiguiente elaboración de un proyecto coherente y global para la salvación del país, desarrolla tal capacidad, debe prepararse para la introducción de un medio de pago nacional. Sin embargo, ni existe tal fuerza política ni un movimiento de masas actualmente, especialmente después de la catástrofe de SYRIZA y ANEL.
Puede haber muchos “Grexits” y pueden tener diferentes consecuencias económicas y geopolíticas, muy progresistas o muy reaccionarias. Es muy distinto que Grexit sea la consecuencia de un movimiento popular serio y fuerte y otra que sea como resultado de una decisión de Herr Schäuble y el ala más extremista del establishment internacional después de Donald Trump y Marine Le Pen. El segundo tipo de salida de Grecia podría llevar no a una recuperación de la soberanía nacional griega, sino a la destrucción hasta los últimos restos del estado griego, en el contexto de nuevos diseños geopolíticos, muy radicales. Si se vive en Berlín o en Bruselas, a menudo no existe la geopolítica. Pero es muy diferente en el Mediterráneo Oriental.

La campaña anticomunista de Vladimir Putin y la naturaleza del estado ruso


lahaine.org

La campaña anticomunista de Vladimir Putin y la naturaleza del estado ruso

 

 

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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, inauguró a principios de esta semana, acompañado de una cohorte de sacerdotes, un obispo y numerosas jerarquías de la renacida Iglesia ortodoxa de ese país, un templo dedicado, según reza el anuncio oficial, a las "víctimas del comunismo". Como sucediera en la Rusia de los zares, el jefe del Estado fue acompañado la ceremonia del acto inaugural por "su confesor" personal, el obispo Tijón Shevnukov.
No faltan quienes resultan negativamente sorprendidos por este tipo de eventos. Y es que sucede que, de forma paradójica, dentro y fuera de Rusia, hay no pocos comunistas y gentes pertenecientes a la izquierda que no ahorran sus simpatías hacia el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin .
Sin embargo, la carrera de Vladimir Putin no difiere un solo ápice de la de cualquiera de los miles de burócratas de la antigua URSS , que integraron la casta estatal que se fue haciendo con el aparato del Estado soviético en el curso de las últimas décadas de la existencia de ese país.
Una vez que las bases socialistas sobre las que se asentaba aquel país fueron destruidas, los burócratas que detentaban la dirección de las empresas públicas u ocupaban cargos de primera importancia en el aparato del Estado se apropiaron de lo que hasta entonces había sido propiedad colectiva. Uno de esos usurpadores fue Vladimir Putin, un abogado nacido en 1952, graduado en la universidad estatal de Leningrado y que, posteriormente, pretendió hacer carrera ingresando en el servicio de inteligencia soviético de la KGB.
Hasta finales de los años 90, Vladimir Putin fue un perfecto desconocido en la Rusia postcomunista. Eso fue así hasta que, por indicaciones expresas deBoris Yeltsin, el alcohólico ex presidente que vendió a su país a los Estados Unidos como si de un fardo de retales se tratara, se convirtió en su sucesor en el marco de una estructura estatal en pleno estado de descomposición.
La implosión de la antigua Unión Soviética se produjo mientras Vladimir Putin prestaba sus servicios de espionaje en la antigua República Democrática Alemana. Putin aprovechó la ocasión para regresar a Leningrado. Allí, a través de vínculos que se desconocen, se convirtió en asesor de Anatoly Sobchak,entonces presidente de la Diputación de Leningrado. Ese fue el principio de una carrera política que se iba a caracterizar por una inmensa ambición y unvertiginoso ascenso.
Tras el triunfo de su protector Sobchak en las elecciones a la alcaldía leningradense, Putin pasó a ser jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Ayuntamiento, y vicealcalde.
En 1996, después de la derrota de Sobchak en los comicios de turno, Putinabandonó a su protector, trasladándose a Moscú, con un puesto en la administración del dipsómano Boris Yeltsin. Pronto éste último lo convertiría en su favorito para la sucesión.
En el año 1998 fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad,puesto que a partir de marzo del año siguiente ocupó de forma simultánea con el de secretario del Consejo de Seguridad Nacional, un puesto clave en la turbulenta y desordenada Rusia de esa década.
En agosto de ese mismo año encabezó el Gobierno de Rusia y lanzó una exitosa segunda guerra contra el separatismo checheno. Hecho que, en un país inmerso en un caótico proceso de desmembramiento, le proporcionó una inmensa popularidad.
Cuando Boris Yeltsin, acusado de múltiples escándalos de corrupción, anunció su dimisión el 31 de diciembre de 1999, Putin, de acuerdo con la nueva Constitución rusa, se convirtió en presidente interino. La sucesión, según comentó la prensa de entonces, se realizó como resultado de un pacto suscrito entre el sucesor y el heredero, en el que este último se comprometía a blindar frente a la persecución judicial a la familia Yeltsin, acusada reiteradamente de nepotismo y de participar en gigantescos negocios resultantes de la privatización de las empresas estatales.
La participación de Vladimir Putin en actos anticomunistas como el citado ni son inusuales ni tienen nada de extraños. Coinciden plenamente con la ideología dominante entre aquellos que se hicieron con el dominio de los restos del desvencijado Estado soviético y de sus empresas estatales. Vladimir Putin no sólo ha sido un administrador de los escombros de aquel Estado, distribuyendo lo que era propiedad colectiva entre sus codiciosos colegas de la burocracia, sino que ha sido también uno de sus principales beneficiarios.
Lo que, desgraciadamente, no parecen haber entendido muchas personas pertenecientes a la izquierda política, incluidos no pocos comunistas, tanto de fuera como de dentro de Rusia, es que la naturaleza de aquel Estado ha variado sustancialmente. Rusia no es ahora un firme baluarte, como lo fue en otra época, de la defensa de los intereses de los pueblos del mundo.
El capitalismo ruso está hoy sometido al mismo tipo de tensiones generadas por las luchas interimperialistas que se producen en otras grandes superpotencias mundiales, como pueden ser Estados Unidos o China. La Rusia de Putin responde a las mismas pulsiones que se producen en cualquier otro estado capitalista desarrollado en la conquista por los mercados internacionales. Como sucede en el resto de los países capitalistas, las empresas privadas rusas dominan el aparato del Estado y hacen que este se encuentre en sintonía con los intereses de la clase social que allí detenta el poder económico. ¿Qué mágico factor, si no, podría librar a Rusia de las contradicciones de la formación social capitalista de la que hoy forma parte?
En su pugna contra sus competidores estadounidenses, determinadas actuaciones del gobierno ruso pueden coincidir de manera coyuntural con los intereses del pueblo de tal o cual país. Pero eso no cambia esencialmente lo fundamental de la cuestión. En momentos tan cruciales como los que vivimos, no tener en cuenta esa realidad equivaldría a olvidar peligrosamente cuál es la naturaleza del Estado ruso y de las contradicciones del mundo del siglo XXI .
Canarias Semanal

Panamá: Noriega y la invasión de 1989 Kaos en la red


kaosenlared.net

Panamá: Noriega y la invasión de 1989 Kaos en la red


A propósito del fallecimiento del general el 29 de mayo de 2017.
(A propósito del fallecimiento del general Noriega, y la necesidad de una primera evaluación histórica de su persona, reeditamos estas notas del libro “Diez años de luchas políticas y sociales en Panamá (1980-1990)”)
El presidente de Estados Unidos, George Bush, justificó la invasión a Panamá sobre la base de una serie de pretextos cuya lógica es casi innecesario rebatir. Según Bush, los objetivos de la invasión del 20 de diciembre fueron: proteger la vida de los norteamericanos residentes en Panamá, atacar el narcotráfico sometiendo a Noriega a la justicia y “restaurar” el proceso democrático panameño.
El régimen militar jamás amenazó la vida y las propiedades de los norteamericanos y los grandes capitalistas, por el contrario, protegió hasta el final dichos intereses a costa del sacrificio de los trabajadores panameños. Hasta en el plano militar la política de las FDP fue la de evitar la confrontación, pese a las reiteradas provocaciones del ejército norteamericano. Es más, la inconsecuencia de la dirección norieguista llegó al extremo de que la mayoría absoluta de la alta oficialidad, con un par de honrosas excepciones, abandonó los cuarteles y huyó cobardemente apenas supo que venía la invasión, dejando a la tropa librada a su suerte.
Si el problema era que el general Noriega había convertido a Panamá en el paraíso del narcotráfico y el lavado de dinero, pues entonces hay que decir que estas actividades han continuado con fuerza después de la invasión. Transcurridos casi cuatro años de la invasión, el diario norteamericano Washington Post decía: “El Departamento de Estado reconoce que, aparte del propio Estados Unidos, la nuevamente democrática Panamá es el centro más activo de lavado de dinero cocainero del hemisferio” (1).
A nuestro juicio, se pueden resumir en tres los objetivos reales de la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989: los relativos a la estabilización de la situación política y el tipo de régimen necesario para lograrlo; los económicos, que estaban muy relacionados con lo anterior, es decir, la aplicación del plan fondomonetarista; y los geopolíticos, el problema de las bases militares y su control sobre el Canal de Panamá.
Respecto al primero y segundo objetivos, es conveniente recordar lo que ya hemos señalado en los capítulos anteriores, el proceso de democratización que fuera pactado entre los militares panameños y el imperialismo norteamericano fue hecho añicos por las luchas de los trabajadores contra los planes de ajuste estructural. Muchas personas, al calor de las contradicciones surgidas entre la Casa Blanca y Manuel A. Noriega, a partir de 1987, olvidan que el plan de “democratización” fue pactado entre ambos, y que las contradicciones entre los militares panameños y los estrategas del Departamento de Estado sólo surgieron luego de 1985, cuando las luchas populares habían afectado la estabilidad política del régimen y a sus “ajustes”.
El plan de “reacción democrática” se desarrolló de común acuerdo entre los militares panameños y Estados Unidos en su primera fase (1978-84), y que en 1984 éste recibió un nuevo espaldarazo de ambos con el respaldo que otorgan al presidente Ardito Barletta. La conjunción de intereses se manifestó también en el apoyo que recibió el proyecto de militarización de la Guardia Nacional (Ley 20) por parte del Pentágono. En prueba de esto señalamos que la ayuda financiera a las fuerzas armadas panameñas por parte de Estados Unidos saltó de 0.3 y 0.4 millones de dólares en 1980 y 1981, a 5.4 en 1982, 5.5 en 1983, 13.5 millones en 1984 (!), 10.6 en 1985, 8.2 en 1986, para volver a caer en 1987 a 3.5 millones de dólares (2).
¿Cuándo y por qué se inician las contradicciones entre el gobierno norteamericano y la cúpula militar panameña? Ya hemos citado a prominentes personalidades burguesas, como Aquilino Boyd y Arnulfo Arias, que en julio de 1985 exigían (el primero a los militares y el segundo a Estados Unidos) cambios políticos para romper la parálisis en que se había sumido el gobierno de Barletta producto de las luchas populares contra el plan fondomonetarista.
Ese año (1985) para superar la crisis, la cadena se rompió por el eslabón más débil: los militares ofrecieron la “cabeza” (en el sentido político) de Barletta. Inmediatamente importantes sectores de la burguesía y la “oposición” dieron una tregua al nuevo gobierno de Eric Delvalle en un intento por mantener a flote el proyecto de “reacción democrática”.
Pero persistía un problema: debido al fraude electoral y a las luchas contra el plan de ajuste el pueblo panameño no había mordido el anzuelo, y no se comía el cuento de que vivía en un régimen democrático. Se sabía que los militares eran el poder real, y que eso no había cambiado. El asesinato de Spadafora había colocado dramáticamente este problema en el centro de la escena política, aunque no olvidemos que un año antes, en el programa de COCINA ya figuraba allí la exigencia de recortar el presupuesto de las FDP. La movilización popular amenazaba directamente al centro del poder político, las FDP, y colocaba la posibilidad de que una serie de luchas llevara a una debacle del régimen sin que existieran mecanismos de recambio.
Este es el origen de las contradicciones: un sector de la burguesía panameña, y el Departamento de Estado norteamericano, empezaron a exigir a los militares panameños (durante 1986) que adoptaran medidas concretas que hicieran creíble ante el pueblo que ellos se replegaban de la actividad política cediendo el poder a los civiles, subordinándose al presidente de la República, etc. Había que establecer un calendario de “democratización”, en el que la fecha clave era el retiro o jubilación del General Manuel A. Noriega, quien a los ojos de todo el mundo era el “hombre fuerte” de Panamá. Si esto no se hacía, no había manera de darle legitimidad al gobierno y al régimen, pues las masas panameñas no se tragarían el cuento de la “democracia”.
No olvidemos que el objetivo de la reacción democrática es el de crear un régimen presidencialista, con un rejuego de partidos políticos en el parlamento para que puedan canalizar el descontento popular hacia la vía electoral. De esta manera, frente a las luchas obreras y populares se crean mecanismos de intermediación y contención que los regímenes militares no tienen.
Mientras que para la estrategia imperialista y la oposición burguesa se trataba de realizar a cabalidad la institucionalización democrática, lo que implicaba no sólo elecciones, sino la posibilidad de que la ADOC ganara, y que el mando de las FDP fuera impersonal, llevado por funcionarios militares sometidos a un acuerdo nacional que limitaba su intervención en aparato estatal, etc; para el régimen militar y sus acólitos se trataba de ejecutar una “democratización” aparente, pero que jamás cuestionara su papel de árbitro supremo, ni su control del aparato estatal.
La resolución de la crisis se complicó hasta hacerse imposible un acuerdo gracias a las particularidades históricas panameñas, en las que el problema nacional y la presencia norteamericana determinan decisivamente los acontecimientos políticos. De manera que, una crisis que en otro país latinoamericano probablemente se habría resuelto en un tiempo menor, con la imposición por parte del imperialismo norteamericano y sus aliados internos de sus designios, en Panamá se prolongó por dos años.
Debido al arraigado sentimiento antimperialista de importantes sectores del pueblo panameño frente a la permanente intromisión norteamericana en nuestros asuntos, una parte notable del movimiento obrero cesó sus luchas contra el régimen y su plan económico conforme aumentaban las presiones norteamericanas. Es más, parte importante de la clase obrera y las capas medias de la sociedad, apoyó activamente a Noriega porque lo veían como la cabeza de la lucha nacionalista de nuestro pueblo. Por supuesto, este hecho no está en contradicción con el apoyo de masas recibido por la Cruzada Civilista, especialmente en la clase media. Porque, aunque minoritarios con relación a los civilistas, no se puede desconocer que también el nacionalismo levantado por el régimen militar tuvo apoyo en miles de activistas.
Esta base social, activa o pasiva, fue la que permitió al régimen militar panameño sobrevivir dos años de aguda crisis política, sanciones económicas y presiones norteamericanas. A la base social interna, hay que sumar el respaldo internacional por la causa panameña frente al imperialismo norteamericano, la cual impidió siempre a la OEA votar una resolución de condena al régimen panameño, sin que, por otro lado, tuviera que condenar la intromisión extranjera.
Noriega, sin ser un consecuente antimperialista ni nacionalista, se apoyó en estas contradicciones reales existentes entre Panamá y Estados Unidos, para sobrevivir convirtiéndose en vocero de la causa nacionalista panameña.
El choque entre los dos proyectos políticos y el conjunto de la crisis se centró durante dos años en un sólo punto: el retiro de Noriega. Conforme la crisis política se fue agudizando este punto fue concentrando todos los problemas. Agobiado por las presiones, el General Noriega estuvo dispuesto a ceder el gobierno civil a Guillermo Endara a principios de 1989 (por eso las elecciones fueron “las más limpias de la historia”, hasta el día de la elección), e inclusive después (entre junio y agosto) se propuso un “gobierno compartido” encabezado por Endara. Lo único que no aceptaba Noriega era que se le obligara a renunciar, menos aún si Estados Unidos no retiraba la acusación por narcotráfico, ni que se desmantelara la institución.
Pero ni la ADOC ni el Departamento de Estado yanqui podían aceptar a Noriega, pues su sola presencia indicaba una continuidad del régimen y de la crisis. A la vez que ellos necesitaban liquidar la autonomía relativa alcanzada por los militares panameños, para reorganizar la institución militar de acuerdo al nuevo régimen político presidencialista que se intentaba imponer.
Estas diferencias no eran meros matices, sino que tras ellas subyacía el problema concreto acerca de qué fracción detentaría el poder y sus privilegios. El triunfo de un sector eliminaba al otro. Seguramente esto es lo que quería señalar Solís Palma cuando decía que ceder a Noriega significaba el “comienzo del fin”. Era el final de un régimen político, y de los funcionarios civiles y militares que lo encarnaban. Más que eso, era el final del régimen político con mayor autonomía (con respecto a Estados Unidos) de la historia panameña, el cual logró crear también una élite de funcionarios y tecnócratas con relativa independencia de lo que se ha dado en llamar la “sociedad civil”.
Estas contradicciones a lo interno de la clase dominante panameña tenían que ser más agudas cuando se estaba a las puertas de la última década del siglo, momento en que, de acuerdo a los Tratados del Canal, Torrijos – Carter, debían revertir valiosas instalaciones y terrenos, así como el canal mismo, a la soberanía y economía panameñas. La fracción de la burguesía que maneje los destinos políticos del país será, sin duda, la mayor beneficiaria de la privatización de los “bienes revertidos”, evaluados en unos 30,000 millones de dólares.
¿Quería el imperialismo norteamericano la destrucción del aparato de las FDP por ser un ente “nacionalista”, tal y como lo pintan los defensores del ex régimen militar? Definitivamente que no. Al menos durante la mayor parte de la crisis ésta no fue la intención del gobierno norteamericano. Además de que el comportamiento de las FDP, hasta principios de 1987 (y aún después), no representaba una amenaza para los intereses norteamericanos, más bien actuaban como aliadas ¿Por qué destruir un aparato cuidadosamente construido por el propio Comando Sur? Las declaraciones de los voceros de la Casa Blanca y las resoluciones del Senado llegan a apelar reiteradamente a favor de que Noriega ponga la fecha de su retiro como una medida de salvar a las FDP.
La invasión a Panamá y la destrucción de las FDP quedó colocada por la realidad recién a mediados de 1989, cuando la crisis panameña llegó a un punto sin salida, y cuando ésta se conjugó con un plan del ejército norteamericano para recuperar su prestigio e intentar superar el “síndrome de Vietnam” realizando acciones militares directas en otros países.
Según el periodista norteamericano Bob Woodward (3), la administración del presidente George Bush empezó a planear seriamente la invasión en mayo de 1989, después de la anulación de las elecciones. Pero todavía en el mes de julio de ese año el general Frederick Woerner, jefe del Comando Sur, se oponía a la acción armada por lo que fue suplantado por el general Maxwell Thurman. Ya en octubre de 1989 la decisión de invadir estaba tomada, y simplemente se afinaban los detalles. Por eso, Estados Unidos no apoyó al mayor Moisés Giroldi y los golpistas del 3 de octubre.
¿Se oponía de tal manera el régimen militar panameño a legalizar la permanencia de sus bases militares más allá del año 2,000, de tal manera que necesitaba Estados Unidos invadir y destruir a las FDP? ¡Definitivamente no! Hasta 1987 la relación entre el Pentágono y el régimen militar fue de colaboración, por lo cual, si fuera el caso, se habría podido renegociar la permanencia de las bases militares sin que eso significara un choque violento.
Todavía después, en la fase más aguda de la crisis, en agosto de 1989, el propio general Noriega dijo, “si los norteamericanos quieren las bases, que vayan y las pidan, pero que no hagan como el hombre que quiere enamorar a una mujer y la viola” (4). Esta declaración dice mucho del “nacionalismo” de Noriega y su régimen.
¿Necesita Estados Unidos renegociar la permanencia de sus bases militares en Panamá más allá del año 2,000? Definitivamente sí. Cuando el presidente James Carter firmó el Tratado del Canal, Estados Unidos pasaba por un momento altamente crítico (Watergate, pérdida de la guerra de Vietnam, etc).
En una circunstancia como esa Norteamérica accedió a ponerle una fecha final para la presencia militar en Panamá, reservándose el derecho de intervención a perpetuidad. Pero a medida que esa potencia se ha recuperado del “síndrome de Vietnam”, se ha replanteado el problema de su control sobre zonas estratégicas del mundo, y Panamá es una de ellas. Por eso, el Senado y grupos asesores en política exterior, como el llamado Grupo de Santa Fe (que asesoró los gobiernos de Reagan y Bush), han planteado con claridad el objetivo de obtener un nuevo acuerdo sobre las bases militares en nuestro país.
No se trataba de que las FDP tuvieran una postura recalcitrantemente nacionalista, pero si era cierto que Estados Unidos necesitaba resolver la crisis política panameña también para que un régimen estable, y sumiso, pueda renegociar un acuerdo de bases. Esta fue una situación parecida a lo que sucedía a fines de los años 60, la crisis política se había convertido en obstáculo para la incluso renegociación del tratado sobre el Canal de Panamá. Además, el gobierno norteamericano debía promover una reorganización de las fuerzas armadas panameñas, tratando de acabar con los elementos nacionalistas y torrijistas que habían crecido a lo interno y que podrían ser reacios a una relación de sometimiento hacia el Comando Sur. Esto se ha venido haciendo desde la invasión.
Lo que no es cierto es la versión propagandística lanzada por los acólitos del régimen militar, de que era completamente antagónica la existencia de las FDP y las tropas norteamericanas. Por el contrario, el Pentágono promovió en sus inicios el desarrollo de la Guardia Nacional, pues necesitaba de un cuerpo de seguridad panameño que les ayude a mantener el control sobre el Canal, sin que sus tropas tengan que intervenir constantemente.
(Agregamos ahora, en 2017: ese acuerdo de bases fue el proyecto de CMA que intentaron bajo el gobierno del PRD de Ernesto Pérez Balladares y que fracasó rechazado por el pueblo panameño. Pero bajo el gobierno de Mireya Moscoso en adelante los gobiernos han firmado con Estados Unidos acuerdos de seguridad que hacen el papel del acuerdo de bases. Como el llamado Acuerdo Salas-Bequer, firmado en 1991, que entrega la soberanía sobre el espacio aéreo y el mar territorial a estados Unidos con la excusa de combatir el narcotráfico).
Bibliografía
  1. La Prensa, 26 de septiembre de 1993.
  2. Brannan J., Betty. “Desde Washington”. La Prensa, 21 de octubre de 1990.
  3. La Prensa, 3 de mayo de 1991.
  4. Gaceta Económica, año 2, Nº 10. Septiembre de 1989.

La campaña anticomunista de Vladimir Putin y la naturaleza del estado ruso


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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, inauguró a principios de esta semana, acompañado de una cohorte de sacerdotes, un obispo y numerosas jerarquías de la renacida Iglesia ortodoxa de ese país, un templo dedicado, según reza el anuncio oficial, a las "víctimas del comunismo". Como sucediera en la Rusia de los zares, el jefe del Estado fue acompañado la ceremonia del acto inaugural por "su confesor" personal, el obispo Tijón Shevnukov.
No faltan quienes resultan negativamente sorprendidos por este tipo de eventos. Y es que sucede que, de forma paradójica, dentro y fuera de Rusia, hay no pocos comunistas y gentes pertenecientes a la izquierda que no ahorran sus simpatías hacia el actual presidente de Rusia, Vladimir Putin .
Sin embargo, la carrera de Vladimir Putin no difiere un solo ápice de la de cualquiera de los miles de burócratas de la antigua URSS , que integraron la casta estatal que se fue haciendo con el aparato del Estado soviético en el curso de las últimas décadas de la existencia de ese país.
Una vez que las bases socialistas sobre las que se asentaba aquel país fueron destruidas, los burócratas que detentaban la dirección de las empresas públicas u ocupaban cargos de primera importancia en el aparato del Estado se apropiaron de lo que hasta entonces había sido propiedad colectiva. Uno de esos usurpadores fue Vladimir Putin, un abogado nacido en 1952, graduado en la universidad estatal de Leningrado y que, posteriormente, pretendió hacer carrera ingresando en el servicio de inteligencia soviético de la KGB.
Hasta finales de los años 90, Vladimir Putin fue un perfecto desconocido en la Rusia postcomunista. Eso fue así hasta que, por indicaciones expresas deBoris Yeltsin, el alcohólico ex presidente que vendió a su país a los Estados Unidos como si de un fardo de retales se tratara, se convirtió en su sucesor en el marco de una estructura estatal en pleno estado de descomposición.
La implosión de la antigua Unión Soviética se produjo mientras Vladimir Putin prestaba sus servicios de espionaje en la antigua República Democrática Alemana. Putin aprovechó la ocasión para regresar a Leningrado. Allí, a través de vínculos que se desconocen, se convirtió en asesor de Anatoly Sobchak,entonces presidente de la Diputación de Leningrado. Ese fue el principio de una carrera política que se iba a caracterizar por una inmensa ambición y unvertiginoso ascenso.
Tras el triunfo de su protector Sobchak en las elecciones a la alcaldía leningradense, Putin pasó a ser jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Ayuntamiento, y vicealcalde.
En 1996, después de la derrota de Sobchak en los comicios de turno, Putinabandonó a su protector, trasladándose a Moscú, con un puesto en la administración del dipsómano Boris Yeltsin. Pronto éste último lo convertiría en su favorito para la sucesión.
En el año 1998 fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad,puesto que a partir de marzo del año siguiente ocupó de forma simultánea con el de secretario del Consejo de Seguridad Nacional, un puesto clave en la turbulenta y desordenada Rusia de esa década.
En agosto de ese mismo año encabezó el Gobierno de Rusia y lanzó una exitosa segunda guerra contra el separatismo checheno. Hecho que, en un país inmerso en un caótico proceso de desmembramiento, le proporcionó una inmensa popularidad.
Cuando Boris Yeltsin, acusado de múltiples escándalos de corrupción, anunció su dimisión el 31 de diciembre de 1999, Putin, de acuerdo con la nueva Constitución rusa, se convirtió en presidente interino. La sucesión, según comentó la prensa de entonces, se realizó como resultado de un pacto suscrito entre el sucesor y el heredero, en el que este último se comprometía a blindar frente a la persecución judicial a la familia Yeltsin, acusada reiteradamente de nepotismo y de participar en gigantescos negocios resultantes de la privatización de las empresas estatales.
La participación de Vladimir Putin en actos anticomunistas como el citado ni son inusuales ni tienen nada de extraños. Coinciden plenamente con la ideología dominante entre aquellos que se hicieron con el dominio de los restos del desvencijado Estado soviético y de sus empresas estatales. Vladimir Putin no sólo ha sido un administrador de los escombros de aquel Estado, distribuyendo lo que era propiedad colectiva entre sus codiciosos colegas de la burocracia, sino que ha sido también uno de sus principales beneficiarios.
Lo que, desgraciadamente, no parecen haber entendido muchas personas pertenecientes a la izquierda política, incluidos no pocos comunistas, tanto de fuera como de dentro de Rusia, es que la naturaleza de aquel Estado ha variado sustancialmente. Rusia no es ahora un firme baluarte, como lo fue en otra época, de la defensa de los intereses de los pueblos del mundo.
El capitalismo ruso está hoy sometido al mismo tipo de tensiones generadas por las luchas interimperialistas que se producen en otras grandes superpotencias mundiales, como pueden ser Estados Unidos o China. La Rusia de Putin responde a las mismas pulsiones que se producen en cualquier otro estado capitalista desarrollado en la conquista por los mercados internacionales. Como sucede en el resto de los países capitalistas, las empresas privadas rusas dominan el aparato del Estado y hacen que este se encuentre en sintonía con los intereses de la clase social que allí detenta el poder económico. ¿Qué mágico factor, si no, podría librar a Rusia de las contradicciones de la formación social capitalista de la que hoy forma parte?
En su pugna contra sus competidores estadounidenses, determinadas actuaciones del gobierno ruso pueden coincidir de manera coyuntural con los intereses del pueblo de tal o cual país. Pero eso no cambia esencialmente lo fundamental de la cuestión. En momentos tan cruciales como los que vivimos, no tener en cuenta esa realidad equivaldría a olvidar peligrosamente cuál es la naturaleza del Estado ruso y de las contradicciones del mundo del siglo XXI .
Canarias Semanal

Irán: Rouhani en su segundo mandato


prensa-latina.cu

Irán: Rouhani en su segundo mandato

 

 


Beirut,  (PL) La reelección de Hassan Rouhani ratificó la determinación de Irán de afianzar su senda de desarrollo y apertura sin menoscabar la lealtad a la Revolución Islámica, una opción de complicado equilibrio aconsejada por la jerarquía político-religiosa del país.
Según los resultados definitivos, el presidente logró un segundo mandato consecutivo de cuatro años gracias a los 23,5 millones de votos (57,1 por ciento) de quienes escogieron un camino de interacción con el mundo, ajeno a la violencia y el extremismo, como él mismo valoró.
El Ministerio del Interior señaló que 41,2 de los 56,4 millones de iraníes aptos para emitir el sufragio (73,07 %) acudieron a los 63 mil 500 centros habilitados en toda la nación persa, y 15,7 millones (38,3 %) votaron por el conservador Ebrahim Raeisi, principal rival de Rouhani.
Además de Raeisi, custodio del santuario del Imán Reza, concurrieron los exministros Mostafa Aqa-Mirsalim, conservador que obtuvo 1,16 %, y Mostafa Hashemi-Taba, reformista (0,52 %).
El primer vicepresidente Eshaq Jahangiri y el alcalde de Teherán, Mohammad Baqer Ghalibaf, se retiraron de la contienda para favorecer a Rouhani y Raeisi, respectivamente.
Aunque los comicios fueron el 19 de mayo, la alta participación hizo prorrogar la votación tres veces hasta la medianoche y el resultado oficial se anunció al mediodía siguiente, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, iniciaba en Arabia Saudita su primer viaje al exterior.
Tal coincidencia hizo que las reacciones internas y externas sobre las elecciones se enmarcaran de modo insoslayable en la recíproca animadversión de Washington y Riad, de un lado, y Teherán, del otro, pero acentuadas por el hecho de que la capital saudita acogió tres cumbres con Trump que dejaron poco margen a dudas sobre la obsesión anti-iraní.
A nivel doméstico, Rouhani se comprometió a cumplir sus promesas de campaña y atender temas apremiantes como propiciar un sistema tributario más justo, reducir el desempleo que afecta a 3,5 millones de iraníes, aunque datos no oficiales lo sitúan entre seis y siete millones, y combatir la pobreza que, según sus adversarios, durante su gestión subió del 23 al 33 %.
La anhelada prosperidad prevé materializarla con la 'Economía de Resistencia' a fin de generar puestos de trabajo para jóvenes, frenar la migración desordenada a grandes ciudades, bajar la inflación, garantizar subsidios a personas de bajos ingresos, y combatir la importación ilegal y el contrabando de mercancías, entre otros problemas.
En su primer discurso tras ser declarado vencedor, Rouhani lanzó señales al exterior al afirmar que su pueblo 'clara y explícitamente' envió desde las urnas el mensaje de que 'desea vivir en paz y amistad con el mundo, pero al mismo tiempo no aceptará amenaza o humillación alguna'.
Recalcó que ese era 'el mensaje más importante que los iraníes esperan sea escuchado correctamente por todos los gobiernos, vecinos y, particularmente, por las grandes potencias globales', incluidas aquellas como Estados Unidos con las cuales firmó en julio de 2015 el acuerdo nuclear, un hito histórico que sin dudas contribuyó sobremanera a su victoria.
Pero desde Riad las reacciones fueron más virulentas de lo habitual, aprovechando las cumbres del rey saudita con Trump y las de éste con los seis gobernantes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y con 55 de los 57 estados árabes-islámicos. Sólo estuvieron ausentes Irán y Siria.
Tras firmar un acuerdo de 110 mil millones de dólares para la venta de armas, Trump y Salman bin Abdulaziz señalaron que la asistencia militar al reino busca elevar su capacidad de enfrentar el terrorismo y 'contrarrestar' la que consideran amenazante interferencia iraní en la zona.
De hecho, sus cancilleres Adel Al-Jubeir y Rex Tillerson pidieron a Rouhani 'aprovechar la oportunidad (de su reelección) para acabar el apoyo a fuerzas desestabilizadores en esta región', léase gobierno de Siria, el movimiento libanés Hizbulah y los rebeldes houthis de Yemen.
Por lo mismo, el jefe del Poder Judicial iraní, ayatolah Sadeq Amoli Larijani, exhortó con vehemencia a los electores a votar por un presidente que desafiara los esquemas geopolíticos de Riad y Washington, en primer lugar, y del CCG y Occidente, en un ámbito más amplio.
'Como pueblo iraní, tenemos el deber de defraudar al enemigo y, por lo tanto, la cantidad de insatisfacción del enemigo por la elección de un candidato puede ser un criterio muy bueno para distinguir al más calificado', afirmó el clérigo y jurista en un consejo a todas luces bien acogido.
mem/ucl

Archivan la causa contra l@s anarquistas de la Operación Pandora I


PLATAFORMA DISTRITO CERO LE DA LA MAS CORDIAL BIENVENIDA A NUESTRO PRIMER LECTOR DE CATAR.
 
MIGUEL ÁNGEL REYES.
 
 
 
lahaine.org

Archivan la causa contra l@s anarquistas de la Operación Pandora I

 

 

 

lahaine.org

La juez Carmen Lamela, titular del juzgado nº 3 de la Audiencia Nacional,  ha decidido en un auto sobreseer y archivar la causa contra las 11 personas que seguían imputadas porun delito de terrorismo, acusados de pertenencia a los llamados "GAC"(Grupos Anarquistas Coordinados).
Este archivo se suma al anterior sobreseimiento de la segunda parte de esta operación policial, por la que estaban también acusadas 9 personas y que fue archivada en junio del pasado año.
En el auto, afirma que "Hasta ahora, y pese al tiempo transcurrido, casi tres años, pese a los diversos y sucesivos teléfonos intervenidos y los informes de todo tipo que han sido recabados, el único resultado obtenido por los investigadores es la comprobación de que los investigados se relacionan con personas del colectivo anarquista, algunos de ellos con antecedentes penales, así como con personas que han sido condenadas por su pertenencia a los GAC. En los sucesivos oficios se han limitado a informar sobre sus reuniones, viajes y visitas a centros penitenciarios."
Además, continúa el auto, "se trata, insisto, de afirmaciones genéricas que ninguna base objetiva encuentran en el contenido de las conversaciones cuya trascripción se ha ido facilitando." También hace referencia a varios componentes electrónicos intervenidos a los imputados, y afirma que "en los únicos cuatro componentes que han podido ser descodificados por parte del Centro Criptológico Nacional, según informan los propios investigadores, no se ha extraído información relevante para la causa".
Así, la jue expone que "No se advierte en definitiva ningún avance sustancial que permita continuar con la investigación, ya que, pese al tiempo transcurrido no se han averiguado hechos nuevos que puedan ser estimados como indicios suficientes que sustente la sospecha policial de que tales personas pudieran estar realizando determinadas actividades en el seno de movimientos anarquistas o grupos terroristas. Tampoco han puestos de manifiesto por el Ministerio Fiscal.".
De esta forma, la magistrada acuerda el sobreseimiento y archivo de la causa, y da un plazo de tres días a las partes para recurrir esta decisión. También acuerda dejar sin efecto las medidas preventivas adoptadas contra los acusados.
De esta forma, y siempre y cuando la decisión no sea recurrida, se pone fin a los dos montajes policiales que bajo el nombre de Operación Pandora I y II se llevaron a cabo en diciembre de 2014 y octubre de 2015. Ya en el auto de sobreseimiento de la segunda parte de esta razzia policial, la juez criticó a los mossos por no haber aportado prueba alguna que relacionara a los acusados con los grupos a los que les atribuian pertenencia, y eso tras la ola de registros de locales libertarios y de detenciones llevadas a cabo. En aquel auto, la magistrada censuraba que "el único resultado obtenido por los investigadores es la comprobación de que los investigados se relacionan con personas del colectivo anarquista". Es decir, que sólo se preocuparon de documentar su pertenencia al mundo libertario.
Cabe recordar, que estas operaciones se pusieron en marcha con la detención de cinco personas acusadas de poner una bomba contra la basílica del Pilar, tras esas detenciones vendrían la Operación Pandora I (16 de Diciembre 204), Piñata (30 de marzo de 2015), "Pandora II" (28 de octubre de 2015) y "Ice" (4 de noviembre de 2015). Cinco operaciones policiales basadas en los supuestos "GAC", que dieron para 69 detenciones, con acusados que fueron a prisión preventiva, condenas de cárcel, embargos de las cuentas bancarias para recaudar dinero solidario con lxs detenidxs y hasta intentar fichar a uno de los encausados como colaborador policial (caso Quim Gimeno).
Con esta decisión, queda claro una vez más que estas operaciones no son más que montajes policiales, y que la investigación normalmente se ha centrado en demostrar que los acusados eran anarquistas, pero no han podido probar nada más de los múltiples delitos que les imputaban.

Atentado suicida en Kabul deja al menos 80 muertos


telesurtv.net

Atentado suicida en Kabul deja al menos 80 muertos | Noticias

 

 

 


Una fuerte explosión con coche bomba provocó al menos 80 muertos en la mañana de este miércoles en la zona centro de Kabul, capital de Afganistán.
El ataque ocurrió en una calle ubicada en la zona diplomática de la ciudad, cerca de la Embajada de Alemania y de edificios del Gobierno.

El Ministerio de Sanidad indicó que más de 60 personas fueron trasladadas a los hospitales, todo ellos ciudadanos que se encontraban en la calle cerca del área de la explosión, según declaraciones del portavoz del Ministerio afgano de Salud Pública, Ismail Kausi.
La explosión se produjo hacia las 08H25, hora local (3.55 GMT), en el Distrito Policial 10, cerca de la plaza Zanbaq, según informó en su cuenta oficial de Twitter el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Najib Danish.
Algunos medios locales han publicado fotografías en las que se puede ver una gran columna de humo. La zona ha sido escenario de varios atentados en los últimos meses.
El primer ministro de Afganistán, Abdulá Abdulá, condenó el atentado, informó la cadena de televisión afgana Tolo TV.
"Queremos paz, pero esos que nos matan durante el Ramadán no la merecen. Deben ser destruidos y extirpados", manifestó Abdulá.
“El país está totalmente conmocionado y devastado por la noticia de la explosión de hoy en Kabul, se han perdido muchas vidas inocentes en Ramadán”, señaló Sediq Sediqqi, el director de la Oficina de Prensa de la Presidencia.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, anunció a través de Twitter que varios empleados de la embajada alemana, muy próxima al lugar del atentado, están heridos y de que uno de los guardias de seguridad de la misma -afgano- murió.
De momento, ningún grupo terrorista ha reclamado la autoría del ataque aunque fuentes del Gobierno afgano han apuntado a que los talibán podrían estar detrás del mismo, porque el grupo terrorista advirtió recientemente que iba a continuar y aumentar su ofensiva de primavera "contra las fuerzas invasoras", refiriéndose a los miembros de la Coalición Internacional, durante el mes del Ramadán.