jueves, 15 de enero de 2015

¿Quiénes compran casas en España?

650 1000 14069809076 A2e2ec0d55 O¿Quiénes compran casas en España? Aurelio Jiménez @jimenez_guer Editor en El Blog Salmón En los últimos días hemos escrito en estas páginas sobre la evolución de las operaciones de compraventas de viviendas en nuestro país y sobre la evolución del precio de los inmuebles. Muchos hablan ya incluso de un resurgir del sector, aunque nosotros ya hemos matizado nuestras dudas al respecto. Sin embargo, queda pendiente una pregunta bastante interesante a la que debemos dar respuesta: ¿quiénes compran casas en España? El portal inmobiliario fotocasa.es ha realizado un estudio denominado “Perfil del comprador de vivienda en 2014” que intenta responder a esta pregunta. Veamos sus conclusiones más destacadas para hacernos una idea sobre las características de los compradores de inmuebles durante el pasado año: Edad: el 38 % de los compradores tienen entre 35 y 44 años, seguido de los que tienen entre 25 y 34 años (26 %) y de los que cuentan con una edad comprendida entre 45 y 54 años (24 %). Situación sentimental: predominan las compras en pareja. El 56 % de los compradores estaba casado, frente al 35 % que se declaraba soltero. Sólo un 7 % de los mismos estaban separados o divorciados. Financiación: más de la mitad de los compradores, el 62 %, obtuvo su vivienda gracias a una hipoteca. Muy destacable el dato de las compras al contado: 32 %. Motivo de la compra: se acabó la especulación, los compradores adquieren casas como vivienda habitual en el 67 % de las ocasiones, frente a sólo un 16 % que lo ha hecho como inversión. Inversión media: 246.000 euros de media los que compraron un piso, 142.000 los que adquirieron un apartamento y 333.000 los que se hicieron con un adosado. Precios aún de vértigo, si permitís mi opinión. Situación laboral: como es lógico, la inmensa mayoría de compradores (el 88 %) tenían una fuente de ingresos estable. Sólo un 6 % de compradores estaban en paro y otro 6 % sin empleo y sin subsidio. Como vemos, el perfil es el que más o menos nos esperábamos todos: pareja con trabajo estable y ya bien entrada en la treintena (los más jóvenes no terminan de poder permitírselo) que compra una vivienda como residencia habitual gracias a un préstamo hipotecario. ¿Os han sorprendido las conclusiones?

Traficantes de información

TraficantesTraficantes de información @icnomics Editor en El Blog Salmón Vamos a comenzar el año con una reseña literaria, la de la obra Traficantes de información, de Pascual Serrano, una obra que, aún siendo editada en el 2010 está de plena actualidad. En la misma, Pascual, fundador de rebelion.org, critica el panorama mediático español por su falta de pluralismo ideológico, pero sobre todo por su ausencia de independencia y veracidad< al estar mediatizados por los intereses empresariales. Para ello el autor analiza uno a uno los principales grupos mediáticos a la fecha señalada: PRISA, Vocento, Unidad Editorial, Grupo Z, Mediapro, Prensa Ibérica, Grupo Godó, COPE, etc. Para ello desglosa las empresas que componen cada grupo, marca las relaciones entre las mismas y con terceros (incluida la competencia, la banca, o el Estado), destaca la biografía de sus principales representantes y relata los avatares de los grupos de tal modo que corroboren su tesis. ¿Y cuál es el resultado? Pues, a mi juicio, un tanto desalentador, y no lo digo únicamente desde la evidente discrepancia ideológica que es evidente que puede existir entre mi visión y la suya (no tanto en el análisis, que también, como especialmente en las posibles soluciones). En efecto, y antes de entrar en dichos desencuentros, vamos con las posibles pegas que encuentro al libro, alguna de las cuales reconozco que son especialmente subjetivas. Agradezco especialmente el análisis empresarial que el autor realiza, su afán detectives en tirar de la trama empresarial, pero en ocasiones la sobreabundancia de datos sobre participaciones y vinculaciones solitarias hace la lectura farragosa. En mi caso, por formación y práctica, estoy versado, pero a más de uno fijo que le hubiese gustado ver esto graficado. Eso si, es de reseñar el puntazo de las referencias bibliográficas, de los links, etc, para ampliar información (minipunto positivo). Por otro lado creo que no he encontrado, salvo en el caso de Prensa Ibérica, nada que no sea conocido ampliamente. Alguno podrá decir que no represento al ciudadano medio, pero de verdad, venir a contarme la conexión de PRISA con el franquismo y el OPUS, o el Sindicato del Crímen, o las Guerras mediáticas del Fútbol pues como que me resulta tan repetitivo que le quita mordiente a la obra. Pero lo dicho, si de todo esto no sabes nada algo se os quedará. Pero bueno, que nadie se llame a engaños, el que no conozca estas historias es posible que no se de cuenta que, en su repaso por la Historia se le nota lo que cuenta pero también lo que no cuenta o tergiversa. Mucho análisis biográfico pero cuando toca a Jiménez Losantos evita mencionar un hecho fundamental para entender la evolución del personaje, su enfrentamiento con el nacionalismo y su condición de víctima del terrorismo de Terra Lliure (¿quizás por ser éstos de izquierda?), o menciona la condena a Gómez de Liaño como si fuese una venganza personal de Polanco y no debido a que el Juez hubiese cometido ningún delito, etc. El caso es que, y yendo ya al fondo del meollo, uno no tiene una gran simpatía por los tycoons de la prensa española, ni tampoco por sus primeros espadas. Y reconozco, como no podía ser de otro modo, que la composición accionarial o las vinculaciones con otros negocios influyen en las lineas editoriales (era de vergüenza ajena ver los comunicados que se cruzaban en los informativos de la antigua Cuatro y de laSexta), pero todo ellos con matices. Es falso el ejemplo de que a un medio que acudiese a los ERE de las nuevas reformas laborales jamás podría atacarlos. Casos como el de Público o Prisa han sido un buen ejemplo al respecto. Y es que si los sindicatos pueden acogerse a las mismas práctica laborales que critican, ¿cómo no lo van a poder hacerlo unos medios de comunicación?. Al final, la información, la comunicación, es un negocio, en el mejor sentido de la palabra. Eso explica la diferencia de lineas editoriales entre, por ejemplo, la SER, El País o el Cinco Días en los últimos años. Como también explica la actuación del grupo Planeta y su bicefalia A3/laSexta, o el hecho de que Berlusconi mantenga una linea filosocialista en Tele5 y todavía más acentuada en Cuatro, rozando en este caso con la nueva vanguardia del ¿?. Si estos públicos le compran su información, sus espectáculos (olvida en ocasiones que los medios no son sólo información), y les dan de comer, están dispuestos a ser lo que haga falta, incluso trotskistas . Como el mismo autor reconoce al principio de la obra, aunque luego parece olvidarlo en desarrollo de la misma, la mejor manera para influir en un medio suele ser a como cliente publicitario o entidad financiadora. Es más, ser propietario de esos medios de comunicación, participar en ese juego, diría que a largo es sumamente arriesgado, por lo que más que traficantes diría que son camellos. Ahora bien, entonces, si accionistas, clientes o bancos pueden controlar y manipular esos medios, que solución propone el autor. En mi caso apuesto por el conocimiento del cliente, por su propio juicio crítico. En el caso de Serrano, acaba el libro con una recomendación a favor de las medidas de índole legal, normativas. Si me lo tomo en serio me sorprendería su ingenuidad, esa fe en las leyes que todo lo arreglan. así que me recuerda a esos curas que recomiendan rezar paraa arreglar las cosas asistimos al espectáculo de aquellos que lo fan todo a la fe en la norma. Pero no, no creo que Serrano sean en el fondo de esos. Más bien diría que en su condición de exasesor de Telesur, la iniciativa del polo bolivariano, financiada por Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Uruguay y Venezuela, por lo que de verdad apuesta el hombre para dicha independencia es por ser financiado por Papá Estado. Atención al siguiente párrafo del libro que es de nota, y en el se excusa del siguiente modo por no haber hecho un análisis de los medios públicos. Algún lector podría plantear que falta un gran grupo de medios: los que pertenecen al Estado. No los hemos analizado porque, en primer lugar, su estructura de propiedad está muy clara: son de todos nosotros de forma alícuota. Es verdad que no todos tenemos la misma capacidad de influir en su contenido y que, en muchas ocasiones, se alinean al servicio de determinados Gobiernos o partidos políticos, pero si eso sucede no es un fallo del medio de comunicación, sino de las instituciones, que deberán modificarse para que no suceda. En cualquier caso, el poder de un medio de comunicación público nunca es mayor que el del Gobierno o el Parlamento, y a éstos los votamos. El medio privado sí puede ser más poderoso que las instituciones, y con el agravante de que nunca lo podemos elegir. Por otro lado, la nueva Ley General de la Comunicación Audiovisual establece un control mayor del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales en las cadenas públicas que en las privadas, lo que, una vez más, muestra que la participación democrática y el servicio público son mayores en los medios de titularidad estatal. Es tremendo leer esto del tirón, con unas cuantas ruedas de molino con las que pretenden que comulguemos: Su estructura de propiedad está muy clara: son de todos nosotros de forma alícuota. Y lo suelta así. Desde Carmen Calvo, la teórica de que el dinero público no es de nadie no recuerdo nada igual. Es tan hilarante que a continuación tiene que arreglarlo diciendo que evidentemente, seremos copropietarios, pero hay unos que son más copropietarios que otros, y entonces en muchas ocasiones,[los medios] se alinean al servicio de determinados Gobiernos o partidos políticos (qué vergüenza, aquí se roba, que diría el afable policía en Casablanca), pero para esto tiene excusa el caballero. ..no es un fallo del medio de comunicación, sino de las instituciones, que deberán modificarse para que no suceda: para empezar no es un fallo, es algo deliberadamente buscado, planificado, perpetrado. Y la responsabilidad atañe también a los comisarios políticos que en calidad de profesionales trabajan en el medio, a los que, en un perro no come perro, intenta exculpar el autor El medio privado sí puede ser más poderoso que las instituciones: Atiendase que para el hombre las instituciones solo pueden ser instituciones públicas, y que estas deben ser las que rompen la pana. ...y con el agravante de que nunca lo podemos elegir: ¿Cómo que no se puede elegir? Por supuesto que se puede elegir, al menos en un régimen de, como mínimo, aparente libre mercado. Se puede elegir no comprarlo, no consumirlo, no financiarlo como cliente ni publicitariamente. Ahora bien, si para emitir necesitas una licencia, si tienes un Consejo Audiovisual en cada comunidad que se dedica a censurarte, si me concepto del interés público incluye un partido de fútbol y me lleva a violentar contratos, entonces la elección me la pones más difícil. Pero eso no será un fallo de las instituciones, eso sin duda será un mandato democrático. La nueva Ley General de la Comunicación Audiovisual establece un control mayor del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales en las cadenas públicas que en las privadas: es curioso como se contradice sin desearlo. En la obra se reconoce en varias ocasiones como, tal y como indico en el párrafo anterior, los poderes públicos, a través de licencias, marcos regulatorios, contratos publicitarios, etc, hacen y deshacen en y con los medios privados. En unas ocasiones en una posición de superioridad y en otras no tanto, pero vaya que si los controla. Al final, estos Señores de la Prensa juegan un papel semejante a los estancos bancarios. ...muestra que la participación democrática y el servicio público son mayores en los medios de titularidad estatal Cuando hablan participación democrática por analogía me acuerdo de alguna institución público-privada donde había un fuerte consenso y estaban representadas todas las tendencias, para que cada cual se llevase lo suyo. Curioso que gente tan crítica con la transición nos vendan la misma moto. Lo dicho, que está claro que el modelo último para el autor es el de la financiación estatal, el de los medios públicos. Y por supuesto, cuando dice que le preocupa la falta de pluralismo se refiere a qué medios de su linea ideológica no encuentran financiación. Pero tranquilos, el libro es de 2010, por lo que en este último punto se ha quedado desactualizado. Lara Engels y su Sexta Internacional, o Berlusconi Neocraxi, y su Cuarta columna, están dando acomodo mediático a esas voces sin voz. Después de todo, el negocio es el negocio y conviene apostar por lo que pueda venir (y mientras tanto hacer caja con los adeptos). Más información | Ediciones Akal

“Los que planearon la caída del precio del crudo lo lamentarán”

“Los que planearon la caída del precio del crudo lo lamentarán”


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RT – El mandatario iraní Hassan Rouhani asegura que los países responsables por la caída de los precios del crudo “lamentarán” su decisión y sufrirán por la situación actual.
“Los que planearon bajar los precios contra otros países lamentarán su decisión”, dijo el presidente de Irán, Hassan Rouhani en un discurso emitido por la televisión estatal.
“Si Irán está sufriendo por la caída del precio del crudo, sepan que otros productores del petróleo como Arabia Saudita y Kuwait sufrirán más que nosotros”, añadió el mandatario.
El precio del crudo Brent cayó el pasado lunes, 12 de enero, hasta su nivel mínimo de los últimos cinco años. El banco internacional Goldman Sachs prevé que el precio podría llegar hasta los 42 dólares por barril en la primavera del 2015.

Charlie Hebdo: Presidente turco acusa a Occidente de hipocresía

54b662a372139e7b628b4578Charlie Hebdo: Presidente turco acusa a Occidente de hipocresía RT – El presidente de Turquía ha sugerido que las Fuerzas de Seguridad francesas son responsables de los atentados terroristas ocurridos en París la semana pasada, afirmando que permitieron los ataques para dañar la imagen del mundo musulmán. “Estos ciudadanos franceses han pasado 16 meses en prisión. Luego salen y ¿los servicios secretos no los investigan? ¿No los siguen, no observan qué hacen?”, ha declarado el presidente de Turquía, Recep Tayipp Erdogan, arremetiendo contra la “hipocresía” de Occidente, que, asegura, culpa “deliberadamente” a los musulmanes, informa ‘The Daily Mail‘. “A pesar de que los autores de esta masacre son franceses, quienes pagan la factura son los musulmanes. Eso es muy significativo”, continuó el mandatario, indicando que se está “jugando con los musulmanes” y no se hace nada contra la islamofobia. “Como musulmanes, nunca hemos participado en masacres terroristas. Detrás de estas se encuentran el racismo, la incitación al odio y la islamofobia”, dijo Erdogan, que también declaró: “Los Gobiernos de los países donde nuestras mezquitas son atacadas necesitan tomar medidas”. Deja un comentario

Rebelarse vende: el caso de la ética hacker

Rebelarse vende: el caso de la ética hacker


Uno de los libros más interesantes que he leído en los últimos meses es sin duda Rebelarse Vende, de Andrew Potter y Joseph Health; donde los dos autores se dedican a desmitificar muchos de las valores, creencias y prácticas que articulan el fenómeno que los sociólogos han dado en llamar “Contracultura”.
En relación con la tecnología, el libro toca el tema de la ética hacker, lo cual me parece sumamente oportuno, más si tomamos en cuenta que hoy en día muchos hablan de la ética hacker pero pocos son los que se han preocupado por ilustrarse en cuanto a sus contradictorios origenes históricos, o las distintas connotaciones que el término arroja en cuento a su cariz deontológico.
Es decir, el mundo de la ética hacker es mucho más complejo y contradictorio de lo que plantea Pekka Himanem en el IDEALIZADO documento, La ética del hacker.
Para muestra, aquí está la primera parte de lo que Potter y Health dicen al respecto:

Una gran parte de la filosofía del movimiento de tecnología apropiada tenía un paralelismo en el mundo embrionario de la informática. Lo que hoy se conoce como la «ética hacker» o «ética del pirata informático» se inició en la década de 1950 con un grupo de estudiantes de la MIT cuyo principio básico era el derecho de todo usuario al pleno acceso a la informática y a la información. De orientación anarquista y libertaria, esta filosofia pretendía descentralizar la informática y el acceso a la información para oponerse al elitismo tecnicista y acaparador de información que caracterizaba a la tecnocracia. Como dice el filósofo de la cultura Andrew Ross, «las tecnologías informáticas del pirateo y la guerrilla vírica ocupan en el imaginario contracultural un lugar parecido al que tuvo en su momento el cóctel Molotov». En cuanto a equipos informáticos se refiere, la empresa Apple ha contado como tecnología apropiada desde el principio, porque sus fundadores (Steve Jobs y Steve Wozniak) se opusieron deliberadamente a los sistemas corporativos, institucionales y centralizados que habían creado IBM y Digital Electronics Corp (DEC). En contraste con estos gigantescos y «crueles cerebros mecanizados y opresores», el futuro del ordenador personal -desde la autoedición hasta las redes informatizadas- parecía subversivo y liberador. sonal -desde la autoedición hasta las redes informatizadas- Desde su puesto en el WholeEarth Catalog, Brand estaba completamente de acuerdo con esta filosofía. En su opinión, los ordenadores Apple eran herramientas hechas por y para revolucionarios, y la revista del WEC publicaba artículos sobre la compañía además de textos sobre las cocinas de leña. En 1985, Brand cofundó The WELL («Whole Earth ‘Lectronic Link» o Vínculo ‘Lectrónico Terrestre) como sitio web alternativo para los escritores y lectores de su revista, la Whole Earth Review. La publicación duró sólo un par de años, pero The WELL, uno de los primeros intentos de crear un foro cibernético pertenece hoy a la gran empresa Salon y cuenta con más de diez mil miembros repartidos por el mundo entero. Con una expresión acertada, Andrew Ross comenta que si una gran parte de la contracultura de la década de 1960 y del movimiento TA se formó en torno a una tecnología del folclore, la versión que surgió a finales de los 80 y principios de los 90 puede considerarse un folclore de la tecnología, con proezas míticas de supervivencia y resistencia en un mundo sobreinformado de entornos virtuales y cuerpos «poshumanos». Es el ciberespacio donde muchas personas siguen soñando con un orden social verdaderamente anárquico, en el que todas las relaciones sociales sean voluntarias y libres, saltándose todo tipo de normas y jerarquías. El ciberanarquismo es una filosofía que combina un entusiasmo desaforado por el «estilo de vida electrónico» con las clásicas ideas libertarias en cuanto al concepto adecuado de libertad, economía y comunidad. La exposición más clara de la ideología ciberlibertaria aparece en una publicación llamada El ciberespacio y el sueño americano: una carta magna para la era del conocimiento, de Esther Dyson, George Gilder, George Keyworth y Alvin Toffler. Tras su publicación en el año 1994, en Internet han aparecido varias versiones de este texto. La teoría de las ondas de Toffler ha influido poderosamente en la filosofa ciberlibertaria. La economía de la primera ola era agrícola y dependía de la mano de obra humana, mientras que economía de la segunda ola se basó en la mecanización industrial. La emergente tercera ola se basará en el conocimiento, ya que se difunde mediante redes informáticas. La sociedad de masas fue hija de la tecnología de la segunda ola, que requería una producción industrial, un sistema gubernamental poderoso y una burocracia corporativa centralizada. En la Era de la Información, las instituciones se van a «desmasificar», con la consiguiente eliminación de la burocracia y la aparición de oportunidades nunca vistas para ejercitar la libertad humana sin las enor­mes trabas de la sociedad industrial.
En el mundo de la tercera ola, la vida se desarrollará en comunidades totalmente emancipadas. Como admiten los autores de la Carta magna del ciberespacio, «nadie sabe cómo serán las futuras comunidades de la tercera ola, ni cuál será el destino último de la «desmasificación». Es obvio, sin embargo, que el ciberespacio va a ser un importante nexo de unión para las comunidades del mañana, al permitir la creación de «barrios electrónicos» que compartan unos intereses comunes en vez de un emplazamiento geográfico.
Otro texto que influyó en el asentamiento de los principios ciberlibertarios fue la Declaración de independencia del ciberespacio, de John Perry Barlow, cuyo comienzo es el siguiente: «Gobiernos del Mundo Industrial, gigantes exhaustos de carne y metal: yo vengo del Ciberespacio, la nueva morada de la Mente. En nombre del futuro, os ruego que nos dejéis en paz. No os tenemos ningún aprecio. No tenéis soberanía alguna sobre nosotros». A continuación afirma que «nuestras identidades no son corpóreas y, al contrario que vosotros, no empleamos la coacción física para obtener el orden. Creemos que la ética, la tolerancia individual y la mancomunidad serán los pilares de nuestro gobierno. Nuestras identidades podrán distribuirse en muchas de vuestras jurisdicciones. La única ley que reconoce nuestra cultura constituyente es la “regla de oro”, que esperamos aporte soluciones concretas a nuestros problemas. Pero no podemos aceptar las medidas que pretendéis imponernos».
Si el texto recuerda a esos discursos que se hacen fumando la pipa de la paz, es porque Barlow fue compositor del grupo musical Grateful Dead. Aun así, no es ni mucho menos el primer hippie retirado que se deja fascinar por las posibilidades contraculturales que ofrece Internet. En la década de 1980, Timothy Leary declaró que la informática había sustituido al LSD como instrumento esencial para expandir nuestra conciencia individual. «Usar un ordenador es lo más subversivo que he hecho en mi vida», declaró.
A quien haya entrado por primera vez en Internet después de 1996, por poner una fecha, todo esto le sonará ridículo. Incluso a los que teníamos un sistema de correo electrónico antes del nacimiento de la Red de Redes nos cuesta recordar las enormes ventajas que tenía Internet en sus primeros tiempos. Los foros, los puntos de información y las listas de correo -las bases de la comunidad cibernética- eran entonces independientes. Las personas que se daban de alta en algún grupo aceptaban la « netiquette» o protocolo de la red, y quienes no cumplían las normas eran ignorados o expulsados a cajas destempladas. Es decir, pese a no ser exactamente un mundo sin normas, el primer Internet fue un lugar tremendamente libre y descentralizado, sin jerarquías ni restricciones. El sueño ciberlibertario era que este sistema de interacción social sirviera como modelo para un orden socioeconómico nuevo.
Sin embargo, esta última década no ha sido muy benevolente con la supuesta comunidad electrónica, por motivos totalmente predecibles. Cuando Bárlow proclamaba que «estamos creando un mundo donde cualquiera puede expresar sus creencias en cualquier parte, por extrañas que sean, sin que se le imponga el silencio o la conformidad», no parece habérsele ocurrido que determinadas personas pudieran valerse de esta libertad de expresión para coaccionar, acosar o silenciara los demás. En muy poco tiempo, Internet se dejó infestar por los individuos siniestros del «mundo real», es decir, los racistas, intolerantes y sexistas, por no hablar de los “terroristas”, «campers», «chetos» y otros malhechores dispuestos a no respetar la privacidad de nadie, a robar identida­des ajenas, acosar a ex novias o compañeros de trabajo y a atormentar al mayor número de internautas posible. Peor aún, eran capaces de sacar partido precisamente de los elementos más utópicos del ciberespacio: la inexistencia de barreras ni fronteras, la ausencia de todo gobierno o sistema policial y el anonimato casi generalizado. Los resultados confirmaron la ley ciberespacial de Gresham: las malas palabras acaban con todo lo bueno.
Cuando los libertarios más acérrimos seguían negándose a imponer algún tipo de control en la Red, llegó el spam o correo basura. A mediados de 2003, el correo basura (publicidad no solicitada que incluye desde imágenes pornográficas hasta ofertas hipotecarias y sistemas de alargamiento de pene) había dejado de ser una pequeña molestia y se había convertido en un grave problema para los usuarios personales y las empresas de servicios. Son muchísimas las cuentas de correo que han quedado inutilizadas al recibir diariamente centenares de mensajes publicitarios. Cuando el Congreso estadounidense se decidió por fin a aprobar una ley contra el spam, entre él 60 y el 80 por ciento de los mensajes electrónicos eran correo basura.
Este fenómeno existe porque es una forma increíblemente barata y sencilla de publicitar un producto. A un precio de 500 dólares por cada millón de nombres se puede montar una lista de correo que con una respuesta positiva de sólo 1 por cada 100.000 puede ser rentable (frente a la proporción de 1 por cada 100 del correo basura de papel). Por otra parte, lejos de ser una perversión del concepto ciberlibertario, el correo basura nace directamente de sus principios más básicos. Toffler, Dyson, Barlow y demás especifican claramente que la gran característica definitoria de Internet es la libertad de expresión ilimitada y no sujeta a norma alguna; esto no sólo incluye, sino que afecta por encima de todo a la actividad económica. Por supuesto, cuanto más correo basura se envíe, menos eficaz será, pero su sobreabundancia anima a los expertos en marketing cibernético a redoblar sus esfuerzos y mandar cada vez más copias del mismo mensaje. De este modo se inicia una perfecta carrera hacia el abismo, y la Red completamente atascada por el exceso de correo basura se convierte en la trágica culminación de la utopía ciberlibertaria.
Por desgracia, este problema es difícil de solucionar, pero habrá que intentarlo si queremos que Internet siga siendo viable. Los fanáticos del ciberanarquismo se niegan a aplicar una normativa para controlar el correo basura, con el argumento de que acaba­ría con la ilimitada libertad de Internet. Por eso se empeñan en intentar aplicar remedios tecnológicos en el punto de recepción del usuario (como filtros contra el seamy programas de seguridad), pese a que éstos no solucionan el problema estructural básico, que es social y no tecnológico. Esto les permite posponer el reconocimiento de que la ciberlibertad no ha salido bien en Internet por el mismo motivo que el libertarismo ha fallado siempre en todas partes. La libertad sin restricciones no promueve la paz, el amor y el entendimiento. Ni siquiera promueve el capitalismo. Lo único que hace es recrear un estado natural «hobbesiano».
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Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 15 de enero de 2015
(Fecha original de publicación de este post: 25 de octubre de 2005)