lunes, 19 de noviembre de 2018

ARTÍCULOS COMPARTIDOS HOY: nov 19 (52)



ARTÍCULOS COMPARTIDOS HOY:

nov 19 (52)

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Elecciones en América Latina; fakes news y ejércitos de bots


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Elecciones en América Latina; fakes news y ejércitos de bots 

 

 


Las recientes elecciones celebradas en América Latina demuestran que no hay que permitir que los candidatos manipulen a los ciudadanos de una forma u otra.
Las últimas campañas electorales en América Latina nos sitúan en un escenario peligroso y nos proponen un nuevo desafío: brindar todas las garantías para que la ciudadanía tenga certezas de lo que vota sin ser víctima de la manipulación estratégica de los candidatos.
Con los antecedentes de 2017 y los resultados obtenidos, todo hace pensar que las fakes news y los ejércitos de bots tendrán un rol fundamental en las elecciones que se avecinan en América Latina en 2019, por lo que los ciudadanos de El Salvador, Panamá, Guatemala, Uruguay, Argentina y Bolivia deberán tener especial cuidado a la hora de elegir presidentes, así como también, a menor escala, los de Ecuador, México y Colombia que votarán autoridades locales.
La gran fortaleza de la campaña del presidente electo brasileño, Jair Bolsonaro, se basó en las redes sociales, fundamentalmente en el uso del WhatsApp. El prestigioso diario El País de Madrid realizó una investigación, que publicó en sus páginas, en la que analizó grupos de esta aplicación de mensajería que formaban parte de la estrategia de campaña del ultraderechista.
“Se puede encontrar de todo en los grupos a favor de Bolsonaro: difusión de mentiras camufladas como noticias, vídeos que intentan desmentir publicaciones negativas de la prensa, mensajes de desconfianza hacia las encuestas y hacia el sistema electoral, y hasta falsos apoyos de famosos”, dice el artículo de El País, que agrega que “la propia campaña” del ahora electo presidente “distribuye informaciones falsas sin pudor”.
Parte de la estrategia de campaña es combatir a los “grandes medios tendenciosos”, según argumentaban los promotores de los grupos de WhatsApp –aplicación que tienen seis de cada diez brasileños–.
Hoy tenemos certezas de que las fakes news jugaron un papel muy importante en la victoria de Bolsonaro. Sí, hubo gente que votó engañada por la manipulación estratégica del equipo del candidato. Muchas de las mentiras pudieron ser desenmascaradas en el transcurso de la campaña, pero otras no, y quien finalmente resultó engañado es el pueblo. El daño ya está hecho en Brasil y es absolutamente irreparable.
Otra estrategia de campaña basada en la mentira y el engaño a la sociedad es la utilización de bots en redes sociales. Los bots son cuentas falsas que utiliza el equipo de campaña para desinformar ciudadanos, marcar la agenda, dar la sensación de apoyo popular al candidato, etc.
En la campaña presidencial del año 2017 en Chile, el candidato que resultó electo, el actual presidente Sebastián Piñera, tenía un 49% de cuentas falsas, que se dedicaron a las tareas anteriormente mencionadas.
Además, los bots, en muchas ocasiones, generan opinión, porque los medios de comunicación, desprevenidos en alguna oportunidad, publican hechos que ven en las redes sociales sin notar que no se trata de “conversaciones” entre personas, sino entre robots manipulados por un equipo de campaña.
La ciudadanía tiene que estar alerta ante este nuevo escenario, pero fundamentalmente los partidos políticos y los candidatos deben asumir el compromiso de regular y de dar las garantías necesarias para que el pueblo no sea engañado con perversas técnicas de campaña electoral.
De lo contrario estaremos haciendo un daño irreparable a la democracia y al sistema político, que ya se encuentra bastante desacreditado si tomamos en cuenta los estudios del Latinobarómetro 2017, donde consta que los partidos políticos son las instituciones que tienen menos credibilidad del continente.
Es el momento de regular y de brindar certezas. Se debe penar duramente la utilización de bots y de fakes news. América Latina no puede permitirse que nuevos gobiernos se erijan sustentados en las trampas, las mentiras y el engaño. Salvadoreños, guatemaltecos, panameños, argentinos, uruguayos y bolivianos tienen la oportunidad histórica de ganar en transparencia y dar una lección de democracia. De nosotros depende.
Escrito por Marcel Lhermitte, consultor en comunicación política y campañas electorales. Periodista, licenciado en Ciencias de la Comunicación y magíster en Comunicación Política y gestión de Campañas Electorales. Ha asesorado decenas de candidatos y colectivos progresistas en Uruguay, Chile y Francia fundamentalmente. @MLhermitte – mlhermitte@hotmail.com

¿Debemos temer a China?


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¿Debemos temer a China? 

 

 

Fernando Díaz Villanueva

Es uno de los temores más comunes de los tiempos modernos en Occidente: China y su portentoso crecimiento económico, que le llevará inevitablemente a adueñarse del mundo entero por lo que podrá ponernos a todos a su servicio. Lo cierto es que China siempre fue temible por su vigor demográfico (tiene más habitantes que la Unión Europea y los Estados Unidos juntos), pero hasta hace un par de décadas era un enano económico. Todos contentos. Lo segundo anulaba a lo primero.
China estaba superpoblada y lo más que despertaba en los occidentales era lástima trufada de cierta fascinación por su cultura milenaria plagada de misterios y espiritualidad. Lo que no se percibía era como un rival en el terreno económico o militar. La preocupación allá por los años ochenta era Japón, cuyo tamaño es infinitamente menor, pero que había protagonizado un milagro de posguerra digno de pasar con letras de oro a la historia económica del mundo.
Cuando todos los ojos estaban puestos en Tokio la que se desperezaba era Pekín, que por esa misma época empezó a introducir algunas reformas en un sistema planificado de corte estalinista. Treinta años más tarde la economía china es la segunda del mundo. El año pasado su PIB sobrepasó los 12 billones de dólares, triplicaba al de Japón y se quedaba a sólo 5 billones del de la Unión Europea y a 7 del de Estados Unidos.
Hoy China nos sigue fascinando, pero ya no produce lástima, sino miedo
Este poderío económico se ha traducido en un gran empuje tecnológico, militar y también político. Hoy China nos sigue fascinando, pero ya no produce lástima, sino miedo.

Las encuestas que se realizan periódicamente en Occidente dan fe de ello. En 2007 el 39% de los estadounidenses tenían una opinión desfavorable de los chinos, hoy son el 55%. En España el barómetro del Real Instituto Elcano nos da una pista indirecta. El de enero de este año mostraba un temor infundado hacia las inversiones chinas. El país que más invierte en España es Alemania, sin embargo, el 40% de los entrevistados para la elaboración del barómetro respondió que era China. La realidad es que este país se sitúa mucho más abajo, en el octavo lugar concretamente, muy por debajo de las principales economías europeas y también de Estados Unidos.
Esa sensación, compartida en todo Occidente, de que los chinos se están haciendo con empresas y mercados enteros se acrecienta con el omnipresente “Made in China” que vemos estampando en productos de consumo habitual como aparatos electrónicos, mobiliario, artículos de menaje o motocicletas. No sólo nos lo dicen los expertos, sino que también lo observamos con nuestros propios ojos.
Si evitamos las percepciones subjetivas, que a veces nos cuentan sólo una parte de la historia e incorporan siempre distorsión, y vamos a los grandes números vemos que, efectivamente, China crece más rápido que Estados Unidos y la Unión Europea, un 6% de promedio anual en los últimos años frente a un raquítico 2% de los otros dos.
China crece más rápido que Estados Unidos y la Unión Europea, un 6% de promedio anual en los últimos años frente a un raquítico 2% de los otros dos
Es innegable que a este ritmo nos alcanzarán en algún momento, aunque no tan pronto como se piensa. China produce 12 billones de dólares sí, pero con 1.400 millones de personas. La Unión Europea 17 billones con 500 millones de habitantes y Estados Unidos 19 billones con sólo 325. La productividad occidental sigue siendo mucho más alta y no parece que vaya a disminuir gracias a su inigualable capacidad de innovar.
Las suspicacias hacia China también nacen de ciertos hábitos chinos que a este lado del mundo no se ven con muy buenos ojos. La exigencia, por ejemplo, de contar con un socio local para entrar en su mercado, o la afición que muchas empresas chinas tienen por apropiarse de secretos tecnológicos o industriales de Occidente.
Tampoco sienta muy bien su rápida expansión comercial en África e Hispanoamérica o la iniciativa “One Belt-One Road”, con la que aspiran a crear una nueva ruta de la seda que cambiaría profundamente las vías de comercio en Eurasia. Lo primero es una realidad, lo segundo un simple proyecto en el que llevan miles de millones de yuanes enterrados sin ver aún retorno alguno.
Todos los temores son ciertos y están fundados, pero también lo es que, al menos hasta ahora, el Gobierno chino no ha mostrado una actitud agresiva o prepotente hacia Occidente. De hecho ni siquiera hacia sus vecinos a excepción de Taiwán. Japón y Corea del Sur, por ejemplo, se están aprovechando de los menores costes de fabricación en China y también del robo de propiedad intelectual que perpetran las compañías chinas pero que luego revierte en terceros países, que emplean esos mismos inventos con gran aprovechamiento.
La consecuencia del dinamismo chino es que hoy se pueden fabricar paneles solares o baterías de litio más baratas no sólo en China, sino en cualquier parte del mundo
Un ejemplo de esto es la tecnología solar fotovoltaica, cuyo precio se ha desplomado en los últimos diez años gracias a la irrupción de gigantes chinos como Suntech o Yingli Solar. Este mismo fenómeno se aprecia en otros sectores como el de los semiconductores o el de las baterías. Es decir, la consecuencia del dinamismo chino es que hoy se pueden fabricar paneles solares o baterías de litio más baratas no sólo en China, sino en cualquier parte del mundo.
Todo este frenesí productivo chino del que todos en mayor o menor medida nos estamos beneficiando tiene sus costes para la propia China que, a fin de cuentas, no deja de ser una economía dirigida y como tal algo rígida. Los mejores negocios siempre están donde nadie los había visto. Los países con economías libres y flexibles capaces de trasvasar gran cantidad de recursos de un sector a otro de manera rápida, espontánea y descentralizada son los que al final llevan la voz cantante. La innovación funciona mejor de abajo a arriba que al revés. En China suele ser al revés.
Es por ello que han generado una inmensa deuda y una no menos inmensa sobrecapacidad en todo, desde urbanizaciones de apartamentos sin gente hasta autopistas de seis carriles por sentido sin vehículos. Luego el desafío lo tienen ellos y la incertidumbre también. En Occidente el impacto del renacer chino ya se ha pagado en su práctica totalidad, ahora son ellos los que tendrán que aprender a administrar su propio éxito si quieren mantenerlo.
Foto: Ricardo Rocha

El terror de las redes sociales


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El terror de las redes sociales

 

 

Javier Benegas

Hasta hace poco, las redes sociales eran consideradas como el símbolo de la expansión de la democracia a través de la tecnología. Su capacidad de propagar las ideas incluso en lugares donde imperaba una fuerte censura, ayudó a que fueran percibidas como los nuevos grandes campeones de la libertad.
Allí donde la opresión y las dictaduras habían mantenido un férreo control sobre la información, estas nuevas herramientas de “microblogging” burlaban todas las restricciones. Incluso, cuando los gobiernos totalitarios cerraban el acceso a la Red, los activistas cruzaban las fronteras con ellas, usando servidores y redes de comunicaciones de los países limítrofes que penetraban, invisibles, en territorio “enemigo”.
Las redes sociales eran la democracia hecha carne de bits viajando a la velocidad de la luz
La viral campaña presidencial de Barack Obama, con el famoso “Yes We Can”, las llamadas “primaveras árabes”, la crisis de Ucrania… infinidad de acontecimientos pudieron ser monitorizados, compartidos y animados de forma global y en tiempo real mediante las redes sociales. Entonces, eran la democracia hecha carne de bits viajando a la velocidad de la luz, el todopoderoso ariete tecnológico ante cuyo apabullante y benefactor empuje nada podían hacer los malvados.



De héroes a villanos

Pero, de pronto, esta triunfante percepción se desmoronó. En su lugar empezó a imponerse la idea de que las redes sociales eran, en realidad, el peor enemigo de la democracia. Poco a poco, se estableció una aparente simetría entre la estupidización de las sociedades occidentales y el creciente uso de las redes sociales. Los políticos, politólogos y expertos lanzaron la voz de alarma: Twitter y Facebook no estaban facilitando el acceso al debate, a la información y al conocimiento sino al contrario: propagaban al odio, promovían el sectarismo y exacerbaban la ignorancia. En definitiva, estaban poniendo en grave peligro la estabilidad política y psicológica de las sociedades occidentales.
¿Cómo si no explicar que un personaje estrafalario y tan poco presentable como Donald Trump terminara siendo el 45.° presidente de los Estados Unidos con prácticamente toda la gran prensa en contra, incluida la Fox, que sólo apoyó a Trump cuando no quedó en pie otro candidato republicano? ¿Cómo si no explicar que los británicos decidieran precipitarse en el abismo del Brexit pese a las incesantes llamadas a la prudencia de los grandes medios? ¿O cómo si no explicar la emergencia del populismo de extrema derecha, no sólo en la antigua Europa del este sino en países como Austria, Suecia e incluso Alemania, pese a que los mass media clamaran al cielo?
Las redes sociales tienen la culpa, deben tenerla… Y deben tenerla porque de lo contrario habría que reconocer la existencia de una crisis mucho más profunda e inquietante, tal vez la emergencia de un Leviatán de cuya existencia ningún analista, experto o político había siquiera tenido noticia hasta ahora.
Así, culpar a las redes sociales de nuestros males sería el viejo subterfugio del enemigo exterior al que tan dados son los gobiernos y las élites cuando les alcanza la alargada sombra de los errores cometidos a lo largo del tiempo.

Eres lo que eres

Podrán gustarnos más o menos, pero las redes sociales no son la causa de la aparente enajenación que invade a Occidente. Son si acaso el espejo o, por ser más tecnológicos, el sensor de temperatura que nos advierte de que el motor puede gripar. Sin embargo, insistir en que son el Armagedón, apoyándonos en nuestra percepción personal, lo único que pone en evidencia son nuestras propias preferencias cuando las utilizamos. Porque las redes te muestran aquello que quieres ver. Esa es la esencia de su naturaleza… y su algoritmo.
Las redes te muestran aquello que quieres ver. Esa es la esencia de su naturaleza… y su algoritmo
La red propone contenidos en función del historial de elecciones del usuario. Es la dinámica de nicho de Internet, pero perfeccionada. Si a un usuario le molestan determinados contendidos puede ignorarlos y “forzar” a la red social, mediante sus hábitos de navegación, a proporcionarle contenidos diferentes. Yo, por ejemplo, tomo de Twitter aquello que quiero, especialmente enlaces a lecturas que me resultan interesantes. Para ello, sigo a las personas indicadas. Pero también puedo meterme de hoz y coz en un debate o, incluso, en una discusión… pero porque yo quiero.
Las redes sociales no nos embrutecen. Nos embrutecemos nosotros porque así lo decidimos. Y si nos embrutecemos voluntariamente en las redes es porque también nos embrutecemos voluntariamente fuera de ellas. ¿O qué esperábamos? ¿Que quien no ha leído un libro en su vida, se aficione a la lectura gracias a los infinitos enlaces de contenidos interesantes que Twitter propaga? ¿Qué el maleducado, el grosero, el patán se transforme en un gentleman gracias a las lecciones de diplomacia y educación que muchos usuarios imparten todos los días mediante su ejemplaridad? ¿O que el ciudadano medio se erija por la gracias de Twitter o Facebook en Pericles?

Los críticos gregarios

Tras la crítica a las redes sociales se esconde una visión hegeliana o, en su defecto, la pretendida alienación del individuo. No en vano, es la izquierda “ilustrada”, la que antes ensalzaba a las redes sociales, la que más sueña ahora con imponer un control administrativo o la corregulación (ese concepto envenenado) para eliminar cualquier arista que pueda pinchar la burbuja del mundo feliz en la que pretenden envolvernos.
Se están imponiendo a las redes sociales sesgos moralizantes que convierten sus algoritmos en réplicas de HAL9000, el desquiciado ordenador de “2001: Odisea en el espacio”
Es la progresía transnacional, donde hoy confluyen desde conservadores, pasando por liberales, hasta izquierdistas, la que lleva tiempo forzando a los gestores de las redes sociales a imponer sesgos moralizantes que convierten sus algoritmos en réplicas de HAL9000, el desquiciado ordenador de 2001: Odisea en el espacio, atrapado entre la cartesiana moral humanista de su creador y las instrucciones sobrevenidas que anteponen el éxito de la misión a cualquier otra consideración.
Con todo, lo peor es que muchos que no comparten este moralismo parecen estar de acuerdo en que a las redes hay que regularlas de manera específica, como si las leyes que ya existen no constituyeran un arsenal suficiente para castigar los mismos delitos de siempre. Resulta paradójico que quienes nos previenen del gregarismo e ignorancia de las redes actúen a su vez de manera tan gregaria y palurda.

Algo no van bien

Que algo más allá de las redes sociales no va bien nos lo dicen las propias referencias temporales. Facebook fue creada en 2004, por Mark Zuckerberg, y Twitter en 2006, por Jack Dorsey. Desde la perspectiva del historiador, ni siquiera fueron inventadas ayer, sino que se estarían creando ahora. 14 y 12 años no es margen para que el mundo se vuelva del revés. Una transformación de esta magnitud y celeridad sólo podría ser producto de una guerra casi apocalíptica o, cuando menos, de una dimensión similar a las dos guerras mundiales. Y, aun así, para que la transformación sociológica se constatara, sería necesario que trascurrieran años de posguerra. Por lo tanto, la crisis en la que parecen sumirse muchas democracias tiene razones más profundas, complejas y, por supuesto, lejanas en el tiempo.
Las redes sociales están provocando una alarma parecida a la que en su día provocaron la invención de la imprenta, los diarios, la radio y la televisión
Sea como fuere, las redes sociales están provocando una alarma parecida a la que en su día provocaron la invención de la imprenta, los diarios, la radio y la televisión. Todos estos ingenios también significaron en su momento una amenaza para el orden social. Pero, en el caso de las redes sociales, hay una peculiaridad muy molesta: cualquiera puede replicar al poder y llegar a todas partes.
Sin embargo, que la gente corriente desafíe el orden establecido mediante las redes sociales no debería preocupar a las élites, porque sus grandes medios de comunicación y sus grandes gobiernos son ya, con diferencia, los agentes más activos y potentes de todos cuantos propagan enlaces y consignas. Ellos son, a fecha de hoy, los principales nodos de la crispación y el sectarismo, los propagadores de la visión de un mundo dividido entre buenos y malos que nos vuelve irreconciliables.
Foto: Dmitry Bayer

Cambiar la Constitución en tiempos convulsos


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Cambiar la Constitución en tiempos convulsos 

 

 

María Teresa González Cortés

A raíz de la ruptura de la legalidad democrática que provocó la élite catalana en octubre de 2017, voces situadas a la izquierda recomiendan como solución al conflicto independentista rebajar el castigo de rebelión a la pena de sedición. Incluso postulan la concesión de indultos a quienes lideraron la asonada catalana. Con tales peticiones está claro que abogan por dejar en suspenso el marco normativo de la Constitución democrática española de 1978. Lo cual nos lleva a este dilema: ¿en tiempos políticamente convulsos qué estamos dispuestos a admitir?, porque lo que se está pidiendo es tolerar, es disimular, es encubrir, es normalizar en suma las actuaciones ilegales de unos dirigentes regionales que se alzaron en contra de las leyes de su Constitución democrática.
Para complicar el problema, la defensa titubeante, a veces muy tibia de la Constitución por parte del ex Presidente Mariano Rajoy no ayudó en absoluto a rebajar ni a impedir los extremismos ideológicos de los gobernantes de la autonomía catalana. La táctica del sucesor de Rajoy y actual Presidente de España, el socialista Pedro Sánchez, tampoco está logrando calmar el tsunami de la deriva populista, sobre todo cuando en el tablero político el Sr. Sánchez no apunta para los golpistas catalanes la obligatoriedad en el cumplimiento de las normas constitucionales. Lo cual nos conduce a esta cuestión: ¿la subversión y disolución de las instituciones democráticas vuelven más democrática a una democracia?
La transgresión de las leyes constitucionales siempre ha arrastrado la vulneración de más normas constitucionales
En la historia contemporánea la transgresión de las leyes constitucionales siempre ha arrastrado la vulneración de más normas constitucionales. Y en momentos críticos no aplicar los mandatos de una Constitución democrática aumenta el riesgo de que se (re) produzcan actos de irresponsabilidad en unos líderes que tratan abusivamente de evitar cualquier medida de control y, además, envueltos en una especie de aureola de omnipotencia, buscan fuera de la democracia, o sea, por encima de la Ley practicar el puro aventurerismo populista.
¿Se está procediendo entonces al desmantelamiento de la democracia española? En principio, la negación persistente de los beneficios de la Constitución democrática española del 78 ha permitido y desde hace décadas no solo atacar a quienes democráticamente defienden la Constitución del 78. También ha permitido legitimar los ataques contra la democracia desde el seno mismo de las instituciones democráticas. Lo cual es un auténtico contradiós.
Pese a las desventajas, innumerables, que comporta dar pábulo a los adalides de la antidemocracia, en Europa y en EE UU hay políticos y no pocos periodistas que afirman que en situaciones de gobernanza complicada resulta lícito justificar la contrademocracia en democracia. Pero viendo lo que ha sucedido en países de la Unión Europea como Francia, Holanda, Grecia, Austria… en donde los partidos socialistas prácticamente han sido vapuleados y barridos del mapa electoral, constituye un verdadero suicidio para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) el que este grupo político, por funambulismo cortoplacista, deje de ser un aliado y un guardián de la democracia.
A decir verdad, en los actos de acoso y derribo contra nuestra Charta Magna no solo sobresalen los cabecillas catalanes. En las embestidas a la Constitución destacan igualmente otros miembros de la élite política antiespañola que por apoyar a dichos cabecillas catalanes consienten al secretario general del Partido Socialista Obrero Español que sea Presidente del Gobierno de la Nación. En este acontecimiento ayudó, no lo olvidemos, la inacción de Mariano Rajoy, pasividad que le condujo al error letal de no convocar elecciones generales en el momento en que los partidos de la oposición maniobraban una moción de censura en su contra.
Los partidos antisistema fueron los que dieron el “sí” al socialista Pedro Sánchez en su investidura como Presidente de la Nación
Escorado el PSOE hacia el extremismo anticonstitucional, Pedro Sánchez no ve que es un rehén en manos de coaliciones profundamente “antisistema”, pues de facto y parlamentariamente depende de los votos de EH-Bildu, defensor de la organización terrorista ETA, de Podemos, en sintonía ideológica con las dictaduras iraní y venezolana, de PNV, grupo vasco de postulados sabinianos xenófobos, de Esquerra Republicana de Cataluña, cómplice del golpe de estado en Cataluña, etc. Y todos estos partidos antisistema fueron los que dieron el “sí” al socialista Pedro Sánchez en su investidura como Presidente de la Nación.

Los perjuicios del borrón y cuenta nueva

Cuando políticos de escaso vuelo no respetan a los que divergen acaban admitiendo las manifestaciones de violencia, inclusive las palizas contra las novias de los guardias civiles. (¡¡¡Hasta el momento ningún grupo feminista “de izquierdas” ha denunciado tales barbaries!!!) Faltos de miras y de generosidad, esos políticos exhiben un feroz maniqueísmo y hacen simultáneamente alarde de un dogmatismo brutal que les lleva a destruir los valores democráticos que cohesionan la convivencia pacífica. Y es que para los intolerantes y amigos de la polarización se trata de vencer, no de convencer al contrincante a través del ejercicio racional de la palabra. Y el “ANTIísmo” del que hacen gala, dato relevante, es bandera común entre los grupos antisistema de extrema derecha y……… de extrema izquierda que pululan por Europa. Lo cual nos avisa del derrumbe de los valores democráticos.
El nacido en Bonn y criado en España durante la Guerra Civil, Juan José Linz, analizó hace 40 años en La quiebra de las democracias (1978) los factores que las destruyen y carcomen. Para este politólogo escoger soluciones contra Legem explicaría la inestabilidad, debilidad y consiguiente deterioro de las democracias. Y a las tendencias de ir más allá de lo que estipula el código legal democrático habría, según Linz, que añadir la carencia de lealtad democrática por parte de una clase política que, a través de componendas y pactos oscuros, puede transferir la autoridad a grupos no democráticos y llegar a perder el poder de las propias instituciones del Estado.
¿De verdad que pensar en reemplazar la Constitución española de 1978 por otra Constitución va a asegurarnos el éxito?
En este contexto, y dominados por el oportunismo político, ¿de verdad que pensar en reemplazar la Constitución española de 1978 por otra Constitución va a asegurarnos el éxito? Resulta pura ingenuidad creerlo, dado que una Constitución, aunque sea absolutamente perfecta, no puede por sí sola sostener ninguna democracia y, menos, detener los fraudes que en su nombre se cometen.
Y es que lo primero que necesita cualquier Constitución democrática son la nobleza, la voluntad de su clase política de garantizar y no vulnerar los valores democráticos. Y ese acatamiento a la ley no se consigue si nuestros gobernantes acostumbran a crear nuevos y peores problemas tras saltarse las normas y rechazar la solución democráticamente constitucional que tienen delante de sus narices.
Foto: Robert Bonet

Israel. Lieberman quiere el cetro sionista


kaosenlared.net

Israel. Lieberman quiere el cetro sionista


Con el paso de los días, el análisis fino de las declaraciones y acciones de los actores involucrados, queda más claro que la operación de infiltración de un comando sionista en la Franja de Gaza, el día domingo 11 de noviembre, no contó con la autorización del primer ministro del régimen israelí Benjamín Netanyahu. La […]

Con el paso de los días, el análisis fino de las declaraciones y acciones de los actores involucrados, queda más claro que la operación de infiltración de un comando sionista en la Franja de Gaza, el día domingo 11 de noviembre, no contó con la autorización del primer ministro del régimen israelí Benjamín Netanyahu.
La operación de asesinato selectivo fue una decisión del ahora renunciado ministro de asuntos militares Avigdor Lieberman, con pretensiones de suceder a Netanyahu y en connivencia con el régimen saudí. Lieberman, colono judío de origen moldavo que llegó a Israel el año 1978 desde la ex república Soviética comenzó poco a poco a escalar en la vida política israelí, a partir de una postura ultranacionalista que lo llevó a comandar uno de los partidos más extremos de la entidad sionista: Israel Nuestra casa (Yisrael Beitenu) que congrega gran parte de los votos de línea dura de la inmigración judía desde la antigua Unión Soviética.
Lieberman : El Modelo Nacionalsionista
Lieberman se caracteriza por sus opiniones racistas y extremas – habita en la colonia judía sionista de Nokdim en la ribera occidental ocupada. Con ideas que implicaron en su momento, el llamado a asesinar al fallecido líder palestino Yaser Arafat, bombardear Teherán, Beirut y aplastar Cisjordania “hasta no dejar piedra sobre piedra, destruir todo. Objetivos civiles e infraestructura”. Lieberman que ocupaba la cartera de Asuntos Militares en el gabinete del premier israelí desde el año 2016 se ha caracterizado por tener una línea extremista respecto a la manera de enfrentar a la resistencia palestina.
Lieberman es partidario de decapitar a aquellos “árabes-israelíes que sean desleales a Israel”. Como también no dejar piedra sobre piedra destruir todo. Bombardear Irán, como también Beirut. Propulsor del llamado Plan Transfer que consiste en trasladar a Jordania u otros países árabes a todo habitantes árabes que vivan en Israel y los territorios ocupados. Un Lieberman con opiniones tales como “Sería mejor ahogar a los palestinos en el Mar Muerto, si fuera posible, puesto que es el punto más bajo del mundo”. Ideas y prácticas similares a las expresadas por los partidarios del nacionalsocialismo hitleriano, que implementó una política de exterminio del pueblo judío, tal como el sionismo lo concreta con el pueblo palestino. Una paradoja cruel que asimila el nacionalsocialismo con el nacionalsionismo.
En octubre del año 2016 a pocos meses de su toma de posesión como Ministro de Asuntos Militares – en una polémica entrevista dada al periódico palestino Al Quds, Lieberman dio claves respecto de su pensamiento al sostener “En Gaza, como en Irán, quieren eliminar el Estado israelí… Si empiezan una nueva guerra contra Israel, será su última guerra. Quisiera enfatizar una vez más: será nuestro último enfrentamiento porque los eliminaremos por completo”, sentenció en aquella oportunidad destacando quienes eran su grandes enemigos al que sumó posteriormente a Hezb​​​olá.
En la agenda política y militar de Lieberman ha estado permanentemente el tema bélico contra Hamas, la República Islámica de Irán y Hezbola. Ha sido su carta de presentación y su punto de encuentro con regímenes como el saudí, que en pos de sus planes regionales contra Irán ha sido capaz de traicionar al pueblo palestino y sus organizaciones políticas y estrechar lazos con la entidad sionista, coordinando encuentros de sus servicios de inteligencia, apoyo a grupos terroristas takfiri y operaciones de desestabilización contra Irán al cual acusan de apoyar a las fuerzas populares en Yemen que se oponen a la agresión saudí. Para Riad y Tel Aviv el eje de la Resistencia, liderado por Irán les quita el sueño, es su gran peligro en sus afanes de agresión en Oriente Medio.
Es este Lieberman el que aprovechó la visita de Netanyahu a Francia producto de la conmemoración del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, para torpedear los intentos de negociación que se estaban trabajando entre el gobierno de Netanyahu y Hamas, bajo los auspicios de la ONU y Egipto. Este Lieberman junto al sector más belicista del ejército sionista dio paso a la ejecución de una operación militar a concretarse al interior de la Franja de Gaza. Una acción destinada a ejecutar un asesinato selectivo o el secuestro del comandante de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, el Sheij Nur Baraka. La acción de infiltración fue descubierta y se generó un enfrentamiento que originó el asesinato del líder militar palestino y la estampida del comando israelí.
En el combate posterior a la muerte del Sheij Baraka, las fuerzas de la resistencia abatieron al jefe del Comando Sionista, un Teniente Coronel – identificado por Israel como M – e hirieron a otros tres soldados que tuvieron que ser evacuados en una operación de rescate al Hospital Soroka de Beer Sheva, en las inmediaciones de la Franja de Gaza. Esto, tras un intenso bombardeo aéreo y de artillería israelí, que fue la causante de la muerte de seis palestinos y la reacción de la resistencia de utilizar sus cohetes Qassan y su lanzamiento contra los asentamientos ubicados en la Palestina Histórica. Hechos que demuestran que las fuerzas y organizaciones palestinas no originaron este enfrentamiento, como gran parte de los medios de información occidentales consignaron, repitiendo desvergonzadamente el comunicado del ejército israelí como fue el caso del gobierno estadounidense que leyó íntegro el parte militar sionista ante los medios estadounidense. Conducta clásica y vergonzosa, que muestra el alineamiento de una prensa genuflexa y dominada por los grandes capitales sionistas.
Sionista que renuncia Sirve para Otra Elección
El fracaso de la operación autorizada por Avigdor Lieberman y los efectos causados generaron la inmediata reacción de Netanyahu quien decidió suspender su visita a Francia y volver a Tel Aviv donde comenzó la labor de convencer a Egipto que retomara el trabajo de negociación y lograr un alto al fuego, en momentos que el régimen israelí es sometido a fuertes críticas internacionales por las muertes de centenares de palestinos desde el 30 de marzo del 2018 hasta hoy en el marco de las Marchas Por el Retorno que ha significado el uso de francotiradores en la valla que separa la Franja de gaza de los territorios ocupados de la Palestina Histórica, responsables del asesinato de 232 palestinos, todos ellos manifestantes cuyas armas han sido sus cuerpos, piedras y neumáticos contra balas, drones, tanques y bombardeos.
La decisión del alto al fuego, unido a la tensa relación entre Netanyahu sobrepasado por un Lieberman decidido a bombardear Gaza y generar un combate que implicara la irrupción en el territorio gazetí terminó este miércoles 14 de noviembre con la renuncia del colono moldavo de sus labores como Ministro de Asuntos Militares. Decisión refrendada además, tras la filtración, que la operación militar fracasada en la Franja de Gaza había contado con el acuerdo entre Lieberman y Muhamad bin Salman, quien habría solicitado una operación de este tipo para desviar la atención cobre el caso del asesinato del periodista saudí en el consulado de ese país en Estambul, Jamal Jashoggi y que tiene al Príncipe heredero entre las cuerdas.
En principio el acuerdo contemplaba el beneplácito de Netanyahu tras recomendación de un comité de crisis de la monarquía, conformada por funcionarios de la corte, del ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa, además del Istakhbarat – General Intelligence Directorate-. Tras convencerse que Netanyahu buscaría un proceso de negociación bajo el auspicio del gobierno egipcio y la ONU, Mohamad bin Salman decidió recabar el apoyo del más extremista de los ministros del régimen de Netanyahu El acuerdo, probablemente implicaba llevar la guerra a la Franja de Gaza y que a la hora de las próximas elecciones Riad apoyaría la candidatura de Avigdor Lieberman.
Según fuentes recabadas por el portal Middle East Eye, el Comité de Crisis recomendó a Bin Salman que una acción militar e incluso una guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en la bloqueada Franja de Gaza podría ayudar a desviar la atención y críticas que el Congreso estadounidense ha expresado sobre Arabia saudí y bin Salman en específico, reenfocándose en fortalecer la alianza estratégica que Washington tiene con Riad en materia de los intereses imperialistas en la zona.
La jugada estaba servida. Los actores en sus puestos, sin embargo, no se contaba con la respuesta de la resistencia palestina que desmoronó esta operación y sobre todo, mostró un grado de respuesta militar que el sionismo no esperaba: la muerte del líder del comando israelí, heridas a tres de los miembros del equipo. La destrucción de un bus militar y sobre todo la eficacia del 755 de los 450 cohetes Qassan lanzados sobre objetivos israelíes. A Netanyahu no le quedó más que aceptar una tregua que dio pie al segundo plan de instalación de Avigdor Lieberman como próximo candidato a Primer Ministro en las elecciones del próximo año. Un Netanyahu con bajos índices de aprobación que ha significado, según encuestas efectuadas estos días, que un 74 % de la población desaprueba el manejo que ha hecho de la situación en Gaza, cifras que pretenden ser capitalizadas por Lieberman.
Efectivamente. Lieberman tras declarase la tregua señaló que renunciaba a su cargo por “diferencias irreconciliables” con Netanyahu en virtud que el alto al fuego alcanzado con las organizaciones palestinas. Considerada por Lieberman “como una sumisión al terror. Una capitulación ante el terrorismo. Estamos comprando tranquilidad a corto plazo al precio de graves daños a largo plazo para la seguridad nacional”. Al mismo tiempo que renunciaba daba a conocer su carta bajo la manga al señalar que era necesario convocar a elecciones anticipadas – recordemos que las legislativas están señaladas para noviembre del año 2019 –. Con la salida de Lieberman del gabinete, el régimen de Netanyahu reduce su mayoría a sólo un parlamentario y además, según se señaló desde su administración al medio Times of Israel “se haría cargo de la cartera de asuntos Militares sin necesidad de celebrar elecciones en momentos en que no hay problemas de seguridad”.Una salida que que según medios israelíes se venía tejiendo desde marzo de este año al inicio de las Marchas Por El retorno de los habitantes de Gaza.
El panorama político israelí se presenta complicado para el actual Primer Ministro toda vez que a las acusaciones de haber aceptado sobornos, haber ejecutado fraudes desde su cargo y abusos de confianza tendrá un duro contendiente en el renunciado Lieberman que pretende aglutinar a los extremos de los partidos religiosos y movimientos ultranacionalistas israelíes, que no ven con buenos ojos las negociaciones con Palestina y cuya expresión más visible fueron las barricadas levantadas por colonos sionistas en oposición al cese del fuego, exigiendo operaciones militares más intensas contra territorio gazetí. Lieberman aprovechará este punto, catalizará el descontento con Netanyahu y fortalecerá un clima de temor, apoyado en esto por las propias acciones de desestabilización regional llevada a cabo por el régimen saudí. El contubernio está tejiendo sus redes Pero también deberá contender con los propios críticos dentro de los líderes de los colonos que lo consideran también un político blando. “Lieberman es el peor ministro de asuntos militares defensa que Israel ha tenido”, tuiteó Bezalel Smotrich, del partido Habayit Hayehudi, uno de los líderes más efectivos del movimiento de colonos. Qué ironía consignó el diario israelí Haarezt.
Avigdor Lieberman, aquel viejo portero de una discoteca en Chisinau, la capital de Moldavia, el trabajador hidráulico devenido en colono tras emigrar a tierras palestinas ocupadas el año 1978 y político de partidos extremos, busca hoy el cetro del sionismo. Un objetivo que no augura nada bueno para el pueblo palestino, que en el caso específico de la Franja de Gaza podría verse enfrentado – en caso de triunfo de este colono extremista en una contienda electoral para primer ministro – a una agresión aún más criminal que aquella del año 2014 que generó 2.500 muertos, 10 mil heridos y al destrucción de gran parte de su infraestructura. Lieberman pretende ser el verdugo de Gaza, el que de la solución final a los deseos sionistas de exterminar al pueblo palestino. En este juego de tronos la víctima evidente es la sociedad palestina y sus deseos de autodeterminación.
www.hispantv.com/noticias/opinion/393561/lieberman-sionista-palestina-gaza-netanyahu-israel

¿Un frente antifascista europeo?


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¿Un frente antifascista europeo?


“Quien no quiere hablar acerca del capitalismo debería callarse también respecto del fascismo” (Max Horkheimer) Era previsible, aunque quizás no tan pronto. La consigna que se está difundiendo es construir un frente político antifascista europeo. Lo estamos viendo estos días. Con gesto adusto y semblante grave, algunos intelectuales proclaman el nuevo credo: “¡Frente a la […]

Quien no quiere hablar acerca del capitalismo
debería callarse también respecto del fascismo
(Max Horkheimer)
Era previsible, aunque quizás no tan pronto. La consigna que se está difundiendo es construir un frente político antifascista europeo. Lo estamos viendo estos días. Con gesto adusto y semblante grave, algunos intelectuales proclaman el nuevo credo: “¡Frente a la amenaza del fascismo, unidad de los demócratas!”. El asunto tiene cierta lógica: si lo que está emergiendo en la Unión Europea (UE) es algo más que populismo de derechas, o sea, fascismo puro y duro, hace falta una gran alianza política que haga de freno, de dique, a algo que se presume como un mal absoluto al que hay que derrotar, cueste lo que cueste. En el centro de la propuesta, la defensa de unas instituciones que hay que estabilizar y consolidar. Nos referimos, naturalmente, a la UE y a la democracia liberal.
¿Un frente antifascista europeo? Vivimos la cultura del instante y la memoria desaparece de nuestro horizonte, que es donde realmente juega su papel. Grecia y Tsipras han desaparecido del debate público y no debería ser así. El país heleno fue escarmiento, experimento y, en muchos sentidos, castigo. La presencia del gobernante griego en septiembre pasado en el Parlamento Europeo no mereció la atención debida. Tsipras compareció con el orgullo del deber cumplido y del trabajo bien hecho en representación de un país transformado. Tres años después de haber sido propuesto como presidente de la Comisión por la izquierda alternativa bajo la orientación de “otra Europa posible”, aparecía como el defensor de esta UE frente a la barbarie populista. Es más, propuso una alianza que vaya desde Macron hasta la izquierda, abierta a los liberales y a los conservadores moderados. Se podría decir que estos tres años han dado para mucho y que han terminado por oscurecer cualquier proyecto que no sea la defensa de la UE realmente existente. Efectivamente, Grecia ha cambiado mucho. Ha pasado de tener una deuda pública del 135 por ciento del PIB en 2009 al 180 por ciento en la actualidad, el paro ha pasado del 10 al 20 por ciento y el país ha perdido 400.000 habitantes. Una tragedia asumida a mayor gloria de esta UE y de los mercados.
La realidad acaba siempre chocando con el dominio de lo políticamente correcto. Lo primero que no se quiere analizar es si las políticas que ha venido realizando la UE antes y después de la crisis tienen que ver con el surgimiento y desarrollo de nacionalismos excluyentes y de fuerzas políticas que, por comodidad, definiremos como populismos de derechas. A estas alturas pocos dudan de que las políticas de la Unión han ido desmontando sistemáticamente el Estado social en cada uno de los países, erosionando los mecanismos de control social y político de los mercados capitalistas y debilitando el poder contractual de las clases trabajadoras y sus sindicatos. La UE ha terminado por constitucionalizar las políticas neoliberales hasta hacerlas obligatorias y, lo que es más grave, sancionables, con duras multas para los países que osen infringirlas. La idea de fondo, el dogma que se impone hoy en el debate de la Comisión con España e Italia, no es otro que frenar y reducir el gasto público. El objetivo no es ya el 3 por ciento, sino el superávit en la fase alta del ciclo. La democracia ha devenido en limitada porque, gobierne quien gobierne, tiene que aplicar políticas monetarias y fiscales de corte neoliberal bajo amenaza de los mercados, del todopoderoso Banco Central Europeo y de una Comisión intransigente en la aplicación de los Tratados. ¿Realmente puede sorprender el auge del populismo de derechas en la UE?
Hay que decirlo también aquí y ahora: en momentos en los que el mundo está cambiando de base y atraviesa una transición geopolítica de grandes dimensiones, donde la tendencia de fondo es la multipolaridad, es decir, en pleno proceso de redistribución del poder a nivel global, la UE carece de un proyecto autónomo identificable. La ausencia de una política internacional propia capaz de orientar una transición que se presume conflictiva, condenará a Europa a la subalternidad respecto de la política norteamericana. La “trampa de Tucídides” no es un asunto menor ni una elucubración intelectual. EE. UU. no va a renunciar de forma pacífica a las posiciones de dominio conquistadas tras la Segunda Guerra Mundial, lo que sitúa la guerra como instrumento prioritario para definir los grandes problemas estratégicos. Para Europa, la OTAN implica perpetuar la supeditación a los intereses geoestratégicos norteamericanos, el incremento de los presupuestos militares y convertir las demandas de seguridad en un problema de orden público y de fortaleza del Estado penal.
¿Un frente antifascista europeo? Hay una paradoja que no siempre se tiene en cuenta cuando se reclama la defensa de la democracia. Sabemos lo que se quiere decir: defensa de los derechos y las libertades democráticas. Ahora bien, la paradoja es que, en muchos sentidos, la propuesta que hay delante y detrás de la UE es el retorno a una democracia liberal, es decir, poner fin al constitucionalismo social, a las democracias avanzadas producto del conflicto de clases y de dos guerras mundiales que tuvieron a Europa en su centro. La rebelión de las élites, una vez caído el “imperio del mal” y desaparecido el enemigo interno socialista, tenía como objetivo la restauración de una democracia funcional al mercado, supeditada a él, que expropia la soberanía económica y despolitiza la política. En cierto sentido, se puede hablar de “norteamericanización” de la vida pública europea y de una escisión cada vez más clara entre la democracia como procedimiento y la democracia como autogobierno.
Sin embargo, lo peor de este nuevo frentismo emergente es que no es capaz de entender las relaciones existentes entre la integración europea (la UE) y la crisis de nuestras debilitadas democracias, ni tampoco las profundas transformaciones que se están operando en nuestras sociedades. No deberíamos engañarnos ni dejarnos engañar: la restauración de democracias de mercado requiere, necesita del miedo como fundamento; de personas aisladas, socialmente desvinculadas e inseguras frente al futuro. El tipo de capitalismo hoy dominante necesita personas que actúen según las reglas y modos que este exige. Cuando hablamos del “momento Polanyi” nos estamos refiriendo a un fenómeno que aparece en todas partes: una reclamación fundante de protección, de seguridad e identidad, de nostalgia de un orden basado en la comunidad.
Este nuevo frentismo confunde los efectos con las causas; pretende combatir el populismo de derechas sin reparar en las circunstancias que lo han engendrado; aspira a legitimar instituciones que están en crisis en todas partes y hace de la conservación de lo existente el fundamento y el horizonte de lo que está por venir. ¿Realmente se cree que desde estos supuestos es posible rearmar política y culturalmente un movimiento de oposición a las derivas autoritarias que experimentan nuestras sociedades? ¿Alguien piensa seriamente que desde estos puntos de partida se generarán el entusiasmo, la adhesión y el imaginario necesarios para una movilización social capaz de ganar y activar a las mayorías sociales? No lo creemos. Más bien pensamos que será lo contrario. Defender instituciones en crisis y socialmente deslegitimadas únicamente propiciará el fortalecimiento de populismos autoritarios y nacionalistas que acabarán por desviar las demandas de protección hacia fórmulas securitarias que impliquen la restricción de las libertades y de los derechos. Si la izquierda acaba defendiendo este nuevo frentismo, terminará por romper sus ya debilitadas relaciones con las clases populares, perpetuando un camino que la llevará de desaparecer como alternativa de gobierno.
Creemos que hay que aprender de la historia. La democracia, nuestros clásicos así lo entendieron, se defiende desarrollándola, ampliándola, extendiéndola. Esto significa poner en primer plano la contradicción entre la democracia y el capitalismo. Más concretamente, exige desmercantilizar, garantizar los derechos sociales básicos y entablar relaciones armoniosas con la naturaleza. También significa democratizar la democracia llevándola a las empresas, a las grandes instituciones financieras, fomentando formas alternativas de organizar la economía y la democracia participativa. Despatriarcalizar la sociedad potenciando la igualdad sustancial y una democratización de la vida cotidiana de las personas. Desglobalizar, recuperar la soberanía popular como fundamento del orden político, como derecho al autogobierno y a la definición constitucional de un proyecto colectivo basado en una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, comprometidos con la emancipación.
Merece la pena recordar una reflexión que nos dejó Perry Anderson hace algún tiempo en un excelente artículo: “para las corrientes anti-sistema de izquierdas, la lección que hay que sacar de estos últimos años está clara. Si quieren dejar de ser eclipsados por sus homólogos de derechas, ya no pueden permitirse ser menos radicales y menos coherentes que ellos en su oposición al sistema. En otras palabras, el futuro de la Unión Europea depende tanto de las decisiones que la han moldeado que ya no podemos contentarnos con reformarla: hay que salir de ella o deshacerla para poder construir en su lugar algo mejor, con otros fundamentos, lo que equivaldría a arrojar al fuego el Tratado de Maastricht” (Le Monde Diplomatique, marzo de 2017).
Nuestra línea de pensamiento está muy próxima a la del historiador británico: se trata de defender el proyecto europeo contra su principal amenaza, que no es otra que la UE, y apostar por una Europa confederal que defienda la paz, las libertades públicas, los derechos sociales y la igualdad entre pueblos y naciones. Para ello, los Estados, la soberanía popular y el autogobierno de las poblaciones europeas no pueden ser considerados como obstáculos a derrotar, sino como instrumentos indispensables que permiten tejer relaciones de cooperación entre los pueblos y garantizar los derechos humanos fundamentales. El debate real en Europa no es entre fascismo y antifascismo. El debate real es continuar con el proyecto neoliberal de la UE o defender un proyecto europeo que realmente lo sea. La respuesta la dará la historia.
www.cuartopoder.es/ideas/2018/11/16/un-frente-antifascista-europeo/

Crece la rebelión social en Francia contra el aumento de los combustibles


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Crece la rebelión social en Francia contra el aumento de los combustibles


Por Kaos. Internacional
Tras la masiva marcha del sábado, que dejó una persona muerta, el domingo continuaron las manifestaciones y los cortes de ruta. Nuevos enfrentamientos con la policía. Ya son hay más de 150 detenidos.

Los Chalecos Amarillos franceses, que protestaban inicialmente el sábado contra el alza de combustibles, continuaron con sus bloqueos de rutas el domingo y amenazan con transformarse en desobediencia civil. La movilización de 280.000 personas del sábado se extendió al domingo y al menos 40.000 personas se desplazaron. Desde su inicio han dejado una manifestante muerta, 409 heridos, entre ellos 28 policías, y 157 detenidos.
Los heridos se producen por enfrentamientos con las fuerzas del orden o por incidentes con ciudadanos que no quieren atravesar los bloqueos, los manifestantes se lo impiden y los automovilistas se los llevan por delante. Una conductora que llevaba a su hija al hospital se llevó por delante a una manifestante jubilada de 63 años, que nunca había participado en la manifestación causándole la muerte, en Savoie. Se encuentra bajo control judicial.
En una acción espectacular el domingo, Disneyworld fue bloqueada por los manifestantes. Instalaron sus barreras en el estacionamiento del lugar y bajo la vigilancia de la policía, bloquearon siete de los nueve accesos y permitieron el acceso gratuito de los visitantes. El precio del parking en Disneyworld es 30 euros la hora.
La empresa Vinci, que controla autorutas y peajes, dijo que hubo “una intensificación de las manifestaciones”, que incluye bloqueos de peaje, estaciones de servicios e incluso supermercados cerrados por precaución. Contabilizaron al menos 50 acciones en las grandes autopistas. ”Operación peaje gratuito” fueron las acciones del domingo de los manifestantes. Las autoridades recomendaron a la población no salir a la carretera si no era absolutamente necesario.
La protesta ha superado el alza de combustibles para una parte de la población que vive en pequeños pueblos y debe recorrer en automóvil varios kilómetros para ir a trabajar, o hacer las compras o visitar un hospital. Es el poder de compra perdido, el aumento de impuestos sin fin, la desertización sanitaria en amplias zonas de Francia porque los médicos no quieren instalarse contra lo que protestan.
El este del país, la Costa Azul y Normandía fueron las zonas más perturbadas por los bloqueos. El alcalde republicano de Troyes, el ex ministro de economía François Baroin llamó al gobierno “a escuchar este mensaje de alerta profunda” que representa la manifestación de los Chalecos Amarillos. ”No se puede hacer como si nada hubiese pasado. Los Chalecos Amarillos no es otra que la clase media que está en plena interrogación sobre su futuro, sobre su poder de compra. Ellos piden a Emmanuel Macron que escuche. Espero que los escuche”, dijo, tras llamar” a trabajar en el plano fiscal, los impuestos, que deben bajar” .
Los testimonios de estos “nuevos pobres” son tremendos. Evelyn acompañó los bloqueos en Saint Gervais La Foret. Después de haber trabajado toda su vida en una farmacia mayorista, ella gana con su jubilación 1100 euros al mes. “Tengo un pequeño coche diésel con 120.000 kilómetros. Ahora me quieren hacer creer que contamina más que los aviones, los yates y todos los que ellos me hacen pagar como contribuyente. La comida no deja de aumentar y hasta comprar una torta el fin de semana se ha convertido para mi en un lujo”, protesta.
Sin sindicatos que los respalden, sin creer en los partidos, los Chalecos Amarillos quieren ser escuchados por sus penas, por su abandono y no por su ideología. Se sienten las víctimas de las élites, que están lejos de sus vidas cotidianas y gobiernan para “la metrópoli”, con “ambiciones de ecologistas de ciudad, que nunca pusieron un pie en el campo ni vieron como crece una planta”.
Llenar el depósito subió de 45 a 65 euros y los Chalecos amarillos deben recorrer hasta 80 kilómetros diarios para llegar a sus trabajos. Con un salario que ni supera los 1.300 euros mensuales, necesitan al menos 350 euros para el coche.

E.E.U.U. 6 billones de dólares en conflictos bélicos en 19 años

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E.E.U.U. 6 billones de dólares en conflictos bélicos en 19 años


Por Canarias Semanal
Un pais que sustituye la mantequilla por los cañones.

De acuerdo con una información publicada por el Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos en la Universidad de Brown la suma total invertida por los Estados Unidos en lo que sus autoridades denominan la “guerra contra el terror” es mucho mayor de lo que se  había sugerido con anterioridad.
Según Neta C. Crawford, la autora del estudio,  el gobierno de los EE. UUestará en disposición de gastar cerca de 6 billones de dólares en las guerras posteriores al 11/9 para fines del año fiscal 2019.
El pasado marzo, el Departamento de Defensa publicó un informe en el que se  indicaba que los Estados Unidos había invertido 1.5 billones en conflictos bélicos. Sin embargo, el informe de la Brown University señala que esas cifras fueron una estimación muy conservadora, porque no se tuvo en cuenta el gasto en otros departamentos federales. La nueva estimación no solo incluye los gastos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), los aumentos de presupuesto y los costos médicos para los veteranos, sino también los intereses sobre el dinero prestado para pagar las guerras.
El monto total del gasto asignado desde 2001 será de $ 4.6 billones para fines de 2019. El informe también estima que el gobierno estará obligado a gastar alrededor de $ 1 billón para la atención futura de los veteranos post 9/11 hasta 2059. La suma total ascendería a la increíble suma de $ 5.993 trillones.
El estudio advierte que de continuar el gran número de guerras e intervenciones de los EE. UU. durante otros cuatro años costaría 808 mil millones de dólares adicionales. Incluso si los Estados Unidos detuvieran esas acciones para el año 2023, los costos acumulados probablemente excederían los 6,7 billones de dólares estimados debido a que los veteranos continuarán multiplicándose, mientras los Estados Unidos prosigan sus operaciones   militares.
http://canarias-semanal.org/art/23926/eeuu-6-billones-de-dolares-en-conflictos-belicos-en-19-anos

Camisetas del Sáhara


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Camisetas del Sáhara


Por Santi Ochoa
Camisetas por la Independencia del Sahara. Madrid, 17 nov 2018.

65 fotos de camisetas (45 del Sahara) vistas en la Manifestación por la Independencia del Sahara Occidental. Atocha a Plaza Mayor. Madrid, 17 nov 2018.
Fotos Santi Ochoa y Macu Vicente.
Mani Sahara nov 2018
Manifestación estatal tan numerosa como siempre, que se convoca todos los años por estas fechas.
Es una manifestación que emociona. Arropada con gentes llegadas de pue-blos y provincias, predominando las camisetas de colectivos, aunque las había también de Madrid, Cantabria, Villena o Jaén…
Se corean incesantes gritos reivindicando al Frente Polisario, la defensa de su pesca y denuncia constante de los estados marroquí y español, cantos en es-pañol y sobre todo en el idioma original “hasanía”–derivado del árabe clásico–, participación de niños, con un predominio enorme de mujeres con sus coloridas ‘melhfas’ y el alegre grito ‘zaghareet’, arropadas con su bandera, muchas y va-riadas pancartas, grandes carteles con las fotos de los presos políticos, una jai-ma negra al aire y tiendas. Gente con dignidad.
En convocatorias anteriores finalizaba en la Puerta del Sol, imagino que por la obras de la calle Carretas, este año ha acabado en la Plaza Mayor lo que da-ba pié para hacer una parada de protesta delante del Ministerio de Asuntos Ex-teriores pero se ha pasado por delante como si no existiera, quizá la cabecera de la manifestación lo haya hecho, la parte final, desde luego no.
Con este reportaje y la llegada del frío y la lluvia, se acaban este año las fotos de camisetas en manifestaciones.
Macu Vicente
Ver también:
56 camisetas (47 de Sahara) Manifestación 16 nov 2014.
Mani SAHARA
76 camisetas (42 de Sahara) Mani 13 nov 2010 https://www.flickr.com/photos/fotosdecamisetas/sets/72157625269376913/
EL CONFLICTO DEL SAHARA.
Tebeo de 19 págs. que explica este conflicto a todo tipo de lectores, sobre todos menores.
– En español:
EL CONFLICTO DEL SAHARA en menos de 3.000 palabras.
http://www.mauroentrialgo.com/Sahara.pdf
https://www.dropbox.com/s/v2t480hlb8ql8v2/Sahara.pdf
– En ingles:
THE CONFLICT OF SAHARA in less than 3,000 words
http://rauhanpuolustajat.org/digilehti/images/Sahara_en.pdf
– En frances:
LE CONFLIT DU SAHARA en moins de 3000 mots
https://www.alternativelibertaire.org/IMG/pdf/bd-sahara-fr.pdf
– En alemán:
DER KONFLIKT SAHARA in weniger als 3.000 Wörtern
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¿No vivimos en un régimen comunista?


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¿No vivimos en un régimen comunista?


Estoy de acuerdo cien por cien con la ministra ‘socialista’: “No estamos en un régimen comunista”. Y es que efectivamente todavía se puede hacer más en beneficio de los ricos. Más comunismo de mercado sería sin duda muy beneficioso para el país (la patria de los paraísos fiscales, claro).

Por Agustín Franco
Pues depende de qué comunismo y para quién, para la inmensa mayoría quizá no, pero para las grandes empresas, la banca y las grandes fortunas, sí. Comunismo de mercado, puro y duro. Todo lo que sea socializar costes y privatizar ganancias es comunismo puro y duro, puro populismo de mercado.
Que hay que nacionalizar las entidades bancarias quebradas para sanearlas con dinero público para después devolverlas a manos privadas, pues comunismo puro y duro. Que hay que repercutir a los clientes los impuestos que deben pagar los bancos o sencillamente modificar una ley contra los intereses de la banca ‘por sus enormes repercusiones económicas y sociales’, pues comunismo puro y duro.
Que hay que beneficiar a ciertas empresas con contratos públicos, para que las puertas giratorias estén bien engrasadas, pues comunismo puro y duro. Que hay que externalizar servicios públicos en hospitales y colegios soportando más costes y peor calidad, pues comunismo puro y duro.
Que hay que estafar los ahorros a los abuelos con preferentes o hipotecarse hasta las cejas para vivir bajo techo o recortar en dependencia y bajar salarios para ser más competitivos, pues comunismo puro y duro.
Que hay que prohibir que los Estados puedan financiarse a través del banco central aumentando así artificialmente la deuda pública, pues comunismo puro y duro. Que hay que encarecer el precio de los productos básicos a fuerza de especular en bolsa para rentabilizar hasta el infinito cada céntimo invertido, pues comunismo puro y duro.
Que hay que predicar y legislar sobre el emprendimiento y el Trabajo Garantizado para luchar contra la plaga de vagos y de extrema izquierda que no quieren trabajar y que encima reclaman una Renta Básica Universal, pues populismo de mercado, comunismo puro y duro.
Es que, claro, eso de querer comer todos los días es de un izquierdismo y comunismo rancio que es insolente e intolerable. Alcemos la vista y aprendamos del Cristo de Las 3 Demandas para ser un buen comunista, un comunista de verdad. Esquiar en nieve virgen está a tu alcance, plebeyo infiel, sólo arrodíllate y paga religiosamente tu diezmo: Todo lo que mis pies esquíen, lo habrán esquiado los tuyos. Todo el glamour que yo haya disfrutado, por pequeño que sea, lo habrás disfrutado tú también. Unido a mi grandeza y a mi pequeñez, no hay nada mío que te sea ajeno.
Que hay que proteger el medioambiente a base de mercados de compraventa de derechos de emisión de carbono, pues comunismo puro y duro. Que hay que expulsar legalmente del sistema educativo a los de clase obrera, pues comunismo puro y duro. Que hay que legislar sin tapujos la desigualdad entre hombres y mujeres, pues comunismo puro y duro. Eso sí, comunismo del bueno, de mercado.
Realmente si ser comunista significa todo esto, entonces yo tampoco soy comunista y estoy de acuerdo cien por cien con la ministra ‘socialista’: “No estamos en un régimen comunista”. Y es que efectivamente todavía se puede hacer más en beneficio de los ricos. Más comunismo de mercado sería sin duda muy beneficioso para el país (la patria de los paraísos fiscales, claro).
Propongo las siguientes medidas comunistas (para ricos) que sólo algún descerebrado muy poco rojo rechazaría (por algo el rojo es el color de ‘los republicanos’ en EEUU):
-¿Qué es eso de pagar un salario a la chusma obrera? Mucho mejor un plan keynesiano de pleno empleo y que sea el Estado quien pague.
-¿Qué es eso de pagar impuestos progresivos para financiar servicios públicos? Mucho mejor un plan privado de pensiones, de seguros y de préstamos de todos los tipos y coberturas y para todas las contingencias. Además de un sistema monetario con soberanía estatal ficticia. Además de la caridad cristiana: que un vaso de agua no se le niega a nadie y que donde comen dos, comen tres.
-¿Qué es eso de justicia ciega e imparcial? Mucho mejor una justicia que mire por los intereses de quienes crean trabajo, de quienes emprenden, de quienes hacen patria, de quienes innovan, que a fin de cuentas son quienes configuran y sostienen el país. ¿Qué mayor justicia que la que pueda hacerse a un rico?, pues ninguna. Sale beneficiado el rico y especialmente el pobre, que se ahorra la ira y la represión por generaciones de la estirpe del rico.
-¿Qué es eso de un sistema eléctrico o de telefonía competitivos? Mucho mejor que paguen todos a la tarifa más cara. La ‘tarifa de respaldo’ es el mayor ejemplo de solidaridad y compromiso patriota y comunista que pueden dar quienes se declaran firmemente constitucionalistas y quienes reclaman con orgullo su ciudadanía española.
-¿Qué es eso de los convenios colectivos o lo de repartir el empleo o reducir la jornada? Otra reforma laboral más agresiva sería mucho mejor. Aquí lo que importan son los beneficios para los accionistas: los auténticos propietarios, los auténticos comunistas. Y la propiedad privada es sagrada. Es lo justo. Así como los pobres dicen: ‘en mi pobreza mando yo’, los ricos dicen mutatis mutandi: ‘en mi riqueza no mandas tú… y si lo intentas en mi legítima defensa puedo pegarte un tiro’.
Si los antiguos griegos podían llamar ‘democracia’ a un sistema de gobierno formado sólo de hombres ricos (bueno, ellos decían ‘libres’), ¿qué te hace pensar que ahora haya de ser distinto?, la esencia se mantiene, gobiernan los ricos para los ricos y lo demás es comunismo fracasado, marxismo trasnochado. Aquí nos gusta el comunismo de verdad, el de mercado, el que triunfa, el que todos quieren y al que todos votan cada día en las urnas del cajero automático. ¿Qué más y mayor democracia?
Tristemente hay algunos obstinados en hablar de cosas del pasado, de abrir heridas, de perorar sobre temas que a nadie le importan… De fondo se oye a la muchedumbre jaleando una única palabra, como el bálsamo de Fierabrás o los ‘EREs de Andalucía’ o el ajo contra los vampiros, una masa enfurecida frente a quienes obstinadamente critican los populismos de mercado y piensan que el mejor anticomunismo es ser anticapitalista. La masa comunista les grita:
Venezuela, Venezuela, Venezuela…

Donald Trump, hombre providencial para Moscú, por Valentin Vasilescu


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Donald Trump, hombre providencial para Moscú, por Valentin Vasilescu



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En aplicación del Tratado INF, firmado en 1987, la URSS –luego Rusia– y Estados Unidos ‎destruyeron todos los misiles nucleares terrestres de alcance corto, medio e intermedio (entre 500 ‎y 5 500 kilómetros). Los misiles de alcance superior a los 5 500 kilometros son considerados ‎misiles balísticos intercontinentales (ICBM, siglas en inglés) y no entran en ese tratado. Debido a ‎la firma del Tratado INF, Estados Unidos retiró sus misiles nucleares de Europa. Los principales ‎beneficiarios de ese tratado fueron los países europeos y Rusia. ‎
La salida unilateral de Estados Unidos del Tratado INF, anunciada por Trump, no modifica ‎la situación para los propios Estados Unidos ya que la distancia entre el territorio continental ‎estadounidense y la Rusia europea es superior a los 5 500 kilómetros. Trump creyó que podía ‎engañar a Putin al menos con los sistemas de lanzamiento VLS MK-41 [1] de los escudos antimisiles estadounidenses instalados en Rumania y Polonia. ‎Derivados de los sistemas existentes a bordo de los cruceros lanzamisiles estadounidenses AEGIS ‎de la clase Ticonderoga, esos sistemas son capaces de lanzar misiles crucero Tomahawk ‎equipados con ojivas nucleares miniaturizadas W80, de 5 a 50 kilotones. Pero la velocidad de ‎los misiles crucero estadounidenses es 20 veces inferior a la de los misiles balísticos rusos, ‎además de que su lanzamiento puede ser detectado por los satélites rusos de observación, ‎capaces de captar la energía térmica que desprenden los misiles en el momento mismo del ‎lanzamiento. ‎
Es por eso que el Pentágono está en ebullición, porque sabe que su debilidad ha salido a la luz y ‎que necesita urgentemente nuevos tipos de misiles balísticos para instalarlos en Europa, cerca de ‎las fronteras de Rusia. ‎
El problema es que el presidente Donald Trump no tuvo en cuenta que Estados Unidos ya ‎no tiene los motores de cohetes que necesita para construir esos vectores. En la época en que ‎la NASA recibía fondos importantes, las fuerzas armadas estadounidenses disponían de los ‎motores más poderosos. Pero en los últimos 15 años, la NASA se convirtió en una organización ‎que no es ni la sombra de la entidad que envió los primeros hombres a la Luna. ‎
O sea, sin querer, al sacar a Estados Unidos del Tratado INF, Trump le hace un favor a Putin. ‎Para Rusia, se trata incluso de una enorme victoria. ‎

Características de un misil balístico portador de una ojiva nuclear de entre 650 y 1 000 ‎kilogramos (potencia de 1 a 8 kilotones) y capaz de alcanzar un objetivo situado a entre 1 500 y ‎‎2 500 kilómetros del punto de lanzamiento:
- Peso: entre 18 y 24 toneladas
- Largo: de 15 a 20 metros ‎- Diámetro: de 1,5 a 1,8 metros
- Es un misil de 1 o 2 etapas
- Velocidad: 4,5 km/s‎
- Altitud: de 600 a 900 kilómetros
- Sus motores deben garantizar al menos entre 75 000 y 100 000 kgf de empuje. La propulsión ‎de los misiles GBMD, SM-3 (variantes 1b y 2) y THAAD utilizados en los escudos antimisiles ‎estadounidenses es demasiado reducida, lo cual quiere decir que esos misiles son inútiles. ‎‎

Debido a la disminución del presupuesto de la NASA, gran parte de los especialistas de las ‎secciones dependientes de los departamentos especiales de Lockheed Martin y de Boeing ‎se asociaron entre sí en una compañía llamada «United Launch Alliance» (ULA). Esta compañía ‎compra motores para cohetes, ensambla componentes de cohetes y crea –al mismo tiempo– ‎nuevos vehículos espaciales asegurando su lanzamiento para el uso del Pentágono y de la NASA. ‎
ULA ensambla así el más poderoso de los cohetes estadounidenses actualmente en servicio, el ‎‎Atlas V, que al mismo tiempo es el único capaz de poner en órbita el transbordador espacial ‎militar automático estadounidense X-37B y los satélites militares emplazados en órbitas ‎geoestacionarias. El cohete estadounidense Atlas V utiliza un sistema de lanzamiento de ‎superpropulsores… con motores rusos RD-180. La primera etapa de este cohete ‎estadounidense también lleva un motor ruso RD-180. ‎
La única cápsula estadounidense que ha demostrado ser capaz de alcanzar la Estación Espacial ‎Internacional (ISS, siglas en inglés) ha sido la SpaceX Dragon. Fue lanzada con el cohete ligero ‎de 2 etapas Falcon 9. La primera etapa se compone de 9 motores Merlin 1C, que ‎proporcionan cada uno un empuje de 56 696 kgf. Su segunda etapa cuenta con un solo motor ‎‎Merlin. El cohete ligero estadounidense Falcon 9 no es otra cosa que un reciclaje de reliquias ‎de la guerra fría. El motor Merlin 1C es una variante del célebre motor RS-27, fabricado por ‎la firma Rocketdyne –desde 1974– para los antiguos cohetes Delta 2000 de McDonnell ‎Douglas, desechados por la NASA. Es posible utilizar varios motores Merlin 1C para construir ‎nuevos misiles nucleares a partir de misiles de alcance medio y corto. ‎
Taurus I y Minotaur I son los nuevos cohetes líderes estadounidenses de 3 o 4 etapas que la ‎Orbital Sciences Corp. proporciona a la NASA. Esos cohetes pueden poner en órbita un artefacto ‎cósmico de entre 580 y 1 500 kilogramos utilizando las etapas SR19 y M55A1 provenientes de ‎los misiles balísticos intercontinentales estadounidenses LGM-118A MX-Peacekeeper y LGM-30F ‎Minuteman II, que funcionan con combustible sólido. El Minotaur I se compone de la primera ‎y la segunda etapas del cohete balístico intercontinental Minuteman II, que proporcionan ambas ‎‎120 000 kgf de empuje.‎
Del año 2010 al 2013, Orbital Sciences Corp reemplazó las dos primeras etapas del Minotaur I ‎con el motor NK-33 (140 000 kfg de empuje), provenientes de la empresa rusa Energomas y ‎superiores a los motores que podía encontrar en Estados Unidos. A causa de las sanciones de ‎Estados Unidos contra Rusia, a principios de 2014 se interrumpió la transferencia de tecnología ‎rusa proveniente de Energomas.‎
La compañía [estadounidense] Aerojet, en colaboración con la oficina de diseños de Yuzhnoye, en ‎Dnipropetrovsk (Ucrania), comenzó a producir unos motores llamados AJ-26-58/62, que ‎en realidad son malas copias del motor NK-33 de Energomas. Esos motores utilizan un ‎esquema diferente de turbobomba de alta presión, que se necesita para la alimentación continua ‎en carburante y comburente [2]. La explosión, ‎‎6 segundos después de su lanzamiento, de un cohete estadounidense Antares, utilizado como ‎vector del carguero espacial estadounidense Cygnus, que debía garantizar el aprovisionamiento ‎constante de la Estación Espacial Internacional fue consecuencia de un defecto de concepción del ‎motor AJ-26.‎
Un cohete similar, equipado con la etapa estadounidense SR19 (utilizada en los cohetes ‎estadounidenses Taurus I y Minotaur I, se compone de un sistema fijo GBMD (Ground-Based ‎Midcourse Defense) ensamblado por Orbital Sciences Corp. El GBMD (35 000 kgf) pertenece a la ‎agencia de defensa antibalística del Pentágono, que opera en las bases Fort Greely (Alaska) y ‎Vandenberg (en California). Esto demuestra que la excesiva focalización de los estadounidenses en ‎la creación del escudo antimisiles lleva a que las reducciones de presupuesto tengan un impacto en ‎el financiamiento de la concepción de nuevos motores de cohetes de alto poder, obligando a la ‎NASA a utilizar cohetes pesados. ‎
Veamos ahora cuál es la situación de Rusia en materia de motores de cohetes con posibilidades de ser ‎utilizados en la producción de misiles nucleares de alcance medio e intermedio. ‎
La familia de cohetes rusos Angara incluye el cohete ligero Angara 1.1 (capaz de poner en ‎órbita baja satélites de 2 toneladas) y el cohete mediano Angara A3 (capaz de poner en ‎órbita baja hasta 14,6 toneladas). También incluye el cohete superpesado Angara A7 (cuyos ‎motores RD-191 han sido reemplazados por los RD-193, más poderosos, que permiten poner ‎en órbita baja artefactos de 35 toneladas. El cohete más poderoso de esta familia es el Angara-‎‎100 que puede poner en órbita baja hasta 100 toneladas. La primera etapa del cohete Angara-A5, ‎desarrolla un empuje de hasta 1 000 000 kgf y se compone de 4 propulsores equipados con ‎motores RD-191, montados alrededor de un segmento central que a su vez incluye otro motor ‎‎RD-191. El motor RD-191 ofrece además la posibilidad de modificar en pleno vuelo el empuje ‎máximo en 200 000 kgf (de 100 a 30%).‎
La conclusión de todo lo aquí expuesto es que a Rusia le bastaría con utilizar un solo motor RD-‎‎191 de su cohete Angara para fabricar y poner en disposición operativa –en un plazo de 6 ‎a 8 meses– un nuevo misil balístico nuclear con un alcance de hasta 5 000 kilómetros, lo cual es ‎catastrófico para Estados Unidos. ‎
Pero la situación de Rumania y Polonia es mucho peor ya que los “escudos antimisiles” ‎estadounidenses están instalados en los territorios de esos dos países europeos.
Hasta ahora, ‎el tiempo disponible para remediar un eventual lanzamiento accidental de un misil balístico ‎intercontinental, (ICBM, siglas en inglés) fluctuaba entre 20 y 25 minutos (tiempo que necesitaba ‎un ICBM ruso para completar su trayectoria hacia el territorio estadounidense). Hoy ese lapso de ‎tiempo se reduce a 4 minutos (entre Rusia y Polonia o entre Rusia y Rumania hay sólo un millar ‎de kilómetros). Y tanto Rumania como Polonia han pasado a ser objetivos de las ojivas nucleares ‎de 8 megatones de los misiles balísticos rusos –misiles balísticos que los “escudos antimisiles” ‎estadounidenses serán incapaces de neutralizar y cuyo poder de destrucción es enorme para la ‎población y la infraestructura de ambos países. ‎