La doble cara del salario mínimo en Alemania
Mientras la austeridad sigue imperando en muchos países de la zona
euro, Alemania ha establecido su salario mínimo en 8,50 euros por hora,
según una ley que entró en vigor en enero. Sin embargo, además de estar
implementándose de forma lenta, debido a que hay moratorias en diversas situaciones, cuenta con numerosas excepciones.
Esta ley es el resultado de una de las exigencias del partido socialdemócrata (SPD) para formar gobierno con el democristiano de Angela Merkel, la llamada 'Gran Coalición', pero han tenido que renegociar varios puntos para que saliese adelante. Las críticas que les hace el principal partido en la oposición, Die Linke, son que esta ley no cuenta con verdaderos mecanismos de control para su aplicación. Otro de los problemas que la formación de izquierdas critica es el hecho de que se excluya a ciertos grupos de ocupación y, sobre todo, estiman que los 8,50 euros por hora no son un salario mínimo digno.
Excepciones
El nuevo salario no afecta a los menores de 18 años sin formación, aprendices y aquellos trabajadores que se rijan por un convenio colectivo con salario propio, que tendrán una moratoria hasta diciembre de 2016 si el convenio está aún en vigor. Tampoco se beneficiarán los parados de larga duración y quienes hayan recibido una ayuda social del Estado. Para éstos se establece una prórroga de seis meses en los que pueden cobrar menos de 8,50 por hora.
En los últimos años Alemania ha logrado reducir el paro y mantener a flote su economía. Pero ello ha llegado a través de fórmulas como los llamados minijobs, trabajos por horas en los que no se puede cobrar más de 450 euros al mes y que cuentan con un tramo privilegiado del IRPF y cotizan muy poco en el fondo de pensiones. Es posible solicitar una ayuda social al Estado alemán si se trabaja en un minijob. Estas ayudas suelen incluir parte del pago del alquiler de la vivienda, el seguro médico, descuentos en transporte y, según el caso, dinero en metálico. Los extranjeros beneficiarios también pueden recibir clases de alemán de forma gratuita. Se estima que en Alemania unos dos millones de personas las reciben, pero el Estado alemán está dificultando cada vez más el acceso de las personas migrantes a estas ayudas.
Quienes no soliciten la ayuda social tienen oportunidad de compaginar varios minijobs. Según cálculos de la Agencia Federal de Trabajo, casi un millón de jubilados en Alemania tienen un minitrabajo. Algunos siguen trabajando por mantenerse activos, pero otros lo hacen porque su pensión no les da para vivir.
Los españoles emigrados en Alemania también están pendientes de esa subida. En los minijobs, dado que no se ha tocado el salario máximo que se puede cobrar, la subida a 8,50 por hora sólo afecta en que tendrán que trabajar menos horas para no superar los 450 euros al mes.
Los sindicatos, aunque en algunos aspectos son aún algo escépticos, están bastante satisfechos. Kalle Kunkel, secretario de Salud de Ver.di, el sindicato del sector servicios más numeroso en Alemania, explica que "lo que rechazamos son las excepciones". También critica que "esta demanda de 8,50 por hora la hizo Ver.di en 2010, pero desde entonces los salarios reales se han reducido en un 8%", por lo que actualmente sería insuficiente. "Está previsto que se creen controles para que este salario mínimo se haga efectivo. Actualmente el empresario tiene que inscribir al trabajador en un registro, pero en ciertos sectores del gobierno esto se ve como excesivamente burocrático y se quiere eliminar, en teoría para facilitar la contratación, pero puede llegar a ser perjudicial porque flexibiliza demasiado".
Con estas cifras, el salario mínimo de un trabajador a jornada completa se sitúa en 1.473 euros en Alemania, uno de los países de Europa con mayor salario mínimo establecido, ya que anteriormente no contaba con sueldo mínimo interprofesional. A la cabeza se encuentran Luxemburgo, con un mínimo de 1.923 euros desde 2009, y Bélgica y Holanda, que lo fijaron en 1.502 euros. En España, en 2014 se aprobó una subida de tres euros y el salario mínimo se encuentra en 648,60 euros, lo que equivale a cobrar unos 2,70 euros por hora.
Esta ley es el resultado de una de las exigencias del partido socialdemócrata (SPD) para formar gobierno con el democristiano de Angela Merkel, la llamada 'Gran Coalición', pero han tenido que renegociar varios puntos para que saliese adelante. Las críticas que les hace el principal partido en la oposición, Die Linke, son que esta ley no cuenta con verdaderos mecanismos de control para su aplicación. Otro de los problemas que la formación de izquierdas critica es el hecho de que se excluya a ciertos grupos de ocupación y, sobre todo, estiman que los 8,50 euros por hora no son un salario mínimo digno.
Excepciones
El nuevo salario no afecta a los menores de 18 años sin formación, aprendices y aquellos trabajadores que se rijan por un convenio colectivo con salario propio, que tendrán una moratoria hasta diciembre de 2016 si el convenio está aún en vigor. Tampoco se beneficiarán los parados de larga duración y quienes hayan recibido una ayuda social del Estado. Para éstos se establece una prórroga de seis meses en los que pueden cobrar menos de 8,50 por hora.
En los últimos años Alemania ha logrado reducir el paro y mantener a flote su economía. Pero ello ha llegado a través de fórmulas como los llamados minijobs, trabajos por horas en los que no se puede cobrar más de 450 euros al mes y que cuentan con un tramo privilegiado del IRPF y cotizan muy poco en el fondo de pensiones. Es posible solicitar una ayuda social al Estado alemán si se trabaja en un minijob. Estas ayudas suelen incluir parte del pago del alquiler de la vivienda, el seguro médico, descuentos en transporte y, según el caso, dinero en metálico. Los extranjeros beneficiarios también pueden recibir clases de alemán de forma gratuita. Se estima que en Alemania unos dos millones de personas las reciben, pero el Estado alemán está dificultando cada vez más el acceso de las personas migrantes a estas ayudas.
Quienes no soliciten la ayuda social tienen oportunidad de compaginar varios minijobs. Según cálculos de la Agencia Federal de Trabajo, casi un millón de jubilados en Alemania tienen un minitrabajo. Algunos siguen trabajando por mantenerse activos, pero otros lo hacen porque su pensión no les da para vivir.
Los españoles emigrados en Alemania también están pendientes de esa subida. En los minijobs, dado que no se ha tocado el salario máximo que se puede cobrar, la subida a 8,50 por hora sólo afecta en que tendrán que trabajar menos horas para no superar los 450 euros al mes.
Es el caso de Alicia (nombre ficticio porque tiene miedo a ser reconocida en su trabajo): "Mi situación laboral seguirá siendo la misma, lo único que cambia es que trabajaré menos horas, pero mi sueldo será de 450 euros. Mi opción es buscarme otro minitrabajo".Los trabajadores con contrato a jornada completa han tenido más suerte. Elena Martínez trabaja en una empresa de atención al cliente y recibió hace unas semanas una carta informando de la subida de su salario, que le reportará unos cien euros más al mes. Aunque posteriormente su empresa suprimió un bono de 50 euros mensuales para transporte.
"Estoy contenta con que haya una subida salarial, aunque a efectos prácticos mi sueldo sigue siendo casi el mismo", explica.A pesar de esta ley, sigue habiendo gente que aún no sabe si la subida se aplicará en su trabajo. Raúl es un arquitecto andaluz que trabajaba desde 2012 en una empresa de arquitectura en la que hacía 40 horas semanales por 400 euros al mes. Firmó su contrato hasta octubre de 2015, pero al enterarse de la subida salarial decidió comentárselo a sus jefes. La respuesta fue su despido inmediato.
"Tras un mes echando currículums, la semana que viene empiezo de prueba en un nuevo trabajo y aún no me han concretado el sueldo, aunque les he hablado del mínimo y por ahora parece que están dispuestos a pagarlo", relata.La dificultad que supone para muchos extranjeros el idioma y el miedo a no encontrar otro trabajo mejor son los principales motivos por los que muchos no se plantean denunciar que en su trabajo no se cumplen las condiciones mínimas salariales.
Los sindicatos, aunque en algunos aspectos son aún algo escépticos, están bastante satisfechos. Kalle Kunkel, secretario de Salud de Ver.di, el sindicato del sector servicios más numeroso en Alemania, explica que "lo que rechazamos son las excepciones". También critica que "esta demanda de 8,50 por hora la hizo Ver.di en 2010, pero desde entonces los salarios reales se han reducido en un 8%", por lo que actualmente sería insuficiente. "Está previsto que se creen controles para que este salario mínimo se haga efectivo. Actualmente el empresario tiene que inscribir al trabajador en un registro, pero en ciertos sectores del gobierno esto se ve como excesivamente burocrático y se quiere eliminar, en teoría para facilitar la contratación, pero puede llegar a ser perjudicial porque flexibiliza demasiado".
Con estas cifras, el salario mínimo de un trabajador a jornada completa se sitúa en 1.473 euros en Alemania, uno de los países de Europa con mayor salario mínimo establecido, ya que anteriormente no contaba con sueldo mínimo interprofesional. A la cabeza se encuentran Luxemburgo, con un mínimo de 1.923 euros desde 2009, y Bélgica y Holanda, que lo fijaron en 1.502 euros. En España, en 2014 se aprobó una subida de tres euros y el salario mínimo se encuentra en 648,60 euros, lo que equivale a cobrar unos 2,70 euros por hora.






Corte de EEUU mantiene en secreto torturas de CIA
Una corte estadounidense ha obstaculizado los esfuerzos de la Unión
Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) para
revelar los documentos sobre torturas de la Agencia Central de
Inteligencia de EE. UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
Según el juez James Boasberg, de la corte federal del Distrito de
Columbia (Washington, EE.UU.), sin lugar a dudas, es muy probable que
finalmente ACLU gane acceso al documento que busca, pero eso no
corresponde a la corte.
El juez James Boasberg, de la corte federal del Distrito de Columbia
(Washington, EE.UU.).
El juez James Boasberg, de la corte federal del Distrito de Columbia
(Washington, EE.UU.).
De esta manera, el juez dejó claro el miércoles que “se quedarán en
secreto” los documentos del Senado de Estados Unidos sobre el plan de
torturas de la CIA, a los que ACLU se esfuerza por acceder.
El informe, divulgado en diciembre de 2014, revela los brutales métodos
de la CIA tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, autorizados
por la Administración del expresidente George W. Bush y el
exvicepresidente de EE. UU. Dick Cheney.
“Después de todo ACLU pide a la corte que se interponga en una
conversación de alto perfil que se ha llevado a cabo de una manera
atenta y cuidosa por otras dos ramas del gobierno”, afirmó Boasberg.
La ACLU también busca revelar otros documentos que según la llamada
"Panetta Review" tienen que quedarse en secreto debido a que podrían
dañar la seguridad nacional.
El documento fue aprobado por el Comité de Inteligencia del Senado de
Estados Unidos a finales de 2012 y su difusión al público fue autorizada
en abril de 2014.
Según el informe, de 525 páginas, las torturas y métodos de
interrogación que se emplearon fueron “mucho peor” de lo admitido
públicamente por la CIA.
Estos hechos han visto la luz pese a que el secretario de Estado
estadounidense, John Kerry, advirtió del impacto negativo que ello
podría tener para los intereses estadounidenses en el mundo.
Hispantv
"EEUU contribuye al
plan israelí de dominar Oriente Medio"
Publicado jueves, mayo 21, 2015 por La Verdad Oculta
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El Movimiento de la Yihad Islámica Palestina ha denunciado este jueves
la venta de armas estadounidenses al régimen de Israel y la ha
considerado “apoyo total” de Washington al plan israelí de dominar la
región de Oriente Medio.
Esta noticia desvela el apoyo total de Estados Unidos al plan sionista
para expandir su dominio total en la región, y Washington no presta
atención alguna a los palestinos que se encuentran al borde de someterse
a nuevas guerras con armas estadounidenses”.
“Esta noticia desvela el apoyo total de Estados Unidos al plan sionista
para lograr un dominio total en la región, y Washington no presta
atención alguna a los palestinos que se encuentran al borde de someterse
a nuevas guerras con armas estadounidenses”, ha afirmado el portavoz
del citado movimiento, Yusef al-Hasayana.
De acuerdo con el funcionario palestino, el único objetivo de Estados
Unidos en la región de Oriente Medio es conservar la seguridad del
régimen de Israel y asegurar su superioridad militar en la región.
Sin embargo, ha subrayado, este suministro de armas no convencionales
fortalece el “terrorismo sionista” en la región y al mismo tiempo
aumenta el odio de los pueblos regionales hacia el país norteamericano.
A este respecto, Al-Hasayana ha recordado también que durante las
guerras liberadas por el régimen de Israel contra la nación palestina,
los israelíes han utilizado armas de fabricación estadounidense.
Un misil tipo Hellfire aire-tierra, de fabricación estadounidense,
utilizado por el régimen israelí en su ataque contra la asediada Franja
de Gaza. 4 de enero de 2009
Un misil tipo Hellfire aire-tierra, de fabricación estadounidense,
utilizado por el régimen israelí en su ataque contra la asediada Franja
de Gaza. 4 de enero de 2009
Al final de sus afirmaciones, el titular palestino ha recordado que los
palestinos jamás se darán por vencidos y permanecerán en una fila unida
en la trinchera de resistencia para hacer frente a los ataques en su
contra.
Fuentes estadounidenses e israelíes han informado de nuevos contratos
multimillonarios de venta de armas de Washington al régimen de Israel y a
Arabia Saudí.
Según informes, la venta incluye 15.200 kits de orientación GPS para
equipar bombas, 700 de ellos dispuestos para bombas antibúnker modelo
BLU 109; 250
misiles tipo Hellfire aire-tierra; 3000 misiles antitanque;
bombas convencionales y bombas antibunker modelo BLU-113.
Bombas BLU-109
Bombas BLU-109
Todo esto tiene lugar mientras que el régimen de Israel posee, al menos,
80 ojivas nucleares, y el material necesario para producir hasta 190
más.
Los expertos en proliferación de armas nucleares estiman que el régimen
de Tel Aviv detuvo su producción de ojivas nucleares en 2004, “una vez
que alcanzó alrededor de 80 municiones”.
Hispantv



