domingo, 26 de febrero de 2017

OCCIDENTE: EL CÓMPLICE BANCARIO DEL ISIS


OCCIDENTE: EL CÓMPLICE BANCARIO DEL ISIS


Para el politólogo Bassam Tahhan*, el Estado Islámico no podría saber si Occidente, realmente, quiere su desaparición. Aclaramos la incógnita.



BASSAM TAHHAN ES UNO DE LOS ANALISTAS SIRIOS MÁS BRILLANTES Y CÉLEBRE ERUDITO EN CUESTIONES ISLÁMICAS
RT Francia: Según el último informe del centro para el estudio de la radicalización y violencia política (ICSR) las finanzas del ISIS están disminuyendo. ¿Crees que es el caso?
Bassam Tahhan (B. T.): Sí, es probablemente el caso porque algunos de los pozos de petróleo que controlaban fueron bombardeados. Por otra parte, una cosa que sabemos y que es muy importante, se refiere a que al ISIS le llega un gran monto económico por el chantaje al que somete a cientos de miles de ciudadanos, en un área que es casi la mitad de Francia. Obviamente, estas personas van huyendo a miles de Siria y viajan al Iraq liberado, a Turquía, a Jordania… Así que uno de los puntos débiles de la caída del estado islámico, es la diáspora que ha generado su presencia, la violencia e incluso es perceptible que, incluso los que apoyaron al ISIS, van abandonando a esos mercenarios. También es cierto que, como se indica en algunos informes, los museos fueron saqueados y vendieron joyas y bienes de tremendo valor histórico, pero ya prácticamente han sacado jugo a todo lo que robaron: no les queda casi nada. Siempre hay un final para todo. Y por encima, están los bombardeos rusos sobre sus centros de avituallamiento, de armamento y transporte, que dejaron inutilizada una buena parte de su infraestructura. Los ataques estadounidenses al ISIS no provocaron ningún daño.
RT Francia: Pero ¿a dónde va o iba todo ese dinero que ganaba el ISIS?
T. B.: Enviaban ese dinero a Occidente, a bancos de Francia, Italia, Reino Unido, mediante transacciones muy complejas realizadas por elementos de confianza en esas naciones. Y no olvidemos el petróleo que ha enviado y vendido a Turquía hasta hace pocos meses, cuyos beneficios iban a las familias de los combatientes mediante transferencias bancarias que todos desconocemos, pero que son reales y continuas. En este aspecto, los bancos en Turquía siguen siendo un astuto cómplice del ISIS.
RT Francia: ¿Quién le proporciona toda esta información sobre el estado de las finanzas de ISIS?
B. T.: Nos llega un montón de información, detallada y específica, sobre la fortuna y los gastos e inversiones del estado islámico, pero como es natural no quiero revelar detalles. Pero permítame que le cite dos lugares desde donde provienen los informes: de Turquía y desde los Estados Unidos de Norteamérica. Sin esas filtraciones no podríamos saber lo que ocurría con el dinero o cómo se repartía. No obstante, existen algunos vacíos que debemos llenar pronto, referidos a intermediarios y empresas que adquieren crudo de forma ilegal.
RT Francia: A pesar de todas estas revelaciones, apenas sabemos lo que está sucediendo dentro del estado islámico. ¿Cómo se sostiene aún en 2017?
B. T.: Todavía está vivo, aún mantiene sus relaciones comerciales. Hace unas semanas nos enteramos de que, a través de intermediarios, el ISIS se dedica a comprar acciones de empresas petrolíferas. Y creo que debemos desear buena suerte a los servicios secretos amigos (Rusia, Irán) para que ojalá destapen toda esa red financiera del ISIS en el extranjero.
NOTA.- Bassam Tahham es profesor sirio de lengua árabe y especialista en literatura y geopolítica.

¿Por qué China debe seguir apoyando al gobierno del presidente Nicolas Maduro?

¿Por qué China debe seguir apoyando al gobierno del presidente Nicolas Maduro? 



 




Basem Tajeldine
Rebelión


Días atrás tuve el desagrado de leer un pésimo artículo publicado por el tan criticado medio estadounidense The New York Times (NYT), escrito por Daniel Lansberg-Rodríguez bajo el título "La salida del dragón: por qué China debería abandonar a Maduro a su suerte"*. Para pena de los pensantes lectores de ese medio, quienes prefieren dejar de lado las pasiones y diferencias ideológicas en pro de la seriedad y produndidad de los análisis políticos, y para desgracia nuestra, quienes seguimos empeñados en buscar vida inteligente en la derecha venezolana y latinoamericana, éste escrito deja mucho que decir de un supuesto "ilustrado", "pensante" de la burguesía pro estadounidense, graduado en importantes universidades como Carleton, Chicago y Harvard, además, profesor adjunto de la Kellogg School of Management de Northwestern University, porque destila incomprensión de la realidad Latinoamericana y mundial, insana manipulación, rabia, intolerancia, amenazas contra los insumisos al imperio. No se equivoca el xenofobo presidente estadounidense Donald Trump cuando dice que "las cadenas CNN, BBC y NYT son parciales, deshonestos y enemigos del pueblo", solo agregaría que también lo son a sus tarifados e irresponsables columnistas.

Daniel Lansberg-Rodríguez inicia su escrito en el NYT con una banal manipulación de la realidad y la historia cuando dice "Pobre Venezuela, tan lejos de Dios y tan cerca de la República Popular de China". El "emérito" columnista quiso lucir originalidad y astucia al parafrasear una expresión atribuida al general y presidente mexicano Porfirio Díaz, pero que realmente perteneció al nacionalista abogado e historiador de ese país Nemesio Garcia Naranjo (1883-1962), quien en descarga contra el agresivo invasor estadounidense dijo "Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos". De entrada, Lansberg-Rodríguez pretendió manipular la historia y cobrar indulgencia con escapulario ajeno para desprestigiar al gigante dragón rojo y decirnos, en otras palabras, que China es la nueva maldición para la región porque vine a retomar el legado de agresión de Estados Unidos.

Todos los economistas y analistas serios, inteligentes, estudiosos están conscientes que al sistema capitalista mundial atraviesa por grandes dificultades imposibles de subsanar bajo las mismas armas del sistema. Economistas Premios Nobel como Angus Deaton (2015) quién dijo "que la crisis están creadas para beneficiar a los ricos"; Paul Krugman (2008) quien reconoció que "las acusaciones de "socialismo" no asustan tanto como la sensación de que el sistema (capitalista) está colapsando"; y Joseph Stiglitz (2001) quién a raíz de la crisis financiera desatada en 2008 admitió, también, "el fin del fundamentalismo de mercado", todos coinciden, de cierta forma, en que la crisis o colapso del sistema económico mundial capitalista ha profundizando las desigualdades sociales y provocado importantes en todos los órdenes: geopolíticos, ideológicos, sociales, hasta culturales en todas partes. Ningún país ha estado exento de ella, mucho menos un país monoproductor (petrolero) y dependiente, sin soberanía tecnológica ni alimentaria (importación de productos de primera necesidad) como lo es Venezuela.

Cuatro años continuos de caída de los precios del petróleo y encarecimiento mundial de los productos importados, de guerra especulativa y su impacto directo sobre una estructura económica construida en base a una renta petrolera muy disminuida, con grandes subsidios en la economía nacional, terminó provocando en Venezuela lo que muchos no dudan en definir como: colapso económico. Sin lugar a dudas, el 2016 significó el año más caótico que tuvo que enfrentar el pueblo venezolano y el gobierno asediado del presidente Nicolás Maduro, que pese, también, al bloqueo financiero motivado por las calificadoras de riesgo, el Estado venezolano pudo honrar "de manera meticulosa", tal como lo reconoce Lansberg-Rodríguez en su escrito, todos los compromisos adquiridos con los bonos soberanos y de su estatal petrolera PDVSA. Venezuela hizo un enorme sacrificio en pagos de más de 10 mil millones de dólares a sus acreedores de bonos, buitres que pretendían demandar al país, pero también reduciendo, y en ocasiones sincerando, las importaciones cuyo irremediable impacto negativo sobre el marcado nacional se sintió con la escasez de varios productos esenciales para la dieta del venezolano y los medicamentos importados.

El columnista reconoce en el presidente Maduro una "voluntad, casi sobrehumana, para seguir pagándole a sus acreedores mucho después de que la mayoría de los países se habrían rendido", con estas palabras evitó utilizar otras expresiones que pudieran comprometer su posición política contraria, porque en lugar de hablar de "voluntad sobrehumana", pudo emplear "responsabilidad", "seriedad", "racionalidad", etc. Sin embargo, también reconoce que pagar oportunamente los compromisos estuvo "basado en un cálculo" que pudo evitar mayores desastres en la economía nacional por las grandes demandas que el impago habría motivado, hasta un posible bloqueo internacional con consecuencias inimaginables.

Pero Lansberg-Rodríguez lamenta que China se haya convertido en el soporte "benefactor oriental del chavismo" que hizo posible que Venezuela pudiera honrar sus compromisos, ignorando por completo el apoyo también recibido de otros países amigos. Es aquí cuando el autor pretende meterse en aguas más profundas para darnos un rápido y superficial análisis geopolítico que pueda explicar el interes de China por Venezuela. Nos cuenta el "ilustrado" Lansberg-Rodríguez que:

"El romance de China con el Chavismo comenzó bajo el gobierno de Hugo Chávez. En 2001, Venezuela fue el primer país hispanoamericano en consolidar una “alianza de desarrollo estratégico” con China, relación que fue ascendida a “alianza estratégica integral” en 2014. Desde entonces China le ha prestado a Venezuela unos 60 mil millones de dólares (deudas principalmente reembolsada con petróleo), y estableció una compleja operación de financiamiento que abarca más de 600 proyectos de inversión. A cambio, las empresas Chinas han recibido acceso preferencial al mercado venezolano, así como lucrativas concesiones de infraestructura y manufactura. El flujo de los bienes chinos a Venezuela ha crecido exponencialmente; de menos de 100 millones de dólares en 1999 a 5,7 mil millones de dólares en 2014, sin contar ciertas compras gubernamentales como satélites y cargamentos de armas".

Tampoco deja escapar lo que para muchos analista es lo más importante en las relaciones bilaterales. Lansberg-Rodríguez toca de forma muy somera la relación de la afinidad política entre ambos países en los tema de soberanía nacional y la construcción de un orden mundial multipolar sin “intervencionismo imperialista” (-las comillas son de Lansberg-Rodríguez-), también la necesidad del gigante chino de garantizar con Venezuela su multiplicidad de abastecimiento de recursos energéticos (petróleo) necesario para el crecimiento de su economía y la natural búsqueda de nuevos mercados para la exportación de capitales y mercancías desde China que se dispone a través de las alianzas de Venezuela con el Caribe, centro y suramérica.

El criticado columnista del medio NYT reconoce también que Venezuela ha desempeñado el papel de interlocutor, especialmente "frente beneficiarios pequeños de sus programas internacionales de subsidios petroleros en Centroamérica y el Caribe" (PetroCaribe), lo que permitió su posicionamiento en la región con programa de inversión y banca lo que según Lansberg-Rodríguez estaban " diseñadas para excluir a Estados Unidos". El articulista pretende hacer creer que todo se trata de un plan maestro de "conquista" para aislar a Estados Unidos de la región. China sería hoy una especie de demonio "malvado" que se apoya en una "dictadura caribeña" (Venezuela) para expulsar a los "buenos" Estados Unidos de su histórico "patio trasero". Y para mayor descaro, trae la cita de un periódico panameño que no menciona, pero que había titulado una de sus portadas con “Adiós Tío Sam… hola Tío Chang”.

Es aquí cuando pierde completa cordura el catedrático autor para asomar su estúpida amenazas contra China, manifestando que ante un posible colapso del gobierno de Maduro "Algunos líderes de la oposición resienten que China sea el principal patrocinador del régimen (...) Lo que está en juego es más que la deuda. Bajo un gobierno de oposición, China también corre el riesgo de que le nieguen acceso al mercado o de perder proyectos de infraestructura y desarrollo. Algo similar le ocurrió a China a principios de la década en Libia. Al no cortar su apoyo a Muamar Gadafi, el gobierno chino se vio vetado para invertir en la Libia post-Gadafi" . Acto seguido lanza una amenaza contra los ciudadanos chinos recientes en Venezuela: " En Venezuela, un brote de saqueos en diciembre, que al parecer tenían como objetivo a los propietarios de negocios chinos en el interior del país,, evocó de manera espeluznante los últimos días de la era del dictador libio, cuando 35.000 ciudadanos chinos tuvieron que ser evacuados de ese país y se perdieron miles de millones de dólares en inversiones chinas. Al seguir apoyando al régimen Chavista de manera indefinida, China está repitiendo los mismos errores cometidos en Libia".

La rabia del autor se manifiesta en la miseria de su análisis que perdió completamente la seriedad y objetividad cuando pretendió intimidar a China siendo promontorio de un futuro de desgracia en Venezuela similar a la ocurrida Libia, provocada por la intervención de la OTAN que apoyó a grupos terroristas y bombardeó a las fuerzas del Estado libio, y cuyas consecuencias de caos, destruccion y muertes todavía las sigue padeciendo su pueblo. Una comparación de hechos nada inteligente para ahuyentar al dragón rojo de Venezuela y de toda la región.

China ha sabido jugar inteligentemente. Está consciente del liderazgo que juega Venezuela en la región, pese a los cambios ocurridos en Argentina y Brasil y a la caída de los precios del petróleo que hoy tienden a recuperarse. El gobierno del Comandante Chávez logró construir profundas relaciones de amistad y solidaridad con los pueblos del caribe, centro y suramérica que a pesar de haberse resentido en los ultimos 3 años con la caída de los precios del petróleo, el gobierno del presidente Maduro ha hecho importantes esfuerzos para mantenerlos y dinamizarlos en nuevas áreas.

Venezuela ha estado presente en la región caribeña brindando su ayuda amiga y solidaria, allí dónde los capitales estadounidense sólo saben de rentabilidad en sus negocios o simplemente se han escabullido en el pasado buscando mejores mercados en otros continentes y mayores tasas de ganancia. China no intenta explusar a Estados Unidos de la región, sino que ésta última la ha venido abandonado a su propia suerte. La ausencia de los capitales estadounidenses, el abandono de la región fue cubierta, en parte, por Venezuela, y hoy con mucha mayor fuerza y posibilidades, por China.

Los sabios estrategas chinos saben que Venezuela tiene muchas posibilidades de recuperarse, posee un pueblo joven, muchos recursos naturales y un mundo de fuerzas productivas por desarrollar; y que además de compartir varios aspectos y visiones políticas con China, posee un gobierno que está resuelto a resistir y se preocupa por honrar todos los compromisos internacionales. Por otro lado, entiende que el mercado de los precios del petróleo no seguirá a la baja por mucho tiempo, sino que tiende a recuperarse, lo que tendrían impacto positivo directo sobre la economía venezolana, y la geopolítica regional. El Estado venezolano tiene hoy como reto aprender de las duras lecciones de cuatro años de crisis generada por una economía rentista, y la guerra económica de los capitales parásitos venezolanos, para transformar definitivamente ese modelo.

Si el gobierno venezolano logra atravesar las tormentas de dificultades económicas, y vencer en la guerra impuesta por la burguesía parásita del país, transformando la estructura económica rentista dependiente del país en una nueva economía productiva, tendría garantizado la estabilidad política y continuidad en el Estado por mucho tiempo. Pero en el supuesto que no lograse sobrevivir a los embates, tampoco un "posible" gobierno de la derecha podría sobrevivir por mucho tiempo a la crisis rentista sin el apoyo económico del dragón rojo. Lansberg-Rodríguez parece ignorar la realidad que Estados Unidos no tiene nada que ofrecer a la región, sino quitar. No tiene más interés en la región que sus recursos naturales, y la actual administración de Donald Trump prioriza en la política "America first", "in door" que promueve reconstruir su economía muy golpeada por la globalización, revisar o eliminar los Tratados de Libre Comercio (TLC) para hacer que vuelvan las industrias estadounidenses a su país de origen. Además, intenta ocultar la importancia de China, que tiene mucho que ofrecer a la región exportando capitales, que en los últimos años ha ejecutado grandes inversiones en obras civiles y productivas que van más allá de las meras inversiones en las áreas extractivas de recursos naturales en Venezuela y toda la región; inversiones que no dejan de asombrar a las autoridades y expertos de la CEPAL**.

Los estrategas del gran país asiático se distinguen por la paciencia, confianza, profundidad y una visión más completa de la realidad geopolítica regional y mundial, de lo que carece Daniel Lansberg-Rodríguez, y nunca podrá entender. Pedirle a China que abandone a Venezuela a su suerte y salga de la región es como pedirle que se debilite, se aisle, se suicide y se abandone así misma a su suerte. Es realmente estúpido. La estrategia inteligente, la sensatez es la razón que explica el empeño del gobierno chino de apoyar la transformación económica de Venezuela y de la región.

Fuentes:

* Artículo publicado por el NYT

http://www.nytimes.com/es/2017/02/16/la-salida-del-dragon-por-que-china-deberia-abandonar-a-maduro-a-su-suerte/?smid=fb-espanol&smtyp=cur

** Inversiones Chinas en la región

http://www.cepal.org/es/noticias/destacan-gran-potencial-inversiones-chinas-sector-infraestructura-america-latina-caribe

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Nigeria: niñas y mujeres usadas como armas de guerra, por Prensa Latina





voltairenet.org
Nigeria: niñas y mujeres usadas como armas de guerra, por Prensa Latina
Prensa Latina,Red Voltaire



El empleo en atentados de mujeres y niñas secuestradas –que explotan como virtuales bombas humanas en medio de grupos de civiles o militares– por parte de islamistas nigerianos, deviene una de las más crueles formas de guerra de la historia.

Esos métodos –comparables a las guerras del gran mongol Gengis Kan (1162-1227) que obligaba a prisioneros enemigos a marchar al frente de la tropa para combatir contra sus propios pueblos– ensombrecen hoy día la tranquilidad de aquel país de África occidental.

Lo que al principio fueron noticias aisladas sobre personas, sobre todo hombres, inmolados en un acto terrorista o de guerra contra objetivos militares o civiles, fue evolucionando hacia un recurso cada vez más frecuente contra las mujeres, incluidas las niñas.

En la Nigeria actual son cada vez más frecuentes las llamadas “mujeres suicidas” de cualquier edad, que estallan en medio de un concurrido mercado al detonar sus fajas de explosivos ceñidas al cuerpo.

El crimen incluso es doble, si se considera que la mayoría de ellas son secuestradas y sometidas quién sabe a qué “técnicas” de preparación antes de materializarse la acción bélica dentro de la realidad homicida que vive el país.

Así, muchos especulan ahora sobre la buena suerte que tuvieron en días pasados las 1 mil 880 mujeres y menores que el Ejército rescató luego de ser raptadas por la secta Boko Haram en el norteño bosque de Sambisa, muchas de las cuales quizás se salvaron de la deflagración viviente en medio de cualquier muchedumbre.

Inmolación femenina

La diversidad de modos en que transcurren los hechos y su reflejo equivalente en los correspondientes estilos y tendencias periodísticas asumió ya en el presente año una cruel integralidad con una noticiosa replicada por decenas de agencias cablegráficas y otros medios de prensa, más o menos de la forma siguiente:

“Abuja, 13 ene: Un triple atentado suicida ejecutado por igual cantidad de mujeres, una de ellas con un bebé cargado a su espalda, causó hoy nueve muertos y 14 heridos en el Noroeste de Nigeria, informó la Agencia Nacional para el Manejo de Emergencias (ANME)”.

Según la fuente, el estallido de los artefactos portados por la mujer con su hijo cargado a la espalda, únicos muertos entre los atacantes, fue uno de los peores capítulos de la escalada criminal surgida meses atrás mediante muchachas con explosivos fijados al cuerpo y detonados a distancia.

Niñas de Chibok, ensayos para matar

Esa forma de hacer la guerra a través del sacrificio de inocentes, que mata a ciegas, sin identificar a quién ni determinar si es o no enemigo, cobró fuerza en especial durante estos 2 años transcurridos, después del secuestro en abril de 2014 de 276 niñas escolares de una secundaria en la localidad nororiental de Chibok.

Una cifra aún por fijar de aquel grupo fue objeto de ese tipo de atentados tras su rapto, reivindicado por Boko Haram, que despertó gran conmoción dentro y fuera del país y todavía acapara la atención de la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Africana y otros organismos internacionales.

El Ejército, y también el gobierno mediante negociaciones con los captores, recuperaron hasta ahora a decenas de esas chicas del campamento madre islamista en el bosque nororiental de Sambisa, un área de 60 mil kilómetros cuadrados donde se supone que fueron escondidas tras el secuestro, pero aún quedan unas 200 cautivas de esos extremistas.

Los soldados continúan la búsqueda y hace poco encontraron a otra de ellas, Rakiya Abubkar, junto a su bebé de 6 meses, pues se estima que muchas fueron también violadas u obligadas a casarse con algunos de sus captores.

El inusual secuestro en masa de niñas, muchas de ellas ya convertidas en mujeres durante los 3 años de raptadas, conmovió tanto a la sociedad nigeriana que fundó un grupo con una campaña de protesta en las redes sociales bajo el nombre de Bring Back Our Girls (Devuélvannos a Nuestras Chicas).

¿Cómo convencen a las suicidas?

Instituciones benéficas, medios de prensa y estudiosos desconocen aún cuáles son los “argumentos” de la secta fundamentalista para persuadir a las víctimas a colocarse los letales cinturones, trasladarse a lugares de mucho público, con o sin soldados, y permitir su explosión como virtuales petardos humanos.

Algunos de los investigadores aceptan que los miembros del grupo islamista, a quienes se atribuyen unos 20 mil muertos y 2.6 millones de desplazados en sólo 7 años de acciones, usan amenazas de muerte contra familiares de las suicidas y argumentos religiosos, como la entrega ante Alá mediante ese postrero acto de sacrificio.

Otros consideran que los captores también se valen de la ignorancia de las víctimas, entre otras cosas por desconocer estas que quienes las prepararon detonan sus explosivos mediante control remoto, quién sabe desde dónde.

También es otro diseño letal de los extremistas combinar los atentados entre personas de los dos sexos, como ocurrió días atrás en la explosiva localidad noroccidental nigeriana de Maiduguri, centro de operaciones de Boko Haram, en una secuencia de acciones que causó ocho muertos.

El primer ataque fue protagonizado por tres hombres que murieron al detonar sus cinturones de explosivos en un puesto militar y ultimar también a un civil que trabajaba como voluntario, pero el segundo fue ejecutado por dos mujeres suicidas que perecieron y se llevaron consigo a otras dos personas.

Sin embargo, en estos tiempos de agresiones nigerianas parece imponerse la utilización de féminas en esos actos, y el 16 de enero pasado ocurrió otro siniestro capítulo con el protagonismo de una niña en la universidad nigeriana de Maiduguri.

El ataque, que provocó cuatro muertos y 17 heridos, comenzó cuando una adolescente de alrededor de 12 años llegó al centro con su carga mortal, según el superintendente de la Policía, Víctor Isuku, pero esta vez el modus operandi fue aún más macabro, pues el detonante fue un disparo. “Su cuerpo explotó al instante de recibir el tiro”, subrayó el oficial.

Rebelion. El hambre, el arma de los fuertes contra los débiles





rebelion.org
Rebelion. El hambre, el arma de los fuertes contra los débiles



Los niños amenazados del Yemen no figuran en los grandes titulares.

Si realmente se quisiera la prueba de que el hambre no es un desastre natural o cualquier otra fatalidad que pesara sobre las tierras abandonadas por los dioses, bastaría con observar el mapa de las futuras hambrunas. Este mapa, diseñado por el economista jefe del Programa Mundial de Alimentos, Arif Husain, es contundente. Según él, 20 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre en cuatro países en los próximos seis meses: Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y Somalia (http://ici.radio-canada.ca/nouvelle…). Ahora bien, la principal causa de esa inseguridad alimentaria es política. Cuando no ha sido directamente provocada por el caos generador del subdesarrollo o la interrupción de los suministros, la intervención extranjera ha echado leña al fuego. La guerra civil y el terrorismo han arruinado las estructuras estatales, banalizando la violencia endémica y provocando el éxodo de la población.

En el Yemen los bombardeos saudíes han generado desde marzo de 2015 un desastre humanitario sin precedentes. La ONU se alarma ante esta situación, ¡pero fue una resolución del Consejo de Seguridad la que autorizó la intervención militar extranjera! El cierre del aeropuerto de Sanaa y el embargo infligido por la coalición internacional han privado a la población de medicamentos. Las reservas de trigo disminuyen a ojos vistas. Los bancos extranjeros rechazan realizar operaciones financieras con los bancos locales. Catorce millones de personas, es decir el 80 % de la población, tiene necesidad de ayuda alimentaria, unos dos millones en forma urgente. 400.000 niños están desnutridos. Al ser considerada culpable de apoyar al movimiento Houthi, la población yemení está condenada a muerte. Las potencias occidentales participan de ese crimen masivo proporcionando armas a Ryad.

En Nigeria la caótica situación en la que se ha visto sumergido el noreste del país gangrena toda la región. Millones de personas se hacinan en los campos de refugiados huyendo de la violencia del grupo Boko Haram. Estas poblaciones, que son totalmente dependientes de la ayuda humanitaria, “sobreviven a temperaturas de 50° C en chozas con techo de uralita, con un solo acceso al agua, con cocinas comunes y una comida por día”, explica Arif Husain. Alimentado por la propaganda saudí, el terrorismo desafía actualmente a este Estado, el más poblado del continente cuya población se calcula que llegará los 440 millones en el 2050. Luego de la calamitosa destrucción de Libia por la OTAN el África subsahariana se ha convertido en el territorio de caza preferido de los yihadistas. El hambruna anunciada es consecuencia directa de esa desestabilización.

En Sudán del Sur la proclamación de la independencia en 2011 desembocó en una guerra civil en la que dos campos rivales se disputan el control de las riquezas energéticas. Este Estado secesionista, fragmentado, enclavado, mutilado de su norte al que lo enfrentó una interminable guerra civil, es fruto de la estrategia estadounidense. Esta creación artificial tenía el objetivo de contrarrestar la influencia de Sudán, desde larga data inscrito en la lista de los “rogue states” [N. de la T.: “Estados canallas”]. Nacido en la fuente bautismal de Washington, que armó la guerrilla secesionista de John Garang durante 20 años, Sudán del Sur es hoy en día una región en ruinas. Desde diciembre de 2013 han muerto varias decenas de miles de personas, 2,5 millones han huido de sus hogares y cerca de 5 millones se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria “sin precedentes”, según la ONU. Si alguien quiere reclamar, se ruega que se dirija a los “neocons” de Washington.

En Somalia los avatares climáticos amenazan con la proximidad de un nuevo desastre alimentario. En el 2011 la terrible hambruna que siguió a la sequía provocó 260.000 muertos. La vulnerabilidad de la agricultura hortelana refleja el estado de subdesarrollo del país, fraccionado en una decena de grupos políticos rivales. El sangriento reino de los señores de la guerra locales, las intervenciones militares extranjeras (EE.UU., Etiopía, Kenia), la influencia creciente, sobre un fondo de descomposición política, de la organización radical islámica Al-Shaab, ha otorgado a este país el índice de desarrollo humano más bajo del planeta. Luego de la caída del régimen marxista de Syaad Barré en 1991 se fueron desvaneciendo las estructuras estatales. La economía está exangüe y el sistema educativo descalabrado. El aumento de los precios de los alimentos y la caída de los salarios hacen temer lo peor hoy en día.

Lamentablemente, otras zonas de tensión provocan inquietud. Los actuales conflictos en Siria, Irak, Afganistán, Ucrania, Libia, Zimbabue, trastornan las condiciones de vida y generan flujos migratorios. Finalmente, algunos otros países viven una inseguridad alimentaria crónica: la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Burundi, Mali, Niger. No es casual que la mayoría de estos países sean presa de una guerra civil, del terrorismo y de la intervención militar extranjera. El desorden que los asola es en primera instancia de naturaleza política y geopolítica. Lejos de ser una fatalidad es el resultado de causas endógenas y exógenas identificables. Las hambrunas no caen sobre los condenados de la tierra como un rayo. Es el arma de los poderosos para aplastar a los débiles.

Bruno Guigue es un ex alto funcionario, analista político y profesor en la Universidad de la Réunion. Es autor de cinco libros, entre ellos Aux origines du conflit israélo-arabe, L’invisible remords de l’Occident, L’Harmattan, 2002, y de numerosos artículos.

Fuente: http://arretsurinfo.ch/la-famine-arme-des-forts-contre-les-faibles/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción