martes, 20 de junio de 2017

Quién controla la información y por qué


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Quién controla la información y por qué

Octubre

Hace poco, el compedio de reglas y restricciones de uso de Facebook cayeron en las manos de reporteros del periódico The Guardian. Según un artículo de investigación, los operadores de la gigante empresa de tecnología tienen la facultad para decidir exactamente qué pueden o no publicar en sus páginas los 2 mil millones de usuarios de esta red social. El reportaje ha generado una intensa discusión sobre la inexistencia de normas éticas que pudieran evitar la censura por parte del gigante de la tecnología; de igual forma, sobre la decisión de las agencias de inteligencia de Estados Unidos de espiar a sus ciudadanos, lo cual viola la Ley de Libertad de EE.UU (The USA Freedom Act).
El hecho de que EEUU creó el Internet como una herramienta para ejercer control sobre el espacio de información, como un ambiente conveniente para el espionaje, la recolección de datos sucios y la difusión de mentiras está demostrado desde hace mucho tiempo. Para los ingenuos que se niegan a creer los hechos fácticos, sólo se puede recordar un viejo dicho: no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Pero, ¿quién es el dueño del Internet supuestamente libre? ¿Quién lo creó y por qué?
Según Reuters, sólo el año pasado la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) interceptó 151 millones de llamadas telefónicas de ciudadanos estadounidenses, a pesar de que el Congreso había limitado la capacidad de ejercer vigilancia a las agencias de inteligencia mediante la Ley de Libertad de EEUU según la cual los tribunales deben decidir cuándo permitir que las agencias de inteligencia recopilen información sobre una persona sospechosa con actividad delictiva.
Sin embargo, el control de los servicios de inteligencia estadounidenses sobre el espacio mundial de información ha sido descubierto por un sinfín de publicaciones en medios de comunicación estadounidenses y extranjeros, mostrando que EEUU está violando groseramente incluso los derechos humanos más básicos, al crear un sistema de interceptación electrónica y procesamiento de todo tipo de datos sobre usuarios en Internet.
Las agencias de inteligencia de EEUU y Gran Bretaña violan leyes nacionales e internacionales
No es una exageración afirmar que todos los aspectos de nuestra vida cotidiana están siendo controlados: conversaciones telefónicas, mensajes de texto, todo lo que escribimos en redes sociales y lo que enviamos por correo electrónico. De este modo, el periódico británico The Guardian confirmó la existencia de intercambio de información sobre mensajes electrónicos interceptados de ciudadanos estadounidenses y ciudadanos británicos ente las agencias de inteligencia estadounidenses y la Central de Comunicaciones del Gobierno británico. Incluso los tribunales británicos reconocieron la ilegalidad de dicha cooperación -la que existe desde hace al menos siete años-, ya que se llevó a cabo violando las convenciones internacionales sobre derechos humanos.
Además, The Guardian también reveló que las escuchas telefónicas que Mi-5 y Mi-6 autorizó para interceptar las consultas entre ciudadanos del Reino Unido y sus abogados y alcanzar ventaja durante los juicios, constituyen una violación tanto de leyes nacionales como de las normas internacionales.
The Intercept también reveló que la NSA y sus socios británicos de la Central de Comunicaciones del Gobierno Británico robaron las claves de cifrado del fabricante de tarjetas SIM más grande del mundo (Gemalto), en los Países Bajos. Esto permitió a las agencias de inteligencia de ambas naciones aprovechar todo tipo de conversaciones telefónicas e interceptar cualquier información enviada a través de un dispositivo móvil con una tarjeta SIM producida por Gemalto.
A finales de 2014, el Wall Street Journal también reveló las prácticas que permitieron a las agencias de inteligencia estadounidenses registrar la información almacenada en millones de teléfonos celulares de EEUU a través del uso de spyware especial. Además, Wikileaks publicó documentos de la CIA que muestran que esta agencia es capaz de interceptar mensajes enviados a través de aplicaciones que utilizan mensajes cifrados como WhatsApp, Telegram y Signal.
Cabe señalar que las agencias de inteligencia de EEUU han sido bastante metódicas en la recopilación de información que de una u otra forma se podría utilizar no sólo contra los ciudadanos comunes, sino incluso contra las principales figuras políticas. En octubre de 2013 estalló un escándalo por la escucha telefónica por parte de la Agencia de Seguridad Nacional del teléfono de la canciller alemana Angela Merkel. Resultó que la NSA había estado llevando a cabo tales intromisiones durante más de diez años para el momento del incidente. Finalmente, el impasse fue minimizado y no ocurrió cambio real alguno de esas prácticas maliciosas.
¿Cuántas otras revelaciones sobre el control total que las agencias de inteligencia estadounidenses ejercen sobre el espacio de información deberán ser expuestas antes de que la actitud de burla hacia los derechos humanos y la libertad de expresión de Washington finalmente sea desafiada y detenida?

Publicado originalmente en New Eastern Outlook. La traducción para Misión Verdad la hizo María Luisa Salazar.

La Legión española ha participado en las maniobras militares de la OTAN en Rumanía


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La Legión española ha participado en las maniobras militares de la OTAN en Rumanía

Octubre

En las maniobras de la OTAN en Rumanía, llamadas por su nombre en clave “Noble Jump”, han participan desde el 17 de mayo hasta el 14 de junio 4.000 soldados de las fuerzas especiales procedentes de ocho países.
Las operaciones que tienen lugar en Cincu adiestran a los comandos de operaciones especiales para reforzar a la fuerzas de intervención rápida dsplegadas en las inmediaciones de Rusia.
Se celebran bajo la dirección del general Philip M.Breedlove, comandante supremo de la OTAN en Europa, quien ha confesado que el objetivo es mantener a las fuerzas preparadas ante cualquier eventual crisis.
La primera etapa de las maniobras tiene por objeto el transporte de fuerzas y equipos militares al campo de batalla, donde deberán apoyar a unas tropas en estado de combate.
La OTAN ha creado lo que califica como “Very High Readiness Joint Task Force”, un dispositivo de combate de varios países miembros altamente reactivo y capaz de entrar en combate en el plazo máximo de 48 horas después de la alerta.
Como es habitual, España forma parte de las maniobras con la Legión junto a otros países, como Holanda, Polonia, Albania, Rumanía, Norueba, Reino UNidos y Gran Bretaña.
Las maniobras finalizaron el miércoles con unos ejercicios de tiro al que asistieron un selecto elenco de figurones políticos y expertos en el arte de la guerra imperialista.

Se publica toda la documentación secreta sobre el derrocamiento de Mossadegh por la CIA en 1953


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Se publica toda la documentación secreta sobre el derrocamiento de Mossadegh por la CIA en 1953

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Después de más de medio siglo de espera, el jueves el Departamento de Estado desclasificó los últimos documentos confidenciales sobre la intervención de la CIA en el golpe de Estado que el 19 de agosto de 1953 derrocó a Muhammad Mossadegh del gobierno de Irán tras la nacionalización del petróleo.
Los documentos estaban depositados en los archivos de la Universidad Georges Washington y desmienten rotundamente las informaciones oficiales emitidas en su tiempo, tanto por la Casa Blanca, ocupada entonces por Eisenhower, como por el gobierno británico que también participó en el golpe de Estado.
La iniciativa del derrocamiento partió de los británicos, pero al principio Truman se negó a ayudarles, hasta que resultó elegido Eisenhower, que dio carta blanca a lo que la CIA calificó como Operación Ajax.
Una parte de los archivos ya fueron revelados hace años por el periódico Saturday Evening Post y otros detalles fueron conocidos por los mercenarios del MI6 y la CIA que participaron en el derrocamiento. El 16 de abril del 2000, el reportero James Risen, del New York Times añadió nuevas informaciones en una serie de reportajes.
En 1989 el Departamento de Estado siguió desclasificando con cuentagotas partes importantes de los archivos secretos, aunque dejó fuera todo lo concerniente a la intervención de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Más importante fue el descubrimiento de “Las joyas de la familia”, publicadas por otros dos periodistas del New York Times, Stephen Kinzer y Tim Weiner, que aparecieron en dos libros: “Todos los hombres del Sha”, en 2005, y “Legado de cenizas: historia de la CIA”, en 2008.
Sin embargo, las intensas controversias sobre una de las primeras crisis serias de la Guerra Fría no se pudieron cerrar. El derrocamiento de Mossadegh marca el relevo del imperialismo británico por el estadounidense y el entrenamiento de la recién creada CIA en una de sus primeras agresiones, que sería seguida luego por otras parecidas a lo largo de los cinco continentes.
El gobierno de Mossadegh fue el primero elegido democráticamente que tuvo Irán que, desde entonces, jamás ha podido recuperarse del golpe recibido. Marca el inicio de un resentimiento popular contra el imperialismo que, con el tiempo, ha crecido exponencialmente.
Las agresiones de Estados Unidos contra Irán no empiezan, pues, como expone la película “Argo” de Ben Affleck. Tampoco tienen como origen la existencia en dicho país de un régimen democrático ni autocrático, sino su posición estratégica en Asia central y los enormes recursos en materias primas que hay bajo su suelo.
La Operación Ajax es uno de los acontecimientos más importantes de la Guerra Fría que explica las nuevas formas de funcionamiento que tuvieron que poner en marcha los imperialistas después del triunfo de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.

El Che: pedagogo de la revolución

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El Che: pedagogo de la revolución

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A la memoria de Fernando Martínez Heredia,
entrañable guevarista gramsciano
Hernán Ouviña/El Furgón – Una de las figuras más descollantes del marxismo latinoamericano es sin duda la de Ernesto “Che” Guevara, nacido casualmente un 14 de junio, en el mismo día y año en que José Carlos Mariátegui celebra su cumpleaños número 33 y son paridos los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. No son éstas, por cierto, las únicas coincidencias y afinidades que tiene con el Amauta. Entre ellas, quizás una de las más notables es la centralidad que ambos le otorgan a los procesos educativos y a la formación política en el marco de sus respectivos proyectos emancipatorios, algo que los sitúa entre los revolucionarios más sugerentes y originales de Nuestra América.
En el caso específico del Che, es conocida su afición constante por el conocimiento y la investigación de la realidad latinoamericana, en aras de su radical transformación, desde sus tempranos años de joven estudiante de medicina. Será durante ese trashumante periplo -realizado entre 1951 y 1955- que se irá politizando a partir de la experiencia concreta y el contacto directo con territorios y vivencias de lo más diversas, signadas en la mayoría de los casos por la pobreza y la opresión extrema. De ellas deja un minucioso registro en sucesivos diarios de viaje, donde las reflexiones filosóficas y políticas se conjugan con poemas y cartas intimistas, así como en artículos periodísticos que publica en Centroamérica y en apuntes de lecturas o anotaciones bibliográficas, que llegan a involucrar como propuesta la futura elaboración de un libro sobre la función social del médico en los lugares más postergados de nuestro continente. Este prolongado e intenso período iniciático marca a fuego a Ernesto Guevara, como atento estudiante de esa frondosa y compleja escuela a cielo abierto que constituye para él América Latina, a tal punto que en las hojas donde brinda testimonio de su primer viaje escribe: “este vagar sin rumbo por nuestra ‘Mayúscula América’ me ha cambiado más de lo que creí”, y en vísperas de su cumpleaños número 24 sentencia de manera premonitoria que “aunque lo exiguo de nuestras personalidades nos impidan ser vocero de su causa, creemos, y después de este viaje más firmemente que antes, que la división de América en nacionalidades inciertas e ilusorias es complemente ficticia”.

Tras una breve estancia en la Guatemala de Jacobo Arbenz, para cuyo gobierno pone a disposición sus conocimientos médicos y su compromiso militante en defensa de los intereses populares frente a la arremetida golpista liderada por Castillo Armas, recala en México, donde conoce al núcleo de exiliados cubanos que darán origen al Movimiento 26 de Julio, y se embarca en el proyecto de liberar definitivamente a la isla caribeña del yugo que la oprimía. La Sierra Maestra será su segunda escuela sin tinglado. En ella alterna en un comienzo su rol de médico y combatiente, e impulsa ya como guerrillero -luego de abandonar su botiquín y resolver “el dilema de elegir entre la medicina y mi deber de soldado revolucionario”– espacios de alfabetización y educación popular junto con el campesinado. Asimismo, en 1957 crea Radio Rebelde y el periódico El cubano libre, con similares fines formativos y de concientización de las y los guajiros. Sin duda que tanto el Che como Camilo Cienfuegos -y más aún el propio Fidel- cumplieron no solamente un papel descollante, sino incluso único, en el proceso revolucionario cubano. El Che llegó a plantear como hipótesis que sin Fidel la revolución no hubiese sido siquiera posible (al respecto, vale la pena leer su maravilloso y formativo texto titulado “Cuba: ¿excepción histórica o vanguardia de la lucha anti-colonista?”). Sin embargo, es importante incluir y ponderar sus aportes y su rol dirigente en el marco de un proceso sumamente complejo y multifacético, de sujetos, organizaciones, geografías y variadas relaciones de fuerzas, así como temporalidades y ritmos históricos diversos. En particular, revalorizar en ese marco el papel del campesinado como sujeto político y educador colectivo, pero también el del movimiento obrero y el de la juventud, así como el protagonismo estudiantil y el de las mujeres, que en muchos casos quedan opacados o directamente se omiten en el relato épico militante (¿o acaso fueron sólo “barbudos” quienes entraron triunfantes a La Habana?). Un interesante y pedagógico escrito del Che que apela a una lectura de este tipo es “Lo que aprendimos y lo que enseñamos”. Publicado significativamente el 1 de enero de 1959 en el periódico Patria, en él aparece el mutuo aprendizaje y la reciprocidad de saberes (es decir, no la dicotomía saber/no saber, sino la diferencia y complementariedad de saberes) que circulan entre el núcleo inicial del Movimiento 26 de Julio y las masas campesinas de la Sierra Maestra, durante ese conocerse y re-conocerse como partes fundantes de un mismo proyecto revolucionario.

El año 1959 oficia de parteaguas en Cuba e incluso a escala continental y mundial. Para el Che, es el cierre de un período de lucha encarnizada y a la vez el inicio de un proceso de sistematización -de “teorizar lo hecho”, de acuerdo a sus propias palabras- y de enorme aprendizaje colectivo, pero también de apuesta estratégica por sentar las bases de la nueva sociedad en gestación, es decir, de la autodeterminación del pueblo cubano sin copiar modelos ni implantar receta alguna. En este contexto convulsionado -donde de lo que se trataba era de incendiar el Océano, según la emotiva anécdota relatada por Fernando Martínez Heredia-, el papel del Che es clave en la batalla de ideas y en la disputa cultural en favor de un socialismo anti-burocrático y participativo, cuya columna vertebral debía ser la creación del hombre y la mujer nuevos desde una perspectiva integral. En cada una de estas apuestas pedagógico-políticas, al Che lo obsesiona aportar a la creación de las condiciones subjetivas que fortalezcan el proyecto emancipatorio en curso, y dentro de él aprender y enseñar a analizar con cabeza propia, ya que como supo afirmar ese magistral educador popular que fue Fidel Castro, durante los convulsionados primeros años de la revolución cubana, no se trataba “de adoctrinar, de inculcarle de ‘a porque sí’ algo a la gente, sino de enseñar a analizar, de enseñar a pensar, a darles elementos de juicio para que comprendan” por sí mismos. A la vez, este planteo se combinaba con la necesidad de que la formación política fomente la organización revolucionaria, en la medida en que, al decir del Che, “si no existe organización, las ideas, después del primer impulso, van perdiendo eficacia, van cayendo en la rutina, en el conformismo y acaban por ser simplemente un recuerdo”.
Es interesante también recordar que la manía de llevar cuadernos de viaje o diarios de campaña, no es un rasgo sólo de su momento juvenil, sino que está presente en el Che hasta sus últimos días de vida, en tanto compromiso personal de asumir al registro y la transcripción en apuntes, de lo sentido, reflexionado y vivido, como parte ineludible de los procesos de lucha y construcción política colectiva. Este conjunto de borradores debe concebirse una dimensión central de la obra militante del Che, ya que en ellos el pensamiento autónomo y la “teorización de lo hecho” darán vida a textos emblemáticos para el estudio riguroso de -y la intervención activa en- los procesos emancipatorios de Cuba y de Nuestra América, entre los que se destacan Pasajes de la guerra revolucionaria y La guerra de guerrillas. Sin embargo, este tipo de materiales no constituyen una cantera de tácticas y estrategias correctas para todo tiempo y lugar. Antes bien, ofician de estímulo -o brújula amautica- para la reflexión y la acción distantes de todo dogmatismo, ya que el estudio específico de cada realidad concreta  es uno de los principios básicos del marxismo, por lo que tal como llega a expresar de manera lapidaria el Che en una de sus cartas, los manuales tienden a desvirtuar los fundamentos del marxismo o a reducirlos a un dogma, en particular los “ladrillos” elaborados por la URSS, debido a que “tienen el inconveniente de no dejarte pensar; ya que el partido lo hizo por ti y tú debes digerir. Como método, es lo más antimarxista, pero además suelen ser muy malos”.
No obstante, sería injusto reducir la concepción de la formación política en el Che, a la lectura y al estudio colectivo del marxismo, o incluso de otras tradiciones revolucionarias ajenas a él, pero imprescindibles para todo/a militante crítico, salvo que se pretenda desvirtuar toda cultura emancipatoria y convertirla en mero “seguidismo ideológico”, tal como denuncia en aquella misma epístola. De acuerdo a Guevara, la emulación, el trabajo voluntario y el ejemplo cotidiano son enormes formadores de conciencia, la arcilla o base sobre la cual prefigurar una subjetividad contraria a la que nos impone el capitalismo como sistema de dominación múltiple. En efecto, la escritura y difusión de textos como El socialismo y el hombre nuevo en Cuba -donde afirma que durante la edificación del socialismo “la sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela”-, tiene como presupuesto a las numerosas jornadas de trabajo voluntario en las que participa tanto en el campo como en la ciudad, al igual que la enconada polémica en torno a la importancia de los estímulos morales (y como contra-cara, la furibunda crítica a la pretensión de querer “construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo”), resulta impensable sin las batallas diarias que libra como presidente del Banco Nacional o en tanto Ministro de Industrias (donde fomenta, además, seminarios de lectura detallada de El Capital entre sus empleados e incluso junto a otros activistas), o en todo su itinerario global como internacionalista activo y solidario en África, Asia y América Latina. Estas y otras iniciativas desplegadas dentro y fuera de Cuba, en conjunto, constituyen el ejemplo más cabal de esa amalgama y unidad indisoluble entre formación teórica y aprendizaje práctico, entre pensamiento crítico y acción transformadora, como faro estratégico a lo largo de su ajetreada vida.
Así como advierte contra la creación de “asalariados dóciles al pensamiento oficial” y “‘becarios’ que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas”, reconoce públicamente ante la juventud cubana que “todos somos convalecientes de ese mal, llamado sectarismo”. A contrapelo de estas tendencias, la formación y el estudio anti-dogmático, al igual que la praxis colectiva solidaria, deben de acuerdo al Che despojar las viejas taras y ataduras inscriptas en las conciencias y acciones de las clases populares. En franca polémica con aquellos sectores más conservadores o pragmáticos del proceso en Cuba, afirma: “Nosotros no concebimos el comunismo como la suma mecánica de bienes de consumo en una sociedad dada, sino como el resultado de un acto consciente; de allí la importancia de la educación y, por ende, del trabajo sobre la conciencia de los individuos en el marco de una sociedad en pleno desarrollo material”. Se trata, por tanto, de potenciar el “desarrollo al máximo de la sensibilidad ante cualquier injusticia”, “ir con afán investigativo y con espíritu humilde a aprender en la gran fuente de sabiduría que es el pueblo”, practicar “constantemente la discusión de los problemas a todos los niveles”, la “autocrítica como una tarea constante”, y “hacer hincapié en los errores, descubrirlos y mostrarlos a la luz pública para corregirlos lo más rápidamente posible”. Cada una de estas máximas son para el Che anticuerpos certeros contra la burocratización y el estancamiento del pensamiento crítico, y en tanto y cuanto se ejerciten a diario, aceleran la creación de esa subjetividad irreverente, nutrida por grandes sentimientos de amor y que torna irreversible el tránsito hacia el socialismo, ya que la construcción de la mujer y el hombre nuevos no pueden, según él, forjarse a partir de la imposición: “no se puede directamente por decreto -dirá- cambiar la manera de pensar de la gente, la gente tiene que cambiar su manera de pensar por convencimiento propio”. En última instancia, de lo que se trata para el Che es de convencer para vencer.

En esta tarea titánica de construcción del socialismo, la juventud cumple un papel fundamental, y uno de sus deberes es “empujar, dirigir con el ejemplo la creación del hombre del mañana. Y en esta creación, en esta dirección está comprendida la propia creación”. Ruptura de la enajenación y ejercicio de la creatividad colectiva son procesos simétricos, que incluyen la lucha frontal contra todo tipo de conformismo y también la necesidad del relevo generacional de cara a un futuro que se prefigura en el presente. Aquí, nuevamente, la labor formativa de aquellos/as más jóvenes y el despojarse de cualquier privilegio o cargo burocrático, es algo prioritario y saludable para el Che. “Creo que hemos desempeñado con cierta dignidad un rol importante”, les confiesa con suma humildad, “pero este rol no sería completo si no supiéramos retirarnos a tiempo. Otra tarea de ustedes es crear gente que nos reemplace, de modo que el hecho de que seamos olvidados como cosas del pasado sea una de las señales del rol de toda la juventud y de todo el pueblo”.
Resulta emblemático que hasta en el momento de su caída en combate en la selva boliviana, el Che lleva encima un gran morral de cuero con diversos libros y con su infaltable cuaderno de apuntes. Lo antiguerrillero por definición: un enorme peso a cuestas para garantizar la autoformación y el registro cotidiano en una coyuntura de movilidad constante y huida, asediado por cientos de soldados. Ya herido, incluso el tramo final de su vida lo transita en una escuela, y es una maestra la única que lo auxilia y le acerca un plato de guiso. Frente a eso, como supo recordar magistralmente Ricardo Piglia, las últimas palabras del Che son pedagógicas al extremo, porque corrige lo que hay escrito en la pizarra de la escuelita de La Higuera. Con su manía formativa hasta la muerte, le comenta a la mujer que le falta un tilde a la frase “Yo se leer” (¡sí, saber era el verbo conjugado en ella!). Esta escena militante hasta el último soplo de su agonía, como proceso dialógico y de enseñanza también, curiosamente con una maestra, dice mucho respecto de aquella invariante vocación de estudio y formación permanente en el Che.
Hace algunas décadas, Pablo González Casanova escribía desde La Habana que América Latina es uno de los continentes en que más y mejor se piensa. Pero también se lamentaba de que no sabemos hacer eco de las transformaciones e interpretaciones del mundo, que con la vida hacen nuestros mejores hombres, recreando las ideas y prácticas pasadas. Es muy probable que tuviera en mente, en aquel primer territorio libre de América, al Che, nuestro pedagogo de la revolución.

¿Quién gana con el cambio climático?


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¿Quién gana con el cambio climático? - OMAL


La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera y los océanos es producto de un modelo productivo con responsables y víctimas. Es la premisa del libro Cambio climático S.A., editado por Nick Buxton y Ben Hayes, y traducido al castellano por Fuhem.
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El cambio climático es uno de los mayores, si no el mayor, desafío colectivo al que se haya enfrentado jamás la humanidad. En este diagnóstico coinciden tanto ecologistas como científicos, políticos y empresarios. Sin embargo, el cambio climático no se produce de forma natural. La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera y los océanos es producto de un modelo productivo con responsables y víctimas. Y sin embargo, en la cobertura, tanto científica como periodística de un fenómeno de tales magnitudes, muy a menudo se ignora la causalidad, y se pone el foco solo en las víctimas y los efectos.
Esa es la premisa de Cambio Climático SA, libro editado por Nick Buxton y Ben Hayes, del think tank Instituto Transnacional y la organización proderechos civiles Statewatch y recién traducido al castellano por Fuhem. El pasado jueves, Buxton presentó la publicación en Madrid, en la que defendió su tesis de que el poder “está moldeando un mundo de privilegiados y desposeídos ante la crisis climática”.
Además de con Buxton, el acto contó con la intervención de Erika González, representante de Ecologistas en Acción y de OMAL (Observatorio de Multinacionales en América Latina) y fue presentado por el director de la Fundación FUHEM Ecosocial, Santiago Álvarez Cantalapiedra.
El evento giró alrededor de la idea principal de Buxton: las élites corporativas se están preparando para una adaptación climática que no revierta el sistema hegemónico actual. Esta preparación se está produciendo, sobre todo, en un plano militar y de seguridad.
Todo empezó en Copenhague
Buxton comenzó relatando el origen de su interés por la lucha climática y sus ramificaciones de descentralización. Todo comenzó para él en 2009, durante la Cumbre del Clima de Copenhague, donde se dispararon las expectativas de obtener un pacto vinculante internacional. Buxton había acudido para colaborar en funciones de comunicación con la delegación boliviana. “De cara al público, todos hacían discursos bonitos y comprometidos, pero luego, entre bambalinas, vi que no les interesaba llegar a ningún acuerdo, solo mantener su posición hegemónica”, explicó el editor.
A partir de ese momento, Buxton y su compañero de edición, Ben Hayes, se lanzaron a investigar los preparativos climáticos de las élites corporativas y militares. Y, según el ponente, no tardaron en encontrar lo que buscaban: empresas como Shell e instituciones militares como el Pentágono ya advertían, en sus modelos internos, de que el cambio provocaría una grave inestabilidad geopolítica. “Pero en lugar de minimizar el efecto, se preparaban militarmente para él. El mensaje es que vamos a entrar en un mundo muy peligroso, y el subtexto es que vamos a necesitar fuerzas armadas para controlar la situación”, explicó Buxton.
No se refiere el editor a conspiraciones. En el libro, como en su presentación, el protagonista es el discurso hegemónico, centrado en la seguridad, como concepto militar y social. “No es un discurso de justicia, sino de miedo, en el que se nos bombardea con mensajes sobre la seguridad. El argumento para que Trump no sacase a Estados Unidos del Acuerdo de París no era la justicia social ni climática, sino la seguridad del país”, explicó Buxton, añadiendo que este es un discurso peligroso: “Realmente todo esto va de su seguridad, la de sus ganancias y la del control de su territorio”.
Hegemonía corporativa transnacional
Erika González, a su vez, realizó una exposición de cómo estas tácticas de militarización refuerzan el poder corporativo de las transnacionales, objeto de estudio de OMAL. La ecologista criticó duramente las estrategias de responsabilidad social corporativa de las grandes compañías, que definió como “lavado de cara”. Además, González afirmó que conceptos como el “capitalismo verde” solo buscan crear nuevos nichos de negocio, sin plantear el abandono de combustibles fósiles y otras prácticas que permitan reducir al máximo los efectos del cambio climático. “No se va a plantear ningún cambio de sistema que no dé beneficios”, afirmó González.
La activista elogió el libro y afirmó que las estrategias de militarización ya se están viendo reflejadas en los asesinatos de ecologistas en América Latina. Para Erika González, estos crímenes no van a dejar de ocurrir, debido un incremento de la competitividad por los recursos naturales.

ODIO DE CLASE


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ODIO DE CLASE


Por
Nazanín Armanian
Aunque Qatar, tras Irán y Rusia, es la tercera reserva mundial de gas y el primer exportador del Gas Natural Licuado (GNL), se encuentra en la segunda posición en cuanto a la producción de éste tipo de gas. Por encima de Qatar está nada menos que EEUU.
El pequeño país, antaño vendedor de perlas, exportó en 2016 unos 77 millones de toneladas de GNL, principalmente a Japón, India, Corea del Sur, Reino Unido y China. Aunque, EEUU debutaba en este mercado descargando tan sólo 84.95 millones de metros cúbicos de GNL en Brasil, el aumento de la capacidad de extracción y exportación de la superpotencia ha sido vertiginosa. Hace tres años, los bajos precios de gas, y el hecho de que Qatar tiene los menores costos de extracción del GNL del mundo obligaron a los inversores de éste país cerrar cientos de pozos y haciendo que las dos terminales de Kenai (Alaska) y Sabine Pass (entre Texas y Louisiana) no den abasto. EEUU tiene el proyecto de levantar otras 27 terminales (seis ya en construcción) que estarían operativas antes del 2024, exportando 300 millones de toneladas de GNL.
Fue en 2010 cuando el Presidente Obama lanzaba con euforia la Iniciativa Global de Gas de Esquisto, afirmando que a partir de 2030 EEUU sería la ‘Arabia Saudita del gas’. Entonces, habían invertido 42.000 millones de dólares en la perforación de 7.000 pozos, a costa de la contaminación del agua, aire y suelo por el uso de sustancias tóxicas. Pero, el medio ambiente no era la única víctima de esta irracional ambición; también fueron Rusia, que sufrió en 2014 unas sanciones a su industria energética por la crisis de Ucrania impuestas por el Occidente, y sus clientes europeos, que debían renunciar a un proveedor seguro, pasando penurias energéticas. Entonces, Obama ofrecía a Europa muy ‘oportunamente’ comprar el GLN estadounidense, eso sí a partir del 2020,  mientras tendrían que buscarse la vida.
Sería lo mismo que involucrar a Qatar en una tensión político-militar, inmovilizar los barcos que transportan el GNL qatarí desde el puerto de Fujairah de los
Emiratos Árabes Unidos
, o un eventual cierre del Canal de Suez por parte de Egipto beneficiaría doblemente a Washington: por el aumento del precio de gas y por presentarse como el único suministrador seguro, poderoso y estable. ¡EEUU es
un perfecto bombero pirómano
, robándole los clientes a Qatar! En lo que va de año, nueve de los doce buques cisternas estadounidense tenían como destino Asia. El accidente nuclear en Fukushima y el aumento de la demanda de gas por parte de Japón fue otra salvavidas de la industria de esquisto estadounidense.
El gas también está en el centro de las discrepancias entre EEUU y la Unión Europea, que se niega a volver a aislar a Teherán por acusaciones absurdas como “apoyo al terrorismo”. Lo cierto es que las compañías europeas, rusas y chinas ya están trabajando en los campos de gas y petróleo iraní, mientras las leyes de EEUU prohíben a sus compañías trabajar en Irán: Trump hace de “perro hortelano: no come ni deja comer”.
El problema de Arabia Saudi
A Arabia
se le agota el petróleo
, un problema que amenaza con de devolverle a lo que fue en 1900: un montón de arena de desierto. De allí su insana tentación de
apoderarse del petróleo y gas de su vecino Yemen, así como de sus estratégicos puertos, en el Golfo de Adán y Bab –al- Mandeb,
y de los recursos fósiles del otro vecino, Qatar. No le perdona que Doha se haya negado a vender el gas a los “hermanos” árabes del Golfo Pérsico con descuento. El reino wahabí ha puesto sus ojos en los yacimientos de gas petróleo en el Golfo Pérsico, donde además comparte con Irán el campo de Foruzan, de incalculables barriles de petróleo.
La agresión militar de EEUU-Arabia a Yemen desde 2015
ha provocado la mayor crisis humanitaria del mundo
,  y mientras miles de niños y adultos mueren de hambre y sed, numerosos gobiernos se han cubierta la cara con la máscara de “solidaridad con Qatar” (el país más ricos del planeta) llenando sus supermercados, a la espera de recibir suculentas recompensas del emir Al Thani.
El rey Salman y sus hijos están dispuestos a seguir utilizando las afiladas espadas para ampliar su poder; las mismas que han entregado a Daesh en Siria, que entre sus tareas estaba impedir la construcción del gaseoducto Irán-Irak- Siria-Mediterráneo, a favor del proyecto Qatar-Arabia-Jordania-Siria- Mediterráneo. La intervención de Qatar en la guerra contra Siria, patrocinando a Al Qaeda, coincide con la fecha en que EEUU (cliente de una cuarta parte del GNL qatarí) dejó de comprarle el gas en 2012.
Fue entonces cuando el Emir al Thani buscó otro mercado en Europa. Y pensando que la vía recta era la más corta, decidió derrocar a Bashar al Assad, aliado de Irán y Rusia, invirtiendo unos 3.000 millones de dólares en mercenarios ‘rebeldes-yihadistas’. ¡
Como si Rusia estuviera allí cruzados de brazo!
 Estos ‘yihadistas’ pertenecen a la misma organización terrorista creada por la CIA, Arabia y Paquistán en 1978 contra la URSS y las fuerzas progresistas de la zona. Entonces,
el presidente Reagan les invitó a la Casa Blanca
, para negociar los detalles del gasoducto transafgano que conduciría el gas de Turkmenistán (la cuarta reserva mundial del gas) a los buques cisternas de EEUU en el Mar Arábigo. Fiasco absoluto.
EEUU ha renunciado al gaseoducto transafgano.
Por cierto, los dirigentes qataríes para salvarse de un golpe de estado o un ataque militar de EEUU-Arabia,
eligieron la primera opción que barajamos:
acaban de pagar al Pentágono 12.000 millones de dólares a cambio de 36 cazabombarderos y mantenerse en el poder. ¿No dijo Trump, hace una semana, que Qatar patrocinaba el terrorismo?
En paralelo a la crisis de Qatar, Irán sufría dos atentados terroristas y Rex Tillerson (
ex director de ExxonMobil
convertido en el Secretario de Estado) cuya misión era conquistar las fuentes y las rutas de tránsito de hidrocarburo para la élite gobernante de su país, revelaba que su gobierno ha decidido desestabilizar el país para un ‘
cambio del régimen’
, en vez de atacarlo. Aunque Teherán compre a la mafia instalada en la Casa Blanca con un cheque con decenas de ceros, difícilmente podrá salvarse a la
alianza Saudi-Netanyahu
que lucha por la hegemonía regional y sus mercados. Este reequilibrio de poder en Oriente Próximo por los recursos fósiles ha destruido la vida de al menos 100 millones de personas en Afganistán, Irak, Libia, Yemen, Sudan y Siria. ¿Para cuándo
un frente mundial anti-guerra
?

http://blogs.publico.es/puntoyseguido/4029/a-quien-beneficia-una-salida-de-qatar-del-mercado-de-gas/ -------------

La crisis de Qatar o el último intento de debilitar el “eje de la resistencia” contra Israel


lahaine.org

La crisis de Qatar o el último intento de debilitar el “eje de la resistencia” contra Israel

 

 

 

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El “eje de la resistencia” contra Israel (Irán, Siria, Hizbulá y algunas organizaciones palestinas) es el gran objetivo que se esconde detrás de la ruptura de relaciones diplomáticas y el bloqueo impuesto por varios países árabes y musulmanes contra Qatar. Para ser exactos, es el último y desesperado intento por evitar el único escollo que tienen hoy la mayoría de países árabes –especialmente los del Golfo Pérsico- para normalizar las relaciones con Israel y que no se les eche encima su propia población.
Fue el viaje de Trump a Oriente Próximo quien puso en marcha toda esta estrategia con su discurso en Arabia Saudita: “crear un bloque militar que libre una guerra” contra el llamado Estado Islámico y que, al mismo tiempo, “desafíe enérgicamente la creciente influencia regional” de Irán. Es el discurso de siempre, más acentuado desde que el considerado “Estado profundo” de EEUU ha logrado doblegar a un presidente errático como pocos y que en su campaña electoral había prometido que EEUU no se iba a involucrar más en derrocar gobiernos. Por lo tanto, no tiene nada de extraño que añadiese: “el gobierno de ese país [Irán] tiene que seguir aislado hasta que tenga un régimen diferente".
Si había algún atisbo de una nueva política de EEUU en Oriente Próximo este comentario se lo llevó por los aires puesto que estas palabras fueron pronunciadas apenas una semana después de que se celebrasen las elecciones en Irán (elecciones que no hay en Arabia Saudita, por ejemplo) y en las que venció el actual presidente, Rohaní, y el movimiento que lo apoya se hizo con la mayoría de escaños en el parlamento. No hace falta decir que Rohaní siempre se ha caracterizado por abogar por un acercamiento a Occidente, por lo que comentarios como ese de Trump cerraba vías y obligaba a Irán a fortalecer su alianza con Rusia, con China y a abrir nuevas vías con otros aliados de los dos países anteriores como Turquía. Con este último país, y sólo cuatro días después de ese discurso de Trump, Irán firmó un acuerdo para profundizar la cooperación bilateral, especialmente el comercio y el sector bancario que prevé septuplicar el montante comercial en seis años, de los 4.000 millones de dólares en la actualidad a los 30.000 millones para el 2023.
Y tampoco hace falta decir que ese discurso sonó de maravilla en los oídos sauditas, que rápidamente aceleraron su campaña sectaria anti-shií entendiendo que tenían vía libre para ello.
El discurso de Trump no era nada del otro mundo puesto que ya en la campaña electoral había dicho que había que desconocer el acuerdo firmado por su predecesor, Obama, sobre el programa nuclear de Irán. Esta es la única cosa de las que prometió que sí ha mantenido en los meses que lleva como presidente. Dado que no puede enfrentarse a medio mundo (China, Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania, que fueron los otros firmantes del acuerdo con Irán) lo que ha hecho –hasta el nuevo paso dado en su visita a Arabia Saudita- ha sido continuar congelando los fondos iraníes que hay en los bancos estadounidenses con la excusa de que las pruebas de misiles que realiza Irán se lo autoriza puesto que uno de sus puntos estipula las sanciones se mantendrán durante cinco años en el caso de las armas (hasta 2021) y durante ocho en el caso de los misiles balísticos (hasta 2024). Irán prueba armas, aunque sean defensivas, luego las sanciones se mantienen y se amplían, como acaba de hacer el Congreso estadounidense el pasado 15 de junio.
Trump eligió el lugar ideal para esta campaña: en Riad y en unos momentos en los que los países del Golfo están contra las cuerdas tanto por su discurso contra el terrorismo del llamado Estado Islámico como por la derrota de sus patrocinados en Siria. Tampoco se puede decir que EEUU esté triunfando en Siria, precisamente. Por lo tanto, era el momento oportuno para que todos dirigiesen la atención hacia Irán y, sobre todo, a lo que se conoce como "el eje de la resistencia" contra Israel (el propio Irán, Siria, Hizbulá y alguna que otra organización palestina).
Esto hay que explicarlo. Dado que una guerra contra Irán no es posible hoy por hoy, y no queda mucho más tiempo para ella puesto que el año que viene Irán será miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghai (de la que forman parte China y Rusia, entre otros países), hay que empezar con los eslabones más débiles de ese “eje de la resistencia”. Siria ha sido el gran objetivo, y aquí hay que recordar que desde los principios de la guerra en Siria, la "contra" amparada y financiada por Occidente (tanto con armas como con dinero) siempre dijo que una vez derrocado Bashar al-Assad, y se daba un plazo de seis meses para ello, la "nueva Siria" anunciaría la ruptura con Irán, con Hizbulá y normalizaría relaciones con Israel pese a que este país mantiene ocupada una franja de tierra siria como son los Altos del Golán, entre otras medidas (1). No han pasado seis meses, sino seis años y el gobierno sirio está ganando la guerra en todos los terrenos –político, económico y militar- por lo que la derrota de las fuerzas patrocinadas por los países del Golfo y por EEUU (con la excepción de los kurdos) ha hecho girar el punto de mira hacia los actores no estatales que forman parte de ese eje: Hizbulá y Hamás porque se los considera los eslabones más débiles. Lo que se consideraba no hace mucho tiempo piezas pequeñas (aunque esto hay que matizarlo, y mucho, en e caso de Hizbulá) pasan ahora a ser las más apetecidas.
Por eso Trump en Arabia Saudita incluyó a Hizbulá en su discurso y un día más tarde, en Israel, hizo lo mismo con Hamás. Calificó a ambas organizaciones como “las grandes amenazas a combatir” junto a Irán. Música celestial para los oídos sauditas e israelíes.
¿Quién marca la estrategia a quién?
La pregunta que hay que hacerse es si es EEUU quien está marcando la estrategia o es Arabia Saudita. Y la respuesta no es fácil, aunque da toda la impresión que son los sauditas quienes llevan la voz cantante. Sobre todo si se tiene en cuenta que Arabia Saudita, Kuwait, Bahréin, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos plantearon a Trump, durante su visita a Riad, que estaban dispuestos a normalizar las relaciones con Israel (con las relaciones comerciales y el permiso para que los aviones israelíes puedan sobrevolar estos países árabes como primer paso) a cambio de la reanudación de las conversaciones con los palestinos y de mantener el aislamiento e Irán. No es una propuesta novedosa, puesto que algo así ya plantearon en su famoso plan de paz de 2002 y que se vieron obligados a retomar en 2006 justo después de la derrota de Israel a manos de Hizbulá.
Esta organización ha pasado en este tiempo de héroe a villano. De héroe al derrotar a Israel en dos ocasiones -años 2000 y 2006, lo que no ha logrado ningún gobierno árabe- ha pasado a villano por su apoyo al gobierno sirio en la guerra. Todos los gobiernos árabes, que tuvieron sudores fríos con la popularidad de Hizbulá al derrotar a Israel, desataron una guerra sectaria anti shií -contra esta organización, sobre todo- que ha sido hasta ahora verbal pero muestran que están dispuestos a va a dar un paso definitivo: la guerra abierta.
Ya se han dado pasos intermedios como la declaración de "organización terrorista" por la mayor parte de los países del Golfo (pero no Siria, Líbano, Irak y Argelia, y otros dudosos como Túnez y Egipto, aunque este último acaba de sumarse al juego saudita rompiendo relaciones con Qatar) y luego la aprobación de sanciones para intentar secar sus recursos financieros. En estos momentos también EEUU está estudiando la posibilidad de incrementar sus sanciones a los bancos que acojan cuentas de Hizbulá, con lo que la amenaza al sistema bancario libanés por ejemplo, es evidente y le abocaría a una muy difícil situación que puede arrastrar consigo a todo el país.
Hay intelectuales árabes que mantienen esta misma tesis. Uno de los más destacados es Abdel Bari Atwan, el defenestrado editor del que fuera el más prestigioso medio árabe, Al-Quds Al-Arabi, que mantiene que todo lo que estamos viendo “no es más que una cortina de humo destinada a allanar el camino, o conferir legitimidad a una guerra diferente: eliminar la resistencia a Israel en la región, y en concreto el movimiento Hizbulá libanés” (2). Atwan fue defenestrado por mantener que los países árabes que habían apostado todo por la “contra” siria (3) no habían tenido en cuenta dos cosas: la capacidad de resistencia del gobierno sirio, a quien apoyaba una parte importante de los sunníes, y su alianza con Rusia. Ese discurso chirriaba en un medio que día tras día destilaba odio sectario y terminó pasándole factura.
La visita de Trump a Riad y todo lo que en ella y alrededor de ella ocurrió tenía como finalidad transmitir un claro mensaje: Israel no es el enemigo, sino el shiísmo. Y, sobre todo, el “eje de la resistencia” puesto que con la ya clara victoria del gobierno sirio y la derrota de la “contra” ha pasado a ser de forma abierta el enemigo común de sauditas e israelíes. Una de las justificaciones de Arabia Saudita para apoyar financiera y militarmente a sus patrocinados en Siria ha sido la de “evitar que las zonas liberadas caigan bajo el control de Hizbulá, Irán o el régimen” (4). Ya apenas quedan zonas bajo el control de la “contra” siria y las que se mantienen es en virtud del acuerdo que alcanzaron Rusia, Irán y Turquía en las conversaciones de Astaná a finales de diciembre del año pasado (5). Y, desde luego, no serán permanentes. Por lo tanto, el fortalecimiento del “eje de la resistencia” es considerado como una amenaza directa para Arabia Saudita e Israel y por eso están haciendo causa común. Sauditas e israelíes lo han reconocido de forma abierta, especialmente el ministro de Defensa sionista al afirmar enfáticamente que en lo que respecta a Irán, Siria, Hizbulá y Hamás “todos estamos [lo que él llama países sunníes moderados (sic) e Israel] en el mismo barco” (6).
Para que no apareciese así de una forma nítida, es decir, que Israel no es enemigo, Arabia Saudita preparó el terreno a conciencia. Invitó a 50 países árabes y musulmanes a Riad las mismas fechas en las que Trump iba a visitar el país y logró que todo ello se plasmase en un documento que ha sido considerado el origen de “la OTAN árabe” (en realidad, la “OTAN sunní”) y que todo él no es sino un inmenso engaño. Primero, porque varios de los países cuya firma aparecía se desvincularon desde el primer momento del mismo al considerarse “engañados” por el primer ministro saudita puesto que en ningún momento de la invitación que se les hizo aparecía esa posibilidad de elaborar documento alguno y menos amenazando a países y organizaciones. Es lo que dijeron expresamente Argelia, Líbano e Irak. Otros, como Senegal y Pakistán, no utilizaron la palabra “engaño” pero sí manifestaron su disconformidad con la forma en que se había pergeñado todo. Pakistán finalmente decidió también retirar su firma. Segundo, porque aunque el documento haya sido adoptado por el resto de participantes nacía muerto y más cuando pocos días más tarde uno de los firmantes, Qatar, era sometido a un bloqueo por parte de varios de esos países.
Se desvanecía así, en menos de una semana, la “OTAN sunní” si es que alguna vez esa idea fue tomada en serio. Y es algo casi consustancial con el mundo árabe e islámico, donde la práctica totalidad de sus estructuras multilaterales se han saldado con fracasos y han pasado al olvido. Es lo que ha ocurrido con el Pacto Conjunto de la Defensa de la Liga Árabe, la Organización de Defensa del Oriente Medio, y el propio Consejo de Cooperación del Golfo. Todos los pactos y acuerdos suscritos hasta ahora han sido inútiles y la “OTAN sunní” o iba a ser menos.
La chispa
La chispa que ha hecho saltar por los aires toda esta fantasía ha sido, precisamente, la inclusión de Hamás en la lista de “amenazas a combatir” y, por extensión, la de los Hermanos Musulmanes, movimiento en el que se integra esta organización palestina y del que Qatar es uno de sus impulsores y patrocinadores.
Atención al lenguaje utilizado, que nunca es inocente, por Qatar y que ha sido lo que a la postre le ha costado el bloqueo y la ruptura de relaciones: "Qatar no va a etiquetar como organización terrorista a los Hermanos Musulmanes porque no representa ninguna amenaza para la seguridad de Qatar, es una oposición política y sólo se les prohíbe que utilicen nuestro territorio como plataforma para atacar a sus propios países" (sic).
¿Qué hay de raro en él, puesto que es el mismo, exactamente el mismo lenguaje que está utilizando Occidente para mantener su apoyo a la “contra” siria, por ejemplo? Nada. La diferencia es qué papel juega para Occidente una u otra organización. La mafia kosovar fue considerada un “ejército de liberación” –lo mismo que la “contra” siria- porque combatían a los serbios (y había que acabar de destrozar lo poco que quedaba de la ex Yugoslavia) mientras que las FARC colombianas fueron consideradas una organización terrorista sólo porque amenazaban los intereses económicos y políticos occidentales y estadounidenses (como el ALCA, por ejemplo, que si no salió adelante fue, entre una de sus principales razones, por las FARC). Lo mismo vale para Hizbulá (que ha derrotado a Israel en dos ocasiones) o para las organizaciones palestinas que se oponen a la ocupación de su tierra (sancionada y avalada por el muy democrático Occidente). Así que por una vez hemos oído con claridad y rotundidad cuáles son los baremos (y valores) sobre los que miden todas las cosas los occidentales y quienes se consideran sus amigos, aliados o vasallos. Sin embargo, eso no le ha servido a Qatar para nada puesto que de inmediato se le impuso la ruptura de relaciones diplomáticas y un bloqueo económico.
En esas estamos. Ya no se guardan ni las formas y ni siquiera los plazos. La oferta que los países árabes hicieron a Trump en Riad se ha puesto en marcha sin que Israel haya dado ni un solo paso para reiniciar las negociaciones con los palestinos. Arabia Saudita ya está hablando con Israel para establecer relaciones comerciales. Hace unos años, casi unos meses, los árabes todavía decían que les gustaría hacerlo, pero que quedaba Palestina como escollo por resolver. Ahora ya no quieren saber nada de nada de Palestina y lo dicen abiertamente. Palestina ya no es para ellos ni siquiera un grano en el culo que les impide sentarse con comodidad al lado de Israel. Palestina es, para los estos árabes, una historia del pasado.
Toda esta aceleración tiene una razón clara, sobre todo en el caso de Arabia Saudita, y es el miedo. Por eso utilizó el engaño para lograr su documento contra Irán y el “eje de la resistencia”. Y ese miedo se acrecienta con la más que previsible incorporación de Irán a la Organización de Cooperación de Shanghái. Es el último, y desesperado intento, por debilitar o derrotar al “eje de la resistencia” porque el tiempo se termina para la casa Saud y el resto. Y se termina a la misma velocidad que se desarrolla la guerra de Siria, que tienen perdida y sólo los EEUU impiden, por el momento, que se establezca el tan temido corredor shií desde Teherán hasta Damasco (y, por supuesto, Líbano) dado que han intentado hacer de la zona de Al-Tanf (sur de Siria, en la frontera con Irak) el tapón que lo impidiese. Aunque se está demostrando como un intento vano, puesto que el ejército sirio ha logrado establecer un control directo en otro punto de la frontera con Irak que garantiza dicho corredor, aún no se puede decir que tal estrategia obstruccionista haya fracasado del todo. Es lo más probable, desde luego, y el tiempo no corre a su favor sino todo lo contrario. De ahí que hayan buscado una huida hacia delante con Qatar como excusa.
El bloqueo contra Qatar dura ya dos semanas y todavía no está claro si el emirato volverá al redil puesto que aunque mantiene su apoyo a los Hermanos Musulmanes sí ha expulsado de su territorio a los dirigentes de Hamás. Lo que sí está cada vez más claro es que los palestinos están mucho más solos cada día que pasa. Son claramente el eslabón más débil del “eje de la resistencia” y los más fáciles de derrotar.
Así es como hay que interpretar todo lo que está ocurriendo en los últimos días, tanto con los acercamientos saudita-israelíes como con reducción del suministro eléctrico a la Franja de Gaza por parte de Israel pero por petición expresa de la mal llamada Autoridad Palestina. Lo que Fatah y la llamada Autoridad Palestina esperan es que el debilitamiento de Hamás se traduzca en un retorno a los "acuerdos de reconciliación", siempre fracasados, pero que ahora pueden tener algo más de recorrido por la debilidad de la organización palestina y fortalecer a Fatah. Eso se traduciría en el triunfo total de Israel y sin coste alguno. Como la normalización de relaciones con el resto de países árabes, especialmente los del Golfo.
No tiene nada de extraño que Israel se felicite por todo ello y que esté apoyando con fuerza a Arabia Saudita dado que no solo se debilita a Hamás y se “deslegitima el terrorismo”, sino que entiende que hay algo mucho más importante: “acerca aún más a Arabia Saudita y Egipto a Israel", con lo que se "refuerza la política de Israel en general y la del gobierno en particular" (7) y más en unos momentos en los que los palestinos han intentado, con poco éxito, hacer recordar a los países árabes que llevan 50 años sometidos a una ocupación militar.
Otro caso diferente será Hizbulá puesto que no solo cuenta con su indiscutible afán de resistencia y su férrea organización, sino que gracias a la guerra de Siria ha mejorado su capacidad de combate y ha logrado que un país como Rusia haya firmado varios acuerdos con este movimiento político-militar (8), a quien desde luego no considera “organización terrorista” y ha amenazado con utilizar su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU en las dos ocasiones en las que Arabia Saudita, a través de Jordania, ha presentado la propuesta.
Hizbulá es ahora mismo el gran escollo de toda esta estrategia de EEUU, Arabia Saudita e Israel contra el “eje de la resistencia”. Puede triunfar en lo que respecta a Palestina, pero fracasará con el resto sin ningún tipo de duda.
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Notas:
(1) Alberto Cruz, “Siria: oposición frustrada, injerencia externa y repercusiones en la región”, http://lahaine.org/dC3Y
(2) Abdel Bari Atwan, “Preparación para la guerra contra Hizbulá”, http://www.raialyoum.com/?p=677223
(3) Utilizo la denominación de “contra” siria en similitud a la situación que se dio en Nicaragua tras el triunfo del Frente Sandinista. El término “contra” fue utilizado para referirse a los diferentes grupos que se oponían al gobierno del FSLN y que recibían apoyo desde el exterior del país, sobre todo de los EEUU, y a quienes se financió con sueldos y a quien se suministró material militar con el objetivo expreso de derrocar al gobierno sandinista.
(4) https://www.alaraby.co.uk/english/news/2017/2/21/saudi-arabia-ready-to-send-ground-troops-to-syria
(5) Alberto Cruz, “Repercusiones de la liberación de Alepo a nivel interno, de Oriente Próximo y más allá”, http://lahaine.org/fD6a
(6) https://www.middleeastmonitor.com/20170606-israels-yaalon-we-sunni-arabs-except-qatar-in-the-same-boat/
(7) http://www.jpost.com/Middle-East/Five-reasons-why-Israel-should-care-about-the-Qatar-crisis-494891 (8) http://elterritoriodellince.blogspot.com.es/2016/11/el-segundo-encuentro-el-primer-acuerdo.html
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Austria critica política de EEUU y apuesta por la cooperación política y económica con Irán


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Austria critica política de EEUU y apuesta por la cooperación política y económica con Irán – Sitio de Al Manar en Español

 

 


Austria critica política de EEUU y apuesta por la cooperación política y económica con Irán

Poco después de las críticas de Alemania contra EEUU por sus nuevas sanciones hacia Rusia e Irán, ha sido el turno de Austria de criticar las políticas de Washington afirmando que ellas no favorecen la estabilidad en la región, declaró el presidente adjunto del Consejo Nacional (Parlamento) de Austria, Karlheinz Kopf.
“El comportamiento de EEUU respecto a Irán y otros países no ayuda a estabilizar la situación, sino al revés”, dijo Kopf durante una reunión con el presidente de la Duma de Estado (cámara baja) de Rusia, Viacheslav Volodin.
Él señaló que la actuación poco previsible de EEUU no hace sino provocar inestabilidad en Oriente Medio y el mundo.
“En esta situación, es necesario que tengamos la capacidad de estabilizar la situación”, agregó Kopf.
Kopf indicó que Austria está interesada en desarrollar la colaboración con Irán y opinó que este país puede aportar mucho a la estabilización de la zona.
Asimismo, mencionó que las sanciones contra el sector bancario de Irán obstaculizan el desarrollo del país.
El 15 de junio, el Senado de EEUU aprobó por abrumadora mayoría un proyecto de sanciones a personas y compañías de Irán, que incluye también nuevas medidas contra Rusia.
Teherán y el Grupo 5+1 (Rusia, EEUU, China, Francia, Gran Bretaña más Alemania) alcanzaron en julio de 2015 el Plan de Acción Integral Conjunto, un acuerdo que establece limitaciones al programa nuclear iraní para excluir una posible dimensión militar a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
Incremento de las relaciones económicos irano-austriacas
Recientemente, el ministro austriaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, visitó Teherán al frente de una delegación política y económica dirigida a promover la presencia de empresas austriacas en Irán.
“Hace falta que abramos las puertas y establezcamos un puente entre Irán y las compañías europeas”, manifestó Schelling.
Él explicó que las dos partes buscaban lograr un acuerdo sobre transacciones bancarias y señaló que los bancos austriacos estaban dispuestos a promover las relaciones con los bancos de Irán y poner fin a los problemas de tipo bancario que han estado dificultando el desarrollo de las relaciones económicas con Irán.
Austria ha señalado que ha ha establecido una línea de crédito de 1.000 millones de euros para una planta de fabricación de acero en el sur de Irán. Ésta tendrá una capacidad de 2,4 millones de toneladas por año y estará situada en Gol Gohar, al sur de la provincia de Kerman.
Austria e Irán trabajarán también en la producción conjunta de motores de bajo consumo para los automóviles.
Responsables iraníes creen que los acuerdos firmados con Austria y otros países llevarán a un notable incremento de la producción industrial iraní hacia el año 2020.
Source: Al Manar

El nazismo en Europa es precisamente la OTAN


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El nazismo en Europa es precisamente la OTAN

 

 

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En 2013, la OTAN utilizó varios grupos neonazis para montar una “revolución” en Kiev. En vez de combatirlo, la OTAN organiza el resurgimiento del nazismo.
Ucrania, que ya es de hecho miembro de la OTAN, ahora quiere ser incorporada oficialmente a ese bloque militar. El 8 de junio de 2017, el parlamento de Kiev adoptó por mayoría (con 276 votos a favor y 25 en contra) una enmienda legislativa que prioriza la incorporación de Ucrania a la OTAN. La entrada de Ucrania en ese bloque militar sería mucho más que algo formal. La OTAN acusa a Rusia de haber anexado Crimea ilegalmente y de realizar acciones militares contra Ucrania.
Por consiguiente, si Ucrania se convirtiera oficialmente en miembro de la OTAN, los otros 29 países miembros de ese bloque militar tendrían que «asistir a la parte o partes así atacadas adoptando (…) las acciones que juzgue necesarias, incluyendo el uso de la fuerza armada», como se afirma en el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Dicho claramente, tendrían que entrar en guerra con Rusia.
El “mérito” de haber introducido en la legislación ucraniana la incorporación de ese país a la OTAN como objetivo prioritario es de Andrei Paruby. Este personaje es cofundador del Partido Nacional Social ucraniano, creado en 1991 según el modelo del Partido Nacional Socialista de Adolfo Hitler; jefe de las formaciones paramilitares neonazis utilizadas en 2014 en el putsch de la plaza Maidan, bajo las órdenes de Estados Unidos y la OTAN, y en la masacre de Odesa; jefe del Consejo de Defensa y de Seguridad Nacional que utiliza el Batallón Azov y otras unidades neonazis para atacar a los civiles ucranianos de origen ruso en el este de Ucrania y que realiza constantemente salvajes agresiones contra militantes del Partido Comunista, destruyendo locales de esa formación política y quemando libros, según el más puro estilo nazi, en momentos que ese partido está a punto de ser objeto de una prohibición oficial.
Andrei Paruby (a la izquierda, sin gorra y en uniforme oscuro) con sus amigos de la OTAN.
Ese es el Andrei Paruby que, como presidente del parlamento ucraniano, cargo que le fue conferido en abril de 2016 por sus «méritos democráticos», fue recibido el 5 de junio de 2017 por la presidente de la Cámara italiana, Laura Boldrini. «Italia siempre ha condenado el acto ilegal cometido en detrimento de una parte del territorio ucraniano», afirmó entonces la presidente Boldrini, avalando así la versión de la OTAN, según la cual Rusia anexó Crimea ilegalmente. Claro, esa versión ignora a propósito el hecho que la población de Crimea optó mediante un referéndum por separarse de Ucrania y reintegrar Crimea a Rusia para impedir con ello ataques como los que sufren constantemente las poblaciones rusas del Donbass, perpetrados por los batallones neonazis y las demás fuerzas militares de Kiev.
La cordial entrevista entre Paruby y la señora Boldrini concluyó con la firma de un memorándum de entendimiento que «fortalece la cooperación parlamentaria entre las dos asambleas, tanto en el plano político como en el administrativo».
Así se refuerza la cooperación entre la República Italiana, nacida de la resistencia contra el nazi-fascismo, y un régimen que ha instaurado en Ucrania una situación análoga a la que condujo al surgimiento del fascismo en los años 1929 y del nazismo en los años 1930. El Batallón Azov, cuya estirpe nazi está presente en su emblema, similar al de la División Das Reich de las SS [1], fue incorporada a la Guardia Nacional de Ucrania, transformada en unidad militar y promovida a la categoría de regimentó de operaciones especiales.
El Batallón Azov ha recibido así vehículos blindados y piezas de artillería. Junto a otras formaciones neonazis, igualmente convertidas en unidades regulares, el Batallón Azov recibe hoy entrenamiento de los instructores estadounidenses de la 173ª División Aerotransportada, transferidos a Ucrania desde la base italiana, y de otros instructores de la OTAN.
La Ucrania del actual régimen de Kiev se ha transformado así en el «vivero» del renacimiento del nazismo en pleno corazon de Europa. En Kiev confluyen hoy los neonazis de Europa entera, incluyendo a los neonazis italianos. Luego de recibir allí entrenamiento y después de foguearse en la realizacion de acciones militares contra las poblaciones rusas del Donbass, esos elementos regresan a sus países de origen.
De hecho, la OTAN está rejuveneciendo las filas del Gladio [2].
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Notas
[1] La División Das Reich cometió muchos de los peores crímenes de las SS, como la masacre perpetrada en el pueblito francés de Oradour-sur-Glane.
[2] El Gladio es la red 'stay behind' creada por la OTAN en Europa. Para más información, ver en nuestro sitio web la serie «Los ejércitos secretos de la OTAN», del investigador suizo Daniele Ganser.
Il Manifesto / Red Voltaire

La Rusia de Putin: el retorno de los vencidos


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La Rusia de Putin: el retorno de los vencidos


La Rusia de Putin: el retorno de los vencidos


Santiago Mayor - ALAI, AMÉRICA Latina en movimiento

putin_computadora_mobileEl 9 de agosto del 1999 el presidente ruso Boris Yeltsin, declaró: “He decidido nombrar a la persona que, en mi opinión, es capaz de consolidar nuestra sociedad, garantizar la continuación de las reformas en Rusia con el apoyo de las más amplias fuerzas políticas. Él será capaz de ponerse al frente de los que en el nuevo siglo XXI tendrán que renovar nuestra gran Rusia”.
Hablaba del desconocido director del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa, Vladimir Putin, al cual acababa de nombrar primer ministro. Apenas un año después sería electo presidente por primera vez.
La Rusia humillada de los oligarcas
Con el desmembramiento de la Unión Soviética la nación rusa no sólo vio cómo los países bajo su control se independizaban, sino también un avance imparable de Occidente en su histórica zona de influencia tanto en Europa del Este como en Asia Central.
La Rusia que recibió Putin era una ex potencia decadente, alejada de la supremacía que había tenido en el contexto de la Guerra Fría, pero también de su histórico rol geopolítico antes del siglo XX. El país estaba controlado por una oligarquía de ex burócratas comunistas devenidos empresarios multimillonarios, corruptos y mafiosos, que poseían bajo su control casi todos los resortes del Estado.
La tasa de mortalidad superaba a la de natalidad desde 1992 y la deuda externa alcanzaba el 78% del PBI.
Poniendo la casa en orden
En el marco de los conflictos nacionalistas surgidos al calor de la desintegración del bloque comunista, Putin tuvo que afrontar ni bien asumió como primer ministro una situación realmente compleja.
Chechenia, unas de las repúblicas que integran la Federación Rusa, había retomado en 1991 su lucha por independizarse de Moscú. De hecho fue un Estado autónomo de facto hasta 1999. Ese año tropas chechenas invadieron la república de Daguestán (también parte de Rusia).
El nuevo mandatario ruso decidió garantizar la integridad territorial del país y las Fuerzas Armadas atacaron Chechenia llegando hasta Grozni, la capital, recuperando el control de todo el territorio para mayo de 2000.
Un hecho similar se dio en 2008 cuando el gobierno de Georgia invadió Osetia del Sur, república reconocida por Rusia pero no por el resto de la comunidad internacional. Este territorio, que contaba en aquel momento con un 90% de población con pasaporte ruso, está étnica e históricamente ligado a Osetia del Norte (otra entidad subnacional dentro de la Federación Rusa). En ese marco las tropas de Moscú se movilizaron para defender la autonomía de los osetios imponiéndose sobre los georgianos que contaban con el respaldo de Washington.
Ambos conflictos fueron vistos por Rusia como un intento de Occidente de reducir su influencia en la estratégica zona del Cáucaso que cuenta con importantes reservas de petróleo y gas.
A estos triunfos militares Putin sumó éxitos en materia económica como haber vuelto a poner a Rusia entre las economías más importantes del mundo, convertirla en la segunda exportadora de petróleo detrás de Arabia Saudita y haber bajado la inflación de un 20% anual en 2000 a un 5,3% en 2016. Además revirtió la tasa negativa de natalidad en 2013 y redujo la deuda externa al 10% del PBI.
Por otra parte, en una política que incluyó acuerdos y confrontaciones, logró “ordenar” a los grandes oligarcas y encauzarlos en función de sus objetivos.
Sin embargo estos éxitos no lo han eximido de denuncias de cierto autoritarismo, principalmente en lo relacionado a las libertades individuales.
La línea roja de Moscú
Cuando Mijaíl Gorbachov, el último jefe de Estado soviético, aceptó que la Alemania reunificada fuera parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), acordó con los mandatarios occidentales que esa política no se extendería hacia el resto de Europa oriental.
Sin embargo en 1999 fueron incorporadas a esa entidad Hungría, Polonia y la República Checa. A las que se sumaron en 2004 Bulgaria, Eslovaquia, Rumania, Eslovenia y -quizás lo más importante-, las tres repúblicas bálticas: Lituania, Letonia y Estonia. Esto implicó poner a las fuerzas militares atlantistas en la misma frontera rusa. Un proceso similar y simultáneo se dio con la expansión de la Unión Europea incorporando antiguos Estados integrantes del Pacto de Varsovia.
Todo fue acompañado de un fenómeno muy particular que se dio a comienzos de la década del 2000: las llamadas “revoluciones de colores” teorizadas por el filósofo anticomunista Gene Sharp. Se trató de manifestaciones presuntamente pacíficas contra gobernantes autoritarios, pero en realidad buscaban el cambio autoridades afines a Moscú por gobierno pro-occidentales. Las más recordadas por su éxito son las de Georgia (2003) y Ucrania (2004). Aunque hubo otras fallidas como la de Bielorrusia en 2006.
Como si esto no fuera suficiente, la OTAN desplegó su famoso “escudo antimisiles” en países como Rumania y Polonia, a distancia de fuego de Moscú.
Pero la gota que rebalsó el vaso fueron las protestas en 2014 del llamado Euromaidán en Ucrania, apoyadas desde Bruselas y Washington, que derrocaron al presidente Víktor Yanukóvich -que rechazaba ingresar a la Unión Europea-, eliminaron el sistema federal de gobierno y prohibieron la enseñanza del ruso como segundo idioma.
La reacción de Moscú fue intervenir para buscar una solución al conflicto, sin caer en la provocación de comenzar una guerra abierta. Putin actuó como mediador en la conferencia de Minsk que estableció 13 puntos para la paz en el país y abogó por una Ucrania federal que reconociera la autonomía de las regiones orientales de mayoría rusa.
Asimismo reincorporó Crimea (cedida a Ucrania en 1954) al territorio ruso poniendo sobre la mesa el derecho a la autodeterminación utilizado por la propia Ucrania cuando decidió independizarse de la URSS en 1991. Este fue quizás el punto más álgido de la nueva política internacional del Kremlin. En una acción contundente pasó a la ofensiva marcando un límite, la “línea roja” ante la avanzada occidental, en sus propias fronteras.
Si bien no se puede relacionar directamente, esta vuelta a la escena internacional ha sido acompañada de algunos logros políticos de Moscú en Europa Oriental como se vio en las elecciones de Bulgaria y Moldavia de 2016, donde candidatos afines lograron imponerse.
Esto ya ha generado paranoia en las autoridades europeas que el año pasado emitieron una resolución de censura a los medios rusos por temor a su influencia dentro de la Unión.
A pesar del estupor con el que muchos medios de comunicación informan sobre la política exterior rusa, cabe recordar que las tropas de la OTAN están apostadas en su frontera europea, flotas militares estadounidenses se pasean por sus costas orientales en el Pacífico y Washington posee bases militares en Asia Central y tropas en Afganistán.
Como contrapartida, el Kremlin no despliega su armamento sobre las costas estadounidenses sino que marca el límite en su zona de influencia y lo hace como repuesta a la agresión de otras potencias. En ese sentido cualquier planteo de poner en igualdad de condiciones las acciones de uno y otro lado, resultan -por lo menos- superficiales.
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De primaveras árabes, terroristas e intervenciones “democráticas”
La llamada primavera árabe -iniciada en 2011- barrió con algunos gobiernos autoritarios afines a EE.UU. (Egipto y Túnez). También fue violentamente sofocada en países como Bahrein, con apoyo de Arabia Saudita, y desató guerras civiles en Libia, Yemen y Siria.
En el caso de Yemen, cayó un gobierno pro-occidental y los rebeldes hutíes -cercanos al gobierno iraní- combaten al día de hoy contra una fuerza multinacional encabezada por los saudíes. En Libia el desenlace es conocido: la OTAN bombardeó el país hasta dejarlo hecho trizas con el objetivo de asesinar a Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi. Este bombardeo fue realizado a pesar de los planteos de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Finalmente, Siria fue distinto. El financiamiento de Occidente y las monarquías del Golfo a lo que llaman “rebeldes moderados”, junto al surgimiento de Estado Islámico, generó un conflicto multinacional camuflado de Guerra Civil. El avance de los terroristas sobre territorios del gobierno de Bashar Al-Assad parecía irrefrenable hasta que Moscú decidió intervenir abiertamente a pedido de las propias autoridades de Damasco.
En septiembre de 2015 la entrada de tropas rusas comenzó a revertir el curso de la guerra o, al menos, a equilibrarlo. Hasta entonces la coalición comandada por EE.UU. había estado actuando en el territorio sin ningún logro significativo. Denuncias posteriores, como la de la misionera argentina Guadalupe Rodrigo que vivió cuatro años en Siria, dieron cuenta de la connivencia estadounidense con los terroristas.
El éxito más importante de Rusia en el ámbito militar fue la recuperación el este de la ciudad de Alepo, que estuvo bajo dominio de grupos terroristas prácticamente desde el comienzo. A esto hay que sumar la reciente cumbre de paz de Astaná, Kazajistán, motorizada por el Kremlin junto a Irán y Turquía donde se firmó un memorándum para la creación de cuatro zonas de seguridad y “desescalada” del conflicto en Siria.
Gracias a la intervención rusa, lo que parecía ser una nueva Libia (hoy desmembrada en varios micro-Estados de facto) debido a las deliberadas intenciones de la OTAN de hacerse con los oleoductos y gasoductos sirios que van de Irak al Mar Mediterráneo, pasó a ser un conflicto estabilizado con un gobierno mucho mejor parado.
Con China en la búsqueda de un nuevo orden mundial
Si bien el término fue acuñado a principios de siglo, el BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) no comenzó a nacer formalmente sino hasta 2006 y tuvo su primera cumbre oficial el 16 de junio de 2009 en Yekaterimburgo (Rusia). Este agrupamiento de poderosas “economías emergentes” se estableció como un claro contrapeso a la hegemonía estadounidense y sus aliados europeos.
Con alrededor del 30% del PBI mundial y más del 40% de la población, representa un mercado con un claro potencial. Además China, Rusia e India poseen tres de los cinco ejércitos más poderosos del mundo.
La Rusia de Putin fue una de las impulsoras de este espacio y, hasta el momento, ha buscado una mayor articulación sobre todo con China, llamada a ser la primera potencia económica mundial en pocos años. “Estoy seguro de que el crecimiento de la economía china no es ninguna amenaza, sino un desafío que contiene un colosal potencial de colaboración de negocios, una posibilidad de atrapar ‘el viento chino’ en las ‘velas’ de nuestra economía”, escribió Putin en una carta pública antes de su reelección en 2012.
En ese mismo texto el mandatario ruso aclara que se han solucionado históricos problemas entre ambos países, entre ellos el fronterizo. Por eso “el modelo de las relaciones ruso-chinas que se ha creado genera mucha perspectiva”.
Ambas potencias han tenido posicionamientos conjuntos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, principalmente en torno al conflicto sirio y Moscú ha dado un fuerte espaldarazo a la “nueva ruta de la Seda” que Beijing impulsa para reorganizar el mercado mundial.
No obstante no se puede descartar que en algunos años el desarrollo chino choque con las aspiraciones rusas. Por el momento han logrado complementarse y expandir su influencia de manera conjunta.
Geopolítica a escala regional
Además de sus intervenciones en Ucrania y Siria, que han tenido una gran relevancia a nivel mundial, Moscú juega un papel importante en otros conflictos y zonas del planeta.
En el Cáucaso hace más de dos décadas que Armenia y Azerbaiyán se enfrentan en una guerra que parece no tener fin. El objetivo: el control de la región de Nagorno Karabaj, de mayoría armenia pero formalmente integrada a territorio azerí y autodeclarada independiente desde 1991. Históricamente Rusia ha mediado en este conflicto y en abril del año pasado se firmó en Moscú un alto el fuego entre ambas partes.
Otro ejemplo de la vuelta de Rusia al escenario regional fue su re-acercamiento a los países de Asia Central, los “istán” (Kazajistán, Uzbequistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán). Todas estas ex repúblicas soviéticas habían sido olvidadas por Moscú tras la disolución de la URSS. Sin embargo, con la llegada de Putin al gobierno ha habido un intento por recuperar la iniciativa en una región disputada tanto con China (económicamente) como con EE.UU. (militarmente).
Actualmente más de un tercio (35%) de las importaciones de Kazajistán y Kirguistán provienen de Rusia. El número se ubica en un 25% para los uzbekos y un 32% para los tayikos. Kirguistán queda más lejos con un 16%. Asimismo las remesas provenientes de territorio ruso suponen el 30% del PBI kirguizo y el 15% en Tayikistán.
Este escenario se vio reforzado por la conformación de la Unión Económica Euroasiática nacida en 2015. La misma, que habilita el libre movimiento de capitales, mercancías, servicios y personas, está integrada por Rusia, Kasajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán. Además existen negociaciones para la incorporación de los demás “istán” y algunas repúblicas o regiones autónomas de facto -aunque no reconocidas por la comunidad internacional- como Abjasia y Osetia del Sur en Georgia, Lugansk y Donetsk en Ucrania y Transnistria en Moldavia.
El resurgir de Rusia como potencia mundial ya es un hecho consumado. Sin dudas no hubiera sido posible sin la estructura económica y militar heredada de la Unión Soviética, pero tampoco se podría haber logrado sin la decisión política de Vladimir Putin.
No obstante, no se debe confundir el rol progresivo que puede desempeñar Moscú en determinados conflictos (Siria, Ucrania) con un revival de la Guerra Fría. Hoy los choques entre las potencias no están atravesados por ideologías contrapuestas, sino por influencia geopolítica e intereses económicos.
Asimismo habrá que ver hasta dónde puede Rusia sostener su presencia política y militar en varios frentes a la vez. De todas formas no parece ser la intención de Putin lanzarse a un despliegue mundial y competencia de igual a igual con Washington o Beijing. Pero sí ha dejado clara su decisión de reubicar al país más grande del mundo como un actor a tener en cuenta.
El miedo occidental al gigante ruso emerge ante un neoliberalismo en crisis y el fracaso de la globalización. La hegemonía estadounidense está dando paso a un mundo multipolar en el que Rusia ha dejado de ser un mero actor secundario para volver a ser un Estado con iniciativa propia en la geopolítica mundial.
Aquel que había sido derrotado y humillado en 1991 ha vuelto y tiene previsto quedarse un buen rato.
Periodista argentino. Escribe en Notas – Periodismo PopularRT en Español // @SantiMayor
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