lunes, 23 de mayo de 2016

EEUU AMENAZA A COLOMBIA POR QUERER REBAJAR EL PRECIO DE UN MEDICAMENTO CONTRA EL CÁNCER


elrobotpescador.com

EEUU AMENAZA A COLOMBIA POR QUERER REBAJAR EL PRECIO DE UN MEDICAMENTO CONTRA EL CÁNCER

El gobierno colombiano ignorará a finales de mes una patente del gigante farmacéutico suizo Novartis AG sobre un medicamento contra el cáncer y la abrirá a fabricantes genéricos, a menos que la farmacéutica suiza acepte rebajar los precios.
El ministerio de salud colombiano planea conseguir que el medicamento contra la leucemia, el Imatinib pero vendido bajo el nombre Gleevec o Glivec por Novartis, esté disponible a un precio más bajo, pese a recibir grandes presiones por parte de EEUU y otros países.
La cuestión es que Novartis, que ganó 4700 millones de dólares con el Imatinib-Gleevec el año pasado, ha disfrutado del monopolio de la patente del medicamento durante diez años, convirtiéndose en uno de sus productos más rentables (cerca del 10% de los ingresos de la firma).
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La patente del Imatinib expiró el 1 de febrero en los EEUU, pero permancerá activa en Colombia hasta el año 2018.
Es decir, mientras en EEUU una versión genérica del medicamento puede ser utilizada para salvar vidas a un precio mucho menor, Colombia se ve obligada a seguir comprando el medicamento exclusivamente a Novartis, lo que representa un acuciante para las arcas públicas colombianas.
Por esa razón, el gobierno colombiano a través de su ministerio de salud, intenta impulsar la primera declaratoria de interés público en el país, para revocar dicha patente y beneficiar con ello a más de tres mil pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC) y otros siete tipos de cáncer más.
¿Y cuál ha sido el resultado de esta maniobra?
Pues que Colombia está recibiendo presiones e incluso amenazas encubiertas por parte de miembros del senado de EEUU, que de forma muy sospechosa y significativa defienden los intereses de una multinacional suiza y tratan de impedir que Colombia siga adelante con sus intenciones de declarar el Imatinib de interés público.
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En un acto absolutamente vergonzoso y altamente significativo de cuál es el papel real de los EEUU en el mundo, el jueves 28 de abril llegó al Ministerio de Salud una carta proveniente de la embajada de Colombia en Estados Unidos.
Era una misiva de un poco más de una página donde le advertían a Alejandro Gaviria, ministro de salud de Colombia, que su intención de someter el imatinib a una licencia obligatoria, estaba causando molestias en el Comité de Finanzas del Senado de EEUU.
Alejandro Gaviria
Alejandro Gaviria
En cinco párrafos la carta deja bien claro a Gaviria que Everert Eissenstat, staffer del Comité de Finanzas del Senado de EEUU, mostró la molestia que la iniciativa colombiana provocaba en los EEUU.
Everert Eissenstat
Everert Eissenstat
La carta advertía que romper la patente de Novartis para el medicamento contra la leucemia Gleevec podría afectar el apoyo de Estados Unidos a la propuesta de Colombia de unirse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) e incluso poner en riesgo los 450 millones de dólares que el país recibe de Washington para un acuerdo de paz con los rebeldes de izquierdas.
Los reportes siguieron a reuniones entre diplomáticos colombianos y funcionarios de la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. y con un republicano en el Comité de Finanzas del Senado, cuyo presidente, el senador por Utah Orrin Hatch, tiene estrechos vínculos con la industria financiera.
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Orrin Hatch
De hecho, la carta afirma literalmente que “si el Ministerio de Salud no corrige esta situación, la industria farmacéutica en EEUU y los grupos de interés relacionados podrían llegar a ser muy vocales e interferir con otros intereses que pudiera tener Colombia en EEUU”.
En un párrafo anterior, la carta sostiene literalmente lo siguiente:
“Asimismo, el Sr. Eissenstat mencionó que, a pesar de que NOVARTIS no es una empresa norteamericana, la industria farmacéutica de EEUU está muy preocupada por la posibilidad de que este caso se vuelva un precedente que podría aplicarse a cualquier patente en cualquier industria, lo que según él, podría llevar a que la reputación de nuestro país en materia de respeto a los derechos de propiedad intelectual se vea menoscabada y Colombia entre a ser parte de los países que tendrían un tratamiento especial”
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Lo han leído bien: senadores norteamericanos amenazando al gobierno colombiano si no obedece si rechistar a los intereses de las industrias farmacéuticas, en este caso, una multinacional suiza.
De hecho, el mayor temor de estas grandes industrias y de sus esbirros pagados, es que las intenciones del ministerio de salud colombiano pueden sentar un precedente para que países con ingresos medios puedan contener el aumento de los precios de medicamentos complejos.
En años anteriores, países como Brasil e India ya han puesto en el punto de mira a las patentes de medicamentos, lo cual también les ha valido críticas por parte del gobierno estadounidense y grupos de la industria farmacéutica.
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De momento, Novartis ha rechazado la propuesta del ministro Gaviria para rebajar el precio del Gleevec a 140 pesos (5 céntimos de dólar) por miligramo. Esto es menos de la mitad de su precio regulado actual, pero sigue estando muy por encima del de las versiones genéricas que fueron prohibidas en 2012 cuando, tras una década de litigios, un tribunal colombiano dio a Novartis la patente exclusiva de una de las dos variantes del medicamento.
Sin embargo, a pesar de los argumentos presentados por el Gobierno para la reducción en el precio del medicamento, Novartis respondió que no aceptaba la propuesta y por lo tanto no entraría a la negociación. Incluso, las autoridades suizas intervinieron a favor de laboratorio, presionando al gobierno colombiano.
Es muy difícil encontrar un caso que hable más claramente de cómo funcionan las cosas en realidad y de cuál es el auténtico papel de la industria farmacéutica en el mundo: curar a las personas les importa literalmente un rábano, lo único que buscan es el negocio y si para ello han de amenazar a través de sus esbirros políticos a un país entero o han de condenar a morir a miles de personas y que no puedan recibir tratamiento, pues lo hacen y ya está.
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El caso además es un ejemplo palmario de cuál es el auténtico papel de los políticos occidentales y de cuál es su rol de perros amaestrados al servicio de las grandes mafias multinacionales y en este caso concreto, farmacéuticas.
Asimismo es una advertencia de lo que sucederá en un futuro inmediato si los grandes tratados como el TPP o el TTIP no son detenidos a tiempo.
Una vez implantados, el control que estas multinacionales tendrán sobre los países será total y nadie podrá impulsar ninguna iniciativa que ponga en peligro sus intereses.
Entonces, la vida de los ciudadanos no valdrá ni un céntimo y podrán hacer lo que quieran con nosotros sin ningún impedimento…

Fuente: http://keionline.org/sites/default/files/Carta-Ministerio-28April2016.pdf
http://www.activistpost.com/2016/05/leaked-memos-show-u-s-threaten-continued-violence-if-colombia-challenges-big-pharma-monopoly.html
http://www.elespectador.com/noticias/salud/presiones-de-eeuu-colombia-no-regule-el-precio-del-imat-articulo-631535
http://www.elespectador.com/noticias/salud/otra-traba-tendran-los-pacientes-leucemia-medicamentos-articulo-629518
http://clustersalud.americaeconomia.com/colombia-novartis-perdera-exclusividad-para-fabricar-imatinib/
http://lat.wsj.com/articles/SB12739813861383313909404582082582396706576?tesla=y
http://caracol.com.co/radio/2016/05/13/internacional/1463147293_951225.html
http://www.20minutos.com/noticia/47663/0/colombia-enfrenta-a-mayor-farmaceutica-del-mundo-por-cancer/#xtor=AD-1&xts=513357
http://www.dinero.com/edicion-impresa/caratula/articulo/caratula-de-la-revista-dinero-las-batallas–de-gaviria/223510

La extrema derecha acecha a Europa

La extrema derecha acecha a Europa



Frank Franz, president del partit neonazi NPD
MADRID// La nueva extrema derecha y el nuevo fascismo intentan ocultar su verdadera cara para atraer a los más perjudicados por la crisis dándoles un enemigo exterior al que odiar para dar explicación a todos sus problemas. Ahora son los refugiados, pero antes fueron las instituciones europeas, los inmigrantes, o los musulmanes. No importa qué odiar, importa cómo canalizar ese descontento en un adversario fácilmente identificable para lograr adhesiones con las que luego despertar el verdadero programa de odio. Las elecciones presidenciales en Austria casi colocan a la extrema derecha de Norbert Höfer, del FPO (Partido de la Libertad de Austria), en el poder de un país europeo por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. La victoria de los verdes por un estrecho margen de apenas 30.000 votos gracias a las papeletas por correo han evitado, por ahora, que la ideología que llevó a Europa al desastre no acceda al poder. Pero el viejo continente lleva coqueteando demasiado tiempo con esta posibilidad que no tardará en materializarse. El ascenso de la extrema derecha en Europa se ha hecho realidad con multitud de factores. Los motivos principales de esa eclosión han sido la gestión de la crisis en Europa, que alimentó la desigualdad con sus recetas de austeridad, unida a la instauración de una Unión Europea con países de segunda clase y a la connivencia con los partidos neonazis y de extrema derecha de las instituciones y de los partidos tradicionales. Las organizaciones democristianas y socialdemócratas han visto en ocasiones a estos partidos ultras como socios para gobernar en coalición o han adoptado sus ideas xenófobas como método para parar su ascenso y combatirlos electoralmente, consiguiendo con ello un efecto perverso, ya que legitimaban sus medidas racistas de cara a la opinión pública y provocaron que los electorados giraran hacia el que defendía esas ideas con mayor vehemencia. Uno de los ejemplos paradigmáticos de esta aceptación de ideas racistas para parar el ascenso de la extrema derecha se dio en Francia, cuando Sarkozy primero, como el socialista Manuel Valls después, tomaron medidas xenófobas contra los gitanos empujados por la aceptación popular que tenía el discurso del Frente Nacional de Le Pen en multitud de regiones francesas. Es la misma estrategia que el PP ha usado para acaparar el voto de extrema derecha que no consigue fraguar en otras opciones y que ha buscado reorganizarse en plataformas como La España en Marcha o más recientemente en un partido llamado Respeto. El intento de Hogar Social Madrid por fraguar ese apoyo, al margen del PP, a través de la solidaridad racista como anteriormente hicieron Casa Pound en Italia o Amanecer Dorado en Grecia, es el último intento por camuflar la ideología nazi en acciones más tolerables para los medios de comunicación que les permita crecer igual que en el resto de Europa.

Las dos vías de la extrema derecha

En el seno de la extrema derecha que crece en Europa hay dos líneas diferenciadas. La que apela a la radicalidad más exacerbada con defensa encendida del nazismo como la que representan Jobbik en Hungría o Amanecer Dorado, o la nueva extrema derecha, de formas más institucionales y de pose más moderada, que es visto incluso como socio válido de gobierno para los democristianos que representan la FPO en Austria o el Frente Nacional de Marine Le Pen. Los mejores en Hungría se dice Jobbik, ese es el nombre de uno de los partidos de extrema derecha que menos oculta su discurso aunque está integrado por personas de alta cualificación que ayuda a hacer más digerible su discurso de odio. Su líder, Gabor Vona, ha declarado que cuando tengan posibilidad eliminarán el sufragio universal. El partido nazi húngaro logró en el año 2014 el 20,3% de los votos para la Asamblea Nacional. Más de un millón de votos en un país que no llega a 10 millones de habitantes. Para lograr ese apoyo Jobbik no se escondió, llegó incluso a organizar cacerías de gitanos con sus fuerzas paramilitares en la población húngara de Gyöngyöspata. La Unión europea jamás se pronunció sobre unos hechos que recordaban a lo ocurrido en los años 30 y 40 con el régimen nazi. De hecho, Viktor Örban, presidente de Hungría que se ha apoyado en diferentes ocasiones en Jobbik, ha llegado a ser presidente de turno de la Unión Europea sin que haya ningún tipo de sanción o medida más allá de alguna queja informal por parte de alguna comisaria europea. Los métodos usados para acceder al poder no deben ser un elemento que oculte el peligro que estas opciones racistas y que atentan contra los derechos humanos más básicos tienen para la estabilidad de Europa. https://www.youtube.com/watch?v=Ed_4xM1Fj0M Más en lamarea.com


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Perú Debate Presidencial. Keiko Fujimori Vs Pablo Kuczynsky.


LOS CANDIDATOS PARA LA PRESIDENCIA PERUANA, KEIKO FUJIMORI Y PABLO KUCZYNSKY DEBATEN EN CADENA NACIONAL DE CARA A LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL.
Pablo Kuczynski, empresario y político de 77 años, aprovechó esta oportunidad de proselitismo en las regiones para superar la campaña desarrollada por su rival, de 40 años e hija del exgobernante Alberto Fujimori, preso por diversos delitos registrados durante su gobierno (1990-2000).
La candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori , prometió que de llegar al gobierno asignará el uno por ciento del Impuesto General a las Ventas(IGV) para el Fondo de Compensación Municipal (Foncomun) a fin de ser destinados a los gobiernos locales que no pueden realizar obras.
Asimismo dijo que no reducirá el IGV como ha anunciado su rival electoral Pedro Pablo Kuczynski, porque eso sería perder tres mil millones de soles.
El candidato presidencial de Peruanos por el Kambio (PPK), Pedro Pablo Kuczynski, ofreció apoyar al agro en las regiones con una inyección económica de 500 millones de soles (150 millones de dólares) al Banco Agrario, además de potenciar el turismo receptivo en las regiones.
Kuczynski cree que el Banco Agrario debe ser "el primer piso y no del tercero”, y que las regiones sean dotadas de tecnología y desarrollen actividades nuevas.
“Si queremos tener regiones prósperas, tenemos que ayudar al agro (…) Las zonas rurales son las más pobres del Perú, allí está el 60 por ciento de la pobreza, hay ocho millones de pobres y una gran parte de ellos está en las zonas rurales”, añadió desde la Universidad Nacional de Piura.
Keiko Fujimori plantea la creación de un sistema de planificación de inversiones en la que un representante de las asambleas regionales participen del Consejo de Ministros con el fin de consolidar la descentralización a lo que Pablo Kuczynski criticó porque que el centralismo en Perú a su juicio "es responsabilidad del gobierno de Alberto Fujimori". Keiko se defiende diciendo que el debate es con ella y no con su padre.
Para “una verdadera descentralización” Kuczynski ve necesario crear el Ministerio de Apoyo a las Regiones que acabará con la corrupción. "En el gobierno de su padre hubo mucha corrupción y por eso está preso" a lo que hubo una réplica de Keiko, "no es tiempo de hablar del pasado".
2.- Potencialidad y competitividad regional
Kuczynski reiteró que buscará cuidar el recurso del agua, impulsar el turismo receptivo, la creación de institutos y otras propuestas para mejorar la potencialidad de las regiones.
Fujimori cuestionó el supuesto apoyo de Kuczynski a los transgénicos a lo que este respondió que el caso no era este sino que apoyaba las "semillas mejoradas", recordando su trabajo para fomentar su uso hace 40 años.
3.- Recursos naturales y conflictos sociales
Keiko Fujimori: “Las inversiones tiene que realizarse en armonía entre Estado, comunidad y empresa (…) con el más absoluto respeto al medio ambiente. Valoramos el agua como fuente de vida (…) El agua es un derecho y vamos a defenderlo”.
 4.- Infraestructura
El líder de Peruanos por el Kambio prometió llevar el servicio de agua potable a todo el país, mejora de la infraestructura educativa, carretera de penetración, sistema de trenes en las grandes ciudades, acelerar la electrificación rural, nuevos puertos, entre otras propuestas.
"En mi gobierno las demandas sociales serán atendidas sin que sea necesario hacer un paro" dijo Fujimori en su intento por no quedarse atrás".
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Carta abierta de la UCCSNAL sobre las nuevas tecnologías de modificación genética

Carta abierta de la UCCSNAL sobre las nuevas tecnologías de modificación genética

 
UCCSNAL – UNIÓN DE CIENTÍFICOS COMPROMETIDOS CON LA SOCIEDAD Y LA NATURALEZA DE AMÉRICA LATINA
uccsnal.org,

Artículo anterior del  10 de mayo de 2016
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En homenaje a Andrés Carrasco a dos años de su fallecimiento
Desde hace algunos meses se ha iniciado con mucha fuerza una campaña publicitaria para promover un grupo de nuevas biotecnologías (como la edición de genes, la biología sintética, CRISPR-Cas, el uso de micro ARN, la manipulación de la expresión genética a través de la intervención en los complejos procesos involucrados en epigénetica, por mencionar algunos ejemplos), presentándolas como “superadoras” de la transgénesis.
Tal como ocurrió hace dos décadas, cuando los promotores de los transgénicos nos presentaron un largo menú de promesas que nunca llegaron a cumplirse, los mismos sectores que desde entonces vienen defendiendo los transgénicos, hoy nos dicen que estas nuevas biotecnologías “superadoras” son mucho más precisas, seguras y eficientes; que con apenas un “rasguño” se puede obtener resultados extraordinarios. Ellas, se dice, podrían ser la respuesta a la cura de diversas enfermedades, al incremento en la producción agrícola; se eliminaría el uso de plaguicidas, se podría desarrollar nuevos combustibles que, por un lado no se agoten y por otro, ayuden a enfrentar el cambio climático. Todas estas promesas son las mismas que hace 20 años acompañaron el lanzamiento de los cultivos transgénicos y todas demostraron a lo largo de estas décadas su falsedad.
Contrariamente a lo anunciado, con la introducción de los transgénicos en la agricultura industrial, se fortaleció el poder corporativo en el sistema agroalimentario, se dio una rápida expansión de monocultivos de soya, maíz y algodón y canola (que fueron los únicos cultivos biotecnológicos que tuvieron un éxito comercial) y que, además de desplazar cultivos alimenticios, profundizaron los impactos que provocados por la revolución verde: la emergencia de súper malezas, súper plagas y nuevas enfermedades, el incremento del uso de agrotóxicos, se intensificó el poder monopólico sobre las semillas a través de la imposición de derechos de propiedad intelectual y otros mecanismos legales, la aceleración del proceso de acaparamiento de la tierras, la ultra-tecnificación del agro, lo que devino en un masivo abandono del campo, porque el resultado final ha sido la instauración de un modelo agrícola sin agricultores.
Estas nuevas biotecnologías aplicadas al mundo rural, no harán sino acentuar esta tendencia ya que todas ellas están concebidas para ser aplicadas en modelos de monocultivos industriales.
Cuestionamos la seguridad de esta tecnología, que juega con la manipulación genética a pesar del gran desconocimiento que existe sobre su funcionamiento, y sobre los efectos que su aplicación podrían desencadenar a nivel celular, del organismo de la salud humana y del ambiente.
No pedimos para estas tecnologías la aplicación de normas de bioseguridad ni el desarrollo de estrictas evaluaciones de riesgo, sino la suspensión de toda la experimentación en este campo. Cuestionamos el exagerado rol que se da a “la ciencia” y al sistema científico tecnológico en el proceso de toma de decisiones relacionado con la adopción de estas nuevas tecnologías, pues sabemos que la investigación científica encarna las mismas relaciones de poder que se dan en la sociedad, y que las principales líneas de investigación son decididas por quienes las auspician y financian.
Desde la UCCSNAL proponemos un nuevos modelo de Ciencia Digna que en un diálogo de saberes con los campesinos y campesinas del mundo que han alimentado a la humanidad por miles de años y hoy lo siguen haciendo. Hacemos nuestras las palabras de Andrés Carrasco en el documento que sirvió de base para la creación de nuestra organización: “En este contexto existe la necesidad urgente de establecer una red de científicos, con concepciones más respetuosas de la complejidad y con capacidad de interpelar a las empresas y las comunidades científicas que sostienen y promueven los OGM, denunciando las limitaciones de la tecnociencia biotecnológica, discutiendo, refutando y develando las falacias simplificadoras y reduccionistas que pretenden formar un corpus “teórico y científico” de la tecnología de manipulación genética, con el fin inconfeso de reemplazar la naturaleza a medida de las grandes corporaciones y gobiernos y blindar los procesos de apropiación por despojo del territorio y su gente a cualquier precio, incluso la muerte por exterminio”.
Es hora que los agricultores y la sociedad recuperen las iniciativas de la investigación científica basada en técnicas agroecológicas, basadas en las fortalezas locales, que reviertan el acelerado proceso de descampesinización; que los temas emergentes de salud sean tratados desde un punto de vista integral abordando los procesos de determinación social y ambiental que promueven la salud y los que generan la enfermedad.
Es impensable que los impactos y problemas sociales, ambientales y sanitarios que han sido generados por la expansión acrítica de un modelo basado en la tecnociencia de mercado, cuya principal motivación es la maximización de la ganancia económica, puedan solucionarse o atenuarse, sumando las nuevas quimeras de la revolución biotecnológica.
Nuestra contrapropuesta, es la agroecología que prescinde del uso de pesticidas y fertilizantes derivados de la industria química, son sustentables en el tiempo, hacen un manejo racional de recursos naturales, brindando productos sanos y manteniendo o incrementando la fertilidad de los suelos. Los informes de Olivier de Schutter, relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, y del IAASTD señalan sin ambigüedades la alta capacidad productiva de la agricultura campesina y ecológica. Al mismo tiempo, consideran que ésta permite un mejor acceso a los alimentos, al apostar por una producción y comercialización local, con prácticas que respetan, conservan y mantienen la naturaleza.
En realidad, no solo la agricultura campesina y ecológica puede alimentar al mundo sino que es la única capaz de hacerlo. No se trata de un retorno romántico al pasado ni de una idea bucólica del campo sino de hacer confluir los métodos campesinos de ayer con los saberes del mañana y democratizar radicalmente el sistema agroalimentario.


ISRAEL APLICARÁ PENA DE MUERTE SÓLO A PALESTINOS Y NO A ISRAELÍES POR LOS MISMOS DELITOS

ISRAEL APLICARÁ PENA DE MUERTE SÓLO A PALESTINOS Y NO A ISRAELÍES POR LOS MISMOS DELITOS

 
Según informa el diario israelí Haaret, Israel aplicará la pena de muerte sólo a palestinos, a los que califica de “terroristas”, y no a colonos israelíes que cometan los mismos delitos de los palestinos.
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La decisión es resultado de un acuerdo logrado el domingo entre el líder del partido israelí de ultraderecha Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, y el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, quien dirige desde 2005 el Likud, dijo una fuente del Likud a Haaretz.
Los palestinos acusados por “terrorismo” en Cisjordania son juzgados en tribunales militares, pero los israelíes acusados de crímenes similares son juzgados en tribunales civiles. No obstante, el recién alcanzado pacto excluirá la aplicación de la pena capital contra los colonos israelíes.
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Según la fuente que hablaba bajo condición del anonimato, la decisión se tomó en el marco de las negociaciones entre Netanyahu y Lieberman, para la entrada de Israel Beitenu en el gabinete del primer ministro.
Lieberman se acordó que la pena de muerte pueda aplicarse con el voto por mayoría de dos de los tres jueces de los tribunales militares, mientras que en el pasado debería haber un consenso para emitir la pena capital.
El premier israelí propuso a Liberman el cargo del ministro de asuntos militares de Israel después de que su antecesor Moshe Yaalon renunciara a su cargo por su “pérdida de confianza” en Netanyahu.
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Fuente: http://www.hispantv.com/newsdetail/palestina/256447/israel-pena-muerte-palestinos-liberman

Control Social: Los niños perdidos de Tranquility Bay

Control Social: Los niños perdidos de Tranquility Bay



Uno de los secretos mejor guardados en Estados Unidos, es el de Tranquility Bay, un centro educativo estricto como ninguno, que se utiliza como campo de reeducación para chicos rebeldes. Uno de estos centros está en Jamaica. Los padres pagan cantidades muy elevadas de dinero por un centro que más bien parece un gulag o una especie de Guantánamo escolar. Los chicos reciben castigos corporales considerables aprovechando que la ley lo permite. Es la primera vez que se muestran imágenes de estos centros. 

Tranquility Bay es un centro de reeducación extremadamente severo que se maltratan físicamente a los chicos internos y se les hace un lavado de cerebro. Es uno de los numerosos centros afiliados a WWASP, un conjunto de empresas dirigido con mano de hierro por unos empresarios de Utah, en Estados Unidos, ligados a los valores patriarcales y autoritarios del fundamentalismo mormón. 

Actualmente, en Estados Unidos, hay más de mil empresas privadas que venden sus programas de reeducación infantil. En este mercado de casi 50.000 millones de euros, que crece a un ritmo del 25% anual, WWASP domina desde hace quince años el sector de la modificación del comportamiento. Su especialidad es el internamiento de adolescentes difíciles y la tarifa base es de 24.000 euros al año. Esta red de centros se anuncia a través de Internet, de catálogos a todo color, de vídeos promocionales y del boca a oreja entre los padres, que ven WWASP como el último recurso. Pero por qué necesitan un último recurso? Porque tienen miedo de que su hijo pierda el camino. El miedo es el que alimenta este negocio. 

El producto que WWASP vende a estos padres asustados suena muy bien. Se llama “modificación del comportamiento” y se resume en dos palabras: castigo y recompensa. WWASP educa a sus internos, tal como se enseña a un animal de compañía. Un ejemplo del repertorio de castigos de estos centros es obligar a los chicos a permanecer tumbados en el suelo durante horas, días o semanas. En cuanto a las recompensas, sólo hay una: la ausencia de castigo. Es la única manera de obtener privilegios, como comer, lavarse, estudiar o bien llamar a los padres. 

El Imperio norteamericano reciente (cap. 56 de Asesinando la esperanza, de William Blum)

El Imperio norteamericano reciente (cap. 56 de Asesinando la esperanza, de William Blum)

 

fuente


Mural sobre las paredes de la antigua embajada de Estados Unidos en Teherán (Irán). Fuente y referencia aquí.



“La forma en que Bush y los suyos consiguieron desviar la ira de Norteamérica de Bin Laden a Saddam Hussein es uno de los más grandes trucos de hechicería de las relaciones públicas en la historia”
John le Carré, citado por Blum 




Nota del editor del blog. Ofrecemos el último capítulo del libro de William Blum sobre las intervenciones de la CIA y del ejército de EE.UU. desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En este capítulo que cierra su libro, Blum nos habla del "Imperio" estadounidense reciente, de 1992 a 2002. Es obvio que entre 2002 y 2016 han tenido lugar muchas hechos al respecto en el mundo, vinculados al imperialismo de EE.UU. Los últimos 13 años no están reflejados ya que el libro de Blum fue terminado de escribir en 2003 y publicado en 2004. Aun así, es un capítulo que podemos extrapolar perfectamente para comprender el imperialismo de EE.UU. desde entonces. Acaso, quizás, todo cuanto Blum describe se ha ido acentuando cada vez más en estos últimos años. Se trata, pues, de un texto que mantiene absolutamente su actualidad.
El término "Imperio" aplicado a EE.UU. empezó siendo utilizado por los críticos del imperialismo. Sin embargo, como nos cuenta Blum, cada vez son más los apologetas de la política exterior estadounidense los que lo utilizan de forma orgullosa; reconocen y defienden tal realidad imperial.
"El Imperio norteamericano" es el último capítulo del libro de Blum. Cierra una magnífica e indispensable obra cuyo conocimiento y difusión son obligados si queremos entender el mundo contemporáneo. No es posible entender las relaciones internacionales, pacíficas o violentas, al margen del imperialismo, como tampoco es posible entender el capitalismo al margen de este último.
Referencia documental: William Blum: "El Imperio norteamericano desde 1992 hasta el presente"en Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundialcap. 56, pp. 460 a 471. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005 (original en inglés: William Blum, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Common Courage Press, 2004).
Fuente de digitalización y correcciones (cítese y manténgase el hipervínculo): blog del viejo topo
Imágenes, pies de foto y negrita: son un añadido nuestro.
Otros capítulos del libro: para acceder a otros capítulos publicados en el blog, véase al final el índice y pulsar en los hipervínculos que estén activos.


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EL IMPERIO NORTEAMERICANO DESDE 1992 HASTA EL PRESENTE (*)
William Blum
(*) [Nota del editor del blog: el libro fue terminado de escribir en 2003, de manera que ese "presente" termina en 2002]
Afirmamos que ninguna nación puede soportar ser mitad república y mitad imperio, y advertimos al pueblo norteamericano que el imperialismo exterior llevará de manera rápida e inevitable al despotismo interno. (Plataforma Nacional del Partido Demócrata de EE.UU., 1990)
Después de la guerra en Iraq en 1991, EE. UU. se hizo con bases militares en Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, Oman y los Emiratos Árabes Unidos. Después de la guerra en Yugoslavia en 1999, EE.UU. se hizo con bases militares en Kosovo, Albania, Bulgaria, Macedonia, Hungría, Bosnia y Croacia. Después de la guerra en Afganistan, entre el 2001 y 2002, EE.UU. se hizo con bases militares en Afganistán, Pakistán, Kazajstán, Uzbekistán, Tadzhikistán, Kirguiztán, Georgia, Yemen y Djibouti. Después de los bombardeos y la invasión a Iraq en 2003, EE.UU. se apoderó de Iraq.

No se trató de sutilezas de política exterior, ni de operaciones encubiertas. Los hombres que dirigen el imperio norteamericano no se avergüenzan con facilidad. Y es por eso que el imperio crece —una base en cada vecindad, lista para ser movilizada para acabar con cualquier amenaza al poder imperial, ya sea real o imaginada. Cincuenta y ocho años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, todavía EE.UU. tiene bases militares importantes en Alemania y Japón; cincuenta años después del término de 1ª guerra en Corea, decenas de miles de soldados norteamericanos continúan estacionados en Corea del Sur. “Norteamérica tendrá una presencia y un interés continuados en Asia Central de un tipo que no podíamos haber soñado antes”, declaró el secretario de Estado Colin Powell en febrero de 2002 (1). Poco después en ese mismo año, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció: “Los militares estadounidenses se hallan desplegados en mayor cantidad de localizaciones de las que han existido nunca a través de la historia” (2).

Con el mismo grado de sutileza se han sucedido los anuncios desde principios de
los 90 hasta nuestros días —coincidiendo con la estratégica desaparición de la URSS— y se han hecho sonar las trompetas en torno al deseo de Washington, a sus medios y a sus intenciones de dominar el mundo, al tiempo que se asegura a éste que los propósitos de tal cruzada son nobles. Estas declaraciones han aparecido con regularidad en los documentos que emanan de la Casa Blanca y el Pentágono, al igual que de las comisiones designadas por el Gobierno y de los tanques pensantes identificados con las instituciones de seguridad nacional. He aquí la voz del imperio:
  • 1992: “Nuestro primer objetivo es prevenir la reaparición de un nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua URSS o en otra parte, que represente una amenaza del tipo de la representada anteriormente por la URSS [...] debemos tener en cuenta suficientemente los intereses de las naciones industriales avanzadas para no alentarlas a desafiar nuestro liderazgo o buscar revertir el orden económico y político establecido [...] debemos mantener los mecanismos para detener a nuestros competidores potenciales de aspirar siquiera a un mayor papel a nivel regional o global”. (3) 
  • 1996: “Algún día nos ocuparemos de objetivos terrestres —barcos, aviones, objetivos en tierra- desde el espacio [...] Vamos a pelear en el espacio. Vamos a pelear desde el espacio y dentro del espacio”. (4)
  • 1997: “Con respecto al dominio del espacio, lo tenemos, nos gusta, y vamos a conservarlo”. (5)
  • 2000: “La nueva [preparación militar] promedio es para mantener la superioridad militar sobre todos los rivales potenciales y para prepararnos ahora para futuras rivalidades militares, incluso si no pueden ser identificadas aún y su aparición eventual es sólo una especulación [...] Los requerimientos militares han sido detallados por evaluaciones concretas de las amenazas actuales a la seguridad. Guerras genéricas y capacidades genéricas son proyectadas como bases para la planificación. Las particularidades de escenarios reales de conflicto se han vuelto secundarias a la necesidad generalizada de mostrar el dominio total del poderío estadounidense en todo el globo”. (6)
  • 2001: “La presencia de fuerzas norteamericanas en regiones criticas alrededor del mundo es la expresión visible de la extensión del estatus de Norteamérica como superpotencia y como garante de la libertad, la paz y la estabilidad”. (7)
  • 2001: “Si tan sólo dejamos avanzar nuestra propia visión del mundo, y nos atenemos a ella por completo, y no tratamos de ser listos y de unir a ella soluciones diplomáticas, sino tan sólo librar una guerra total contra estos tiranos, creo que cumpliremos muy bien nuestra tarea y nuestros hijos cantarán canciones sobre nosotros dentro de muchos años”. (8)
  • 2001: La “Revisión de la Posición Nuclear” de la administración Bush, ordena a los militares preparar planes de contingencia para utilizar armas nucleares contra siete países al menos -China, Rusia, Iraq, Irán, Corea del Norte, Libia y Siria— y construir armas nucleares más pequeñas para ser empleadas en determinadas situaciones de combate. (9)
  • 2002: En septiembre la Casa Blanca emitió su “Estrategia para la Seguridad Nacional”, que declara: “Nuestras fuerzas serán lo bastante poderosas para disuadir a potenciales adversarios de fortalecerse militarmente con la esperanza de sobrepasar o igualar el poderío de Estados Unidos [...] Norteamérica actuará
  • contra tales amenazas emergentes antes de que se hayan formado por completo [...] Debemos detener y defendemos de cualquier amenaza antes de que la misma se desate [...] No podemos dejar que nuestros enemigos golpeen primero [...] Para prever y prevenir tales actos hostiles de nuestros adversarios, EE.UU. actuará preventivamente si es necesario”.
La acción preventiva fue el argumento imperial japonés esencial para justificar el ataque a Pearl Harbor en 1941, y el esgrimido por la Alemania nazi para justificar su invasión a Polonia en 1939. Para cualquier observador, el significado de la “Estrategia para la Seguridad Nacional” es el siguiente:
Aplastar las aspiraciones de quienes albergaban la esperanza de que el mundo se dirigiera hacia un sistema de derecho internacional que permitiera la solución pacífica de los conflictos, a través de convenciones y tribunales. En lugar de esto, una sola potencia que desestima las convenciones y los tribunales ha proclamado su intención de dominar el mundo militarmente, mediante intervenciones preventivas dónde lo crea necesario para exorcizar amenazas... Aquellos que deseen un mundo -en el que ninguna potencia sea suprema y donde las convenciones y las leyes sean utilizadas para solucionar los conflictos comenzarán un nuevo debate, acerca de cómo enfrentarse a la Norteamérica imperial. (10)
El Estado norteamericano estaba tan intoxicado con la idea de la dominación que cuando se anunció en noviembre de 2002 la formación de un grupo de asuntos públicos que viajaría a los campos de batalla “para interactuar con los periodistas, ayudar a los comandantes norteamericanos y enviar noticias y fotos a los cuarteles de mando para su divulgación”, se describió la operación como un intento de “dominio de la información. (11)


 "El Presidente habla sobre la Paz", de Josep Renau. Fotomontaje, 1952.

La Guerra Fría ha terminado. ¡Que viva la Guerra Fría!

Es sin duda notable que en el siglo XXI el Gobierno de EE.UU. todavía anda lanzando enormes cantidades de explosivos de extraordinario poder sobre las cabezas de personas inocentes e indefensas. No se suponía que seria así. A mediados de los 80, las reformas de Mijail Gorbachov constituyeron el principio del fin para el Estado soviético. En 1989 el Muro de Berlín se derrumbó y la gente en toda Europa del Este lo celebró como “un nuevo dia”. Estados Unidos se unió entonces a esta celebración invadiendo a Panamá, apenas unas semanas antes de la caída del muro. Al mismo tiempo intervenía descaradamente en las elecciones en Nicaragua para derrotar a un gobierno de izquierda. Poco después Sudáfrica liberó a Nelson Mandela y el apartheid comenzó a desplomarse, y antes de que terminara el 1990, Haiti celebró su primera elección libre y escogió a un progresista auténtico como presidente. Parecía que todo era posible, el optimismo era tan general cómo hoy día el pesimismo.

Sin embargo, cuando Bulgaria y Albania “recién liberadas de las garras del comunismo”, como diría la prensa norteamericana, se atrevieron a elegir gobiernos que no eran aceptables para Washington, éste se interpuso y los derrocó. En ese mismo periodo bombardeó a lraq y a su pueblo durante cuarenta dias con sus noches, sin piedad y sin una razón buena y honesta. Y ahi terminó nuestra esperanza por un mundo mejor y diferente. Pero los dirigentes norteamericanos no habían terminado. En 1993 atacaron Somalia, intentando rediseñar su mapa politico, con más bombardeos y más muertes. Intervinieron para derrotar movimientos de resistencia en Perú, México, Colombia y Ecuador, tal como si fuera la Guerra Fría en los 50 en Latinoamérica, y en los 60, los 70, los 80, y como lo siguió haciendo en los 90 en este nuevo siglo. 

A fines de los 90, Washington podía ser encontrado interfiriendo en elecciones en territorios que habian pertenecido a la esfera soviética: Rusia, Mongolia y Bosnia. En 1999 bombardearon a Serbia y Kosovo durante setenta y ocho dias interminables, la culminación del plan maestro de Washington para fragmentar a la República Federal Socialista de Yugoslavia, demonizada como "la última de los comunistas" (12).  Y una vez más, en el otoño de 2001, intervinieron de forma abierta y grosera en las  elecciones nicaragüenses para impedir la victoria de la izquierda. Al mismo tiempo bombardearon Afganistán y, según todas las probabilidades, mataron a más civiles inocentes que los que perecieron en EE.UU. el 11 de septiembre de ese año (13), al igual que dieron muerte a innumerables “combatientes” (entiéndase cualquiera que defienda la tierra donde vive de una invasión). Muchos de los llamados “terroristas” extranjeros residentes en Afganistán en aquel momento, incluidos los entrenados en los campamentos de Al Qaeda, habian ido allí a luchar contra los soviéticos o a ayudar a los talibanes en su última guerra civil; para ellos se trataba de misiones religiosas, nada que ver con el terrorismo o EE.UU. Entre las miles de víctimas de la invasión norteamericana, no se ha identificado a una sola que estuviera conectada con los eventos de aquel trágico día. Los terroristas del 11 de septiembre habían escogido edificios simbólicos para su ataque y EE.UU  escogió un país simbólico para su represalia. (14)

Mientras continuaban devastando a Afganistán en 2002, Washington encontró tiempo para dar su apoyo indispensable a un plan para derrocar a Hugo Chávez y su gobierno popular en Venezuela, después de que éste dejó bien claro que Venezuela no iba a convertirse en una dependencia extranjera del imperio (15). Y durante todos estos años ha mantenido su puño apretado en tomo a Cuba: todavía, después de un siglo de ocupación imperialista, se niega a evacuar la base de Guantánamo, ahora convertida en una moderna Isla del Diablo para el encarcelamiento ilegal y horrendo de hombres, y también de algunos niños, secuestrados en varias partes del mundo en la llamada Guerra contra el Terrorismo

¿Qué tenemos? Al pueblo norteamericano se le ha inculcado por casi medio siglo
.que la Guerra Fría, incluida la guerra en Corea, en Vietnam, los grandes presupuestos militares, y todas las invasiones norteamericanas y los derrocamientos de gobiernos -aquellos que son conocidos- eran para combatir la misma amenaza: la conspiración del comunismo internacional con base en Moscú. Pero luego la URSS se disolvió. El Pacto de Varsovia se disolvió. Los estados de Europa del Este se occidentalizaron. Los antiguos socialistas se volvieron capitalistas. Y nada cambió en la política exterior norteamericana. Incluso la OTAN se mantuvo, la OTAN que había sido creada —o al menos eso nos dijeron- para proteger a Europa occidental de una invasión soviética, y no sólo se mantuvo, sino que aumentó su tamaño y su poderío militar, un tratado sobre ruedas que puede ser dirigido en cualquier dirección para complacer los deseos del momento de Washington —actuando como subordinada de EE.UU. en los Balcanes en forma de protectorado, invocando sus estatutos para justificar que sus miembros se unieran a EE.UU. en la invasión a Afganistán.

Y mientras Rusia cerraba sus bases en Eurppa del Este, Vietnam y Cuba, EE.UU, abría nuevas bases militares en los territorios de antiguas repúblicas soviéticas y en otras regiones del mundo. Mientras Rusia cerraba su estación de radio-inteligencia en Lourdes, Cuba, EE.UU. estaba Construyendo una poderosa estación de espionaje electrónico en Letonia, en la frontera soviética, como parte del sistema de espionaje global de Washington. 

Todo había sido una estafa. La URSS y algo llamado comunismo per se no habían sido el objeto de los ataques globales de Washington. Nunca hubo una conspiración comunista internacional. El enemigo fue, y sigue siendo, cualquier gobierno o movimiento, o incluso individuo, que se interpone en el paso de la expansión del imperio norteamericano, sea cual sea el nombre que EE.UU. dé a su enemigo: comunista, Estado villano, traficante de drogas, terrorista... 


¿Está EE.UU. contra el terrorismo?

El terrorista cubano Orlando Boch
¿Debemos creer ahora que el imperio norteamericano está contra el terrorismo? ¿Cómo se le llama a un hombre que vuela un avión y mata a 73 civiles por razones políticas, que realiza varios atentados contra diplomáticos; que dispara contra embarcaciones ancladas en puertos norteamericanos, que coloca explosivos en numerosos edificios comerciales y diplomáticos en EE.UU. y el extranjero? Docenas de actos como esos. Su nombre es Orlando Bosch, es cubano y vive en Miami sin ser molestado por las autoridades. La ciudad de Miami declaró un día en su honor: el Día del Dr. Orlando Bosch (16). Fue liberado de la prisión en Venezuela en 1988, donde se encontraba por causa de la voladura del avión, debido en parte a las presiones del embajador norteamericano en el país en aquel momento, Otto Reich, quien en 2002 fue designado para un alto puesto en el Departamento de Estado por el presidente Bush. Después de que Bosch regresara a EE.UU. en 1988, el Departamento de Justicia lo condenó como terrorista violento y había decidido deportarlo, pero el presidente Bush padre lo impidió, con la ayuda de su hijo Jeb Bush en Florida (17). Por tanto, ¿está el presidente Bush hijo y su familia contra el terrorismo? Pues, si, están en contra de los terroristas que no son aliados del imperio. El avión que Bosch hizo estallar en 1976 era cubano. En Cuba se le reclama por ese y otros serios crímenes, y los cubanos han pedido a Washington su extradición. Para Cuba él es como Osama bin Laden para EE. UU. Pero EE.UU. se negó. Imagínense la reacción norteamericana si Bin Laden apareciese en La Habana y los cubanos se negaran a entregarlo. Imagínense la reacción de Washington si La Habana proclamase un Dia de Osama bin Laden

El compromiso de Washington de luchar contra el terrorismo puede ser más cuestionado si se analiza su apoyo a la etnia albanesa en Kosovo, quienes constituyeron el Ejército de Liberación de Kosovo. El ELK, en pos de sus aspiraciones políticas, ha llevado a cabo numerosos ataques terroristas durante años en varias partes de los Balcanes, pero son aliados de Washington porque han atacado a gente que Washington no ve con buenos ojos. Y son aliados a pesar del hecho deque el ELK tiene vínculos ideológicos y personales con Osama bin Laden y Al Qaeda, y a pesar de estar clasificado como organización terrorista por el propio Departamento de Estado (18)


Abril de 1999, miembros del ELK con las cabezas de dos de sus víctimas. "El UÇK o Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) respaldado por Al-Qaeda fue directamente apoyado y políticamente autorizado por la OTAN, a partir de 1998. Pero según una fuente de Tim Judah, representantes del ELK ya se habían reunido en 1996 con las agencias de inteligencia americana, británica y suiza, y posiblemente «varios años antes». Esto habría vuelto a pasar probablemente cuando miembros del ELK afganos árabes, como Abdul-Wahid Al-Qahtani, luchaban en Bosnia" ("Al-Qaeda, el UÇK en Kosovo y el oleoducto transbalcánico", por  Peter Dale Scott).

Además, en los años 80 y 90, anticomunistas vietnamitas, camboyanos y laosianos residentes en EE.UU. financiaron e instigaron a sus compatriotas para colocar bombas y otro tipo de ataques contra sus gobiernos y conciudadanos, con la esperanza de desestabilizarlos; estas acciones —terroristas por definición— fueron realizadas con la aprobación implícita del Gobierno norteamericano, que hace oídos sordos al Acta de Neutralidad, ley que prohíbe a los ciudadanos norteamericanos o residentes en el país utilizar la fuerza para derrocar a un gobierno extranjero (19).

George W. Bush ha hablado también con vehemencia contra los que protegenlos terroristas —“aquellos que protejan a los terroristas amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos”— (20) pero ¿lo dice en serio? Debemos preguntar: ¿qué país alberga más terroristas que EE.UU.? Orlando Bosch es uno de los numerosos cubanos anticastristas en Miami que han realizado cientos de actos terroristas en EE.UU., en Cuba y en todas partes; todo tipo de ataques incendiarios, intentos de asesinato y colocación de explosivos. Ellos han sido protegidos en EE.UU. durante décadas, como también otros muchos terroristas amigos, torturadores, violadores de los derechos humanos, etc., de Guatemala, Haití, El Salvador, Indonesia y de muchos otros países, todos aliados del imperio. (21)

La CIA ha estado muy ocupada buscando terroristas en las cuevas de las montañas afganas al mismo tiempo en que se sienta en los bares de Miami a compartir tragos con terroristas.

[Nota del edito del blog: Orlando Boch murió en Miami el 27 de abril de 2011. A pesar de sus innumerables actos de terrorismo, fue protegido por el gobierno de EE.UU. hasta el final de su vida: detrás de sus acciones siempre había estado la CIA, lo cualle sirvió de blindaje. Dick Thornburgh, que fue Fiscal General de Justicia de EE.UU., llegó a calificar a Bosch como un “terrorista no arrepentido"]

La mafia imperial

Autor Michael Bierut
¿Qué debemos pensar de todo esto? ¿Cómo vamos a entender la política exterior estadounidense? Bueno, si se fuera a escribir un libro llamado “El imperio norteamericano para tontos”, en la página uno diría: Nunca repare en el factor moral. La política exterior norteamericana no tiene ningún factor moral incluido en su ADN. Uno debe librar su mente de esa carga que sólo sirve para estorbar si uno debe buscar un significado en medio de los clichés y banalidades utilizados para formular esa política exterior. 

Se trata de algo difícil de aceptar para la mayoría de los norteamericanos y de sus admiradores. Ven a los dirigentes estadounidenses en televisión entre risas y sonrisas, bromeando, los ven con sus familias y los escuchan hablar de Dios y de amor, de paz y de orden, de democracia y libertad, de derechos humanos y justicia, y hasta de béisbol. Estos dirigentes saben cómo condenar las atrocidades del mundo con palabras claras, justamente las que saben que a la gente le gusta oír, con el ahogo en la garganta en el momento preciso para mostrar lo conmovidos que están. ¿Cómo pueden personas así ser monstruos, cómo pueden ser llamados inmorales? Se llaman George, Dick y Donald, no hay ningún Mohammed ni Abdalah en ese lote, y todos hablan inglés. La gente llamada Mohammed y Abdalah corta las manos de los ladrones para castigarlos. Los norteamericanos saben que eso es horrible, son muy civilizados. Pero la gente llamada George, Dick y Donald dejan caer bombas de fragmentación sobre ciudades y aldeas, las que no explotan se convierten en minas en la tierra y en poco tiempo un niño recoge una, o la pisa y pierde un brazo, o una pierna, o ambos brazos y ambas piernas, y a veces la vista, y eso después que las bombas que explotaron causaron su propio horror.

Pero quizás estos hombres no sean tan inmorales como amorales. No es que les cause placer provocar tanta muerte y sufrimiento. Es que no les importa... lo mismo que pudiera decirse acerca de un sociópata. Mientras la muerte y el sufrimiento sirvan para hacer avanzar sus fines y las corporaciones adecuadas ganen dinero, poder, privilegios y prestigio, mientras la muerte y el sufrimiento no los toquen a ellos o a sus íntimos... simplemente no les importa si le pasa a otras personas, incluidos los soldados norteamericanos que lanzan a las guerras y regresan a casa —cuando regresan con síndromes como el del Agente Naranja o de la Guerra del Golfo consumiéndolos. Los dirigentes norteamericanos no estarían en el lugar donde están si se preocuparan por tales cosas.

Cuando estaba escribiendo mi libro Estado villano entre 1992 y 2000, utilicé el término “imperio norteamericano” con cierta precaución porque no era de uso común, y no estaba seguro de si el público norteamericano estaba preparado para esta idea. Pero no necesitaba tanta cautela. La idea de la hegemonía mundial de EE.UU. no sólo ha sido analizada públicamente, sino con orgullo, por partidarios del imperio —destacados intelectuales norteamericanos como Dinesh D’Souza del Instituto Hoover, quien escribió un articulo titulado “Elogio del imperio norteamericano”, en el cual plantea que “Norteamérica es la potencia imperial más magnánima que ha habido nunca” (22). El columnista Charles Krauthammer ha hablado del “imperio únicamente benigno” de América (23). Michael Hirsch, editor de la revista Newsweek, se agregó al coro de cantos de autoalabanza al decir:
“Los aliados de EE.UU. deben aceptar que el unilateralismo de EE.UU. es inevitable, incluso deseable. Esto implica, principalmente, aceptar la realidad del supremo poderío de Norteamérica, y de manera sincera, apreciar cuán afortunados son históricamente al estar protegidos por una potencia tan benigna relativamente” (24).
Robert Kagan, una luminaria de la política exterior norteamericana, había escrito antes:
“Y la verdad es que la hegemonía benevolente ejercida por Estados Unidos es buena para una vasta porción de la población mundial. Es ciertamente un mejor arreglo internacional que todas las alternativas realistas”. (25)
De esta forma la gente que está casada con la política exterior norteamericana y pueden vivir con ella, concluyen y proclaman, e incluso creen, que tales políticas producen una fuerza humana, un imperio ilustrado, y llevan el orden, la prosperidad y un comportamiento civilizado a todas partes, y que si EE.UU. se ve “forzado” a ir a la guerra, la realiza en forma “humanitaria”. Tal como el lector habrá notado, los documentos que avalan este libro describen con minuciosos detalles lo exactamente opuesto; muestran la terrible violencia y crueldad, la supresión de cambios sociales necesarios y muchas otras consecuencias espantosas de las intervenciones de EE.UU. en las vidas de la gente en las cuatro esquinas del mundo durante más de medio siglo.

George W. Bush
Los escribas del imperio parecen ser tan amorales como los funcionarios de la Casa Blanca y del Pentágono. Después de todo, las partículas de uranio empobrecido no están alojadas en sus pulmones para irradiar desde allí por el resto de sus vidas; el Banco Mundial y el FMI no están destruyendo su economía y sus servicios básicos; no son sus familias las que deambulan en busca de refugio en el desierto. Los líderes del imperio, la mafia imperial —George W. Bush, Donald Rumsfeld, Richard Cheney, Colin Powell, Condoleezza Rice, Paul Wolfowitz, Richard Perle, et al.y todos sus escribas igualmente, son tan fanáticos y fundamentalistas como Osama bin Laden, en lugar de gritar ¡Alá!, gritan ¡Dios es grande! ¡USA, USA,USA! 

Kagan, uno de los arquitectos intelectuales del intervencionismo que busca imponer al mundo una agenda neoconservadora, por cualquier medio que se requiera, ha declarado que EE.UU. debe negarse a aceptar cualquier convención internacional, tal como el tribunal internacional, o el acuerdo de Kyoto sobre el calentamiento global. Estados Unidos, dice, “debe apoyar el control armamentista, pero no siempre para sí mismo. Debe vivir bajo un doble estándar” (26). Y también esta Robert Cooper, un alto diplomático británico y asesor del primer ministro Tony Blair. Cooper escribe:
“El desafio al mundo postmodemo es acostumbrarse a la idea de los dobles estándares. Cuando se lidia con estados más anticuados fuera del continente europeo postmoderno, necesitamos acudir a métodos más toscos, de una época anterior: la fuerza, ataques preventivos, engaños, lo que haga falta para lidiar con aquellos que todavía viven en el siglo XIX, de cada país para sí mismo” (27).
Su expresión “cada país para sí mismo” puede explicarse mejor de esta forma: cada Estado que no esté dispuesto a someterse al imperio norteamericano y a su mejor amigote de Londres. De modo que ahí lo tienen: el doble estándar es una realidad. La regla dorada de hacer a otros lo que no dejarías que te hicieran a ti. La mafia imperial y su corte de intelectuales como Kagan y Cooper tienen verdaderas dificultades al tratar de vender o defender su visión del mundo sobre bases legales, morales, éticas o simplemente justas. Por eso han decidido no regirse por tales estándares. 

El oro líquido, una vez más

La ocupación norteamericana de Afganistán sirvió para el propósito de establecer un nuevo gobierno que fuera lo suficientemente favorable a los objetivos internacionales de Washington, incluida la instalación de bases militares y estaciones de escucha así como la administración de oleoductos y gaseoductos seguros a través de Afganistán desde la región del Mar Caspio, una vez que el país haya sido pacificado. Durante años los barones del petróleo en EE.UU. han puesto sus ojos en las enormes reservas del combustible y de gas alrededor del Mar Caspio, y previeron la ruta a través de Afganistán y Pakistán hasta el océano Índico. Los petroleros han sido bastante francos acerca de este asunto y han hecho declaraciones abiertas al respecto ante el Congreso (28). Después de Afganistán, su avaricia se volvió hacia las todavía mayores reservas de petróleo de lraq. Una vez más, el público norteamericano tenia que ser preparado. El reconocido autor de novelas de espionaje John le Carré ha comentado:
“La forma en que Bush y los suyos consiguieron desviar la ira de Norteamérica de Bin Laden a Saddam Hussein es uno de los más grandes trucos de hechicería de las relaciones públicas en la historia” (29)
Mientras escribo esto en abril de 2003, EE.UU. ha completado el bombardeo, la invasión y la toma de posesión de la asediada sociedad iraquí, causando gran destrucción, matando a miles de inocentes —tanto civiles como soldados- en el proceso, dejando a un número mayor de otros mutilados y arruinados. “Da la impresión de ser el bombardeo de una ciudad, pero no lo es”, declaró el secretario de Guerra de EE. UU., Donald Rumsfeld, al defender el “bombardeo de precisión" norteamericano (30). Washington contempló los resultados de sus acciónes militares, que otros habrían calificado de horripilantes, y los llamó “liberación" porque el régimen de Hussein había sido derrocado.

Antes de esto, la mafia imperial había desarrollado un show propagandístico durante todo un año para convencer a los norteamericanos y al mundo que la única superpotencia del mundo no tenía otra elección que atacar a un país soberano e impedido que no había atacado a EE. UU., que no había amenazado con atacar a EE. UU., que sabía que implicaría un suicidio para ellos atacar a EE.UU. La tesis de la mafia imperial era muy extraña, no sólo porque Iraq no representaba amenaza alguna —como lo demostró la fácil victoria militar obtenida- sino porque la mafia imperial sabía que Iraq no era una amenaza en lo absoluto. Estuvieron contando una historia detrás de otra al mundo acerca de por qué Iraq era una amenaza, una amenaza inminente, una amenaza creciente cada día, una amenaza nuclear, una amenaza química, una amenaza biológica, que Iraq era un Estado terrorista, que Iraq estaba vinculado a Al Qaeda... sólo para que cada historia cayera por su propio peso. Insistieron una y otra vez que Iraq debía aceptar el regreso de los inspectores de armas de la ONU, y cuando Iraq accedió, entonces la mafia imperial declaró que no era suficiente y comenzó a restarle importancia al esfuerzo. Porque la Casa Blanca anhelaba la guerra, y la consiguieron, después de burlarse de las mayores protestas antibelicistas que ha presenciado el mundo, además de desconocer la avasalladora oposición de la ONU y los conceptos más preciados del derecho internacional y de la colaboración para lograr la paz en el planeta. Todavía está por ver cómo va a sobrevivir el organismo internacional relegado a un papel de humillante irrelevancia en la cuestión más importante que puede enfrentar, una institución que tiene en la primera frase de sus estatutos la determinación de “salvar a las generaciones sucesivas del azote de la guerra, que ha traído dolor inenarrable a la humanidad por dos veces en nuestro período de vida”. 

¿Tiene algún sentido la posición de Washington? ¿Esta súbita necesidad de pelear una guerra en ausencia de combates? Lo tiene si uno entiende que la invasión nada tenía que ver con la maldad de Saddam Hussein ni con sus supuestas armas de destrucción masiva. Cuando después de semanas de ocupación militar en Iraq resultó imposible encontrar tales armas, la Casa Blanca declaró que las mismas no eran, después de todo, la razón real para la invasión. Lo que estaban haciendo era golpeando al terrorismo, aseguraron al mundo. “No estábamos mintiendo”, dijo un funcionario. “Es sólo una cuestión de énfasis” (31). Entre otras razones la guerra era para reemplazar a Hussein por un gobierno títere, como se hizo en Afganistán; en este caso un gobierno de ocupación norteamericano, lo que posibilita a las compañías petroleras estadounidenses a operar en Iraq con plena libertad; al mismo tiempo el país quedó abierto a todo tipo de corporaciones transnacionales, que harán al país ocupar su lugar en el nuevo orden mundial de la economía globalizada, y el imperio norteamericano añade otro país y unas cuantas bases más desde las cuales ejercer el control y rehacer el Medio Oriente en el estilo amoral preferido de la mafia imperial, al cual, es de presumir, los niños de la región entonarán cantos de alabanza en los años venideros (32).

La aceptación de EE.UU. de que los inspectores de armas de la ONU regresaran a Iraq en diciembre de 2002 había sido una farsa para aplacar la inesperada oposición del mundo a la planeada invasión de Washington. Tres meses de inspecciones antes de que comenzara la invasión no ofrecieron prueba alguna de la existencia de armas prohibidas. En los años 90, durante siete años los inspectores de la ONU habían encontrado y destruido grandes cantidades de armas químicas, biológicas y nucleares en Iraq. Scott Ritter, el jefe de los inspectores de la ONU en el país afirmó en 2002: “Desde 1998 Iraq ha sido desarmada en lo fundamental; entre 90% y 95% de las armas de destrucción masiva de Iraq se han eliminado probadamente. Esto incluye todas las fábricas utilizadas para producir armas químicas, biológicas y nucleares, y misiles de largo alcance; el equipamiento asociado a estas fábricas y la gran mayoría de los productos provenientes de las mismas” (33). En el mismo período, el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohammed El Baradei, informó que su agencia había "desmantelado grandes instalaciones relacionadas con armas nucleares. Neutralizamos el programa nuclear de Iraq. Confiscamos su material utilizable con fines bélicos. Destruimos, eliminamos o inutilizamos todas las instalaciones y equipamientos importantes para la producción de armas nucleares” (34). Esta era, pues, la terrible amenaza de Iraq que debía ser barrida, una sociedad terriblemente debilitada ya por doce años de sanciones económicas, que fueron calificadas por el asesor de seguridad nacional de EE.UU. como “las sanciones más radicales impuestas a una nación en toda la historia de la humanidad” (35).

Elocuente viñeta que representa la relación entre el imperialismo de EE.UU. y la apropiación de los recursos petrolíferos de aquellos países que sufren la política exterior del Imperio. Autor: ?
La política exterior norteamericana: un laboratorio para cultivar el virus del terrorismo antinorteamericano

“Lo arrasamos. No quedó nada, sólo tierra y polvo”.
Mayor general Franklin Hagenbeck, del Ejército de EE.UU. al informar sobre la destrucción de tres aldeas en el valle de Shahikot en Afganistán (36)

El bombardeo norteamericano a Afganistán, comenzado el 7 de octubre de 2001 y seguido por la ocupación militar de la mayor parte del país, dio lugar a docenas de acciones terroristas contra individuos e instituciones norteamericanas, cristianas y otras occidentales, tanto en el sur de Asia como en el Medio Oriente y otras partes del mundo; sólo en Paquistán hubo una docena de ataques (incluido el secuestro y asesinato del corresponsal del Wall Street Journal, David Pearl)(37) y en Bali, Indonesia, tuvo lugar el más desastroso el 12 de octubre, pues en él murieron más de ciento ochenta personas, casi todas australianas, norteamericanas y británicas; los dos sospechosos principales arrestados en ese caso dijeron haber actuado en represalia por el ataque estadounidense contra Afganistán y los musulmanes (38). El ataque posterior contra Iraq —una guerra que nadie deseaba excepto la mafia imperial— puede haber decidido a miles más en todo el mundo musulmán a convertirse en la próxima generación de terroristas que lleve a cabo la jíhad contra el gran Satán.

¿Ha aprendido algo la élite de poder norteamericana de los frecuentes ataques terroristas de los que ha sido blanco en todos estos años? James Woolsey, ex director de la CIA y miembro del Consejo Político del Departamento de Estado, al hablar dos meses después del comienzo de los bombardeos en Afganistán, defendió una posible invasión a Iraq y mostró su menosprecio por la reacción del mundo árabe; dijo que el silencio de los pueblos árabes ante las victorias norteamericanas en Afganistán probaban que “sólo el miedo restablecerá el respeto hacia EE.UU.?” De manera similar, una frase atribuida a diversos dirigentes del Imperio Romano ha sido utilizada por funcionarios de la administración Bush: oderínt dum metuant: “que nos odien siempre que nos teman” (40).

El Departamento de Estado puede haber aprendido algo. Al cumplirse un año del
ataque terrorista del 11 de septiembre y posteriormente, el Departamento efectuó conferencias acerca del modo de mejorar la imagen de Norteamérica en el extranjero a fin de reducir el nivel de odio. Pero sólo quieren modificar la imagen, no incluyen un cambio de política. Y los resultados registrados por esa política son los siguientes: desde 1945 hasta 2003, EE.UU. intentó derrocar a más de cuarenta gobiernos extranjeros, y de aplastar más de treinta movimientos nacionales. populares que luchaban contra regímenes intolerables. Durante el proceso, EE.UU. bombardeó cerca de veinticinco países y causó la muerte a varios millones de personas, aparte de condenar a muchos millones más a una vida de agonía y desesperación.

“La idea es crear un entorno antiterrorista global [dijo al New York Times un alto
funcionario del Departamento de Defensa en 2003] de modo que en 20 ó 30 años el terrorismo será como la trata de esclavos, una total vergüenza” (41). El mundo sólo puede preguntarse cuándo las guerras de agresión norteamericanas, que disparan misiles en el corazón de una ciudad y utilizan uranio empobrecido y bombas de fragmentación contra la población serán una vergüenza total. De hecho ya lo son, pero EE.UU. que se dedica a la guerra con la misma intensidad con que otras naciones se esfuerzan por sobrevivir, no lo sabe aún. En lugar de eso practica la guerra perpetua por la paz perpetua.



William Blum
Digitalización, imágenes y arreglos:
blog del viejo topo


[Nota editor del blog. Sobre este último epígrafe ("La política exterior norteamericana...") al lector quizás le resulte interesante leer "Las infra-víctimas y el macabro olor del terror", donde narro cuál fue mi vivencia del atentado del 11S estando en Mozambique. En dicha entrada cuento las reacciones provocadas entre la población, tanto en el instante de producirse el atentado como a lo largo del siguiente año. Fue una experiencia personal que me anima a avalar la veracidad de la afirmación de Blum, "La política exterior norteamericana es un laboratorio para cultivar el virus del terrorismo antinorteamericano"].

En una aldea del norte de Mozambique, 2004. La tradicional capulana es una tela rectangular que sirve de falda, aunque también se utiliza para otros menesteres. En la foto, una joven viste con una capulana que lleva el rostro de Osama bin Laden y una representación de las Torres Gemelas ardiendo. Capulanas, camisetas y otras prendas con este tipo de motivos en los que se hace apología del atentado del 11S, fueron muy populares en Mozambique durante los dos o tres primeros años después del atentado. Refleja el odio que despierta EE.UU. y su política exterior, verdadero "laboratorio para cultivar el virus del terrorismo antinorteamericano" como dice Blum. Sobre mi vivencia personal del 11S en Mozambique, ver "Las infra-víctimas y el macabro olor del terror". 

Notas
(1) Testimonio ante el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara el 6 de febrero de 2002. 
(2) Sitio web del Departamento de Defensa de EE.UU.: Deployment Link (vínculo de descarga), 10 de diciembre de 2002: 
(3) “Defense Planning Guidance for the Fiscal Years 1994-1999", tal como fue citado en New York Times, el 8 de marzo de 1992, p. 14 (subrayado del autor).
4) General Joseph Ashy, en aquel momento comandante en jefe del Comando Espacial de EE.UU., citado en Aviation Week and Space Technology, New York, 5 de agosto de 1996, p. 51 (subrayado en el original).
(5) Keith R. Hall, secretario asistente de la Fuerza Aérea para el Espacio y director de la Oficina de Reconocimiento Nacional, hablando ante el Club Espacial Nacional el 15 de septiembre de 1997.
(6) Charles Knight, Proyecto sobre Alternativas de Defensa, presentación ante el Consejo sobre Relaciones Exteriores, New York, 14 de junio de 2000; sobre “U.S. Military-Strategic Ambitions: Expanding to Fill the post-Soviet Vacuum”: 
(7) “Rebuilding America’s Defenses: Strategy, Forces, Resources For a New Century”, informe del Proyecto para el Nuevo Siglo Norteamericano, Washington. D.C., septiembre de 2000, p. 14.
(8) Michael Ledeen, ex funcionario de Reagan que adquirió fama en el lrán-Contras, ahora trabajando para el instituto Norteamericano de Empresa (el principal tanque pensante neoconservador y abanderado de la invasión a Iraq), condenó la cautela de aquellos en la CIA y el Departamento de Estado que consideraban que EE.UU. debía llevar la guerra contra el terrorismo batalla por batalla aisladamente. “No hay etapas. Esto es la guerra total”, dijo. The Village Voice, New York, 27 de noviembre de 2001, p. 46; Scotland on Sunday, Glasgow, 25 de noviembre de 2001. 
(9) Presentado por el Departamento de Defensa al Congreso el 31 de diciembre de 2001 como documento clasificado, que posteriormente se hizo público, ver Los Angeles Times, 9 y 10 de marzo de 2002. 
(10) James Laxer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de York, Toronto, tomado de un artículo suyo en el Toronto Globe and Mail, 24 de septiembre de 2002, p. A15.
(11) Washington Post, 28 de noviembre de 2002, p. B4.
(12) Ver William Blum: Estado villano. Editora Abril, La Habana, 2005, para una breve descripción de las intervenciones norteamericanas.
(13) Marc Herold: Blown Away: The Myth and Reality of “Precision Bombing" in AfghanistanCommon Courage Press, Maine, 2003, Anexo 4; “Daily casualty count of Afghan civilians killed by U.S. bombing and special forces attacks, October 7, 2001 until present day".
(14) Para un mayor análisis ver William Blum: “September 11, 2001 and the bombing of Afghanistan”, en <http://members.aol.com/bblum6/sep11.htm>
(15) Ver http://www.zmag.org/ZNVET.htm> para una excelente selección de artículos sobre este tema, buscar “Venezuela”. 
(16) “Dangerous Dialogue: Attacks on Freedom of Expression in Miami’s Cuban Exile Community”, p. 26, publicado por Americas Watch/The Fund for Free Expression, New York y Washington, agosto de 1992.
(17) New York Times, 16 de agosto de 1989; Jane Franklin: Cuba and the United States: A Chronological History. Ocean Press, Melbourne, 1997, ver Bosch Avila, Orlando en índice, ver también p. 190 y ss.
(18) Michael Parenti: To Kill a Nation: The Attack on Yugoslavia. Verso, Londres-NY, 2000, capítulo 10 y passim; Washington Times, 4 de mayo de 1999, p. 1.
(19) Washington Post, 30 de julio de 2001, p. 1.
(20) The Associated Press, 18 de septiembre de 2001. 
(21) Estado villano, cap. 9.
(22) Christian Science Monitor, 26 de abril de 2002.
(23) “The Bush Doctrine”, en The Weekly Standard, Washington, 4 de junio de 2001.
(24) Foreign Affairs, publicación del Consejo de Relaciones Exteriores, New York, noviembre de 2002.
(25) “The Benevolent Empire”, en Foreign Policy, Washington, verano de 1998.
(26) Robert Kagan: Of Paradise and Power: America and Europe in the New World OrderNew York, 2003, p. 99. 
(27) The Observer, Londres, 7 de abril de 2002.
(28) Ver, entre otros, el testimonio de John Maresca, Unocal Corporation, ante el Subcomité sobre Asia y el Pacifico del Comité de la Cámara sobre Relaciones Internacionales, 12 de febrero de 1998. 
(29) The Times Online, Londres, 15 de enero de 2003.
(30) Sydney Morning Herald, 25 de marzo de 2003.
(31) John Cochran: “WH Official Admits WMD NOT Main Readon for Iraq War”, en ABCNews.com, 25 de abril de 2003.
(32) Ver ensayo del autor sobre las razones para la invasión a Iraq en:
http://members.aol.com/bblum6/magia.htm
(33) The Guardian, Londres, 19 de septiembre de 2002.
(34) Washington Post, 21 de octubre de 2002. 
(35) Información de la Casa Blanca a la prensa el 14 de noviembre de 1997, transcripción de US Newswire.
(36) Washington Post, 17 de marzo de 2002, p. 25.
(37) Ibid., 15 de febrero de 2002, p. 12 y 13. 
(38) Antara (agencia de noticias de Indonesia) 13 de diciembre de 2002; France Presse, 23 de diciembre de 2002; Jakarta Post, 5 de enero de 2003; Washington Post, 9 de noviembre de 2002, p. 15; 18 de noviembre, p. 16; 14 de enero de 2003. 
(39) Washington Post, 27 de diciembre de 2001, p. C2.
(40) Ibid., 5 de marzo de 2003, p.19; 9 de marzo de 2003, p. B3.
(41) New York Times, 17 de enero de 2003, p. 10.





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Textos de William Blum en castellano en otros sitios.

Web personal del autor

Índice del libro
(Los capítulos con hipevínculo están publicados en el blog; pulsa sobre ellos para acceder al contenido)
3. Grecia. De 1947 hasta inicios de la década de 1950: de cuna de la democracia a estado cliente.
4. Filipinas. décadas de 1940 y 1950: la colonia más antigua de Norteamérica.
5. Corea 1945-1953: ¿fue todo lo que pareció ser?
6. Albania 1949-1953: el correcto espía inglés.
7. Europa del Este 1948-1956: operación factor fragmentante.
9. lrán 1953. Dándole seguridad al rey de reyes.
l0. Guatemala l953-l954. Con el mundo por testigo.
11. Costa Rica. Mediados de los 50. Tratando de derribar a un aliado. Parte I.
12. Siria 1956-l957. Comprando un nuevo gobierno.
13. Medio Oriente 1957-1958. La Doctrina Eisenhower reclama otro patio para Norteamérica.
16. Guayana Británica 1953-l964. La mafia sindical internacional de la CIA.
18. Italia. Años 50 a los 70. Apoyando a los huérfanos del cardenal y al tecnofascismo. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
20. Camboya 1955-1973. El príncipe Sihanouk camina en al cuerda floja de la neutralidad.
21. Laos 1957-1973. L’Armée Clandestine.
22. Haítí 1959-1963. Los marines desembarcan de nuevo.
23. Guatemala 1960. Un buen golpe merece otro.
24. Francia-Argelia. Años 60. L’état, c’est la CIA (El Estado es al CIA).
26. El Congo 1960-1964. El asesinato de Patricio Lumumba.
27. Brasil 1961-1964. Presentando el maravilloso mundo de los Escuadrones de la Muerte.
28. Perú l960-l965. Fort Bragg se traslada a al selva.
29. República Dominicana 1960-1966. Deshacerse de la democracia para salvarla del comunismo.
30. Cuba. l959 hasta los años 80. La revolución imperdonable. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
32. Ghana 1966. Kwane Nkrumah se sale de la línea.
33. Uruguay 1964-1970. Tortura, tan norteamericana como el pastel de manzana.
36. Bolivia l964-l975. Tras la huella del Che Guevara en la tierra del coup d´état.
37. Guatemala. 1962 hasta los 80. Una “solución final” menos publicada.
38. Costa Rica 1970-1971. Tratando de derribar a un aliado, parte II.
39. lraq 1972-1975. Las acciones encubiertas no deben ser confundidas con trabajo de misioneros.
40. Australia 1973-1975. Otra elección libre que muerde el polvo.
4l. Angola. 1975 hasta los años 80. El juego de póker de las grandes potencias.
42. Zaire 1975-1978. Mobutu y la CIA, un matrimonio hecho en el cielo.
43. Jamaica 1976-1980. El ultimátum de Kissinger.
44. Seychelles 1979-1981. Otra área más de gran importancia estratégica.
45. Granada 1979-1984. La mentira, una de las pocas industrias surgidas en Washington. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
46. Marruecos 1983. Una jugada sucia con vídeo.
47. Surinam 1982-1984. Una vez más el famoso cubano.
48. Libia 1981-1989. Ronald Reagan encuentra la horma de su zapato.
49. Nicaragua 1980-1990. Desestabilización en cámara lenta. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
50. Panamá 1969-1991. Traicionando a nuestro suministrador de drogas.
51. Bulgaria 1990-Albania 1991. Enseñándole a los comunistas de qué se trata la democracia.
52. Iraq 1990-1991. El holocausto del desierto.
53. Afganistán 1979-1992. La jihad norteamericana.
54. El Salvador 1980-1994. Derechos humanos al estilo de Washington.
55. Haití 1986-1994. ¿Quién me librará de este cura revoltoso?
56. El imperio norteamericano desde 1992 hasta el presente. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
William Blum, Asesinando la esperanza. 
Portada y contraportada edición en castellano. 
Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005.