Los países BRICS se enfrentan a "una prueba trascendental de su influencia global", que consiste en ver si logran afianzar una solución diplomática para el "alarmante enfrentamiento" estadounidense con Pionyang.

La novena cumbre de los países BRICS, que se celebra en la ciudad china de Xiamen hasta el 5 de septiembre, llega en un "momento crítico" debido a la tensión entre EE.UU. y Corea del Norte, señala en un artículo para RT el periodista y analista británico Finian Cunningham.
© Damir Sagolj / Reuters
Soldados norcoreanos marchan durante un desfile militar.

En opinión del experto, la organización se enfrenta a "una prueba trascendental de su influencia global", que consiste en ver si logra "mantener la línea" e "insistir en una solución diplomática" del "alarmante enfrentamiento" estadounidense con Pionyang.

La única manera "de regresar del precipicio de una guerra nuclear"

Cunningham cita un artículo publicado por el presidente ruso, Vladímir Putin, en vísperas de la cumbre, en el que advierte que la situación actual en la península coreana "se ha exacerbado y se está balanceando al borde de un conflicto de gran envergadura".

Las últimas pruebas nucleares de Pionyang, las maniobras de EE.UU. y sus aliados, así como las declaraciones del mandatario estadounidense, Donald Trump, ponen de relieve "la precariedad de la situación" y demuestran por qué la advertencia de Putin "es acertada", apunta el experto, para agregar que "el riesgo de malentendidos es grave y crece con cada ronda de intercambio belicoso".

En este contexto -tal y como lo ha advertido el presidente ruso- la única manera "de regresar del precipicio de una guerra nuclear" es que todas las partes "mantengan un diálogo directo sin condiciones previas", opina Cunningham.


Comentario: Ésta es la diferencia entre los líderes occidentales y Vladimir Putin. Él comprende el riesgo de continuar con esta retórica agresiva.


El analista recuerda que tanto China como Rusia han pedido una "doble congelación" -que EE.UU. cancele sus maniobras de guerra anuales en la península coreana y, al mismo tiempo, que Pionyang ponga fin a sus pruebas de misiles- antes de continuar con las conversaciones multilaterales. Cunningham califica la posición de Pekín y Moscú sobre la crisis como "un camino racional" hacia una solución pacífica.

Sin embargo, mientras no está claro si Corea del Norte aceptará la hoja de ruta chino-rusa para las conversaciones, Washington se ha negado a considerar tal compromiso, realizando durante las últimas dos semanas "ejercicios masivos de guerra" en la península coreana a pesar de las protestas de Pionyang, que considera estas maniobras como preparativos para una invasión, enfatiza el autor del artículo.

"La presunta superioridad moral de EE.UU. es una broma de mal gusto"

A juicio del analista, EE.UU. necesita comenzar a "comportarse como un miembro ordinario de las Naciones Unidas" y abandonar "su arrogante actitud de estar por encima de la ley" y las amenazas de uso unilateral de la fuerza militar. Además, debe darse cuenta de que "es parte del problema de décadas de inseguridad en la península coreana", en gran parte porque nunca firmó un tratado de paz con Corea del Norte después del final de la guerra de 1953, en la que hasta dos millones de norcoreanos fueron muertos en los bombardeos estadounidenses.

Por todo ello, Washington "no está en condiciones de exigir condiciones previas", y su posición hacia Corea "es una hipocresía", sostiene el periodista, explicando que la devastación causada por las guerras ilegales de EE.UU. durante las últimas dos décadas convierten "su presunta superioridad moral en una broma de mal gusto".

Por su parte, la hoja de ruta propuesta por Rusia y China es "racional, desde el punto de vista legal, moral y político", pero la cuestión crucial es demostrar si tienen el poder global para obligar a EE.UU. a acatar la ley internacional y las normas diplomáticas.

La cumbre de los BRICS de esta semana "puede proporcionar una respuesta", y por el bien de la paz mundial, es mejor que sea afirmativa, concluye Cunningham.