martes, 23 de junio de 2020

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¿Sueñan las ovejas con COVID-19? Ganadería intensiva y las nuevas pandemias

¿Sueñan las ovejas con COVID-19? Ganadería intensiva y las nuevas pandemias


Fuentes: El Salto

Ilustración: Print of sheep in woven hurdle pen. Medieval France. 15th century.

La biodiversidad nos protege de la emergencia de nuevas enfermedades. Sin embargo, nuestro modelo de producción ataca esta biodiversidad y, en concreto, nuestra industria cárnica podría exponernos con mayor probabilidad a nuevas epidemias.

Las catástrofes pueden llegar a dejar al descubierto las debilidades de un sistema. La pandemia por SARS-CoV-2 ha mostrado lo débiles que pueden llegar a ser nuestras tecnificadas sociedades y ha dado serias lecciones de todo lo que está mal dentro del sistema capitalista. Y es que hace tan solo un año hubiera parecido imposible que un virus pusiera en jaque no solo a cientos de miles de vidas, sino a la economía global. Y esta incredulidad con la que como sociedad estamos viviendo la pandemia tiene que ver con la confianza ciega en una tecnología que continuamente promete salvarnos de la muerte. Por eso, se sigue haciendo hincapié en las soluciones tecnológicas mientras se ignoran aspectos más eficaces como la atención primaria.

¿Cuales son las causas que están en el origen de esta pandemia? El concepto de Una salud (One Health) plantea que es poco adecuado, desde el punto de vista sanitario, estudiar de forma separada al ser humano del resto de la biodiversidad del planeta, especialmente cuando se trata de enfermedades infecciosas. 

Virus y bacterias son muy diferentes en su biología infecciosa, pero tienen en común que son bastante promiscuos y con una gran capacidad de adaptación. Los virus son entidades compuestas generalmente de un pedacito de material genético envuelto en una cápsida o  envoltorio. Apenas se consideran seres vivos y podemos asimilar su comportamiento al de una partícula. Otra característica que nos interesa aquí es que en el proceso de copia de su material genético se producen muchos errores, que generalmente llevan a la inviabilidad del mismo. Sin embargo, unas pocas de estas variaciones, que también se llaman “mutaciones”, producen pequeñísimos (o grandes) cambios en las estructuras proteicas de la envoltura que permiten esa promiscuidad entre especies. 

En este contexto, ¿es seguro nuestro sistema de producción de alimentos?, ¿qué relación existe entre la pérdida de biodiversidad, las llamadas enfermedades emergentes y la industria alimentaria?, ¿puede la industria alimentaria favorecer la emergencia de nuevas pandemias?

LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD Y ENFERMEDADES EMERGENTES

En al año 2008, Kate E. Jones y sus colegas de la sociedad zoológica de Londres detectaron que, entre 1960 y 2004, el 60 % de los brotes de enfermedades emergentes tenían su origen en animales (otros trabajos más antiguos lo situaban alrededor del 75 %), que estos brotes no paraban de aumentar y que un posible mecanismo causal era el uso cada vez más extensivo que hacemos de los ecosistemas. La mayor parte estas enfermedades emergentes eran bacterias y virus, aunque otras como la leishmaniasis o la malaria también se ven influidas por el cambio climático o la deforestación. Incluso hay modelos predictivos que, de seguir nuestra tendencia destructiva actual con el planeta, auguran más y más brotes en el futuro.

En la jerga biológica se llama “efecto dilución” al efecto que tienen los ecosistemas saludables/bien conservados de actuar “diluyendo” a los patógenos. Este efecto vincula de manera causal la bajada de la biodiversidad con el aumento de zoonosis (enfermedades que se transmiten de animales a humanos) a través de dos procesos que tienen que ver con la relación entre dinámica poblacional y biodiversidad. El primer proceso dilutivo ocurre al incrementarse el número de especies presentes en un determinado hábitat a la vez que ocurre una disminución del número de individuos de cada especie (debido, básicamente, a que los recursos son limitados). Como hemos conocido de primera mano durante estos meses, la dinámica de transmisión de enfermedades depende del número de individuos de la misma especie que pueden interactuar con proximidad. Si el número de individuos de cada especie y la densidad poblacional fuesen bajas, entonces la probabilidad de transmisión de una determinada enfermedad sería también baja. Por tanto, este es un proceso que depende de la densidad poblacional. 

El segundo proceso, en cambio, depende de la frecuencia. En este caso, en ecosistemas ricos, con abundancia de recursos, aumenta la diversidad de las especies y, también, el número absoluto de miembros de todas las especies. Hay más especies y más individuos de cada una. A igual número de individuos infectados, en esta situación donde las especies son más populosas, la proporción de infectados es menor. Y esto es muy importante. Lo que determina la dinámica de transmisión de una enfermedad no es el número absoluto de infectados, sino su frecuencia dentro de la población.

Estas hipótesis han sido comprobadas para la enfermedad de Lyme, para la rabia y para el virus del Nilo occidental y, ciertamente, Europa está viviendo un incremento constante de la incidencia de de la primera de estas enfermedades debido, como ha demostrado Tim R. Hofmeester y un nutrido grupo de colegas, a la presión que la caza ejerce sobre las poblaciones de depredadores principales, en este caso zorros. Lo mismo ocurre con la rabia, que tiene en su principal aliado, paradójicamente, una saludable población de zorros, en contraposición al pensamiento generalizado de gestores y cazadores.

Es esta la razón por la que la pérdida de biodiversidad está causando un aumento de la incidencia de las enfermedades emergentes. ¿Y qué es lo que está causando la pérdida de biodiversidad

Según una revisión reciente, realizada por más de 20 especialistas de 12 países, la causa es el modo de producción de nuestras sociedades; un modo de producción basado en el crecimiento perpetuo. En suma, nuestro modelo económico está creando las condiciones ideales para el surgimiento de nuevas pandemias.

INDUSTRIA ALIMENTARIA Y BACTERIAS RESISTENTES A ANTIBIÓTICOS 

No solo los virus son capaces de producir pandemias. En los casos de las recientes epidemias como el ébola y pandemias como el VIH o el reciente SARS-Cov-2, teníamos un virus como causante. Sin embargo, las diversas epidemias de peste fueron producidas por una bacteria transmitida por un vector (las pulgas de las ratas negras), otras como la malaria y la enfermedad de Chagas producidas por protozoos 

Los antibióticos han sido capaces de salvar de la muerte por sepsis a millones de personas desde su producción y aplicación masiva en medicina al final de la Segunda Guerra Mundial, pero su uso masivo está generando resistencias al acelerar un proceso natural de intercambio genético propio de las bacterias. Cuando las bacterias intercambian fragmentos de material genético bajo condiciones de estrés, por ejemplo en presencia de antibióticos, es mucho más probable que se acaben seleccionando aquellos pocos fragmentos que contienen alguna molécula que ayuda a las bacterias a sobrevivir a ese antibiótico. Este proceso es natural. Lo que no es natural es la presencia casi ubicua de antibióticos en múltiples y variados ecosistemas. Y cuando se habla de ecosistemas, para una bacteria, bien podemos referirnos al estómago de un rumiante.

Las bacterias resistentes a antibióticos comenzaron a ser un problema en los años 50 del siglo XX. Una cepa de la bacteria Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA) producía desde infecciones cutáneas a neumonías, primero en neonatos en los cuales se hizo el descubrimiento, para después detectarla en adultos de diversos países. De hecho, hay muy pocas diferencias entre esta primera cepa y las pocas que hay hoy en día afectando a pacientes de muchos hospitales. Se podría considerar como una pandemia en toda regla.

Siempre se han asociado estas bacterias resistentes a infecciones nosocomiales, producidas durante intervenciones médicas en los hospitales, y cuya emergencia se debía en su mayor parte al uso indiscriminado que hacen las personas en sus casas de los antibióticos, automedicandose y usándolos de forma irresponsable. ¿Es el MRSA de origen hospitalario? ¿Qué papel tienen los antibióticos de uso veterinario en la industria alimentaria en este asunto?

En el año 2013 Ewan M. Harrison, del departamento de medicina veterinaria de la Universidad de Cambridge, lideró un trabajo donde demostraron que, al menos dos casos de infección por la bacteria Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA), habían ocurrido por transmisión directa desde animales de granja hasta humanos. El MRSA es una importante causa de infecciones adquiridas en el hospital, así como una causa creciente de infecciones en personas no hospitalizadas. De hecho, un estudio posterior del 2014 determinó que, pese a que todavía la transmisión zoonótica de MRSA de animales de granja a humanos era limitada y representaba todavía un porcentaje menor del total de incidencias de MRSA en el total de la población, su transmisión estaba aumentando en zonas con una elevada concentración de la explotación ganadera.

El microbiólogo Martin J. Blaser en el año 2007 escribió un libro titulado “Missing microbes: how the overuse of antibiotics is fueling our modern plagues” donde deja bien claro que no es únicamente una responsabilidad individual a través de la automedicación o el abuso, como algunos divulgadores científicos nos quieren hacer creer, sino que detrás del aumento de bacterias resistentes a antibióticos, está también la industria alimentaria a través de sus métodos basados en el engorde con antibióticos (EE.UU) o de tratamiento rutinario de infecciones (UE). 

De hecho, si se miran retrospectivamente las fechas de la legislación que permitía el uso de un determinado antibiótico para tratar, o engordar, animales y la aparición de bacterias resistentes a ese antibiótico infectando a humanos, la tesis de Blaster adquiere la fuerza de hecho probado. Algunos ejemplos. En 1995 se aprueba en EE.UU. el uso de las fluoroquinolonas en la producción de carne de aves de corral. En 1997 el CDC empieza la vigilancia en busca de bacterias del género Campylobacter resistentes a este antibiótico. El 30 % de las muestras ya contenía bacterias resistentes y comenzaba a causar infecciones en humanos. El caso de las cefalosporinas en Canadá es aún más claro, con una fuerte correlación entre uso de las mismas para el engorde de aves y la emergencia de infecciones bacterianas resistentes en humanos. 

Un equipo multidisciplinar, cuyo informe publicado en Science firma en primer lugar Thomas P. Van Boeckel, afirma que “en términos relativos, los humanos y los animales consumen cantidades comparables de antimicrobianos (…), pero dado que la biomasa de los animales destinados a comida supera con creces la biomasa de los humanos, las emergencia de nuevas mutaciones que confieran resistencia [a las bacterias] son más probables [en estos últimos]”. Las nuevas pandemias también se están gestando en macrogranjas y mataderos.

SISTEMA PRODUCTIVO Y CORONAVIRUS

Recientemente hemos visto cómo el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que es capaz de replicarse con éxito desigual en varias especies animales, lograba aparentemente propagarse entre los visones en las granjas peleteras de Holanda y saltar, a su vez, de nuevo al ser humano, constituyendo la primera zoonosis documentada hasta el momento del virus causante de la actual pandemia. Este hecho es muy interesante porque apoyaría la hipótesis de que la concentración de animales de granja, genéticamente muy homogéneos, serviría de reservorio y de centro de ensayo de mutaciones que facilitarían las zoonosis. 

También hemos visto cómo los brotes dentro de la industria cárnica se multiplicaban en AlemaniaEspaña y en otros países. Estos brotes han destapado las miserias de una industria con una gran precariedad laboral que nos expone de forma irresponsable a la peor pandemia que ha padecido el planeta en un siglo. Esto demuestra en cierta manera que la industria alimentaria no solo sería el causante del origen sino también el de la expansión del virus.

En este artículo, firmado por varios autores, entre los que está Rob Wallace, el autor del libro “Grandes granjas producen grandes gripes” se muestran varias razones por las que la agroindustria sería causante de la mayor aparición de enfermedades zoonóticas: gran densidad de animales genéticamente idénticos, sacrificio de animales cada vez más jóvenes, separación espacial de la reproducción del engorde, exportación de animales vivos, aparición de nuevos núcleos urbanos en torno a las macrogranjas (desakotas periurbanas) y un largo etc. 

CONCLUSIÓN

A pesar del insistente planteamiento con tintes racistas sobre el origen del virus como una consecuencia de costumbres orientales de consumo de carne proveniente de animales exóticos, la realidad es otra.

Es el sistema de producción de carne global, la masificación y su carácter intensivo, lo que permite que de manera legal se vendan todo tipo de animales (de granja y salvajes) conjuntamente en un mismo espacio.

Además de permitir la aparición y transmisión de nuevos virus y bacterias. El considerable aumento en el consumo de carne, su “industrialización”, la facilidad y el negocio que supone el consumo alimentario de animales salvajes ha llevado a que no exista una separación entre la cría y la caza de animales como los puercoespines. La globalización de estas prácticas son las autopistas para virus emergentes como el SARS.

Fuente:  https://www.elsaltodiario.com/paradoja-jevons-ciencia-poder/suenan-las-ovejas-con-covid-19-ganaderia-intensiva-y-las-nuevas-pandemias

¡Primero la vida!

¡Primero la vida!


Fuentes: Rebelión

En octubre de 2019, mucho antes de la epidemia mundial de COVID 19, el Banco Mundial dijo sin pudor que: «Si las circunstancias siguen siendo las mismas, se espera que la tasa de pobreza [global] disminuya a apenas 23% en 2030». Al mismo tiempo, presenta un futuro sombrío para los países africanos. También según el Banco Mundial: «la pobreza mundial se volverá cada vez más africana, pasando del 55% en 2015 al 90% en 2030». En otras palabras, en 2015, el 55% de los pobres del mundo estaban en África y en 2030, el 90% de los pobres del mundo estarán en África.

Repetimos: esto fue antes de la crisis del COVID 19.

Esta declaración es semejante al anuncio de una película de terror. Depende de la clase trabajadora y el pueblo pobre entender los mecanismos de la deuda, organizarse y luchar.

Entonces, comencemos con dos ejemplos concretos, para intentar comprender y  explicar los mecanismos de formación de la deuda externa africana y discutir cómo salir de esta «catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla», como diría Lenin. De hecho, vale la pena reanudar este importante texto de Lenin[1].

La formación de la actual deuda externa africana.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los países imperialistas europeos estaban destruidos y endeudados. Durante la guerra, y especialmente en los países ocupados, carreteras, puentes, instalaciones portuarias, sistemas eléctricos, campos y su producción agrícola y agraria, etc. fueron destruidos. Todo necesitaba ser reconstruido. Todo lo que fue construido con la explotación de los trabajadores y la sobreexplotación de las colonias debió ser reconstruido. Las necesidades eran inmediatas, los tiempos eran cortos y, por lo tanto, la explotación de los trabajadores se intensificó para «construir la patria de todos». En consecuencia, en las colonias que vivieron durante décadas, la imposición del trabajo esclavo, la ocupación de tierras de poblaciones enteras, el robo de materias primas, todo se intensificó.

En ese momento, los principales países imperialistas no tenían dinero. El Banco Mundial, siempre atento a los intereses de los capitalistas, extendió la mano y prestó dinero a Bélgica, Francia e Inglaterra. Estos tres países estaban muy agradecidos por la ayuda y recordaron al BM que, además del dinero, también debían transmitir la crisis a las colonias, intensificando su explotación. Por lo tanto, los préstamos no se otorgaron en nombre de los países imperialistas. Se concedieron en nombre de las colonias que supuestamente honrarían las deudas de sus metrópolis. Así pues, los préstamos de Bélgica serían cancelados ​​por la República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi. Los Préstamos franceses por: Argelia, Gabón, Mauritania, Senegal, Malí, Guinea-Conakry, Costa de Marfil, Níger, Burkina Faso y Benín. Y los préstamos a Inglaterra serían pagados por: Kenia, Uganda, Tanzania, Zimbabwe, Zambia, Nigeria y Guayana Inglesa (América del Sur).

La intensificación de la sobreexplotación de las colonias provocó una ola de insatisfacción expresada en huelgas, huelgas generales, insurrecciones e incluso enfrentamientos armados. A la defensiva debido a la crisis que los afectó y a las luchas anticoloniales, parte del imperialismo cedió y buscó la independencia negociada.

Congo belga: insurrecciones, independencia y deuda externa.

El Congo belga, para entonces Zaire y ahora la República Democrática del Congo, fue uno de los países que avanzó en la lucha contra la intensificación de la sobreexplotación y, como consecuencia, avanzó hacia la lucha anticolonial.

La formación de la deuda externa de la República Democrática del Congo dio un salto adelante con los préstamos del Banco Mundial a Bélgica en el período de posguerra. Obviamente, había otros préstamos, por ejemplo, uno para la reactivación de la mina de uranio Shinkolobwe.

Para la construcción de la primera bomba atómica, Estados Unidos compró uranio a la compañía belga Union Minière de Haut Katanga, producido en la mina Shinkolobwe en el Congo. Fueron 1.200 toneladas. Posterior a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos continuó fortaleciendo su industria atómica. El mejor uranio estaba en el Congo. Para eliminar el uranio restante, «se invirtió una gran cantidad de dinero en la construcción de una planta de procesamiento cerca de Shinkolobwe. El Banco Mundial otorgó $ 70 millones en préstamos a Bélgica para mejorar el transporte y la infraestructura congoleña y facilitar la exportación de uranio[2]

¿Y quién quedó con la deuda? ¿Estados Unidos que necesitaba el uranio para su control imperial-militar? ¿La Unión Minière de Haut Katanga que vendió el uranio? ¿Bélgica, una nación metropolitana que necesitaba el apoyo político de los Estados Unidos para su reconstrucción? ¿O el Banco Mundial concedió alivio de la deuda? O tal vez las corporaciones químicas y de ingeniería: Bechtel[3], DuPont, Raytheon, Eastman Kodak, Union Carbide[4], que tenían grandes contratos para construir la bomba atómica[5]. O ¿Quizás Pan American Airways, que transportó ilegalmente el uranio, Caltex (California Texas Oil Company)[6], que proporcionó su infraestructura para encubrir a los agentes secretos estadounidenses de la OSS (Oficina de Servicio Estratégico)?

Ninguno de ellos se hizo responsable de esa deuda. Entonces esta se transmitió injustamente al pueblo congoleño. Esta es una «deuda injusta» en el sentido amplio del término. Es injusta porque es una deuda que sirvió a los intereses del imperialismo estadounidense y belga, así como a una gigantesca compañía minera de uranio, y a otras empresas que, directa o indirectamente, obtuvieron beneficios astronómicos de la producción de la bomba atómica.

Afirmamos que esta deuda también es ilegal, injusta e inmoral, porque la explotación y el transporte de uranio radiactivo se llevaron a cabo sin ninguna medida de seguridad. Los trabajadores congoleños «no fueron informados sobre los terribles riesgos de salud y seguridad a los que estuvieron expuestos; simplemente fueron utilizados como trabajadores, como si no tuvieran derechos como seres humanos iguales. Este fue un proceso en el cual los Estados Unidos, el Reino Unido y Bélgica tiene una gran responsabilidad[7]«. El transporte de uranio a lo interno del país, sin protección, condujo a «Lo que estamos presenciando ahora es una mutación genética. La contaminación fue tan profunda que alcanzó niveles en el que damos a luz a niños sin extremidades, sin cabezas, sin piernas o sin boca. Esto está sucediendo no apenas en un caso, sino en muchos casos en Lumbumbashi[8]

Este caso no es el único, ahora veremos otro ejemplo de la formación de deuda externa en África.

Sudáfrica: la odiosa deuda heredada del apartheid.

Para su construcción y mantenimiento, el régimen del apartheid utilizó la violencia extrema y la represión interna y externa. La represión interna se basó en: la prisión política, detención sin juicio, tortura y expulsión forzada de poblaciones enteras. Sobre la cuestión externa, ante la lucha anticolonial en el sur de África, en particular en Angola, Namibia y Mozambique, Sudáfrica financió, entrenó, dio protección territorial y proporcionó armas a grupos militares proimperialistas.

En un período en que las luchas internas contra el apartheid crecían día a día y ponían en riesgo la existencia del régimen sudafricano, además del propio capitalismo sudafricano. Y al mismo tiempo, el repudio internacional del régimen de segregación racista también estaba creciendo. En 1976, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó la Resolución 31/33, en la que exhortó a los bancos a no proporcionar asistencia financiera al gobierno de la minoría blanca y extendió la recomendación a todos los estados para suspender nuevas inversiones y préstamos financieros para Sudáfrica.

El apartheid terminó en 1994 y en ese lapso entre la Resolución de la ONU (1976) y el fin del régimen, Sudáfrica continuó reprimiendo internamente e interfiriendo en la lucha anticolonial de sus vecinos. Ambas tareas requerían armas, municiones, tecnología, etc., a las que se siguió accediendo a través de adquisiciones de fabricantes internacionales e incluso con el apoyo financiero de grandes bancos.

Durante el bloqueo de las Naciones Unidas, las compras de armas fueron realizadas por la empresa estatal ARMSCOR, que ofreció una prima en todas las transacciones entre 25% y 30% pagadas por encima, del costo normal de las mercancías[9].

La cuestión era que las grandes compañías petroleras y siderúrgicas en Inglaterra y los Estados Unidos, las compañías de comunicaciones y automóviles en Alemania, las compañías de energía nuclear con capital franco-alemán, continuaron invirtiendo y remitiendo ganancias a través de los bancos de sus respectivos países, sin mayores problemas. Siendo estos mismos bancos los que ayudaron a financiar la compra de armas para Sudáfrica, a pesar de la recomendación de la ONU.

Entre estos bancos, podemos mencionar del Reino Unido: Barclays y Hill Samuel; Estados Unidos: Citibank y Chase Manhattan; Alemania: Deustsch Bank, Dresdner Bank y Commerzbank; Francia: SocietéGenérale y Paribas; y Suiza: UBS y Credit Suisse. En ese momento, los traficantes de armas y los bancos estaban eufóricos. Afirmando para la época: «Los sudafricanos nunca han sido más bienvenidos en los mercados europeos de lo que son hoy[10]«.

Un complejo sistema de operaciones camufladas:

La ARMSCOR recibió órdenes de la SADF[11], y el Banco Central de Sudáfrica autorizó compras basadas en una partida presupuestaria votada por el Congreso Nacional, conocida como «Cuenta de Defensa Especial» (SDA). Seguidamente, la ARMSCOR buscó aliados en el extranjero para compras ilegales. A su vez, había bancos para financiamiento y bancos para remesas. Entonces, el 70% de las remesas fueron hechas por un banco en Bélgica, Kredietbank y su sucursal en Luxemburgo, Kredietbank Luxemburgo (KBL).

Los ejecutivos de KBL asesoraron a la ARMSCOR para la apertura de compañías fantasmas y cuentas secretas. «Se crearon 76 empresas fantasmas en Liberia, que a su vez operaron 198 cuentas de Kredietbank. Otras 39 empresas fantasmas se crearon en Panamá[12]«. El esquema fue establecido, pero se necesitaba mucho cuidado. Por lo tanto, «más de 800 cuentas bancarias numeradas posibilitaron que miles de millones de rands movidos por fuera de Sudáfrica no fuesen directamente a compañías de armas. En lugar de eso, el dinero fue transferido entre innumerables cuentas bancarias anónimas para camuflar de dónde venia y adónde iba[13]«.

En el diagrama a continuación, veamos el modus operandi de ARMSCOR:

Se estima que, en el auge de la política represiva interna y externa, en la década de 1980, el 25% del presupuesto nacional se utilizó en las llamadas Cuentas de Defensa Secretas.

Una deuda odiosa:

En el caso del Congo, hablamos de «deuda injusta» y, en este caso, de «deuda odiosa». Las deudas odiosas son aquellas que: a) se asumieron contra los intereses de la población y no para su beneficio; b) no fueron consentidas por la población; y, c) Los acreedores conocían los dos hechos anteriores e independientemente prosiguieron con los préstamos.

«En el caso del apartheid, está claro que la gran mayoría de los sudafricanos no consintió ni se benefició de estos préstamos. De hecho, esta deuda sirvió para financiar la opresión y prolongar un sistema considerado un crimen contra la humanidad. También es cierto que los acreedores estaban al tanto de las condiciones en Sudáfrica bajo el apartheid y de las acciones del régimen y sus consecuencias para los negros en Sudáfrica. También fue reiteradamente denunciado por la comunidad internacional que los fondos estatales probablemente contribuían a la perpetuación del régimen y sus políticas[14]«.

Podríamos seguir desarrollando el tema de la deuda pública en Sudáfrica, pero este ejemplo es suficiente para comprender el papel desempeñado por el CNA-Cosatu-PC en Sudáfrica en sus 26 años de gobierno. Lo que se expresa en sus dos caras: una bendición para los banqueros y las transnacionales; y un desastre para los trabajadores y el pueblo pobre.

Después de la independencia, el imperio contraataca.

La independencia de los países africanos fue una gran victoria política. Sin embargo, no podemos decir lo mismo desde el  punto de vista económico, porque, al no avanzar en la expropiación de capital extranjero y de los grandes grupos capitalistas, dejó la posibilidad para que imperio atacara nuevamente. Y ese contraataque ocurrió de varias maneras, pero queremos resumirlo en tres políticas principales desarrolladas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

1. La explotación de los recursos minerales como la única alternativa para los países endeudados: a principios de la década de 1980, hubo una grave crisis en el capitalismo mundial, que se conoció como la «Crisis de la deuda externa”. En el proceso, muchos países declararon que era imposible continuar pagando sus deudas. Algunos países se declararon insolventes y otros suspendieron temporalmente el pago. En África, donde muchos países acababan de abandonar el período colonial y con enormes deudas heredadas del antiguo imperio, como explicamos en el ejemplo del Congo, la crisis de la deuda fue aún más violenta. El Banco Mundial presentó una alternativa a través de la Estrategia para Minería en África.

El Banco Mundial impuso una estrategia en la que los países deberían cerrar sus industrias, no preocuparse por el desempleo y tratar de maximizar la exploración minera. Según el Banco Mundial, “la principal conclusión del informe es que la recuperación del sector minero en África requerirá un cambio en los objetivos del gobierno hacia un objetivo primario de maximizar los ingresos tributarios a largo plazo en lugar de perseguir otros objetivos económicos o políticos, como controlar recursos o mejorar el empleo[15]«.

Además de dejar de lado la industrialización de los países y la generación de empleos, el Banco Mundial impuso que la explotación minera estuviera al servicio del pago de la deuda, siendo explotada por compañías privadas y cerrando compañías mineras estatales. En resumen, estas medidas atacaron la poca soberanía lograda en la lucha por la independencia.

2. Países pobres altamente endeudados: En 1996, el Fondo Monetario Internacional anunció un programa de «ayuda» para países que consideraban altamente endeudados, que recibió el pomposo nombre de la Iniciativa de Países Pobres Muy Endeudados (PPME), también conocida como «Iniciativa HIPC» por su siglas en inglés. De los 52 países del continente africano, 33 fueron considerados pobres por el FMI[16]. La Iniciativa PPME se basa en la idea correcta de que hay países que no pueden pagar sus deudas. Pero el problema es que no explican cómo comenzó esa deuda o cómo se desarrolló. Además la propuesta de la Iniciativa HIPC es prestar más dinero a los países para pagar intereses sobre estas deudas que son ilegales, ilegítimas u odiosas. Sin embargo, prestan, pero exigen a cambio el «control del gasto público», es decir, la reducción del gasto en salud, educación, vivienda, financiamiento para pequeños agricultores, etc. Por lo tanto, en consecuencia, los países que ya se consideran pobres se volvieron aún más pobres porque el Presupuesto Nacional estará al servicio de pagar intereses, y en realidad solo del pago de intereses sobre la deuda externa, porque las deudas en sí son impagables.

3. Malos gobiernos y corrupción: Desde 2011, las organizaciones internacionales han inventado una nueva panacea para explicar el problema del crecimiento de la deuda. Ahora, el problema son los «malos gobiernos», la falta de órganos estatales burgueses para controlar la corrupción[17]. De estos tres elementos, el tema de la corrupción ha sido el que ha ganado más seguidores. En cualquier debate en la Universidad, en los medios de comunicación o en los bares donde se toma una cerveza o se encuentra con amigos, la conversación es siempre la misma: el problema de la corrupción. Para encubrir la fuente real de los problemas, la burguesía tiene un ejército de intelectuales reformistas, ONG, sindicalistas burocráticos e incluso iglesias que promueven oraciones «en defensa del país y contra los malos gobiernos». Aunque reconocemos que la corrupción obviamente existe, el mayor problema es la deuda misma, con interés por las nubes y con la producción de minerales totalmente controlada por el capital financiero, como podemos leer en el artículo «Capital financiero imperialista en África: sobreexplotación de la clase obrera y el robo de las riquezas naturales[18]«.

Deuda externa: un desangramiento permanente en el continente africano.

El proceso de formación de la deuda en el continente africano tuvo su origen en el proceso de colonización, siguiendo el ejemplo del Congo que se relata acá y que podemos identificar en otros países. Hay otro ejemplo emblemático que ocurrió en Sudáfrica durante el apartheid que no fue cuestionado por los gobiernos de Mandela y sus sucesores.

De hecho, durante los años posteriores a la independencia, hemos tenido otras formas de desangramiento de la economía africana. Describamos otras tres maneras:

1. La fuga de capitales: un estudio iniciado en 2007[19] y revisado constantemente presenta datos sorprendentes sobre la fuga de capitales. Según la edición de 2018[20] «el informe proporciona estimaciones actualizadas de la fuga de capitales de una muestra representativa de 30 países africanos, de 1970 a 2015, utilizando un algoritmo actualizado. Los resultados indican que este grupo de países perdió US $ 1.4 billones por fuga de capitales durante el período de 46 años. Incluyendo los intereses, el valor acumulado alcanza los US $ 1,8 billones. El monto supera con creces el stock de deuda de estos países en 2015 (US $ 496,9), transformando a este grupo de deudores en «acreedor neto» frente a los países del mundo». Este informe estudia 30 países que juntos representan el 92% del PIB del continente.

¿Y quiénes son los que desangran nuestras economías con la fuga de capitales? Veamos esta información: «De hecho, los países ricos en petróleo ocupan un lugar destacado en la parte superior de la lista en términos del volumen de fuga de capitales. Nigeria lidera el grupo con US $ 340 mil millones, seguido de Argelia (US $ 141 mil millones), Angola (US $ 61 mil millones), Camerún (US $ 43 mil millones) y los otros cinco exportadores de petróleo con cantidades más pequeñas. Los países ricos en petróleo juntos representan el 55% de la fuga de capitales acumulada desde el continente en el período[21]«. Esto significa que, detrás de la fuga de capitales, hay grandes empresas, incluidas las petroleras. Todo el mundo lo sabe, pero los Estados y sus gobiernos son agentes directos de las empresas y, por lo tanto, no actúan en contra de este proceso.

Este desangramiento representa un ataque a las cuentas públicas que no tiene un fondo para invertir en salud, educación y vivienda para la población. Echemos un vistazo a otra información: «La evidencia también muestra que la fuga de capitales representa una carga pesada en relación con el tamaño de la economía para la mayoría de los países. Si observamos los 30 países juntos, la fuga de capitales representa el 65,6% del PIB de 2015. La tasa de fuga de capitales para 2015 oscila entre el 9,9% para Egipto y el 705,9% para la República del Congo[22]«.

Una forma de fuga de capitales es a través de las exportaciones con facturación insuficiente o las importaciones con facturación excesiva. En la subfacturación, la mercancía que debe facturarse por $ 100 se factura por $ 10. De esta forma, se evita el pago de impuestos y tarifas sobre $ 90 y el beneficio repatriado es mucho menor. En la sobrefacturación, el mecanismo es el mismo sólo que a la inversa. Un producto que cuesta 10 se factura por 100, por lo que grandes cantidades de dólares se envían «legalmente» al extranjero.

2. Flujos financieros ilícitos – FFIs: los flujos financieros ilícitos aumentan a medida que crece la crisis capitalista en todo el mundo. La siguiente tabla muestra cómo, de 2004 a 2013, saltaron de 465 mil millones de dólares a más de 1 billón de dólares. Pero la crisis continuó creciendo, los datos disponibles son de hace siete años. La pregunta es ¿cuál será el valor hoy?

Los flujos financieros ilícitos son el resultado del contrabando y el tráfico ilícito de drogas, entre otras actividades fuera de la ley. El contrabando puede variar desde «pequeñas empresas» transfronterizas entre Sudán y sus vecinos, o el contrabando de animales salvajes o productos forestales ilegales desde los puertos de Kenia. El contrabando también puede ser de grandes cantidades de minerales que salen ilegalmente de países sin acceso al mar hacia puertos en el Atlántico o la India.

3. La puerta giratoria: La mejor manera de explicar la entrada y salida de dólares es a través del mecanismo conocido como «puerta giratoria». Entre 1970 y 2002, África subsahariana recibió 294 mil millones de $ en préstamos. De estos, 268 mil millones se usaron para pagar las deudas y al final de esto, el resultado fue que todavía se debían otros 210 mil millones. En otras palabras, los nuevos préstamos estaban destinados a pagar deudas antiguas que son impagables. Actualmente, la deuda africana continúa creciendo y se estima en un total de 500 mil millones.

Es necesario dejar de pagar la deuda para poder vivir.

Una importante organización para la lucha y defensa de los trabajadores y los pobres, la Liga Internacional de los Trabajadores-LIT, advierte sobre el hecho de que: «Los reflejos sociales de la pandemia asociados al desempleo y la baja de los salarios, determinados por la crisis económica serán brutales. En los Estados Unidos, 30 millones solicitaron seguro de desempleo en seis semanas, algo que sólo se vio en la depresión de 1929. Se habla de la posibilidad de perder 20 a 25 millones de empleos en Brasil. Las consecuencias pueden ser similares a las de una guerra. No en términos de bombardeo físico de las fábricas, pero si de destrucción de las fuerzas productivas a una escala gigantesca, comenzando por la más importante de ellas: la fuerza laboral humana. Millones de trabajadores pueden morir y cientos de millones más serán condenados a una miseria aún mayor que la actual».

Así, llegamos a la conclusión de que esta deuda, incluso si fuera justa (que no lo es), ya podría haber sido pagada con los montos que se fugaron del continente a través de la «fuga de capitales» y los «flujos financieros ilícitos – FFIs». Y como si fuera poco, todavía tenemos el mecanismo de puerta giratoria, lo que refuerza el argumento de que esta deuda es ilegal, injusta e ilegítima.

Por eso, defendemos la  suspensión inmediata del pago de la deuda externa, tanto de sus intereses como del capital principal. La vida es más importante que la ganancia. Y esa deuda no fue hecha por los trabajadores y el pueblo pobre de los países del continente africano.

Notas:

[1] LENIN.  A catástrofe que nos ameaça e como combatê-la https://www.marxists.org/portugues/lenin/1917/09/27-

[2] Borstelmann, Thomas. Apartheid’s reluctant uncle: The United States and Southern Africa in the Early Cold War (Oxford: Oxford University Press, 1993), pag. 182

[3] Bechtel se hizo famosa en la década de 2000, cuando compró la compañía estatal de agua en Cochabamba, Bolivia, duplicó el precio del agua, para reducir el consumo y exportar el excedente a Chile. La Guerra del Agua en Cochabamba derrotó a Bechtel y revirtió la privatización.

[4] El general Golbery do Couto e Silva, fue uno de los principales articuladores del Golpe de Estado en 1964, en Brasil, y también fue presidente de Union Carbide en ese país durante muchos años.

[5] Zoellner, Tom, Uraniun: War, energy and Rock that Shaped the World. (London: Penguin, 2010 pag. 47)

[6] CALTEX cambió su nombre a TEXACO y, finalmente, Chevron Texaco. Texaco en la década de 1990 fue famoso por derramar petróleo en las tierras de las reservas indígenas ecuatorianas, causando varias muertes por cáncer.

[7] Williams, Susan. Spies in the Congo. The Race for the Ore that Built the Atomic Bomb.( London: Hurst & Company, 2018), pag. 265

[8] idem, pag. 266

[9] Hennie van Vuuren, Apartheid Guns and Money.A Tale of Profit. Jacana: Cape Town, 2017

[10] A warn welcome from the lenders (Uma recepção calorosa dos credores). – Euromoney Magazin – June 1984

[11] SADF – Fuerza de Defensa de Sudáfrica – fue el nombre oficial de las fuerzas armadas hasta 1994, cuando cambió a Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica.

[12] OPEN SECRETS. The Bankers: corporations and economic crime report»  Johanesburgo, 2018 pag 12

[13] Hennie van Vuuren, pag. 204-205

[14] OPEN SECRETS. The Bankers: corporations and economic crime report»  Johanesburgo, 2018 pag 18

[15] The International Bank for Reconstruction and Development/ The World Bank . Strategy for African Mining – Washington/DC – 1993

[16]Angola, Benim, Burkina Faso, Burundi, Camarões, Chade, República Democrática do Congo, Congo, Costa do Marfim, Etiópia, Gana, Guiné, Guiné-Bissau, Guiné Equatorial, Quênia, Libéria, Madagascar, Malaui, Mali, Mauritânia, Moçambique, Níger, República Centro-Africana, Ruanda, Santo Tomé e Príncipe, Senegal, Serra Leoa, Somália, Sudão, Tanzânia, Togo, Uganda e Zâmbia.

[17] https://litci.org/en/mundo/africa/africa-nacionalizar-e-estatizar-a-producao-mineral-para-poder-viver/

[18] https://litci.org/en/mundo/africa/o-capital-financeiro-imperialista-na-africa-superexploracao-da-classe-trabalhadora-e-o-roubo-das-riquezas-naturais/

[19] Fue presentado en el Seminario de Política Superior sobre «La fuga de capitales del África subsahariana: implicaciones para la gestión macroeconómica y el crecimiento», organizado conjuntamente por la Asociación de Gobernadores del Banco Central de África, el Banco Central de Sudáfrica y el Banco Mundial, en colaboración con el Banco Africano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Inglaterra, 30 de octubre al 2 de noviembre de 2007 Pretoria, Sudáfrica.

[20] Ndikumana, L.  and Boyce, James K. CAPITAL FLIGHT FROM AFRICA: Updated Methodology and New Estimates. 2018

[21] Idem

[22] Idem

Traducción: Leonardo Arantes.

En vísperas de la anexión, el mundo abandona a los palestinos

En vísperas de la anexión, el mundo abandona a los palestinos


Fuentes: The Electronic Intifada

Foto: Un hombre protesta por los planes israelíes de anexar franjas de tierra de Cisjordania que dejarían a los palestinos en las zonas afectadas sin ciudadanía. Imágenes de Shadi Jarar’ah APA

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Es -en las famosas palabras de posiblemente el mejor entrenador de fútbol de todos los tiempos- «el momento culminante» para el mundo sobre la situación de Palestina.

En julio el primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, prometió comenzar a aprovechar lo que describió descaradamente como una «oportunidad histórica»: la anexión formal por parte de Israel de grandes extensiones de la Cisjordania ocupada.

El ejército israelí está comenzando sus preparativos mientras los colonos israelíes están enojados porque la anexión propuesta no llegará lo suficientemente lejos.

Ante una intención tan obvia, varios países, políticos y actores internacionales elevaron sus protestas. Gran Bretaña «no apoyará» la anexión y Francia, Bélgica, Luxemburgo e Irlanda han propuesto medidas económicas punitivas en respuesta.

Joe Biden, el presunto candidato presidencial demócrata de Estados Unidos, quiere presionar a Israel para que no tome ninguna medida «que haga imposible una solución de dos estados».

Jordania ha protestado fuertemente y los países del Golfo también han dado la voz de alarma. La anexión sería un «serio revés para el proceso de paz», según el ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash.

Arabia Saudita ha hecho protestas similares.

Nickolay Mladenov, Coordinador Especial para el Proceso de Paz de Oriente Medio nombrado por la ONU, ha instado a Israel a «abandonar las amenazas de anexión», lo que, advirtió, si se llevara a cabo, sería una violación «muy grave» del derecho internacional.

Todo enunciados

Con China «profundamente preocupada«, Rusia se opone enérgicamente e incluso el Vaticano advierte contra la anexión, parece haber un bloque sólido de oposición global a los planes de Israel.

¿Entonces? Nada de eso está disuadiendo a Israel, ya que comienzan a surgir planes cada vez más detallados de la anexión.

El Gobierno israelí ha sido bastante sincero con respecto a que los palestinos que viven en las áreas que anexará -cree que es el 30 por ciento de lo que queda de Cisjordania (fuera de Jerusalén Oriental), que incluye grandes bloques de colonias y el Valle del Jordán- no recibirán la ciudadanía y seguirán soportando derechos y estatus civiles de segunda o tercera clase.

Israel también se mantendrá alejado de las ciudades y otros centros importantes de población palestina, dejando algunos de ellos completamente rodeados de lo que se convertiría en territorio soberano israelí.

Israel confía y es abierto sobre sus planes porque goza del apoyo de Washington. Los funcionarios israelíes han dejado claro que la anexión seguirá el esquema del llamado plan de paz de Trump, llamado así por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, ideado por su yerno Jared Kushner y en realidad escrito, según algunos derechistas israelíes por Netanyahu.

A Israel solo le importa la opinión de Estados Unidos. Y si la opinión de los Estados Unidos cambia, como sugieren algunos informes, entonces eso podría retrasar la anexión.

Pero la anexión no es una invención repentina de Trump o Netanyahu. Ha sido la intención de Israel desde que ocupó Cisjordania en 1967, y posiblemente antes, y la Administración de Trump simplemente está proporcionando un camino claro, a diferencia de las administraciones estadounidenses anteriores que sostenían la anexión progresiva.

Fin de un paradigma

El proceso de paz patrocinado por Estados Unidos que siguió a la firma de los acuerdos de Oslo en 1993 siempre fue realmente un debate entre los partidarios de Israel y los líderes estadounidenses e israelíes. La cuestión en debate era de cuánta tierra se apropiaría Israel y en qué circunstancias.

Los funcionarios de la Autoridad Palestina continúan manteniendo la esperanza, al menos en público, de que la ayuda está disponible en otros lugares. El jefe de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha exigido una y otra vez un proceso de paz liderado internacionalmente para reemplazar el dominado por Estados Unidos.

Pero los países europeos no intervendrán. Francia y otros pueden hablar de medidas punitivas, pero para que la UE actúe colectivamente los 27 países miembros deben estar a bordo. Los aliados de Israel como Hungría y la República Checa podrían bloquear incluso las discusiones preparatorias sobre sanciones y, por lo tanto, evitar a los aliados más grandes como Alemania, que públicamente afirman apoyar el derecho internacional, cualquier malestar por tener que proteger las violaciones de Israel.

El Reino Unido, que regaló Palestina, puede decir que considera una anexión adicional una violación del derecho internacional, pero tampoco va a tomar ninguna medida. A Boris Johnson, el primer ministro del Reino Unido, se le han ofrecido varias oportunidades para exponer cómo defenderá el Reino Unido el derecho internacional, pero se ha negado a ofrecer algún detalle.

Rusia y China están ocupadas con sus propias esferas de influencia y los países árabes, desde Jordania hasta el Golfo, dependen demasiado del apoyo militar de los EE.UU. como para salirse demasiado de la línea.

Todos estos países tienen las nalgas apretadas, ya que el final del paradigma de Oslo pone de relieve su impotencia sobre Israel.

Los palestinos tienen que valerse por sí mismos. Los funcionarios palestinos saben dónde sopla el viento, pero en privado expresan su temor de que abandonar la AP, como lo exigiría el fin del paradigma de Oslo, socavaría la posibilidad de un liderazgo palestino unificado.

Sin una AP, el argumento es que Israel es libre de dividir a los palestinos al empoderar a los hombres fuertes locales en lugares separados para mantener el orden a cambio de intereses personales estrechos y la capacidad de repartir favores por lealtad, básicamente asumiendo el papel que la AP, a regañadientes o de otra manera, ha jugado hasta ahora.

Pero ese es el futuro que los palestinos deben enfrentar, divididos como ya están. Dichas tácticas municipales, además, en última instancia no son sostenibles para Israel, que, para garantizar una «victoria» absoluta, tendrá que participar en otra ronda de limpieza étnica masiva que supere la de 1947-49.

Israel puede o no tener esa apetencia. Para los palestinos cualquier liderazgo, existente o emergente, que quiera unificar e inspirar a su gente debe comenzar por reconocer que las viejas formas no sirvieron.

Una lucha vieja y nueva lucha enfrenta a los palestinos, una que comienza con mantener a las personas en su tierra y que debe terminar con una lucha por la libertad y la afirmación de los derechos nacionales en una Palestina completa.

Omar Karmi es excorresponsal de Jerusalén y Washington, DC, para el periódico The National.

Fuente: https://electronicintifada.net/content/world-abandons-palestinians-eve-annexation/30381

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.