jueves, 28 de junio de 2018

"El establishment ve a López Obrador como peligroso por el contenido de su movimiento"


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

rebelion.org

"El establishment ve a López Obrador como peligroso por el contenido de su movimiento"

 

 


"El establishment ve a López Obrador como peligroso por el contenido de su movimiento"
M.H.: Habíamos quedado en abordar las próximas elecciones en México, me quedé con un texto de Le Monde Diplomatique, donde mencionan a un viejo conocido suyo, el historiador Massimo Modonessi, quien señala que cada vez que se presentó AMLO, como le llaman a Andrés Manuel López Obrador, estuvo al frente en los sondeos y que, sin embargo, el ganador siempre fue el candidato del sistema. Eso ocurrió en el 2006, contra Vicente Fox, y luego en el 2012 frente al actual Presidente de México, Peña Nieto. Sin embargo, en una columna publicada el 27 de marzo pasado, Valeriano Suárez, de l a Confederación Patronal de la República Mexicana , uno de los principales organismos patronales, sostiene que “es verdad que el ejemplo de un Presidente decidido a mostrarse incorruptible sería ideal para impulsar la transformación del sistema que rige nuestro mundo político y sus apéndices del sector privado”. ¿Qué reflexión le merece esto? G.A.: Yo estoy convencido de que muy probablemente hagan fraude nuevamente. Porque AMLO no tiene la fuerza suficiente, tiene el apoyo mayoritario de los que van a votar que será más o menos el 50% en el mejor de los casos, pero no tiene fuerza organizada, entonces creo que van a desafiar eso, contando con que en el nuevo período va a ser mucho mayor el desafío, dado que la política de Trump es una política que expulsa a los inmigrantes, impide el Tratado de Libre Comercio sobre todo agrícola, reduce los puestos de trabajo, impone tasas a los productos mexicanos y ante la protesta continua van a tener que apelar a lo único que tienen; como no tienen consenso, tienen al Ejército y la Policía.
Creo que van a desafiar el peligro de que si no le dan la presidencia a López Obrador México estalle, porque la gente está desorganizada. Sin embargo, hay un sector importante, como la Confederación Patronal, más ligado al mercado interno y menos a los internacionales que tiene miedo de que si le hacen fraude, como dice López Obrador, “suelte el tigre”, deje que la gente reaccione y haya un estallido a la mexicana.
En México nunca ha habido organización de ningún tipo pero sí estallidos enormes, entre otros, la Revolución mexicana. Entonces creo que el sector que decide, que es EE UU y la gente ligada a las empresas le van a hacer un fraude descarado.
M.H.: A pesar de que López Obrador ha intentado llevar tranquilidad al sector empresario, el eslogan de su campaña fue “Amor y paz”, el mismo que había elegido Lula Da Silva para tranquilizar a las élites en 2002, también se alió con el Partido Encuentro Social, un partido evangelista opuesto al aborto y se acercó al Ejército con la promesa de no revisar la Ley de seguridad nacional votada en 2017 que aprueba la presencia de militares en las calles y amplía sus prorrogativas a punto tal de provocar la inquietud de la ONU y de las organizaciones de DD HH. Además su programa sedujo a cierta franja del sector privado que junto al Financial Times del pasado abril, señala “López Obrador no sería tan peligroso como muchos imaginan”.
G.A.: En efecto es así. Es enormemente moderado, lo demostró cuando fue gobernador de la Ciudad de México y en ese sentido es una garantía, pero no lo es porque la gran mayoría de la población desea otra cosa y está esperando que introduzca un cambio, entonces si gana la presidencia le van a querer cobrar la factura, van a querer que se haga ese cambio con medidas inmediatas y como no va a hacer ninguna, van a haber estallidos, huelgas y todas esas cosas que no le convienen al establishment, que confía en López Obrador, pero lo ve como un hombre peligroso por el contenido de su movimiento que no coincide con él. Como Perón que fue un hombre que trató con Lanusse, pero la resistencia peronista obligó a Lanusse a traerlo desde Madrid para frenar la lucha que amenazaba al sistema.
El triunfo de Duque agrava el peligro de guerra con Venezuela
M.H.: La última vez que dialogamos usted señaló el peligro de que ganara Duque en Colombia, que finalmente fue electo presidente en la segunda vuelta.
G.A.: Creo que se agrava el peligro de guerra con Venezuela porque detrás de Duque está Uribe, es el titiritero, y el titiritero de Uribe es el Departamento de Estado de EE UU. Van a dar un tiempo para organizar una supuesta brigada internacional de venezolanos que quieran entrar en Venezuela, de exiliados. Lo que intentaron en Cuba con el ataque que quisieron aparecer como de cubanos, pero que detrás estaba el gobierno de Kennedy y la CIA. Van a intentar algo así porque Maduro está intentando resistir y entonces la situación de Venezuela solamente puede ser modificada desde afuera.
El problema del nuevo gobierno de Colombia es que creo debe tener en su agenda secreta como punto número uno la invasión de Venezuela. La oposición a eso ha crecido, es pacifista, pero es una minoría en Colombia, porque el atraso político y la violencia han retrasado la toma de conciencia de la gente.
M.H.: Volviendo a México, un dato que me ha sorprendido es la cantidad de asesinatos de dirigentes políticos. Salió en Clarín el pasado 10 de junio que habían sido asesinados 112 políticos durante el proceso hacia las elecciones del 1º de julio.
G.A.:
Sí. De todos los partidos políticos, no dirigentes sociales y campesinos, a quienes normalmente asesinan, sino gente que le cae mal a los narcos o a otro grupo político entonces los matan. Hay una situación de disgregación completa del Estado mexicano y de la sociedad política mexicana. Es una situación muy parecida a la que tenía China en los años 30 en donde cualquier jefe militar era al mismo tiempo jefe político, los señores de la droga, del opio y se combatían entre sí. México está prácticamente en descomposición, los asesinatos y las amenazas a la gente que antes era prácticamente intocable, como periodistas, parlamentarios y jueces, son cosa de todos los días.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

No basta con votar por AMLO, el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

rebelion.org

No basta con votar por AMLO, el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas

 

 

 


Una inmensa mayoría de agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas se dispone a votar entusiastamente por AMLO. No sólo ven en él la esperanza de un cambio en las condiciones de miseria y violencia que azota a nuestro país, también ven en él la esperanza de recuperar lo que les fue arrebatado: Trabajo, Salario y un Contrato Colectivo de Trabajo
digno. Pero no basta con votar
Se cumplen casi 9 años desde aquel 11 de octubre de 2009, fecha en que Felipe Calderón liquidó la empresa pública Luz y Fuerza, y de un día para otro, echó a la calle a 44 mil electricistas. El presente y el futuro de estos trabajadores les fue de pronto súbitamente arrebatado. Sus familias fueron presas del pánico. El golpe fue demoledor. La mayoría no estaba prevenida económicamente, no contaba con la solidez de clase que se requiere para enfrentar una decisión de Estado, ni tenía la firmeza ideológica para quedarse a defender al sindicato. La mayoría, huyó del campo de batalla. Antes que luchar, desertó.
La empresa desapareció, el Contrato Colectivo de Trabajo quedó reducido, en su aplicación, sólo a los jubilados, entrando en un proceso irreversible de extinción; y el Sindicato sufrió un golpe brutal, cuyos daños aún no terminan de impactar.
El golpe brutal vino del gobierno. Pero desde el interior, tres manos se alzaron para clavarle por la espalda tres dagas que lo desangraron y aún desangran al sindicato.
1.- EL OPERADOR DE LOZANO Y CALDERÓN
La primera daga la empuña Alejandro Muñoz, operador y testaferro de Javier Lozano (el actual vocero de “Pepe Meade”) entonces Secretario de Trabajo. Javier Lozano es, a su vez, en 2009, operador y testaferro de Calderón.
Digamos que Calderón es el rey, Lozano el alfil y Muñoz el peón. O mejor aún: Calderón el dueño del perro, Lozano quien lo pasea, y Muñoz el perro.
En 2009, Alejandro Muñoz quiso ser Secretario General. Por órdenes de Calderón encabezó una planilla. Esa planilla la cobijó Lozano. Muñoz perdió la elección. Desconoció su derrota, y se fue a quejar con sus padrinos, quienes ni tardos ni perezosos intervienen en la vida sindical del SME, y violentando su autonomía desconocen el resultado.
Lo demás es de sobra conocido: dividir al SME y desconocer su autonomía fue el preludio; el decreto liquidador, su resultado.
Días después de que el gobierno desconociera la autonomía sindical, miembros del ejército, con disfraz de federales, tomaron todos los centros de trabajo de Luz y Fuerza.
El sindicato estaba partido en dos.
Enseguida, Alejandro Muñoz llama a la deserción pues, “contra el gobierno nadie puede” y además “a los primeros 10 mil liquidados se les recontratará en CFE” y se provoca el efecto estampida. 2 de cada 3 electricistas iniciaron el éxodo, y se fueron siguiendo a la mentira.
2.- EL SALINISTA JORGE SÁNCHEZ
El segundo puñal lo clava Jorge Sánchez. Ex secretario General del SME. Viejo salinista. Cínico, mentiroso y corrupto como todo buen priísta.
Contando aún con presencia entre miles de jubilados, y ostentándose como un gran influyente dentro del gobierno de Peña Nieto, a partir de su compadrazgo con Salinas, él asegura tener las “palancas” suficientes para obtener del gobierno no sólo el trabajo en la zona que atendía el SME, sino más dinero de las liquidaciones (500 mil para cada trabajador liquidado y 300 mil para cada jubilado) con previa aportación ($$$) para el pago de abogados, trámites y mordidas de todo tipo.
Con esta otra estafa maestra, Jorge Sánchez ha incrementado su riqueza, no deja de sacarles dinero a este sector de electricistas y a la vez, los mantiene cautivos a partir de falsas expectativas e imposibles conquistas.
3.- EL PEOR DE LOS TRAIDORES
Pero sin duda, la puñalada trapera de oro, se la lleva Martín Esparza Flores, pues manipuló y traicionó un movimiento real y legítimo.
Aprovechando la decisión de 16,599 trabajadores, de no huir, sino presentarse en el campo de batalla y luchar contra el Estado para revertir el decreto liquidador, Esparza y su equipo de gansters deciden ponerse al frente de esta lucha y proyectan combatividad y firmeza en pro de la victoria.
Al principio no había ningún indicio de traición o algo que se le parezca. Esparza tenía la confianza de la base. Se la había ganado. La historia del SME y su trayectoria como contingente obrero independiente, estaba de su lado. El pueblo, y vastas organizaciones sociales, a ojos cerrados, apoyaban la lucha de este histórico sindicato. Plantarse contra Calderón, dejaba fuera de toda duda la honestidad de su dirigencia. No era visible la traición que se fraguaba.
Pero en el ocaso del gobierno de Calderón, Esparza se va alineando al PRI. Apoyó la campaña de Peña Nieto a la presidencia y, sin embargo, al notar que el PRI NO le daría cobijo con alguna clase de solución al conflicto, ni con una candidatura, se repliega y, al cuarto para las doce, decide sumarse a la candidatura de López Obrador, entre otras cosas, porque le ofrecían una diputación.
El pragmatismo de Andrés Manuel le aconsejó aceptarlo, no sin antes bautizarlo como el “pez róbalo” (especie de pez que tiene la capacidad de nadar en dos aguas: dulce y salada.)
Como se sabe, en 2012 Peña Nieto se impone en la presidencia mediante un fraude trabajado, día tras día, durante todo el sexenio de Felipe Calderón. Millones de pesos fueron gastados en potenciar la imagen del entonces gobernador mexiquense, y para sepultar a López Obrador, en una guerra mediática de miedo. Ganó Peña Nieto, y hasta ahí llegó el obradorismo de Esparza. Se le acabó el “es un honor, estar con Obrador” y desplegó una campaña en su contra por 6 largos años al seno del SME.
En asambleas de todo tipo, se le escuchó decir: “Es un mesías”, “es de derecha”, “un caudillo” “fingió su enfermedad cuando lo de la reforma energética” “¿a poco él nos va a dar solución”, “todos los candidatos son iguales” “vámonos con Marichuy”, “con los zapatistas”, etc., y de nuevo, pero oculto tras un pasamontañas de indígena chiapaneco, se alineó con el PRI. Simultáneamente inició una feroz persecución en contra de militantes y simpatizantes de MORENA. ¡Hasta apoyó y apoya a Peña Nieto en la construcción del nuevo aeropuerto en contra del pueblo de Atenco!
Así es como Esparza se fue alineando al PRI y termina por entregarle al gobierno de Peña Nieto la resistencia electricista, digna y perseverante en defensa de su Contrato Colectivo de Trabajo, su combatividad de años en pro de la reinserción laboral, la lucha sin descanso por recuperar a Luz y Fuerza, y todo a cambio de recibir una empresa de nombre Fénix, en sociedad con el capital portugués Mota-Engil, y millones de pesos de liquidación, pero sólo para él, sus familiares y sus gangsters sindicales.
EL SALDO
A casi 9 años, este es el saldo que ellos, Esparza y secuaces, cacarean como “triunfo sin precedentes en toda la historia del movimiento obrero”:
De los 16,599 electricistas en resistencia, 541 están trabajando en la empresa Fénix. La mayoría de ellos, amigos y conocidos del Comité Central. Otros 970 fueron engañados con que recibirían una jubilación conforme al Contrato Colectivo, y todo se redujo a percibir una Renta Vitalicia fondeada con los recursos de las liquidaciones de los mismos trabajadores, sin nada de lo que señala el Contrato Colectivo en materia de prestaciones. En promedio esa Renta Vitalicia es de 14 mil pesos mensuales; pero hay 14 personas que reciben 47 mil pesos al mes de Renta Vitalicia, injustificadamente. Ellos son los hermanos e incondicionales de Esparza y gavilla. Y otros cientos más, están como trabajadores cooperativistas, muchos sin salario ni paga alguna, y otros con ingresos magros y condiciones precarias de trabajo. Y eso es todo.
ALREDEDOR DE 14 MIL ELECTRICISTAS ESTÁN CON LAS MANOS VACÍAS. ESTÁN IGUAL QUE HACE CASI 9 AÑOS: SIN INGRESOS Y SIN TRABAJO
Pero en la cumbre de la estructura sindical, otra es la realidad.
Tan sólo el Secretario General, se llevó más de 5 millones de pesos por su liquidación. Está en la nómina de Fénix y, sin trabajar, percibe más de dos mil pesos diariamente. Pero no sólo aparece como “trabajador”, también es patrón, pues pertenece al Consejo de Administración de Fénix y percibe por lo menos el doble de lo que le ingresa como “trabajador”. Adicionalmente cuenta con otros ingresos, pues resulta que también es socio cooperativista. Y aún hay más. Eso no es todo.
De las cuotas sindicales también percibe dinero, lo mismo que de las rentas de todas las propiedades del SME, tales como salones, deportivos, estacionamientos, etc. Y el mes pasado le tocó reparto de utilidades en tanto “trabajador” de Fénix. ¡Nada mal!
Si sumáramos su liquidación con la de sus tres hermanos y su vástago, la dinastía Esparza, acumuló tan sólo por concepto de liquidación, cerca de 30 millones de pesos.
Su brazo derecho, Eduardo Bobadilla, acumuló él y su parentela, sólo por concepto de liquidación, más de 35 millones de pesos.
Su brazo izquierdo, Montes de Oca, entre él, su “colaboradora” y su chofer, suman más de 10 millones de pesos por concepto de liquidación.
Y así es con el resto de los 26 miembros del Comité Central, sus familiares y compadres. Son aproximadamente 100 personas las que verdaderamente “triunfaron”. Obtuvieron liquidaciones millonarias, Rentas Vitalicias de enorme cuantía, salarios mayores a dos mil pesos diarios y, aunque estén en la nómina,  realmente no trabajan. 
De los más de 16 mil electricistas en resistencia ninguno está en esa condición. Todo lo contrario, se liquidaron sin nada en las manos.
LAS PROMESAS DE ANDRÉS MANUEL
Vamos a darles trabajo a los electricistas”. “Se cometió una injusticia con ellos”. “Los han engañado por muchos años”, ha dicho el candidato puntero en varios momentos de su campaña rumbo a la presidencia. Y la simpatía que desde siempre ha existido por él en la base electricista, hoy se ha acrecentado.
En su horizonte desolador, con una traición a cuestas y un terrorismo sindical impuesto al seno del SME, las palabras de López Obrador son esperanzadoras.
Al interior de la base electricista se dice que por fin habrá trabajo, que se conocerá la verdad sobre la liquidación de Luz y Fuerza, de las liquidaciones millonarias de la dirigencia y sus familias, de las Rentas Vitalicias de privilegio, de por qué se le entregó al capital portugués las 14 generadoras que conforman Fénix, de toda la corrupción que acompaño el proceso de liquidación, etc.
Sí, efectivamente. Con otra presidencia existe esa posibilidad.
PERO NO BASTA CON VOTAR
Los gangsters sindicales prevén exactamente lo mismo: la posibilidad de quedar al descubierto. Ya olfatearon la derrota del PRI y meteóricamente, Esparza Flores es de nuevo ¡Obradorista! Sí, así como lo leen.
A tan sólo 10 días de la elección presidencial, se declara a favor de AMLO. ¡Milagro! ¡Milagro! ¡10 días antes de la elección, el pez róbalo se transformó en un veloz chapulín y de nadar en dos aguas se pasó de un gran brinco a tierra firme! ¡Milagro! ¡ALELUYA!
¿¡MILAGRO!?
Hay un mensaje cifrado. Hay una petición entre líneas.
Quiero impunidad”. “Quiero la amnistía”. “Trátame como a Napito y sus mineros”. “Trátame como a Elba Esther y sus huestes”. “Si con ellos fumaste la pipa de la paz, conmigo ¿por qué no?”.
Compañeros electricistas: no basta con votar.
Puede ganar López Obrador la presidencia, Martín Esparza conservar su dirigencia, y como electricistas seguir en las mismas.
Hay que evitar que el manto de la amnistía cobije a Esparza y gavilla.
Si se quiere trabajo para todos y no sólo para los consentidos de Martín; si se aspira a una JUBILACIÓN digna y verdadera y no que todo quede en 14 Rentas Vitalicias de privilegio para los parientes y amigos de Martín; si se quiere que se investigue el porqué de las liquidaciones millonarias del Comité y comparsas y a cambio de qué se otorgaron; si se quiere saber el porqué del resto de las liquidaciones a la baja de la base smeita; si se desea conocer los términos en que se crea Fénix entre el SME y el capital portugués Mota-Engil y en razón de qué se les concesiona el uso de las 14 generadoras que eran de Luz y Fuerza; y si se quiere democracia sindical y respeto a nuestros derechos; entonces no basta con votar. 
Una gran masa de electricistas está dispuesta a impedir que el PRIANRD llegue a la presidencia ¡Qué bueno! Pero si no se contribuye de igual manera a sacar a Martín Esparza y secuaces del SME, entonces no habrán cambiado las deterioradas condiciones de vida que como electricistas se padece con el decreto liquidador y la traición de la lucha.
Se debe aprender de lo vivido en estos casi 9 años de resistencia: no basta con confiar a ciegas en una persona por más que prometa y prometa devolver el empleo, y con esa promesa sentarse a esperar que simplemente suceda.
El cambio en la relación de fuerzas que se puede lograr con el triunfo de López Obrador, se tiene que hacer extensivo para lograr un cambio en la relación de fuerzas dentro del sindicato. Y esa oportunidad se abre desde el 1 de julio.
Nadie hará por el pueblo, lo que a este le corresponde hacer. nadie hará por los electricistas lo que ellos están llamados a hacer.
Consideramos que está en la base smeíta aprovechar esa oportunidad, está en ella el organizarse, discutir y decidir cómo seguir adelante. Por un lado, limpiar la casa de charros y gandallas; y por el otro, recuperar lo que les pertenece: el sindicato, la cooperativa y el trabajo.
Así es. Se debe actuar en consecuencia. Se debe actuar con congruencia.
¡POR UN MÉXICO SIN PRI Y POR UN SME SIN MARTÍN!
Adelante electricistas, que no basta con votar.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

Siete cuestiones sobre el proceso electoral en México


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

rebelion.org

Siete cuestiones sobre el proceso electoral en México

 

 


El domingo primero de julio los mexicanos irán a dormir con la confirmación de un nuevo presidente. Si las encuestas no cometen otra barrabasada como lo ocurrido con Donald Trump en Estados Unidos, el Brexit en Reino Unido o el referéndum por la paz en Colombia, a Los Pinos (residencia presidencial) llegará Andrés Manuel López Obrador en su tercer intento.
Una campaña electoral demasiado extensa (más de seis meses si se suman los períodos de campaña y precampaña), llena de regulaciones y normativas que se cumplen a medias o se violan sin consecuencias evidentes, y marcada de principio a fin por la violencia, son algunas de las claves. Sin embargo, las elecciones de este año son las más grandes que se hayan organizado en el país: además del presidente se eligen 128 senadores, 500 diputados, 9 gobernadores incluido el de la Ciudad de México, además de diputaciones locales, presidencias municipales, alcaldías, juntas, concejales, e integrantes de ayuntamientos. En total, 3416 cargos se someterán a elección, con distritos donde el ciudadano deberá elegir en 8 boletas distintas.
Complejo, como ninguno otra en la historia mexicana, se antoja este proceso electoral que, por si fuera poco, presenta otras características que dejan ver la profunda crisis social y política existente y que, lejos de ser resuelta, se ha profundizado en los últimos sexenios. Presentamos entonces siete cuestiones sobre el proceso electoral en México, una suerte de síntesis de aquellos elementos más distintivos en una campaña histórica para el futuro del país.
El fin de las ideologías
Las alianzas electorales han puesto en jaque a las ideologías. La tradicional izquierda mexicana, representada por el agónico Partido de la Revolución Democrática (PRD), tejió sus lazos con el Partido de Acción Nacional (PAN) de centroderecha y con Movimiento Ciudadano.
A su vez el Partido Revolucionario Institucional (PRI), hoy en el gobierno, encontró su salida junto al Partido Verde Ecologista y el Partido Nueva Alianza (PANAL), en una síntesis del centro derecha; mientras que el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), el partido emergente en esta contienda y quien ha agrupado a la izquierda en este país, se ha aliado con el Partido del Trabajo (PT) y con el Partido Encuentro Social (PES), evangélico y de extrema derecha.
En cualquier caso, frente a las ideologías han primado los cálculos electoreros. La búsqueda del voto mayoritario se ha impuesto por encima de los programas históricos de las agrupaciones políticas, lo que hace cuestionarse la sostenibilidad de estas alianzas más allá del 1 de julio.
Los amoríos consolidados hace seis meses se han ido quebrando, en particular en la coalición Por México al Frente con el candidato Ricardo Anaya, que ha sido la primera en exponer sus fisuras: el presidente del Senado (militante del PAN) ha presentado una denuncia ante la Procuraduría General de la República contra el candidato de su propio partido, mientras que miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRD se han desmarcado de la candidatura de la coalición de la cual forman parte. Son estas apenas dos muestras de las fricciones existentes al interior.
Quien asuma la presidencia para los próximos seis años encabezará un gobierno que, presumiblemente, comenzará de un modo muy diferente a como termine. Los intereses contrapuestos de las agrupaciones que lo haya impulsado a la primera magistratura terminarán por minar sus bases, lo cual le hará muy difícil gobernar, salvo en el caso de MORENA, donde buena parte de las encuestas dan grandes posibilidades de tener mayorías en el legislativo y en las gubernaturas.
La violencia: un actor clave
Más de cien políticos han sido asesinados en el actual proceso electoral, de los cuales 46 eran candidatos o precandidatos. Sin importar partidos o filiaciones ideológicas, estas se han convertido en las elecciones más violentas en la historia mexicana en el año más violento del sexenio.
La violencia se ha posicionado como un actor clave en el proceso. Es raro el día en que los medios no anuncian el asesinato de un político en cualquier rincón del país. Las causas pueden ser las más diversas: vínculos con el crimen organizado, incumplimiento de acuerdos con agentes locales del narcotráfico, descontento con las propuestas, o incluso el crimen por el crimen. Frente a ello la imposibilidad del Estado de brindar seguridad al proceso o la inoperancia de los organismos judiciales para procesar a los responsables.
La impunidad y la ineficacia se juntan para sembrar el miedo. Los muertos son titulares un día y al siguiente pocos se acuerdan de ellos. Algunos incluso apenas merecen un tuit de compasión con los familiares y agua pasada. La violencia se ha convertido en algo natural.
La urgencia del cambio o todos contra el PRI
Cuando el PRI retornó al gobierno en 2012 de la mano de Enrique Peña Nieto, lo hizo capitalizando las esperanzas depositadas en las propuestas transformadores del entonces candidato. Con su programa de reformas estructurales, prometía llevar a México al siguiente nivel de desarrollo y resolver los graves problemas que aquejaban al país luego de la fallida guerra contra el narcotráfico que había impulsado Felipe Calderón. Recibió entonces un país ensangrentado, sumido en la violencia y el abandono por parte del estado, con niveles de inequidad enormes y con un segmento importante de habitantes en extrema pobreza.
Hoy, deja casi 8 mil casos de homicidio en el primer trimestre del año luego de un 2017 considerado como el más violento en dos décadas, con más de cien políticos asesinados en el proceso electoral, regiones controladas casi en su totalidad por el crimen organizado, el peso en su mayor devaluación frente al dólar, el precio de la gasolina alrededor de los veinte pesos (el doble del registrado a inicios del sexenio cuando llegó a estar en poco más de 10 pesos) y con el 43,6% de la población sumida en la pobreza (según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL) de los cuales 9.4 millones se encuentran en la extrema pobreza.
Por si fuera poco, el 69% de los mexicanos está en desacuerdo con la gestión del presidente Peña Nieto mientras que apenas 1 de cada 5 lo respalda. Casos como la Estafa Maestra (gigantesca trama de corrupción que permitió desvíos millonarios de instituciones del estado a fondos privados o campañas electorales), la Casa Blanca (caso de corrupción en el que estuvo involucrado el propio presidente), la nula actuación del Estado ante los vínculos comprobados en el escándalo de corrupción de Odebrecht o la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa (aún sin resolución), lastran la imagen no solo del presidente sino del PRI, quien es asociado a la precaria situación que hoy vive el país.
Todos contra el PRI ha sido una de las máximas de este proceso electoral. El descrédito ha llegado a niveles insospechados, a tal punto que han tenido que apostar por un candidato ajeno al propio partido, lo que ha generado importantes divisiones internas. Los sondeos adelantan una derrota histórica para la agrupación que gobernara México durante siete décadas.
El hartazgo social ha superado el clientelismo cultivado a todos los niveles por el partido de gobierno. El PRI ya se va, se ha convertido en uno de los tantos lemas de campaña, a tal punto que hasta su propio candidato ha parecido creérselo. Excepto en la capital, donde el Mikel Arriola ha logrado colarse en la competencia de lleno, no hay opciones claras para el partido en ninguna otra parte del país.
El resto de los candidatos se han concentrado, en buena medida, en intentar capitalizar ese encono y presentarse como la verdadera alternativa. Incluso el propio José Antonio Meade ha intentado distanciarse del PRI para venderse como un apartidista, libre de los males que aquejan a la agrupación. Ninguno como López Obrador, quizás por su constancia en los últimos 18 años, ha logrado posicionarse como la verdadera alternativa, aun siendo en sus orígenes militante del mismo partido que hoy es aborrecido.
El reacomodo de los medios
El sistema mediático mexicano tiene notables particularidades en comparación con otros del continente. Carente de regulaciones importantes, la mayoría de ellos se encuentran en poder de grandes conglomerados económicos y se han visto reducidos a agentes de relaciones públicas, abandonando el ideal que presenta a los medios como los perros guardianes en nombre de la ciudadanía.
Frente a la emergencia de los medios alternativos, gigantes como Televisa y TV Azteca han visto mermar de modo significativo sus audiencias. Escándalos como la falsa niña Frida Sofía a la que se intentaba rescatar de los escombros del colegio Rébsamen luego del sismo del 19 de septiembre, pusieron la nota culminante en la decadencia del sistema mediático.
A ello se suma la defensa a ultranza, en la mayoría de los casos de forma explícita, en otros más velada, de las líneas establecidas por el gobierno. Resultado de ello, desde el inicio de la campaña electoral se posicionaron como defensores del status quo, mostrándose como los más enconados opositores al candidato de MORENA. Pero adaptados a adaptarse, tal y como había sucedido con la llegada de la alternancia en el año 2000, las encuestas fueron moldeando la posición de los medios más importantes.
Luego de la entrevista a varias voces organizada por el grupo Milenio a finales de marzo, la reconciliación comenzó a ser evidente. Frente a la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador sea el próximo presidente, los medios han comenzado su proceso de reacomodo, quizás debido, en parte, a que buena parte de sus ingresos provienen precisamente de la publicidad gubernamental. Ante el temor de que le cierren el grifo del dinero, las posturas se han moderado, los analistas insistentemente opositores han sido despedidos o silenciados y el candidato del PRI dejado a un lado.
De mentiras y medias verdades
Esta ha sido la campaña de la bilis, del sentimiento y de la pasión. O a favor de López Obrador o contra él, o defensores del status quo (que es el PRI o casi lo mismo) o aborrecedores del partido tricolor. Sin medias tintas, la mentira o las medias verdades se han posicionado como un elemento central de todas las campañas, desde el independiente Jaime Rodríguez Calderón hasta el abanderado en las encuestas.
Quizás por aquello de que una mentira repetida muchas veces puede convertirse en verdad, la guerra sucia ha alcanzado en estas elecciones niveles insospechados: desde la presentación de imágenes trucadas para demostrar lo indemostrable hasta el empleo de datos falsos respecto a casi cualquier asunto al que pudiera echársele mano para ganar unos cuantos votos.
En este cometido de convencer al corazón apelando al estómago y no a la razón, los debates electorales organizados por el Instituto Nacional Electoral bajo un riguroso reglamento, lejos de convertirse en espacios para la presentación de propuestas se volvieron verdaderos reality shows plagados de descalificaciones, actos del más refinado cinismo y materia prima para los memes. En ningún caso movieron las preferencias electorales en uno u otro sentido ni dejaron ver candidatos preparados, con propuestas sólidas y planes de gobierno bien estructurados.
El país se enfrentó, expectante, a la peor de sus realidades: la política es hoy incapaz de solucionar (quizás nunca lo fue) alguno de los graves problemas que vive el país. Las cúpulas partidistas, como jaurías, se discuten el hueso del poder en nombre del bienestar público, del progreso y de la justicia. Mienten a todos, incluso a ellos mismos, y lo hacen con total desparpajo incluso cuando se les pone frente a sus propias mentiras.
En una especie de realidad paralela, la política mexicana (salvo excepciones muy contadas), se ha convertido en la competencia por alcanzar el poder por el poder y este proceso electoral no deja dudas de ello.
La recomposición de las élites
Con la augurada pérdida de la hegemonía por parte del PRI una vez más, es indudable una recomposición de las élites, tanto al interior de los partidos, como en el gobierno. Las frágiles alianzas establecidas en tiempos electorales no durarán mucho una vez superado el 1 de julio, a la vez que la búsqueda de la hegemonía por parte de quien llegue a Los Pinos será una de las metas fundamentales.
Todo cambiará para que todo siga siendo igual, es quizás lo más probable. Los cambios más importantes se darán, no hay dudas, en las élites económicas y políticas, mientras unas pocas migajas llegarán al ciudadano de a pie, ese que deberá elegir entre cuatro opciones que convencen poco. Por lo pronto, el sector más importante de la economía (entre ellos los que ostentan las fortunas más grandes del país) han comenzado el proceso de reacomodo en función de lo que parece una inminente victoria de López Obrador.
Luego de una enconada guerra directa e indirecta entre el sector empresarial y el candidato de MORENA, y las notables diferencias en relación a la pertinencia o no de construir el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México, hasta el mismísimo Carlos Slim ha comentado que, de no ganar López Obrador, habrá inestabilidad económica para México.
El poder es un aliciente demasiado fuerte como para no limar las más importantes asperezas. Tal y como sucedió en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, las élites se reorganizarán, los que hoy se reparten las tajadas más grandes del pastel recibirán porciones más pequeñas y otros ocuparán sus puestos. Al menos esa ha sido la historia de este país, donde el poder ha ablandado hasta aquellos que parecían piedras, y a eso apuestan no pocos.
Las redes sociales, otro actor fundamental
Los medios siempre han sido determinantes en los procesos electorales de cualquier país. Hace apenas unos años, un par de televisoras en México se consideraban líderes de opinión. Su contenido, aunque pobre, era decisivo en la toma de decisiones a la hora de que el ciudadano otorgara su voto en casilla.
Hoy el país vive un cambio significativo en cuanto a los actores de los procesos electorales: ya no se trata solo de candidatos, ciudadanos y televisoras. Ahora el show se amplía para incluir en la ecuación a las redes sociales y las variantes infinitas que estas traen consigo: memes, modas, tendencias, viralización, hashtags, acceso ilimitado a la información, etc.
Las redes sociales son una plataforma muy cómoda para la transmisión de información: videos de pocos minutos, miniartículos reduccionistas, tweets de unos cuantos caracteres: satisfacción inmediata. Leemos unas cuantas líneas y de pronto nos parece verdad absoluta. Es el método perfecto para hacer campaña y contra campaña: explicarle a la gente rápida y concisamente lo que quieres que asimile provocando olas de opiniones desinformadas, olas a las que todos quieren entrar por permanecer “actualizados”, y esto lo han entendido muy bien los candidatos.
Se crean tendencias divisorias: derecha o izquierda, “prianista” o “amlover”, etc.; y surge la necesidad de pertenecer a alguna, pero no es opción no pertenecer a ninguna. Ahora, ¿nos hemos preguntado si el voto es verdaderamente producto de nuestro propio criterio e idiosincrasia; de una introspección de nuestras propias demandas y necesidades en conjunto con las del colectivo social o solo es la suma de tendencias, memes y modas de las que somos parte en redes sociales? ¿el voto será individualmente pensado o es parte de una colectividad impulsada por Facebook y Twitter?
El peligro latente es el exceso de información que podría traducirse al final del día en desinformación: ¿qué pasa cuando le ofreces una variedad infinita de dulces a un niño que solo ha probado unos cuantos? Una de dos: elige los mismos de siempre o elige aquellos que a su parecer le parecen más atractivos. Lo mismo pasa con una sociedad que está acostumbrada a la desinformación televisiva. De pronto llegan las redes sociales a ofrecernos una cantidad infinita de posibilidades, ¿elegimos lo mismo o lo que nos resulta más llamativo? ¿nos tomamos el tiempo de investigar si aquello de siempre es verdad o si lo nuevo y atractivo es fidedigno?
Cada vez vemos más en redes sociales mexicanas utilizarse términos como capitalismo, socialismo, populismo, neoliberalismo, etc., a la ligera para engrandecer o ensombrecer a los candidatos a la conveniencia del autor.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado en internet con imágenes cuyo contenido llamativo podría causar furor entre nuestros contactos y las compartimos sin revisar elementos básicos como fecha de publicación, fuentes y veracidad de la información? ¿Cuántas veces se ha hecho durante esta campaña electoral?
Una breve revisión en Facebook nos hace coincidir con publicaciones alarmantes como que López Obrador transformará a México en Venezuela, o que José Antonio Meade elevará deliberadamente los precios de las gasolinas, que Ricardo Anaya ya está planeando el desvío de recursos públicos, o que el “Bronco” es un fascista porque quiere “mochar manos”.
A esto le sumamos que no se brinda información fidedigna adjunta que los avale y peor aún, que la gente comparte estos datos sin saber si quiera si son ciertos creando una cadena de desinformación que pronto se viraliza provocando una tendencia ideológica y política que se ve reflejada no solo en las encuestas, sino en la propia opinión de las personas y en su toma decisiones a la hora de votar. De pronto nos eoncontramos con personas que juran que este candidato o el otro son lo peor que le puede pasar a México respaldándose en las redes sociales como su fuente primaria de información.
Es innegable el poder que las redes sociales tienen hoy en el caso mexicano. De hecho, ¿podríamos reconocer la actual campaña electoral sin las redes? Éstas no solo son decisivas en la elección de un nuevo presidente, serán clave durante su gestión.
No hay que malentender, la influencia de las redes sociales no es negativa en su totalidad: tal vez sea la necesidad de tener participación, voz y voto en las últimas tendencias o quizá sea verdaderamente una búsqueda por el cambio estructural en las formas de gobierno. Quizás es solo hartazgo colectivo por las claras fallas del sistema establecido o sea pura curiosidad y deseo de encajar en los debates virtuales.
En cualquier caso, la importancia de las redes sociales en este proceso electoral, en particular entre los jóvenes milenials, ha crecido de modo notable en comparación con contiendas anteriores. En esta especie de realidad paralela la discusión va en otro sentido, unas veces de la mano de los medios tradicionales y otras por sus propios cauces. Nunca neutral, las voces se escuchan más claras y fuertes, sin mediaciones ni mediadores, lo que permite tomarle el pulso el país de primera mano.
Una reflexión final
Si el 2 de julio los mexicanos amanecen con la noticia de que el presidente del país es otro que no sea Andrés Manuel López Obrador, la inconformidad se extenderá como pólvora con efectos incalculables, y de eso se han encargado todas las encuestadoras nacionales e internacionales.
El hartazgo social no aguanta más y, parece ser, que solo un fraude masivo y de proporciones nunca antes vista hará posible que el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional no gane, en este su tercer intento, la primera magistratura del país.
Más allá de lo que suceda el domingo en las urnas, son muchos y muy complejos los problemas que vive México como para creer que un hombre y un sexenio serán suficientes para solucionarlos. Crucial serán estas elecciones, din dudas, en tanto posibilitarán explorar otras alternativas e impulsarán una recomposición de las élites económicas y políticas como nunca antes. En cualquier caso, el lunes despertaremos en el mismo país.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

La transparencia de Bayer: se nota que sos MONSANTO


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

kaosenlared.net

La transparencia de Bayer: se nota que sos MONSANTO 

 

 


Apenas concluida la adquisición de Monsanto, Bayer ha lanzado una campaña para justificar como seguirá envenenando al mundo en nombre de las necesidades de alimentación de la humanidad. Lo que pretende esconder Bayer es que los venenos que vende se acumulan en el ambiente y en nuestros organismos y que los mismos tienen efecto por su aplicación crónica que muchas investigaciones científicas ya han demostrado.
Apenas concluida la adquisición de Monsanto, Bayer ha lanzado una campaña (La apuesta de Bayer por la transparencia: son nuestros alimentos seguros? *) para justificar como seguirá envenenando al mundo en nombre de las necesidades de alimentación de la humanidad. Pero lo que claramente transparenta esta publicidad son las mentiras, tomadas casi como un calco de anteriores publicidades de Monsanto, con las que pretende engañar a los navegantes por la web desprevenidos.
Desenmascaremos una vez más estas mentiras:
– En primer lugar Bayer apela a dos recursos publicitarios que nada tienen que ver con la transparencia si no con engañar al público: el uso de humor y el absurdo para generar empatía con quien mira la publicidad y señalar al mismo como “un tipo informado”.
– A partir de allí el conjunto de mentiras con las que tratan de engañarnos se acumula como se acumulan los venenos en nuestro organismo: Bayer sugiere que hace falta comer enormes cantidades de alimentos (850 manzanas por ejemplo) para que estos tengan efecto tóxico (incluso cancerígeno). Lo que pretende esconder Bayer es que los venenos que vende se acumulan en el ambiente y en nuestros organismos y que los mismos tienen efecto por su aplicación crónica que muchas investigaciones científicas ya han demostrado. Para explicarlo de manera simple: puede ser que comer una manzana con restos de agrotóxicos no tenga efectos por esa sola ingestión; pero es claro que el consumo continuo de alimentos con restos de agrotóxicos (manzanas y muchos otros) puede provocar efectos tóxicos en nuestros organismo. Mucho más cuando esos mismo tóxicos están presentes en nuestro medio ambiente de manera extendida y allí también estamos expuestos a ellos.
– También parece ignorar Bayer que en recientes informes del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) a una solicitud de la organización Naturaleza de Derechos, se reconoce la presencia de más de un agrotóxico en frutas y verduras y en muchos casos superando los “límites permitidos”. El caso de las manzanas es contundente: se encontraron 22 agrotóxicos superando la presencia de seis de ellos los “límites permitidos”.
– Finalmente la apelación a que hace falta producir más alimentos para alimentar a los 7 mil millones de personas que somos; cae una vez más (ese fue el argumento usado por Monsanto por décadas) en la mayor de las mentiras: se producen suficientes alimentos en el mundo para alimentar a toda la humanidad. El problema es su distribución, la mala calidad de los alimentos ultraprocesados y el hecho de que casi el 40 % de estos alimentos van a parar a la basura de la mano del sistema agroalimentario actual.
Pero en el video Bayer reconoce claramente que los químicos que venden para “proteger” a los cultivos son tóxicos y producen cáncer y que los mismos están presentes en los alimentos. O sea que expone explícitamente que vende agrotóxicos y que los mismos no desaparecen luego de ser aplicados.
Veamos que dicen los verdaderos expertos sobre el tema:
Extractos del Informe de la Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación de Naciones Unidas a la Asamblea de la ONU el 24 de enero del año 2017:
“Preocupan gravemente los efectos de la exposición crónica a los plaguicidas peligrosos. La exposición a plaguicidas se ha vinculado al cáncer, a la enfermedad de Alzheimer y a la enfermedad de Parkinson, a trastornos hormonales, a problemas de desarrollo y a esterilidad. Los plaguicidas también pueden tener numerosos efectos neurológicos, como pérdida de memoria o de coordinación o reducción de la capacidad visual o motriz. Otros posibles efectos son, por ejemplo, el asma, las alergias y la hipersensibilidad. Con frecuencia estos síntomas son muy sutiles y la comunidad médica puede no reconocerlos como un efecto clínico de los plaguicidas 12 . Además, los efectos
crónicos de los plaguicidas pueden tardar meses o años en manifestarse tras la exposición, lo cual plantea un desafío importante a la hora de tratar de exigir cuentas y acceder a un recurso efectivo, incluidas intervenciones preventivas”.
“Es muy difícil evaluar el riesgo de los plaguicidas que se presentan para registro, sobre todo porque a menudo los estudios de toxicidad no analizan los múltiples efectos crónicos relacionados con la salud”.
“La alta exposición acumulativa de los consumidores a los plaguicidas resulta particularmente preocupante, sobre todo en el caso de los plaguicidas lipofílicos, que se adhieren a la grasa y se bioacumulan en el cuerpo”.
“Los plaguicidas también pueden bioacumularse en los animales de granja como consecuencia de piensos contaminados. A menudo se aplican insecticidas a las aves de corral y los huevos, y a su vez la leche y otros productos lácteos pueden contener diversas sustancias por bioacumulación y almacenamiento en el tejido adiposo de los animales”.
Es notable que toda la publicidad está dirigida a hombres (un tipo informado). ¿Se habrán dado cuenta que después de la marea verde las mujeres ya no se dejarán engañar por sus historias?
La posibilidad de alimentar a toda la humanidad sin usar agrotóxicos, sin destruir ni contaminar el ambiente es hoy una posibilidad concreta: la agroecología abre las puertas para hacerlo y hay ya millones de productores practicándola. Informate y sumá tu grano de compost para un mundo sin venenos.
Nota
* La apuesta de Bayer por la transparencia: son nuestros alimentos seguros?, aquí
En Twitter: ¿Sabías que deberías comer 850 manzanas al día para que los residuos de pesticidas que protegen a los cultivos puedan generarte algún efecto evidente en tu cuerpo? #Transparencia
Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires
Hecho en Bs. As. / empresa social
Acción por la Biodiversidad
.
http://www.biodiversidadla.org/Portada_Principal/Recomendamos/La_transparencia_de_Bayer_se_nota_que_sos_MONSANTO

COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx


Biocombustibles: ¿buenos o malos para el medio ambiente?


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

kaosenlared.net

Biocombustibles: ¿buenos o malos para el medio ambiente?


Para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, países industrializados apoyan el uso de biocombustibles. No obstante, activistas dicen que enfocarse en cultivos para combustibles podría hacer más daño que bien.
En la primera parte de este siglo, mientras los Gobiernos lidiaban con la manera más efectiva de combatir el calentamiento global, los legisladores pusieron en su punto de mira las emisiones de carbono causadas por el transporte. Después de todo, este representa el 22 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía en todo el mundo. Además, las emisiones en ese sector están aumentando más rápido que cualquier otro, debido también al crecimiento constante en el uso de automóviles personales en el mundo.
Y así los Gobiernos idearon lo que pensaron que era la solución perfecta: ¿qué pasaría si los automóviles pudieran quemar biocombustibles naturales y renovables en lugar de combustibles fósiles? Los cultivos de base biológica no emiten carbono, o eso, por lo menos, suponían.
Biocombustibles sostenibles
Brasil estableció su programa de combustible de etanol hace 40 años, y hoy se considera que tiene la primera economía mundial de biocombustibles sostenible, con casi todos los automóviles quemando algún elemento de biocombustible.
En 2005, Estados Unidos estableció su primer estándar nacional de combustible renovable en virtud de la Ley de Política Energética, que exige la utilización anual de 7.500 millones de galones de biocombustibles para el año 2012. La ley obliga a los proveedores de combustibles fósiles a mezclar biocombustible, principalmente biodiesel de semillas oleaginosas y etanol a partir de maíz. Gracias a la abundante producción de maíz de Estados Unidos, el país norteamericano es hoy el mayor productor de etanol del mundo.
La Unión Europea estableció sus propios requisitos de biocombustibles en la Directiva de Energías Renovables de 2008, que requiere que los países de la UE obtengan al menos el 10 por ciento de su combustible de transporte a partir de fuentes renovables para 2020. El requisito estricto ha resultado en un gran crecimiento en la industria de biocombustibles.
Hasta aquí, todo haría suponer un final feliz, ¿verdad? Pues no exactamente.
Crear un problema mayor
Poco después de que se aprobaran estas leyes, hace 10 años, comenzaron a surgir problemas. Agricultores de todo el mundo, en particular de Latinoamérica y del sudeste de Asia, se vieron incentivados a tener cultivos para obtener combustible en lugar de alimentos. Los objetivos de los Gobierno significaban un mercado artificialmente inflado, que comenzó a impulsar los precios de los alimentos y cambiar el uso de la tierra. Los cambios han provocado escasez de alimentos, según grupos no gubernamentales.
Indonesien Orang-Utans Bedrohung durch Waldrodung (Getty Images/U. Ifansasti)La selva está siendo limpiada para obtener aceite de palma en lugares como Indonesia, amenazando especies icónicas como el orangután
Ese cambio en el uso del suelo agrícola, dicen los expertos, en realidad está causando más emisiones de carbono de lo que biocombustibles son capaces de disminuir en su uso en transporte, porque los agricultores, al sembrarlos, están arrasando los bosques.
Un estudio hecho público en 2016, encargado por la Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE, concluyó que la ley de energías renovables de la UE probablemente haya aumentado las emisiones de carbono desde que se puso en marcha en 2009. Esas mayores emisiones ocurren no solo cuando un bosque es talado para cultivar biocombustibles, sino también cuando un campo que se usó para cultivar alimentos cambia a cultivos en crecimiento para el biocombustible más rentable.
Este fenómeno, conocido como “cambio indirecto del uso de la tierra” (ILUC, por sus siglas en inglés), puede hacer que se eliminen nuevas tierras para cultivar los cultivos alimentarios. Cuando se despeja la tierra, se libera carbono a la materia leñosa como arbustos o árboles en la atmósfera.
A medida que las consecuencias de la política se hicieron más claras, los activistas ambientales y contra el hambre presionaron a estos Gobiernos para que pusieran fin a sus políticas de apoyo a los biocombustibles. “Los biocombustibles a base de aceite de palma, semilla de colza y otros cultivos alimentarios están destruyendo los bosques, empujando a la gente fuera de sus tierras y podrían incentivar el próximo aumento en los precios de los alimentos”, dijo Marc-Olivier Herman, activista de Oxfam. “Los biocombustibles hechos a partir de cultivos alimentarios no son la respuesta al cambio climático, sino que son parte del problema”, agregó.
La batalla para dar marcha atrás en los incentivos de combustible renovable ha sido particularmente feroz en Bruselas, donde activistas ambientales han chocado contra un lobby de biocombustibles cada vez más poderoso y grupos de agricultores como Copa-Cogeca.
Biodiesel hecho de aceite vegetal virgen, de palma y soja
Ha habido una preocupación particular sobre el biodiesel hecho de aceite vegetal virgen, aceite de palma y aceite de soja. El biodiésel hecho de aceite vegetal virgen es el biocombustible más popular y más barato en el mercado europeo.
De todo el biodiésel, el aceite de palma tiene la mayor emisión de gases de efecto invernadero, tres veces las emisiones de diésel fósil, porque la expansión de la palma impulsa la deforestación en el sudeste de Asia, América Latina y África. El año pasado, el 51 por ciento del aceite de palma utilizado en Europa terminó en los tanques de automóviles y camiones, según Oil World, la referencia de la industria para los mercados de aceites vegetales. Esto hace que las personas que conducen vehículos sean los principales consumidores de aceite de palma en Europa, aunque estos no lo sepan.
Sin embargo, la industria del biodiesel dice que la ciencia detrás de la medición del ILUC causada por los biocombustibles y las emisiones que pueden resultar, no es concluyente y no lo suficientemente firme como para justificar un giro en la política de apoyo a las energías renovables.
Los Gobiernos de la UE cambian lentamente de rumbo
En junio, los legisladores de la UE acordaron limitar la cantidad de biocombustibles a base de cultivos para cumplir los objetivos de la UE en materia de energías renovables. Sin embargo, se negaron a establecer una prohibición total sobre el aceite de palma y de soja, según lo solicitado por los activistas.
Al actualizar la ley general de energía renovable de la UE para el período 2020-2030, los legisladores decidieron mantener un objetivo de combustible de transporte renovable, incrementándolo a 14 por ciento para 2030 (parte de un aumentado objetivo general de energía renovable del 32 por ciento). Los legisladores dicen que la eventual disminución de la demanda del mercado dará lugar a que el uso de aceite de palma se elimine gradualmente después de 2023, lo que resultará en la erradicación del aceite de palma de Europa para 2030.
No obstante, ambientalistas y la industria de los biocombustibles son escépticos de que este sea realmente el caso. La Junta Europea de Biodiésel (EBB) ha acogido con satisfacción el resultado de la legislación, sabiendo que podría haber sido mucho más restrictivo.
Al mantener los biocombustibles basados en cultivos como el biodiésel estable en un 7 por ciento, el acuerdo reconoce su importancia para los medios de transporte de la UE, afirmó el EBB. Mientras tanto, los límites a los biocombustibles basados en cultivos no están claros y son susceptibles de ser interpretados por los Gobiernos nacionales, aseguró el EBB y otros grupos.
Solución de segunda generación
La transición a los biocombustibles avanzados de segunda generación, que no se basan en cultivos alimentarios sino en sustancias como las algas, será clave. Estos tipos de biocombustibles aún se están desarrollando y aún no han alcanzado su potencial comercial completo. Pero un nuevo requisito insertado en la ley de energías renovables de la UE requerirá que los Estados miembros obtengan al menos el 1 por ciento del combustible de transporte renovable de los biocombustibles avanzados para 2025, y el 3,5 por ciento en 2030. Esto puede estimular la inversión.
Industria influyente en Brasil y Estados Unidos
Mientras tanto, en Estados Unidos y Brasil la tendencia ha ido en la dirección opuesta. En Estados Unidos, se informa que el Gobierno se está preparando para revisar su programa de estándares de combustible renovable de una manera que requeriría que las grandes refinerías usen aún más biocombustibles. Los subsidios a los biocombustibles se consideran políticamente intocables: los productores de maíz están ubicados en los estados de Estados Unidos que son clave para las elecciones presidenciales primarias estadounidenses, gracias a que estos votan temprano.
En Brasil, los grupos de protección forestal no han logrado convencer al Gobierno de que haga algo que pueda desagradar a la poderosa industria del etanol. De hecho, el Gobierno ve el crecimiento del biocombustible del país como una historia de éxito en lugar de preocuparse por algo.
Los activistas se apresuran a señalar que no todos los biocombustibles son malos. Pero muchos de los biocombustibles que se han utilizado para cumplir los objetivos del Gobierno durante el año pasado salieron de cultivos alimentarios, lo cual es un problema. Los grupos ambientalistas siguen presionando para que se eliminen los subsidios a los combustibles basados en alimentos y se establezcan políticas que incentiven el desarrollo de biocombustibles avanzados. Pero, como todo político sabe, una vez que se coloca un subsidio, es muy difícil deshacerse de él.
Autor: Dave Keating (FEW/CP)
Enlace con el artículo

¿Qué tienen que ver los tratados comerciales con la crisis ecológica?


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

kaosenlared.net

¿Qué tienen que ver los tratados comerciales con la crisis ecológica?


Un modelo capitalista en el que los tratados comerciales demuestran su incompatibilidad con la democracia y la sostenibilidad. Una disyuntiva para los tiempos que se vienen: el capital o la vida.
Un modelo capitalista en el que los tratados comerciales demuestran su incompatibilidad con la democracia y la sostenibilidad. Una disyuntiva para los tiempos que se vienen: el capital o la vida.
A pesar de la opulencia de las grandes empresas, de su volumen indecente de beneficios, de la impunidad con la que actúan, el capitalismo que estas protagonizan también está en crisis. Una crisis mediada por el mayor reto al que se ha enfrentado en su historia: mantener la lógica de acumulación de un enorme excedente, en un horizonte de bajo crecimiento económico y de reducción de la base material y energética.
Asistimos a un momento especialmente incierto. ¿Podrá el capitalismo sortear sus contradicciones e impulsar una nueva onda larga expansiva? ¿Dará paso a un neofeudalismo corporativo y ecofascista, en manos de las empresas big tech? ¿Lograremos posicionar modelos de vida emancipadores y sostenibles? Aunque las respuestas a estas preguntas siguen abiertas, sí podemos asegurar que el capitalismo hará lo indecible por seguir reproduciéndose, actualizando su proyecto para tratar de salir del atolladero actual.
Un proyecto de capitalismo del siglo XXI caracterizado por lanzar una muy virulenta ofensiva de mercantilización a escala global: nada puede quedar ya fuera del radio de acción de los negocios de las grandes empresas. Para ello se prefiguran transformaciones económicas, políticas y culturales, desde un enfoque integral. En lo económico, se aúna la apuesta por la cuarta revolución industrial (4RI) de la digitalización y la inteligencia artificial, con la búsqueda de nuevos sectores de reproducción del capital y de extracción máxima de la ganancia del trabajo y de las finanzas. En lo político, se pretende imponer una especie de constitución global en favor de las empresas transnacionales —convertidas en gobierno de facto—, mientras que los Estados ven limitadas sus capacidades a la desregulación en derechos y a la seguridad. Y en lo cultural, se asumen relatos cada vez más violentos y reaccionarios, mientras lo público y lo común se diluyen en la primacía de lo privado y lo corporativo. Que todo cambie para que nada cambie.

Hacia un gobierno de facto de las grandes empresas

La nueva oleada de tratados comerciales es uno de los hitos del capitalismo del siglo XXI. Si en los noventa fracasó el intento de mercantilización a escala mundial que representaban la OMC y el AMI, tras el estallido financiero de 2008 se lanza una nueva ofensiva; esta vez, más gradual y basada fundamentalmente en acuerdos bilaterales y regionales como punto de partida. CETA, TISA, TTIP… son solo algunas de las iniciativas más destacadas de esta nueva oleada que, bajo otra estrategia, persigue el mismo objetivo que la anterior: generar un mercado autorregulado, en el que las multinacionales actúen de manera autónoma, y a la vez ultrarregulado para evitar cualquier traba sectorial, geográfica y política al flujo económico.
Los tratados comerciales tributan a dicho mercado auto-ultrarregulado posicionando una constitución económica global en la cúspide normativa. Hablamos de constitución, aunque no tenga un articulado específico ni un texto único, ni por supuesto cuente con un proceso de sometimiento a refrendo popular. Pero su objetivo es el mismo que persiguen este tipo de documentos: fijar normas que acoten el debate político, definir el marco de lo posible en base a una serie de prioridades político-jurídicas. Ese es la meta, un nuevo marco de lo posible que impulse y blinde definitivamente la mercantilización capitalista y la hegemonía corporativa a escala mundial.
Los nuevos tratados se convertirían así en el articulado (disperso, ambiguo, dinámico) de esta carta magna corporativa, que blinda la ofensiva mercantilizadora a través de cuatro vías complementarias:
Ampliando la definición de comercio internacional, incluyendo en él ahora inversión, servicios, finanzas, bienes naturales, compra pública, comercio digital, innovación, competitividad, etc.
Posicionando cual tabla de mandamientos corporativos una serie de valores de gran exigibilidad, justiciabilidad y capacidad de coerción a escala global: acceso al mercado sin trabas para las grandes empresas, primacía de las inversiones frente al mandato popular, armonización normativa a la baja en derechos, injerencia multilateral en las decisiones gubernamentales, imposibilidad de reversión de procesos de mercantilización.
Sumando nuevas estructuras regionales y multilaterales a las ya existentes a favor del poder corporativo, con la tarea específica de incidir en pos de la convergencia reguladora; esto es, avanzando en la desregulación de normativas ambientales, económicas, sociales y laborales.
Expandiendo el radio de acción de una justicia privatizada en defensa de la inversión extranjera y bajo la égida de los mandamientos corporativos, imponiendo a escala mundial tribunales de arbitraje donde solo las empresas denuncian a los Estados.
Se impone pues el gobierno de facto de las grandes empresas, acorazadas por una constitución, un procedimiento normativo y una justicia ad hoc. El capital evidencia su incompatibilidad con la democracia, relegada a la formalidad de gestionar las migajas desechables para el mercado. ¿Podría esta propuesta económico-político-cultural ser sostenible?

Tratados y colapso ecológico

El relato oficial nos ofrece un horizonte de promisión vinculado a la expansión del comercio y a la 4RI, que supuestamente nos acercaría a una economía más colaborativa y descentralizada, a su vez eficiente y eficaz en el uso de materiales y energía. Todo ello, en el marco de una onda expansiva de crecimiento económico sostenido. Pero no hay datos que lo corroboren: no se han producido aumentos significativos en la productividad, condición necesaria para impulsar una fase expansiva; el radio de acción de la “nueva economía” todavía no ha conseguido superar el ámbito de los servicios al consumo; la centralización y concentración del capital no solo no se han reducido, sino que se sustancia la figura de los “campeones corporativos” –empresas únicas en su sector a escala global— como las multinacionales big tech.
Además, la desmaterialización y la descarbonización de la economía se evidencian como simples cantos de sirena, que palidecen ante la distopía ecológica que nos ofrece la nueva ofensiva protagonizada por los tratados comerciales. Frente al globo sonda capitalista y digital, se nos presenta con claridad un escenario marcado por la profundización en el cambio climático, por el creciente desequilibrio entre demanda y base energético-material disponible, por el ahondamiento de los conflictos socioambientales y por la amputación de las capacidades institucionales para impulsar políticas alternativas y de transición, tan urgentes y necesarias.
Respecto al cambio climático, los tratados harían saltar por los aires las metas internacionales a través de una doble vía. Por un lado, fortaleciendo la agroindustria como modelo hegemónico —algo evidente en el caso del CETA o del acuerdo UE-Mercosur, por ejemplo—, que es uno de los principales emisores de dióxido de carbono a la atmósfera. Por el otro, favoreciendo la extracción de petróleo, gas y carbón al blindarse su mercantilización —tal y como se refleja en el CETA con los petróleos pesados de Canadá, o en los documentos filtrados del TISA sobre servicios energéticos—, cuando la propia Agencia Internacional de la Energía (AIE) sostiene que dos tercios de los depósitos actuales deberían quedar en el subsuelo para alcanzar las metas internacionales.
A su vez, la muy relativa reducción del uso de materiales y energía que pudiera conllevar una economía más digitalizada, no compensaría ni mínimamente el incremento vinculado al ensanchamiento del mercado capitalista a escala global. La AIE prevé que para 2050 la demanda de energía se triplicará, a la vez que se incrementa la presión sobre otros materiales finitos vinculados a esta 4RI. Como ha escrito Silvia Ribeiro, la “invisible” economía digital necesitará una cantidad gigante de energía y materiales para gestionar todos los datos previstos para 2025, equivalente aproximadamente a dos discos duros de alta capacidad por cada persona en el planeta.
Asistimos por tanto a un ahondamiento en la carbonización —complementada con la ofensiva sobre las renovables desde el “capitalismo verde”, sin alterar la matriz hegemónica— y en la materialización de la economía, en el contexto de un cambio climático desbocado. Los conflictos de origen ambiental proliferan, hasta el punto de que llegan a ser el 70% de los actuales según Naciones Unidas, en un marco político en el que además impera la carta magna corporativa sobre la búsqueda democrática del bien común. Su implementación completa impediría el impulso a políticas de transición hacia modelos de vida sostenibles, que sufrirían la amenaza y el permanente amedrentamiento de los mandamientos corporativos, de las estructuras de convergencia reguladora y de los tribunales de arbitraje.
Un colapso acelerado, en definitiva, con una amputación de las capacidades para enfrentarlo. Un modelo capitalista en el que los tratados comerciales, como hemos visto, demuestran su incompatibilidad con la democracia y la sostenibilidad. Una disyuntiva para los tiempos que se vienen: el capital o la vida.
Por Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate, investigador del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL)Paz con Dignidad.
Enlace con el artículo

¿Existe la doctrina Trump?


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

disidentia.com

¿Existe la doctrina Trump? 

 

 

Fernando Díaz Villanueva

Cunde el desconcierto entre analistas y periodistas. Donald Trump da una de cal y otra de arena, a veces varias de cal, ninguna de arena y viceversa. Nadie sabe por donde va a salir en política internacional. Pasa de reventar una cumbre del G-7 ofendiendo a sus aliados occidentales y despachándose sin piedad contra el canadiense Justin Trudeau, a mostrarse obsequioso y razonable con un déspota como Kim Jong-un en Singapur. Tanto que no ha puesto pegas en aplazar sine die las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur.
Publicidad
Muchos han tirado la toalla ya y no tratan de hacer previsiones que siempre resultan erradas. Simplemente no saben por donde va a ir el presidente y, antes de tener que pedir perdón, prefieren decir “no lo sé” en un alarde de humildad al que los analistas internacionales y, especialmente, los periodistas son poco dados.
Algunos hablan de la doctrina Trump, pero no saben bien como definirla. Otros aseguran que ha trasladado su “Art of the deal” al terreno de la política internacional y, en algunos aspectos, también al de la política interior. La cuestión sería por tanto saber si esa doctrina existe, si hay un hilo conductor, una motivación última que determine el proceder de la Casa Blanca durante el último año y medio.

El patriotismo asertivo del trumpismo

Toda doctrina implica un conjunto de principios irrenunciables acompañados de una estrategia bien trazada para llevarlos a cabo. El único principio reconocible en el trumpismo es un patriotismo ciertamente asertivo y algo infantil que empezó en la campaña electoral con aquello de “Make America great again“, y que ha continuado con la política de “America First“.
A partir de ahí se construiría el resto. No parece mucho pero ayuda a explicar la obsesión de la nueva administración por desvincularse de costosos compromisos que, aparte de impopulares entre la mayor parte de la población, no traen más que dolores de cabeza al Gobierno. La factura de la hiperactividad en el exterior, del “hacer algo” ha sido elevadísima y todos, incluidos los demócratas, lo descuentan.
Estados Unidos es un imperio que no tiene voluntad de serlo y nunca la tuvo: un imperio a su pesar. Algo similar a la España de los siglos XVI y XVII
En Estados Unidos, el aislacionismo tuvo siempre mucho predicamento. La idea de que la república es un oasis de paz y libertad en medio de un mundo convulso, inestable e inseguro no ha perdido seguidores. Todo lo contrario. Tras los años expansivos de George W Bush y el octenio del miedo de Barack Obama, la voluntad de desengancharse de los asuntos del mundo es mayor que nunca. Estados Unidos es un imperio que no tiene voluntad de serlo y, lo que es peor aún, que nunca la tuvo. Un imperio a su pesar, algo similar a lo que le sucedió a España durante los siglos XVI y XVII.

Retórica incendiaria y televisiva

Así, frente al “destino manifiesto” los deseos privados del común son mucho más domésticos y tranquilos. Algunos incluso hablan del trumpismo como el realismo en estado puro adobado de una retórica incendiaria y televisiva que a muchos norteamericanos les encanta.
Algunos hablan del ‘trumpismo’ como realismo en estado puro, adobado de una retórica incendiaria y televisiva
Cuando, hace ya más de veinte años, Trump organizaba veladas de boxeo en su casino de Atlantic City el plato fuerte era el momento en que los púgiles comparecían delante de las cámaras y amenazaban al contrario. Era todo teatro pero el público enloquecía con aquello. Este tipo de bravatas son las que gasta el presidente, ya por televisión, ya a través de su cuenta de Twitter para regocijo del respetable público y pavor de cancilleres extranjeros.
Lo que ha hecho Trump es inscribir su política internacional dentro de una corriente de opinión pública que ya estaba ahí. Lo está escenificando, además, al gusto de sus votantes. Es posible que las formas en Europa no nos gusten, pero no olvidemos que aquí la política también adopta los usos locales y apela a nuestros propios fantasmas que, aunque son distintos que los del votante gringo, no dejan de ser los fantasmas familiares.
Pero, a pesar de que el estadounidense medio no quiere líos, el hecho es que Estados Unidos es el actor hegemónico y lo seguirá siendo durante mucho tiempo. Es un país extraordinariamente rico, cuenta con el mayor y mejor equipado ejército del planeta y los pagos internacionales se hacen en dólares. Es por ello que, a pesar de la palabrería aislacionista, el papel de Estados Unidos en el mundo es mayor hoy que hace dos o tres años. En cierto modo Trump ha supuesto el retorno de Estados Unidos a una escena que abandonó por su propio pie hace casi diez años con motivo del ascenso de Obama al poder.
Uno de los rasgos más definitorios de la doctrina Trump es su obcecación con invertir o destruir todo lo que hizo su antecesor, Barack Obama
Porque uno de los rasgos más definitorios de esa doctrina que no aspira a serlo es la obcecación de Trump con invertir o destruir cualquier cosa que hiciese su antecesor. Ahí tenemos los acuerdos de París sobre cambio climático o el acuerdo nuclear con Irán. Estas eran las dos joyas de la corona de Obama, las metáforas de su política de apaciguamiento.
Pero eran simplemente eso, metáforas. Tanto Obama como Trump han formalizado la desconexión en Oriente Medio. La diferencia estriba en que Obama quería abandonar la fiesta entre abrazos y parabienes mientras que Trump ha derribado la barra libre de bebidas de una patada y luego se ha ido dando un portazo. Aunque se nos antoje lo contrario son, en definitiva, dos formas de hacer lo mismo.

No hay doctrina con objetivos definidos

Luego podríamos concluir que no existe nada parecido a una doctrina con unos objetivos predefinidos. Lo que si existen son consecuencias porque, aunque no pueda ser calificado de doctrina, el trumpismo sí que existe. Estas consecuencias están a la vista. El vínculo transatlántico está debilitado, pero más en el plano simbólico que en el real.
Los intereses estratégicos de Estados Unidos y la Unión Europea son en esencia los mismos porque las amenazas son comunes
Estados Unidos puede parecer aislado, pero la realidad no es exactamente esa. A poco que escarbemos unos centímetros sobre la capa de desinformación que hoy lo cubre todo, encontramos sintonía en lo fundamental entre la Casa Blanca y sus aliados. Trump se ha limitado a tomar iniciativas de cara a la opinión pública en las que Obama no creía. Caso del traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén que tanto escándalo ha armado. Pero, al cabo, los intereses estratégicos de Estados Unidos y la Unión Europea son en esencia los mismos porque las amenazas son comunes.
No estamos, por lo tanto, ante una doctrina que pueda ser llevada a un manual de ciencia política, sino ante un estilo personal de hacer las cosas. Un estilo que molesta en Europa y entre las élites demócratas de Estados Unidos, pero, no nos engañemos, en buena medida a Trump lo eligieron precisamente por ese estilo.


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx


Las manadas y el Estado en apuros


COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx

disidentia.com

Las manadas y el Estado en apuros

 

 

J.L. González Quirós

La ley, esa regla que rige las relaciones entre Estados y ciudadanos, está perdiendo una parte de su legitimidad moral a pasos agigantados. Y no es porque los ciudadanos nos hayamos vuelto anarquistas o revolucionarios permanentes; mucho menos porque nos hayamos convertido en una especie de indiferentes eremitas que abandonan la ciudad para retornar a la naturaleza soñada e implantar allí nuevas utopías de soledad, autonomía y suficiencia.
Publicidad
El motivo fundamental consiste en que, desde sus orígenes modernos, el Estado no ha hecho otra cosa que crecer en poderes. Y también en empleados públicos: de los apenas dos mil que le bastaban a Felipe II de España para gobernar el mundo, hemos pasado a cerca de cinco millones que, ahora mismo, sirven a las distintas administraciones públicas españolas. El crecimiento ha sido  incesante, pero, desde finales de la segunda guerra mundial, ha cobrado un ritmo realmente asombroso.
La verdadera razón de ese crecimiento es muy simple: el deseo de toda clase de políticos de alcanzar una sobrelegitimación del Estado capaz de ocuparse cada vez de más cosas, de forma que nada humano le sea ajeno. Esta tendencia, casi universal, inicialmente de izquierdas, pero insensatamente adoptada también por gran parte de las derechas, tiene a no dudarlo, unas justificaciones defendibles, pero, sobre todo, muy atractivas para quienes se sienten perdedores en el complejo mercado del dinero, el empleo, la fama y la dignidad.
Lo que está por ocurrir es que los supuestos beneficiarios de esta gigantesca mutación de los Estados empiecen a hacer las cuentas de hasta qué punto resultan creíbles las legitimaciones que se les endosan. Claro es que esto es muy difícil, porque quienes se consideran perdedores apenas pueden concebir una situación peor que la que creen soportar, y entienden que todo cuanto se diga hacer en su favor está sobradamente legitimado.
Hay otro efecto más, nada desdeñable, de este gigantismo estatal: el hecho de que los flujos de dinero sean literalmente incontrolables hace inevitable la corrupción
El truco es muy simple: prefieren educación gratuita a educación de pago, universidad gratuita a universidad de pago, autopistas gratuitas a autopistas de pago, sanidad gratuita a cualquier clase de pago.  Lo que nunca preguntan es si resulta lógico que con los impuestos de todos se paguen los servicios que solo algunos disfrutan, las subvenciones que se otorgan de manera difícil de controlar, o el dinero invertido en bienes y servicios que jamás revierten en su beneficio si no es de manera extraordinariamente retórica.
Hay otro efecto más, nada desdeñable, de este gigantismo estatal: el hecho de que los flujos de dinero sean literalmente incontrolables hace inevitable la corrupción, un fenómeno que sería bastante ingenuo circunscribir a los casos que llegan a la opinión pública, porque solo llegan a ese estadio los que son objeto de una denuncia interesada o aquellos en los que se comete una torpeza desmedida.
En cualquier caso, el fenómeno sociológico que resulta políticamente más interesante es el del crecimiento continuado de las demandas que desemboca en que no se considera legítimo nada que no sea el fin apetecido. Pensemos en las reclamaciones feministas de justicia en todos los terrenos, pero especialmente en cuestiones de orden sexual. Este tipo de mujeres están convencidas de que el Estado existe para darles la razón, para hacer justicia en favor de su causa, de forma que cualquier sentencia que no sea de su agrado no será otra cosa que un nuevo crimen que hay que condenar de manera airada e incesante.
Es muy difícil que caigan en la cuenta de que no debieran demandar un privilegio, pues tal sería el que la justicia solo atendiese a sus razones, porque ellas quieren que el Estado acabe con las injusticias sociales con su género, con las naturales también, si es que existen, y ante esa máxima todo lo que no sea en su favor se considera automáticamente un crimen.
Muchos ciudadanos, cada vez más, se comportan ante el Estado como los hinchas de fútbol frente a las decisiones contrarias de los árbitros
Este tipo de situaciones solo puede existir si se ignoran dos elementos esenciales de la realidad, la existencia de otros con demandas en conflicto con las propias, y la escasez natural de los remedios. Cuando se habla de recortes, por ejemplo, jamás se menciona que un recorte cualquiera, por discutible que resulte, se debe siempre a la necesidad de asignar un recurso escaso (los impuestos y la financiación vía deuda) a otras demandas. En este caso sí se suele hablar de la corrupción suponiendo beatíficamente que lo que se ha llevado el Rato de turno bastaría para remediar tamaña injusticia. Muchos ciudadanos, cada vez más, se comportan ante el Estado como los hinchas de fútbol frente a las decisiones contrarias de los árbitros, de manera que todo lo que no sea un triunfo se considera un robo.
La ley ha dejado de ser una norma legítima para quienes quieren creer que el universo de los bienes disponibles es infinito, y para quienes creen que no es concebible ninguna clase de conflicto legítimo entre sus intereses y los de otros. Por eso ha cobrado tanta importancia la categoría de víctima, hasta extenderse muy fuera de cualquier ámbito específico y lógico, porque se considera que la víctima siempre tiene razón y que el daño que se le ha causado no puede sanarse con ninguna compensación, de manera que cualquier mediación entre ella y el delincuente, que es justamente lo que ha de hacer la Justicia, siempre con independencia y sujeción a la ley vigente, les parecerá una nueva humillación, un fraude, un caso flagrante de mentira ideológica.
El Estado que no se somete a la ley para satisfacer las demandas de grupos más o menos activos está socavando su fundamento
Este estado de ánimo, que tiende a extenderse sin freno alguno, vale para toda clase de supuestos agravios, para obligar a que el AVE llegue soterrado, que la carretera vecinal tenga rango de autopista, para que las cárceles se instalen en otro sitio, o para que algo permita que el 4% que ha suspendido en una prueba de EvAU (la antigua selectividad, palabra elitista y horrenda) encuentre formas simples de librarse de semejante estigma. En realidad, puede que el reproche hacia los másteres irregularmente otorgados por esa universidad de la que usted me habla no sea una queja por la irregularidad, sino por el simple hecho de que se hayan dado solo a unos pocos.
El Estado que no se somete a la ley para satisfacer las demandas de grupos más o menos activos, (sean ex terroristas, feministas exaltadas, ONG, supremacistas catalanes, sindicatos policiales, o colectivos de afectados por una estafa, que tanto da) está socavando su fundamento, y esto es algo que viene sucediendo durante tanto tiempo que cabe sospechar que pueda acabar por tener un final tan inesperado como violento e injusto. Es muy urgente que los ciudadanos empiecen a comprender que las relaciones entre la justicia, la realidad y el deseo, son algo más complejas que lo que cuentan los demagogos.
Foto CANVALCA

COMPARTE EL SITIO DE: https://plataformadistritocero.blogspot.mx