Algunos aliados importantes de EE.UU. en Oriente Medio, entre ellos Arabia Saudita, Egipto e Israel, están cada vez más convencidos de que el presidente Obama está perdiendo su influencia en la región en el contexto de la actual situación en Siria. Al ver el éxito de la campaña antiterrorista rusa en el país árabe, estas potencias empiezan a mirar hacia Moscú, escribe la revista estadounidense 'Foreign Policy'.
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© REUTERS/Alexei Nikolsky/RIA Novosti/Kremlin
El presidente ruso, Vladímir Putin, se reúne con el ministro de Defensa de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en Sochi (Rusia)
"Después de que Rusia tomara la iniciativa en el campo de batalla en Siria", algunos líderes de potencias de Oriente Medio "han estado haciendo peregrinaciones a Rusia para sostener conversaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin, que ha logrado convencer a los poderes clave, incluido EE.UU., que un derrocamiento repentino de Bashar al Assad sería potencialmente catastrófico y correría el riesgo de permitir que el Estado Islámico conquiste gran parte del país", publicó 'Foreign Policy'.

Los países, que durante años han estado exigiendo la destitución del mandatario legítimo del país árabe, ahora señalan que "su destitución inmediata ya no es su principal prioridad".

Arabia Saudita

La reciente visita del ministro de Defensa de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, a Rusia "ilustra cómo las dinámicas de poder de Oriente Medio han cambiado en tan sólo unas pocas semanas". "Moscú ya ha tomado la iniciativa tanto militar como diplomática" en la región. "Las delegaciones de alto nivel de Arabia Saudita y otros poderes del golfo Pérsico están llamando a la puerta de Putin en lugar de llamar a la del Despacho Oval", publicó la revista.

La visita del ministro saudita sugiere la posibilidad de que Riad esté estudiando un posible acuerdo, según el cual el presidente sirio, Bashar al Assad, se mantendrá en el poder por un período más largo, a cambio de que los dos países se unan para luchar contra el Estado Islámico.

Algunos observadores se preguntan si Arabia Saudita coordinó esta visita con Washington o si la realizó por su propia cuenta. "Si no fuera coordinada la visita, los sauditas de nuevo nos están diciendo que somos irrelevantes", dijo Ryan Crocker, exembajador de EE.UU. en Irak y Afganistán.

Irak

El autor del artículo escribe que es "una vergüenza" para EE.UU., que llevó a cabo "miles de bombardeos en apoyo del Ejército iraquí", que el Gobierno chiita en Bagdad respaldara los ataques aéreos de Rusia en Siria y "se uniera a un acuerdo de intercambio de inteligencia con Moscú en septiembre". El primer ministro del país, Haider al Abadi, hizo un llamamiento a Rusia para que realice la campaña aérea también en Irak.

Egipto

Otro de los principales aliados de Estados Unidos en la región, Egipto, también ha estado trabajando constantemente para mejorar sus relaciones con Rusia, dice 'Foreign Policy'. El presidente del país, Abdel Fattah al Sisi, ha realizado cuatro viajes a Moscú desde que asumió el poder tras un golpe de Estado de 2013. El mandatario ruso también visitó El Cairo en febrero.

Israel

"Israel también ha llegado a llamar a la puerta de Putin", escribe la revista estadounidense. El 21 de septiembre, poco antes de que Rusia lanzara su campaña antiterrorista en Siria, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, junto con su jefe de Estado Mayor y el de la inteligencia militar, se reunió con el líder ruso. Según algunos expertos, el encuentro demostró "una comprensión pragmática" entre los dos líderes, mientras que con Obama, Netanyahu tiene controversias a causa del acuerdo nuclear de Irán.

"Obama se enfrenta a una prueba crucial"

Ahora, tras el inicio de la operación antiterrorista rusa en Siria, "Obama se enfrenta a una prueba crucial del poder y la influencia de EE.UU. en Oriente Medio", según la revista. El presidente estadounidense "está perdiendo tanto la relevancia e influencia cuando se trata de cuestiones como la sangrienta guerra civil siria o la lucha tambaleante contra el Estado Islámico".

"Rusia ha volcado el panorama estratégico en Siria y ha planteado un desafío sin precedentes para la administración de Obama, lo que lleva a muchos de sus aliados más cercanos a la conclusión de que Washington está tratando de retirarse de la región y está dispuesto a aceptar que la creciente influencia rusa e iraní llene el vacío", escribe el autor del artículo.

"Muchos otros países de otras regiones del mundo pueden llegar a la conclusión de que EE.UU. ya no ocupa la posición de nación indispensable", opina Vali Nasr, exalto cargo del Departamento de Estado en el gobierno de Obama.