lunes, 19 de noviembre de 2018

Bancarrota económica, crisis social e ingobernabilidad


contralinea.com.mx

Bancarrota económica, crisis social e ingobernabilidad

 

Autor: Álvaro Cepeda Neri *

I. Los problemas de los mexicanos están conectados como eslabones de una cadena al cuello de los más de 120 millones, quienes ya no soportan la cruel inseguridad sangrientamente homicida y que todos los días se descubran fosas clandestinas con miles de cadáveres, se cometan secuestros, desapariciones, asesinatos seriales, violaciones sexuales y el uso indiscriminado de armas para privar de la vida a hombres, mujeres y niños. Ese es el contexto de violencia que va en aumento y donde se realizan cientos de linchamientos para hacerse justicia por propia mano. A esto se suman otros problemas: la pobreza –en todos sus grados–, el desempleo, los bajos salarios, las carencias para atender la salud y la falta de medicinas hasta en los congestionados Instituto Mexicano del Seguro Social, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y centros de salud públicos, donde todos los días hay filas interminables que no reciben atención médica. Ésta es la crisis social que se desborda y agudiza por el paso de los migrantes y quizá su estancia permanente, porque Centroamérica es un volcán expulsando a sus pobladores.
II. La ingobernabilidad es otro eslabón, porque políticamente el peñismo fue una gerencia empresarial con fines de neoliberalismo económico, para radicalizar la explotación económica que ha generado esa bancarrota nacional que hizo presa a los mexicanos. El presidente electo ya está casi en funciones y a punto de practicar nuevamente aquello del “país de un solo hombre” (concepto político desarrollado en la investigación de Enrique González Pedrero, en su extraordinaria trilogía: Santa Anna: país de un solo hombre; y, por cierto, guía en una parte de la vida de López Obrador, allá en Tabasco). Ese presidente electo utiliza la palabra inglesa “cocktail” para referirse a las veintitantas pastillas que toma diariamente. Así que tomemos prestada su expresión para referirnos a la mezcla que representan los problemas nacionales, que son muchos más de los citados e integran un auténtico coctel explosivo, porque se trata de hambre, homicidios y desempleo. Todos ellos creciendo sin freno.
III. Esos problemas son la mecha del polvorín que espera estallar si López Obrador incumple sus compromisos, los cuales son la última esperanza de la nación para no responder con más violencia. El factor común de los problemas es la corrupción. La manera como impunemente roban, saquean y se enriquecen las élites que desgobiernan en complicidad con los empresarios, banqueros (ya dos bancos se han sumado al lópezobradorismo) e inversionistas adeptos al capitalismo salvaje del neoliberalismo económico. Tanto en el sector privado como en el público, los trabajadores sufren por los salarios de hambre. Y hay ingobernabilidad. Protestas. Reclamos. Machetes desenvainados en los alrededores de Texcoco. Campesinos buscando a Zapata. Migrantes mexicanos, a Villa. Así que ante los estertores panistas y el despeñadero a donde ha caído Enrique Peña y su peñismo, llevar a juicio político al aún presidente, a Luis Videgaray y a Gerardo Ruiz Esparza –al menos, si no hay acuerdo-complicidad entre Peña y López Obrador– daría oxigenación política a la esperanza sembrada por el presidente electo.
cepedaneri@prodigy.net.mx

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