miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Por qué están privatizando todo? Muy breve historia del Neoliberalismo


¿Por qué están privatizando todo? Muy breve historia del Neoliberalismo

agosto 4, 2015




Todos escuchamos la frase de José Saramago en voz de la Senadora Layda Sansores: “Ustedes, que quieren privatizar todo y están con este ánimo … pero si quieren que haya una privatización a fondo vayan y privaticen a la “%#$ madre que les parió…”

¿Pero por qué están privatizando todo?

Es común escuchar a muchas personas decir que antes el dinero alcanzaba más, que se podía hacer más con menos y antes se vivía mejor. Antes un padre de familia sabía que si su hijo estudiaba tendría una mejor vida que él; hoy, un padre sabe que aunque su hijo estudie, en muchos sentidos no alcanzará el estilo de vida que él tuvo a su misma edad, es decir, el hijo trabajará más y obtendrá menos. En términos técnicos, este jóven es más pobre que su padre. No tendrá acceso a los estándares de vida que se tuvieron hace 30 0 40 años. ¿Pero qué fue lo que cambio? ¿Por qué es más difícil salir adelante? Lo que cambió fue la forma de distribuir la riqueza, pasamos de un modelo en el que la riqueza se repartía hacia la sociedad, a otro en el que se concentra hacia la punta de la pirámide social.



El neoliberalismo es un cambio en las políticas públicas que buscó que la riqueza no fuera producida por el sector estatal y repartida hacia la sociedad, lo que se conoció como Estado de Bienestar, sino que los sectores privados la produjeran y la concentraran. El neoliberalismo pugna por un Estado mínimo, en el cual, sólo el sector empresarial, o mejor dicho el transnacional, produzca la mayor riqueza a nivel mundial. Por ende, cuando el Estado dejó de producir riqueza, dejó de repartirla a la sociedad a través de programas sociales, que fue lo que permitió que la sociedad de hace 30 años tuviera acceso subsidios y a créditos baratos para el financiamiento de los satisfactores de vida.

El neoliberalismo es una doctrina muy bien elaborada por un sector productivo de la población que hoy concentra en un 1%, una mayor riqueza que el 99% restante. Este paradigma tuvo como discurso hegemónico principal que el Estado no debería producir riqueza porque no la sabía administrar y que el mercado, ellos, lograrían producirla y distribuirla de forma automática. Hoy sabemos que no sólo no se redistribuye de manera eficiente, se ha hecho más pobre a la población mundial, es decir, de lo que hablamos es de un mecanismo para que la riqueza producida por los habitantes del planeta sea concentrada por un porcentaje mínimo de ellos y no baje a la base de la pirámide social. De esto, el afamado economista Thomas Piketty ha logrado hacer ya una comprobación empírica.



¿Pero quienes son o de dónde surge este sector de la población que hoy concentra las ganancias de la producción mundial? La historia del neoliberalismo nos remite a un proyecto económico y político de escala mundial, que tiene que ver con el intento por establecer un mercado global. El intento de globalizar la economía data del tránsito del feudalismo al capitalismo cuando existió una tendencia natural a la mundialización del comercio, sin embargo, esta expansión del comercio mundial no se llevó a cabo de manera perfecta hasta nuestros días, sino que atravesó tres periodos de crisis. El primero de 1870 a 1915 tiempo durante el cual se instauró un sistema imperialista colonial inglés. El segundo, después del término de la segunda guerra mundial, cuando el mercado global se rompe al quedar el mundo dividido en capitalismo y socialismo. La última crisis, se da en 1970 como resultado de la instauración de las políticas de intervención estatal, el Estado de Bienestar. Paradójicamente, esta última etapa de irrupción, aceleró y reafirmó el proceso de globalización cuando los sectores protegidos de la economía fueron traspasados al sector privado a través de la liberalización financiera, la desregulación y la privatización en la mayor parte de los países del orbe. Así, el neoliberalismo puede entenderse como un proyecto para el reacomodo del capital a nivel internacional pero también como un proyecto político con el fin de restablecer un poder económico de élite.

Hacia la década de los 70’s las economías latinoamericanas habían venido desarrollando un modelo económico conocido como de substitución de importaciones, este modelo basado en los subsidios en las exportaciones, en el gasto y en los precios, hizo posible un relativo crecimiento, sin embargo, la corrupción de las élites políticas generaron el dispendio económico para asegurar clientelas políticas, por lo que que estos países contrataron créditos en dólares con las instituciones financieras, en su mayoría estadounidenses.



Al final de esta década, una gran parte de estos créditos se encontraban en cartera vencida, generando un sobreendeudamiento. Entonces, el neoconservadurismo estadounidense marcó las nuevas pautas para la recuperación de la región, los Planes Baker y Brady, los cuales recomendaron la privatización de empresas públicas, el libre mercado y la captación de inversión extranjera directa, con el objetivo de regresar a ser sujetos de crédito. Esto permitió que las instituciones del los EU marcaran en adelante la instauración de las políticas neoliberales en América Latina. Así, a muchos de los futuros gobernantes de los países latinoamericanos se les invitó a estudiar en universidades estadounidenses en donde se enseñaban programas académicos de corte neoliberal, es el caso de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.

El neoliberalismo entonces, ha sido un mecanismo para modificar la forma en la que se explotan los recursos naturales y se reparte la riqueza, que como se ha dicho es hacia la población más rica. Su éxito, se basa en una falsa promesa de sociedades de consumo, con estabilidad macroeconómica, pero con grandes niveles de desigualdad y pobreza. De esta forma hoy, cada vez que se produce riqueza, en su mayoría, es absorbida por una empresa transnacional que lo mandará a una de las cuentas bancarias del sector de la población más rico y no a la sociedad en la que se produce.
Jesús Rivero Casas
Politólogo

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