sábado, 30 de enero de 2016

Desafíos de la CELAC

Desafíos de la CELAC

© REUTERS/ Ecuadorian Presidency

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Natasha Vázquez
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En momentos en que cambian de colores los mapas políticos de América Latina, tras más de una década estable con predominio de gobiernos de izquierdas, la región se enfrenta a nuevos retos.

Evo Morales, presidente de Bolivia
© REUTERS/ Bolivian Presidency
Cómo fomentar la unidad de los pueblos respetando las diferencias geográficas, políticas y sociales de cada uno de sus integrantes fue uno de los temas más debatidos en la recién concluida IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que esta semana se celebró en Quito. El encuentro, al que asistieron representantes de las 33 naciones que integran el bloque regional fundado en el 2010,  fue clave para hablar sobre los problemas que enfrenta la región.
Entre los asuntos inmediatos está el relacionado con la situación en Venezuela, que — en medio de un complejo escenario internacional por los precios del petróleo — se enfrenta a una prolongada guerra económica, mediática y psicológica contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Por otro lado, el complicado panorama en Brasil, sumido en una fuerte crisis económica y donde la presidenta Dilma Rousseff afronta una fuerte campaña de prensa tras varios escándalos de corrupción que afectaron a su gabinete.
IV Cumbre de CELAC, Quito
© AFP 2016/ Juan Cevallos
Aunque no se mencionó el tema tal vez para no hacer saltar las alarmas, varios de los presentes miraron con recelo al nuevo gobierno de Mauricio Macri en Argentina y sus planes neoliberales. Pero, más que en las diferencias, la Cumbre de la CELAC se centró en los intereses comunes de la región, la más desigual del planeta en materia de distribución de las riquezas y la que más diferencias muestra también en relación con los sistemas políticos imperantes.
"Las estadísticas actuales, a pesar de los conceptos cuestionables en que se basan, muestran que 397 millones de nuestros habitantes, un 63 por ciento, están sumidos en una condición de vulnerabilidad y pobreza, cifra que podría aumentar ante las adversas condiciones económicas internacionales", destacó el vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante su intervención en el cónclave.

Y es que el grupo, fundado el 23 de febrero de 2010, tiene como prioridad mantener el equilibrio regional y fomentar el desarrollo de las economías locales, a través de mecanismos que les permitan mayor integración para  enfrentar la aguda crisis que golpea sus economías.
Una de las temáticas analizadas fue la caída de los precios de las materias primas, en especial del petróleo, lo que ha golpeado fuertemente a buena parte de las economías de la región, provocando endeudamiento, recorte de inversiones y ajustes fiscales.
Los pronósticos de analistas y organismos multilaterales vaticinan una recesión de la zona, en su conjunto, causada por los retrocesos previstos en este 2016 para las economías de Venezuela, Brasil y Argentina. "Después de una década extremadamente exitosa la región tiene más dificultades para crecer, generar empleo, disminuir la pobreza, garantizar derechos", apuntó el presidente ecuatoriano Rafael Correa en la inauguración de la cumbre.
Y son precisamente los momentos de crisis en los que se necesita profundizar más las políticas sociales para erradicar la desigualdad y la pobreza.
"Que un solo latinoamericano y caribeño pase hambre o no sepa leer y escribir, o esté sumido en la pobreza es un problema de todos, que debemos resolver de conjunto", apuntó el vicepresidente cubano.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia
© REUTERS/ Brendan McDermid
Para el ecuatoriano Correa, las respuestas a la inequidad deben ser contundentes, sin esperar una supuesta mano invisible. "La historia nos ha demostrado que se requiere acción colectiva de la voluntad explícita de las sociedades. Debemos ser sociedades con mercado, no sociedades de mercado donde vidas, personas y la propia sociedad se convierten en una mercancía más en función de la entelequia del mercado". La paz en Colombia y el fin del bloqueo norteamericano a Cuba fueron otros reclamos de una organización que cada vez se perfila más capaz de nuclear en sí a la región, y que algunos ya ven como posible reemplazo para la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Siempre será mucho más lo que nos una que lo que nos separe. Existe una coincidencia entre todos nosotros en torno a los principios que defendemos: la primacía del derecho internacional, la democracia y la autodeterminación de los pueblos, la defensa de los derechos humanos, la búsqueda del desarrollo humano sostenible", ratificó Correa.

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