domingo, 29 de mayo de 2016

Teoría de las Relaciones Internacionales de los liberales clásicos


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Teoría de las Relaciones Internacionales de los liberales clásicos

ALEXANDER DUGINpor Alexander DuginRichard Cobden: las instituciones nacionales
Los primeros liberales (incluyendo el político inglés R. Cobden [1], el Presidente de los EEUU W. Wilson, y el pacifista N. Angell [2]), en sus principales tesis, se oponen a los realistas, ya que para ellos el régimen político (para ser más específicos, la democracia o la no democracia) es crucial en el análisis de las RI. Si los países son democráticos, evolucionan constantemente con miras a la creación de un sistema por encima del estado, y a la aparición de instituciones especiales por encima del gobierno. En tanto los otros países se democraticen, se unirán a estas instituciones. Es por eso que el principio del egoísmo nacional y la “auto-ayuda” pueden ser incluidos en el proceso de democratización, que puede ser la base de la integración de la sociedad civil mundial y de las diferentes sociedades, todavía divididas por las fronteras nacionales, en una sociedad civil democrática.
El precursor del liberalismo fue el activista político inglés Richard Cobden (1804-1865), el ideólogo de las transformaciones burguesas y constante partidario del pacifismo. Cobden ofreció las tesis fundamentales para el liberalismo, incluyendo el hecho de que el comercio entre los estados es la mejor medida preventiva para los conflictos militares. Cobden insiste en que las instituciones nacionales deben introducirse a que sean capaces de regular las relaciones entre los estados, limitando su libertad de hacer la guerra e instándolos, en algunos casos, a elegir la paz y la cooperación, incluso sin su voluntad. Cobden considera el libre comercio como el medio más eficaz para hacer la paz y contrarrestar las guerras. La defensa del libre comercio hizo de Cobden un oponente radical de todas las formas de “proteccionismo” y uno de los primeros defensores de la globalización, la cual es una consecuencia lógica del desarrollo del comercio mundial y de la promoción de la paz.
Cobden insistió en la estrecha cooperación entre el Reino Unido, EE.UU. y Canadá, en la creencia de que los lazos económicos intensivos favorecerían el desarrollo armonizado de la cooperación comercial con todos los miembros, y detendrían los conflictos y disputas que eran inevitables debido a la competencia entre la madre patria y sus antiguas colonias en el Nuevo Mundo.
Norman Angell: La gran ilusión
Norman Angell (1873-1967) es un autor clásico, que dio al liberalismo una forma teórica completa. Pacifista convencido e internacionalista, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1933.
Sus ideas principales están representadas en su libro The Great Illusion [La gran ilusión] (1911), que refutaba totalmente el imperialismo, así como la idea de que la conquista, la colonización y las guerras exitosas favorecen la prosperidad económica de la nación: la seguridad, el control sobre los recursos naturales y el desarrollo del comercio.
La teoría de Angell se basa en tres puntos principales:
· El desarrollo de la industria y el libre comercio a escala internacional conduce a la creciente interdependencia del Estado, lo que convierte la posibilidad de un conflicto militar en algo no rentable e irracional, por lo tanto, es un método eficaz de fortalecimiento de la paz;
· Los Estados tienen que adoptar prácticas económicas y políticas más exitosas, que son de las del “libre comercio”, el “mercado liberal” y la modernización industrial. Un día todos los países seguirán este camino, haciendo del planeta una zona de paz y libre comercio;
· El gobierno y los activistas políticos quedan detrás de las nuevas tendencias en las relaciones internacionales y continúan utilizando el lenguaje imperialista y militarista, así como el uso de argumentos nacionalistas, los cuales no favorecen nuevas condiciones liberales (que era lo que Angell llamó la Gran Ilusión).
Angell, sobre la base de estos principios, propone concentrarse en el tercer punto y crear una imagen política e ideológica de los procesos internacionales de conformidad con el proceso objetivo, en su opinión, de desarrollo ecónomico, industrial y en la esfera social, que ya se hizo irreversible y pronto se hará más evidente y global. Es por eso que la gente debe negar a los Estados nacionales y seguir unida al orden transnacional, creando la institución del Gobierno Mundial y otras estructuras de gobierno global.
Las tesis creadas por Angell fueron muy criticadas por los realistas (desde el Almirante A. Mahan hasta E. Carr). Comenzó así la primera ola de los principales debates en las RI donde Angell desempeñó un papel principal.
Woodrow Wilson: la Democracia Global y sus enemigos
El vigesimoséptimo Presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson (1865-1924), fue el primer presidente de Estados Unidos con un título en ciencias políticas (PhD). En su práctica política utilizó estrictos principios morales, el pacifismo y un liberalismo consistente. El hecho de que fuera la cabeza de la gran potencia mundial, tomando parte activa en los procesos del mundo, dio a su opiniones y teorías especial importancia para los procesos globales.
Por lo tanto, Wilson, frente al drama de la Guerra Civil, siempre mantuvo el odio hacia la guerra y la garantías de que ninguna ganancia material podía excusar los conflictos militares. Al mismo tiempo, se unió a la Primera Guerra Mundial ya que estaba seguro de que era la guerra por el liberalismo contra el militarismo alemán (es decir, la guerra justa de Grotius).
Woodrow Wilson expresó su visión del mundo en sus famosos Fourteen Points [Catorce puntos], que representan un programa consistente y estricto de la dirección de los EE.UU. hacia el papel de potencia global, cuya misión es la de establecer toda una democracia mundial, el libre comercio y la paz. Wilson, un seguidor del liberalismo clásico, cuyo símbolo fueron sus Fourteen Points, consideraba el futuro de las personas como un avance hacia adelante en pos del comercio pacífico y una sociedad industrialmente desarrollada, donde los Estados agresivos estarían bajo la presión de los Estados democráticos, y comenzarían gradualmente a democratizarse y modernizarse, y por lo tanto, las relaciones entre dos potencias liberales se armonizarían, se pacificarían, en base a intereses económicos comunes y a un sistema de seguridad conjunto. Al mismo tiempo, al margen del aislacionismo tradicional de los EE.UU., Wilson propuso a los EE.UU. interferir en los procesos del mundo, actuando como el garante activo de la democracia, la libertad y el progreso. La estrategia de Wilson se convirtió no sólo en la forma principal de la política estadounidense en el siglo XX, sino también en la conexión fundamental entre la teoría liberal de las RI y la práctica política mundial a gran escala.
Al igual que la Institución de la gestión nacional, el control y el campo de las negociaciones democráticas pacíficas, Wilson propuso la creación del proyecto de la Sociedad de las Naciones, que, según él, estaba destinada a convertirse en la estructura internacional de un nuevo mundo pacifista. A pesar de que la Sociedad de Naciones fue incapaz de detener la Segunda Guerra Mundial, después de 1945 el mismo ideal liberal se repitió en las Naciones Unidas.
Alfred Zimmern: el Gobierno Mundial
Uno de los representantes del liberalismo clásico fue el teórico inglés Alfred Zimmern (1879-1957). Fue uno de los más destacados internacionalistas y liberales, y apoyó activamente la Sociedad de las Naciones. Su libro publicado en 1936 era sobre la Sociedad de Naciones [3], y sigue siendo uno de los textos más importantes en este ámbito. Zimmern describe el modelo deseable, “ideal”, de existencia pacífica de los regímenes democráticos, unidos en un sistema progresivo que conduciría gradualmente a la creación de una institución nacional de gestión. Según él, el prototipo de un órgano nacional de este tipo, el “gobierno mundial”, es la Sociedad de las Naciones.
Comprendiendo la importancia del factor cultural en los procesos de integración social, Zimmern fue uno de los iniciadores de la creación de la UNESCO.
El trabajo de Zimmern muestra la inmportante transición liberal británica desde el Imperio Británico al orden mundial globalista. Si los realistas británicos prefieren funcionar dentro del Imperio y del concepto de “intereses nacionales británicos”, los liberales volvieron gradualmente el discurso al contexto de la coexistencia de los estados democráticos, al estar en la zona de influencia histórica del Imperio Británico, usándolo como método teórico para preparar la transición del orden post-colonial. Así, Zimmern introduce la noción de la Commonwealth británica en su libro The Third British Empire [El Tercer Imperio Británico] [4] que posteriormente fue reconocida universalmente. Para Zimmern el proceso de descolonización debe traer lógicamente la coexistencia pacífica sobre la base de la cultura y los valores comunes (de las “normas internacionales de la civilización”), formados según el modelo de la democracia inglesa. El Imperio se transforma gradualmente en la zona de prosperidad económica común. Zimmern propuso las variantes de los sistemas internacionales a través de la creación de instituciones por encima del estado.
En la década de 1930, Zimmern promovió activamente la Sociedad de Naciones, pero sus ideas no se llevaron a cabo con éxito y fueron consideradas por sus críticos como una “predicción no cumplida”. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial y la creación de la ONU, volvieron a ser relevantes de nuevo y fueron tomadas en consideración por los liberales.
Zimmern y su visión optimista del mundo y del desarrollo de la democracia fueron duramente criticados por el realista E. Carr. Él y Zimmern son un dúo clásico de dos escuelas de las RI antagonistas.
[1] Cobden R. Political writings. 2 vol. London: Fisher Unwin, 1903.
[2] Angell N. The Great Illusion – a Study of the Relation of Military Power to National Advantage. London: Heinemann. 1910.
[3] Zimmern A. The League of Nations and the rule of Law, 1918-1935, London: MacMillan, 1936.
[4] Zimmern A. The Third British Empire. New York: Columba University Press, 1928.
Fuente: Katehon.

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