El Superagente 86 pasa al ataque contra la subversión rusa en todo el mundo
El Superagente 86 contra Rusia |
La entrevista que publicó hace un par de días el diario The Guardian
(*) con Andrew Parker, el jefe del contraespionaje británico del MI5,
ha roto muchos moldes. Desde su creación en 1909, el MI5 ha tenido 17
directores y su identidad siempre fue materia reservada para los medios
de comunicación. Hasta 1993 nunca se divulgó su identidad. Tampoco
concedieron entrevistas a los medios de comunicación... hasta hoy.
¿Qué tenía que decir el jefe de los espías? Algo que suena a viejo: que Rusia está promoviendo la subversión, como en los viejos tiempos de la Internacional Comunista. Rusia es una gran amenaza para la seguridad de Gran Bretaña, pero es sólo una de ellas. Hay otras, como el islamismo o el nacionalismo irlandés.
Al más puro estilo policial, Parker se pone medallas a sí mismo: en los tres últimos años han logrado deshacer 12 proyectos de atentados terroristas y tienen fichados a 3.000 “extremistas violentos” por si las moscas.
Pero el peor extremismo es el ruso porque también utiliza métodos “cada vez más agresivos” para lograr sus fines. Pero, ¿qué fines son esos?, preguntará alguno. No lo dice, pero los fines de los rusos, a diferencia de los fines franceses o los noruegos, nunca pueden ser buenos. Son malos porque son rusos.
Aunque no habla de los fines, sí habla de los medios para conseguirlos, que son horribles. Uno de ellos es la propaganda. ¿Se dan cuenta qué horror?, ¿no se sienten atemorizados por la propaganda rusa? Pues entonces tengan en cuenta que también utilizan otros métodos espantosos como “el espionaje, la subversión y los ciberataques”, así que si su ordenador se estropea ya saben que la culpa es de los rusos.
“Rusia trabaja por toda Europa y en el Reino Unido. La tarea del MI5 es la cortarle el camino”, dice el jefe del MI5, porque su postura “es cada vez más antioccidental”. Su gobierno “se apoya en todos los órganos estatales y en toda su potencia para hacer avanzar su política exterior de manera cada vez más agresiva”.
Luego el espía empieza a largar de manera grotesca sobre los caballos de
Troya que tiene Rusia escondidos en las Islas, desde los tiempos de la
Guerrra Fría y que por ineptitud del MI5 aún no han descubierto. Su
objetivo es informarse de los mismos misterios de siempre: secretos
militares, proyectos industriales, información económica y la política
exterior del gobierno británica, o sea, algo para lo que no se necesitan
topos sino unn buen lector de periódicos.
Según Parker, Rusia no se ha convertido ahora en un enemigo, ya que lo es desde hace decenios. La diferencia es que ahora sus métodos son “cada vez más numerosos” y entre ellos hay que contar la piratería informática.
Esto es de risa. Para llevar agua a su molino el cretino de Parker quiere referirse indirectamente a los ataques informáticos que ha padecido el Partido Demócrata en Estados Unidos, según una denuncia de otro espía de chiste, James Clapper, director del DNI, uno de los múltiples centros de inteligencia del Pentágono.
Pero para espiar al Partido Demócrata no hace falta recurrir a ningún espía rocambolesco porque la mismísima Clinton utilizaba su cuenta de correo personal cuando era secretaria de Estado, por lo que sus mensajes estaban al alcance de cualquier adolescente con tiempo y paciencia suficientes.
Ante las declaraciones de Parker los portavoces del Kremlin han vuelto a responder como franciscanos piadosos. Ni siquiera se les ha escapado una carcajada. El bueno de Dimitri Peskov se ha repetido a sí mismo: se trata de afirmaciones “gratuitas e infundadas”, para defender sus intereses Rusia sólo utiliza los medios previstos en el derecho internacional, etc.
En el Kremlin no deberían esforzarse tanto en las ruedas de prensa. Los personajes como Parker están más trasnochados que el Superagente 86.
(*) https://www.theguardian.com/uk-news/2016/oct/31/andrew-parker-increasingly-aggressive-russia-a-growing-threat-to-uk-says-mi5-head
¿Qué tenía que decir el jefe de los espías? Algo que suena a viejo: que Rusia está promoviendo la subversión, como en los viejos tiempos de la Internacional Comunista. Rusia es una gran amenaza para la seguridad de Gran Bretaña, pero es sólo una de ellas. Hay otras, como el islamismo o el nacionalismo irlandés.
Al más puro estilo policial, Parker se pone medallas a sí mismo: en los tres últimos años han logrado deshacer 12 proyectos de atentados terroristas y tienen fichados a 3.000 “extremistas violentos” por si las moscas.
Pero el peor extremismo es el ruso porque también utiliza métodos “cada vez más agresivos” para lograr sus fines. Pero, ¿qué fines son esos?, preguntará alguno. No lo dice, pero los fines de los rusos, a diferencia de los fines franceses o los noruegos, nunca pueden ser buenos. Son malos porque son rusos.
Aunque no habla de los fines, sí habla de los medios para conseguirlos, que son horribles. Uno de ellos es la propaganda. ¿Se dan cuenta qué horror?, ¿no se sienten atemorizados por la propaganda rusa? Pues entonces tengan en cuenta que también utilizan otros métodos espantosos como “el espionaje, la subversión y los ciberataques”, así que si su ordenador se estropea ya saben que la culpa es de los rusos.
“Rusia trabaja por toda Europa y en el Reino Unido. La tarea del MI5 es la cortarle el camino”, dice el jefe del MI5, porque su postura “es cada vez más antioccidental”. Su gobierno “se apoya en todos los órganos estatales y en toda su potencia para hacer avanzar su política exterior de manera cada vez más agresiva”.
Andrew Parker, el jefe de los espías |
Según Parker, Rusia no se ha convertido ahora en un enemigo, ya que lo es desde hace decenios. La diferencia es que ahora sus métodos son “cada vez más numerosos” y entre ellos hay que contar la piratería informática.
Esto es de risa. Para llevar agua a su molino el cretino de Parker quiere referirse indirectamente a los ataques informáticos que ha padecido el Partido Demócrata en Estados Unidos, según una denuncia de otro espía de chiste, James Clapper, director del DNI, uno de los múltiples centros de inteligencia del Pentágono.
Pero para espiar al Partido Demócrata no hace falta recurrir a ningún espía rocambolesco porque la mismísima Clinton utilizaba su cuenta de correo personal cuando era secretaria de Estado, por lo que sus mensajes estaban al alcance de cualquier adolescente con tiempo y paciencia suficientes.
Ante las declaraciones de Parker los portavoces del Kremlin han vuelto a responder como franciscanos piadosos. Ni siquiera se les ha escapado una carcajada. El bueno de Dimitri Peskov se ha repetido a sí mismo: se trata de afirmaciones “gratuitas e infundadas”, para defender sus intereses Rusia sólo utiliza los medios previstos en el derecho internacional, etc.
En el Kremlin no deberían esforzarse tanto en las ruedas de prensa. Los personajes como Parker están más trasnochados que el Superagente 86.
(*) https://www.theguardian.com/uk-news/2016/oct/31/andrew-parker-increasingly-aggressive-russia-a-growing-threat-to-uk-says-mi5-head
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