merkel coalition germany
Hubo alivio en Berlín y Bruselas hoy porque el partido de Angela Merkel, la Unión Democrática Cristiana (CDU) de centro-derecha, y su aliado bávaro, el CSU, anunciaron que, en principio, estaban en vías a formar una coalición recurrente del gobierno anterior de Alemania con el partido socialdemócrata (SPD) de centroizquierda de Martin Schulz. Sin embargo, el acuerdo aún no está cerrado puesto que los miembros del SPD no votarán sobre ningún acuerdo hasta que celebren un congreso especial el 21 de enero. Y aún así, según
predice Horst Seehofer
, jefe del CSU, podría ser que un gobierno no entre en vigor hasta abril,
unos 6 meses después de las elecciones a finales de septiembre de 2017
.
Esto es territorio desconocido para la Alemania moderna. Los procesos electorales prolongados son algo a lo que están acostumbrados a burlarse de los italianos, pero en vista de que, tanto el partido de Merkel como el de Schulz registraron los peores resultados electorales desde la República de Weimar, en gran medida la inestabilidad política ha regresado a Alemania. A diferencia del gobierno de la "gran coalición" entre los partidos CDU/CSU-SPD del periodo 2013-2017, esta vez el partido más grande al que se enfrentan en el Bundestag es el AfD (Alternative für Deutschland), que, como nuevo partido nacionalista de derechas, plantea una "amenaza peligrosa" (desde el punto de vista del establishment) como oposición "oficial".

protest migration germany
Después de haber sopesado las opciones durante los últimos cuatro meses, Merkel y Schultz aparentemente han decidido que no tienen otra opción que la de optar por el malo por conocido y arriesgarse a ceder más terreno a la derecha populista en el futuro. Al calificar este anuncio conjunto de "nuevo amanecer para Europa", Merkel es muy consciente de que no sólo está en juego la cohesión social en Alemania, sino también la supervivencia de la UE. Sin embargo, el problema sigue siendo (tanto para Alemania como para el resto de la UE) la inmigración masiva. La política errónea de Merkel (y de la UE) de permitir la entrada de millones de inmigrantes en Alemania es, después de todo, la razón por la que se ha producido esta crisis política. Un porcentaje significativo del electorado alemán votó en contra de la inmigración masiva el pasado mes de septiembre, lo que supuso grandes pérdidas para los dos partidos establecidos. Sin embargo, la inmigración masiva no es sólo un problema para Alemania, ya que el país distribuye "cuotas" a otras capitales de la UE para que se hagan cargo de su "parte justa". E incluso si Alemania carga con la mayor parte, una vez allí, los inmigrantes no están obligados a quedarse en el país y efectivamente gozan de libertad de circulación en la UE. Dado el creciente número de ataques terroristas yihadistas en el bloque en los últimos años, y la probabilidad de que los yihadistas entren en la UE con los inmigrantes, es difícil ver la política de inmigración alemana como algo más que una receta para el caos.
El arduo plan para permitir la entrada de millones de inmigrantes de Medio Oriente y el Norte de África, en un momento en que el terrorismo y la seguridad son los temas más candentes en la mente de las personas, y hacerlo sin ninguna consulta democrática, ha sacudido a la población europea y afectado duramente en las urnas a los partidos establecidos de toda Europa desde 2015. A pesar de que los indicadores de rendimiento económico de Alemania siguen siendo sólidos, las élites están jugando con fuego cuando le dicen a la gente que "se acostumbren a la migración masiva". ¿Están realmente tan fuera de contacto con la realidad que no ven que "paliar las insuficiencias de recursos" mediante la "asimilación" de millones de no europeos está generando trastornos sociales?
Aparentemente sí. Ayer hablé con PressTV sobre esto (en inglés):