martes, 25 de septiembre de 2018

Dispuesto Washington a dinamitar la iglesia ortodoxa


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Dispuesto Washington a dinamitar la iglesia ortodoxa

Red Voltaire


El nuevo embajador de Estados Unidos en Grecia, Geoffrey R. Pyatt –quien, como embajador en Ucrania, organizó el putsch de la Plaza Maidán en 2014, junto a la entonces secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland [1]– se dedica actualmente a la creación de una iglesia ortodoxa independiente en Ucrania.
La iglesia ortodoxa está organizada en 7 patriarcados, siendo el Patriarcado de Constantinopla primus inter pares (“primero entre los iguales”), lo cual constituye una primacía honorífica. El patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, prácticamente no tiene fieles en Turquía, pero se ocupa de la diáspora griega en todo el mundo. El patriarca de Moscú, Cirilo I, está a cargo de los ortodoxos rusos, incluyendo los de Ucrania.
Una separación de los ortodoxos ucranianos en relación con el patriarcado de Moscú significaría un duro golpe para la cultura rusa en Ucrania.
Desde mayo de 2018, Bartolomé I no esta otorgando visas a los sacerdotes ortodoxos del patriarcado de Moscú que desean viajar al Monte Athos.
El 31 de julio de 2018, Bartolomé I firmó con los jefes de las religiones minoritarias en Turquía una declaración en la que todos afirman que Turquía es un país maravilloso donde las religiones se desarrollan libremente, aunque no es eso lo que ha podido verse allí en el pasado [2]. Ese texto fue recibido con cólera entre los fieles de las diferentes confesiones que sufren cotidianamente los abusos y humillaciones de las autoridades turcas.
El 31 de agosto, los patriarcas Cirilo y Bartolomé sostuvieron un encuentro amistoso en Estambul. Pero el 6 de septiembre el patriarca de Constantinopla nombró dos enviados especiales para que se encarguen de crear una iglesia independiente en Ucrania, enviados que la iglesia ortodoxa de Kiev se negó a reconocer.
Por su parte, el líder eclesiástico ucraniano Filareto de Kiev, un ex agente del KGB excomulgado tras la desaparición de la URSS, creó una secta denominada «Iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana», respaldó el putsch de Maidán y ha calificado al presidente ruso, Vladimir Putin, de «Caín» y «Judas». Filareto se considera ahora jefe de la iglesia independiente ucraniana –desvinculada del patriarcado de Moscú– a la que el Patriarca de Constantinopla Bartolomé I podría otorgar su reconocimiento.
Filareto viajó a Estados Unidos el 14 de septiembre de 2018 y fue recibido en el Departamento de Estado junto a los dos enviados especiales de Bartolomé I, que acababan de reunirse en Kiev con el presidente ucraniano Petro Porochenko. También se entrevistó entonces con el ex vicepresidente estadounidense Joe Biden, con quien mantiene estrechas relaciones desde 2014. El hijo de Joe Biden, R. Hunter Biden, es actualmente miembro del consejo de administración de Burisma Holdings, la principal compañía de explotación del gas ucraniano. Filareto de Kiev incluso entregó a Joe Biden la Orden de San Vladimir, que ya había otorgado antes al senador estadounidense John McCain.
También está resurgiendo un antiguo diferendo sobre la iglesia ortodoxa de Macedonia, a la que el patriarcado de Constantinopla niega su reconocimiento mientras siga utilizando la denominación de Macedonia, que Grecia considera de su exclusiva propiedad.
En Moscú, el patriarca Cirilo reunió un sínodo especial y la iglesia ortodoxa rusa decidió, el 14 de septiembre, retirar de la liturgia la referencia al patriarca de Constantinopla, o sea dejar de rezar por él, «suspender» toda celebración conjunta con él y «romper» toda relación de trabajo en las instancias a las que pertenecen ambos patriarcas.
El 19 de septiembre, el patriarca de Alejandría y de toda África, Teodoro II, llamó ambas partes a la razón pero la amenaza de cisma se mantiene.

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