miércoles, 13 de abril de 2016

La Guerra de los Pasteles es todo menos lo que te imaginas...


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La Guerra de los Pasteles es todo menos lo que te imaginas...

Sabes que un pastel es delicioso y exquisito. Por lo tanto, si te mencionan una guerra posiblemente significa que es como las clásicas peleas de almohadas (pero con pasteles).
Podrías creer que se trata de una actividad o pasatiempo de integración o diversión. Realmente tiene más peso la palabra guerra que la palabra pasteles en este conflicto. ¿De qué se trató?
La primera intervención francesa en México se llevó a cabo del 16 de abril de 1838 al 9 de marzo de 1939. El conflicto entre Francia y México se origina por daños causados durante la revolución a comerciantes franceses en México. No hay que confundirlo con la Revolución Mexicana.
Entre otros factores, se puede determinar que un pastelero francés declara que los daños le ocasionaron pérdidas de $600,000 pesos (de aquella época). En México se encontraba el embajador francés, Deffaudis, quien intentaba llegar a un acuerdo sobre las relaciones políticas de ambos países. Los reclamos del pastelero se pasaron al embajador, quien los envió directamente a París.

Cuando no se llega a un acuerdo viaja de vuelta a Francia para volver el 21 de marzo de 1838, respaldado por buques de guerra. Pedía amenazantemente que se realizaran los pagos de indemnización por $600,000 pesos y que además se dieran tratos especiales (privilegios) a comerciantes franceses en México.
Inmediatamente el gobierno mexicano de Anastacio Bustamante se rehusó a hacer algún tipo de negociación mientras su región estuviese a punta de cañones franceses. Además, alegó que durante un conflicto armado no se indemniza a nadie.
El gobierno no estaba obligado a realizar el pago que Francia exigía. Por siete meses se bloquearon los puertos mexicanos a manos de los franceses.
Antonio López de Santa Anna fue enviado a Veracruz como el comandante de las tropas de México. Cuando la guerra se desató, el conflicto fue breve pero peligroso y los ingleses tuvieron que intervenir; específicamente la embajada inglesa.
México terminó firmando un acuerdo donde aprobaba el pagar los daños por $600,000 pesos. El 9 de marzo de 1939 se terminó la Guerra de los Pasteles.

La única comida suculenta fue la destrozada, de acuerdo con el pastelero Francés, durante la revuelta de los mexicanos. Vaya que tiene un nombre que puede interpretarse como más amistoso de lo que realmente fue el pleito. 

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