sábado, 29 de octubre de 2016

Inditex y el escándalo de la explotación de refugiados sirios en Turquía. Amancio Ortega, un depredador sin escrúpulos.

Inditex y el escándalo de la explotación de refugiados sirios en Turquía. Amancio Ortega, un depredador sin escrúpulos.


Viñeta de Lumpen. Muro de Lumpen en el portal de dibujantes "Mi lápiz": .http://milapiz.es/perfil/lumpen


Amancio Ortega, la imagen del capitalismo dulce. Te besamos el trasero, amo Amancio.

Si atendemos a lo que nos dicen los medios sistémicos, Amancio Ortega, principal accionista de Inditex, es un empresario "modélico" y ejemplo de desarrollo económico deseable. No entremos ahora en que no existen empresarios "modélicos", salvo en la propaganda del capital. No entremos ahora en que no existe desarrollo económico deseable dentro del capitalismo. Lo cierto es que la imagen que facilitan los medios sobre Amancio Ortega y su imperio Inditex, es una imagen limpia y dulce. Amancio Ortega y su lugarteniente Pablo Isla, siempre han sabido de la importancia de tener a los medios en nómina, aunque sea una nómina que formalmente no existe.

Pero no solo los medios. Si atendemos a ciertos ilustres gallegos que enarbolan la bandera del cambio, nos encontraremos con la misma imagen limpia y dulce. El diputado de En Marea, en el Parlamento Galego, José Manuel Lago Peñas, insinuaba no hace mucho que debemos estar orgullosos de Inditex porque "genera riqueza y valor"; Lago Peñas, responsable del gabinete de estudios de CC.OO. salió elegido diputado gracias a que la Esquerda Unida de Yolanda Díaz lo colocó en un puesto de ventaja en las listas. 

Otro que salió elegido diputado por En Marea, el empresario y miembro de Podemos Francisco Casal, calificaba a la ex pareja de Amancio Ortega, Rosalía Mera, de "persona progresista". Se entiende: ella fue socia capitalista en el comienzo de la carrera empresarial de este podemita. La ya fallecida Rosalía Mera, en su momento la tercera persona más rica de España, fue co-fundadora y accionista importante de Inditex.

Otra cabeza visible de En Marea, el líder de Anova Xosé Manuel Beiras, ya en su día -en abril de 2001- opinaba pletórico sobre Amancio Ortega y su imperio económico: "hay segmentos de la ciudadanía que, como Inditex, son los auténticos motores de los procesos de cambio", añadiendo que Inditex era un "prodigio económico" y un modelo "de la tercera revolución". Palabra de Beiras, el iluminado.


Amancio Ortega trata de cuidar su imagen social. Dona importantes cantidades de dinero a la caridad cristiana (Cáritas), pero también a otras ONGs. Y a la Universidad, para favorecer la investigación científica. Y la prensa, la misma que tiene en nómina invisible, se encarga de hacernos llorar de emoción, restregándonos abundantemente por los ojos el talante altruista y benefactor del emperador de Inditex. ¿A quién le importa que todo ello desgrave fiscalmente? Amancio Ortega es el capitalista bueno y perfecto, al que todos debemos adorar y cuyo trasero debemos besar en señal de agradecimiento, piensan sus publicistas.

Y los medios nos recuerdan cada día que los trabajadores de Inditex están felices de trabajar para el filántropo Amancio Ortega, contándonos las maravillas y bondades derivadas de ser empleado de Inditex. Aunque la opinión de los trabajadores es, desde luego, otra bien distinta.


El último escándalo de la industria de la moda. Refugiados sirios, incluyendo niños, explotados por grandes firmas de ropa. 

La noticia la dio a conocer la BBC británica, a través de su espacio Panorama, en un programa titulado "Encubiertos: los refugiados que fabrican nuestra ropa". Fue recogida en España por La Vanguardia, en su artículo "Refugiados sirios trabajan para proveedores de grandes marcas de ropa", ayer 24 de octubre. 

Según el reportaje de la BBC, talleres turcos contratados para confeccionar ropa por encargo de firmas de empresas europeas, emplean de manera irregular a refugiados sirios, pagando salarios inferiores por debajo del salario mínimo turco, en turnos de trabajo de 12 horas diarias y sin medidas de seguridad (manejo de productos químicos sin máscaras protectoras, por ejemplo). 

Los talleres investigados producen ropa para firmas británicas como Marks & Spencer (M&S), Asos y Next, y para las firmas de Inditex Mango y Zara, para las cuales confeccionan pantalones vaqueros. Al menos en el caso de las primeras, se están empleando a menores de edad. por debajo de 16 años incluso (en uno de los talleres investigados por los reporteros de la BBC, "hallaron además a varios adultos sirios y niños turcos de hasta 10 años trabajando").


Fotograma del documental de la BBC, 



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