domingo, 29 de enero de 2017

Operación Luch: ¿por qué vendió Gorbachov a la República Democrática Alemana?

Operación Luch: ¿por qué vendió Gorbachov a la República Democrática Alemana?

Mijail Gorbachov
Juan Manuel Olarieta

A lo largo de su vida, Honecker estuvo preso en dos periodos distintos. El primero fue durante el III Reich y el segundo tras la caída de la República Democrática Alemana. Las memorias que escribió en esta segunda ocasión han pasado desapercibidas. En ellas dice que Gorbachov vendió a Alemania oriental a cambio de miles de millones de dólares, que fueron a parar a la arcas deficitarias de la URSS, entonces en sus últimos días.

La República Democrática Alemana fue, pues, vendida y traicionada de la manera más literal y Honecker en persona fue luego traicionado por segunda vez, cuando Yeltsin concedió su extradición a la otra Alemania, la occidental (no se sabe a cambio de qué esta vez, posiblemente fuera gratis).

Nadie hizo caso a Honecker, ni entonces ni ahora, pero la desaparición de la Alemania oriental tuvo un aspecto sórdido, que en la jerga del espionaje se llamó Operación Luch.

Hace unos años la Universidad de Miami tradujo algunos documentos de la Stasi sobre dicha Operación (1), pero la explicación de Honecker seguía en segundo plano. Lo que interesaba era el papel que Putin, entonces un agente del KGB de segunda división en Alemania oriental, había desempeñado en ella (2).

La traición de Gorbachov a la República Democrática demuestra que uno de los grandes tópicos de la Guerra Fría era mentira: cuando en la URSS todos arrojaban la última toalla que les quedaba frente a los imperialistas, en Alemania oriental otros, como Honecker, se negaban a seguir el dictado de Moscú. El gobierno de Berlín no era tan sumiso como decían.

La Operación Luch fueron los contactos entre los enviados de Gorbachov y los del presidente alemán Kohl para reunificar Alemania a cambio de dinero sin contar con los alemanes con los que había que contar, es decir, con los que vivían en la República Democrática (3).

El precio es sólo el aspecto amarillista de la transacción. La Operación Luch era un giro estratégico en la política exterior de la URSS que pasaría inmediatamente a Rusia. Lo que Gorbachov llamó “la casa común europea” consistía en que aquel aliado que hasta entonces había sido Alemania oriental se convertía en un estorbo. El verdadero aliado de la URSS (y de la Rusia actual) debía ser la otra Alemania, la de Kohl.

Eso es lo que Putin aprendió cuando trabajaba en Dresde. Llegará un momento en el que también Alemania tendrá que enfrentarse con Estados Unidos y, lo mismo que Rusia, carece de fuerza suficiente para ello. Necesita a Rusia, lo mismo que Rusia necesita a Alemania.

Han pasado tres décadas desde la Operación Luch que, lo mismo que las palabras de Honecker, sigue pasando completamente desapercibida. La URSS creyó entonces que “un gesto de buena voluntad”, como la venta de Alemania oriental, podría ser suficiente. Es un error. La reunificación no es el único ni el principal problema que Alemania arrastra desde que fuera derrotada en la Segunda Guerra Mundial. La división de Alemania siempre ha ayudado a ocultar que, en realidad, el único gobierno títere siempre fue el occidental. Estados Unidos siempre se ha preocupado por mantener esa situación de dependencia, sobre todo con un fabuloso despliegue militar que en poco difiere del de cualquier colonia tercermundista.
(1) Sarah-Christian Muller y Dr. Karen Dawisha, Vladimir Putin, Operation Luch and Matthias Warnig: The Secret KGB-Stasi Relationship, http://miamioh.edu/cas/_files/documents/havighurst/stasi-documents.pdf

(2)
The Atlantic, How the 1980s Explains Vladimir Putin, 14 de febrero de 2013, http://www.theatlantic.com/international/archive/2013/02/how-the-1980s-explains-vladimir-putin/273135/

(3) Michel Meyer: Histoire secrète de la chute du mur de Berlin, París 2009, pg.94.

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