La construcción de un muro a lo largo de la frontera entre EEUU y México y las intenciones de Trump de establecer una política migratoria más estricta suscitaron las protestas del país azteca, pero sus vecinos centroamericanos también se quejan
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© AFP 2017/ Omar Torres
El Gobierno mexicano estableció en 2014 el Plan Integral de la Frontera Sur ante la llegada de migrantes provenientes de los países de Centroamérica. Esta medida vulneró los derechos de miles de ciudadanos provenientes sobre todo de Honduras y El Salvador. Según Ramón Márquez, director de la ONG mexicana 'La 72', la política migratoria de su país es "violatoria de los derechos humanos". En diálogo con el programa 'Telescopio' de Sputnik, Márquez indicó que en algunos casos se cerró la frontera y "se ha hecho literalmente un muro", una medida similar a la que anunció el presidente de EEUU, Donald Trump, y que México repudia.
"La política migratoria mexicana tiene un enfoque de seguridad nacional con persecución, detención y deportación masiva de personas que ingresan a México por la frontera sur. Por dar un dato significativo, en el año 2015 hubo cerca de 200.000 detenciones, de las cuales 170.000 personas centroamericanas fueron detenidas y 150.000 deportadas", indicó el referente social.
A 60 kilómetros de la frontera con Guatemala, 'La 72' brinda acogida, asesoría legal y apoyo integral para los migrantes ante el incremento del flujo de personas. Se ubica en Tenosique, en el estado de Tabasco, una de las principales puertas de entrada de la frontera sur. Su nombre es un recordatorio a las 72 centroamericanos en tránsito por México que fueron asesinados presuntamente por el Cártel de los Zetas en agosto de 2010.
La violencia de las maras, las pandillas y los grupos de narcotraficantes es uno de los principales motivos que llevan a los hondureños, salvadoreños y, en menor medida, guatemaltecos a abandonar sus zonas de origen.
"Eso hace que las causas de salida de las personas hayan cambiado y ya no vengan por un tema de búsqueda del sueño americano, de recursos económicos o de reunificación familiar sino que están huyendo para salvar sus vidas. Vienen a México a pedir protección internacional: son refugiados que ya no están tanto viendo su opción de vida en los EEUU, pues salen literalmente de un día para otro buscando protección", precisó Márquez.
'La 72' brinda apoyo material, legal y sicológico a una media de 100 migrantes por mes, que suelen estar allí por períodos de entre dos y siete meses. Además, los ayudan a regularizar su situación o a iniciar los trámites de pedido de refugio. A los pocos que acceden, los apoyan en su inserción a la sociedad mexicana.
"En el caso específico de los solicitantes de refugio, en 2016 México tuvo cerca de 9.000 solicitantes frente a unos 3.500 en 2015. Una de nuestras demandas es que no hay por parte del Estado mexicano ningún programa de integración y de reinserción a nivel laboral, educativo, formativo o de salud. Las autoridades mexicanas lo único que están asumiendo es reconocer el estatuto de refugiado y dar una tarjeta de residente permanente y a partir de ahí, que cada persona se busque la vida", dijo el director de 'La 72'.
Por eso, los activistas no dudan en afirmar que existe una política de "doble moral", ante las repetidas protestas por las barreras migratorias que Washington busca endurecer y que afectan a ciudadanos mexicanos.
"Hay que decirlo bien claro: lo que le está reclamando el Gobierno de los EEUU [a México] es lo mismo que están haciendo con la población centroamericana y extracontinental. Están llegando africanos, caribeños, haitianos, cubanos y algunas personas del Cono Sur de América", opinó Márquez.