México: Presidente anuncia reforma energética
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MEXICO (AP) -- El presidente de México, Enrique Peña Nieto, en
la jugada más arriesgada de los ocho meses iniciales de su sexenio,
anunció el lunes un proyecto de reforma energética que pondría fin a la
prohibición de las inversiones privadas en la industria petrolera, una
piedra angular del orgullo nacional mexicano cuya producción ha caído
bruscamente en los últimos años.
Peña Nieto
dijo que se reformarían dos artículos de la constitución para permitir
una mayor colaboración de firmas privadas y así incrementar la
producción de petróleo, que ha ido decayendo en la última década.
Específicamente, la reforma propone iniciar contratos de utilidad
compartida con compañías privadas que colaborarán en exploración,
extracción y refinación de petróleo.
El
mandatario señaló que la industria ha disminuido "sustancialmente" y que
necesitaría de nuevas tecnologías para incrementar la producción de
barriles diarios.
"Nuestro sector energético,
dada la rigidez del régimen constitucional, perdió dinamismo y más grave
aún, competitividad", dijo Peña Nieto. "Sabemos que México tiene la
oportunidad de un nuevo crecimiento energético".
Pemex
no tiene el equipo necesario para explorar en busca de nuevas reservas
en las profundidades del mar. La producción petrolífera decayó un 25% en
la última década y en pocos años, el país podría pasar de ser una
importante productora de petróleo a ser un importador de energéticos en
pocos años.
La reforma del ejecutivo ha sido
arduamente criticada porque propone cambios a uno de los pilares de la
constitución, el artículo 27, que muchos mexicanos consideran protege
las riquezas de la nación.
Peña Nieto negó que
busque privatizar la industria del petróleo. La reforma, aún no
compartida en su totalidad, probablemente permita que firmas privadas
reciban parte de las ganancias que generen las actividades petroleras en
el país por medio de contratos, pero "no impulsa o considera contratos
de producción compartida", dijo Peña Nieto. En la actualidad, la ley
contempla contratos por trabajos específicos, con el pago de
bonificaciones.
El principal partido de
izquierda de México dice que no apoyará la reforma constitucional, pero
tanto el oficialista Partido Revolucionario Institucional como el
conservador Partido Acción Nacional dicen que tiene los votos
suficientes para asegurar su aprobación, que requiere una mayoría
calificada de dos tercios de los senadores y diputados para aprobar este
tipo de reformas. Para modificar la constitución, la iniciativa debe
ser aprobada también por los congresos locales de al menos 17 de los 32
estados del país.
Jesús Zambrano, presidente
del opositor Partido de la Revolución Democrática, dijo que sus
legisladores resistirán los cambios constitucionales que pongan en
riesgo el control que el gobierno tiene sobre el petróleo.
"No
aceptamos, no estamos de acuerdo en que se modifique ningún artículo de
la constitución, mucho menos en estos que hablan de la propiedad de la
nación sobre el territorio", expresó Zambrano el lunes en entrevista con
MVS radio.
La reforma ha puesto en peligro un
pacto que ha mantenido en armonía a los tres principales partidos en
los últimos meses. El petróleo se asocia con uno de los momentos
históricos de México: cuando el presidente Lázaro Cárdenas lo expropió
de empresas extranjeras en 1938 para declararlo patrimonio de la nación.
Peña
Nieto evocó el momento histórico de Lázaro Cárdenas numerosas veces al
anunciar la reforma, al decir que Cárdenas nunca pretendió abandonar una
colaboración con la iniciativa privada.
"El espíritu de esta reforma recupera lo mejor de nuestro pasado para conquistar nuestro futuro", dijo Peña Nieto.
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