miércoles, 30 de octubre de 2013

Glenn Greenwald se retira con la promesa de nuevas denuncias

Glenn Greenwald se retira con la promesa de nuevas denuncias

Glenn Greenwald se retira con la promesa de nuevas denuncias

El columnista del diario The Guardian, Glenn Greenwald, quien fue el primero en publicar revelaciones del agente desertor de la NSA, Edward Snowden, sobre la vigilancia global por parte de EEUU, abandona el rotativo londinense.

Mañana 31 de octubre publicará por última vez su columna. Esto, sin embargo, no significa que de ahora en adelante el supersecreto servicio de inteligencia estadounidense pueda respirar con alivio. Al contrario. Debería tener mucho cuidado, porque Greenwald se va con la promesa de seguir denunciando su cuestionable gestión.
El periodista, que vive en Río de Janeiro, Brasil, informó que ha recibido una oferta que solo sale una vez en la vida y no puede ser desperdiciada por un profesional. The Guardian, a su vez, lamentó la pérdida de una verdadera “pluma de oro”.
Greenwald no ha dado ningún detalle acerca de su nuevo trabajo. Según algunas fuentes, se trata de un nuevo medio que publicará importantes denuncias y material político. Greenwald deberá formar el equipo periodístico y ser uno de sus directores. Además, dice que necesita terminar su libro sobre los secretos de la inteligencia y organismos especiales de EEUU.
No descubre el contenido del mismo, pero es fácil de adivinar. En todo caso, la NSA puede verse nuevamente en problemas. Greenwald adelantó que pretende hacer público algo que nadie sabe.
–Solo puedo decir que la NSA dispone de sofisticados programas de vigilancia que la opinión pública aún desconoce. La agencia anda mejorando todo el tiempo sus capacidades técnicas. Pretendemos verter luz sobre este asunto sin perjudicar obviamente la seguridad nacional.
Greenwald, de cuarenta y seis años, es natural de Nueva York. Es abogado experto en derecho constitucional de EEUU, blogero y autor de cuatro libros sobre la presidencia de George W. Bush y el trasfondo de la administración de EEUU. Todos fueron éxitos indiscutibles de literatura política, pero hasta este verano solo un reducido círculo de profesionales conocía el nombre de su autor.
La fama mundial le llegó a Greenwald en junio pasado, cuando empezó a publicar revelaciones de Snowden en The Guardian. Desde entonces, es considerado uno de los mejores maestros de investigación periodística a nivel mundial. Él mismo cree que esta forma de periodismo puede acabar en un “libro rojo” de géneros en extinción y debe luchar por su supervivencia. En EEUU hay toda una ofensiva contra fuentes como Snowden y los periodistas que trabajan con ellas, contra el género en su conjunto, sostiene Greenwald.
La fiscalía de EEUU trata de convencer a la opinión pública de que un periodista que lleva mucho tiempo trabajando con una fuente de información se convierte él mismo en un delincuente, un cómplice de conspiradores. Grreenwald dice que este planteamiento puede acabar definitivamente con la libertad de prensa:
–Las autoridades estadounidenses ya están próximas a tratar el periodismo de investigación como una actividad criminal. Pero yo, como ciudadano de EEUU, recuerdo muy bien la primera enmienda a la Constitución que garantiza la libertad de expresión y la libertad de prensa. Y obraré de acuerdo a la letra y el espíritu de esta enmienda cumpliendo mi deber de periodista.
Greenwald desmiente los intentos de presentar a Snowden como un traidor y prácticamente un cómplice de terroristas por haber denunciado la gestión ilícita de la NSA:
–Él (Snowden) podría haber vendido todos estos secretos a la inteligencia de algún otro país y vivir cómodamente y en prosperidad hasta el fin de sus días. Si hubiera tenido la intención de perjudicar a EEUU, habría entregado estos documentos a los enemigos de su país. Pero no lo hizo. Se dio cuenta de que la NSA es una organización secreta malévola que socava con su gestión los principios fundamentales de las libertades políticas y civiles no solo en EEUU sino en el mundo entero y consideró su deber hacerlo de dominio público.
Con la salida de Greenwald, los problemas que ha tenido The Guardian con el Gobierno británico no han terminado. El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, amenazó con una demanda judicial al diario, si continúa la publicación de revelaciones sobre la gestión de servicios secretos estadounidenses y británicos. Dijo en el parlamento que la postura del rotativo es “socialmente irresponsable”. En agosto pasado, los servicios de seguridad de Reino Unido forzaron a The Guardian a destruir los discos duros con revelaciones de Snowden. A su vez, Greenwald asegura que los datos se habían enviado a numerosas direcciones y serán inmediatamente publicados en Internet, si algo pasa a él o a Snowden. Agrega que a la NSA le convendría mucho más preocuparse del bienestar de ambos.
nv/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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