jueves, 28 de noviembre de 2013

La NASA lanza una misión a Venus

La NASA lanza una misión a Venus

La NASA lanza una misión a Venus

El 26 de noviembre, una semana después de haber lanzado Maven, una misión para investigar por qué Marte perdió su atmósfera, la NASA envió un cohete sonda VeSpR para hacer lo mismo con Venus. El vuelo del aparato duró apenas diez minutos, de los cuales su instrumental observó el planeta tan solo durante cuatro minutos y diez segundos. 

No obstante, los científicos esperan determinar con la ayuda del VeSpR si sobre la superficie de Venus algún día hubo agua.
Actualmente, Venus es el planeta menos "afortunado" de los tres grandes terrestres, o rocosos, que hay en el Sistema Solar (Tierra, Marte y Venus): la atención de los investigadores se centra en Marte, mientras que a la "diosa del amor" se ha dedicado tan sólo un proyecto espacial, Venus Express, la primera misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) a este planeta. Sin embargo, la ciencia fundamental no se ha olvidado del tercero de los “hermanos”, y la misión del VeSpR (Venus Spectral Rocket) así lo demuestra.
El experimento, organizado por la Universidad de Boston (EEUU), consiste en realizar una sola medición de la llamada línea lyman-alpha que resulta de la emisión del átomo de hidrógeno y se encuentra en el sector ultravioleta del espectro. Estudiar la luz ultravioleta que está siendo emitida desde la atmósfera de Venus puede aportar mucha información sobre la historia del agua en ese planeta.
La clave para poder resolver cuánta agua tuvo Venus en tiempos remotos reside en conocer cuánto hidrógeno y deuterio (una versión más pesada del hidrógeno) permanece en la atmósfera. Ambos pueden combinarse con el oxígeno para hacer agua. Ahora, según las estimaciones, si se condensara todo el vapor que se encuentra en la atmósfera de Venus, cubriría el globo entero con tres centímetros de líquido. Es una cantidad casi imperceptible comparado con los tres mil metros en la Tierra. Pero no siempre fue así. Los científicos suponen que Marte, Venus y la Tierra tuvieron entornos muy similares en los primeros tiempos del sistema y creen que en los tres planetas “hermanos” hubo agua, pero más tarde desapareció de los primeros dos. Este proceso no ha terminado.
En el caso de Venus la luz ultravioleta de mucha intensidad procedente del Sol sigue separando las moléculas de agua que pudiera haber en la atmósfera. Al tratarse de componentes más ligeros, las moléculas normales de hidrógeno escapan al espacio más rápidamente de lo que lo hacen las más pesadas de deuterio. Comparando la cantidad de deuterio que hay ahora en la atmósfera con la cantidad de hidrógeno, los investigadores pueden estimar cuánta agua desapareció de Venus y cómo de rápido sucedió esta circunstancia.
Este tipo de experimentos ya se llevaron a cabo durante varias misiones a Venus: desde la sonda automática Pionero-Venus (EEUU) hasta el ya mencionado proyecto Venus Express (ESA). Las primeras estimaciones, hechas a partir de los datos recogidos, indican que la proporción de deuterio e hidrógeno en Venus es hasta trescientas veces mayor que en la Tierra lo que, a su vez, parece indicar que ha perdido una gran masa de agua. Pero resulta que esta proporción puede variar en las diferentes alturas de su atmósfera, lo que haría cambiar los cálculos. Para ayudar a resolver estas dudas, el VeSpR hará mediciones específicas en la parte alta de la atmósfera.
El VeSpR es un sistema de dos plataformas, en el que se combinan un misil y un cohete de sondeo con un telescopio dentro. El cohete transportó el telescopio a más de ciento diez kilómetros sobre la superficie de la Tierra, donde la atmósfera es suficientemente tenue como para permitir las lecturas de los rayos ultravioleta, cosa que es imposible hacer con la ayuda de telescopios con base terrestre porque nuestra atmósfera absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta antes de que alcance el suelo.
A pesar de que la medición dura solo cuatro minutos, los investigadores del proyecto están orgullosos de que sus resultados sean equiparables a los datos obtenidos durante la observación de cuatro horas con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Además, el telescopio VeSpR podrá ser utilizado para los experimentos futuros.
Es curioso que, casi al mismo tiempo, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) haya anunciado la puesta en marcha del observatorio espacial SPRINT-A (apodado Hisaki), un telescopio orbital compacto que observará Marte, Venus y Júpiter y estudiará su respuesta a las ráfagas de viento solar. SPRINT-A (Spectroscopic Planet Observatory for Recognition of Interaction of Atmosphere) fue lanzado en septiembre de este año y también lleva a bordo un espectrómetro, que funciona con radiación ultravioleta extrema, con el que los científicos de la misión intentarán averiguar más cosas acerca del proceso de pérdida de atmósfera que está sucediendo en Marte y Venus. SPRINT-A está situado en una órbita de entre 950 y 1150 kilómetros de altura y, según lo previsto, su misión durará un año.
ap/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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