lunes, 24 de marzo de 2014

El artículo de Peña Nieto sobre Colosio, que publicó en ‘SDP’

El artículo de Peña Nieto sobre Colosio, que publicó en ‘SDP’
La Presidencia de la República difundió el domingo el texto que EPN escribió para el portal de noticias de Federico Arreola. El contenido del mismo, fue cuestionado el viernes por Carmen Aristegui, y motivó una respuesta del director de 'SDP Noticias'.
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El presidente Enrique Peña Nieto escribió un artículo sobre Luis Donaldo Colosio, a 20 años de su asesinato, el cual fue publicado el pasado miércoles en SDP Noticias, el portal de internet del periodista Federico Arreola.
Al respecto, el pasado viernes,  Carmen Aristegui escribió en  Reforma que el texto de Peña Nieto -“tirándole a insulso“- “no deja ver ninguna interrogante o afirmación de fondo sobre el caso Colosio”.
“A pesar de la fuerza de la efeméride, de las voces que lo piden, no parece haber en el ánimo del actual gobierno intención alguna de revisar la increíble historia del asesino solitario”, escribió Aristegui.
Ante ello, Arreola respondió con un artículo publicado también el viernes 21, en el que rechaza los cuestionamientos de Aristegui y sostiene que “es un asunto de gustos. Sin duda, habría sido un escándalo si Peña Nieto hubiera sazonado su escrito con chistes y majaderías, pero el presidente de México no está para eso: los escritores, sí, seguramente. Pero no el dirigente de un país”.
EPN ”no quiso hacer literatura atrevida para agradar a los periodistas críticos. Solo habló, en el tono que corresponde al titular del poder ejecutivo, acerca del significado que para él, para su gobierno y para el partido de ambos, el PRI, tiene Luis Donaldo Colosio a 20 años de su muerte“, dice Arreola.
A continuación, el artículo de EPN en SDP Noticias, después la columna de Aristegui en Reforma y al final la columna de Arreola en su portal web:

“Colosio, a veinte años de su partida”
Por Enrique Peña Nieto
SDP Noticias, 19 de marzo, 2014
El 23 de marzo de 1994 es uno de los días más trágicos de la historia contemporánea de México.
Recuerdo claramente que, aquella tarde, me encontraba trabajando en Toluca, en el Palacio de Gobierno del Estado de México. En aquel entonces, era Secretario Particular del Titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de la entidad.
En cuanto me informaron que “habían herido al candidato presidencial del PRI”, de inmediato suspendí lo que estaba haciendo y encendí la televisión para ver los noticieros.
Fueron horas de incredulidad e incertidumbre. Más tarde, al confirmarse que Luis Donaldo Colosio había fallecido, me invadió una enorme tristeza, por sus seres queridos, por mi partido y por México.
El país estaba conmocionado ante la noticia. Todos pensábamos que ya se habían superado esos episodios de violencia en nuestra historia. El último magnicidio en México, había ocurrido 66 años antes, con el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón.
Sin duda, aquel 23 de marzo, México perdió a un gran líder. Colosio era un hombre de servicio, un hombre de familia, que provenía de la cultura del esfuerzo. Era un político visionario, que representaba un cambio con responsabilidad.
Afortunadamente, Colosio nos legó sus ideas e ideales; su deseo de transformar a México.
Colosio creía en un México con paz y tranquilidad. Veía además un país con hambre y sed de justicia, un México que debía ser más incluyente.
Luis Donaldo también advertía que la educación era la batalla más grande para ganar el futuro y que el crecimiento económico, debía darse a partir de la estabilidad.
Él quería transformar a México y hacerlo a partir de las instituciones.
Y esa guía que Colosio nos dejó hace 20 años, sigue siendo vigente.
Desde el Gobierno de la República, estamos impulsando transformaciones por la vía democrática; estamos trabajando por un México en paz, incluyente, con educación de calidad y más próspero.
Ese México de justicia, equidad, prosperidad y paz que él veía, sí es posible alcanzarlo y debemos seguir trabajando por él. Colosio se atrevió a soñarlo. A los mexicanos de hoy, nos corresponde hacer nuestro mayor esfuerzo para hacerlo realidad.
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“Colosio”
Por Carmen Aristegui
Reforma, 21 de marzo, 2014
Este domingo 23 de marzo se cumplen 20 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Efeméride que obliga a pensar en el significado profundo de esa muerte y a avivar la exigencia de que se realice una real investigación que permita conocer, algún día, la verdadera historia de lo que sucedió.Quien fuera candidato del PRI a la Presidencia quedó envuelto en la muchedumbre de Lomas Taurinas, abatido por las balas en un suceso que pasó, de mitin político a trampa mortal.Hubo varias hipótesis: “la acción concertada” durante el mitin, un “segundo tirador” para perpetrar el crimen; la trayectoria increíble de una bala “alojada” en el forro de la chamarra. Mucho de eso se fue desechando, hasta asentarse la “verdad oficial” que validó la tesis del asesino solitario.Mario Aburto fue procesado y sentenciado como el único culpable de haber jalado el gatillo que terminó con la vida del candidato presidencial.La familia de Aburto y el propio Aburto -según versiones transcritas de sus conversaciones- no reconocen que Aburto haya sido autor intelectual ni material del asesinato.Manuel Camacho dice, con razón, que es irrelevante saber quién fue el que jaló el gatillo, lo que importa saber es qué hubo detrás. Debe incluirse en la ley formalmente, “el derecho a la verdad”, figura que existe en otros países y que permite exigir, por la vía jurídica, que se esclarezca un suceso trascendente, habida cuenta de que el resultado judicial no convenció a casi nadie.Manlio Fabio Beltrones dijo, esta semana, que las investigaciones, “por más sólidas que éstas fueran… no convencieron a la totalidad de los mexicanos”. Y agregó un enigmático mensaje: “… de lo que sí estoy convencido es que debemos procurar haciendo política, dialogando, negociando y evitando lo que son posiciones radicales que volvamos a vivir un momento tan trágico como ése”. ¿A qué radicalidad se refería Beltrones? ¿A la de Luis Donaldo Colosio, que terminó en tragedia?
Con más contundencia, otras voces han dicho que la muerte de Colosio fue fraguada desde las alturas del poder mismo. Se recuerda el contexto político de la época y las condiciones adversas por las que atravesó su candidatura.
En el primer libro de la recién nacida Ediciones Proceso, Alfonso Durazo compila 20 testimonios sobre Colosio. En El futuro que no fue, se leen textos directos como el de Julio Hernández López -columnista de La Jornada y entonces cercano colaborador de Colosio. “A la distancia, sigo creyendo que el asesinato de Colosio fue una maniobra que pudo ser concebida, ejecutada y mantenida en la impunidad por el propio poder supremo que en ese momento constituía el salinismo, en sus dos vertientes más notables, la del propio Carlos como cara política reformista y la de Raúl como operador político financiero comprometido con intereses oscuros tanto en negocios con recursos públicos como de otra índole”.
Por su parte, Salinas tampoco cree en la tesis del asesino solitario. Ya alguna vez aludió a la “Nomenklatura” para entender qué hubo detrás de la muerte de Colosio.
Los muy cercanos a Colosio, como Durazo, hablan de la “tremenda lucha por el poder que se libraba en las alturas”, aquellos años, incluso, con otros asesinatos como el de Ruiz Massieu y Posadas Ocampo. “¿Quiénes estuvieron realmente detrás de esos gatillos? Tal vez nunca lo sabremos. Es casi imposible separar las certezas y las especulaciones, pero nadie podrá quitarnos la certeza subjetiva de que fue un crimen fraguado desde el poder, o en sus alrededores”.
Ésas, otras voces y la propia exigencia histórica obligan a acompañar la idea de que debe haber una nueva investigación, cuyo propósito real sea que aflore la verdad.
¿Tiene el actual gobierno algún interés en que esto suceda? Al parecer ninguno.
Enrique Peña Nieto escribió para SDP un artículo publicado esta semana. Tirándole a insulso, el texto no deja ver ninguna interrogante o afirmación de fondo sobre el caso Colosio. A pesar de la fuerza de la efeméride, de las voces que lo piden, no parece haber en el ánimo del actual gobierno intención alguna de revisar la increíble historia del asesino solitario.
Queda ahí lo que marcó la historia: el discurso impecable del 6 de marzo, con los pasos a seguir para desmontar el régimen autoritario; el acuerdo final entre Camacho y Colosio -según narra el primero- de ir juntos en esa tarea, una vez firmada la paz en Chiapas; la euforia de Colosio cuando Camacho se pronunció -finalmente- por su candidatura, apenas un día antes de que una fuerza oscura acabara con su vida.
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“Aristegui criticó injustamente el artículo de EPN en Reforma, no lo entiendo… (y el tema de Manlio)”
Por Federico Arreola
SDP Noticias, 21 de marzo, 2014
Ayer jueves, en el diario Reforma, la nota principalísima tenía que ver con una acusación a Manlio Fabio Beltrones, surgida de una curiosa investigación –curiosa porque no demostraba nada– realizada por otro periódico. Según eso, el coordinador de los diputados del PRI dirige toda una red de políticos encumbrados que solicitan moches a los alcaldes para gestionarles recursos federales.
Ayer mismo, Beltrones envió una carta a Reforma para explicar a sus editores que la mencionada información es falsa: “El utilizar abusivamente mi nombre no es algo nuevo que se me haya hecho, cuando tengo evidencia cierta, no simples intrigas, denuncio y solicito a las autoridades meter a la cárcel a cualquier pillo que cometa ese delito lo cual ya ha sucedido (…) espero que esta nota tomada de una ‘supuesta investigación’, sea eso y no una escalada de intentos de desprestigio a su servidor”.
Hoy viernes, Reforma minimiza el asunto: da a conocer la versión del diputado, publica otras dos o tres notitas y deja la impresión de que a sus directivos no les interesa insistir en las conclusiones de una investigación que podrá probar muchas cosas, excepto la más escandalosa: la participación de Beltrones en la trama de los moches.
Por comentarios que me hicieron personas cercanas a la dirección de Reforma, he llegado a la conclusión de que en ese diario estaban molestos por algo que días antes hizo Beltrones y, por lo tanto, usaron la “investigación” de un periódico menor, AM de León, para acalambrar al diputado sonorense.
¿Qué fue lo que hizo Beltrones que ofendió a los editores de Reforma? Publicar en SDPnoticias un artículo sobre su amigo Luis Donaldo Colosio.
La molestia no la generó la publicación del texto en nuestro sitio de internet, sino otro hecho: antes de que yo le solicitara a Manlio Fabio el artículo, algún directivo de Reforma le pidió lo mismo.
Era importante el testimonio de Beltrones sobre Colosio porque el ahora diputado federal no solo estuvo muy cerca del candidato presidencial asesinado hace casi 20 años, sino porque tuvo una participación polémica en aquellos hechos.
Supongo que Beltrones no recordó lo que le habían pedido en Reforma cuando se comprometió, en un restaurante de Polanco, a entregarme en menos de 48 horas su artículo sobre Colosio.
Si Beltrones hubiera recordado la solicitud de Reforma, seguramente me habría dicho que no podía darme nada.
No me engaño, Reforma es uno de los grandes diarios nacionales y SDPnoticias un modesto portal web (en internet tenemos más lectores que Reforma, pero ello se debe a que los propietarios de ese periódico insisten en cobrar por el acceso a sus noticias, lo que en mi opinión es absurdo).
Lo que hizo Reforma al acusar tan a la ligera a Beltrones, aunque no violó ninguna ley, es muy parecido a lo que hacen los ilegales narcotraficantes cuando envían la cabeza de cualquier muerto al domicilio del pequeño comerciante que no paga las cuotas de protección exigidas por los delincuentes: recordarles que con ellos no se juega.
“Para que aprendan a respetar”, dicen las cartulinas que acompañan a las cabezas que los narcos mandan a las casas o a los negocios de los comerciantes que no pagan a tiempo la protección. Eso mismo le dijeron los editores de Reforma a Manlio por haberse atrevido a enviar su artículo, ¡el artículo que no había redactado en 20 años!, a un sitio de internet que por más lectores que tenga a la mafia mediática no le parece relevante.
Motivado por la promesa de Beltrones de entregarme un artículo sobre Luis Donaldo, pensé que era buena idea solicitar un escrito similar al presidente Enrique Peña Nieto.
Buqué al portavoz de la Presidencia. Acudí a la oficina de Eduardo Sánchez, me atendió, le dije lo que quería y justifiqué mi solicitud con estadísticas de comScore (un certificador de sitios de internet que ubica a SDPnoticias en segundo lugar entre todas las web noticiosas mexicanas, solo debajo de El Universal y arriba de grandes diarios como Milenio).
Después de escucharme el señor Sánchez me dijo que iba a plantear a sus jefes mi solicitud. A los dos días me llamó para decirme que sí iban a darme el texto.
El único otro funcionario con el que hablé del artículo de Peña Nieto fue David López, al que conozco desde hace muchos años. Pero David no me llamó como representante del gobierno, sino como alguien al que le entró la nostalgia: recordó, por teléfono, que en 1994 él estaba dejando el gobierno de Sinaloa para trabajar en la administración pública del Estado de México, en la que participaba el joven Enrique Peña Nieto.
Pues bien, el artículo de Peña Nieto tiene varias virtudes: (1) narra lo que el actual presidente de México estaba haciendo cuando mataron a Luis Donaldo, que es lo que pedí a todas las personas que han participado en la sección sobre Colosio en la que se publicó el escrito; (2) no cae en la especulación acerca de si hubo complot o no, ya que sería absolutamente irresponsable que el titular del poder ejecutivo lo hiciera; (3) se centró en el significado político de Donaldo, en la “guía que Colosio nos dejó hace 20 años, y que sigue siendo vigente”, y (4) estableció un parteaguas en la relación entre los medios y el gobierno al enviar su escrito a un sitio de internet y no a ninguno de los grandes diarios nacionales o globales –como El PaísExcélsiorLa JornadaReformaMilenioEl UniversalEl Economista o aun El Financiero– que habrían incluso peleado por ese artículo.
Pues bien, a una gran periodista mexicana, formada en los medios tradicionales (prensa, radio y TV), pero que ha crecido en los últimos años gracias al apoyo de la gente que se informa y debate en internet, una profesional de la comunicación que por lo demás hace un muy buen trabajo en la web, criticó, este jueves en su columna de Reforma, el artículo de Peña Nieto por una de sus principales virtudes.
Cito lo que dijo Carmen Aristegui sobre el texto de Peña Nieto: “Enrique Peña Nieto escribió para SDP un artículo publicado esta semana. Tirándole a insulso, el texto no deja ver ninguna interrogante o afirmación de fondo sobre el caso Colosio. A pesar de la fuerza de la efeméride, de las voces que lo piden, no parece haber en el ánimo del actual gobierno intención alguna de revisar la increíble historia del asesino solitario”.
Le aclaro a Carmen lo siguiente:
1.- No pedí en Los Pinos un reporte sobre el caso Colosio; si lo hubiera hecho, me habrían enviado a la PGR.
2.- ¿”Insulso” el artículo de Peña Nieto, es decir, “insípido”, “falto de gracia y viveza”, como define la Real Academia Española esa palabra? No lo creo. Es un asunto de gustos. Sin duda, habría sido un escándalo si Peña Nieto hubiera sazonado su escrito con chistes y majaderías, pero el presidente de México no está para eso: los escritores, sí, seguramente. Pero no el dirigente de un país.
En internet encontré expresiones sobre el gusto. Truman Capote dijo que “el buen gusto es la muerte del arte”. Peña Nieto no quiso hacer literatura atrevida para agradar a los periodistas críticos. Solo habló, en el tono que corresponde al titular del poder ejecutivo, acerca del significado que para él, para su gobierno y para el partido de ambos, el PRI, tiene Luis Donaldo Colosio a 20 años de su muerte.
Y, bueno, “el mal gusto es creativo”, como pensaba Salvador Dalí: “Es el dominio de la biología sobre la inteligencia”. Los periodistas más importantes son creativos no hay duda. Muchas veces no piensan lo que dicen, primero avientan la conjetura más osada que se les ocurre y ya después, si se les pega la gana, se toman la molestia de confirmarla.
Enrique Peña Nieto no puede, no en su actual posición, no como presidente de México, andarse con creatividades que quizá deleitarían al público, pero que provocarían problemas de Estado. No es tan difícil de entender, creo que Carmen lo entiende, pero…
A la admirada señora Aristegui le informo que nuestro sitio no se llama SDP, sino SDPnoticias, algo que por lo demás es irrelevante. Lo que sí es importante es decir que Carmen por lo menos exagera al ver en el artículo de Peña Nieto una prueba de que el gobierno no quiere revisar “la increíble historia del asesino solitario”.
Por favor, el escrito de Peña Nieto solo buscaba homenajear al Colosio vigente, esto es, al político que sigue inspirando a otros políticos, tanto en su partido, el PRI, como en la izquierda mexicana y seguramente también en el PAN.
Yo estuve cerca de Colosio. Sí, estuve ahí, en Lomas Taurinas, el lugar del atentado. He exigido durante años ir a fondo en las investigaciones. En el sexenio de Carlos Salinas se investigó mal. En el de Ernesto Zedillo se investigó mejor, pero se llegó a la conclusión del “asesino solitario” con la que no estoy de acuerdo. Y el caso Colosio interesó muy poco, o nada, a Felipe Calderón y a Vicente Fox.
Espero que ahora, en los 20 años del magnicidio, uno de los grandes amigos de Luis Donaldo, el titular de la PGR Jesús Murillo Karam, revise el expediente. Supongo que lo ha hecho no solo por responsabilidad profesional, sino por interés personal.
Veinte años después se ve muy complicado hacer más de lo que se ha hecho. Pero ese es un tema de la PGR, que por cierto tiene muchos otros temas que atender; la guerra perdida contra el narco de Calderón dejó todo bastante complicado.
Lo que Peña Nieto escribió era otra cosa, me sorprende que una mujer tan inteligente como la señora Aristegui no lo entienda. Y más me sorprende que no reconozca lo muy importante que resulta para México que su presidente haya elegido, en vez de a los grandes diarios tradicionales, a un sitio de internet independiente –SDPnoticias no tiene relaciones con ninguna empresa mediática– para publicar un artículo.
Tan activa Carmen en internet, pero todavía tan anclada al pasado mediático.

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