viernes, 25 de marzo de 2016

La CIA contra Sukarno: Indonesia 1957-1958. Guerra y pornografía (cap. 14 de Asesinando la esperanza, de William Blum).

La CIA contra Sukarno: Indonesia 1957-1958. Guerra y pornografía (cap. 14 de Asesinando la esperanza, de William Blum).



El presidente Sukarno de Indonesia con Ernesto Che Guevara,
en mayo de 1960, en La Habana, Cuba.


Ofrecemos un nuevo capítulo del imprescindible libro de William Blum, Killing Hope (Asesinando la Esperanza), a partir de la edición y traducción al castellano que hizo la editorial Oriente de Cuba, solo disponible en edición impresa. Se trata del capítulo 14 que narra cómo la CIA intentó desestabilizar al gobierno indonesio de Sukarno durante la etapa en la que el PKI se convirtió en el mayor partido comunista del mundo después del soviético y del chino. Sukarno acabaría siendo derribado por el golpe de estado del general Suharto, promovido por la CIA.
Las imágenes, pies de foto, cuadros de texto y negrita son añadidos nuestros.
Os recordamos que al final encontraréis el índice del libro y los enlaces a los capítulos ya publicados en este blog.

Cuatro notas históricas para lectores no conocedores del pasado indonesio.
Indonesia  es un estado formado por casi 18.000 islas, con cerca de 260 millones de personas en 2015. Fue  colonia holandesa. Desde principios del siglo XX los holandeses tuvieron que afrontar una guerra permanente con las guerrillas nacionalistas. Ocupado el país por los japoneses en la II GM, tras la rendición de Japón en agosto de 1945, el líder nacionalista Sukarno proclamó unilateralmente la independencia, convirtiéndose en el primer presidente del país. Holanda no reconoció la independencia, iniciando una guerra que terminó en diciembre de 1949 con el reconocimiento de la República de Indonesia por parte de Holanda.
Partido Comunista de Indonesia (PKI). Fundado en 1920, pasó a la clandestinidad en 1927, convirtiéndose en una de las principales organizaciones de la resistencia nacionalista contra el dominio colonial holandés. En los años 60, el PKI era el principal partido comunista del mundo, después del PCUS (URSS) y del PCCh (China). En 1965 tenía 3 millones de militantes y su popularidad iba en aumento. Durante casi toda su trayectoria histórica fue un partido pro-soviético, pero en su última fase protagonizó un giro asumiendo las tesis del maoísmo y criticando el revisionismo soviético. 
Sukarno. De orientación nacionalista, fue el primer presidente de Indonesia hasta que lo derrocó el golpe de estado del general Suharto. Partidario de la política de no alineamiento y neutralidad y de mantener relaciones con todos los países. Facilitó el diálogo con el PKI. 
Suharto. El general Suharto fue el militar que protagonizó el golpe de estado en 1965, patrocinado por la CIA para acabar con la hegemonía creciente de PKI y la política de neutralidad internacional de presidente Sukarno. Comenzó la dictadura indonesia, durante la cual entre 500.000 y un millón de comunistas fueron asesinados, y otro millón de detenidos, un genocidio del que cual apenas se habló en Occidente.

Referencia documental:

Blum, William: "Indonesia 1957-1958. Guerra y pornografía", capitulo 14 del libro Asesinando la Esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial pp. 119-125. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005. Original en inglés:  Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Common Courage Press, 2004.
Fuente de digitalización y correcciones (cítese y manténgase el hipervínculo en caso de reproducción): blog del viejo topo.

Recomendación: ver también el cap. 31 del libro de Blum: "Indonesia 1965: eliminando a Sukarno... y a otros 500.000", sobre el golpe de estado que derribó a Sukarno e instauró una dictadura genocida, en la que entre medio millón y un millón de comunistas del PKI resultaron asesinados.
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Indonesia 1957-1958. Guerra y pornografía.
William Blum

"Creo que esta vez le quemamos los pies a Sukarno", dijo Frank Wisner, director delegado de Planes (operaciones encubiertas) de la CIA un día de otoño de 1956 (1).

Winner hablaba del hombre que había dirigido a Indonesia desde su lucha por la independencia de los holandeses durante la Segunda Guerra Mundial. Pocos meses antes, en mayo, Sukarno habia pronunciado un apasionado discurso ante el Congreso de EE.UU. en el que solicitaba un mayor entendimiento de los problemas y necesidades de naciones en desarrollo como la suya (2).

La campaña norteamericana que siguió para desestabilizar al flamante líder de la quinta nación más poblada del mundo iba a recorrer un amplio espectro: de las maniobras militares a gran escala a las intrigas sexuales.

El año anterior Sukarno había organizado la Conferencia de Bandung en respuesta a la Organización del Tratado del Atlántico Sur Oriental (OTASO), la alianza militar creada por EE.UU. con los estados del área para “contener al comunismo”. En la ciudad indonesia de Bandung la doctrina de la neutralidad había sido proclamada como el credo del mundo subdesarrollado. Para el personal de la estación CIA en Indonesia, la conferencia era una herejía, tanto que sus pensamientos se volvieron hacia el asesinato como un medio de sabotearla.

En 1975 un comité del Senado que investigaba a la CIA, escuchó testimonios de que oficiales de la Agencia estacionados en un país del este asiático habían sugerido que un líder de la región fuera asesinado para “crear caos en una conferencia comunista [sic] inminente en 1955” (3).  Según todas las señas, el líder mencionado era Sukarno o Chou-En-lai. Pero, dijo el comité, mentes más frías prevalecieron en los cuarteles de la CIA en Washington y la sugerencia fue firmemente rechazada.

Sin embargo, un avión que transportaba ocho miembros de la delegación china, un vietnamita y dos periodistas europeos hacia la Conferencia de Bandung, se estrelló en misteriosas circunstancias. El Gobierno chino alegó que se trataba de un sabotaje realizado por EE.UU. y Taiwán, un intento errado de asesinar a Chou-En-lai. El avión alquilado a Air India había despegado de Hong Kong el 11 de abril de 1955 y se había hundido en el mar al sur de China. Chou-En-lai debía partir en otro avión alquilado a Air India uno o dos días después. El Gobierno chino dijo que citaba reportes de prensa del Times of India, y declaró que el desplome del avión fue ocasionado por dos bombas colocadas a bordo al parecer en Hong Kong. Más tarde se recuperó un mecanismo de relojeria de la siniestrada aeronave y la policía de Hong Kong lo calificó de “asesinato masivo cuidadosamente planeado”. Meses después, la policía británica en Hong Kong anunció que se buscaba a un nacionalista chino por conspirar para causar el sabotaje, pero que el mismo había huido a Taiwán. (4)

En 1967 un curioso librito apareció en India, titulado I Was a CIA Agent in Indiadel norteamericano John Discoe Smith. Publicado por el Partido Comunista de la India, se basaba en artículos escritos por Smith para Literaturnaya Gazeta en Moscú tras haber desertado hacia la URSS en 1960. Smith, nacido en Quincy, Massachussetts, en 1929, escribió que había sido técnico en comunicaciones y codificador en la Embajada de EE.UU. en Nueva Delhi en 1955, a la vez que cumplía tareas para la CIA. Una de ellas fue entregar un paquete a un nacionalista chino que, según Smith conoció más tarde, contenía las dos bombas utilizadas para explotar el avión de Air India. La veracidad de la historia de Smith no puede ser comprobada, aunque está confirmado que estuvo empleado en la Embajada norteamericana en Nueva Delhi de 1954 a 1955 a traves del Registro Biográfico del Departamento de Estado (5).
Aparte de esto, el comité del Senado reportaba que había "recibido algunas evidencias de la participación de la CIA en planes para asesinar al presidente Sukarno de Indonesia” y que los planes habían progresado hasta el punto de identificar a un agente que se creía había sido reclutado para esa tarea (6). (El comité señalaba que en un momento dado, aquellos de la CIA que tenían que ver con posibles asesinatos y métodos apropiados para ello eran conocidos internamente como el “Comité de Alteración de la Salud”.)

Para añadir más preocupación a los líderes norteamericanos, Sukarno había visitado la URSS y China (aunque también la Casa Blanca), había comprado armas a países de Europa del Este (aunque sólo tras haber sido rechazadas sus solicitudes de compra por EE.UU.) (7), había nacionalizado muchas propiedades privadas de los holandeses y, lo que era quizás más alarmante de todo, el Partido Comunista Indonesio (PKI) había obtenido impresionantes triunfos en las elecciones y en los sindicatos y ganado así un papel importante en la coalición gubernamental.


Sukarno con Kruschev. Las relaciones de Indonesia con países socialistas y la neutralidad internacional, fueron motivos para que la CIA intentase derribar a Sukarno. Foto: Life.

Era un escenario tercermundista familiar, y la reacción de los estrategas de Washington fue igualmente acostumbrada. Una vez más no podían, o no querían, distinguir el nacionalismo del pro comunismo, la neutralidad de la maldad. Por cualquier definición de la palabra, Sukarno no era un comunista; era un nacionalista y un "sukarnoísta" que había aplastado a las fuerzas del PKI en 1948 tras haber vencido en la lucha por la independencia (8). Desarrollaba su propio show haciendo concesiones tanto al PKI como al ejército, con lo que equilibraba a uno contra el otro. En cuanto a excluir al PKI, con sus más de un millón de miembros, del Gobierno, Sukarno había declarado: “No puedo, y no voy a montar en un caballo de tres patas" (9).

Para EE.UU., sin embargo, el acto equilibrista de Sukarno era demasiado precario para ser dejado a los caprichos del proceso político indonesio. A Washington no le importaba si el Partido Comunista se mantenía dentro del camino legal y pacifico, ni si no había una “crisis” o “caos” particular en Indonesia que favoreciera una excusa para la intervención. Habría intervención.

No sería la primera. En 1955, durante la campaña electoral nacional en Indonesia, la CIA había dado un millón de dólares al Partido Masjumi, una coalición centrista de organizaciones musulmanas, en un intento fallido por impedir el triunfo del Partido Nacionalista de Sukarno y del PKI. Según el antiguo oficial de la CIA, Joseph Burkholder Smith, el proyecto “preveía que no hubiera documentación de los fondos, esto es, no se pedía un informe detallado de cómo se habían efectuado los gastos. No pude encontrar pista alguna sobre lo que hizo Masjumi con el millón de dólares” (10).

En 1957 la CIA decidió que la situación requería de acciones más directas. No fue difícil encontrar colegas de armas indonesios pues todavía existia un grupo de oficiales del ejército y otros que, por ambiciones personales y también porque les desagradaba la posición influyente del PKI, deseaban sacar a Sukarno, al menos de sus islas particulares (Indonesia es el mayor archipiélago del mundo y está formado por unas 3.000 islas).

La operación por la que optaba la CIA era de una escala que necesitaba ayuda significativa del Pentágono, que sólo podía participar en una acción política si lo aprobaba el "Grupo Especial” del Consejo Nacional de Seguridad (el pequeño grupo de altos oficiales del NSC que actuaban a nombre del presidente para protegerlo a él y al país mediante la evaluación de propuestas de acciones encubiertas y asegurarse de que la CIA no se saliera de los límites; este grupo era conocido a veces como el Comité 5412, o el Comité 303, el Comité 40 o el Grupo Asesor de Operaciones).

La manera en que la Agencia obtuvo esta aprobación es un ejemplo digno de estudio acerca de cómo la CIA en ocasiones llega a decidir la política internacional norteamericana. Joseph Burkholder Smith, que estaba a cargo de los asuntos indonesios de la Agencia en Washington desde mediados de 1956 hasta principios de 1958, ha descrito el proceso en sus memorias: en lugar de proponer el plan para su aprobación en Washington donde “una mención prematura [...] podría derrumbarlo [...]”:
[...] comenzamos a alimentar a los departamentos de Estado y Defensa con información de inteligencia que nadie podía negar que era una útil contribución a la comprensión de Indonesia. Cuando habían leído suficientes informes alarmantes, planeamos lanzar la sugerencia de que apoyaríamos los planes de los coroneles para reducir el poder de Sukarno. Éste fue un método de operación que se convirtió en la base de muchas de las aventuras políticas de los 60 y 70. En otras palabras, es falsa la declaración de que la CIA aceptó intervenir en los asuntos de países como Chile sólo después de que se le ordenara hacerlo por [...] el Grupo Especial [...] En muchos casos hicimos los programas de acción nosotros mismos después de haber reunido suficiente información de inteligencia para hacerlos parecer necesarios de acuerdo con las circunstancias. Nuestra actividad en Indonesia en 1957 y 1958 fue uno de esos casos.“ (11)
Cuando el PKI volvió a ganar en las elecciones locales de julio, la CIA lo "consideró como “una gran ayuda para convencer a las autoridades de Washington de lo seria que es la situación Indonesia. La única persona que no parecía terriblemente alarmada con las victorias del PKI era el embajador Allison. Esto era todo lo que necesitábamos para convencer a John Foster Dulles de que tenia al hombre equivocado en Indonesia. Las ruedas comenzaron a moverse para quitar la última piedra del camino de nuestra operación” (12). John Allison —escribió Smith- para comenzar, no era un gran admirador de la CIA y a inicios de 1958, con menos de un año en el puesto, fue reemplazado como embajador por Howard Jones, selección que “agradó” al personal de la CIA en Indonesia (13).

El 30 de noviembre de 1957, varias granadas de mano fueron arrojadas contra Sukarno cuando éste salía de una escuela. Escapó ileso, pero 10 personas murieron y 48 niños fueron heridos. La CIA en Indonesia no tenía idea de quién era el responsable, pero rápidamente hizo correr la historia de que el PKI estaba detrás de la acción “por sugerencia de sus contactos soviéticos a fin de hacer parecer que los oponentes de Sukarno eran salvajes desesperados”. Al final se descubrió que los culpables eran de un grupo musulmán sin conexión alguna ni con el PKI ni con la CIA (14).

En cada oportunidad se insistía en la supuesta relación amistosa de Sukarno con los comunistas. La CIA decidió aprovechar los informes de que una atractiva azafata rubia había estado a bordo del avión de Sukarno a dondequiera que éste fuera durante su viaje por la URSS y que la misma mujer había venido a Indonesia con el presidente soviético Kliment Voroshilov y había sido vista varias veces en compañía de Sukarno. La idea era que la bien conocida afición de Sukarno por las mujeres lo había convertido en presa de una agente soviética; había sucumbido al control soviético, se implicaba en los informes de la CIA, como resultado de la influencia de la mujer sobre él, del uso de chantaje, o de ambos.

“Esto constituyó el cimiento de nuestros vuelos de fantasía [escribió Smith]. Tuvimos mucho éxito con este tema, por cierto. Apareció en la prensa en todo el mundo y cuando Round Table -la muy seria revista trimestral británica sobre asuntos internacionales- analizó la revuelta indonesia en su número de marzo de 1958, incluyó el chantaje a Sukarno por una agente soviética en la lista de razones que causaron el levantamiento”.
Al parecer, el éxito de esta operación inspiró a los oficiales de la CIA en Washington a avanzar un paso más en el asunto. Se realizó un esfuerzo sustancial por hacer aparecer un filme pornográfico, o al menos algunas fotografías, que pudieran parecer de Sukarno y su novia rusa durante “su actividad favorita”. Cuando se analizaron los filmes porno disponibles (suministrados por el jefe de policía de Los Ángeles) y no se pudo encontrar una pareja que pudiera pasar por Sukarno (calvo y de piel oscura) y una bella rubia rusa, la CIA se encargó de producir sus propios filmes, “los mismos con los que los soviéticos estaban chantajeando a Sukarno”. La Agencia elaboró una máscara del líder indonesio que fue enviada a Los Ángeles donde la policía debía pagar a algún actor del cine porno para usarla durante su gran escena. El proyecto dio como resultado al menos algunas fotos, pero al parecer nunca fueron usadas (15).

Otro resultado del esfuerzo sobre el chantaje fue un film producido para la CIA por Robert Maheu, antiguo agente del FBl e íntimo amigo de Howard Hughes. El filme era protagonizado por un actor parecido a Sukarno. No hay informes sobre el destino de esta película que fue titulada Días felices (16).

En otras partes del mundo, y otros momentos, la ClA había hecho mejor esta linea de trabajo, y había logrado producir películas donde los sujetos en cuestión aparecían en “flagrante delito” pues habían sido atraídos por agentes femeninos de la CIA a localizaciones preparadas para esto.


Además de los hechos mencionados por Blum en esta entrada del blog, la campaña de desprestigio desarrollada por la CIA encontró eco en la prensa sensacionalista. La imagen corresponde a la portada de la revista erótica Whisper de su nº de marzo de 1964, y a una de las páginas del interior. En su reportaje, la revista alude a la visita de Sukarno a Dinamarca en 1961. En él se dice que veinte prostitutas le fueron ofrecidas en la embajada de su país en Copenhague. En este caso no son las falsas fotos producidas por la CIA, sino un fotomontaje de Whisper incidiendo en lo que la CIA difundía.  

En 1960, el coronel retirado del Ejército norteamericano, Truman Smith, al escribir en el Reader’s Digest sobre la KGB declaró: “Es difícil para muchos de nosotros apreciar su amenaza pues sus métodos son tan viles que quedan más allá de la comprensión de cualquier persona normal con sentido del bien y el mal”. Uno de los métodos que el buen coronel consideraba tan viles era la producción de filmes sexuales para utilizarlos como chantaje. “Las personas tan depravadas como para emplear tales métodos, no encontrarán nada repulsivo en otros más violentos”, escribió (17).

El sexo podía ser utilizado también en casa para conseguir las metas de la política internacional norteamericana. Bajo la cobertura del programa de ayuda estadounidense al extranjero, llamado en aquel tiempo Administración de la Cooperación Económica, policías indonesios fueron entrenados y luego reclutados para proporcionar información sobre las actividades del PKI, asi como de los soviéticos y chinos en su país. Algunos de estos hombres que se destacaron como buenos prospectos fueron enviados a Washington para recibir entrenamiento allí y suavizarlos antes del reclutamiento. Según aparece en los informes, estos policías, al igual que Sukarno, tenían invariablemente el deseo obsesivo de acostarse con una mujer blanca. En consecuencia, durante su estancia fueron llevados al distrito sexual en Baltimore, para que se dieran gusto (18).

La aprobación del Grupo Especial para llevar a cabo acciones políticas fue concedida en noviembre de 1957 (19), y la maquinaria paramilitar de la CIA se movilizó. En este empeño, como en otros, la CIA disfrutaba de las ventajas del muy extendido imperio militar de EE.UU. Se establecieron cuarteles para la operación en la vecina Singapur, por cortesía británica; se crearon bases de entrenamiento en Filipinas; se acondicionaron pistas aéreas en diversas partes del Pacífico como preparativo para misiones de transporte y bombardeo; fueron reunidos indonesios, filipinos, taiwaneses, norteamericanos y otros “soldados de fortuna” en Okinawa y Filipinas junto con enormes cantidades de armas y equipos.

Decenas de miles de rebeldes fueron armados, equipados y entrenados por el Ejército norteamericano para la operación militar más ambiciosa de la CIA hasta el momento. Submarinos estadounidenses patrullaron las costas de Sumatra, la isla principal, y desembarcaron grupos con abastecimientos y equipos de comunicaciones. La Fuerza Aérea de EE.UU. destinó una considerable fuerza de transporte que dejó caer muchos miles de armas en el territorio indonesio, y una flota de 15 bombardeos B-26 se puso a disposición del conflicto después de haber sido “limpiados” para garantizar que ninguno era “identificable” y que todo su equipamiento era “negable”.

En los primeros meses de 1958 la rebelión comenzó a estallar en una parte de la cadena de islas y luego en otra. Los pilotos de la CIA llevaron a cabo bombardeos y ametrallamientos en apoyo a los rebeldes. En Washington el coronel Alex Kawilarung, agregado militar indonesio, fue convencido por la Agencia para "desertar”. Pronto apareció en Indonesia para encabezar las fuerzas rebeldes. Sin embargo, según los combates fueron avanzando durante la primavera, los rebeldes probaron ser incapaces de obtener victorias decisivas o de tomar la ofensiva, aunque los bombardeos de la CIA iban en su ayuda. Sukarno denunció más tarde que, en la mañana de un domingo de abril, un avión bombardeó un barco en la bahía de la isla de Ambon —todos a bordo murieron— y una bomba impactó una iglesia, demolió el edificio y mató a todos en su interior. Señaló que 700 muertos habían sido el resultado de esta sola incursión.

El 15 de mayo un avión de la ClA bombardeó el mercado de Ambon y causó la muerte a un gran número de civiles que iban en camino de la iglesia por estar en Semana Santa. El Gobierno indonesio tuvo que actuar para evitar demostraciones públicas. Tres días más tarde, durante otra incursión aérea sobre Ambon, un piloto de la CIA, Allen Lawrence Pope, fue derribado y capturado. Pope, de treinta años, había volado en 55 misiones sobre las lineas comunistas en Corea. Luego había pasado dos meses atravesando las barreras antiaéreas comunistas para dejar caer abastecimientos enviados por la CIA a los franceses en Dien Bien Phu. Ahora se le había acabado la suerte. Iba a pasar cuatro años como prisionero en Indonesia antes de que Sukarno accediera a su liberación a petición de Robert Kennedy.


El piloto de la CIA, Allen Lawrence Pope, participó en los
 bombardeos sobre objetivos civiles indonesios.
Fue derribado y capturado. Imagen: durante su juicio.

Cuanso Pope fue capturado portaba un grupo de documentos incriminatorios, incluyendo aquellos que lo identificaban como piloto de la Fuerza Aérea y del grupo CAT de la CIA. Como todos los hombres que realizaban misiones clandestinas, Pope era sometido a un procedimiento cuidadoso antes de despegar para “limpiarlo”, al igual que al avión, pero al parecer había introducido los documentos de contrabando en la nave pues sabía que ser capturado como un civil anónimo sin nacionalidad, significaba no tener ningún derecho legal y correr el riesgo de ser fusilado como espía según la costumbre. Un militar norteamericano, sin embargo, se convertía en un elemento valioso para su captor mientras se le conservara vivo.

El Gobierno indonesio obtuvo de inmediato concesiones materiales de EE.UU. a resultas de este incidente. No se sabe si los indonesios habían acordado en consecuencia mantener el secreto sobre Pope, pero el 27 de mayo el piloto y sus documentos fueron presentados al mundo en una conferencia de prensa, lo que contradecía varias declaraciones recientes de altos funcionarios norteamericanos (20). La más notable entre ellas había sido la del presidente Eisenhower realizada el 30 de abril en relación con Indonesia: “Nuestra política es de cuidadosa neutralidad y conducta correcta todo el tiempo, de modo que no mostremos parcialidad en asuntos que no nos conciernen” (21). Y el 9 de mayo un editorial del New York Times había afirmado:
Es desafortunado que altos funcionarios del Gobierno indonesio hayan puesto en circulación un falso informe acerca de que el Gobierno de Estados Unidos está enviando ayuda a los rebeldes. La posición del Gobierno de Estados Unidos ha sido expresada con claridad una y otra vez. Nuestro secretario de Estado fue enfático en su declaración de que este país no se desviaría de una correcta neutralidad [...] Estados Unidos no está dispuesto [...] a entrar para ayudar al derrocamiento de un gobierno constitucional. Esa es la dura realidad. Jakarta no coopera con su caso al ignorarla. 
Con la presentación de Pope y la falta de éxito de los rebeldes en el campo de combate, la CIA decidió que la luz ya no justificaba el gasto en velas y comenzó a retirar su apoyo. A fines de junio, las tropas indonesias leales a Sukarno habían acabado con la revuelta. El líder asiático continuó su hábil ejercicio de equilibrio entre los comunistas y el ejército hasta 1965 cuando este último, con apoyo de la CIA, derrocó finalmente al régimen.


William Blum
Digitalización, imágenes y arreglos:


Notas
(1) Joseph Burkholder Smith: Portrait of a Cold Warrior. G P. Putnam’s Sons, New York, 1976, p. 205.
(2) New York Times, 18 de mayo de 1956.
(3) Supplementary Detailed Staff Reports on Foreign and Military Intelligence. Libro 4, Informe Final del Comité Selecto del Senado para el Estudio de Operaciones Gubernamentales con respecto a Actividades de Inteligencia. Abril de 1976, p. 133.
(4) New York Times, 12 y 30 de abril de 1955; 3 y 4 de agosto; 3 de septiembre; 22 de noviembre de 1967, p. 23.
(5) John Discoe Smith: I Was a CIA Agent in India. India, 1967, passim; New York Times, 25 de octubre de 1967, p. 17; 22 de noviembre, p. 23; 5 de diciembre, p. 12; Harry Rositzke: The KGB: The Eyes of Russia. New York, 1981, p. 164.
(6) Interim Report: Alleged Assassination Plots Involving Foreign Leaders. Comité Selecto del Senado para el Estudio de las Operaciones Gubernamentales con respecto a Actividades de Inteligencia, 20 de noviembre de 1975, nota en p. 4.
(7) David Wise y Thomas Ross: The Invisible Government. New York, 1965, pp. 149-150.
(8) Julie Southwood y Patrick Flanagan: Indonesia: Law, Propaganda and Terror. Londres, 1983, pp. 26-27.
(9) Wise y Ross, p. 148.
(10) J. B. Smith, pp. 210-211.
(11) Ibid., p. 228-229.
(12) Ibid., p. 240.
(13) Ibid., pp. 229, 246.
(14) Ibid., p. 243.
(15) Sobre chantajes sexuales ver ibid., pp. 238-240, 248. Smith se equivoca un tanto en su comentario acerca de Round Table. La única referencia aparente en el artículo a la soviética está en el comentario de la p. 133: “Otras razones más escandalosas han sido dadas a conocer para explicar la inclinación del presidente hacia el Partido Comunista”.
(16) New York Times, 26 de enero de 1976.
(17) Truman Smith: “The Infamous Record of Soviet Espionage”, en Reader’s Digest, agosto de 1960.
(18) J. B, smith, pp. 220-221.
(19) Referido a un memorándum de Allen Dulles a la Casa Blanca del 7 de abril de 1961; en él se resumen brevemente los puntos principales de la intervención norteamericana, en Declassified Documents Reference System. Arlington, Va., desclasificado el 18 de diciembre de 1974.
(20) Sobre las operaciones militares y el caso Pope ver:
a) Wise y Ross, pp. 145-156.
b) Christopher Robbins: Air America. EE.UU. 1979, pp. 88-94.
c) Coronel L. Fletcher Prouty: The Secret Team: The CIA and its Állies ¡n Control of the World. New York, 1974; pp. 155, 308, 363-366.
d) New York Times, 23 de marzo de 1958, p. 2; 19 de abril; 28 de mayo, p. 9.
e) Sukarno, An Aumbiography. Hong Kong, 1966, pp. 267-271 (contada a Cindy Adams) fue impresa primeramente en EE.UU. en 1965; aunque de redacción muy pobre, vale la pena leer el libro por conocer los puntos de vista de Sukarno acerca de porqué es tonto llamarlo comunista; cómo fue humillado y maltratado repetidas veces por la administración Eisenhower, aparte de la intervención, sólo por ser un dirigente tercermundista que no se atenía a la línea de conducta establecida por EE.UU. y cómo las revistas de sexo norteamericanas contribuyeron a ponerlo en ridículo.
f) J. B. Smith, pp. 246-247. Parece haber cierta confusión acerca del bombardeo a la iglesia. Smith señala que fue Pope quien lo hizo el 18 de mayo, antes de ser derribado. O bien él u otros cronistas han mezclado los hechos de abril y mayo.
(21) Wise y Ross, p. 145.

Textos de William Blum en castellano en otros sitios.

Web personal de William Blum










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