miércoles, 22 de junio de 2016

Maestros contra policias ¿de lado de quíen estás? (sobre la represión policial contra los maestros en Oaxaca)

Maestros contra policias ¿de lado de quíen estás? (sobre la represión policial contra los maestros en Oaxaca)

Por si no supieramos ya cuales son las prioridades de los gobiernos capitalistas, el mexicano no se ha andado con remilgos para lanzar a la policia a reprimir a los maestros en Oaxaca. La represión policial ha dejado, de momento, un saldo de ocho muertos, más de 50 heridos y 21 detenidos. Entre los fallecidos se encontraba un periodista.
 

Es normal y dice mucho de un gobierno (y así lo hacen todos los que representan los intereses de minoria parásita), que prefiera a sus policias en lugar de a sus maestros, aunque, y precisamente por eso, los primeros no destaquen, ni mucho menos, por su formación académica, su cultura y, por supuesto, ni por sus ganas de aprender y cultivarse. Los maestros, sin embargo, representan la lucha por la mejora de la educación de los niños y jóvenes del país y, por lo tanto, la perspectiva de un futuro mejor y más justo (es decir, con más posibilidades de que la lucha contra la explotación se generalice).

Reprimir las aspiraciones de libertad, educación pública, los proyectos de hacer más responsables y capaces de un pensamiento autónomo a los trabajadores, es una necesidad para las grandes empresas y sus marionetas de los gobiernos no pueden evitar, pues está en contradicción directa con el mantenimiento de sus privilegios injustos y delictivos.

Que los medios de propaganda, en las mismas manos que el gobierno, intenten criminalizar a los que representan la cultura, la educación y la justicia, publicando noticias similares a que los "civilizados" policias chocan contra "maestros radicales", no es más que otra muestra más de la podredumbre del sistema.

Basta con tener dos dedos de frente y un mínimo de sensibilidad y humanidad para saber que la realidad es bastante diferente a la que nos venden: los maestros, cultos, formados y con aspiraciones de un mundo más igual y menos injusto, donde todos tengan derecho a una educación de calidad sin tener que comprarla según la cantidad de dinero de que se disponga, son apaleados por los cuerpos de seguridad del estado, cloaca donde el capital suele ubicar a los restos y desechos de la sociedad, gente capaz de cualquier a cambio de las migajas que les tiran sus amos.


Cultura contra brutalidad, educación frente a indiferencia, civilización contra barbarie. Los mafiosos y grandes delincuentes que dirigen nuestros gobiernos y ponen y quitan a nuestros gobernantes es obvio que prefieren a los segundos.

En México ya lo demostraron en septiembre de 2014, con la tristemente conocida matanza de los normalistas, donde 43 de ellos fueron secuestrados y desaparecidos por policias y paramilitares, todos ellos bajo la responsabilidad del gobierno, y lo siguen demostrando hasta hoy mismo con la salvaje represión hacia los maestros y educadores. Y posiblemente, mientras se les deje, continuarán haciéndolo, porque ellos, la clase capitalista y su gobierno, saben muy bien cual es su bando y quienes son sus enemigos, y que la cultura puede llegar a ser un arma muy peligrosa en manos de aquellos que mantienen con su trabajo sus privilegios, los trabajadores.

Estos, la clase trabajadora, solo puede emanciparse mediante el conocimiento, la educación, la autosuperación en la lucha por dominar la cultura, representada por el protagonista de Templando el Acero, de Nikolai Ostrovski, que encarna las palabras que Lenin escribiera en las Tareas de la Juventud Comunista:

"Concluir que se puede ser comunista sin haber asimilado los conocimientos acumulados por la humanidad, sería cometer un enorme error. Nos equivocaríamos si pensáramos que basta con saber las consignas comunistas, las conclusiones de la ciencia comunista, sin haber asimilado la suma de conocimientos de los que es consecuencia el comunismo. El marxismo es un ejemplo de cómo el comunismo ha resultado de la suma de conocimientos adquiridos por la humanidad".
Y los maestros representan esa cultura que debe de ser el cemento necesario con el que se mezcle la lucha de clases, motor de la historia, germen y trampolín de todo comunista que se precie. Nosotros estamos de lado de los maestros, por supuesto.

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