jueves, 11 de agosto de 2016

Las autoridades de Omán detienen a periodistas por informar sobre corrupción

Las autoridades de Omán detienen a periodistas por informar sobre corrupción




Las autoridades de Omán han llevado a cabo en las últimas semanas una cadena de detenciones de periodistas que indica una creciente represión de la libertad de expresión en el país. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.



Tres periodistas del diario Azamn han sido detenidos en relación con un artículo publicado el 26 de julio que destaca denuncias de corrupción en el poder judicial omaní. La detención más reciente –la del redactor jefe adjunto Youssef al Haj– tuvo lugar ayer. Poco después, el Ministerio de Información de Omán ordenó el cierre del periódico y su sitio de noticias online.

“Parece que los periodistas de Azamn están siendo castigados por realizar su trabajo periodístico legítimo. Criticar al poder judicial o informar sobre denuncias de presunta corrupción no es delito. Si estos profesionales permanecen detenidos exclusivamente con su labor periodística, las autoridades de Omán deben ponerlos de inmediato en libertad”, ha manifestado Magdalena Mughrabi, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Las detenciones parecen indicar una inquietante escalada de la represión ejercida por las autoridades contra la libertad de expresión. El mensaje a los periodistas de Omán está claro: está prohibido criticar al poder judicial.”

No está claro si los periodistas detenidos han sido acusados ni cuáles son los cargos a los que se pueden enfrentar.

El artículo en cuestión, publicado en el diario Azamn el 26 de julio, acusaba al presidente del Tribunal Supremo de Omán y al presidente del Consejo Judicial de intervenir en el resultado de sentencias en favor de autoridades influyentes.

Dos días después, el redactor jefe del periódico, Ibrahim al Maamari, fue citado a comparecer ante las autoridades y detenido para interrogatorio. El Ministerio de Información de Omán advirtió de que la publicación podía cerrarse si seguía informando sobre denuncias de corrupción.

A la semana siguiente, el 3 de agosto, el periodista de Azamn Zaher al Abri fue detenido. A partir de entonces, el redactor jefe adjunto, Youssef al Haj, publicó una serie de artículos basados en entrevistas exclusivas con el vicepresidente del Tribunal Supremo de Omán, Ali al No’mani, que confirmaban las denuncias corrupción formuladas en el artículo anterior. El último de estos artículos se publicó el 9 de agosto, y Youssef al Haj fue detenido ese mismo día, a mediodía. Su hermano confirmó más tarde que había recibido una llamada de Youssef al Haj en la que éste le dijo que estaba detenido en la jefatura de la Sección Especial de la Policía en Muscat (Al Qism al Khas) y que lo iban a trasladar a un hospital policial por problemas de salud.

La agencia de noticias estatal de Omán publicó una declaración, en la que citaba a una fuente gubernamental anónima, que describía los artículos sobre la corrupción como “una violación flagrante de los límites y la ética de la libertad de expresión” y advertía de que los artículos dañaban una de las instituciones más importantes del país.

“Si las autoridades de Omán desean demostrar que tienen la noción más básica siquiera de la libertad de expresión, en lugar de detener ilegalmente a periodistas deberían estar trabajando para garantizar que todos los profesionales del periodismo son libres de llevar a cabo su labor legítima sin temor a represalias o acoso”, ha manifestado Magdalena Mughrabi.

En un caso anterior de detención de periodistas, Al Mutasam al Bahlani, redactor jefe de la revista electrónica Al Falaq, fue detenido el 25 de julio en relación con unos tuits que había publicado sobre el Día del Renacimiento de Omán. Fue puesto en libertad dos días después, el 27 de julio.

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