miércoles, 15 de febrero de 2017

Odebrecht, el caso de corrupción que ha sacudido Latinoamérica

Odebrecht, el caso de corrupción que ha sacudido Latinoamérica

 

 

Odebrecht, el caso de corrupción que ha sacudido Latinoamérica
 
Las investigaciones del departamento de Justicia de Estados Unidos han desvelado que la mayor constructora de Brasil y una de las principales del mundo había pagado cientos de millones de dólares en sobornos a cientos de políticos de todo el continente latinoamericano.
El escándalo es enorme. Corrupción generalizada a cambio de obtener contratos por todo el continente, además de que toca en las capas más altas de la política, incluyendo las nuevas promesas. Dilma Roussef ha sido destituida de la presidencia, el ex-presidente peruano Alejandro Toledo está en búsqueda y captura ¿qué hay detrás de esta trama de corrupción que no parece acabarse nunca?

Odebrecht, la empresa

En 1944 Norberto Odebrecht (un ingeniero civil de orígenes alemanes) fundó una empresa a la que le puso su nombre. Esta empresa, poco a poco bajo su dirección, la de su hijo y la de su nieto se fue convirtiendo en lo que es hoy, la constructora más grande de Latinoamérica y una de las más grandes del mundo. Hoy en día Odebrecht tiene proyectos en 28 países, incluyendo naciones fuera de su entorno original como Estados Unidos, Portugal y Angola. Les gusta presentarse como “una constructora global de origen brasileño”.
Odebrecht no es sólo una empresa de construcción, sino que también opera en otros negocios. La empresa tiene una división de ingeniería, de energía, de exploración de hidrocarburos y prestación de servicios al sector petroquímico. En otros campos más alejados de su negocio original están los astilleros, termoplásticos y soluciones de tecnología para la defensa (armamento).
Odebrecht además era una empresa de la que muchos de sus trabajadores se sentían orgullosos, con buenas condiciones laborales (algo que ya me han confirmado un par de personas). Un ejemplo del potencial industrial e innovador de Brasil, que iba a ser una de las grandes economías del mundo. Pero al igual que el sueño de los BRICs se ha acabado, la imagen de Odebrecht ya no es lo que era.

El escándalo Odebrecht

Recientemente en Brasil tuvimos el “impeachment” de Dilma Rousseff, la sucesora de Lula da Silva. El escándalo venía de Petrobras, la petrolera brasileña. Funcionarios y empleados de esta empresa recibían sobornos de Odebrecht a cambio de la adjudicación de proyectos a coste inflado. Para que nos hagamos una idea del escándalo, a Dilma le ha costado la presidencia, pero el CEO de la firma y nieto del fundador, Marcelo Odebrecht ha acabado en la cárcel con una condena de 19 años.
El departamento de Justicia de EEUU calcula que Odebrecht dedicó entre 2003 y 2016, 394 millones de dólares a sobornos a miembros del gobierno de Brasilia, partidos políticos y ejecutivos de Petrobras. No sólo se sospecha de la presidenta Roussef, sino también del ex-presidente Liz Inazio Lula da Silva que se cree que supervisó un esquema que repartió más de 22 millones de dólares en sobornos y que recibió un ático por parte de Odebrecht.
Entre las obras está la línea 4 del metro de de Rio de Janeiro, estadios de la copa del mundo de fútbol o petroleros para Petrobras. La lista de la trama parece no tener fin y estar en todos los aspectos que han pasado por la empresa.
Pero Brasil no es el único país dónde parece que ha habido malas prácticas, sino en prácticamente la totalidad de países de América Latina. El siguiente país en la lista es Venezuela, donde se estima que el gobierno de Hugo Chávez recibió alrededor de 98 millones de dólares en sobornos por proyectos realizados entre 2003 y 2015. El presidente Maduro ha afirmado que van a acabar las obras de Odebrecht con recursos nacionales.
En tercer lugar de los sobornos destapados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos está la República Dominicana, con 92 millones de dólares entre 2001 y 2014 (en un país mucho más pequeño que los anteriores en superficie y en población). Actualmente hay un proceso público abierto contra la empresa y sus 26 representantes en el país.
También se han levantado casos en Panamá, dónde los sobornos alcanzaron los 59 millones de dólares entre 2010 y 2014, con varias obras implicadas, entre ellas la construcción del cuarto puente sobre el canal de Panamá.
En Argentina se estiman 35 millones de dólares en sobornos entre 2007 y 2014, en Ecuador 33,5 millones entre 2007 y 2016, en Peru 29 millones entre 2005 y 2014, en Guatemala 18 millones, en Colombia 11 millones entre 2009 y 2014 y en México 10,5 millones entre 2010 y 2014.
El departamento de Justicia de EEUU ha puesto una multa a Odebrecht de 3.500 millones de dólares por esta trama de corrupción, aunque se estima que esto puede ser sólo la punta del iceberg de una red de sobornos y malas prácticas consolidada por todo el continente.

Corrupción en Iberoamérica

Desafortunadamente el caso Odebrecht no es más que otro más en lo que es la historia de corrupción de Latinoamérica. Es el último, es muy grande y la omnipresencia de los medios de comunicación así como de las redes sociales hacen que sea imposible no enterarse o indignarse de las élites extractivas que pueblan el continente.
Tarde o temprano será necesario atajar este tipo de prácticas, personalmente creo que la omnipresencia de Internet puede ayudar. Porque detener a periodistas que se dedican a investigar la tramas de corrupción Odebrecht como ha hecho Venezuela no es una solución para evitar que no se conozcan los casos, sino una forma de autoseñarlarse culpable de la misma.
Respecto a Odebrecht, queda por ver si la empresa va a sobrevivir al escándalo, tras la cancelación de varios proyectos de la misma. Si dentro de un tiempo viéramos un “rebranding”, no me extrañaría en absoluto que perdiera el apellido de su fundador.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario