martes, 31 de octubre de 2017

La contaminación mata más que la malaria, el SIDA o la tuberculosis

La contaminación mata más que la malaria, el SIDA o la tuberculosis

La contaminación mata en todo el mundo a más personas que la malaria, el virus del SIDA o la tuberculosis, según el informe 2007 de la Comisión del Lancet sobre la contaminación y la salud. A la contaminación se debe la muerte prematura de 9 millones de personas cada año y genera unos costos sanitarios de 4.600 billones de dólares al año.

© Robert Z. Ziemi
La contaminación está relacionada con 9 millones de muertes prematuras cada año en todo el mundo, lo que equivale a una de cada seis (16%) de todas las muertes, según un nuevo informe de la Comisión Lancet sobre la Contaminación y la Salud.

Esa cifra supera el total de muertes provocadas conjuntamente por la malaria, el SIDA o la tuberculosis en todo el mundo, que son un total de 3 millones al año, según el Global Burden of Disease Study 2016.

En España la contaminación provoca 23.987 muertes, lo que representa una de cada diecisiete muertes, añade el informe de Lancet, que recoge los datos correspondientes a 2015.

La mayoría de estas muertes se deben a enfermedades no transmisibles causadas por la contaminación, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

El informe concluye que la contaminación del aire exterior e interior, la contaminación del agua y del suelo y los contaminantes químicos, son los principales factores de riesgo de muerte prematura.

En algunos países que conocen en la actualidad una rápida industrialización, como India, China, Pakistán o Bangladés, la proporción de muertes atribuidas a la contaminación es una de cada cuatro.

Dado que casi todas estas muertes (92%) ocurren en países de ingresos bajos y medianos, y que la contaminación afecta desproporcionadamente a los pobres y marginados en todos los países del mundo, los autores del informe pretenden poner fin al descuido del tema en todo el espectro político y movilizar la voluntad, los recursos y el liderazgo necesarios para enfrentarlos.

Peor la del aire

La contaminación del aire es la más mortífera, destaca el informe, ya que acaba con la vida de 6 millones de personas cada año. La contaminación del agua es la segunda causa de muerte (1,8 millones) y la tercera la contaminación del entorno laboral.

La contaminación en el lugar de trabajo, incluida la exposición a toxinas y carcinógenos, estuvo relacionada con 800.000 muertes por enfermedades como la neumoconiosis en trabajadores del carbón, cáncer de vejiga en trabajadores del tinte y asbestosis, cáncer de pulmón, mesotelioma y otros cánceres en trabajadores expuestos al asbesto (amianto).

Finalmente, la contaminación con plomo se relacionó con 500.000 muertes provocadas por presión arterial alta, insuficiencia renal y enfermedad cardiovascular causada por el plomo en adultos. Los efectos de salud adicionales causados ​​por otras formas de contaminación del suelo (como otros metales pesados ​​o productos químicos) no se investigan adecuadamente, por lo que no se incluyen en el estudio.

Dentro de los grupos de población afectados, los niños son los más propensos a sufrir enfermedades vinculadas a la contaminación, ya que la exposición incluso a dosis pequeñas de contaminantes durante los períodos fundamentales (cuando están todavía en el útero en la primera infancia) pueden enfermarlos, discapacitarlos e incluso provocarles la muerte.

Con muchos más contaminantes químicos aún por identificar y estudiar, los autores señalan que es probable que sus cifras subestimen los efectos de la contaminación sobre la salud.

Las pérdidas económicas atribuibles a la contaminación se estiman en 4.600 billones de dólares americanos por año, el equivalente al 6,2% de la producción económica mundial, señala el informe.

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