domingo, 3 de diciembre de 2017

El año de “Tizne a su madre el que deje algo”


contralinea.com.mx

El año de “Tizne a su madre el que deje algo”

 

 

Álvaro Cepeda Neri *

I. El presidencialismo de 1946 a la fecha, al final de cada sexenio ha practicado el refrán de: “tizne a su madre el que deje algo”. Sin que esto quiera decir que esa práctica corruptísima no se ejerza durante los seis años. Esto incluye a los desgobernadores, munícipes, directores de Pemex y otros cargos con arreglo a otro lema: “ponme donde hay”; la súplica de los amigos y colaboradores del inquilino de Los Pinos. Pero sobre todo cuando la alta burocracia se va, practican más la rapiña. Otra modalidad es favorecer a los empresarios amigos-cómplices para que obtengan obras y realicen ventas al sector público, para que luego se pongan a mano con los funcionarios que les facilitan esas maniobras y comparten lo que se roban abultando las facturas, en un toma y daca para el reparto. En el reportaje de Martha Martínez (Reforma y en la revista dominical: Forma y fondo: 13/XI/17) y una entrada en la primera de ese matutino, sobre El sexenio de Hidalgo, por referencia al estado de Hidalgo, queda claro que varios empresarios han estado recibiendo contratos millonarios por ser amigos de Miguel Ángel Osorio Chong.
II. La maniobra es a través de funcionarios de esa entidad, a su vez amigos del todavía secretario de Gobernación y quien no tarda en renunciar, pues descartado para la candidatura presidencial del PRI lo postularán para senador, al caer de la gracia de Enrique Peña y muy a pesar de que Osorio se la jugó por Peña cuando éste fue candidato presidencial. El todavía titular de la Secretaría de Gobernación ya no despacha en el edificio de Covián, allá por Bucareli –donde está el Reloj Chino, llamado así no en memoria de los antecedentes raciales del señor Chong, sino por ser obsequio de la colonia china y el gobierno de ese país–. Pues bien, Roberto Femat Ramírez, director de Comunicación de Osorio Chong, y por órdenes de éste, mandó como réplica a la información-reportaje citado, una carta donde por ninguna parte se aclara el asunto de la mansión que ocupó Osorio, propiedad de un empresario beneficiado por contratos millonarios (Reforma: 20/XI/17), y deslinda al señor Chong de cualquier implicación.
III. Comentamos antes que Osorio ya no despacha en Bucareli, sino en un edificio cercano a Los Pinos, para evitarse las manifestaciones que en un principio fueren su “mero mole” y hasta en mangas de camisa salía a enfrentarlas; hasta que Nuño le chismeó a Peña que con eso se estaba autocandidateando. Y ya que los mexicanos no creemos nada, la aclaración es dudosa, pues sabemos cómo los funcionarios federales del presidencialismo (la “casa blanca”, la mansión de Malinalco de Videgaray, Odebrecht, la onerosa publicidad peñista, etc., etc.), se forran de corrupción por miles de vías y usando el poder público para su enriquecimiento ilícito. Tal vez los empresarios hidalguenses no reparten. Tal vez. Pero le creemos más a la periodista que al funcionario de la carta aclarando que Osorio Chong “no tiene ningún tipo de participación en dichas empresas ni ha obtenido ningún beneficio por los contratos mencionados”. Lo único que sí creemos es que es el “año de Hidalgo, chingue a su madre el que deje algo”.
cepedaneri@prodigy.net.mx

No hay comentarios.:

Publicar un comentario