jueves, 2 de abril de 2020

El coronavirus no es apolítico


kaosenlared.net

El coronavirus no es apolítico

 

 

Por AsturRed

Mucho se habla de la consecuencias actuales del coronavirus, dejando ver una gran crisis económica en un futuro incierto, y con grandes problemas de contradicciones sociales y económicas. La pregunta qué deberíamos hacernos es: ¿ Qué sentido tiene permanecer en la Unión Europea a día de hoy? La UE durante la crisis de 2008 obligó a determinados países como España a ser sometida un control económico de sus propios recursos, a recortes para la clase obrera y a controlar desde los países hegemónicos con Alemania a la cabeza todos los recursos de un país en el que los ricos se hacían más ricos y las clases bajas se empobrecían a ritmos agigantados. Las políticas de hoy en la UE sobre la crisis del Covid-19 no son más que auténtico terrorismo capitalista: pasotismo económico y proteccionismo de los países con más dinero, no hace falta ver que Alemania con menos casos positivos que España, se guarda todos los respiradores que tanta falta hacen en nuestro país, para su propio beneficio, ¿dónde está la ‘’solidaridad’’ por la que todos los países de la UE decían que se iba a caracterizar?, esas medidas solo valen cuando un banco se está desplomando y hay inyectarle capital de forma gratuita, cuando la OTAN manda a sus aliados a bombardear países en los que EEUU necesita petróleo o posiciones geopolíticas, pero nunca se utilizan cuando hay problemas sociales, o incluso en una situación tan grave con una pandamia mundial, donde hay miles de vidas humanas en juego, la UE solo protege a la burguesía, al FMI, al IBEX 35 y a lo que diga Donald Trump.
Pero el escenario a día de hoy está cambiando, los dos bloques imperialistas claramente definidos (EEUU-UE y Rusia-China) actúan de una manera totalmente distinta: China envía grandes cargamentos de material médico, Cuba envía médicos junto con China y Venezuela, mientras la UE permite la prohibición de exportación de material médico interviniendo así el libre comercio, pero cuando se llegó hablar de la nacionalización de Bankia en España en 2008 por parte de algunas personas se habló de de ‘’intervención del mercado’’ por parte de unos locos comunistas autoritarios, pero ellos en una necesidad humana mundial, sin pedir permiso a nadie, prohíben material médico muy necesario.
Rusia por su parte ha entrado con material humanitario a la propia región de Lombardía en Italia, algo totalmente impensable hace solo un par de meses, en los que se hablaría de auténtica invasión imperialista, al igual que ocurrió en la guerra del Donbass hace muy poco tiempo, pero el pasotismo social es tan grande en la UE que miles de militares rusos hacen tarea humanitaria, mientras desde Bruselas solo piensan en la deuda y la economía de los países hegemónicos.
¿Hay que pensar que el bloque ruso-chino es el bueno y el eje de la bondad? Rotundamente no. Sus políticas extranjeras, sea por necesidad humana, social o económica siempre tienen características intervencionistas, y más en países donde existe burguesía elitista y propiedad privada de los medios de producción, conllevando a ellas las leyes económicas propias del sistema capitalista, la diferencia es que sus medidas intervencionistas en terceros países se basan más en la resistencia política al gran imperio yankee que en mandar bombas y al ejército y acabar con la soberanía de países enteros con gobiernos títeres, así que la clase obrera debería preguntarse para qué sirve estar en la Unión Europea si su única intervención consiste en aplicar medidas de recorte cuando las economía va mal pero ignora las necesidades humanas de los países miembros.
Para terminar y como decía antes, aquellos ‘’locos comunistas’’ como los llamaba el sector conservador político de nuestro país en 2008, eran los inicios de los círculos de Podemos a los que solo hace falta ver la posición que tienen sobre la UE, hablando de su democratización y sobre las políticas de La Agenda 2030, puros parches del sistema para ocultar los verdaderos problemas, y quedándose cómodamente en el asiento europarlamentario de la socialdemocracia. Bueno, es lo que tiene empezar queriendo asaltar los cielos y acabar convirtiéndose en un PSOE 2.0 como decía aquel grupo de rap político. La deriva de la clase obrera es incierta en esta crisis económica que viene, aunque si hay dos cosas que están claras: Que la clase trabajadora será la más afectada y la que peor lo pasará. La segunda es que gracias a los partidos y sindicatos que se hacen llamar defensores de los trabajadores la clase obrera no se emancipará como clase, y ni de lejos tomará el poder político, porque sus líderes, están haciendo política  bien a gusto anclados al parlamentarismo europeo, lo que se llama ‘’democracia’’ y no es más que la dictadura del capital. Mientras se pueden dar condiciones objetivas para una insurrección obrera, las características subjetivas en la izquierda están hegemonizadas por el posmodernismo, despojada de toda teoría revolucionaria y llevada a la deriva por las luchas parciales. Bueno, al menos podremos saber plantar lechugas un huerto urbano, mientras hablamos en lenguaje inclusivo y escuchamos de fondo Ska-p en medio del apocalipsis, eso es lo que nos han enseñado a hacer estos últimos años.

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