viernes, 7 de diciembre de 2012

Tiembla el Pacto por México; truncan sesión en el Senado

Tiembla el Pacto por México; truncan sesión en el Senado

En suspenso la aprobación de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal

Leticia Robles de la Rosa
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La decisión del presidente del Senado, Ernesto Cordero, de suspender la sesión por falta de quórum provocó el reclamo del coordinador del grupo parlamentario del PRI, Emilio Gamboa Patrón.

CIUDAD DE MÉXICO, 7 de diciembre.- PRI, PAN y PRD abrieron ayer una grieta en el pacto que firmaron apenas el pasado domingo.
La falta de un acuerdo en uno de los puntos de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal derivó en la cancelación de la sesión de ayer en el Senado y en una serie de recriminaciones entre el partido gobernante y la oposición.
El PAN y el PRD se aliaron y forzaron la suspensión de la sesión cuando perdían la votación para que el mandatario federal someta a ratificación a los funcionarios de seguridad pública.
La sesión concluyó de manera tan abrupta que incluso el presidente del Senado, Ernesto Cordero, olvidó citar a la próxima sesión del pleno.
Aunque la reforma se había aprobado en lo general, el PRI se reservó el párrafo referente a la obligación de someter a ratificación del Senado el nombramiento del comisionado Nacional de Seguridad y del secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Truena sesión y se atora reforma
Niega el PAN que peligre el Pacto por México. Gamboa Patrón anuncia que revisarán la legalidad de la sesión.
A sólo cuatro días de firmar el Pacto por México, las tres principales fuerzas políticas del país protagonizaron ayer su primer desencuentro, que provocó el freno en el Senado de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, solicitadas por el presidente Enrique Peña Nieto.
El PAN y el PRD unieron fuerzas para vencer al PRI y reventaron la sesión cuando perdían la votación para que el mandatario federal someta a ratificación a los funcionarios de seguridad pública; y la sesión concluyó de manera tan abrupta que incluso el presidente del Senado, Ernesto Cordero, olvidó citar a la próxima sesión del pleno.
“El Pacto por México no está en riesgo. El Pacto por México fue suscrito con absoluta buena fe y voluntad por el Partido Acción Nacional y por el Partido de la Revolución Democrática y suponemos que por el PRI y por el Presidente de la República.
“Lo que está ahora en duda es la credibilidad del PRI, si regresamos a hacer acuerdos marrulleros de ‘te engaño ahorita, al cabo después no cumplo’, o están dando la palabra y lo van a cumplir. Nosotros creemos en esta decisión que honra la palabra, para seguir teniendo la confianza de que ellos respetan la palabra de que lo que comprometimos en beneficio de México y en el futuro de México lo van a honrar, porque nosotros lo vamos a honrar”, advirtió Héctor Larios, senador del PAN.
“El Pacto por México se construyó con un gran esfuerzo que aplaudí, que celebro y que yo voy a hacer todo lo humanamente posible y mi fracción parlamentaria, para que el Pacto siga caminando con los acuerdos políticos entre los partidos”, respondió Emilio Gamboa, coordinador de los senadores del PRI.
“Sí nos preocupa que haya una posición de cerrazón a admitir de parte del gobierno un control democrático mínimo cuando el Pacto tiene un calado mucho más amplio que eso”, añadió Luis Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD.
El bloque opositor
Ayer nuevamente el bloque formado por el PAN y la izquierda frustró el objetivo del PRI de sacar adelante la estructura de gobierno federal que les solicitó el presidente Enrique Peña Nieto, a pesar de que ya registraron diez días de negociaciones.
El pleno del Senado logró la aprobación por mayoría de prácticamente todo el dictamen, sólo se registraron los votos en contra de cuatro del Partido del Trabajo y una abstención perredista.
Sin embargo, el documento no pudo concluir su paso por el Senado, para regresar a la Cámara de Diputados, porque el PRI se reservó el último párrafo del numeral 16 del artículo 27, referente a la obligación al Presidente de la República para someter a ratificación del Senado el nombramiento del Comisionado Nacional de Seguridad y del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Éste fue el único tema en el cual nunca se pudieron poner de acuerdo. La semana pasada Emilio Gamboa anunció que el punto ya lo habían aceptado los priistas, pero que el PAN y el PRD lo condicionaron a que se obligara a la Cámara de Diputados a sesionar el sábado por la tarde.
El domingo, lunes y martes, Emilio Gamboa hizo pública su confianza en que iba a salir la reforma y refrendó su posición, pero ayer explicó que el acuerdo de la semana pasada feneció cuando el PAN y el PRD le condicionaron la aprobación. Y que esta semana el tema se mantuvo en que el PRI considera que esa ratificación es inconstitucional, porque la Secretaría de Gobernación no es un órgano autónomo del Poder Ejecutivo.
Pero los panistas y los perredistas alegaron que Emilio Gamboa rompió su palabra. No fue serio y, por lo tanto, no tenían garantía de que los acuerdos futuros se cumplieran.
Y esa fue la dinámica que imperó toda la sesión. El PRI logró, por dos votos, que se aceptara a discusión el no incluir ese párrafo. Entonces PAN y PRD se dieron cuenta que tenían cuatro votos menos en la izquierda y uno en el panismo.
El PRI expuso en tribuna, tanto en voz de Cristina Díaz, como de Raúl Cervantes y David Penchyna, su argumento de inconstitucionalidad; los panistas y perredistas argumentaron que no era así.
Al momento de la votación, perredistas y panistas dejaron correr los sufragios priistas y detectaron que sumaban 63; por eso, decidieron no votar, para romper el quórum, aunque la discusión que se generó porque el presidente del Senado, Ernesto Cordero, por que estaban el propio Cordero y Raúl Gracia, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Primera. Pero Cordero mantuvo su decisión de suspender la sesión.
La polémica
El priista Gamboa Patrón anunció que pidió a un notario revisar la grabación de la sesión de ayer jueves para determinar si Ernesto Cordero actuó apegado al Reglamento.
Reconoció que un gran número de senadores de su fracción le solicitó iniciar un proceso de destitución de Cordero como presidente de la Mesa Directiva, pero recordó que se requiere el aval de las dos terceras partes del Pleno.
En respuesta, en conferencia, el panista Héctor Larios explicó que Cordero actuó conforme al reglamento del Senado y, dijo, que fue la bancada del PAN la que decidió no votar ni en favor ni en contra, como una estrategia parlamentaria.
Niegan toma
Gamboa negó que su bancada haya tomado la tribuna, luego de que el presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero, suspendió la sesión por falta de quórum.
En entrevista para la Tercera Emisión de Cadenatres Noticias con Pablo Hiriart, aclaró que los priistas nunca tomaron la tribuna, puesto que ésta ya se encontraba vacía al momento en que subieron para entonar el Himno Nacional.
¿Violaciones?
De acuerdo con el reglamento del Senado, los legisladores no pueden abandonar la sesión hasta que terminen:
El artículo 10 1. Son obligaciones de los senadores:
I. (...)
II. Asistir puntualmente a las sesiones y reuniones del Pleno, de los órganos directivos a que se les convoca, de las comisiones o comités de los que forman parte, y permanecer en
ellas hasta su conclusión; así como participar en las votaciones.
Un día de reproches y furia
Los ánimos estaban encendidos. Francisco Domínguez, senador del PAN, incluso cerró el puño. Gritaba y manoteaba para exigirle al jefe de prensa del PRI, Héctor Lie, que se saliera del pleno del Senado.
Cerca de ahí, el priista David Penchyna alegaba acaloradamente con el panista Raúl Gracia. Se manoteaban. También ahí había cólera.
Como la había en el rostro de muchos priistas, panistas y perredistas en este día de furia que estuvo a punto de desatar los golpes entre los parlamentarios.
¿El motivo? Según los priistas Emilio Gamboa y Cristina Díaz, porque el PAN y el PRD no saben perder. Según los panistas y perredistas, porque el PRI no sabe cumplir su palabra.
Lo cierto es que nuevamente, el galimatías constante en que se han convertido las sesiones del pleno del Senado volvieron a contribuir a la confusión que generó en los momentos de cólera, porque otra vez, se votó cuando ya estaba cerrada una sesión y se decretó una suspensión cuando había 63 votos en el tablero electrónico y dos senadores más involucrados en debates, pero que no se registraron: Ernesto Cordero y Raúl Gracia. Es decir, había quórum de 65, pero oficialmente sólo había 64 legisladores.
El PRI le había ganado al bloque PAN-PRD una votación para que se abriera la discusión y se analizara una parte de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, a fin de insistir en que era inconstitucional pedir la ratificación de funcionarios públicos en materia de seguridad.
Era oficial. El PRI tenía una ventaja de dos votos y le eran suficientes para ganar la votación y frustrar con ello el objetivo de la izquierda y la derecha a obligar a Enrique Peña Nieto a enviar a ratificación a parte de su gabinete.
Entonces, en las bancadas del PAN y el PRI, encabezadas por Ernesto Cordero y Luis Miguel Barbosa, respectivamente, empezó lo que algunos llamaron la operación del “contra la presión, la no votación”; entonces decidieron que sí dejarían que los priistas y sus aliados del Partido Verde votaran.
Si pasaban de 65 votos entonces el PAN y el PRD votarían en contra. Si se quedaban debajo de esa cifra no votarían y entonces se reventaba el quórum, como ocurrió.
Pero fue un detalle del presidente de la Mesa, Ernesto Cordero, el que evidenció la estrategia y que llevó a la escalada de molestia. Aunque presidía la sesión, Cordero no votó. Hizo sonar la campaña y decretó el fin de la sesión. De inmediato el priista David Penchyna le preguntó por qué cerraba la sesión si había quórum.
Cordero, que ya había cerrado la sesión, le dio la palabra a su compañero panista Raúl Gracia, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, quien leyó el reglamento para decir que la sesión concluye si no están presentes la mitad más uno de los legisladores; es decir, 65 de ellos.
Ernesto Cordero volvió a cerrar la sesión. Fue la segunda. Entonces David Penchyna le hizo ver que ni él ni Raúl Gracia habían votado, y él, era evidente, estaba presente y conducía la sesión; y Raúl Gracia había leído el reglamento. Cordero pidió que se sumara su voto, en contra y avisó que de todas formas los votos sumaban 64 y no había quórum. Los priistas protestaron. Iris Vianey Mendoza, secretaria de la Mesa, fue por Cordero a su lugar y le urgió a levantarse y salirse.
Al sonar la campana, las puertas del pleno se abren y la prensa puede ingresar. Pero ayer Héctor Lie, del PRI, indicó que ya era momento de que pasara la prensa y eso molestó al panista Francisco Domínguez, quien gritó y exigió el retiro del priista, a quien le dijo que es nadie para dar órdenes. El zafarrancho concluyó cuando David Penchyna pidió al panista que se serenara.
En ese momento, ya con la sesión concluida, Emilio Gamboa pidió a sus compañeros subir a la tribuna y cantar el Himno Nacional, lo cual generó carcajadas entre senadores y asesores del PRD.
José Ascencio Orihuela, del PRI, pedía a gritos juicio político contra Cordero. Emilio Gamboa hablaba de que sus adversarios no saben perder y afuera del salón de plenos, Luis Miguel Barbosa brindaba el respaldo a Ernesto Cordero, quien después, acompañado por los suyos, todos integrantes de la Mesa, dijo que su conducción se apegó al reglamento, que fue neutral y que si el PRI pedía su remoción, pues estaba en su derecho.
Gamboa anunció que pedirá la revisión de un notario para que dé fe que había 65 senadores.
2012-12-07 06:47:00

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