domingo, 10 de febrero de 2013

El priista consentido de Calderón


El priista consentido de Calderón

Francisco Garfias
Fuente Excelsior
El priista consentido de Calderón
AFelipe Calderón le atribuyen falsas fobias contra el PRI. Se llegó incluso a especular que a los consejeros de su partido les dijo que no iba a ser “el Zedillo del PAN.” Otros con mayor imaginación aseguraban que en la tumba de su padre juró impedir el regreso del Revolucionario Institucional a Los Pinos.
La realidad desmintió las versiones. Desde Davos nos llegaron reportes de lo bien que el ex mandatario habló, en charlas privadas, del presidente Peña. Pero nos aseguran que hay otro priista del que se expresó todavía mejor: Luis Videgaray.
Nuestro informante cenó en Davos con Felipe. No abundó sobre las razones por las cuales el secretario de Hacienda le cae “súper bien” al ex Presidente, pero hemos escuchado a otros panistas decir que el hombre fuerte de Peña está determinado a “limpiar” el PRI, pero también a avanzar en las reformas que el país requiere, cueste lo que cueste.
Nos dijo, además, que Felipe no llevó escoltas a Suiza. Le bastó la seguridad que tradicionalmente blinda la nevada Davos. Tampoco lo notó nostálgico del poder: “Desde antes de salir, lo tenía bien asumido”, aseguró la fuente, de origen panista.
■Ayer fue cumpleaños de Elba Esther Gordillo. Los diputados le dieron como regalo la constitucionalidad de la reforma educativa. El obsequio no fue del agrado de la otrora poderosísima maestra. Su rechazo a la reforma que condiciona la permanencia de los maestros a procesos de evaluación se hizo patente en el posicionamiento que, en la tribuna de la Cámara baja, hizo la diputada del Panal, Dora María Talamantes.
Observe el tono y mida la molestia:
“Lo aprobado no es una reforma educativa. Es una reforma administrativa en materia educativa”, dijo.
Y más adelante: “El embate hacia los docentes para responsabilizarlos de la calidad educativa y, con ello, condicionar su permanencia en el sistema a través de procesos de evaluación de carácter punitivo, forman parte de una estrategia impulsada no por la sociedad ni siquiera por las autoridades educativas, sino por grupos de interés.
“Grupos que, disfrazados de reformistas, pretenden imponer los criterios de mercado como un referente de la calidad y excelencia educativa, pero en el fondo tienen como finalidad privatizar la educación.
“Estamos a favor de un servicio profesional docente como un instrumento para estimular el desempeño de los maestros… no de un sistema inquisidor que atente contra la titularidad de la plaza y sus derechos laborales.”
A Talamantes le preguntaron los reporteros si la constitucionalidad de la reforma es un regalo de cumple a la maestra. No le gustó el tono. “Me parece una apreciación muy perversa”, repuso molesta.
■Los priistas operaron bien la “candidatura de unidad” de Fernando Castro Trenti en Baja California. Ya vimos que Jorge Hank Rhon cerró filas con el diputado beltronista, a quien hasta hace poco culpaba de su derrota en las pasadas elecciones de gobernador.
Pero el apoyo del empresario de Caliente a Castro Trenti no es gratuito. Ya pronto vienen las designaciones de los candidatos a las cinco alcaldías del estado. A Hank le interesa Tijuana, que concentra 52% del padrón, para uno de los suyos: Jorge Astiazarán, médico de profesión, quien ya fue candidato a ese cargo de elección popular.
El escollo se llama René Mendívil. Funge actualmente como presidente estatal del PRI en Baja California. Lo ubican como incondicional del candidato de unidad. Su sueño es ser alcalde de Tijuana. La bronca es para Castro Trenti. Tiene que convencerlo de que hay que ser incluyentes y ceder espacios. La unidad del tricolor es indispensable para la victoria.
En las filas del PAN nos adelantan que el aspirante mejor perfilado para competir con Castro Trenti es el diputado local, Francisco Vega de Lamadrid. Garganta azul nos asegura que el ciudadano Gastón Luken, quien es bien visto por la izquierda, ya dio señales de que quiere negociar. El tercero en discordia es Héctor Osuna, ex presidente de la Cofetel. Sus propios compañeros del PAN no le dan la menor oportunidad.
En el destape de Castro Trenti no hubo cargada. En los próximos diez días los sectores se irán pronunciando progresivamente hasta el cierre del registro. Sólo él acudirá.
Hablamos con Castro el día de su destape. Se le escuchaba eufórico. No es para menos. Lleva 24 años picando piedra para alcanzar este momento. Viene de abajo. Es de lo que Colosio llamaría la cultura del esfuerzo.
“¡Estoy feliz, feliz!”, repetía.

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