Con la luz verde de EEUU, Japón cambia su postura antiguerra
Por HispanTV
El Parlamento japonés ha dado luz verde a un conjunto de medidas sobre seguridad nacional que autoriza la participación de soldados nipones en acciones militares en el extranjero, entre otras medidas.
Pese al descontento popular, los senadores en la Cámara alta del Parlamento han votado en una sesión plenaria una serie de medidas que dan una nueva interpretación a la Constitución pacifista que hasta hace poco regía el país en cuanto a la no intervención en los conflictos militares extranjeros, vigente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Después de horas de acalorados debates, el paquete de leyes, que fue aprobado el mes pasado de julio en la Cámara baja del Parlamento, ha conseguido 148 votos a favor y 90 en contra, de acuerdo con Masaaki Yamazaki, presidente de la Cámara alta del país asiático.
Para justificar las reformas, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha sostenido que este giro en la Constitución es imprescindible para garantizar la seguridad del país y hacer frente a nuevos desafíos, entre ellos el crecimiento de China como potencia mundial.
La ley “es necesaria para proteger la vida de las personas (…) y está destinada a evitar las guerras”, ha afirmado Abe ante los medios locales una vez aprobadas las iniciativas en el Parlamento.
No obstante, el conjunto de reformas que han recibido un apoyo rotundo de Washington, que ve este cambio como favorecedor para sus intereses en la zona, han provocado masivas protestas entre la ciudadanía, que dice que el paquete de leyes viola la Constitución de posguerra y amenaza con atrapar a Japón en conflictos liderados por Estados Unidos tras 70 años de paz.
En momentos en que se realizaba la votación, en el exterior del Parlamento, miles de manifestantes (11.000, según la Policía; 40.000, de acuerdo con los organizadores) se concentraban en la ciudad capitalina de Tokio para expresar, igual que antes, su rechazo a los cambios, que varios académicos también han denunciado como anticonstitucionales.
“Queremos evitar una sangría parecida a la de la Segunda Guerra Mundial”, ha declarado uno de los manifestantes a la agencia británica Reuters.
En tanto, sus detractores arguyen que esta legislación aumentará el presupuesto de defensa de Japón, en un momento en que la nación está luchando contra un agobiante déficit nacional y un crónico estancamiento económico.
Según las encuestas, más del 60 % de los ciudadanos rechazan las medidas y consideran que no contribuirán a mejorar la seguridad de Japón, mientras que un 80% cree que el Gobierno no ha explicado lo suficiente el porqué de los cambios.
A raíz de sus políticas bélicas, la popularidad del actual Gobierno nipón, liderado por el primer ministro Abe, ha descendido hasta el 36,7%, tal como indicó un sondeo publicado en pasado mes de julio.
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