Además de los efectos directos del embargo ruso a las exportaciones de alimentos europeos sobre la los ingresos de los productores, han de sumarse los indirectos: la creciente competencia entre países europeos que no pueden exportar sus productos a Rusia, informa el diario galo 'Le Figaro'. Los principales sectores afectados por las restricciones rusas introducidas en respuesta a las sanciones occidentales son el sector porcino, la producción de frutas y hortalizas y la industria de los productos lácteos, escribe 'Le Figaro'.

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"Francia pierde 100 millones de euros en ingresos por no exportar más carne de cerdo a Rusia. Pero (...) el impacto financiero también es indirecto. La competencia ha aumentado en otros mercados (...), por lo que los precios disminuyen. El impacto directo e indirecto del embargo ruso sobre la industria porcina francesa asciende a 400 millones de euros al año. Para la UE, las pérdidas se elevan a los 4.000 millones de euros"
Explicó al diario Guillaume Roué, presidente de Inaporc, asociación profesional porcina.
En cuanto a la producción de frutas y verduras, las pérdidas de la UE alcanzan los 500 millones de euros, 50 millones de los cuales corresponden a los agricultores franceses. A su vez, las pérdidas para la industria láctea de Francia se estiman en alrededor de 109 millones de euros, precisa el diario.